FL BARCO DEVAPOR Aledo Gomez Cerda Las ; palabras magicas OME eI. i tr i 4c oo i to eas i tnt gt i too fa | Vas i me Se Se | A por 8 as———— (Coloccion cigida por Marinella Tera pled eden aonb 1608 lustraciones y eubieta: Margarita Puncel CComscinize. CESMA SA Apmcat, 92804 Mid Dae aa Kpowefortntrt pti Maine ono net 1 ¢A qué podemos jugar esta tarde? La crap donde Ramén vivia era, ‘més 0 menos. como todas. Ya sabéis: ‘mucha gente, muchos automéviles, mu- has chimeneas, mucho ruido.. Era una de esas ciudades que tienen mucho de todo y que, sin embargo, carecen de cosas tan clementales como unos poquitos arbo- les, una cigiiena anidando en lo alto de una torre, un rio limpio... Si, era una ciudad normal y corriente, De todas for- mas, da lo mismo cémo fuese su ciudad y, si me apurdis, ni siquiera es importante (que se trate de una ciudad. Ta casa donde Ramén vivia también era ‘normal y corriente, como casi todas, tal vez.como la tuya y la mia. fra una de esas ‘casas grandotas, con muchisimos vecinos;y Ramén estaba encantado de tener tan- tos vecinos, sobre todo porque entre ellos estaban el Cipri y Raper, sus dos mejores amigos, Ramon era un nifio alto y grande, muy crecido para su edad: de ojos grandes, ‘veces incisivos, a veces distantes: un largo fequillo castafio le Megaba hasta las cejas You Yoo NO Se me ocurre nada més. (Ah, si! Resuita que era malisimo, rematadamente ‘malo, Bueno... no exactamente, Como podria explicaroslo? Lo que quiero decir es ‘que Margarita, su madre, decia eso a todo el mundo: ‘Tengo el peor hijo de todos los hijos —solia comentar con cualquiera—. Me va ‘a matar a disgustos. —Mujer, es sélo un muchacho —solia disculparle el interlocutor de turno. —Es travieso, desobediente, mentiroso, respondén, holgazén... Es, €s,€s... Acaba- + con mi paciencia y con mis nervios. Es brato. sucio, vago... y meén. —!Meén? —Enuresis infantil, dice el doctor. ;Pam- plinas, digo yo! Lo que me faltaba. Si, a pesar de lo grande que le ves. (Ramén, déjate la nariz! Cochino! Margarita era una de esas madres que hablan tanto, tanto, que a menudo se olvidan de escuchar. Pero... como era Ramon? Pues, la ver- dad, yo creo que era un nifio como tio como yo. 0 como el Cipri, 0 como Riiper, © como cualquiera de los muchos amigos del barrio y el colegio que por las tardes enaban de polvo y estrépito el pequetio jardin de la plaza del Arbol Solitario. Era... alegre, juguet6n, carifioso, simpatico, lis- tejo solo habia sacado un insuficiente en la primera evaluacln— y devorador de cuentos y televisién. Sobre todo, era un nifio con una imaginacién... (Bull (Qué Imaginacién! Fabulosa! Su mente estaba siempre preparando algo verdaderamente extraordinario. ¥ eso, digo yo, no puede ser malo. ijaos si era grande su imaginacién, que todos los amigos le buscaban siempre que querian divertirse de verdad. Y es que los juegos que inventaba Ramén eran fenome- rales. —ith, Ramén! —le gritaba el Cipri—. ZA qué podemos jugar esta tarde? —Pues... pues... —arrugaba la nariz para pensar mejor—. 2Qué os parece si jugamos a los piratas?