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VUUUUUTUTUUUUSD Su UUUT YU. a Cavitacion 166 Obras de desagiie en presas Las diferentes etapas de depésito en un embalse se muestran en forma esquems. tica en Ia figura 4.3, La capacidad del embalse puede preservarse (a) minimizando la entrada de se. Mentos, (b) maximizando el paso del sedimento, o (c) recuperando el almacena. miento, La minimizacién de la entrada del sedimento es de lejos la medida més efectiva y Puede lograrse, por seleccion éptima, la localizacién del embalse, al prevenirse ig erosién de la cuenca por métodos de conservacién de suelos (reforestaciGn, cons. truccién de terrazas, recubrimiento vegetal, etc.), al atraparse el sediment con tram. as 0 con pantallas de vegetacién en los tributarios aguas arriba del embalse, o al desviarse los flujos cargados fuertemente de sedimentos durante las crecientes, me- diante una estructura de desviaci6n, desde aguas arriba hasta aguas abajo de la pres La maximizaci6n del paso del sedimento requiere regular el flujo durante las crecientes y/o el lavado durante un desembalse. En ciertas condiciones, el afluente cargado de sedimentos no se mezcla con el agua del embalse sino que se mueve alo largo del lecho antiguo del rio como una corriente de densidad hacia la presa, donde puede extraerse mediante desagiies localizados y operados de manera adecuada, En Principio, el desarrollo de las corrientes de densidad requiere una diferencia signifi- cativa entre la densidad del afluente y el agua en el embalse, un embalse con gran profundidad y condiciones morfolégicas favorables (un lecho de rio antiguo, pro- fundo y recto), La recuperacién del almacenamiento puede lograrse lavando el sedimento depo- sitado, técnica que es efectiva s6lo cuando se combina con un desembalse sustan- cial, mediante sifonamiento 0 dragado, en este tiltimo caso ya sea con métodos convencionales, en particular puede usarse una draga de succién con una rueda de cangilones, 0 técnicas especiales (bombas neumaticas 0 de chorro). La cavitacién ocurre cuando la presién en el flujo del agua cae hasta el valor de la presi6n del vapor deé¥agua saturada, p, (a la temperatura prevaleciente); se forman cavidades lenas de;vapor y en parte de gases expulsados del agua como resultado de la presi6n baja Cuando el flujo transporta estas “burbujas’ a regiones con presi nes més altas, el vapor se condensa répido y las burbujas implotan, de repente las cavidades se lenan del agua que las rodea. Este proceso no s6lo es ruidoso, con Tuptura del patrén de flujo, sino que ademés ~més importante si la cavidad implota Contra una superficie, el impacto violento de las particulas de agua que actian en tuna sucesi6n répida a presiones muy altas (del orden de 1000 atm), de mantenerse Sobre un perfodo de tiempo, causaré un dafio sustancial a la superficie (concreto 0 acero), que puede conducir a la falla completa de la estructura. Entonces, la corro- si6n por cavitaci6n (formacién de cércavas) y la vibracién que a menudo la acompa- fia es un fenémeno que debe tenerse en cuenta en el disefio de estructuras hidrdulicas, ademas de prevenirse cuando sea posible (Knapp, Daily y Hammit, 1970; Galperin et al., 1977; Amdt, 1981). Presiones bajas ~muy por debajo de la presién atmosférica~ ocurrirén en los pun- tos de separaci6n del agua que fluye a lo largo de fronteras fijas, en particular si la velocidad de flujo es alta. Por tanto, hay dos factores, la presiGn p y Ia velocidad w, que influyen en el inicio de la cavitacién. Se combinan con la densidad p en el miimero de cavitacion, o, el cual tiene la forma del ntimero de Euler = Ap—p, pu. (4.14) La cavitacién ocurre si el nimero de cavitacién exe por debajo de un valor ertico que es una funcién de la geometria y puede variar ampliamente. Como ejemplo, en Ja figura 44 se muestra el niimero de cavitacién incipiente en escalones con pen dientes'y Protuberancias triangulares, determinados a partir de los datos de Wang Chou (Cassidy y Elder, 1984) De acuerdo con Ball y Johnson (Cassidy y Elder, 1984), un escaln de 3 mm per- pendicular al flujo causaré cavitaciones a velocidades tan bajas del orden de II ms-": para una caida del flujo igualmente alta, la velocidad critica es cercana a 32 ms- En el diseno de vertederos, en verdad se debe tener cuidado con problemas de cavita- ign en velocidades que exceden los 35 m s~1, aun si la superficie del vertedero es “lisa’ y bien construida. (Elder reporta valores de rugosidad absoluta de cerca de | ram © bis protuberancia triangular inclinado ° 02 af 06 08 To Niimero de cavitacién incipiente Figura 4.4 Numero de cavitacién incipiente para protuberancias inclinadas (Cassidy y Elder, 1984), Cavitac euouvuus UYU UeUUUU Uo 8 168 Obras de desagiie en presas 4.7 Vertederos ara el tinel Appalachia de 5.5 m de diémetro, que es con probabilidad la superfi de concreto mas lisa que se puede obtener sin palustrear en Ia superficie acabada), A veces se considera un valor de a, de cerca de 0.25 cuando se estima la veloc dad critica en superficies de concreto ‘lisas’. Otra posibilidad es expresar en fun. cién del factor de friccién de Darey-Weisbach 4 de la superficie [por ejemplo, , = 642 (Ellis, 1989)] El valor de p, en la ecuacién (4.14) es una funcién de la presién atmostérica y lg temperatura (py;~10 m H,O = pp para 100 °C; p, = 6.5 m para 90 °C y 0.5 m para 30°C). Aunque por lo general se supone que el inicio de la cavitacién ocurre cuandg) = p, (=0 para temperaturas normales del agua, es decir 10 m por debajo de py/ag) la presencia de gas disuelto y/o particulas en suspensién puede provocar cavitacién, a presiones mas altas; siendo asf aconsejable evitar presiones por debajo de 7 men vacfo (3 m absoluto) en el disefio de ingenierfa hidréulica. Debe enfatizarse, sin embargo, que en flujos turbulentos la presién media puede estar muy por encima del limite de peligro pero puede atin ocurrir cavitacién debido a la fluctuacién de las presiones instantaneas que caen por debajo de este limite. Para estimar el daiio de cavitaci6n es necesario analizar la presién turbulenta de las fluctuaciones, por ejem- plo bajo el resalto hidréulico en un tanque de amortiguacién (capitulo 5). Para medir el peligro de cavitaci6n en una situaciGn particular, es necesario efec- tuar mediciones en modelos (capitulo 15) 0 en el prototipo o hacer que el disefo se cifia a los principios bien establecidos. Si existe un peligro claro de cavitacién en una estructura particular entonces debe cambiarse ya sea el disefio 0 el modo de operacién © debe aplicarse alguna otra salvaguarda. La més frecuente de éstas es la de introducir aire en los sitios en peligro, es decir aireacién artificial, que previene la ocurrencia de presiones en extremo bajas. El uso de morteros epéxicos especiales puede también Tetrasar de forma sustancial el inicio de la cavitacién y sus dafios sobre superficies de conereto y es una medida titil en casos donde la cavitacién no es frecuente o prolongada. 4.7.1 VERTEDEROS DE CAIDA LIBRE La forma bésicA de un vertedero de caida libre (ogee) se deduce de la envolvente inferior de Ia fapa total que fluye sobre un vertedero rectangular de cresta delgada vertical con una velocidad de aproximacién V, = 0 y un espacio aireado en st {ote- lidad por debajo de la napa (p = pg), como se muestra en la figura 4.5 (por ejemplo, Creager, Justin y Hinds, 1945; US Burean of Reclamation, 1987). Para un vertedero de cresta delgada de ancho @, altura hy coeficiente de descarga Cy la ecuacién de descarga es: =? vagit4cy | (ye 2¥8)"_( ava)” 5 O=5 V29) c+ 2) (3) (4.15) que, para V) ~ 0, se reduce a Q= 3 V2g!bC, A. (4.16) Ches cercano a 0,62 (seccién 8.4).

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