‘Oc dominio infidelium ct iusto bello
Sobre el dominio de los infieles
u la guerra justa
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UNIVERSIDAD NACIONAL
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AUTONOMA DE MEXICODE DOMINIO INFIDELIUM ET IUSTO BELLO
SOBRE EL DOMINIO DE LOS INFIELES
YY LA GUERRA JUSTARELECCION IMPARTIDA POR EL REVERENDO PADRE ALONSO DE LA VERA
CRUZ, MAESTRO DE SAGRADA TEOLOGIA, PRIOR DE LA ORDEN
DE SAN AGUSTIN Y REGENTE DE LA CATEDRA PRIMA DE LA MISMA
FACULTAD DE LA ACADEMIA MEXICANA
1. Dad al César las vosas del César y las que son de Dios a Dios. (Mateo, 22, 21)
2. Se presentan algunas dudas que se ofrecen en estas partes.
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3. Primero. En primer lugar se duda si aquellos que tienen pueblos en estas partes, sin ti-
tulo, pueden con justicia recibir tributos, o si estén obligados a la restituci6n de los mis-
mos y a la renunciacién del pueblo.
4. Para la solucién de esta duda debe notarse brevemente en primer lugar que el dominio!
del pueblo esté primera y principalmente en el pueblo mismo; asf pues, ni por ley natural
ni por ley divina hay alguien que sea el verdadero sefior en las cosas temporales, al cuai
oiros estén obligados a dar tributos.
5. Pues, aunque por naturaleza unos individuos se nombren libres y otros siervos, como
afirma Arist6teles,? sin embargo, esto es verdadero cn cuanto que hay algunos que sobre-
salen en virtud y prudencia, que con razén pueden estar al frente de otros, y que también
pueden conducir y guiag a otros. Otros son siervos por naturaleza, esto es, de tal manera
tienen una condici6n servil, qué mids bien deben someterse a otros y ser regidos por otros,
y no imperar sobre otros o regirlos. Sin embargo, quienes por naturaleza son libres no tie-
nen, por el hecho de ser més prudentes, dominio en acto sobre los otros, aun cuando esos
otros sean de condicién servil cuanto se quiera.
6. Es hecesario, pues, que si algunos tienen dominio justo, éste sea por voluntad de la co-
imunidad misma, la cual transfiere el dominio a otros, tal como sucede en el principade
di
aristocrético 0 democratico, o a uno solo, como sucede en el p
que sea por la voluntad de Dios, quien, como es sefior del cielo y de la tierra, puede dar a
uno o a muchos esta potestad de dominio, como consta por la eleccién de reyes hecha en
Sail y David, etc.