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‘A20aios delaaprobacién dela Conven- ‘G6n de los Derechos del Nifio tenemos la ‘oportunidad de realizar un balance sobre su cumplimiento en la Argentina urbana. En la Argentina rige la Convencién Internacional de los Derechos del Nifio como parte integrante de la Constitu- én de la Nacion Argentina desde el afio 1994, once afios después se sancioné la Ley 26,081 de Proteccién Integral de los Derechos de los Nifios, Nias y Adoles- centes, que convirtié a los postulados de la Convencién en plenamente exigible ara el Estado, la sociedad yla familia. ‘Actualmente, en la Argentina todos los nitfos, nifias y adolescentes tienen derecho a vivir en un entome libre de contamina~ Gn, tienen derecho a una alimentacién adecuada en cantidad y calidad, a vivir con ssa familia en una vivienda digna, a caminar sin rieagos en las calles, a reunirse con sus ‘amigos y jugar, a participar en actividades cealturales, sociales y deportivas; a ser un ciudadano con les mismos derechos que los demas y con acceso a servicios educativos y de salud de calidad, sin diseriminacién de nningiin tipo. Todos estos derechos no son garantizados en condiciones de igualdad a todes los nifios, nifias y adolescentes en la Argentina, sin embargo su garantia puede ser legitimamente exigida al Estado. Las mejoras que pudieron haber ex perimentado las familias en los iltimos aos, y que se han descripto en el pre~ sente informe del Barémetro de la Deuda Social de la Infancia, en términes de las condiciones del habitat de vida, en la ca- pacidad de consumo, inelusién laboral, y proteccién social, hanimpactado demodo positivo en la posibilidad de afrontar ne- cesidades bisicas insatisfechas (superar el hambre, acceder a la salud, ete), asi como en los momentos de desaceleracién de la economia algunos de estes mismos indicadores son los que répidamente re- vierten la tendencia positiva. No parece suceder lo mismo, al menos en el mediano plazo, con los procesos de crianza y sodalizacién que no han expe- rimentado cambios significativos, proba- blemente porque para que los compor- tamientos y actividades que realizan las familias se modifiquen en estas dimen- siones de desarrollo se requiere de un cambio mas estructural e integral de las estructuras de oportunidades. ‘Aun cuando, tal como mencionamos, diversos indicadores del nivel de vida material, en su evolucién en el tiempo, muestran una indiscutible mejora en los fltimos afios como resultado del creci- miento econémico, los minimos norma- tivos (derechos) estin todavia lejos de cumplirse para la niez y adolescencia en cualquiera de las dimensiones consi- deradas (condiciones materiales de vida, crianza, socializacién y formacién). Las desigualdades sociales se revelan persistentes en el tiempo. Las capacidades de los hogares de movilizar recursos mate- riales, humanos y sociales son darameate desiguales, en el marco de una sociedad en Ja que las estructuras de oportunidades se han modificado y endurecido. Los déficit en el desarrollo humano y social de la infancia y la adolescencia constituye un factor de exclusién estruc- tural y permanente menos permeable a los progresos econémicos y més permea- bles a los procesos de desaceleracién de Ja economia. La pobreza genera marcas, anclajes, que cristalizan mecanismos de reproduccién social e intergeneracional dela exclusién y marginalidad social que se tevelan injustos en las condiciones bé- sicas del sostenimiento de la vida y tam- bién en las oportunidades de crianza y socializacion en diversos entornos socia- les (familia, escuela, barrio, calle, plaza, espacios de juegos infantiles, espacios de formacién alternativos al escolar, colonia de vacaciones, redes sodales y virtuales). Acontinuacién se presentan los principales hallazgos y resultados de esta investigacién: Las capacidades de supervivencia y desarrollo, desde una perspectiva de de- rechos, no se limitan ala duradén de la vida, sino que involucran una esfera mas amplia de aspectos que hacen a los proce- sos de crianza, socializacién y educacién, entre las cuales la calidad delas oportuni- dades de vida para la nifez y adolescencia cobra particular relevanci En el espacio de las condiciones mate- riales de vida de la nifiez y adolescencia se ha podido advertir en la perspectiva del tiempo (2004-2008) tendencias muy positivas a nivel de aspectos que son es- tructurales y en los que por ende los cam- bios perduran y cambian la calidad de vida de los hogares, como elacceso agua corriente y cloacas. y al gas por red. Entre los afios 2004 y 2009, se pasé de un 52% de nifios/as en hogares con problemas de caneamienta an 47,4% Rn tanta al dé. ficit en el acceso 2 red de gas pasé de un 38,8% a un 30,9%. El medioambiente de los centros ur- banos xegistré progresos importantes, en tanto se pasé de un 39.2% de nifios/ as en barrios con problemas de contami- nacién ambiental a un 28% entre 2004 y 2009. Sin embargo, cabe mencionar que los cambios que se producen en el medio- ambiente parecen sufrir variaciones en momentos de retracci6n de la economia y revelando ser meros estructurales. La evolucion del indicador de hacina- miento permite advertir progresos en los primeros afios de la serie que acompaftan los progresos socioecondmicos, pero re- viertesu tendenciapesitiva en 2008 con los primeros signos de retraccion. Dicha evolu- ‘ién es asimilable a la observada a nivel de los indicadores de consumo de los hogares, yes logico que sea asi porque tiene relacién con las estrategias familiares. En términos generales, s¢ advierte una significativa mejora en las condiciones habitacionales delosmenores de 18 afios, en el nivel del déficit moderado, esto es en el caso de las viviendas que registra- ban sélo alguno de los problemas consi- derados, mientras que el déficit severo se mantuvo mas estable en el tiempo. En 2009, en los grandes aglomerados urba- nos de la Argentina, 3 de cada 10 meno- res de 18 afos residia en una vivienda con 2 0 mas problemas en su habitat de vida (na tena arcaen al agua carrianta, 0 no tenfa dloacas, o no tenia gas por red, estaba en cercania de fébricas contami- nantes y basurales, 0 en condiciones de hacinamiento). La desigualdad social en la calidad del medioambiente de vida es muy significativa y regresiva para los/as niifios/as y adolescentes mAs pobres. En el nivel de vida material, se evalud la capacidad de los hogares de poder 2a- tisfacer consumos minimos (alimentos, vestimenta, medicamentos y atencién de la salud, y pago de impuestos). La evolu- ign del deficit de consumo fue muy posi- tiva entre 200d y 2007, en tanto la nifez y adolescencia se vieron beneficiadas por la prosperidad generalizadas deestos afiosen todos los consumos bisicos considerados. La retiaccién se hace sentir en el periodo interantial 2008-2009 y erece de modo sig- nificativo el déficit sobre todo en el Gran Buenos Aires. Las desigualdades sociales son significativas en el nivel del défict se- vero, esto es los hogares que registran pro- blemas en el consumo de 2 0 mis de los consumos considerados. Asimismo, si se observa la evolucién del déficit severo en los estratos sociales mas bajos, se advierte con clatidad un déficit estructural que ex- perimenta variaciones poco significativas en el tiempo y que alcanza al 40-45% de los/as nifios/as mis pobres. En 2009, el 55% de los/as nifios/as y adolescentes vivia en hogares que habjan tenido que restringir sus consumos ali- AROMETHO DELA DEUDA SOCUL DELAINFANCA | 395,

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