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06/marzo/2019.

Ensayo Sobre el
Trabajo Decente.
Materia:
Tendencias Contemporáneas del
Derecho Laboral.

Profesor: Luz Carolina Llanos Zuluaga.

Alumno: Javier David López


0601798

Universidad Militar Nueva Granada.


I. PRESENTACIÓN

El propósito de este trabajo es con la idea y el objetivo es determinar las


propuestas viables y pertinentes que, al ser compartidas con los actores sirvan
de herramientas para la construcción de un modelo coherente de políticas
encaminadas a generar oportunidades de estudio para que los jóvenes
posteriormente puedan ocuparse en condiciones de trabajo decente.

II. CONCEPTOS

El concepto sobre el trabajo decente fue propuesto por la Organización


Internacional del Trabajo para establecer las características que debe reunir
una relación laboral para considerar que cumple los estándares laborales
internacionales, de manera que el trabajo se realice en condiciones de libertad,
igualdad, seguridad y dignidad humana. (1) Por debajo de esos estándares
debe considerarse que se han violado los derechos humanos del trabajador
afectado y que no existe trabajo libre, propiamente dicho.

El concepto de trabajo decente fue acuñado por Juan Somavía, en su primer


informe como Director General de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) en 1999.

El término fue introducido como respuesta al deterioro de los derechos de los


trabajadores que se registró mundialmente durante la década de los 90, como
consecuencia del proceso de globalización y la necesidad de atender la
dimensión social de la globalización.

Decente puede interpretarse meramente como lo contrario de “indecente”, un


nivel lindante con el mínimo de lo tolerable. Pero la palabra tiene también en
español, al igual que en otros idiomas; el sentido de algo que satisface o
supera los estándares sociales básicos y marca, por lo tanto, un umbral para el
trabajo y el empleo que incorpora derechos universales y que es consistente en
los valores y las metas de la sociedad en que se da.

En este sentido lo considerado “decente” evoluciona como lo hacen también las


posibilidades de las sociedades, de manera que el umbral avanza al compás
del progreso económico y social.

________________________
1. Somavía, Juan, Trabajo Decente: Memoria del Director General, OIT, 1999.
III. DESARROLLO. del Trabajo Decente

El trabajo decente resume las aspiraciones de la gente durante su vida laboral.


Significa contar con oportunidades de un trabajo que sea productivo y que
produzca un ingreso digno, seguridad en el lugar de trabajo y protección social
para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración a la
sociedad, libertad para que la gente exprese sus opiniones, organización y
participación en las decisiones que afectan sus vidas, e igualdad de
oportunidad y trato para todas las mujeres hombres.

El pasado mes de marzo del año en curso, los socios tripartitos de la OIT en
India, gobierno, empleadores y trabajadores, adoptaron formalmente un
Programa de Trabajo Decente por País (PTDP) para la India, dicho programa
propone una estrategia de desarrollo que reconozca el papel central del trabajo
en la vida de las personas. Este año el tema de la serie de sesiones de alto
nivel del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC),
refleja un consenso internacional sobre la importancia del empleo productivo y
el trabajo decente para la reducción de la pobreza.

El objeto principal de la OIT es hoy el de promover oportunidades para que las


mujeres y los hombres consigan un trabajo decente y productivo, en
condiciones de libertad, equidad, seguridad y respeto de la dignidad humana.
La diversidad de formas de trabajo hace complejo este objetivo, para empezar,
es necesario incluir a todos los trabajadores; el principio fundamental es que
todos los que trabajan hombres y mujeres, gocen de derechos en el trabajo. Es
decir, no solo los trabajadores asalariados en empresas reguladas, sino
también los trabajadores independientes, los eventuales y los empleados en
empresas no reguladas, así como aquellos cuyo trabajo no se ve y que son
aquellos predominantemente mujeres que trabajan en una economía de
prestación de cuidados o en el ámbito del hogar. La libertad, la equidad, la
seguridad y la dignidad pueden adoptar formas diversas pueden adoptar
formas diversas en distintos ambientes aunque el principio se mantenga igual
en el fondo. En síntesis estas ideas en conjunto, constituyen la esencia de lo
que se expresa como un trabajo decente.

Para promover el trabajo decente la OIT, se ha creado cuatro objetivos


fundamentales que son:

1.-Implantación de los principios y derechos fundamentales en el trabajo.

2.-Creación de más empleo y de mayores oportunidades de ingresos para


hombres y mujeres.

3.- Extensión de la protección social, y

4.- Promoción del diálogo social

Estos objetivos están estrechamente entrelazados para bridar los medios para
alcanzar la seguridad en los ingresos y la seguridad del medio en que se
realiza el trabajo, además tienen validez para todos los trabajadores, mujeres y
hombres, en la economía formal e informal, en trabajadores asalariados o
autónomos, en el campo, industria y oficina, en sus casas o en la comunidad.

El trabajo decente es fundamental en el esfuerzo por reducir la pobreza, y es


un medio para lograr un desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible. La OIT
trabaja en el desarrollo de enfoques orientados hacia el trabajo decente en las
políticas sociales y económicas en colaboración con las principales
instituciones y representantes del sistema multilateral y la economía mundial,
además esta organización ofrece apoyo a través de programas nacionales de
trabajo decente desarrollados en colaboración con los mandantes del
organismo internacional, las prioridades y objetivos se definen dentro del marco
del desarrollo nacional y con el propósito de combatir los más graves déficits de
trabajo decente a través de programas eficientes que abarcan cada uno de los
objetivos estratégicos.

El trabajo decente resume las aspiraciones de las personas en su vida laboral,


aspiraciones en relación a oportunidades e ingresos; derechos, voz y
reconocimiento; estabilidad familiar y desarrollo personal; justicia e igualdad de
género. Las diversas dimensiones del trabajo decente son pilares de la paz en
las comunidades y en la sociedad. El trabajo decente refleja las
preocupaciones de gobiernos, trabajadores y empleados que dan a la
Organización Internacional del Trabajo su singular identidad tripartita.

La OIT ha sido la fuente de las conquistas sociales que caracterizan a la


sociedad industrial, como la jornada de trabajo de 8 horas, la política de
empleo, la protección de la maternidad, la legislación sobre el trabajo infantil y
otras políticas que promueven la seguridad en el lugar de trabajo y unas
relaciones laborales armoniosas. (2)

El trabajo decente es necesario para todos aquellos que quieren llevar sus
experiencias y talentos al lugar de trabajo y un trabajo decente que pueda
proporcionas las bases para un desarrollo sostenible, un crecimiento
económico, reducción de la pobreza y cohesión social que beneficia a todos,
independientemente que tengas discapacidad o no. Se requiere de una
respuesta de tos para hacer esto realidad, romper las barreras del perjuicio y
malentendidos en todos los niveles de la sociedad. Así mismo se menciona que
cambios en el leyes y políticas que se centran en el empleo y el trabajo
desempeñan un papel importante en la creación de oportunidades para las
personas con discapacidad existen grandes instrumentos legales
internacionales y estándares para lograrlo, incluidos los Convenios y
Recomendaciones de la OIT y el Convenio de las Naciones Unidos sobre el
derecho de las personas, con discapacidad se concluye señalando que
trabajando juntos se puede alcanzar la inclusión social y una oportunidad justa
de trabajo decente para todos. (3)

Las oportunidades de inclusión a una trayectoria laboral en condiciones


decentes empiezan a temprana edad.
Finalmente cabe señalar que en la edad joven la persona enfrenta la decisión
de trabajar o seguir estudiando, o bien, una combinación de ambas. Otra
posible decisión consiste en la salida del mercado de trabajo y de los estudios
para dedicarse a actividades en condiciones de dependencia como los
quehaceres del hogar y otras actividades consideradas no productivas. En todo
caso, se reconoce que los jóvenes de los hogares en condiciones de pobreza,
por lo general, no tienen esas opciones de decisión, debido a los
condicionamientos impuestos por la precariedad de ingresos, enfrentando una
gran presión para vincularse al trabajo desde temprana edad. Partiendo del
supuesto de que las oportunidades para insertarse en condiciones laborales
decentes se incrementan para quienes logran un mayor nivel de escolaridad.
Algunos estudios han demostrado que un alto grado de escolaridad,
especialmente a partir de la educación media superior, genera para la persona
un premio en términos de ingresos.

IV. CONCLUSIONES

Considero que la mundialización ha abierto nuevas oportunidades de


crecimiento y de empleo; pero, el marco institucional es erróneo, la intensa
competencia en los mercados mundiales puede llevar también a una espiral de
deterioro de los salarios y de las condiciones de laborales, con la inestabilidad
de los flujos financieros poniendo en peligro los progresos tanto económicos
como sociales. También los riesgos y las oportunidades son asimétricas con
respecto a los géneros. A la hora de enfrentar estos retos, la comunidad
internacional comienza a comprobar que, por su misma integración los
problemas del desarrollo no pueden ser tratados con soluciones sectoriales.
Pues bien, si se requiere una respuesta igualmente integral, el principio de un
trabajo decente ofrece una dimensión centrada y crucial: un camino para
introducir los estándares sociales en el desarrollo y asignarles una participación
eficaz en la economía internacional.
Bibliografía

Trabajo decente y juventud. 1ra. Edición 2007.


Somavía, Juan (1999). Trabajo Decente: Memoria del Director General, OIT

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