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Panorama de la antropologia Argentina: 1982-2006 Maria Alejandra Garcia’, Stella Ma Introduccién En este articulo presentamos un estado de la cuestisn sobre la produecién de la antyopolo- fa argentina acerca de los fendmenos eduicati- ‘vos escolares realizado en base a trabajos edita- dos dentro del campo entre 1982 -agio en que se organizé la primera mesa de trabajo de antro- pologfa de la educacién en el I Congreso Argen- tino de Antropologia~ y 2006. Hemos acotado la seleccién de trabajos a aquellos que estudia- ron los fondmenos educativos escolares porque, ‘2 partir de los ochenta, la problemétiea en tor no al dmbito de la educacién formal convocé la mayor parte de la produccién en antropologia, de la educacién argentina. Esto indudablemen- te guarda relacién con la gravitacién que tiene cl sistema educativo escolar en la vida social y Ja inclusion de un muy alto porcentaje de po- Dlacién infantil en la base del sistema asi co- mo el crecimiento sostenido de la cantidad de alunos en los niveles medio y superior por un lado, y el desempeio de los investigadores en Ja docencia ~en escuelas del sistema~ que pro- bablemente ha influido en el recorte del obje- to hacia la educacién formal, por otro. Lo que probablemente atrajo el interés de los investi- gadores es la gran complejidad de los procesos sociales y culturales implicados en las précti- cas escolares y desde la segunda mitad de la década del noventa acrocentado por los impac- tos de las reformas educativas. No obstante ad- vertimos que dejar afuera de este panorama los trabajos de antropologia de la educacién no cen- trados en la educacién formal impide considerar 2 este trabajo una totalizacién de los abordajes sobre la multiplicidad de los fendmenos educs- tivos La recopilacién de los textos fue realizada por el Grupo de Estudio y Trabajo “Antropologia y Edueacién Escolar” del Centro de Antropologia Social del IDES con el apoyo de un conjunto de y la educacion escolar en la Diana Milstein’, Maria Isabel Fernandez’, Garcia’, Mariana Paladino® ccolegas que buscavon el material que se hallaba disperso, en publicaciones variadas en diferentes lugares del pais®. En términos de cantidad, la mayor parte de los trabajos editados son pone: cias prosentadas en congresos de antropologia y de educacién, en segundo término contamos con articulos publieados en revistas © como eapitue los de libros y una menor cantidad, como libros. Hemos tomado también en cuenta las tesis que ‘obran como material en biblioteces institucio- nales, Sobre la base de la lectura y el anélisis de este conjunto de publieaciones, nos propusimos hhistorizar el incipiente desarzollo del campo y dar cuenta de los temas y problemas que han concitado mayor atencién, La produccién antropolégica presenta una particularidad dentro del campo de la investiga ci6n educativa que consiste en desarrollar un co nocimionto organizado que describe, compren- de y explica los fenémenos educative -escolares desde la perspectiva de los actores involuera dos utilizando la etnografia como enfoque para formular preguntas, abordar las realidades, in- terpretar y construir sontidos, analizar y narrar. De abi que en este articulo hemos incluido sélo publicaciones que explicitamente emplean este tipo de enfoque. ‘Asimisino, esta produccién presenta una es pecificidad dentro de la Antropologia tanto por los procesos sociales que recorta como porque se enfrenta a la existencia de otros discursos so- bore la educacién que provienen del campo de la Pedagogia y la Didactica y también de la Psi cologia, la Filosofia y la Sociologia. Esto tltimo tiene una incidencia fundamental porque coloca ‘una tonsién entre al menos, dos formas de abor- dar los fondmenos educativo-escolares; mientras la mirada antropoldgica es descriptiva e inter pretativa, la pedagégica es prescriptiva y nom ‘mativa, Los modos en que han sido articuladas, subordinadas, soslayadas, problematizadas una ¥ otra mirada también serén incluidos en los Anuario de Estudios en Antropolog'a Social, CAS-IDES, 2006, ISSN 1669-5-186 7 Anvario CAS-IDES, 2006 ~ Panoramas teméticos anélisis que aqui presentamos: Recorrido histérico Si bien no os posible eferirse a una produccién cn Antropologia y Educacién Escolar previa a Ja década del ochenta del siglo pasado, no pode ros dejar de mencionar la presencia de trabajos que, a peser de no haber definido los fendme nos educative-escolares como prableméticas de investigacién, pusieron en evidencia la vigencia de précticas y representaciones sobre el lugar de Ia escuela en la socializacién de las nuevas eneraciones y su rol en el proceso de “moder- nizacién’” Son ejemplos en este sentido los tra- Iaajos de José Cru (1967) quien dio cuenta de Jos procesos educativos en el ciclo de vida’ de la pobladores de una Iocalidad puneBia, de Esther Hermitte (1972) que a partir de sus anélisis del compadrazgo” mostxé las peculiares relaciones sociales que se gestan entre maestros o directo- zes de escuela con los pobladores de localidades del noroeste argentino; de Leopoldo Bartolomé (1968) que incorporé a las instituciones escola- zes agrotéenicas en el anilisis de realidades co diversidad sociocultural; de Hebe Vessusi (1975) que con su etnografia sobre la zafra azucarera fucumana subrayé la existencia de un proleta- iado rural en el campo argentino, cuyas mi saciones y movimieutos temporazios repereue ten en las matriculas escolaves, on el lenguaje, cn las reprosentaciones expresadas en los c tos y relatos miticos que “evan consigo” los supos domésticos; de Néstor Palma (2973) que sefialé a la escuela como lugar donde es posible impulsar cambios de pautas de conducta tradi- cionales y modernizar; de Boyd y otros (1974) que documentaron el contraste entre los eddigos «que impone la eseucla y los vigentes en una po- Dlacién auto adscrita como tebuelche, y alerta- zon sobre las drésticas conseeuencias de las po- Iiticas homogeneizantes y autoritatias; de Isabel Hernandez (1973) que problematizé la cuestion étniea en la socializacién escolar Hooros encontrado escasas menciones explici tas que tomaran a estos trabajos como antece: dentes en aquellos que posteriormente focalizae zon los fendmenos educativo-escolares. Bate da- to dobe sor tomado en cuenta para comprender tun aspeeto de la constitueién del campo de ane tropologia de la educacién argentina, que surgis ‘unos afios despus como un rca nueva que sal- vvando excepciones, desconoeié vinculos con la antropologia nacional existente, Recién en 1982, los problemas de la educa ign y Ia institucién escolar fueron definidos co- mo objeto de estudio antropolégico en Argenti- na, hecho exprosado on Ia constitucién de An tropologia y Educacién como drea de concen tracién de trabajos on el I Congreso Argentino de Antropologia Social, En dicha oportunidad se presentaron cuatro ponencias que revelaban. 1 incipiente trabajo en el érea que apuntaba, por un lado, hacia la necesidad de la interven- cién antropolégica para superar la contradiccién existente entre la ensefianza escolar oficial y la realidad socio-cultural de los agentes educati- vos y, por otro, hacia la importancia de inci. dir on la formacién docente y en procesos de cambio. Estas preocupaciones expresaban algu- nos de los debates vinculados a las experiencias desazrolladas dentro de Ia denominada Educ: cién Popular’ y daban cuenta de investigacio nes que fueron realizadas en diversos pafses la- tinoamericanos, en contextos de dictadura mi litar y que problematizaban la vida cotidiana escolar, el trabajo docente y la relacién escue- la/comunidad, Después de 1983 continuaron suméndose tra bajos que colocaban preguntas y problemas mostrando la importancia de documentar To que sucedia en las aulas, en las relaciones de la vida ‘comunitaria con la vida escolar y con el traba- Jo de los maestros y profesores. En su mayo. Ha apuntaban a interpretaciones exiticas de la realidad socio-politiea y educativa, fundamen talmente a través de ostudios en eseuclas de nivel primario, en relativa coincidencia con al- unos de los debates que se producian en ém- bitos educativos vinculados a sectores estatales de diversas provincias, que promovian reformas educacionales y bregaban por la formulacién de ‘una nueva Ley Nacional de Edueacién. En este proceso de lenta incorporacidn de estudios ane tropolégicos sobre educacién escolar al debate general educativo, también influyd la apertura de las carreras de antropologta en diversas uni versidades nacionales, los cambios curriculares encias de la Edueacién, el espacio que se abrié en la Facultad Latinoame ricana de Ciencias Sociales (PLACSO), la acti- vidad de la Red de Investigaciones Cualitativas sobre la Realidad Bscolar* y la proximidad de muichos investigadares a los sindicatos docen- tes. Si bien la participacién de los antropélogos como téenivos o asesores de soctores estatales nacionales y provinciales précticamente no tu de las carreras de Milstein et a: Panorama de la antropologia y la educacion escolar. -79 vo incidencia, por primera vez fueron reconoc dos los aportes que a nivel metodolégico podia brindar la Antropologia como disciplina para los estudios sobre la escuela, Entre estos, destaca- amos la propnesta metodolégica participante pa- a la capacitacién de dacentes on invostigacién 2 través de los denominados “talleres de educa- dores” (Batallan, 1983; Batallén, Garcia y Sov leme, 1986; Batallin y Garcia, 19882 y 1988b; Achilli, 1988) que se extendieron en varias pro- vincias del pafs, los trabajos que incorporaron Ja etnografia como un método en la investiga- cién educativa (Entel, 1984; Soria, 1985; Here- dia y Bixio, 1987 ; Krawezy'x, 1987; Sus, 1988), los intentos por incorporar temaéticas estudiadas ppor antropélogos como contenidos de ensefianza (Rodriguez, 1987 1991) A partir de los afios noventa result nota- ble el incremento de trabajos presentados en las mesas de Antropologia de la Educacién en los Congresos Argentinos de Antropologia Social? y las pouencias con enfoque antropolégico pre- sentadas en distintos congresos de Educacin y de Ciencias Sociales y Humanas, Esta crecien- te produccién fue por un lado, coincidente con un fenémeno similar en otros campos académi- cos ¥ por otro, guardé cierta conespondencia con el fuerte impacto social y politico que tu- vieron los cambios y reestructuraciones produ- Gidos en el sistema escolar péblico. Hay que re- cordar que las polticas de “ajuste estructural” y de “reforma de Estado” implementadas du- ante la década provocaron uma desocupacién y empobrecimiento sin provedentes en la histo- ria del pais. La denominada “reforma del Es- tado” produjo privatizaciones, disminucién del gasto piiblico bajo eritexios de “racionalizac (ere de oficinas piblicas, retivo voluntario con indemnizacién de empleados) y la descentrali- zacién administrativa y financieva que trasladé 1 las provincias y en ocasiones, a los munici- pos, Ia carga de sostenimiento de los servicios de salud y educacién que subsistieron a la ola privatizadora. En el caso de la educacién, en 1993 se sancioné una Ley Federal de Educacién con fundamentos “modernizantes”, que modifi €6 los tres niveles tzadicionales de ensefianz. los mecanismos del financiamiento estatal y al misino tiempo el Ministerio de Edueacién Nav Gional puso en marcha la modificacién de los “contenidos currieulares” La aplicacién de la ley acentus la crisis econdmica y social on tanto produjo tna gran disparidad y desigualdad, eo- mo efecto de los recursos financieros desiguales con los que contaba cada provincia, Esto condue jo a situaciones internas de empobrecimiento y desorganizacién institucional en cada provincia ‘que Ilevaron a la fragmentacién, no sélo de las cscuctas ¥ de los sistemas provinciales, sino del sistoma cducativo nacional, Durante los ltimos afios de la década la matricula escolar tendi a disminuir y se incrementé el ausentismo en los nifios provenientes de las familias donde se con- centré la desocupacién, el trabajo precario, las migraciones en busca de trabajo, la subalimen- tacién, etc. Diversos trabajos han desarrollado anilisiscriticos sobre las transformaciones de la cotidianeidad escolar en escuelas primarias ur- banas (Carzo y otros, 1997; Ghigtino y Lorenzo, 1997; Mancovsky, 1997; Achili, 2000a; Redondo y Thisted, 2004; Pini, 2006), en escuelas rura- les (Padawer, 1997) y en escuelas de frontera (Goldberg y Szule, 2000), Asimismo fueron es- tudiados algunos de los impactos en términos de curriculuza escolar explicito y oculto (Rodri- guez, 1994a y 1994b; Milstein y Mendes, 1996 Benftea y otvos, 1997; Brandi y otros, 1997; Bor- ton y Novaro, 1997 y 2000; Garcia y otros, 2000 Novaro, 2008; Vidal y Mallia, 2003), de traba- Joy representaciones sociales de los docentes (Merlo y otros, 1997; Mombello, 1997; Rodri- gucz de Anca y Mombello, 1997; Zoppi, 1998 D'Andrea, 2004; Diaz 2001; Hirsch, 2004; Mils- tein, 2004; Pallma, 2004; Guuzmén, 2005) v acer- ca de la formacin docente (Suarez, 1997; Achi- li, 2000; Vanella, 2002) y también de temas vinculados a las protestas sociales en su relacién con el Ambito escolar puiblico (Milstein, 2000 y 2003; Garefa, A., 2003; Alvarez y Juarez, 2004). Coincidentemente con un mayor avance en la implementacién de politicas educativas destina- das a sogmentos diferenciados de la. poblacién desde finales de la década del noventa en nuestro pais, ha habido una notable irrupcién de mesas, Jomadas y grupos de trabajo que ban tratado la feducacién con énfasis en la diversidad y la de- sigualdad social y cultural (Heras, 2003; Iba ¥y otvos, 2004; Séncher, 2004; Rubinelli, 200: Sabarots, 2005), ademés de destacarse trabajos ‘que incluyeron a los nifiosy los jévenes como in- terlocutores vlidos para explicar su lugar en la iversidad, registrar su experiencia en La “eal ¢ indagar su status en el proceso escolar ( tillin, 2003; Szule, 2004; Hecht y Smale, 2004; Montenegro, 2004; Gallo de Luna, 2005; Hecht, 2005; Coronel, 2006; Chaver, 2006; Di Milstein, 2006). Finalmente también cab Gionar que durante el dltimo periodo algunos

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