Andrea Bonvillani
TRAVESIAS GRUPALES
Algunas coordenadas para trab ajar/pensar
con grupos
€(Bditovial BrujasCapitulo I
Lo grupal, los grupos...
Algunas pistas para pensar las miltiples formas de
presentacién de la experiencia colectiva
“No podemos no estar dentro de la intersubjetividad: es
nuestra condicién de sujeto, en ella nos constituimos”.
René Kaés, 1996
Mas alla de nuestras elecciones, desde que nacemos hasta que
morimos nuestra vida es posible en la medida en que nos vinculamos con
otros, en que transitamos/formamos grupos?.
Adin asi, la existencia de los grupos como entidades dignas de ser
abordadas como objetos de estudio por la Psicologia social, ha sido
puesta en duda por aquellos teéricos que sostienen que el concepto grupo
debe ser subordinado al reino de los individuos, en tanto lo nico real son
las unidades que componen el grupo, se decir, las personas.
Uno de los representantes mds notorios de esta tradicién
en Psicologia social es Allport, para quien es una falacia
“explicar los fendmenos sociales en términos del grupo como un todo,
1 Hablaré de “grupo/s” hasta tanto formule algunas puntualizaciones respecto de los
alcances y limites que tiene su uso para designar las multiples formas en que pueden
presentarse las experiencias que compartimos con otros, por ejemplo para diferenciar
entre grupos, grupalidades, lo grupal.cuando la verdadera explicacién se encuentra tinicamente en las partes que lo
componen, los individuos” (Allport citado por Blanco et. al. 2005:22)
En algun sentido, esta posicién supone poner en tela de juicio la
existencia del grupo como objeto conceptual de indagacién, porque este
no seria otra cosa que una coleccién de individuos, considerados los
legitimos objetos de estudio para la Psicologia.
Entonces, cabe ahora preguntarse: Si, en la medida en que se trata
de una evidencia empirica inequivoca, asumimos la existencia material de
los grupos (esto es: los grupos forman parte de nuestra experiencia
cotidiana), gpodremos decir lo mismo de los grupos como objetos de
estudio para las Ciencias Sociales?
En otras palabras, ;cudles son los argumentos que permitirfan.
afirmar que los grupos deben ser considerados objetos de relevancia para
el estudio de la vida social?
Responder a estas preguntas le da forma a la primera parte de este
capitulo, mientras la segunda se ocupa de dar cuenta de las dificultades
con las que nos encontramos para delimitar de algtin modo el concepto
“grupo”.
Resulta paradojal que aunque todos tengamos un conocimiento
experiencial de los grupos y que, incluso, podamos trabajar con ellos de
manera intuitiva en nuestra practica cotidiana, nos resulte muchas veces
dificil definir qué entendemos por “grupo”. Sucede que se trata de un
objeto te6rico complejo que integra multiples dimensiones analiticas que
se presentan entrecruzadas. Por otra parte, en los tiltimos afios y al calor
de profundas _ transformaciones sociales, econémicas, politicas y
culturales, se ha producido una suerte de explosion de diversas formas
colectivas de asociacién, que ponen en juego modalidades variadas de
sociabilidad, e implican niveles dispares de formalizacién y compromiso
psicosocial de sus miembros. En este escenario de despliegue del lazo
social debemos ubicar desde movimientos sociales a comunidades
virtuales en internet, pasando por toda una gama de formas diversas de
participacién de 1a sociedad civil. También hay que puntualizar que la
crisis de 2001 en nuestro pais, moviliz6 diversas modalidades de
respuestas colectivas, como expresiones de protesta (“cacerolazos”), de
deliberacion de asuntos _ptiblicos (asambleas _barriales), de
gestion colectiva de necesidades (comedores y _huertas_comunitarias,