You are on page 1of 1
Carpeta 88 T1 PERSONA y SOCIEDAD Ponderian 2 distintos paradigmas, Seguide- ‘mente se revisaran las principales concepcio- nes de la naturaleza referidas a la tematice del desarrollo, poniendo el énfasis en las posturas ‘contempordneas. La frontera salvaje En el-inicio-de ta conquista y colonia, segtin la Informacién disponible, parece haber predominido una concepcién del entomno camo ‘espacios salvajes. La naturaleza era incontrolable y se imponia sobre el:ser human, quienes debian suffi os rtmos de luvias y sequias, la fertlidad del suelo, la disponibilidad de agua o las plagas de los cultivos. Los espacios sin colonizar eran a su vez, sitios salvajes, potencialmente peli grosos por les fietas y enfermedades que pu- dieran cobiar. Esta perspective era tipicamente euro- ea, proliferando en eseriios da los siglos XVII @ XIX. Un buen ejemplo son varias secciones de la enciclopedia del Conde Buffon, euya ver- sién en castellano se distibuyd amplamente fen el continente, con afirmaciones como "La naturaleza salvaje es horrible y letal" y el ser humano es el Gnico que puede convert en “grata y habitable" (véase el-andlsis de Clac- ken, 1996). Esas_mismas ideas se repetian en ‘América Latina, Desde una fase inicial donde se alternaba la admiracion con la belleza y ‘Fiqueza de los paisajes, con el temor, se paso at contral y dominio de las “fuerzas naturales", promoviendose el cultivo de fa tierra, Ia dese- ‘cacién de humedales, la construccién de cana les, la caza intensiva, la tala de bosques, la iniroduecion de especies productivas 0 la do- mesticacién de aquellas salvajes que fueran de uliidad. Siguiendo fa imagen de Descartes, donde todo era en realidad una méquin, la nnaturaieza era analizada en sus piezas (con el notable ejemplo del esfuerzo de catalogacion taxonémica de la fauna y flora de! Nuevo Kun- ddo emprendida por los exploradores europeos), ¥¥ desde alli proveer los medios para la. manipu- jacion y control. En Brasil, José Padua (1987) 404 Universidad Jeruita Aborto Hurtado Insizia Canosmararo d& Doctina y Eatusios Sociales ILADES destaca la figura de José Bonifacio, quien a inicios del sigio XIX, consideraba que te natura- Jeza era un “gran libro” que podia ser descitra- do por la observacion-empitica y racional, no para contemplarla, sino coma medio para el progreso, La mision se entendié como una “con. ‘quista® de la naturaleza, pero ademss sera la obra: humana la que permite "civilizar" a la natu- raleza, pata que offezea sus frutos y riquezas. ‘Se buscaba “civiizar" espacios que se conside- raban salvajes, tal como se justificaban buena parte de las campafias de conquista, tanto en la época de la colonia tardia como en los pri- eros affos' de las repiiblicas independientes, Por ejemplo, en Argentina la llamacia "Conquis ta del Desierto", a fines de! siglo XIX, se basa ba en "suprimir los indios y las fronteras” para "pobiar el desiesto". Lo que en ese momento se llamaba desierto inciula a ecosistemas como la Pampa, gue no tenian esas caracteristicas, revelando la aplicacién dol rétulo a lo que esta ba mas allé de la civilidad occidental, toda la ‘campafia se besaba en la contraposician entre civiizacion y barbarie (citas de Brallovsky y Foguelman, 1991). La naturaleza como canasta de recursos ‘A medida que avanzaba el control de la naturaleza, 8 imponia a su vez una visiéa Utitarista. Quedaban alrés los miodos ante el entorno, convirténdese en una "canssta" de recursos que pueden ser extraidos y utiizadas, Minerales, animaies y plantas eran vistos como abundantes y al aicance de fa mano. Domingo F. Sarmiento, en su "Facundo" presenta una Argentina donde todo se da en exceso: “in- mensa la: lanura, inmensos los bosques, in- ‘mensos los ros”, una descripcién que también se repite para otros paises. Los elementos de la naturatoza se los observa como "recursos", desvinculados lunes. de olfos (por ejemplo, los recursos ‘minerales no eran percibidos' en sus co- nexiones con el suelo que los recubria), El énfasis apuntaba a la of 22

You might also like