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300 Merten, Clark ueve aflos, los nifios experimentan un «cambio sintagmatico- paradigmatico», en el que pasan de emitir respuesta principalmente Eintagmaticas @ producir otras fundamentalmente peradigméticas. El cambio oeurre en momentos distintos para las dstintas catego- rias sintdcticas, empezando con los nombres y siguiende “=~ NEI ha fulado tna ines etpicasen p LY ONS, asociaciones tempranss, suponiendo que el nifo tiene Capitulo 16 SOCIOLINGUISTICA J.B. Pride JOHN. (1970) Shuto. Fare mas pokabis vn tabergn qe ano Alianza, 1975 . Ta regla del contraste minimo hasta contar con los tltim.. binanos a los que pueda aplicarla; al tener las listas de rasgos in- completas, se ve limitado 2 utilizar una de las replas de respuesta Sinlagmatica aplicindola a los rasgos selectivos de los que ya se sirve para produeir locuciones. Lamentablemente, en este area s6lo podemos espocular hasta que se sepa mis acerca de la competencia Tingbistca del nifio y acerca de la relacién de la competencia adulta con las asociaciones de palabras. TEn esta breve relacion del juego de la asociacidn de palabras, hhe tratado de mostrar que cialquier explicacin satisfactoria de Jas asociaciones de palabras debe formularse a base de rasgos sin- teticos y seminticos. Fn una teoria tl, la explicacién consisticia en reglas que operen sobre los rasgos de un estimulo pare producir fos rasgos de una respuesta emisible. El examen de las observaciones. ahora disponibles sugiere qué forma deberdn tener varias de estas reglas, pero para poder continuar la investgacién, primero habr aque hacer estudios mas amplios de los rasgos semanticos de lxico. ‘A causa del aleance limitado de la. presente resefia, me he visto ‘bligado a omitir el examen de muchos estudios muy importantes =p. ej, el tabajo de Deese (1964, 1963), gle muestra cl grado de sutieza de la informacién seméntica ‘en las asociaciones de palabras; estos estudios a menudo contienen datos ricos y ordenados pero no aportan ninguna explicacion. Puesto que el juego de la asociacién de palabras es tan facil de poner en prictca, sabemos mucho sobre los resultados; Io que ahora necesitamos conocer mejor son las reglas La sociolingtistica, tal como dice Pride mis adelante, no es imple ‘mente wna amalsama de linglitia »socilogla. (n, certamente tampoco de linen» clea ax de ts cman socal) sino que abarca, por lo menos en principio, cade aspeto ele irutira y del aso de leguaje qi se Felocona con bus funcones ‘rl 3 soc De la erred presente cop rear chro the sar ate ait de ert mayan! ecuentemente se isin gue existe mn conflict entre pun- tas de vista psicolngisco ysociolingisico, mds an, ela Epamitica generat (Ut cual, septa Choisy, T9581 a rae ikl pscsogla cogresctis) debe necesoramente adopter lpr. rr, mm et : as dos puntos de esta, el pscoingisticoy el socoingstico, sin daa pueden, en este momento, doinguise uno de ore (3 os Iingiszas‘enden a dar prefrenela a uno u otro de acer Sus iment pera ee into eon recone ‘que a capactdad de usar Ta propia lengua correctamente en Caridad de Scions oct determina esta ate te ia acompetencaw ling, tan importante y con tanto derecho Como la cepacidad de product orecions,gramatcuente bien formas. Todavia est por terse ia teola dea gramacagenerdica ‘ude aplase pare dar cuenta de ode alone del cope lings, pero es interesante ntar que Conpbelly Wels tha x -Nuevos chisel topic, sr canto’ Horizontes de _Ja_lingilistica, Madrid, ae cxrito uno de los captulos anteriores en su cardcter de especialistas fon psicologla cognosctina, abogan de hecho por le necesidad de am- Dlier Ta octin de competencia de modo que tome en cuenta, por 10 ‘menos en parte, lo que podria denominarse el «contexto social del Tabla (oéase pigs, 262-270). Ya he mencionado esta cuestian en relacién con el rechazo que hace Halliday (partendo de un punto de vista eselolinglsticon) de la nociin chomskyana de competencia (oéase pas. 146 4. Prige 1 estudio del lengua como parte de ts cltray de a sociedad hu adguirdo ln ahora cominmente aceptada etiqcta de wocio- Ingtiscan: pero cuiguer nombre que ve dé 4 un campo det testgnion tan vastolumaria a engato ose lo interpreta itera Trent, As como e estuio de a cultura y de la sosedad no puede {Er preopativa de una dscling, cvalgntra que fuse as! ambien af ctudio de ss aspettoslinglisieos no puode representarse ade Suadamene como tna expec de amalgama de socologia in futon Es astuctiv considerer In proleraign de expresiones {hese han utiizado en un moment eto, ete ls gue seineyen Sie socologa del engunjen,sngstes soca, wlingistcaso- Siokdgeam, linguistic antropolgean,antropoiogia lingUistica, Seinolingisicoyy sla etoogaia de x comuncacion>. Ademis, ideas que posblementetendrin mayor ercminto eo des 2a foes al done Inge cone con iopologia. social y la picologia social) parece, por razones hve, na tener probabtdadss de merece rconocimiento tert fugit de nngin gener (aungoe ea psicologie Socal de a elec- ‘Sin lngistice se aproxma bastante ello), Por supvest, no s explice gut ef sociolngisica meramenie emmerango qué diiplinas concuren en a formacion, sno ms Shon dando. alguna indicsion. de cOmo. se reacionan_unas on Sims: para enezar, In oportunidad de validaconTeiproce (en itor y ena deserpeén} essentmenteobva ea todo trabaio Intedsepinai el estodo ingintico. de fos dialects sociales, por ejemplo, presupone algin grado de comprension previa de [Pesructura soil sogin see ve dese ln perpctve del socaogo. Eresusio picosncilopco de ls reacionesinterpesonales pueée beneiars de las abservaciones sobre i esiructurecon lings, por ejemplo, de ls formas de tratamiento, ec. Pero el pesto Shutuo-o el intescamtho de informacion no agtan Ta cues: ner malmente noe oth al socologo dei ago at como epsenlo al igtstay van gut es toque puede hacer con extow viewers, 16, Socistingisia sa aunque Fischer (1958) sostione que éta seria una buena idea, La Yerdadera cuestion es que la sociolingdsice reconoce un tnico bjeto, el eval en algunos aspecos, sino en todos, eqivale a una Tin de Tomas 3 comporaminto, deca a Ge as cae fuponiendo que fueran separables) se ocuparian independiente: rentediseipinas diferentes (Pride 18704) El enguaje se entremezela con todas las formas-de vida y vax riedades de la experiencia: no existe xpor si mismon, ni tampovo existe, esencimente, para la fancion de comunicaign tferencial gn sentido amplio (vease Lyons, 1968: 424 st), sino que sive muy frecuentemente para lo que Sapir llamaba «communion» [wcomma- sion»), 0 sea ln reflexion, debaicion, consolidacion 0 alteracion de I elaine interpeones ye lon valor scious, ¥en muchos casos puede ser el nico signo que les ponga de ma: nifesto. La elecion etlsticn dentro de repetorios monolingles © bilinges abitulmente est lena de signicado social si como {ambien de otros tipos de sgnicado,Poreiemplo l compectamiento linghistico gue se conace con el nombre de wcambio de codigo» {eode-switching»] (como ene el inglés com {Standard Englth] Yel inglés dialectal en Inpaterea,o entre espaol e inglés para los Pororniquedos que viven en Nueva York) puede ocisionaimente ‘quiver «una forma mis bien stl (aunque un tanto incomscente) de comportamiento social, que de ningun modo se limits a religjar agin aspeco de la situacién que ea observable, independientemente, gn st propos imines. La Ran de sci ian, come rtamiento verbal casi excluswamente destinado a establecer 0 feforar reacions sociales convencionales espeiaimente un grado spropiado de dstnsiin; como, por ejemplo, en la converseeiin Sobre el tempo enre los ingles) es em eierto sentido demasiado conocido, ya que gran parte de! uso cotiiano del lenguaje comporta ademas otros muchos signicados sooiles: no hay razones pera aque la Youcion Nice day ont 11? [que lindo dia, verdad”) tenga ‘is significado social que, por ejemplo, / see [Sir ine doy event, Bronunciada con cualquiera de los muchos sgnieados gue se Pueden dar. Es citi no aeplar la conclusion de que el enguaje 2 muy frecuetement, dl uico comportaminto Soil dst mo: La intraccién del lenguaje con tantas reas de Ia experiencia ‘humana se refljaclaramente en la dicultad de aleanzar cuteios satisfctrios para la demarcacion de limites enite una lengua ra, o-un dialect y oto (asi, como ene una varedad de elo ¥ oto}, consguintcmente, paral defnicin de todos estos erminos Labor, (1964, 1966, 1967) muestra, por ejemplo en que sentido so 3B. Pte forse St rae oes ayy fg Societe tite fe SE Sn a ancl See ares TO Sean Seat Soi Bi jee NER gs Serta. toes ace Smeets Str vite ery es fesatie etait eape kes Sa SEY Rk ee oP Ea tli latin (om an, 16. Soxitinguintin a desde Sind hasta Assam» con inteligibilidad mutua entre areas adyacentes, pero no entre Ateas relativamente distantes (Gumperz, 1962: 63). Etcambio del hindi al panjabi en Delhi (Gumperz, 19644) da origen a estos mezclados de Rabla que iustran cémo las enguas ‘eparecen fundise una con otra» en wcomunidades bilingles es tables» hasta el punto que parece fuera de lugar hablar de «interfe- fencia» entre distintas formas «comunes» [estandardo] de habla (Gumperz, 1967). Gumperz sugiere que fendmenos de esa especie puedes no ser completamente diferentes de aquellos que se encuentran, fn el desarrollo de Jas lenguas epidgin», que son Tenguas esen ‘mente comerciales utilizadas para las necesidades comunicativas Je comprar y vender, cargar y descargar, ele, y que son el resultado te procesos de imitacion reciproca o de waprendizaje rudimentar ‘io del idioma. Estas lenguas plantean también el mismo proble- sma de Ia identiiad lingtistica bdsica (Hall, 1966). Son “numerosos los criteios para demarcar los limites entre Tenguas o entre dialectos, o bien, claro estd, para demostrar que ‘ocasionalmente no es apropiado hacerlo. Los eritetios favorecidos ‘por Ia Linguistica descriptiva conciemen a varios tipos de distancia ‘structural que pueden por si mismos dar limites muy diferentes por ejemplo, los limites sintacticos pueden no ser idénticos a los limites léticos. Pero estos eriterios son s6lo los mas obvies y deben. cotejarse con otros entre Jos que se incluyen los siguientes: observa~ ‘ones sociolingtisticas de la actuacion («quien habla qué lengua ‘con quién y cudndon; Fishman, 1965), evaluaciones de la inteligibili- ‘dad mutua 0 no reciproca (Wolff, 1959), opiniones o crvencias de Jos usuarios de la lengua (Hlenigswald, 1966), consideraciones Politicas 0 institucionales, actitudes de una especie u otra (Fergu- Son, 1959), relaciones histdrieas © wdiuerdnicas», asi como no his- {oricas 0 wsinerdnicas, etc, Probablemente no exista una clave tica ni simple [para descifrar] las complejas incompatbilidades ‘que surgen entre estos diversos eriterios: por ejemplo, cuando ‘Welt (1959) seenfrent6 con el problema de crear ortografias norma- Tizadas para dialectos de Nigeria estructuralmente relacionados, supuso, no en contra de lo que era de esperar, que la imteigibilidad rmutua seria en gran parte predecible a partir de los resultados del aniliss estructural contrasivo. Pero en muchos casos no results Ser asi: los signos de inteligbilidad no reciproca apuntaban més bien al juego de las relaciones locales econémicas y de poder, junto con sentimientos de eautosufiencia €inican que daban lugar ‘egrdenes jerarquicos de inteligitlidads. De mode parecido, Stan Kiewiez (1957) sefala que el eslovaco escrito lo entienden' mejor los rusos y los servios que los checos, aun cuando las pautas fone:

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