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20 de marzo.
24 de marzo
Importante:
1º repasar materias anteriores: acto administrativo - procedimiento administrativo- derecho
penal parte especial y derecho penal parte general- procesos civil.
Hasta antes de la reforma procesal tributaria, de 2011 que crea los tribunales tributarios y
aduaneros, todo lo que decíía relacioí n con la fiscalizacioí n de los tributos se realizaba en el SII,
y lo que decíía relacioí n con la jurisdiccioí n tributaria eran de competencia del director regional
del SIII.
En virtud de las facultades que se le entregaban al director del SII teníía la facultad de
interpretar las normas del coí digo tributario y esta interpretacioí n era obligatorio para los
subordinados, por lo que el que hacíía de juez tributario era utilizar la interpretacioí n el
director nacional. Ahora bien, el contribuyente teníía la posibilidad de impugnar víía reposicioí n
con apelacioí n en subsidio. Se generaban problemas, los directores regionales teníían
facultades jurisdiccionales, pero estos no eran abogados, asíí que delegaban la facultad
jurisdiccional al abogado del servicio respectivo. Pero la jurisdiccioí n es indelegable y por lo
tanto que hacíían era inconstitucional y se presentoí un recurso por inconstitucional. De aquíí
sale la reforma.
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a juicio del profesor se debe aplicar en el juicio tributario, se puede decir que la instancia
administrativa tributaria existe una investigacioí n formalizada y desformalizada.
Asíí, se debe tener en cuenta el coí digo tributario, ley de IVA y renta y leyes complementarias, y
complementariamente a la ley de procedimiento administrativo 19980 y la ley de bases
generales de la administracioí n del Estado, LOC del SII. Y, ademaí s, el SII como oí rgano del
Estado se encuentra sometido a normas de caraí cter constitucional 6 y 7.
Conceptualización del acto administrativo tributario.
La primera idea sobre su concepto es que se trata siempre de una 1º declaracioí n unilateral de
voluntad, que proviene del SII. 2º Esta declaracioí n se realiza dentro del ejercicio de la funcioí n
administrativa tributaria. 3º esta funcioí n se realice dentro de su competencia. 4º que esta
manifestacioí n unilateral de voluntad, dentro de la competencia, genere efectos juríídicos
generales o particulares de manera directa.
Este concepto hay que relacionarlo con el concepto de acto administrativo del artíículo 3 de la
ley 19880.
1º VOLUNTAD.
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Aquíí tenemos una suerte de escalones, la primera manifestacioí n de voluntad a tomar en
consideracioí n es la del legislador, esta voluntad del legislador de materializa a traveí s de la
norma juríídica, y acto seguido la voluntad de la ley aplicable al caso concreto que realiza la
administracioí n tributaria, se materializa a traveí s del acto administrativo, siempre tomando en
consideracioí n el artíículo 7 de la CPR, debido a que si el SII no cumple. Esta voluntad puede
ser expresa tacita o presunta. La voluntad del SII se expresa por dos víías: 1º en un soporte
papel -como una notificacioí n de una citacioí n- o 2º eventualmente en un soporte electroí nico.
Que la voluntad sea requisito esencial del acto administrativo tributario estaí en relacioí n con el
artíículo 3 de la ley 19880 por que todas las declaraciones forales de la administracioí n tienen
una declaracioí n de voluntad.
Un tema importante dice relacioí n con la firma del acto administrativo, o el contenido del acto
administrativo. Primera idea es que cualquiera que sea el acto administrativo debe contenerse
en un documento indubitado, es decir, un documento que contenga una manifestacioí n de
voluntad y que se entienda que emana de una autoridad administrativa. Por ejemplo,
certificado de nacimiento. Serian documentos indubitados, requerimiento de citacioí n, giro y
otros. La pregunta que surge es: ¿requiere para la validez de ese documento indubitado que
este la firma del funcionario? ¿si un documento tributario que no estaí firmado genera efectos?
si genera por que igualmente tiene una manifestacioí n de voluntad, y en este sentido hay
jurisprudencia de la CS y de un tribunal tributario sosteniendo que la firma no constituye
requisito esencial para un acto administrativo voluntario, de forma que si hay manifestacioí n
de voluntad de la administracioí n. hay acto administrativo tributario. “si no hay firma el acto
administrativo no es nulo, es vaí lido”.
Se debe tener siempre en cuenta la formalizada y la desformalizada.
2º Objeto.
3º Competencia.
4º Forma.
5º Eficacia, y dentro de esta eficacia tenemos a la publicidad.
6º Legitimidad y meí rito.
31 de marzo.
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Dentro del concepto de acto administrativo tributario tenemos la voluntad. Dentro de la
voluntad tenemos un elemento propio de la definicioí n: declaracioí n unilateral de voluntad. Eso
significa, asimilaí ndolo al acto juríídico unilateral, significa que el acto administracioí n tributaria
requiere para su nacimiento la manifestacioí n exclusiva de la administracioí n, por tanto, no hay
un acuerdo de voluntad con el contribuyente en ninguí n caso. Entonces ¿de doí nde emana esta
facultad de la administracioí n para a dictar el acto administrativo? Esta facultad emana de la
ley, tanto de leyes generales de administracioí n como decretos especííficos en materia
tributaria, maí s arriba el artíículo 6 y 7 de la CPR. Si bien es cierto acaí hablamos de una
manifestacioí n de voluntad unilateral, para su eficacia no se requiere voluntad del
contribuyente. Por lo tanto, desde un punto de vista administrativo, podrííamos decir que la
actuacioí n administrativa es oficiosa; lo que significa, tomaí ndolo desde el punto de visa del
procedimiento administrativo, que tanto su inicio como su tramitacioí n como conclusioí n
dependen uí nica y exclusivamente de la voluntad de la administracioí n. Sin embargo, ¿existiríía
alguna voluntad del contribuyente que ponga en funcionamiento la voluntad de la
administracioí n? Pareciera que no. Sin embargo, hay alguna situacioí n en la que la voluntad del
contribuyente puede dar inicio a un procedimiento: la consulta tributaria. Esta se da cuando el
contribuyente al realizar un giro determinado -ya sea como persona juríídica o persona
natural- y resulta que no tiene certeza que su giro se encuentra afectado por alguí n impuesto
-IVA o renta-. Asíí, consulta a la administracioí n tributaria. Acaí hay una voluntad del
contribuyente que genera una decisioí n administrativa y que genera una interpretacioí n de la
misma. Inclusive el artíículo 26 del CT establece que si el contribuyente se somete de buena fe
a la administracioí n del servicio tiene un efecto particular: los impuestos a los que estaí sujeto
no pueden aplicarse con efecto retroactivo. Entonces, ¿esta voluntad generaraí un efecto? Si, de
fiscalizacioí n, se gatilla una actuacioí n oficiosa de la administracioí n tributaria.
Entonces ¿coí mo compatibilizar ambas situaciones? Debemos decir que toda actuacioí n
administrativa tributaria se rige por el principio de oficialidad u oficioso, en el sentido de que
la tramitacioí n y la conclusioí n del procedimiento administrativo siempre estaí n a cargo de la
administracioí n, sin perjuicio de que su inicio puede darse por una actuacioí n del
contribuyente. Lo segundo es que, atendiendo a procedimiento, cuando se habla de juicio
ejecutivo tributario, la tesoreríía cobra impuestos adeudados -cualquiera sea su naturaleza- de
anñ os antiguos y se sigue en 2017. Esto se sigue con el abandono del procedimiento,
debieí ndose llevar al contribuyente a notificarse nuevamente, y luego oponer excepcioí n de
prescripcioí n. Resulta ser que la CA ha aplicado la teoríía del decaimiento, lo que significa que la
administracioí n no ha seguido por propia voluntad este procedimiento administrativo ya sea
fase del SII o de juicio ejecutivo tributario y por lo tanto se entiende que hay falta de intereí s de
la administracioí n tributaria para el cobro, por lo tanto “decae”, todo lo cual es virtud de los
principios de celeridad y rapidez del procedimiento.
2º Objeto.
Cuando hablamos del objeto del acto administrativo tributario nos referimos a la materia o
contenido del acto. Para efectos de entender cuaí les podríían ser los contenidos del acto
administrativo tributario hay que distinguirlos -siempre partiendo de la base de la
manifestacioí n unilateral de voluntad de la administrativo-:
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Acaí la administracioí n presta un acuerdo o manifiesta su voluntad para que el contribuyente
realice un hecho o un acto tributario. Por ejemplo, cuando un contribuyente realiza un inicio
de actividades y se otorga el rol uí nico tributario, normalmente tiene que pasar otro
procedimiento administrativo: la verificacioí n de domicilio. Una vez verificado el domicilio
puede prestar servicio. En estos casos el SII autoriza que una vez que el contribuyente ha
realizado inicio de actividades y se otorga el rol se le permite facturar electroí nicamente de
forma inmediata. Por ejemplo, en el artíículo 16 inc. 7 se autoriza el cambio de fecha de
balance, este balance se realiza el 31 de dic de cada anñ o. Sin embargo, hay empresas que
realizan balances de junio a junio de cada anñ o. Este cambio de fecha de balance es una
autorizacioí n que entrega la administracioí n tributaria. Esto ocurre en la empresa Escondida
porque tienen 2 procesos: procesos de proyecto que se realizan entre junio y diciembre de
cada anñ o, y los pagos de los proyectos los realizan entre marzo y junio del anñ o siguiente.
Tambieí n se habla de acto autorizacioí n en todos aquellos casos en que la legislacioí n tributaria
le otorga facultad a juicio exclusivo del SII. En estos casos el SII debe otorgar su autorizacioí n.
2º Actos de aprobación.
Cuando se habla de actos de aprobacioí n lo que hace la autoridad administrativa es manifestar
su acuerdo, para que este acto administrativo nazca a la vida del derecho. Acaí existen dos
cuestiones, en materia tributaria suele ocurrir que se pague impuestos en exceso o de manera
indebida, acaí el contribuyente pide devolucioí n de impuestos. La administracioí n tributaria
dicta una resolucioí n que autoriza la devolucioí n de impuesto, pero este acto administrativo
requiere de una aprobacioí n que es otorgada por la CGR a traveí s de la toma de razoí n. Si bien es
cierto, es cierto que la resolucioí n administrativa es la que aprueba la devolucioí n requiere para
su eficacia la aprobacioí n de la CGR que se hace a traveí s de la toma de razoí n.
Para efectos de cambiarse de reí gimen se requiere de la admisioí n para modificar su reí gimen
tributario.
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penal. Asíí, por ejemplo, en materia de derecho administrativo sancionador se aplican la teoríía
del delito o de las infracciones: principio de tipicidad, legalidad, culpabilidad. En materia
tributaria en delitos e infracciones tributarias, la diferencia entre una y otro estaí en relacioí n a
la pena, en los casos de los delitos tiene asignada pena privativa de libertad a multa, y las
infracciones penas de multa.
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En los casos de los delitos tributarios el SII, a traveí s de su director nacional, y a traveí s de la
facultad del artíículo 161 del CT, tiene la facultad de recopilar antecedentes. Es decir, cuando el
considera que dentro de la revisioí n del contribuyente pudiesen existir actos que tienen
caracteres de delito, reuí ne los antecedentes necesarios, para decidir si se interpone la querella
criminal. Cuando el director nacional comienza esta reunioí n de antecedentes la ley le otorga
facultades incluso de incautacioí n. Acaí surge un tema interesante porque se le otorga facultad
de investigacioí n al SII por CT, y al MP por la constitucioí n. Asíí el SII realiza facultades de
investigacioí n lo que estaí en contraposicioí n a la facultad de investigacioí n del MP. Surge un
tema de competencia.
9º actos de trámite.
La importancia de estos actos es que, dentro del procedimiento administrativo, debe tratarse
de actos agiles y expeditos. En el fondo son todas las providencias administrativas dictadas
por la administracioí n par ala correcta resolucioí n del asunto.
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12º Actos de control.
Son aquellos que dicen relacioí n con el control jeraí rquico u horizontal que realiza la
administracioí n. Dicen relacioí n con los funcionarios del SIII.
10 de abril
3º La competencia.
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Cuando se habla de competencia se hace referencia a distintos elementos que se conoces: 1º
en relacioí n a la materia; 2º en relacioí n al territorio; 3º en relacioí n al tiempo; 4º en relacioí n a
la jerarquíía o grado.
Dentro de los elementos del acto administrativo tributario, y relacionado con el concepto
otorgado, constituye un elemento de este, el que el acto administrativo produce efectos
juríídicos de caraí cter particular, general tambieí n, y directo.
Si se analiza el derecho tributario propiamente tal, desde el punto de vista, doctrinario, para
determinar sus contenidos, o el contenido de la norma juríídica tributaria, debieí semos
entender que esta norma juríídica tributaria que da contenido al d tributario se puede
clasificar:
1º norma jurídica tributaria de carácter sustantivo: esta norma establece los elementos
esenciales de la obligacioí n tributaria. Serian: hecho gravado, los elementos que conforman la
base imponible, los sujetos de esta relacioí n juríídica tributaria y la tasa (son 4 elementos los
que determinar la obligacioí n tributaria entre fisco y contribuyente).
*Existe una discusioí n sobre las normas de exencioí n de impuestos: algunos dicen que son
normas de caraí cter excepcional, pero son normas juríídicas sustanciales en materia tributario.
“no hay tributo sin ley que lo establezca”. Esto es adagio derivado de la aplicacioí n del principio
de legalidad y que no permite utilizar la interpretacioí n por analogíía en materia tributaria.
2º No obstante esto, la administracioí n tributaria tiene para poder aplicar y fiscalizar los
tributos de normas jurídicas formales: que regulan precisamente la relacioí n entre el fisco y
el contribuyente y tienen por finalidad determinar cuaí les son los derechos o deberes y
obligaciones entre ambas partes. Estas normas complementan la obligacioí n juríídica
tributaria, estaí n en relacioí n directa con el cumplimiento de la norma juríídica sustancial.
* Acaí la interpretacioí n analoí gica si se permite debido a que esta norma juríídica formal solo
complementa a la norma juríídica tributaria sustancial. asíí no se hace necesario que el
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legislador establezca todo. Se puede aplicar la interpretacioí n analoí gica porque no hay
principio de legalidad acaí impuesto, son solo regulaciones formales.
3º normas jurídicas tributarias de carácter procesal: estas dicen relacioí n con dos
situaciones: 1º normas juríídicas procesales aplicables al procedimiento administrativo y 2º
normas juríídicas procesales aplicables al proceso jurisdiccional tributario.
*Acaí si se puede aplicar la interpretacioí n analoí gica por aplicacioí n del principio de tutela
judicial efectiva, el cual permite que se puede aplicar analoí gicamente normas procesales a
situaciones similares para otorgar una tutela judicial efectiva: no solo el ordenamiento juríídico
debe establecer los medios para impugnar los actos administrativo, debe establecer un
proceso idoí neo para que los derechos del contribuyente puedan ser tutelados
jurisdiccionalmente. Todo eso para explicar que uno de los elementos del acto administrativo
son los efectos: al generarse la relacioí n entre administracioí n tributaria y contribuyente…
No hay que confundir que revisando los actos administrativos tributarios hay algunos que
tienen caraí cter de preparacioí n. Como, por ejemplo, un informe de fiscalizacioí n.
4º La forma.
Dentro de la forma, es decir, la manifestacioí n del acto administrativo tributario, tenemos tres
elementos:
1º Instrumentacioí n.
2º La motivacioí n.
3º Publicidad o notificacioí n.
2º motivacioí n desde el punto de vista estructural, nos referimos a los considerandos. Es decir,
los considerandos de hecho y de derecho y los resolutivos. Es importante la motivacioí n en los
actos administrativos para eliminar la discrecionalidad administrativa.
Hoy en díía, el artíículo 13 del CT, a juicio del profesor del ramo afecta al debido proceso, “son
domicilios haí biles para notificar: 1º domicilio que entrego contribuyente al momento...” 2º y
3º domicilio que entrega contribuyente en cualquier modificacioí n que realice. Asíí el
contribuyente en su vida tributaria puede tener 3 domicilios y seguí n el artíículo 13 se
notificaraí donde el contribuyente disponga. Lo que provoca situaciones en que el
contribuyente se entiende vaí lidamente notificado, pero nunca fue efectivamente notificado
por lo cual se afecta el debido proceso. Seríía una causal de nulidad del acto administrativo.,
pero en materia tributaria no existe la nulidad de todo lo obrado por falta de emplazamiento,
pero el acto seria inoponible.
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5º Expediente: la primera norma aplicable es el artíículo 18 de la ley 19.880 el cual en su
inciso tercero establece que el procedimiento administrativo tributario, debe constar en un
expediente e. Que deba contar en un expediente quiere decir que se van estableciendo e
incorporando todas las manifestaciones de voluntad de la administracioí n. Este expediente
puede ser o escrito o electroí nico.
17 de marzo.
Asíí, desde un punto de vista conceptual, uno de los elementos o caracteríísticas principales de
la norma juríídica tributaria viene dada por el intereí s fiscal. Este intereí s fiscal es un intereí s
instrumental, porque es un medio que sirve para la satisfaccioí n de la necesidad puí blico. Acaí
viene la primera pregunta: ¿Para la satisfaccioí n de este intereí s fiscal es posible que para
cumplirse se puedan afectar garantíías constitucionales del contribuyente? Existiríía una
colisioí n de derechos entre intereí s partíículas e intereí s puí blico, y se resolveríía seguí n la
ponderacioí n.
El intereí s fiscal seríía el fin o el objetivo de la norma juríídica tributaria, pero ¿queí pasa con el
intereí s fiscal en materia de delitos tributarios e infracciones? En estas materias opera un
elemento primordial del sistema sancionatorio: el principio de tipicidad. ¿El intereí s fiscal o
transformado en perjuicio fiscal es un elemento o no de la infraccioí n tributaria y por lo tanto
del delito tributario?
Desde el punto de vista del ilíícito tributario, y relacionado con lo mismo, hay una garantíía
constitucional importante en materia tributaria que dice relacioí n con el derecho de
propiedad, porque lo que viene a hacer el impuesto es expropiarme una parte de mi
patrimonio, en post del beneficio de la comunidad. Entonces, si fuese asíí ¿podríía el Estado
confiscarme el 60% de mis utilidades? El principio rector en esta materia es el derecho de
propiedad, la expropiacioí n de parte del patrimonio para el bien general. El principio a aplicar
en estos casos es que no debe ser nunca confiscatorio y debe estar siempre enmarcado en el
principio de legalidad.
¿El Estado estaí por sobre del contribuyente? Si, por lo que podríía imponer todas las normas
que estime conveniente, pero no es razonable. En una loí gica anterior la relacioí n entre Estado
y contribuyente eran de poder, con subordinacioí n, pero hoy con las modificaciones se tiende a
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una relacioí n de igualdad. Y esta relacioí n de igualdad existen principios rectores
fundamentales que son las garantíías constitucionales.
Esto tiene un efecto importante porque si se ve desde el punto de vista anterior en relacioí n de
poder, ¿por queí se paga impuesto? Porque asíí lo establece la ley. Pero en una relacioí n de
igualdad, si bien es cierto que la ley establece se debe pagar un impuesto, el fundamento es
que se debe satisfacer el intereí s puí blico, pero, ademaí s, de ello el contribuyente juega un papel
relevante porque es eí l el que debe cumplir con la satisfaccioí n de la necesidad puí blico que
viene en beneficio del contribuyente. Este concepto de eliminar de las relaciones de poder y
hablar de igualdad o relacioí n juríídica entre Estado y contribuyente se sustenta
especííficamente en el Estado de Derecho, en el cual no se puede concebir una relacioí n juríídica
basada en el poder, sino que necesariamente en una relacioí n juríídica que une contribuyente y
Estado para la satisfaccioí n de necesidades y contribucioí n en la satisfaccioí n de esas
necesidades. Estado satisface necesidades puí blicas y contribuye satisface el intereí s fiscal. Asíí
aparece el principio de legalidad: no solo el contribuyente sino tambieí n el organismo
puí blico debe someter su actuacioí n a la ley. Ademaí s, deben existir los mecanismos procesales
necesarios para que el contribuyente materialice sus garantíías procesales, lo que es reflejo de
la tutela judicial efectiva.
Otro elemento a tener en cuenta en estos delitos e infracciones tributarias dice relacioí n con el
debido proceso: y todo lo que conlleva como contenido el debido proceso: derecho a no ser
juzgado por comisiones especiales, derecho a ser juzgado por tribunal establecido con
anterioridad a la perpetracioí n del hecho, derecho a ser oíído, derecho a defensa letrada,
derecho a la prueba. Aparte del artíículo 13 del CT que presenta problemas respecto al debido
proceso, existe otro problema: la norma constitucional establece que no se podraí presumir de
derecho la responsabilidad penal. Lo que no se puede presumir de derecho son los elementos
del tipo penal: acto tipicidad antijuridicidad culpabilidad y punibilidad, no se pueden
presumir de derecho.
La norma constitucional dice que el procedimiento debe ser racional y justo. En el fondo,
cuando se habla de racionalidad significa que este procedimiento debe llevar al juez a fallar el
asunto sometido a su decisioí n, deben establecerse las etapas necesarias para que este
resuelva de forma racional el asunto sometido a su decisioí n. Lo justo dice relacioí n con la
justicia en el caso concreto.
28 de abril.
No hubo clases.
05 de mayo.
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5º Expediente: la primera norma aplicable es el artíículo 18 de la ley 19.880 el cual en su
inciso tercero establece que el procedimiento administrativo tributario, debe constar en un
expediente. Que deba contar en un expediente quiere decir que se van estableciendo e
incorporando todas las manifestaciones de voluntad de la administracioí n. Este expediente
puede ser o escrito o electroí nico.
Artíículo 8 bis nº 3 del coí digo tributario establece los derechos de los contribuyentes. Se
establece en el nº 3 el conocer las etapas del procedimiento administrativo, en que situacioí n
se encuentra el contribuyente, en que estado se encuentra, etc. Asíí, esto nos da a entender que
siendo un derecho del contribuyente conocer siempre el estado revisioí n, lo que debe constar
siempre en un expediente administrativo.
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determinada en un domicilio de una ciudad X, para destruir la presuncioí n se debe ofrecer
prueba que acredite que la persona ese díía de la notificacioí n se encontraba en otra ciudad
distinta a la que el receptor dijo que notifico.
Sin perjuicio de la situacioí n que seraí el contribuyente quien acredite algo distinto, tambieí n un
acto administrativo que se presume legal puede ser dejado sin efecto, o por un acto posterior
de la misma administracioí n o por una sentencia. en materia tributaria, por ejemplo, cuando el
contribuyente reclama de un acto terminal como la liquidacioí n, y el tribunal acoge la
pretensioí n del contribuyente declara que las liquidaciones son nulas y deben ser dejadas sin
efectos, la administracioí n debe anular. Asíí, o se rompe la presuncioí n o la administracioí n
modifica o 3 existe una sentencia definitiva.
Hay algunos actos administrativos en que su ejecucioí n se suspende, pero cuando hay
suspensioí n del acto administrativo, la suspensioí n dice relacioí n con exigibilidad mas no con su
legitimidad. Asíí, en materia de construccioí n al otorgarse un permiso de construccioí n, pero por
problema teí cnico se suspende la construccioí n, el permiso como acto administrativo es
legíítimo, pero desde el punto de vista de su exigibilidad se suspende. En este punto opera lo
que se llama la autotutela operativa de la administracioí n, lo que significa que los actos
administrativos se ejecutan aun sin intervencioí n jurisdiccional.
Esta misma situacioí n lo podemos deducir de lo previsto en el artíículo 10 del CT, puesto que
este articulo sostiene que el SII puede realizar “actuaciones”.
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tributaria, debe tomar en cuenta ciertos aspectos sociales y econoí micos del contribuyente,
esto tiene que ver con un principio general aplicable: principio de la capacidad contributiva.
Es decir, si bien el contribuyente no participa en la generacioí n del acto administrativo
tributario, pero si sus condiciones sociales y econoí micas deben tenerse encuentra al momento
de establecer la legislacioí n tributaria. Esto significa, que, si bien por un principio de igualdad
todos los contribuyentes tienen el deber de contribuir a las cargas puí blicas, no todos estaí n en
las mismas condiciones de aportar. Asíí, este aporte tributario estaí en relacioí n a su capacidad.
Asíí, la legislacioí n tributaria establece ciertos tramos exceptos de impuestos y otros tramos
afectos a impuestos: a mayor ingreso mayor impuesto y a menor ingreso menor es la tasa de
impuesto.
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es crear, modificar o extinguir situaciones juríídicas, y lo importante es que lo realiza aun
contra la voluntad del contribuyente. Es decir, aun cuando el contribuyente no esteí de acuerdo
con la comprobacioí n que hace la administracioí n igual va a declarar y estableceraí su
pretensioí n. Ahora bien, si se mira el acto administrativo terminal, este acto administrativo lo
que tiene es una verdad formal, en el sentido de que a lo mejor se sustenta en antecedentes
que difieren de la realidad del contribuyente, ya sea porque el contribuyente no aporto
antecedentes, o bien, la administracioí n tributaria los dejoí de lado. Ahora bien, aun cuando ese
acto terminal se realice contra la voluntad del contribuyente, y aun cuando se realice con o sin
antecedentes que se acompanñ en, esto no significa que la administracioí n tributaria queda
inhibida de probar su pretensioí n. Cuando dicten sus actos terminales, deberaí acreditar como
llega a esa conclusioí n formal. En este punto es relevante lo que prescriben los artíículos 63 y
64 del CT. El artíículo 63 y 64 sostiene en general que la administracioí n tributaria requeriraí
informacioí n a los contribuyentes respecto de este procedimiento, por lo tanto, lo citaraí para
que acompanñ e los antecedentes respecto a la fiscalizacioí n que se estaí realizando. Debe
acreditar el sustento de su acto administrativo. Asíí, si se ve un informe de fiscalizacioí n debe
ser completo.
8 de mayo
La idea es que se supone que, desde un punto de vista normativo, entrega facultades a los
oí rganos de la admnistracion el SII estas dicen relacioí n con la fiscalizacioí n y aplicacioí n de los
tributos y para ello entrega una serie de potestades. En forma paralela a las potestades de la
administracioí n, hoy en díía, tenemos consagrados los derecho del contribuyente en el art. 8 bis
que estaí n reconocidos expresamente sin embargo, cuando hablamos el principio de tutela
jurisdiccional anticipada y se produce una confrontacioí n entre con las potestades de la
administracioí n y los derechos del contribuyente, el organismo juríídico debe entregar
mecanismos que permitan tutela de estos derechos ante la inobservancia de los derechos del
contribuyente, por lo tanto el organismo juríídico debe dar los recursos procesales para que
esto no se produzca. En nuestro paíís existen mecanismo de tutela anticipada para proteger los
derechos generales de las personas, tal como la accioí n de proteccioí n, el cual puede demorarse
maí s de lo debido, por lo tanto, no son las maí s idoí neas, y es por ello que se hace necesario el
establecimiento de mecanismos de tutela tributaria que tenga el caraí cter de urgente, idoí nea y
autoí noma.
Este principio, tiene su consideracioí n en el pacto de san Joseí de Costa Rica en el art. 25, por
normativa constitucional se hace aplicable en Chile, y esta hace referencia a un recurso
sencillo y raí pido, entonces lo que se requiere es un recurso eficaz, no tan solo que exista.
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En general para la proteccioí n del contribuyente estaí n los mecanismos generales (recurso de
inaplicabilidad por inconstitucionalidad y el recurso de proteccioí n) y en el Coí d. Tributario en
el tíítulo tercero libro tercero estaí la determinada tutela tributaria.
Interpretación:
Es buscar el correcto sentido y alcance de una norma para el caso. En materia tributaria los
hechos imponibles tienen una naturaleza econoí mica. Entonces en primer momento hay que
tomar en cuenta el efecto econoí mico.
- Meí todo de la interpretacioí n literal: sentido que tienen las palabras, que contiene la ley.
- Principio de legalidad. No hay tributo sin ley.
- Meí todo de interpretacioí n loí gica: es determinar el objetivo que no es aislado, se busca
la correlacioí n loí gica entre las distintas normas tributarias. Y esta interpretacioí n loí gica
genera en las disposiciones una armoníía y vinculacioí n. Aquíí aparecen dos
consecuencias:
A. Interpretacioí n restrictiva
B. Interpretacioí n extensiva (el líímite entre la analogíía y la interpretacioí n extensiva)
- Meí todo histoí rico: se busca la voluntad del legislador. En materia tributaria, la
movilidad es una de sus caracteríísticas, por lo tanto, buscar la interpretacioí n histoí rica
no tendríía sentido.
- Meí todo evolutivo: significa que el juez lo que debe hacer es ponerse en los pies del
legislador e interpretar que habríía pensado para el caso concreto a futuro.
Otros métodos
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patrimonio, lo que se ve reflejado en el derecho de propiedad. Entonces lo que se
busca es equilibrar estos intereses de forma razonable.
- Criterio de la realidad econoí mica: desde un punto de vista interpretativo, se hace una
interpretacioí n de las reglas juríídicas, pero ademaí s se debe tomar en cuenta la realidad
econoí mica que lleva intríínseca la norma.
Una consecuencia de este tema es lo que se llama en la doctrina como el principio de la
realidad, lo que interesa aquíí es el fondo maí s que la forma, lo que se traduce en
derecho tributario, en las normas elusivas, que establecen dos figuras: abuso de
derecho y de la simulacioí n.
15 de mayo.
Se dijo que, para efectos de interpretacioí n en materia tributario, tomando en consideracioí n las
reglas de interpretacioí n del CC, uno de los elementos importantes en materia tributaria, era el
principio de realidad en materia fiscal: lo que significa que par interpretacioí n una norma
juríídica tributaria debemos estarnos al contenido y a la realidad de las cosas maí s que a su
forma. Ello es asíí porque eventualmente la forma que puede asumir el acto juríídico que
realizan las partes sea un mecanismo de elusioí n tributaria. Asíí, cuando exista una diferencia
fundamental entre la sustancia del acto juríídico y la forma, se prefiere la sustancia que se
relacione con la realidad. Asíí, este principio en materia tributaria se recoge en la reforma
tributaria en lo que dice relacioí n con las normas anti elusivas o anti elusioí n (art. 4 bis, 4ter y 4
quater).
En materia de normas anti elusivas, el coí digo tributario regula dos instituciones propiamente
tal, al momento de hablar de elusioí n tributaria: 1º hace referencia a la simulacioí n y 2º el
abuso del derecho. En este punto, en materia de normas alusivas, se hacen aplicables al
artíículo 2 del CTr, las deposiciones comunes que regulan esta materia. A juicio del profesor del
ramo, cuando se habla de simulacioí n, la verdad es que la interpretacioí n no puede ser
compleja.
1º contrato simulado.
*En el contrato simulado, hay una manifestacioí n de voluntad de las partes, pero ella difiere de
lo realmente regulado por las partes. En estos casos, por ejemplo, en una CV, si no se paga el
precio, seria donacioí n o se resuelve el contrato: acaí se simula a traveí s de la voluntad de un
contrato, lo que se encubre un contrato de donacioí n, se salta el pago del impuesto de la
donacioí n.
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El ejemplo maí s claro de contrato simulado es aquel en que los socios de las empresas para
evitar el retiro realizaban contratos de mutuo.
Principio de igualdad.
En el artíículo 19 Nº 2 de la CPR, todas las personas somos iguales ante la ley, pero el mismo
constitucionalista establece que lo que esta proscrito es las diferencias arbitrales. O sea, las
posibilidades de establecer diferencias siempre que no sean arbitrales.
Asíí, este principio se traduce en que hay que eliminar o evitar precisamente las
discriminaciones arbitrales. Ello porque estas discriminaciones arbitrales son a su vez ilegales.
En materia tributaria podrííamos ver el atentando en contra de este principio, una alternativa
es que la ilegitimidad tenga su origen en la erroí nea interpretacioí n de la norma tributaria lo
que genere una diferencia en el tratamiento tributario, o bien que esta interpretacioí n genere
un aumento en materia tributaria, o tambieí n podríía negarse alguí n beneficio. Por lo tanto,
desde el punto de vista administrativo, el principio de igualdad rige tanto para los actos
administrativos reglados, como para los actos administrativos discrecionales.
Este principio de igualdad de pates estaí en integra relacioí n con el principio de legalidad y
tutela jurisdiccional. es importante senñ alar que el principio de igualdad juríídica de las partes
no implica necesariamente una igualdad de hecho.
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momento de contribuir al mantenimiento del Estado. Por lo tanto, en esta materia de igualdad
de cagas puí blicas, seríía inconstitucional generar discriminaciones arbitrarias.
Principio de generalidad.
Este principio de generalidad se traduce en el hecho de que todos los ciudadanos deben
soportar las cargas puí blicas o tributarias. Esto se traduciríía en un primer momento, en la idea
general de que todos debieí semos pagar impuestos, pero esta idea general necesariamente
debe matizarse porque el principio de generalidad debe relacionarse con el principio de
capacidad contributiva. Esto se traduce en que si bien, en un principio todos debieí semos
pagar impuestos, en la praí ctica o realidad, no todos deben pagar el impuesto del Estado. Es
decir, si no existe capacidad distributiva, no existe obligacioí n de contribuir. Es por ello, que la
norma constitucional habla de la proporcionalidad o progresioí n.
Todos estos principios, los 2, se encuentran o le dan contenido al principio rector principal
que es el principio de la justicia. Algunos sostienen que, dentro del principio de la generalidad,
se establecen como excepcioí n a las exenciones. Es decir, algunos estiman que las exenciones
serian una norma excepcional en relacioí n al principio de generalidad: todos deben aportar en
la carga tributaria, salvo su capacidad contributiva.
Las exenciones significan que el contribuyente habiendo realizado un hecho gravado, la misma
ley establece, bajo el cumplimiento de ciertos requisitos que ese contribuyente en particular
no se encontrara obligado al pago del impuesto. En esta materia hay varias discusiones tanto
jurisprudenciales como doctrinales.
Las exenciones, asíí como los hechos gravados deben estar establecidos por ley, no puede
haber exenciones administrativas. Entonces: ¿por queí si el hecho gravado estaí establecido por
ley, y la exencioí n igual por ley, porque se le da un tratamiento distinto? ¿por queí considerar a
la exencioí n una norma excepcional?
Si nos vamos a la norma general del principio de igualdad, el constituyente establece que el
legislador esta inhibido de establecer discriminaciones arbitrarias. Por tanto, podríía
establecer exenciones y estas son discriminaciones, pero no arbitrarias por que estén
establecidas por ley. Ademaí s, se podríía convenir que la exencioí n es una excepcioí n al
principio de igualdad porque todos estamos obligados a las cargas puí blicas y tributarias, pero
hay un cierto grupo de sujetos pasivos no obligados al pago del impuesto. Pero el hecho de que
esteí n exentas el principio de igualdad no las transforma en excepcionales.
19
Es eventualmente relevante las normas de exenciones pro que aquellos que sostienen que se
trata de una norma excepcional, inmediatamente eliminan la interpretacioí n extensiva y
analoí gica. En cambio, si se considera que las exenciones son normas tributarias,
perfectamente se podríía aplicar a lo menos la interpretacioí n extensiva, la analogíía difíícil por
principio de legalidad.
El primer hecho que inmediatamente da cuenta de una capacidad contributiva o econoí mica es
la obtencioí n de una renta. El segundo hecho que genera una capacidad econoí mica absoluta: la
adquisicioí n de un patrimonio; es decir, si se tiene 3 inmuebles, ene l hecho se presume que
tiene capacidad econoí mica suficiente para contribuir a los gastos puí blicos. El tercer hecho
absoluto seria comprar bienes.
Existen dos conceptos capacidad contributiva y econoí mica, entre estos dos conceptos hay
diferencias: 1º cuando hablamos de capacidad econoí mica exclusivamente hablamos de que
esa persona tiene recursos, en cambio cuando hablamos de capacidad contributiva, hablamos
de una aptitud que hace referencia a dos elementos 1º existencia de recursos y 2º
disponibilidad de los recursos (para pagar recursos). Asíí, en teí rminos praí cticos, aquella
persona que limpia vidrios en una esquina tiene capacidad econoí mica. Asíí, lo importante es
que en materia de principios lo que importa no es la capacidad econoí mica sino la capacidad
contributiva.
19 de mayo.
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propiedad de un ciudadano. Desde un punto de vista administrativo, cuando se habla de
congruencia es la relación causal.
Esta vinculacioí n causal significa que, dentro del procedimiento administrativo, encontramos
actos que son preparatorios y actos que son terminales, por tanto, todos los actos
preparatorios concatenados causalmente deben servir de sustento a la dictacioí n del acto
administrativo final. Asíí, por ejemplo, en la fiscalizacioí n con los antecedentes que acompanñ a
un determinado contribuyente, el SII determina que no hay diferencias de impuestos y no cita
al contribuyente, y luego, 3 anñ os despueí s liquida al mismo contribuyente por una suma de 3
millones, no habríía relacioí n causal.
Art. 8 bis del Código Tributario Nº 3 (derechos de los contribuyentes). Si estos se miran
en contexto general se establecen una serie de derechos que se hacen valer dentro del
procedimiento administrativo. En particular, a lo que se refiere a la congruencia, este artíículo
se refiere en el Nº 3 al procedimiento. Esto no es muy distinto a lo que ocurre en materia
procesal penal, en la forma que se estructura. Lo mismo en procesal civil, conforme al art.
160 CPC: mérito del proceso. En materia procesal penal la congruencia estaí en relacionar con
la formalizacioí n con la acusacioí n, asíí la congruencia dice relacioí n con que tanto el hecho ilíícito
como la participacioí n que se establezca en la formalizacioí n sea congruente como el hecho
ilíícito y participacioí n en la acusacioí n que se dio. Asíí, por ejemplo, si se formaliza por un delito
de homicidio y luego se acusa por femicidio hay congruencia. Pero si se formaliza por lesiones
graves, y se acusa por manejo en estado de ebriedad, acaí no hay congruencia.
7.- La conservación del acto administrativo. Art. 13 inciso 2do y 3ro ley 19880.
La regla en particular es que, si se observa los actos administrativos, estos pueden contener
errores o vicios, por lo tanto, si existe un acto administrativo que eventualmente errores o
vicios pero que cumplen su finalidad, se aplica el principio de conservacioí n, y, por lo tanto,
seguiraí produciendo sus errores.
Estos errores o vicios afectaran al acto administrativo en dos casos: 1º cuando generan
perjuicio y 2º cuando generan indefensioí n al administrado. Por tanto, un acto administrativo
estaraí viciado y afectada a su validez cuando recae sobre un elemento esencial del mismo o
cuando genera perjuicio o genera indefensioí n al administrado.
Acaí viene lo de contrarrestar esta caracteríística con lo que dispone el artíículo 13 del Coí digo
tributario. Este artíículo 13 establece los domicilios que son haí biles para notificar el
contribuyente, estableciendo 3 domicilios haí biles distintos para efectos de la notificacioí n al
contribuyente. La notificacioí n como acto administrativo, es independiente del acto
administrativo propiamente tal.
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La cuestioí n es que cuando el SII notifique formalmente, ese acto de notificacioí n es vaí lido, pero
el problema es que eventualmente y materialmente el contribuyente podríía no encontrarse en
ese domicilio. Asíí, formalmente esta vaí lidamente notificado, pero como no se entera, no puede
ejercer los derechos propios emanadas del acto administrativo.
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En teí rminos praí cticos, en la citacioí n el contribuyente deberíía formular sus descargos. Pero en
la praí ctica, no hay realmente.
Puede darse el caso que el contribuyente comparezca o no comparezca, en cualquiera de las
dos circunstancias este procedimiento finaliza con el acto terminal.
5º la liquidación o el giro como acto terminal del procedimiento. para que entendamos
que este procedimiento se lleva adelante, y que el contribuyente tiene conocimiento de eí l, esta
concatenado con las notificaciones (notificar en el sentido administrativo distintas al proc
jurisdiccional).
Hay algunos autores plantean que la discusioí n de fondo se realiza en la citacioí n. Lo que estaí
establecido como obligacioí n del contribuyente, es el derecho que tiene este a que los
antecedentes que el presente sean incorporados al procedimiento. Por lo tanto, habraí
discusioí n juríídica cuando se dicte el acto terminal. Por lo tanto, la defensa desde el punto de
vista sustantivo se haríía en el recurso de reclamacioí n jurisdiccional o en el recurso de
reclamacioí n administrativo.
Dentro del tema del procedimiento administrativo, un tema nuevo es la modificacioí n que
establece el expediente administrativo electroí nico tributario, regulado en el artíículo 21 inc. 3º.
Este expediente administrativo se va nutriendo con la misma informacioí n que da el
contribuyente. Por lo tanto, en este procedimiento de fiscalizacioí n, todos los documentos
acompanñ ados por el contribuyente no estaí n, seríía imposible, sigue siendo en formato
material.
Hay casos especiales en los que este plazo de 9 meses se extiende a 12. Casos efectivamente
maí s complejos, como una reorganizacioí n empresarial. Hay plazos especiales en el artíículo 123
bis, en que se establece que la administracioí n tributaria debe resolver la reposicioí n
administrativa dentro del plazo de 30 díías. Si no lo resuelve, se entiende que opera el silencio
administrativo de caraí cter negativo.
Respecto de todos aquellos casos que no tengan senñ alado un teí rmino, hay que aplicar el
artíículo 24 y 27 la regla general de la ley 19880, plazo de 6 meses.
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Muchas veces en la administracioí n no manifestoí su voluntad, acaí aparece el silencio
administrativo, el cual seraí positivo o negativo. La ley 19880 ha regulado el silencio
administrativo: la regla general es la que establece el artíículo 65 de la ley 19880; en el caso de
que se vea comprometido el intereí s fiscal patrimonial siempre el silencio administrativo
tendraí caraí cter negativo.
En materia tributaria, tenemos el artíículo bis, que establece el plazo para resolver la
reposicioí n administrativa de 50 díías, si no lo resuelve opera el silencio negativo. Es negativo
porque ademaí s el plazo para reclamar judicialmente no se suspende por la interposicioí n de la
reposicioí n.
Hay un caso en que opera el silencio positivo opera afectando el intereí s fiscal 27 bis del
Decreto. Remanentes de creí dito, el contribuyente puede solicitarlos y la administracioí n
tributaria debe pronunciarse dentro del plazo de 60 díías, y si no se pronuncia hay silencio
positivo y deberaí devolverlos al contribuyente.
Art. 5 del DS 48, creí dito fiscal soportado por exportadores. Todo lo que gaste el exportador
para su exportacioí n, respecto de todos sus creí ditos fiscales puede solicitar su devolucioí n. La
administracioí n tiene el plazo de 48 horas a 45 díías para resolver.
26 de mayo.
1º circulares informativas: desde un punto de vista administrativo, esto hace referencia a las
directivas presidenciales. Son directivas que envíía el presidente a sus ministros, o estos
uí ltimos a sus secretarios, y las directivas que se mandan a los secretarios ministeriales.
Desde un punto de vista tributario estas circulares dicen relacioí n con los planes estrateí gicos o
directrices de direccioí n del SII.
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2º circulares directivas: desde un punto de vista administrativo, estos son los programas
ministeriales, o, dicho de otra forma, los objetivos operacionales del oí rgano. Desde un punto
de vista tributario, se dan este tipo de circulares, con lo que son leyes de incentivo al
cumplimiento de metas, que son directrices o leyes de cumplimiento de metas que tienen
efecto monetario. Sin embargo, estas escapan de la funcioí n normal de fiscalizacioí n y
recaudacioí n. Estas normas, se encuentran en todos los servicios puí blicos, como en el
Ministerio Puí blico (entre maí s causas se concluyen raí pido, es cumplimiento de metas).
3.1.- Circulares constitutivas de órdenes, denominadas oficio circular. En este caso, esta
circular deben ser obedecidas por los funcionarios, no hay otra alternativa. La obediencia en
materia administrativa se califica. Por ejemplo, la circular Nº64 que dice relacioí n con la
fiscalizacioí n en terreno.
3.2.- Circulares normativas. Son las maí s relevantes, desde el punto de vista juríídico. Estas
circulares normativas tienen por finalidad principal o exclusiva, de interpretar oficialmente la
ley tributaria. Como interpretan oficialmente la ley tributaria, deben ser puestas en
conocimiento, y por lo mismo se publican en el diario oficial, art. 15 del CT. En este punto, hay
que reflexionar: ¿qué significa interpretar? Determinar el sentido y alcance de la norma. ¿qué
se interpreta? La disposicioí n legal. A esta se aplica una interpretacioí n, y de esta interpretacioí n
se genera una norma.
Es relevante en materia Tributaria, debido a que esta potestad normativa del SII, es vinculante
exclusivamente para los funcionarios, no para los contribuyentes. Sin embargo, esta
interpretacioí n de la noma tributaria, lo que hace es direccionar la conducta de contribuyente,
es decir, la conducta del contribuyente en primer lugar se rige conforme la interpretacioí n del
contribuyente. Dependeraí de la postura del contador, si es pro o contra fisco. De esta forma,
cualquier conducta que se escape de la circular la consideraraí ilegal. Si tenemos un contador
contra el fisco, significaríía que no se someteraí a la circular del SII, y tendraí que seguir
adelante y presentar su recurso respectivo.
Ahora bien, en este tema normativo, donde lo maí s relevante es la interpretacioí n normativa,
hay que trabajar con principios relevantes en materia tributaria:
1º Principio de primacía de la realidad. Este principio estaí visto desde dos oí pticas: 1º
desde la oí ptica del SII, y desde la oí ptica del contribuyente. Este principio, hoy en díía, se
consagra en la norma anti elusiva, de los artíículos 4 bis y quater.
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2º Es importante determinar, para saber si este acto administrativo Es o no oponible al
contribuyente;
3º Lo maí s importante: que el determinar si en el fondo es un acto administrativo determinado
y difiere de la forma, es precisamente por la posibilidad de recurrir jurisdiccionalmente de
este acto administrativo.
Hoy en díía, se encuentra vigente un acto administrativo poco usado por la reforma tributaria.
Se llama la revisioí n de la actuacioí n fiscalizadora, regulada por circulares. En teí rminos
especííficos, la RAF lo que es, es la facultad que tiene contribuyente, de que una vez que se ha
dictado el acto administrativo, que se vuelva a revisar esa actuacioí n por el fiscalizador que la
realizoí . Este procedimiento teníía su razoí n de ser antiguamente donde no existíía un
procedimiento y no habíía garantíías para el contribuyente, y lo uí nico que le quedaba a esta
contribuyente era la RAF que era un momento intermedio entre la reclamacioí n jurisdiccional-
reposicioí n- y la reclamacioí n administrativa. Asíí, si se miraba la RAF desde un punto de vista
administrativo Infringíía una seria de principios: 1º principios de debido proceso:
contradictorio, 2º infringíía el respeto de la buena fe del contribuyente; 3º seguridad juríídica.
Por lo tanto, si bien la RAF sigue vigente, hoy en díía tenemos un procedimiento administrativo
Tributario es maí s parecido a un procedimiento tributario porque hay interaccioí n directa entre
fiscalizador y contribuyente, y existe una etapa intermedia que es el recurso de reposicioí n
administrativa art. 123 bis. sin embargo, no es tanta la importancia porque resuelve el mismo
oí rgano que dicto el acto, opera silencio negativo. Por lo tanto, no tiene nada de las ideas que
teníía al RAF.
Principio de buena fe por que el contribuyente, por regla general, cuando se somete a la
interpretacioí n del servicio, lo hace de buena fe, inclusive puede terminar en el pago de
impuestos por el contribuyente. Principio de confianza legíítima significa que, si se ha
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sometido de buena fe a una determinada circular, se tiene la confianza que el SII respetara esta
actuacioí n. Acaí aparece el aforismo: pactum sun servanda.
La doctrina en ha estimado antes de las normas anti elusivas, que el articulo 26 lo que recoge
es el Principio de buena fe del contribuyente. Sin embargo, este artíículo tiene un efecto maí s de
establecer un Principio, tiene un efecto maí s operativo. Operativo debido a que el artíículo 26 lo
que hace es evitar el cobro de impuestos de manera retroactiva. Por lo tanto, no hay un
reconocimiento expreso de buena fe.
**Pensemos en un contribuyente que inicia actividad El 2014, dentro de los giros q realiza,
entiende que estos giros no se encuentran gravados por el impuesto… en el anñ o 2017, el
mismo contribuyente se plantea la duda acerca de si su actividad se encuentra afecta a
impuesto. Revisaraí las circulares del SII que interpreta la norma, pero otra opcioí n es que
realice una consulta al SII. En este caso se generan los ss. efectos: 1º que el SII establezca que
la actividad no se encuentra afecta al impuesto; 2º que el SII establezca que el giro se
encuentra gravado por IVA; ante esta situacioí n el contribuyente tiene dos opciones: 1º se
somete a la interpretacioí n y paga impuestos, la loí gica seria que pagare impuestos del anñ o
2014, pero por aplicacioí n del artíículo 26 Coí digo Tributario. Los impuestos se pagaraí n desde
el 2017. O bien, 2º el contribuyente insiste en que no se debe pagar impuestos, y en este caso
hay dos salidas; que el SII realice una revisioí n del contribuyente y dentro del procedimiento
administrativo dicte la liquidacioí n desde el 2014, a esta liquidacioí n el contribuyente puede
reclamar y resolveraí el tribunal tributario, o bien, el contribuyente concurra al tribunal para
que este realice una declaracioí n de mera certeza, para que el tribunal realice una
interpretacioí n acerca de si la actividad se encuentra gravada de impuesto (no se utiliza).
Por lo tanto, el artíículo 26 lo que hace es operativizar la actuacioí n del contribuyente de buena
fe. Esta idea de congelar la interpretacioí n administrativa se da en temas de inversioí n
extranjera, donde las circulares forman parte del contrato de inversioí n extranjera. Acaí opera
la ultractividad, por que eventualmente esa interpretacioí n puede ser modificada con
posterioridad, pero en ese contrato produce todos sus efectos.
Las circulares.
Las circulares, en un primer momento, son ordenes de la autoridad superior a los subalternos.
Como son ordenes, insistir en que no son fuente formal respecto del contribuyente. Lo mismo
se predica respecto de circulares interpretativas.
Para estos casos es conveniente revisar el artíículo 126 inc. 3º del Coí digo Tributario. Este
artíículo se encuentra inserto dentro del procedimiento general de reclamacioí n, el artíículo 124
establece los actos administrativos reclamables, y el art. 126 establece cuales no son
reclamables. Dentro de este concepto, el art. 126 establece que no seraí n reclamables de las
circulares ordenes, luego ni las respuestas dadas a las consultas generales o particulares que
se les planteen, acaí se hablan de circulares interpretativas, que pueden ser generales que se
publican en el DO, o son particulares que han sido solicitadas por el contribuyente. Esta
interpretacioí n que realiza el SII, no es revisable jurisdiccionalmente.
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¿Queí pasa si el SII interpreta que un contribuyente debe pagar impuestos? ¿puede reclamar
esa interpretacioí n? En principio no se puede por aplicacioí n de este artíículo, pero principio
general de derecho administrativo es que todos los actos son reclamables, hoy dos opciones:
se acepta pagar impuestos, pero sin efectos retroactivos, o bien, si nos negamos a pagar
impuestos, en estos casos se tendraí que separar que el SII inicie el procedimiento, fiscalice y
dicte la liquidacioí n y reclamar de esta liquidacioí n.
Otro problema -aparte de que parecen ser fuente formal para el contribuyente y que este sigue
en 90% de su actuaciones -las circulares- dice relacioí n con que determinadas situaciones
contables y juríídicas no estaí n reguladas por la legislacioí n, y viene el SII a colmar vacííos, como
en el tema de reorganizacioí n empresarial. El SII trata de suplir esta falta de interpretacioí n
especíífica, dando directrices de la manera en coí mo se deben fiscalizar una reorganizacioí n
empresarial, y el líímite entre lo que es realizar una interpretacioí n de una norma y la creacioí n
de una norma es bastante delgado.
Sin embargo, las circulares solo son obligatorias para los funcionarios del SII, salvo el artíículo
26 del CT.
29 de mayo.
Desde un punto de vista de la igualdad, la regla es que todos los contribuyentes tengan las
mismas cargas tributarias y mismos tributos. Sin embargo, por aplicacioí n del principio de
igualdad del art. 19 Nº3 de la CPR, eventualmente pueden existir ciertas discriminaciones que
no sean arbitrarias. Esto en virtud de que la constitucioí n establece formulismos de si
discriminacioí n: proporcionalidad y progresioí n. Es decir, a mayor renta mayor tasa impositiva.
Esto uí ltimo es desigual pero esta desigualdad esta contraposicioí n a otros principios
constitucionales.
En este juego de proporcioí n y progresioí n la pregunta es si hay alguí n limite, ¿hasta doí nde se
puede gravar un impuesto? Acaí entra el concepto de la confiscatoriedad, es decir, significa que
las facultades impositivas de la administracioí n deben tener un líímite. Este líímite viene dado
por la no confiscatoriedad. El impuesto podríía tener un caraí cter confiscatorio, cuando se
genere una destruccioí n del patrimonio del contribuyente.
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Principio de tutela jurisdiccional.
Dentro de este principio tenemos, las normas del debido proceso.
La premisa en este punto es que el contribuyente necesariamente podríía no estar de acuerdo
con un acto administrativo dictado. Ademaí s, de las … la CPR debe asegurarle la tutela
jurisdiccional. cuando se habla de tutela jurisdiccional, nos referimos a que necesariamente el
ordenamiento juríídico debe establecerlos mecanismos recursivos jurisdiccionales para que el
acto administrativo sea revisado. Esto no es solo una garantíía constitucional, sino que estaí
dentro de los tratados internacionales. Ademaí s, no solo que existan los medios recursivos,
sino ademaí s estos medios deben ser idoí neos y reales. Es decir, que le permiten efectivamente
al contribuyente que el acto administrativo sea revisado. Ademaí s, ya estando en el
procedimiento jurisdiccional como garantíía baí sica de un procedimiento jurisdiccional
tributario, en primer lugar, debe existir un juez idoí neo e imparcial, y un procedimiento
racional y justo. Asíí lo establece el artíículo 8 de la CADH.
En nuestro paíís, hasta hace poco tenemos los tribunales tributarios y aduaneros. La loí gica de
estos tribunales es establecer un juez imparcial e idoneidad.
Para partir. Hay una infraccioí n cuando existe una contravencioí n a una norma juríídica
tributaria. Y en general, sabemos que cuando hay una contravencioí n esta contravencioí n
genera una sancioí n. Esta sancioí n tiene un caraí cter civil -patrimonial- o una sancioí n penal que
seríía la privacioí n de libertad. Por lo tanto, en esta materia, salta la idea de que confluye el
derecho administrativo sancionador -el dº adm. se encuentra completo de este derecho- y
desde el punto de vista tributario debemos adentrarnos en el Derecho Penal.
Por lo tanto, desde un punto de vista conceptual, las infracciones tributarias, en el fondo, son
transgresiones a una norma juríídica y estas transgresiones las realiza un sujeto pasivo. Y este
sujeto pasivo puede actuar por accioí n u omisioí n. Ademaí s, distincioí n relevante: la transgresioí n
de esta norma juríídica tributaria, la pregunta es cual norma juríídica tributaria. Aquíí se
trataríía en primer lugar, de las obligaciones sustantivas y de los deberes formales. Es decir,
todo aquello que tiene relacioí n con las obligaciones sustantivas, que es el establecimiento del
impuesto propiamente tal, en conjunto con los deberes formales que son los mecanismos que
se establecen para la aplicacioí n y fiscalizacioí n de los tributos. En este punto, lo que cabe
preguntarse es cuaí l es el bien juríídico protegido en las infracciones tributarias y en los delitos.
Acaí encontramos dos lííneas:
1º El bien juríídico protegido seríía el patrimonio fiscal. Este bien juríídico se entiende en la idea
de la relacioí n juríídica tributaria. En el sentido de que hay una obligacioí n en el sujeto pasivo de
pagar los impuestos, y hay facultades estatales para imponerlos. Por lo tanto, lo que se genera
acaí es un creí dito del Estado respecto al sujeto pasivo. Este creí dito, ademaí s se protege por los
deberes formales. Por lo tanto, cuando hay una infraccioí n tributaria, lo que se entiende es que
el contribuyente se alza contra la potestad del Estado. La sancioí n, lo que viene a hacer es
reparar el danñ o generado al patrimonio fiscal. Si es una infraccioí n tributaria, a traveí s del pago
29
de una multa, maí s intereses y reajustes y en caso de delito tributario, pena privativa de
libertad y multa.
2º La segunda líínea, dice relacioí n con la sancioí n tributaria. En este punto se entiende cuando
hablamos de impuestos hablamos de deberes fiscales de los contribuyentes. Esos deberes
fiscales estaí n en relacioí n a los deberes de solidaridad que tienen los ciudadanos. Todo ello
estructurado en lo que se denomina estado social de Derecho. Por lo tanto, lo que se tiende a
proteger en este punto, es en primer lugar, el orden socioeconoí mico y, en segundo lugar, la
confianza que se tiene respecto de la hacienda puí blico.
La funcioí n tributaria significa que el Estado por ley recauda tributos, de acuerdo a un disenñ o
previo. Este disenñ o previo debe estar acorde a los principios constitucionales y disposiciones
legales. Y para que pueda realizarse esta funcioí n tributaria se le otorga a la administracioí n
potestades derechos y deberes. *Aquíí viene el problema al cual nos enfrentamos hoy en díía, lo
que paso con el SII al momento de senñ alar que no se presentaríían querellas criminales
respecto de los casos polííticos. Ello porque buscan la aplicacioí n de una multa y reparar el
danñ o patrimonial. Pero si lo miramos desde el punto de vista de este bien juríídico protegido,
se pierde confianza en la hacienda.
Ahora bien, el otro elemento en particular es que resulta que, en materia tributaria, a veces las
penas no estaí n acordes con el bien juríídico protegido. Asíí, por ejemplo, en el caso de las
facturas falsas, el monto de lo defraudado no es un elemento para determinar la pena de
privacioí n de libertad, sino que es un elemento para agravar la multa.
En materia de delito tributario, hay que tener en cuenta todos los temas de Derecho penal
tributario. Tres principios fundamentales: principio de legalidad, y sus derivados: principio de
tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad. En este punto hay que tomar en cuenta lo previsto en
el artíículo 2 del CT que permite la aplicacioí n supletoria del derecho comuí n, por lo tanto,
derecho comuí n acaí es Derecho Penal. En este caso, no significa que los delitos tributarios
pertenezcan al Derecho penal, sino que la interpretacioí n del delito tributario debe estar de
acorde a la materia tributaria, y que tiene cierta autonomíía, por lo tanto, el derecho tributario
debe ser parte del derecho penal.
Hay que analizar el delito tributario dentro del derecho tributario aplicando supletoriamente
las normas del Derecho penal.
Por lo tanto, en este punto hay que aplicar todos los principios en materia penal, que se
aplican en materia tributaria. Teniendo como base importante que, cuando hablamos de ilíícito
tributario, hay que sancionar una conducta penalmente relevante, por lo que no toda conducta
seraí delito, sino solo aquella penalmente relevante.
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Principio de imputabilidad.
Principio de culpabilidad.
5 de mayo
Circulares
Acto administrativo cuyo objeto es determinar o establecer una determinada interpretacioí n
las leyes tributarias que la sustenta el ente administrativo a traveí s del director nacional.
Para efectos de determinar los elementos del concepto, hay que estar a lo que prescriben los
artíículos 15 y 126 inc. 4 del Coí digo tributario. Desde el punto de vista de sus elementos,
estamos en presencia de un acto administrativo, en base al artíículo 3 de la ley 19880.
Sin embargo, ya haciendo una descripcioí n o distincioí n cuando hablamos de circulares y tipos
de circulares a los cuales nos referimos, en primer lugar, todo lo que dice relacioí n con la
interpretacioí n de las normas tributarias ser realizan mediante las circulares y dictaí menes.
Todos aquellos actos que fijan normas tributarias se realizan a traveí s de resoluciones.
Los actos administrativos que imponen ordenes se llaman oficios circulares ordinarios o
verbales.
Desde el punto de vista de la estructura de la norma juríídica no podrííamos asimilarla a una ley
por una serie de consideraciones. Por lo tanto, si bien hoy en díía para efectos recursivos y en
virtud de un procedimiento general de reclamaciones procede un recurso de casacioí n en el
fondo (infraccioí n de ley que influya sustancialmente en lo dispositivo del fallo).
¿Ahora bien, hay que determinar si efectivamente esta interpretacioí n de la norma juríídica
tributaria a que se refiere? ¿Al derecho tributaria sustantivo? al derecho tributario orgaí nico?
¿O al derecho procesal tributario?
En un principio habríía que hacer ninguna distincioí n, pero la verdad para el profesor del ramo
cuando hablamos de facultad de interpretación hablamos de interpretacioí n de las normas
tributarias de caraí cter sustantivo, la que establecen los tributos, porque especííficamente en
materia de derecho tributario sustantivo se aplica de manera rotunda el principio de
legalidad. Por tanto, cualquier interpretacioí n de la administracioí n tributaria que cree un
impuesto o aplique un impuesto a un contribuyente no cubierto por el tributo, obviamente se
podríía entrar a discutir esa interpretacioí n.
En cambio, en lo que dice relacioí n con el derecho tributario funcional, es decir, sobre deberes
formales del contribuyente eventualmente podríía existir ciertas interpretaciones y no
afectaríían el principio de legalidad. Auí n maí s, en materia de derecho procesal tributario la
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interpretacioí n del SII escaparíía porque toda la interpretacioí n y todo lo que diga relacioí n con
la aplicacioí n de las normas procesales se encuentra entregado al tribunal tributario.
Lo que hace el SII es aplicar determinados meí todos de aplicacioí n, ya sea tradicionales, o
propios del derecho tributario para interpretar las normas tributarias. Siempre teniendo en
cuenta que estas normas son obligatorias para los funcionarios y no para los contribuyentes.
Por ejemplo, cuando se realiza una declaracioí n de impuestos este se realiza en un formulario
uí nico. Se llena ese formulario. ¿Al final, se puede hacer una declaracioí n de actividades que no
sea ese formulario? Pareciera que no, y que maí s que una labor interpretativa parece ser una
orden.
4º Estas circulares son sustentadas e impartidas por el director, art. 6 letra a nº1.
5º Son de aplicacioí n y conocimiento general. Y, por lo tanto, deben publicarse seguí n el artíículo
26 del CT. Lo importante en este punto es que, asíí como ocurre con las normas legales, las
circulares pueden ser modificadas por la misma administracioí n tributaria. Y esta modificacioí n
significa que hay un cambio de interpretacioí n de esa norma juríídica tributaria. Lo que no
puede ocurrir es la derogacioí n tacita de la interpretacioí n, sin perjuicio del principio de
ultractividad.
La otra potestad normativa dice relacioí n con los oficios circulares. En el fondo, estos oficios
circulares son ordenes o instrucciones y estas oí rdenes o instrucciones son ordenes que
imparte la administracioí n a los funcionarios. El objetivo principal de estas oí rdenes a los
funcionarios es tener una mayor eficaz y expedita administracioí n, art 6 A Nº 1.
Si uno revise este artíículo, nos daremos cuenta de que el precepto legal hace esta distincioí n
entre la circular interpretativa y las oí rdenes directas. El artículo 6 A habla de fijar normas,
impartir instrucciones y dictar oí rdenes. Cuando fija norma hace una interpretacioí n general y
cuando imparte instrucciones establece tramites obligaciones, y ordenes cuando dirige
oí rdenes directas a los subalternos.
Todas estas instrucciones estaí n enmarcadas dentro del deber de obediencia del funcionario e
inciden en su valoracioí n funcionaria. En este punto si es importante -en materia
administrativa- en las ordenes que da el superior jeraí rquico a los subalternos esta siempre la
facultad de representar aquellas ordenes que sean ilegales, este derecho de representacioí n es
el derecho del funcionario para eximirse de la realizacioí n de la orden por ser ilegal y quedar
exento de sanciones administrativas. La otra potestad normativa dice relacioí n con los
dictaí menes y oficios.
Cuando hablamos de dictaí menes y oficios hacemos referencia a una declaracioí n de juicio que
hace la administracioí n tributaria por tener una opinioí n determinada y especializada. En el
fondo, de lo que hablamos aquíí es que cuando hablamos de dictamen es la opinioí n versada o
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teí cnica realizada por el director nacional y que dice relacioí n con la aplicacioí n e interpretacioí n
de la norma tributaria.
Cuando hablamos de oficio es el acto adm, en virtud del cual la administracioí n contesta la
solicitud del contribuyente. Esta contestacioí n debe ser notificada al contribuyente.
Las resoluciones.
Una distincioí n general es que cuando hablamos de resoluciones que se denominan decretos
supremos, son dictadas por el presidente de la repuí blica, todas las demaí s de los oí rganos de la
administracioí n dictan resoluciones. Aquíí el SII actuí a en virtud de la potestad reglamentaria
de segundo grado.
El tema es que son las resoluciones en virtud de las cuales el SII crea normas de conductas
para el contribuyente. En el fondo, estas resoluciones se traducen en ordenes e inciden en la
conducta, pero son oí rdenes. Todo lo que diga relacioí n con materia de competencia del SII y
que diga relacioí n con los asuntos de tributacioí n interna.
Estas oí rdenes deben cumplir con determinados requisitos. Dos en particular: 1º la legalidad y
2º licitud. Ademaí s, debe ser cierto posible determinado y racional. Cuando hablamos de acto
administrativo tributario hablamos de declaracioí n unilateral de voluntad, cuando hablamos
de las resoluciones, esta declaracioí n unilateral de voluntad se manifiesta a traveí s de una
resolucioí n, y esta contiene la voluntad subjetiva del funcionario. Sin embargo, en relacioí n al
principio de celeridad en este punto entra en consideracioí n lo que conocemos como silencio
administrativo con efectos juríídicos.
CLASES DE RESOLUCIONES.
Hay ciertas resoluciones especiales, como aquellas resoluciones que deniegan la devolucioí n de
impuestos, artíículo 126 del CT. En segundo lugar, la resolucioí n de determinacioí n de la perdida
tributaria.
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Esto que parece amplio, debe cumplir con requisitos:
1º No pueden incidir en materias propias del dominio legal. La verdad es que, en los teí rminos
praí cticos, los objetivos y contenido propio de las resoluciones de esta clase estaí n referidas a
los deberemos formales del contribuyente, es decir, a la operatividad de la aplicacioí n del
tributo.
2º Proceden siempre que la ley no lo disponga. Es la disposicioí n legal la que establece cuando
procederaí una resolucioí n a juicio exclusivo. Lo maí s importante es que para que puedan
aplicarse las resoluciones a juicio exclusivo deben contener un motivo. Por ejemplo, el director
puede solicitar otros libros de contabilidad, para efectos tributarios. En materia tributaria
ademaí s de los libros contables, tambieí n se exige el libro de remuneraciones que dicen
relacioí n con la fiscalizacioí n de la inspeccioí n del trabajo y le interesa al SII saber las
remuneraciones por que pueden tener efectos tributarios.
12 de junio
Todo lo que es delito e infracciones importan una transgresioí n y esta trae una consecuencia
juríídica de caraí cter negativa que se traduce en la privacioí n de libertad o en la aplicacioí n de
una multa y este efecto, en teí rminos generales, permite distinguir entre las infracciones
tributarias administrativa y los delitos tributarios, sin perjuicio de aquellas compuestas de
pena privativa de libertad y multas que contienen ciertos delitos.
¿Coí mo se estructura de las infracciones tributarias? cuando hablamos de infracciones
tenemos que tener en cuenta tres elementos para su configuracioí n:
1. La obligacioí n tributaria propiamente tal, la relacioí n que existe entre el sujeto activo
(Fisco) y el sujeto pasivo (contribuyente) quien realizando un hecho prescrito en la
norma tributaria que tiene la denominacioí n de hecho gravado, gatilla en el
nacimiento de la obligacioí n tributara por lo tanto naciendo la obligacioí n tributaria,
gatilla las consecuencias por su incumplimiento, no obstante, en el caso de que si
existe un incumplimiento a la obligacioí n se debe aplicar una sancioí n.
Ahora bien, en este punto habraí que determinar cuaí les obligaciones tributarias
incumplidas por el contribuyente, generan la aplicacioí n de una sancioí n.
En este punto volvemos a la clasificacioí n de las obligaciones:
- Obligaciones principales que son aquellas donde se debe pagar impuestos por el
contribuyente
- Deberes formales que le competente al contribuyente y lo que hacen es operar en el
cumplimiento y fiscalizacioí n de la norma tributaria.
Si el incumplimiento es de cualquiera de los dos tipos de obligacioí n esta trae
aparejado una sancioí n tributaria y el fundamento de la aplicacioí n de la sancioí n viene
dado por el quebrantamiento del deber social
La doctrina extranjera, y el coí digo modelo para iberoamericana halla un consenso se
reserva el ilíícito tributario para cuando estamos frente a un defraude fiscal, para todo
lo demaí s, es preferible aplicar las infracciones tributarias.
¿Coí mo tomamos entonces, el ilíícito tributario? Lo tomamos como un delito general del
derecho penal o como un delito especial regulado en el CT. La decisioí n de ello no es tan
superflua, ya que, en el caso de tomarlo como un delito general habraí que aplicar los
principios generales del derecho penal, si por el contrario si tomamos los delitos tributarios
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como un delito especial regulado en el CT., el derecho penal pasa a tener el caraí cter de derecho
supletorio.
En nuestro paíís, revisando el art. 97 del CT, se establece u cataí logo de delitos e infracciones
tributarias, y la distincioí n la hace de acuerdo al sujeto que investiga y en su caso a la sancioí n
aplicable; para los delitos, penas privativas de libertad y para las infracciones, multas.
Respecto de los delitos tributarios, remitieí ndonos a la doctrina del SII, sostiene que estaremos
frente a un delito tributario cuando exista una accioí n u omisioí n maliciosa del contribuyente
que tiene por finalidad ocultar o desconfigurar las operaciones realizadas que es la evasioí n
tributaria o la burla de los impuestos, y estas se traducen en el concepto de falsedades o
maniobras enganñ osas. Por lo tanto, el dolo o malicia del contribuyente es un elemento esencial
de la conducta y corresponde que sea acreditado.
La finalidad de establecer la pena en el ilíícito tributario es reaccionar en contra la desigualdad
social, ya que se estaí afectando la igualdad.
Hay que traer a colacioí n necesaria a pesar de tener una aplicacioí n supletoria, el art. 1 del
Coí digo Penal, que es el que define lo que Delito: “toda accioí n u omisioí n voluntaria penada por
la ley…” En este punto, hay que hacer a dos conceptos que estaí n en la palestra que dicen
relacioí n con la elusioí n fiscal y evasioí n tributaria.
Hoy debemos estarnos, respecto al particular, a los art. 4 bis, ter, quinquies del CT, agregados
por la ley N° 20.780, lo que viene hacer esta ley, es a sancionar las conductas evasivas, pero
estas se realizan en base a dos instituciones civiles aplicables en el derecho tributario, cuales
son el abuso del derecho y los contratos simulados, donde la finalidad del contribuyente es
evadir el pago del impuesto que no llega a tener el caraí cter de delito, por estar sancionada con
multa, ya que estas son el intermedio del delito y la elusioí n tributaria, aun cuando se habla de
las normas anti-elusioí n en el texto, cuando en realidad deberíían hablarse de normas-evasioí n a
juicio del profesor.
El porqueí se generoí el tema de la evasioí n fiscal, es porque se habla de la insaciable voracidad
fiscal, donde la forma maí s simple que tiene el Estado de recaudar impuestos es aumentaí ndolo,
entonces el contribuyente busca medios para pagar menos impuestos, el problema esta en
cuales mecanismo utilizaraí , en estos casos, cuando se utiliza un medio ilegal, significa es evitar
la evasioí n con las normas anti-evasivas.
Las causas de la evasioí n tributarias; 1. Los gastos puí blicos son excesivos; 2. El clientelismo
políítico; 3. Falta de cultura tributaria; 4. Falta de control de la administracioí n; 5. Complejidad
e inestabilidad de la norma tributaria.
La Elusioí n fiscal tambieí n es una actividad realizada por el contribuyente, pero tiene la
finalidad de reducir la base imponible, generando mayores gastos necesarios para producir la
venta, los actos que realizo para pagar menos impuestos, son movimientos elusivos que no
estaí n prohibidos ni regulados, por lo tanto, no son delito, sino que son planificaciones
tributarias y estas no estaí n en contravencioí n del derecho tributario.
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16 de junio.
Desde un punto de vista de fondo, si uno analiza el concepto de requerimiento como inicio del
proceso de fiscalizacioí n, este requerimiento se traduce en que es una conminacioí n al
contribuyente para que acompanñ e documentos tributarios, este es el motivo.
Es claro, que cuando hablamos de requerimiento para una auditoria, lo que hace la
administracioí n tributaria, es ejercer facultades fiscalizadoras. Este ejercicio de facultades se
traduce en la revisioí n del contribuyente. Es importante hablar del requerimiento seguí n el
artíículo 59, que da inicio al procedimiento administrativo tributario, generara si o si efectos
legales.
A juicio del profesor del ramo, a traveí s del procedimiento administrativo tributario reglado,
que se inicia con requerimiento de informacioí n, se puede entender del artíículo 200 del CT, el
cual hace referencia a la prescripcioí n. Este artíículo regula la prescripcioí n de las acciones, pero
hace una distincioí n -no de forma directa distingue- y se distinguen 3 prescripciones:
- 1º Prescripcioí n de la accioí n fiscalizadora: plazo en el cual la administracioí n tributaria
puede fiscalizar
- 2º Prescripcioí n de la accioí n de cobro: una vez que ya estaí determinado el impuesto a
pagar por el contribuyente, ya sea que lo haya determinado el voluntariamente, o la
administracioí n tributaria a traveí s de la liquidacioí n, comienza correr un plazo para
cobrar, y cobra la tesoreríía.
- 3º La accioí n sancionadora: caso de las infracciones tributarias sancionadas con
multas.
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El tema estaí en que la accioí n fiscalizadora y la accioí n de cobro corren en manera paralela y
ambas se encuentran de forma legal desde el momento en que debioí efectuarse el pago. Esto
lleva a un absurdo de que hay casos en que se discute la obligacioí n del pago, pero ese cobro
estaí prescrito, entonces el juicio no sirve para nada. La misma legislacioí n tributaria establece
que si se reclama del acto administrativo, ello no significa que se debe suspender el cobro
tributario.
El requerimiento es un elemento que nos sirve para determinar la congruencia del acto
administrativo, debe existir una congruencia entre el requerimiento, la citacioí n y la
liquidacioí n. Esa congruencia debe estar en relacioí n a los 3 elementos vistos supra. Esto, se
encuentra plasmado en lo previsto en el artíículo 8 bis del Coí digo Tributario.
Es el derecho del contribuyente el que da el sustento legal de la congruencia. Relevante la
disposición, hay que saberla.
Desde el punto de vista de los requisitos formales del requerimiento de auditoria, este debe
decir relacioí n con materia de fiscalizacioí n de tributacioí n fiscal interna y externa. Obviamente,
el oí rgano que dicta o que decreta este requerimiento de informacioí n son las direcciones del
SII.
En tercer lugar, se debe revisar el hecho gravado, el impuesto a revisar. Es importante que la
administracioí n tributaria que se indique las normas legales aplicables al hecho gravado. Ahora
bien, para que este requerimiento de informacioí n tenga eficacia requiere de notificacioí n al
contribuyente.
Por uí ltimo, en relacioí n a sus efectos juríídicos, el efecto principal del requerimiento para
auditoria es que a traveí s de eí l la administracioí n tributaria ejerce sus facultades fiscalizadoras.
Lo importante es que es la propia ley la que establece plazos de caducidad. Es decir, plazos
dentro de los cuales la administracioí n tributaria debe dictar el acto terminal, o el acto
importante como la citacioí n.
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2º Declaración y rectificación de impuestos.
La idea general es que sea el propio contribuyente el que efectivamente, ante la celebracioí n de
un acto juríídico, determine que el incurre en un hecho gravado. En teí rminos praí cticos, el
contribuyente si incurre en un hecho gravado, deberaí declarar ese impuesto y pagarlo. Esta es
la loí gica general.
Desde un punto de vista teí cnico, importante para delitos e infracciones tributarias, la
declaracioí n se traduce en tres etapas a saber:
1º desde un punto de vista juríídico procesal, la declaracioí n seríía una confesioí n. No basta con
la confesioí n porque esta confesioí n debe plasmarla a traveí s de un formulario. No basta con
decir que se debe un impuesto, plasmarla en un formulario, luego hay que presentarlo. Porque
nada se saca con realizar la confesioí n y luego plasmarla en el formulario y luego no se
presenta. Elemento importante es la presentacioí n.
Ahora bien, este acto juríídico del contribuyente si se ve desde el punto de vista desde la
distincioí n entre la obligacioí n principal y deber formal, seríía un deber formal que tiene dos
caracteríísticas fundamentales: es complejo y solemne. Se traduce especííficamente en la
entrega de informacioí n. El contribuyente entrega informacioí n para dar a conocer que incurrioí
en un hecho gravado. Esta declaracioí n es el sustento para el cumplimiento de la obligacioí n
principal que es el pago. En este punto, es relevante establecer que la administracioí n
tributaria va a partir de la base de que la declaracioí n del contribuyente es veraz. Es decir, nos
referimos a que debiese partir de la buena fe del contribuyente. Porque la administracioí n
debiese entender que el contribuyente se ajusta a la verdad. Ahora bien, la declaracioí n que
hace el contribuyente debe cumplir dos requisitos: 1º presentarla dentro de plazo y 2º
acompanñ ar antecedentes judiciales que la presentan. De hecho, este acto juríídico del
contribuyente, eventualmente, su omisioí n puede generar los delitos del artíículo 97 nº 1 al nº
5.
3º la citación.
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Se establecioí supra, que, desde el punto de vista de declaracioí n, hay una apariencia de
veracidad. Esta apariencia esta en relacioí n al principio de buena fe (consagrada en el artíículo
4 bis, ter, quater, quinquies*) sin embargo, aun cuando este consagrada, no es vinculante para
la administracioí n tributaria, esta podraí siempre fiscalizar.
Ahora bien, el tema estaí en que la palabra citacioí n da a entender que es un llamado al
contribuyente para que este acredite su declaracioí n. Dicho de otra forma, lo que hace la
administracioí n tributaria es comprobar la declaracioí n del contribuyente. Dentro de este
concepto de citacioí n va envuelto dos principios: principio de audiencia y principio de
audiencia. Por lo tanto, en esta primera idea, los pilares fundamentales del acto administrativo
llamado citacioí n son: 1º el principio de la buena fe del contribuyente, 2º bilateralidad del
procedimiento 3º el principio de audiencia e igualdad y 4º la solucioí n amigable de contiendas.
19 de junio
Respecto al concepto, hay que hacer referencia a lo ya visto con algunos elementos o palabras
en particular que son discutidas en la doctrina. En este punto, aparecen las circulares que
dicta el SII y la doctrina respecto de las sentencias dictadas por los tribunales superiores de
justicias, y en algunos casos, por los tribunales tributarios y aduaneros.
Cuando nos referimos a infracciones tributarias, nos referimos a una violacioí n de una norma
juríídica tributaria. Desde el punto de vista de la pena, esta infraccioí n tributaria tiene
aparejada una sancioí n de naturaleza civil, y la multa.
Para el caso del delito tributario, hacemos referencia a la definicioí n que da el coí digo penal,
partiendo de los elementos baí sicos de una accioí n u omisioí n del contribuyente doloso, cuyo
objetivo de la accioí n u omisioí n es eludir el impuesto o el cumplimiento de la infraccioí n
tributaria. En este caso, la pena asociada al delito tributario es una pena privativa de libertad,
y que en nuestro derecho tributario trae aparejada la multa.
Cuando nos referimos a infraccioí n tributaria, y una violacioí n a la norma juríídica tributaria,
hacemos referencia a norma sustantiva tributaria y a un incumplimiento de los deberes
formales del contribuyente. Obviamente que si venosa la infraccioí n tributaria como parte del
derecho administrativo sancionador, y al delito tributario como una materia especial del delito
penal, en ambos, el principio de legalidad es importante. Es decir, se incurriraí en una
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infraccioí n o delito tributario siempre y cuando la conducta que se sancione este previamente
establecida por la ley.
En este caso, la loí gica seria que deberíía agravarse la multa. Pero en este caso tributario, no
ocurre ello, sino que simplemente se transforma en un delito tributario.
En nuestro coí digo tributario se toma el concepto de delito del artíículo 1º del Coí digo penal,
toda accioí n u omisioí n voluntaria penada por ley. Es importante mencionar el inciso segundo
del mismo artíículo, que hace referencia a la presuncioí n del dolo, todas las acciones del sujeto
activo del delito son voluntarias, por tanto, se presume que hay voluntariedad en el actuar del
sujeto activo. Al ser una presuncioí n legal, habraí que destruir los presupuestos facticos en los
que se sostiene esta presuncioí n. Ademaí s, se debe cumplir con la tipicidad, no basta que la
conducta sea antijuríídica, sino que ademaí s debe estar descrita por ley.
En cuanto a la clasificacioí n del dolo, dolo directo - dolo eventual. Desde el punto de vista del
dolo, hay dos elementos en que hay acuerdo de que constituyen el dolo: 1º el elemento de la
voluntad y 2º elemento del conocimiento. Por ejemplo, aquel que es eximido de
responsabilidad penal atendido que es demente, falta el elemento voluntad.
Ahora bien, es importante senñ alar que, en materia de delito tributario, el artíículo 1º del coí digo
penal, hace referencia a la presuncioí n del dolo, presuncioí n simplemente lega. Uno de los
efectos en materia probatoria, es precisamente lo que se conoce como inversioí n de carga de la
prueba (como la del dominio). Esto significaríía que se invierte la carga de la prueba. Esta
misma loí gica, no opera en materia de delitos tributarios, la presuncioí n del dolo, parte de una
premisa de que todas las acciones del hombre, en general, son voluntarias. Ahora bien, esta
informacioí n se corrobora con los artíículos 3 y 1 del CPP, por que acreditar la responsabilidad
penal deberaí acreditar el hecho punible y la participacioí n el MP, y ademaí s se requiere una
sentencia. Esta presuncioí n del dolo no se basta por si misma, requiere acreditacioí n de todo lo
anterior y que ello conste en una sentencia firme y ejecutoriada.
Ahora bien, existe una palabra que se utiliza en la tipificacioí n de los delitos tributarios, que es
la palabra “maliciosamente”. Debemos preguntarnos si esta palabra tiene alguí n significado de
la palabra dolo del artíículo 1º del CP. La doctrina chilena, establece que esta palabra
maliciosamente seríía un pleonasmo de actuacioí n dolosa, otra parte de la doctrina hace
referencia que esta palabra, tendríía una funcioí n distinta del dolo. Es lo que la doctrina penal
se conoce como elementos subjetivos del tipo penal. Si el delito tributario no utilizara la
palabra maliciosamente, igualmente se debe acreditar el dolo por el artíículo 1º CP, pero si esta
la palabra ¿queí quiere decir el legislador? ¿queí hay que acreditarlo maí s? No. Por tanto,
algunos entienden que cuando el CT habla de maliciosamente, estaríía exigiendo un dolo
especifico que tampoco se ha definido cual es la especificidad. Lo que si se ha sostenido es que
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necesariamente, sea dolo normal, o maliciosamente, en ambos casos debe existir una
coincidencia real entre lo que quiere la gente y la descripcioí n real.
¿Coí mo se resuelve este problema? La cuestioí n radica en establecer si los delitos tributarios
por que los delitos estaí n en el CT. Parece ser que la intencioí n del legislador es que se
encuentren ahíí por especialidad de materia, y el efecto juríídico de ello es que los principios
del derecho penal se aplicaríían de forma supletoria a los principios propios del derecho
tributario. Seguí n el profesor del ramo, la palabra maliciosamente, parecíía que era un elemento
subjetivo del tipo; algo maí s del dolo. Pero, tambieí n se puede sostener que la palabra
maliciosamente no significa un dolo distinto, sino que quiere decir a donde estaí destinado la
malicia. Es decir, lo que se quiere con la palabra maliciosamente es acreditar en que direccioí n
va la intencioí n del contribuyente. Porque esta intencioí n del contribuyente debe ir dirigida a la
evasioí n o elusioí n tributaria, es decir, del pago del impuesto. Esto parece maí s razonable por las
cuestiones que ocurren en la praí ctica. Salvo casos especííficos en que el contribuyente sabe y
pide facturas falsas para rebajar su base imponible. En algunos casos, los contribuyentes no
teniendo conocimiento de materia tributaria, se las encargan a un tercero que se encarga de
realizar estas conductas delictivas, y ese contribuyente no tiene conocimiento de la evasioí n
hasta que se genera una fiscalizacioí n del servicio. Por tanto, desde este punto de vista el
elemento malicia la acreditacioí n debe ir por el lado de si el contribuyente destina su voluntad
a la evasioí n tributaria. En este punto, tambieí n se ha referido el SII.
En particular, en la circular Nº 73 del anñ o 2001. Se refirioí a ella respecto de las declaraciones
de impuesto maliciosamente falsas. Esta circular hace referencia a este elemento del tipo:
declaraciones de impuesto maliciosamente falsas. ¿a que se refiere esta declaracioí n de
impuesto mal falsas?, es importante no solo por tipificacioí n del delito sino tambieí n por el
artíículo 200 del CT, que hace referencia a plazos de prescripcioí n. Este precepto establece que
el plazo de prescripcioí n contado desde el momento en que debioí hacerse el pago es de 2 anñ os.
Si el SII determina que es maliciosamente falsa, podríía presentar una querella criminal estar
frente un delito tributario, y, por otro lado, la accioí n fiscalizadora se amplíía a 6 anñ os. En
consecuencia, ¿coí mo se sabe que esa declaracioí n es maliciosamente falsa?
El SII, establece algo sobre el punto. Pero antes, como cuestioí n general, cuando se habla de
declaracioí n de impuestos, es el propio contribuyente el que puede establecer que hay una
diferencia a su favor, o bien, que hay un pago de impuesto derivado de su actividad. Pero no
basta solo con hacer la declaracioí n de impuesto, toda vez que se debe sustentar en
antecedentes tributarios. En este punto, el SII establece que habraí declaracioí n maliciosamente
falsa, cuando los antecedentes sean falsos o no ajustados a la realidad, simulados, fingidos,
etceí tera. Y acaí viene un elemento importante: si utilizamos la palabra falsedad, estando en
delito tributario, tendrííamos verificar cual es el concepto que da el derecho penal: toda vez
que tenemos en este derecho los delitos de falsedad. Desde el punto de vista de la malicia, el
SII establece que respecto dela malicia es que existe un acto consciente del declarante. Y en
este punto, el SII ocupa la claí sica frase: sabia de esa falsedad, o no pudo menos que saberlo.
Por tanto, el SII necesariamente debe acreditar estos elementos, sobre el recae la acreditacioí n
de estos elementos, debido a que se parte de la base que tambieí n estaí el principio de la buena
fe, si es que eventualmente hay alguí n problema con la declaracioí n de impuestos que podríía
determinar su falsedad, habraí que partir de la premisa que cualquier problema se deriva de
un error del contribuyente, a un descuido o a una negligencia. En consecuencia, seraí el SII el
que debe acreditar dentro de su declaracioí n que esta declaracioí n del contribuyente teníía un
destino.
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Ahora bien, para los efectos de que esta declaracioí n sea maliciosamente falsa para el SII, pare
decisioí n de la accioí n penal, no requiere de una sentencia definitiva que asíí lo declare. Auí n
maí s, esto se hace un poco maí s complejo para el SII debido a que eventualmente, las
declaraciones maliciosamente falsas, por ejemplo, de personas juríídicas, tambieí n por los
efectos tributarios, puede generar efectos en la declaracioí n de impuestos de los socios, y
afectar el global complementario de los socios. En estos casos deberaí verificarse si los socios
estaí n en conocimiento de la falsedad.
En materia de delitos o infracciones tributarios, los elementos que la diferencia, son, por un
lado, las penas que son impuestas; delito -pena - infraccioí n-multa, y la otra diferencia es el
tribunal al cual conoce de la infraccioí n, en caso de infracciones conoce el tribunal tributario y
aduanero, y el delito a la justicia penal; JG- TJOP.
Ademaí s, el SII a traveí s de esta circular, ha senñ alado cuales son elementos que toma en
consideracioí n los elementos a seguir al momento de presentar la querella. cuando se estaí en
presencia de delito tributario, lo que se genera en primer lugar, no es solo la afectacioí n del
patrimonio fiscal, sino que tambieí n habraí un atentado en contra del orden puí blico econoí mico,
y una tercera idea es que con los delitos tributarios lo que se afecta el principio de igualdad
contribuyente en contribuir a los gastos puí blicos.
La idea de los delitos tributarios es de que el contribuyente lo que hace es utilizar artimanñ as y
artilugios mecanismos ilegíítimos, y lo que hace el contribuyente es en el fondo, ocultar o
desfigurar las operaciones y con esta actuacioí n el objetivo principal del contribuyente es
burlar el impuesto. Por tanto, se sigue reforzando la idea de que estamos siempre en presencia
de un objetivo. En este punto es importante senñ alar de que, en el tipo geneí rico del derecho
tributario, tipo penal de presentar maliciosamente declaraciones falsas, viene dado por 3
elementos: 1º dolo 2º falsedad de antecedentes y 3º se hace referencia al perjuicio fiscal. Este
uí ltimo punto 3º es relevante toda vez que existen ciertos casos en que el contribuyente
subsana el perjuicio fiscal pagando la diferencia de impuesto, y si no existe el perjuicio fiscal,
no hay delito tributario porque faltaríía un elemento.
Obviamente, para cerrar el tema del dolo, en materia civil se presume la buena fe, en materia
penal si bien hay presuncioí n de voluntariedad, en materia procesal penal existe el principio de
presuncioí n de la inocencia, por tanto, el contribuyente siempre ser a inocente hasta que una
sentencia condenatoria establezca lo contrario.
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Ahora bien, ¿coí mo se determina que hecho punible perseguir? Hay dos ideas baí sicas: no se
puede sancionar todos los delitos, porque seríía imposible y porque no todo es penalmente
relevante. Entonces, ¿coí mo se decide? Esta cuestioí n plantea la gran pregunta sobre el ejercicio
de la accioí n penal que en materia tributario la realiza el SII. Entonces, nos vamos al caso de las
facturas falsas, es decir, se reunieron antecedentes y el SII decidioí querellarse respecto de
algunos polííticos, pero ¿por queí respecto de uno si y respecto de otros no? No hay respuesta
procesal. Luego, el SII no presento maí s querellas en adelante, e incluso se desistioí de la
querella, entonces:
1º ¿de que tipo de accioí n penal estamos hablando? Una idea de las ideas de que se sostiene es
que aquíí estarííamos hablando de una accioí n penal puí blico previa instancia particular
privativa, discrecional y mixta.
Accioí n penal puí blico parece que no es, por que la facultad de iniciar la persecucioí n penal pasa
del SII, no es puí blico. Privada tampoco porque esta respecto de determinados delitos. ¿Parece
ser que es accioí n penal puí blica previa instancia particular, pero que pasa con el desistimiento?
Si el SII se desiste, deberíía seguir adelante el MP. Otra cuestioí n dice relacioí n con que los
delitos tributarios de facturas falsas constituyeron un medio para cometer otro delito: delito
de cohecho.
23 de junio
Citación:
Primero hay que entender un tema procedimental, si revisamos en art 59 podemos hacer una
distincioí n entre el procedimiento de fiscalizacioí n reglado y no reglado y que la admnistracion
tributaria hace referencia al art. 59 CT porque es el que nos permite y en realidad obliga a la
admnistracion, a dictar los actos de tramites o terminales dentro de un plazo determinado,
que es de 9 meses y 12 meses.
Desde un punto de vista de estructura general, una primera etapa estaí en el cumplimento de
las obligaciones del contribuyente, que estaí n relacionadas con el cumplimiento de los deberes
formales y de las obligaciones principales de pagar los impuestos adeudados. Dentro de los
deberes formales estaba la declaracioí n de impuesto y la administracioí n lo que puede hacer
confirmar o rechazar dicha declaracioí n; si la rechaza se genera el procedimiento de
requerimiento de informacioí n.
Dentro de una etapa intermedia de acto de traí mite en las distintas legislaciones extranjeras,
existe un procedimiento que es síímil a la citacioí n en nuestro paíís, y que su finalidad es la
solucioí n amigable de controversias y dentro de este traí mite hay principios rectores y el
principal es el de la bilateralidad de audiencia y el derecho del contribuyente a ser oíído.
Por ej. En el derecho tributario argentino, a este traí mite se le conoce como la vista al
contribuyente, y la loí gica es que el contribuyente presente su defensa. Y esta defensa tiene un
plazo, en esta mecaí nica, se parte de la idea de la motivacioí n el acto, el que debe ser notificado
y tiene la posibilidad de ser impugnado, esta etapa debe concluir con un acto terminal entorno
a mantener las observaciones.
En el derecho tributario peruano se habla de requerimiento, y la caracteríística especial que
tiene es que es facultativo, y tambieí n como en el d argentino se encuentra fundado en los
mismos fundamentos, la bilateralidad, la impugnacioí n, la motivacioí n, el emplazamiento, etc.
Es decir, todos se estructura de una idea un procedimiento adversarial.
En Alemania se habla de aviso de impuesto, se sigue la loí gica en que es la administracioí n es
quien informa que existen impuestos por pagar, y la da la alternativa al contribuyente para que
decida, si se conforma con lo que senñ ala la administracioí n y se interpone recursos legales,
donde tambieí n se parte de la loí gica de una defensa.
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Por uí ltimo, en Espanñ a tambieí n se parte de los mismos principios, y se otorga lo que se
determina como traí mite de audiencia donde el Contribuyente tiene la posibilidad de
defenderse.
Para entender la redaccioí n actual del art. 63 del CT, en nuestro paíís en el anñ o 1924 en la ley N°
3.995 se hablaba de aviso y lo que se avisaba era un juicio de inexactitud. Este juicio en el
fondo teníía la caracteríística que era oficioso por parte de la administracioí n, en este caso se
otorgaba un plazo de 20 díías para que el contribuyente rectificara. Por lo tanto, desde un
punto de vista procedimental, no existíía un procedimiento claro para la defensa del
contribuyente, lo que se le pedíía al contribuyente era que mantuviera la declaracioí n, o que
presentaraí una nueva o que rectificara la declaracioí n presentada.
Luego, tenemos el DL N° 755 donde se uso por primera vez la palabra citacioí n, y en el fondo
esta citacioí n se tomoí como una excepcioí n al principio de buena fe en materia tributaria, y esta
se sustentaba por parte de la administracioí n, en que el contribuyente no presento una
declaracioí n o que los datos de la declaracioí n eran inexactos o que eran falsos. Por lo tanto, lo
que pide la administracioí n es citar al contribuyente para que responde las dudad de la
administracioí n. Una cosa es responder dudas y otra es defenderse. Esto se mantuvo en la ley
N° 8419 del anñ o 1946, en el DFL N° 159 de 1960 y llego hasta el actual art. 63 del CT.
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debe citar al contribuyente tasar la base imponible y liquidar, donde el contribuyente podraí
impugnar. Lo mismo pasa si el contribuyente no presenta declaracioí n.
7. Opera la congruencia, viene dada desde un punto de vista de procedimiento, siguiendo
una líínea de tiempo, esta deberíía darse entre en el requerimiento, la citacioí n, la
liquidacioí n y el giro. Esta congruencia debe decir relacioí n con un mismo
contribuyente, con los perííodos revisados, y con los hechos gravados informados.
Liquidación
Partimos de la base que este es un acto administrativo terminal, y en el fondo lo que hace la
administracioí n tributaria es hacer efectiva la retencioí n de cobro del impuesto.
Art. 24. A los contribuyentes que no presentaren declaracioí n estando obligados a hacerlo, o a
los cuales se les determinaren diferencias de impuestos, el Servicio les practicaraí una
liquidacioí n en la cual se dejaraí constancia de las partidas no comprendidas en su declaracioí n
o liquidacioí n anterior. En la misma liquidacioí n deberaí indicarse el monto de los tributos
adeudados y, cuando proceda, el monto de las multas en que haya incurrido el contribuyente
por atraso en presentar su declaracioí n y los reajustes e intereses por mora en el pago.
Salvo disposicioí n en contrario, los impuestos determinados en la forma indicada en el inciso
anterior y las multas respectivas se giraraí n transcurrido el plazo de noventa díías senñ alado en
el inciso 3° del artíículo 124°. Sin embargo, si el contribuyente hubiere deducido reclamacioí n,
los impuestos y multas correspondientes a la parte reclamada de la liquidacioí n se giraraí n
notificado que sea el fallo pronunciado por el Tribunal Tributario y Aduanero. Para el giro de
los impuestos y multas correspondientes a la parte no reclamada de la liquidacioí n, dichos
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impuestos y multas se estableceraí n provisionalmente con prescindencia de las partidas o
elementos de la liquidacioí n que hubieren sido objeto de la reclamacioí n.
El sustento legal se encuentra en el art. 24 donde tambieí n se remite al giro.
Desde un punto de vista conceptual, lo primero que debemos decir es que es un acto
administrativo terminal, y en lo que se refiere a su dictacioí n, es al SII quien debe hacerlo y
aquíí lo importante es que dentro de los objetivos de la liquidacioí n es que la administracioí n
tributaria determina, la existencia de una obligacioí n tributaria o determinar las diferencias de
impuestos, y lo haraí cuando el contribuyente previamente a presentado una declaracioí n y esta
es falsa o incompleta o erroí nea. Por lo tanto, siguiendo esta estructura conceptual, lo primero
que se indica es que el acto administrativo tributario denominado liquidacioí n constituye el
acto terminal procedimiento de fiscalizacioí n o del procedimiento de requerimiento o de
auditoria y este acto terminal estaí en relacioí n al principio conclusivo.
Puede darse el caso de que el contribuyente no declaro, porque se le olvido o porque estimo
que no correspondíía su declaracioí n, y en este caso no hay manifestacioí n de voluntad sobre la
existencia de un hecho gravado y a la cuantificacioí n del mismo, y frente a eso lo que hace la
administracioí n es declarar a traveí s de una liquidacioí n la existencia de una obligacioí n.
Lo otro que puede suceder es que el contribuyente presento una declaracioí n, pero la adm
determina diferencias, y esas diferencias pueden determinarse por diferentes motivos, por
falsear o por omitir, y lo que hace la liquidacioí n es determinar esas diferencias de impuesto.
La liquidacioí n se puede clasificar en dos: Liquidacioí n provisoria y definitiva
- Liquidacioí n definitiva, la regla general es que esta se vuelve definitiva cuando los
hechos y los fundamentos de la misma se tornar inamovibles e indiscutibles.
¿Cuaí ndo una liquidacioí n se torna definitiva?
1. Cuando han transcurrido los plazos de prescripcioí n
2. Cuando se trate de puntos contenidos de una liquidacioí n respecto de los cuales
haya pronunciamiento judicial o si se rechazoí la reclamacioí n del contribuyente y
se mantiene firme la declaracioí n de impuesto esta se vuelve definitiva
3. aquella que se practique como consecuencia de termino de giro
Requisitos de la Liquidación
En lo que dice relacioí n con la materia, la liquidacioí n debe contener:
1. El fundamento de hecho, es decir, cuaí les seríían las partidas y elementos de la
declaracioí n de impuesto que estaí n siendo objetadas.
2. Los fundamentos de derecho en los cuales se sustentan esas diferencias de impuestos.
3. Indicar cuales son los antecedentes contables las presunciones y adicionalmente la
tasacioí n practicada
4. Impuestos que se encuentran adeudos y a ese monto hay que agregar los intereses
reajustes y multas.
5. Como condicioí n de eficacia, esta debe ser notificada
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Efectos de la liquidación
1. Partiendo de la base que es un acto administrativo terminal y como principio
constitucional de la remisioí n de los actos administrativos, es un acto reclamable, art.
123 del CT
2. Se suspende el giro de los impuestos. No se suspende la accioí n de cobro con la
salvedad cuando hay una notificacioí n de liquidacioí n, art. 201
3. Si se reclama de ciertas partidas, de aquellas se suspende el giro, respecto de aquellas
no reclamadas se puede girar
Giro
Lo que regula es que se indican cuaí les son las partidas giradas, el monto de los impuestos
girados, maí s sus reajustes, intereses y multas. Este se materializa en una orden de ingreso,
este documento sirve para que el contribuyente entere los impuestos en arcas fiscales.
El efecto principal del giro es que puede cobrarse compulsivamente el monto, pero desde un
punto de vista de tíítulo, el cobro compulsivo en materia tributaria se hace a traveí s de un juicio
ejecutivo tributario y el titulo para iniciar un juicio ejecutivo tributario por parte de la
Tesoreríía es la noí mina de deudores morosos, por lo tanto, el mismo monto que establecioí el
SII, se debe establecer en una noí mina y esa nomina es la que constituye tíítulo ejecutivo para la
mora.
Delitos tributarios
Para poder clasificar los delitos tributarios, vamos atender el tipo de obligaciones que el
contribuyente incumple.
1. Primer Grupo de Delitos:
Obligacioí n de llevar contabilidad fidedigna y los demaí s documentos anexos. En este
punto todos los delitos se encuentran regulados en el art. 97 N° 4. Este es un delito
importante, porque respecto de este delito, establece una a juicio de la doctrina
geneí rica y supletoria, esta figura geneí rica hace referencia a distintos delitos que dicen
relacioí n con esta obligacioí n, pero a la misma ves se hace referencia a una figura
geneí rica mediante el empleo de otros procedimientos dolosos encaminados a ocultar
o desfigurar el verdadero monto de las operaciones realizadas o a burlar el impuesto.
Dos observaciones sobre el particular:
- Hay doctrina que sostiene que el legislador pretendioí era tener una figura residual,
geneí rica y ejemplificadora, relacionada con las figuras anteriores.
- La administracioí n tributaria es utilizar el art. 97 N° 4 cuando hay otras figuras en
otros tipos penales que se utilizan como medio para la evasioí n tributaria.
El problema de esta figura, es de que no nos olvidemos que si bien es cierto que el
derecho penal tributario se encuentra regulado en el coí digo tributario y
supletoriamente en el derecho penal, debemos aplicar los principios del derecho
tributario y supletoriamente los del derecho penal, en este punto hay que hacer uso de
la tipicidad, en este sentido por lo menos en el derecho penal, so pena de
inconstitucionalidad, no pueden existir figuras geneí rica, sino que deben estar senñ alas
especificada en el tipo penal para no afectar el tipo penal, sino estaríía en contra del
principio de tipicidad.
Otra cuestioí n relevante es la figura senñ alada en el inc. 4 del N° 4 del art. 97, y porque
en definitiva esa norma no establece un delito tributario sino una circunstancia
agravante especial, y se aplica cuando para la comisioí n se hubiere hecho uso malicioso
de facturas u otros documentos falsos, fraudulentos o adulterados, es una agravante
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porque un delito en particular se utiliza como miedo para comisioí n de otro ilíícitos y
este es el delito tributario maí s comuí n.
En el caso del art. 97 N° 4 inc. final, que fue modificado hace poco, regula esta figura
como delito independiente respecto de los sujetos activos del delito que no eran
contribuyentes pero que generaban los delitos, ya que maliciosamente confecciona,
venda o facilite, a cualquier tíítulo, guíías de despacho, facturas, notas de deí bito, notas
de creí dito o boletas, falsas, con o sin timbre del Servicio, con el objeto de cometer o
posibilitar la comisioí n de los delitos descritos en este nuí mero. Porque en general, en el
art. 97 la mayoríía de los delitos son cometidos por el contribuyente, pero en este caso,
es cualquier persona que se dedique a la venta de estos tíítulos, pero no eran
sancionadas por el art. 97 N° 4 por no ser contribuyentes, porque en teoríía no estaban
evadiendo impuesto. Entonces lo que vino hacer esta norma es sancionar a estas
personas.
Y el ultimo delito de este nuí mero, que estaí relacionado con esta obligacioí n, dice
relacioí n con la documentacioí n contable, por regla general, ya sea por caso fortuito o
por fuerza mayor, la documentacioí n contable se puede destruir o
perder, por lo tanto, lo que debe hacer ahíí el contribuyente es, dar aviso al Servicio de
esta perdida y reconstituir. Sin embargo, el art., establece casos en que no es fortuita
esta destruccioí n, pero otros casos maí s graves donde el contribuyente busca destruir la
documentacioí n contable, para evitar la fiscalizacioí n y evitando la verificacioí n del
delito tributario. Pero cuando la peí rdida o inutilizacioí n se constituya en el
procedimiento doloso en el art. 97 N° 4 encaminado a evadir el impuesto, asíí este se
consideraraí un delito tributario.
2. Segundo Grupo de Delitos:
Aquellos que dicen relacioí n con transgredir la obligacioí n de respetar las sanciones o
medidas decretadas por el Servicio; Art. 97 N° 12 (La reapertura de un
establecimiento comercial), art. 97 N° 13 (La destruccioí n o alteracioí n de los sellos o
cerraduras puestos por el Servicio), art. 97 N° 14 (La sustraccioí n, ocultacioí n o
enajenacioí n de especies que queden retenidas en poder del presunto infractor), art. 97
N° 18 (Los que compren y vendan fajas de control de impuestos o entradas a
espectaí culos puí blicos en forma ilíícita).
3. Tercer Grupo de Delitos:
Aquellos que transgreden la obligacioí n de presentar declaraciones completas o
verdaderas. Art. 97 N° 4 inc. 1 (El retardo u omisioí n en la presentacioí n de
declaraciones), art. 97 N° 4 inc. 5 (La omisioí n maliciosa de declaraciones exigidas por
las leyes tributarias para la determinacioí n o liquidacioí n de un impuesto), art 97 N° 4
inc. 22 (El que maliciosamente utilizare los cunñ os
verdaderos u otros medios tecnoloí gicos de autorizacioí n del Servicio para defraudar al
Fisco), art. 97 N° 4 inc. 23 (El que maliciosamente proporcionare datos o antecedentes
falsos en la declaracioí n inicial de actividades o en sus modificaciones o en las
declaraciones exigidas con el objeto de obtener autorizacioí n de documentacioí n
tributaria). Estos dos uí ltimos dicen relacioí n con los deberes formales del
contribuyente, traducido en el deber que tiene de informacioí n que debe realizar a la
admnistracion tributaria, eventualmente lo que podríía hacer el contribuyente es que
proporciona antecedentes falsos.
4. Cuarto Grupo de Delitos:
Aquellos que dicen relacioí n con la trasgresioí n a la obligacioí n de ejercer el comercio
líícitamente; art. 97 N° 4 inc. 1 (usar documentacioí n ya utilizada), art. 97 N° 8 (El
comercio ejercido a sabiendas sobre mercaderíías sin que se hayan cumplido las
exigencias legales relativas a la declaracioí n y pago de los impuestos), art. 97 N° 9 (El
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ejercicio efectivamente clandestino del comercio o de la industria), art. 97 N° 10 inc. 3
(La reiteracioí n de las infracciones sobre la trasgresioí n al no otorgamiento de
documentacioí n tributaria; lo curioso aquíí es que la conducta de la infracciones
transforma a esa conducta en un delito)
5. Quinto Grupo de Delitos:
Transgresioí n de la obligacioí n de no hacer que pesa sobre quienes proporcionan
documentacioí n a los contribuyentes; art. 97 N° 4 inc. final (ya visto), art. 97 N° 24
(relacioí n a las donaciones; desde un punto de vista tributario, el contribuyente puede
hacer donaciones de una empresa, es que se rebaja esa donacioí n de la base imponible,
asíí pago menos impuesto, pero ademaí s beneficio a una institucioí n, el delito estaí en
que se haga esa donacioí n y que de aquíí derive una contraprestacioí n), art. 97 N° 24
(que se utilice la donacioí n para fines distintos o como para gastos), art. 97 N° 25
(figuras que dicen relacioí n con zona franca, que no tengan la habilitacioí n o teniendo
esta franquicia, esta sea utilizada para enganñ ar al Fisco), art. 97 N° 26 (venta para el
abastecimiento de gas vehicular).
Infracciones Tributarias:
1. Primer grupo:
Art. 97 N° 1 (El retardo u omisioí n en la presentacioí n de declaraciones, que no
constituyan la base inmediata para la liquidacioí n de un impuesto), art. 97 N° 2 (El
retardo u omisioí n en la presentacioí n de declaraciones que constituyan la base
inmediata para la determinacioí n o liquidacioí n de un impuesto), art. 97 N° (La
declaracioí n incompleta o erroí nea, la omisioí n de documentos anexos a la
declaracioí n o la presentacioí n incompleta de eí stos que puedan inducir a la
liquidacioí n de un impuesto inferior al que corresponda), art. 97 N° 6 (La no
exhibicioí n de libros de contabilidad o de libros auxiliares y otros documentos), art.
97 N° 7 (El hecho de no llevar la contabilidad o los libros auxiliares), art. 97 N° 10
(El no otorgamiento de guíías de despacho, de facturas, notas de deí bito, notas de
creí dito o boletas), art. 97 N° 11 (El retardo en enterar en Tesoreríía impuestos
sujetos a retencioí n o recargo), art. 97 N° 15 (El incumplimiento de cualquiera de
las citaciones o la comparecencia de ciertas personas), art. 97 N° 16 (en este
punto, la premisa es que la peí rdida o la inutilizacioí n de la documentos puede
darse por fuerza mayor o caso fortuito, pero la peí rdida o inutilizacioí n no fortuita
de los libros de contabilidad o documentos que sirvan para acreditar las
anotaciones contables se sanciona con multa, pero es el mismo artíículo el que
establece en que caso esa peí rdida o inutilizacioí n es no fortuito, cuando yo doy
cuenta de esta peí rdida con posterioridad a la notificacioí n de la fiscalizacioí n de
documentos, esta es una presuncioí n que acepta prueba en contrario. Pero es la
misma disposicioí n que entrega la carga de dar aviso de esta peí rdida al Servicio, y
el deber de reconstituir los documentos dentro el plazo, el efecto importante de la
reconstitucioí n es que durante este tiempo se suspende el plazo de prescripcioí n del
art. 200 CT), art. 97 N° 17 (La movilizacioí n o traslado de bienes corporales
muebles realizado en vehíículos destinados al transporte de carga sin la
correspondiente guíía de despacho o factura), art. 97 N° 19 (El incumplimiento de
la obligacioí n de exigir el otorgamiento de la factura o boleta en su caso, y de
retirarla del local o establecimiento del emisor), art. 97 N° 20 (La deduccioí n como
gasto o uso del creí dito fiscal que efectuí en, en forma reiterada), y por uí ltimo el art.
97 N° 21 (La no comparecencia injustificada ante el Servicio, a un segundo
requerimiento notificado al contribuyente).
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30 de junio
Procedimientos:
Veremos:
- Procedimiento general de reclamaciones
- Procedimiento sobre vulneracioí n de derecho
- Procedimiento especial de reclamo por vulneracioí n de derechos
- Procedimiento ejecutivo tributario
Generalidades
Una de las modificaciones cuando se generoí la reforma fue que, antiguamente tenííamos la RAF
(revisioí n de la accioí n fiscalizadora) en la cual el contribuyente le pedíía la administracioí n
tributaria que volviera sobre sus pasos conforme a una liquidacioí n ya notificada, esa idea
queda en el Servicio, pero desde el punto de vista procedimental, se regulo un recurso
administrativo que se llama Recurso de Reposicioí n (art. 123 bis) y la idea es que respecto de
aquellas resoluciones reclamables, previo al procedimiento general de reclamacioí n judicial,
puedo interponer un recurso de reposicioí n administrativo, ante el SII o la autoridad que haya
dictado el acto administrativo recurrido.
Ahora, como sabemos el Derecho Tributario, desde el punto de vista de procedimiento
administrativo tributario, se aplica las disposiciones de la Ley N° 19880, precisamente este
recurso, se regula principalmente por esta ley, pero conforme a estas normas y ya inserto
dentro de un procedimiento general hay algunas modificaciones sobre el particular:
- Plazo para interponerlo es de 15 díías desde la notificacioí n del acto administrativo.
- Opera el silencio negativo administracioí n, dentro de los 50 díías no estaí notificada la
resolucioí n del SII se entiende que el recurso esta rechazado, porque la interposicioí n
del recurso de reposicioí n no suspende el plazo para reclamar jurisdiccionalmente.
- Los recursos administracioí n respecto de la resolucioí n dictada no procede el recurso
jeraí rquico o ni el extraordinario de revisioí n.
- Y como nos regimos por la Ley N° 19880, los plazos son de díías hables
administrativos, se excluyen los saí bados, domingos y festivos.
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1. La totalidad o de alguí n elemento o partidas de una liquidacioí n, giro, pago o resolucioí n.
Hay requisitos administrativos en la reclamacioí n, por ejemplo; cuando efectivamente
hay una liquidacioí n y un giro de impuestos simultaí neos yo puedo reclamar del giro
siempre y cuando este no se conforme a la liquidacioí n. Si existe giro y pago, se podríía
reclamar del pago, siempre y cuando el giro no se conforme al pago.
2. Se puede reclamar cuando el Servicio deniegue una devolucioí n de impuesto cuando
debiera pagarlo.
Plazo de reclamación:
La regla general es de 90 díías haí biles procesales y puede eventualmente ampliarse a 1 anñ o
siempre que se paguen los impuestos adeudados con intereses, reajustes y multas.
1. La individualizacioí n
2. Fundamentos de hecho y de derecho
3. Acompanñ ar documentos, el acto administrativo reclamado y su notificacioí n, este es el
documento habilitante para la presentacioí n de la reclamacioí n.
4. Contener las peticiones concretas
Si no se cumple con algunos de estos requisitos, el Tribunal daraí un plazo para que se subsane
estas observaciones.
En materia tributaria es posible comparecer sin patrocinio de abogado, esto da pasoí a que
otras personas representen al contribuyente, pero debe ser bajo la suma de 32 UTM, el
contribuyente puede comparecer sin abogado, este es líímite. En ese caso si es que hay alguna
inadmisibilidad del reclamo se da un plazo para subsanarlo que es de 3 díías si hay abogado, y
de 15 díías cuando no hay abogado.
Materias no reclamables.
- No son reclamables las circulares o instrucciones impartidas por el director o por las
Direcciones Regionales al personal (art 126, inc. 3°, CT)
- No son reclamables las respuestas dadas por el director o por las Direcciones
Regionales, o por otros funcionarios del SII, a las consultas generales o particulares que se les
formulen sobre la aplicacioí n o interpretacioí n de las leyes tributarias (art 126, inc. 3°, CT).
- No son reclamables la resolucioí n del Director Regional que se pronuncia sobre la
condonacioí n de sanciones administrativas, fijas o variables, sobre la condonacioí n de intereses
penales.
La reclamacioí n debe interponerse por escrito. Ademaí s, debe cumplir, en nuestro concepto, los
siguientes requisitos que se desprenden, ya sea de la ley, ya sea de su propia naturaleza y
objetivo:
- Identificar el oí rgano ante el cual se reclama.
- Identificar al reclamante.
- Individualizar el objeto del reclamo;
- Presentarse acompanñ ada de los documentos en que se funda la reclamacioí n, excepto
aquellos que, por su volumen, naturaleza, ubicacioí n u otras circunstancias, no puedan
agregarse a la solicitud;
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- Contener, en forma precisa y clara, las peticiones que se someten a la consideracioí n del
tribunal;
- La firma de reclamante o de su representante legal o mandatario.
Plazos de la reclamación
el reclamo deberaí interponerse, ordinariamente, en el teí rmino fatal de 90 díías (art 124, inc.
3°, CT.). el mayor plazo que contempla la norma nueva se justifica por la complejidad de los
asuntos tributarios y desecha un intento por reducirlo. El plazo fatal que contempla la ley para
reclamar se amplíía a un anñ o, cuando el contribuyente a quien el SII le ha practicado una
liquidacioí n, solicita el giro del impuesto y paga la suma determinada por dicho Servicio dentro
del plazo de 90 díías contando desde la notificacioí n de la liquidacioí n (art 124, inc. 3°, CT.).
Tramitación de la reclamación:
Contestación del SII: si el reclamo del contribuyente es admitido a traí mite accioí n, se confiere
traslado del mismo al servicio de impuestos internos por el teí rmino de 20 díías. La
contestacioí n del servicio deberaí contener una exposicioí n clara de los hechos y fundamentos
de derecho y las peticiones concretas que se someten a la de la decisioí n del tribunal tributario
y aduanero. (Art. 132 CT)
Recepción de la causa a prueba: vencido el plazo para contestar haya o no contestado el
servicio, el TTA, de oficio o a peticioí n de parte, deberaí recibir la causa prueba si hubiere
controversia sobre alguí n hecho sustancial y pertinente. En su contra, soí lo procederaí n los
recursos de reposicioí n y de apelacioí n (en subsidio de la reposicioí n y soí lo en el efecto
evolutivo) dentro del plazo de cinco díías. El teí rmino probatorio seraí de 20 díías y dentro de
ese deberaí rendir toda la prueba.
Medios de prueba: (Art. 132 CT)
Testigos: soí lo se examinaraí n los testigos que figuren en la lista presentada en los primeros
dos díías del teí rmino probatorio. Se admitiraí a declarar hasta el maí ximo de cuatro testigos por
punto de prueba. En el procedimiento no existiraí n testigos inhaí biles, pero el tribunal podraí
desechar de oficio a los que notoriamente aparezcan comprendidos en las situaciones del
artíículo 357 del CPC.
Oficios en informes de peritos: el tribunal tributario y aduanero y cuando se trate de
requerir informacioí n pertinente sobre los hechos materia del juicio, debiendo senñ alar los
hechos sobre los cuales se piden informes. Si accede a las solicitudes de oficio, el tribunal
deberaí disponer su despacho inmediato a las personas o entidades requeridas, quienes
estaraí n obligadas a evacuar la respuesta dentro del Del plazo que fije el tribunal, el que no
puede exceder de 15 díías.
Confesión: el director nacional de directores regionales no te entra la facultad de absolver
posiciones en representacioí n del servicio impuesto interno es. Creemos que es perfectamente
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procedente la confesioí n o declaracioí n de otros funcionarios del servicio de impuestos
internos.
Otras pruebas: se admitiraí cualquier otro medio probatorio apto para producir fe.
Restricciones probatorias los actos o contratos solemnes soí lo podraí n hacer acreditados por
medio de la solemnidad prevista por la ley no seraí n admisible aquellos antecedentes que
tienen relacioí n directa con las operaciones fiscalizadas, hayan sido solicitados determinada y
especííficamente por el servicio al reclamante en las situaciones que se refiere el artíículo 63 y
que este uí ltimo no haya acompanñ ado en forma integral dentro del plazo de dicho artíículo.
Valoración de la prueba: la prueba seraí apreciada por el juez tributario en conformidad las
reglas de la sana críítica, deberaí n expresar en la sentencia la razoí n juríídica quiera
simplemente loí gicas cientííficas o de experiencia en virtud de la cual es asigna valor que se
estima.
Plazo para el fallo: el tribunal tributario y aduanero tendraí el plazo de 60 díías para dictar
sentencia, desde el vencimiento del teí rmino probatorio. (Art. 132 inc. Final del CT)
Sentencia:
Forma de las sentencias: el tribunal tributario aduanero debe cumplir con los requisitos
previstos en el artíículo 170 del coí digo de procedimiento civil. Deberaí expresar en la sentencia
las razones juríídicas y las simplemente cientííficas teí cnicas de las cuales le asigna valor o las
desestima. Tomaraí en especial consideracioí n la gravedad concordancia y conexioí n de la
prueba, de manera que el examen conduzca loí gicamente a la conclusioí n que convence al
Sentenciador. Los fallos pronunciados por el tribunal deberaí n ser fundado. La omisioí n de este
requisito seraí corregido, de conformidad con lo dispuesto en el artíículo 140 del coí digo
tributario.
contra la sentencia que falle un reclamo solo podraí interponerse el recurso de apelacioí n,
dentro del plazo de 15 díías desde la fecha de su notificacioí n (art. 139 CT).
Procedimientos especiales:
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-. La no discriminacioí n arbitraria en el trato que deben dar el Estado y sus organismos en
materia econoí mica.
-. El derecho de propiedad en sus diversas especies sobre toda clase de bienes corporales o
incorporarles.
No debe tratarse de aquellas materias que deben ser conocidas en conformidad
alguno de los siguientes procedimientos:
- General de reclamaciones.
- Especial de reclamo de los avaluí os de bienes raííces.
- Determinacioí n judicial del impuesto de timbre que estampillas.
- General para la aplicacioí n de sanciones.
- Especiales para la aplicacioí n de ciertas multas.
Interpuesta la accioí n de proteccioí n del artíículo 20 de la Constitucioí n, no se podraí recurrir de
conformidad a las normas de este paí rrafo, por los mismos hechos. Nada impide que se
presente este reclamo y despueí s interponga dentro del respectivo plazo, la Accioí n de
proteccioí n de acuerdo al artíículo 20.
3. Forma y plazo del reclamo: la accioí n deberaí presentarse por escrito dentro del plazo de
15 díías haí biles desde la ejecucioí n de lacto la ocurrencia de la misioí n, o desde que se haya
tenido conocimiento cierto de los mismos.
5. Sentencia: vencido el teí rmino probatorio, el juez tributario dictaraí sentencia en el plazo
de 10 díías. El fallo contendraí todas las providencias que el tribunal juzgue necesarias para
restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida proteccioí n del solicitante.
En relacioí n a las normas anti elusivas, acaí hay dos conceptos en los cuales se entiende que hay
elusioí n, cuando hay contrato simulado y abuso del derecho.
Este procedimiento se discutioí , ya que las declaracioí n de contrato simulado y el abuso del
derecho le correspondíía al SII, lo curioso es que la mayoríía de los funcionarios del SII son
contadores auditores, el problema es que ellos no saben de derecho, hoy en díía esta
declaracioí n la hace el TTA previo a un procedimiento, parte este procedimiento con la
solicitud del SII que se declare el abuso del derecho o el contrato simulado, con esta solicitud
se le da traslado al contribuyente quien tiene un plazo de 90 díías, se fija una audiencia
(parecido al juicio sumario), se puede dar el caso que el contribuyente acompanñ e
antecedentes de los cuales el SII no haya tenido conocimiento y se le da un plazo de 15 díías al
SII para que formule los descargos.
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Recepcioí n de la causa a prueba y se fija un teí rmino probatorio de 20 díías, recurribles esta
resolucioí n.
Tribunal tiene un plazo de 20 díías para resolver
Apelacioí n en 15 díías y tambieí n procede recurso de casacioí n en la forma y fondo.
En el documento aparece que al deudor notificado se le otorga un plazo para que emita una
declaracioí n jurada de la existencia de sus bienes bajo apercibimiento de arresto, para poder
embargar viene se tiene que hacer esta declaracioí n jurada.
Si se inicia para la cobranza del impuesto territorial, de las contribuciones, el inmueble
respecto el cual existe deuda, se entiende embargado por el solo ministerio de la ley, esto
significa que no requiere inscripcioí n (juicio ejecutivo ordinario hay que inscribir el embargo)
Una vez notificado el contribuyente tendraí un plazo de 10 díías para oponer excepciones,
excepcioí n art. 177, que son, pago, prescripcioí n y no expresarle el titulo ejecutivo al
contribuyente y eventualmente la excepcioí n de compensacioí n.
El juicio ejecutivo tributario establece la posibilidad de embargar, hoy en díía el SII embarga la
remuneraciones de los trabajadores, pero la norma tributaria dice que los embargos que
procedan en la remuneraciones de los trabajadores es solo respecto aquellas parte que
excedan los 225.000 $ pesos (5 UTM), se puede embargar todo lo que sea sobre 225.000
pesos, acaí el problema que desde el punto de vista de las remuneraciones hay que aplicar el
coí digo del trabajo, la proteccioí n a la remuneraciones indica que sobre el milloí n y tanto se
puede embargar, acaí el problema es determinar que norma prima, por especialidad debiese
ser el coí digo del trabajo, lo otro es que la remuneracioí n permite la existencia de la persona y
el otro tema estaí en el tema temporal ya que la normativa del coí digo del trabajo es posterior al
coí digo tributario, derogacioí n tacita.
Requerido de pago y a partir del primer embargo comienza el plazo de 10 díías para oponer
excepciones, una vez que se presenten las excepciones el juez sustanciador debe pronunciarse,
tiene dos alternativas acoger o rechazar, si el acoge la excepciones propuestas dictara la
resolucioí n para ello, si el rechaza la excepciones propuestas necesariamente tiene que enviar
los antecedentes al abogado del SII, dicho de otra forma en el uí nico caso en que el juez
sustanciador se puede pronunciar sobre las excepciones es solo para acogerlas, si no las acoge
tiene que enviarlas al abogado del SII, si el juez acoge se termina el juicio ejecutivo, si no las
acoge tiene que mandarlo al abogado provincial, quien es en el fondo de dictar la resolucioí n
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acogiendo o rechazando las excepciones, normalmente la rechazan, hasta acaí el
procedimiento se ve en la tesoreríía.
En el juzgado civil, se pasa al juicio ejecutivo (coí digo de procedimiento civil), se notificoí ,
requirioí de pago y se embargoí y no pose puso excepciones, en el juicio ejecutivo normal en el
cuaderno principal estaí n las excepciones, si no hay excepciones no hay sentencia definitiva y
se sigue con el cuaderno de apremio, acaí es lo mismo en materia tributaria, una vez para el
abogado del SII, emite un escrito donde indica que se embargoí bienes y no se opusieron
excepciones y lo que se quiere ahora es proceder al remate, distinguir bienes muebles el
martillero y bienes inmuebles se hacen las bases de remate y situaciones excepcionales, lo que
se hace en el juzgado civil es la realizacioí n de los bienes.
Si opusieron excepciones el abogado provincial las rechazo, hay una resolucioí n dictada por el
abogado que se notifica por cedula al contribuyente donde se indica que se presentoí una
excepcioí n y que se requiere el pronunciamiento del juzgado.
En materia de juicio ejecutivo ordinario una vez presentada las excepciones, se le da traslado
al ejecutante y luego admisibilidad de las excepciones y prueba.
Cuando el abogado dicta esta resolucioí n, corresponde que el tribunal civil se pronuncia sobre
la admisibilidad de las excepciones luego viene la prueba y sentencia, se puede recurrir de la
sentencia en juicio ejecutivo ordinario.
El juicio ejecutivo tributario se lleva en dos partes ante el tesorero regional y ante el juzgado
civil.
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