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a4. ANALIZAR, EVALUAR Y ARGUMENTAR.
En mi libro ET Derecho oom argumentacin! teaté de
‘ofrecer lo que podria considerarse la parte més general de
tuna teorfa de la argumentacién juridica, La tesis funda
mental all defendlida venta a ser ésta: para dar cuenta
adecuadamente de la dimensién argumentativa del
Derecho habla que considerar (distinguit, para luego
integra en tina teorfa compleja) los componentes forma-
les, materiales y pragmsticos(dialécticos y retricos) que.
cexisten en toda argumentacin. A partir de ah -esa era mi
‘ptotensién-se estaba en condiciones de poder afrontar las
‘res. grandes preguntas que plantea ese enfoque del
Derecho: eémo analiza una argumentacién juridica,
‘c6mo evaluala y c6mo argumentar en el Derecho. Lo que
‘en este trabajo me propongo e contestar a la primera de
Is preguntas que, de todas formas, no puede separarse
tajantemente de las otras dos: el anisis de una argumen-
tacidn puede -suele- ser emprendido con vistas a detectar
ccusles ton sus puntos fuertes y débiles lo cual, a su vez,
sucle ser una preparacién para llevar a cabo una argu
‘mentacién, Piénsese, simplemente, en Ia situacién de un
juez de apelacién que debe resolver un recurso: para
hacerlo debe analizar la fundamentacién dl tribunal ape-
lado y de las partes, evaluar la ealidad de los argumentos18 en Ai
cempleados y, a pari de ahi, producir su propia fanda-
‘mentacion, Su propia argumentacion.
En todo caso, y por lo menos a efectos didécticos, tiene
sentido distinguir entre tes sitsaciones en las que alguien
un jarista, en el sentido més amplio de la expresién—
puede encontrarse en relacion con Ia argumentacién:
1) Un organo judicial, un drgano legislativo, un abo-
‘gado, ete. ha llevado -0 est llevando~ a cabo wna
‘argumentacién, y se trata de entender en qué con-
siste esa operacion o el resultado de la misma (ya
‘hemos visto que Ia argumentacién poelia entender
se como tn proceso, como una actividad, o bien
‘como un resultado), Para ello es necesario mostrar
‘cules son los diversos elementos de la argumenta-
cid y cémo se relacionan entre sf, or qué se argue
_menta, esto es, qué tipo de problema desencadend
la argumentaci6n, queé propésito perseguta el que
produyjo la argumentacién, qué fases cabe distin-
guiren la misma, etc. Por supuesto, entender asfel
anslisis de las argumentaciones supone no ver la
argumentacién puramente desde el punto de vista,
[gico-formal; el andlisis no es Gnicamente andl
de la forma de los argumentos.
2) En lugar de (o, quizés mejor, ademds de) entender
I argumentacign que alguien ha realizado -o esti
realizando- el jurista (0, en general, quien exami
1a una argumentacién) puede pretender enjuciar-
Ja esto es, contestar a la pregunta de s se trata 0
no de una buena argumentacidn. También aqut ¥
como hemes vist, la “bondad” puede verse en
Aérminos formes, materiales y/o pragmatics.
Una buena (correcta) argumentacion desde el
punto de vista formal puede ser muy poco solida
desde el panto de vista de las razones que incor
ora y resultar 0 no persuasiva.
3) Finalmente, el jurista (el juez, el abogado, el tecri-
9, etc) puede estar en una situacién en la que
debe argumentar: para fundamentar una decisién,
pata presentar un recurso que persuda a juez oa
algin érgano administrativo para que decida en
tal sentido, para persuadir al abogado de la otra
parte de que To mejor para ambos es encontrar una
solucién negosiada, para mostrar la necesidad de
‘un eambio jisprudencial ental sentido, la injus-
ticia de determinada medida legislaiva, la correc=
‘idn o incorreccién de tal teora, ete
‘Como esobvio, en el caso de 1) y de2) se trata de acti-
vidades ex post, 0 sea, presuponen una argumentacién ya
dada, mientras que 8) tiene lugar ex ante. Pero e50 110
quiere decir exactamente que se trate, respectivamente, de
Ia posicion de un observador o especiados, en un ca80, ¥
de un pasticipante en Ia argumentacién, en el ott.
Entender y, sobre todo, evaluar una argumentaci6n supo-