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Pe LSIONES CONCEPTUALES ‘1. Derechos, deberes y garantias. El Capitulo III de la Carta Fundamental en vigor versa sobre los Derechas,y deheres contsttucionales. éQué son, entonces, las garentias en tal materia? f Para responder, recordaremos sumariamente los anales constitucionales de nuestra Republica én el tépico. La primera Constitucion que utilizé la denominacién derechos y deberes coms titucionates fue la de 1818. En los Gédigos Politicos posteriores se supeimaa la referencia a los deberes, aludiéndose sélo a los derechos o a las garantigs fundamentales, Tal vez, ocurrié asi porque se asumio.que a todo derecho tt anejo el deber correlativo. fe En el Cédige Politico de 1980, sin embargo, se hace nuevamente alusiim a los derechos y deberes, pero sin nombrar esta vez: las garantias, aunque es ocasiones se emplea este sustantivo como si fuera sinénimo de la palabra de- Techos, v. gr., en su articulo 1 inciso 4° y en el articulo 19 N° 26. Lo importante estriba en comprender que estos tres términas no son sindni- mos, Efectivamente, sc entiende por garantias las acciones y recursos process les, cuya eficaz deduccién ~preventivamente 0 expost-, decision y cumplimien- to por la Magistratura competente permite que cobren seguridad y realidad las declaraciones de derechos y debercs fundamentales, Si no ocurre-asi, entonces esas declaraciones se convierten en meras declamaciones, carentes de eficacia y, en [a medida en que la poblacién asume conciencia de tal situaciGn, va tam- bién perdicndo su confianza en la vigencia del sistema juridico. Por eso, las acciones y recursos tutelares de los derechos esenciales deben ser eficaces, pero no solo en la sede judicial, sino que también ante code drgano-que ejerza jurisdiccidn; por ejemplo, el ‘Tribunal Constitucional, fa Contraloria General de 2. Triple significado de las garantias, Existe un sentido amplisimo, otre vasto pero mds restringido y un tercero, estrictoy propiamente técnice-juridico™, 38 Wease Inig) Ferrajol: Derechos y garantias, 1a ley del més déhil(Maclric, Bd, Trott, 1999); y Jose Luis Cea Egafa: El principio de seguridad juridica en la Constitucin de 1980 (Santiago, Thbunal Constitucional de Chile, 2003) 36 Desuctto Gowerrmciower CHILES® TONG Hf fou Los Cex Reanse A. En la primera de esas tres acepciones, las garantias abarcan Ja totalidad de instituciones, pt privaclas, sean politicas, juridicas, sockiles © econdmicas, que configuran una cultura de respeto y pramocién de la dignidad humana y de las derechos fundamentales que fluyen de ella, Gonsecuentemente, la visién amplisima que cubre la historia, el presente y lo previsible del curso futuro de una Nacién Estado queda absorbida en este concepto. Hl se extiende, ademas, al plano internacional eon los trataclos Correspondientes. Abarca también multiples prineipios como la se- paracién de Grganas y funciones con cantroles y contrapesos; la democracia en cuanto modo de vida que eree-en la toleraneia y el métodio pacifico para resolver los conflictos; ln autonomia de la Sociedad Civil frente al Estado-Gubiernoy, la libertad de expresion y el pluralisme de ideas, medias de informacién, fuentes econémicas, agrupaciones sociales, etc. En este significado amplisimo que- dan comprendidos tambien la libertad de conciencia, la libertad personal, la igualdad ante la ley, el acceso a la justicia independiente, ef derecho a la educacién y otros atributos péblicos subjetivas semejantes. B. En suacepcidn vasta pero mds-restringida, las garancias se refieren a los resguardos institucio- nales, principalmente politicos y juridicos, con que la democracia en el Estado de Derecho aspira 2 logtar la legitimiclad de origen y ejercicio del poder o soberania por los gobernantes. ‘kitase de situar, en la mayor medica posible, al Estado-Gobierno come instrumento al servicio de la dignidad de la persona humana y de sus derechas inalienables, Por ende, quedan incluidas en este segundo significado la renovacion periddica y libre de las auroridades politicas; el principio de represen. tacién por ellas de la voluntad del Pueblo o de ki Naciéa; la institucionalizacién de mecanismos tipicos de la democracia semidirecta, como Ia iniciativa popular de proyectas de ley; la revocacigin fundadla de eiertos mandatos representativos y el plehiscito o referendo para decidir asuntos de gran relevancia nacional, regional o local; la actuacién eficaz de los érganos de control para velar por el principio de supremacta, como el Tribunal Constitucional, o cautelar el respero de los dere- chos fundamentales, v gr, el defensor Civica u ombudsmen, todo lo cual realza el rol de la funciesn de control C. Finalmente, légase al sentido estricto o mas restringide del término en estudio. Aqui, las garan- lias Se refieren a conceptos y procesos juridicos, comprendiendy el acceso, simple y directo, 2 los Grganos que ejercen jurisdicci6n para que, en un proceso justo o debido, ya través de procedimien- tos sumarisimos y eficaces, otorguen tutela real, sea preventivamente 0 &x post, al ejercicia legitimo de los derechos esenciales. En semejante orden de garantias se hallan los Grganos de control 0 fiscalizacién, sean politicos o administrativos, como la Camara de Diputadas y fa Contraloria General de la Repiiblica, en cuanto cautelan, cada cual en su competencia, el ejercieie seguro de aquellos atributos subjetivos irrenunciables. En la misma acepei6n se hallan los tribunals administrativos, de la libre competencia y otros semejantes™, Por supuesto, lus tres dimensiones resumidas que tiene ¢l sustantivo garantias se suman y no se Consiguientemente, ellas se adicionan y complementan mutuamente. Dificilmente, por lo dis, puede adquirir realidad el tercera de tales significados si los dos anteriores: no gozan de vigencia préctica En resumen, sé advierte ua proceso cvolutivo y de progresive enriquecimiento de las garantias, tanto en el orden nacional como internacional, en este ultimo a través de los tratados correspon. dientes. De ese progreso resulta ¢l sentido, también amplio y profundo, que el principio de la seguridad juridica tiene en el Estado Constitucional de Derecho Contemporiineo. 4 Consiitese Miguel Carbonell (editor): Luigi Ferrajolt. Democracia y garantismo (Madd, lt. Teotta, 2008), pp. 6 ss.:y Tomas-Ramén Fernandez: Discrecionalidad, arbitrariedad y control jurisdiecional (Lina, Ed. Palesira, 2006), pp. 333 55. Primera Parte: CARACTFRIZACION DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES 3. Declaraciones y declamaciones de derechos. No-es dificil admitir que poro o nada sirven aque- ths dedlaraciones © proclamactones cuando no van acompafadas de las garantias aludidas. Estas son kas que, en la prictica, infunden vigencia a tales declaraciones, llevindolas de la condicidn de tales, es decir, de proclamaciones solemnes en textos baillantes, ala calidad de valores, principios y normas eficaces y efectivos en fa realidad cotidéana, sea cle mormalidlad o de emergencia critica en la convivencia del Estado democritico. Enfatizamas el punto porque en nuestra América Latina sigue siendo frecuente observar la ten- dencia a confiar en la fuerza normativa propia de los preceptos juridicos, como si ella obrara es- pontinea 0 automidticamente, Nunca serd suficiente insistir que esa actitud debe ser reemplazada, asumiendo que siempre se torna indispensable entregar, por gobernantes y gobernados sin dstin- cidn, cuanto el sistema juridico, formalmente articuladlo en textos normativos adecuados, requiere para ser llevado a la prictica. En esta perspectiva, las garantias son tanto 0 més importantes que los derechos en la concrecin de! constitucionalismo #, #n sintesis, resulta insuficiente e ineficaz la manifestacidn de intencionesa favor de los derechos esenciales cuando no est, simulténeamente, asegurada la defensa y promocién del ejercicio de ellos por las garantias pertinentes. 4. Simetria de deréchos, deberes y garantias. Los derechos y los deberes tienen, en general, la misma importancia, ya que donde existe un derecho correlativamente existe un deber. Quien 5 titular de un derecho puiblico subjetivo, por énde, obliga al projimo-a respetario, sin excepcidn Empero, puntualizimos que la Constitucién de 1980 realza los derechos, contemplando para los deberes s6lo los articulas 22 y 23. Es menester, sin embargo, entender légicamente lo va expuesto ¥ que repetimos: jamds un derecho es absoluto y siempre va aparejado del deber correlativo, el cual limita 0 restringe ef ambito de ejercicio de aquél, encuadrindolo dentro de lo que es licito o legitimo, De manera que en los veintiséis numerales del articulo 19 del Cédigo Politico no se enuncian séilo derechos, sino que también los deberes inherentes al ejercicio racional de aquellos Concluimos aseverando, por ende, que el Poder Constituyente, ademds de tales deberes, en los articulos 22 y 23 de la Ley Suprema afiadi6 otros, los cuales quiso destacar por su carécter general, basico y decisivo para el desenvolvimiento y progreso ordenado de nuestra coexistencia ¢ da, o Sea, una convivencia respetuosa del prdjimo y de si mismo, tipica de personas cultas, Aclaramos, al cerrar este capitulo, que las garantias a que se alude no existen sdlo para amparar, de- fender o tutelar los-derechos, sino que, con semejante finalidad, también para fomentar o promo- ver su goce y exigir el cumplimiento de los deberes respectivos. Por supuesto, solo una poblaciém comsciente de sus derechos puede asumir la iniciativa para defenderlos, supuesto, como hemos advertido, que el sistema juridico haya contemplado las garantias adecuadas. No se olvide tampoco ‘que esas acciones y recursos son deducibles, preventivamente o ex post, no sdlo por los gober- nadas en contra de la autoridad, sino que también por esta tltima en defensa del ordenamiento juridico y, en ocasiones, de las atribuciones y potestades reconocidasa los entes piblicas. Los ér- ganos estatales requieren hallarse habilitados para deducir accién o intervenir cuando el estatuto ‘que lo rige ha sido amenazado o transgredido por conductas ilicitas de individucs o grupos. En fin, constituye un progres, cuya implementaciin real y ecuinime todavia es improcedente efec- tuarla por el breve tiempo transcurrido, la creaci6n del Instituto Nacional de Derechos Humanes, mediante la ley N° 20.405, de 2009. Su funcidn es promover y proteger el ejercicio de los derechos 12 Peter Haberle: “La Constitucién como Cultura", Anuario Theroamericana de Justicia Constitucional N* é ‘Madrid, Centro de Estudios Politicos y Constitucionales, 2002), 18 Aludimos al conceptode Norberta Bobbio en el pico, expuesto-en Estado, Gobiemo, Sociedad, Contribu- idm a una Teoria General de fa Polities (Barcelona, Ed. Plara y Janés, 1987), pp. 50 ss v

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