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. Entre cultura técnica ‘ y revolucion del obrar De lo que impropiamente se llama la antropologia de Simondon, que design lo que, en su filosofia, mira hacia lo colectivo, se retiene por lo general més la vocacién de “culeura técnica” que el concepto de transindividual. Esta nocién de “cultura técnica”, desarrollada sobre todo en El modo de existencia de los objetos técnicos pero que retorna en los capitulos adicionales de La individuacién... » ha con- tribuido mucho a la posteridad de Simondon como “pensador de la técnica”. Ahora bien, la sistematica puesta en relieve de esta imagen tecnolégica de la filosoffa de la individuacién se ve acompafiada de la mayor discrecién en lo que concierne a la vertiente “naturalista”! dela teorfa de la constitucion de lo colectivo. De manera tal que se Podrian ver alli como dos tendencias incompatibles del pensamien- '0, dos lineas que se encaminan en direcciones tan divergentes que “omprometerse en una significaria necesariamente traicionar la otra. " “Naturalismo” — suri cit ne vehiculiza de ningtin modo la tradicional oposicién entre Precdene lpe Pesto que la “naturaleza” designa, como lo vimos en el capitulo 79 parte de apeiron, Ia reserva de preindividual presente en cada quien. 99 | simondon. Una flosofia de lo transindividual pero si hay en este pensamiento sina tensién rebelde a toda resol ; Bare ? 1ci6 ice desarrolla en direcciones inconciliable i6n, situar su ambigiiedad. se trata ante todo q, le Hacia una “cultura técnica” La constatacién con la que se abre El modo de existencia de los objets séannoses la de una crisis, de un conflicto entre la cultura y la técnica eeflicto nacido del desconocimiento de la técnica por la cultura, que considera a esta como una “realidad ajena” (mEor, 31) y por esta razén Ie rechaza, “Cultura técnica” se llama entonces al pensamiento que tendré a su cargo resolver este conflicto; y, desde el comienzo, se dice que solo un pensamiento de tipo filosdfico puede asumir la tarea que consiste en volver compatibles cultura y técnica. Mas que un “pensador de la técnica’, Simondon aparece desde ls primeras lineas como un pensador de la resolucin de una crisis del humanidad en su vinculo con el mundo técnico. La razin de semejante crisis parece resiir en la oposicion secular entre, de un lado, el mun- do de la cultura como mundo del sentido, y del otro, el mundo de la técnica considerada exclusivamente bajo el Angulo de la uilidad. Por eso, arremetiendo contra el pilar del edificio de la discordia, la primera Franc de El modo de existencia de os objetostéenicos, que suena. por ello como un manifiesto, declara que los objetos técnicos son depositaros de un sentido’. {Cémo va a arreglirselas la filosofia para despejar ee sentido? Minceniéndose, lo cual es asi siempre en Simondon, como una filo: sof de la individuaci6n, o incluso como una ontogénesis. Pero que puede significar hacer la génesis de la técnica? Aqui como alld, él no nos ha hablado de /a técnica, es decir de una nocién general, sino de los objetos técnicos, de una multitud de seres que resultan de otras tantas operaciones técnicas. Por Jo tanto, se tratard en primer lugar de provocar una “toma de conciencia de los modos de existencia de 2 “Este estudio esté animado por ia ntencin de uci una roma demos sentido de los objetos técnicos” (meoT, 31). 100 Ente cultura tecnica yrevolucin del obra 0s técnicos” (MEOT, 31), es decir, de interesarse no en su uso, r bie i tos ob rm nvenci6n uiitaria que se puede proyectar sobre ellos, sino 9 ef ensu genesis as de funcionar «tan fijados sino necesariamente comprometidos en una 3s esa la tarea de una tecnologia, que busca conocer los niento de los objetos técnicos, en tanto esque- esque™ mas que no © Motucién temporal: En ef de un set viviente), y justa ord capaz de aurocondicionarse el ser técnico sipanomia. Por eso, aunque la intencién fabricadora depositada en un abjeto técnico no deba ser confundida con la intencién utilizadora que oe esencialmente exterior, no se puede explicar el modo de ser de x objeto técnico pot la intencién fabricadora que la hizo nacer Para voter el modo de existencia de los objetos técnicos, hace falta la intencionalidad humana y entrar en la concretitud de fecto, aunque inventado (lo que lo distingue mente porque inventado por un viviente ta dotado de una relativa compre! despegarse de Jos sistemas técnicos, en. la medida en que todo individuo técnico es un “jewema de elementos organizados para funcionar juntos, y se caracte- tiza por su tendencia a la concretizacion. En Simondon, para retomar (en sentido inverso) la expresin de Heidegger, se dird que la esencia de la técnica es claramente técnica. No reside en una racionalidad de emplazamiento?, en un régimen de utensilidad al cual simplemente ella daria cuerpo. Consiste en esta tendencia a la solidaridad cada vez nds conereta de los elementos agenciados en sistemas que funcio- nan, tendencia aut6noma en relacién con el acto de la invencién: la invencién da nacimiento a una “esencia técnica” (Mor, 64), es decir aun ser que, desde que existe, tiende a simplificarse, y haciendo esto engendra un filum genético, un linaje de individuos técnicos cada vez mds concretos. Un objeto técnico inventado no puede acceder de una veza la concretud, y el ancestro de un linaje tecnoldgico es necesaria- mente més abstracto que los individuos técnicos que Jo suceden en el interior del mismo linaje. Por eso el objeto técnico en tanto sistema no es tampoco reducible al sistema cientifico de interacciones causales que se aplican en él, y siempre “gubsigte una cierta diferencia entre el esquema técnico del objeto (que incluye la representacién de una finalidad humana) y el cuadro cientifico de los fenémenos de los que > Ver nota 5 en la pagina 131. 101

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