You are on page 1of 13

LA DEVOCIÓN.

Enseñanza de Paramahansa Yogananda.


LECTURA DE MEDITACIÓN
Nuestro Guru Paramahansa Yogananda dijo: «La meditación colectiva es un
castillo que protege a todo aspirante espiritual, tanto al novicio como al veterano en la senda.
Ella intensifica el grado de realización espiritual de cada miembro del grupo, a través del
invisible intercambio vibratorio del magnetismo colectivo». La meditación colectiva mantiene
a los miembros unidos, no por la influencia de la personalidad de quien la dirige, ni por los
programas musicales o festividades que se celebran en las reuniones, sino solamente por la
realización espiritual de cada asistente. Entonces los miembros de un grupo tienden,
espontáneamente, a reuniese a menudo para adorar a Dios en el altar de su devoción
común. Las mentes así unidas se convierten en canales más vastos, a través de los cuales
el poder divino fluye con mayor intensidad hacia cada alma». La meditación es una ciencia
y, como tal, ha de ser practicada de manera correcta a fin de obtener los resultados
apropiados.
En la introspección diaria, cada estudiante de Self-Realization Fellowship debe analizar su
práctica de las técnicas de meditación impartidas por nuestro Gurú, Paramahansa
Yogananda, de modo que sea consciente de lo que dura su meditación, de la devoción que
logra experimentar, de la profundidad con que se concentra y, en especial, de cuán
correctamente practica cada una de las técnicas de meditación.
Las meditaciones, ya sean individuales o en grupo, han de comenzar con una oración que
brote del corazón, que exprese devoción y que solicite la ayuda y las bendiciones de Dios
y del Gurú. Durante el período de meditación, debemos comulgar en silencio con el Ser
Divino, o hablar con la Divinidad, o cantar, o practicar alguna de las técnicas de meditación
que nos ha dado el Gurú. «Si Observas que aun cuando te esfuerzas por calmar la mente,
careces del poder para desterrar de ella los pensamientos inquietos y penetrar en el mundo
interior; sin duda alguna es debo a que careces de devoción»
Agregó nuestro Guru Paramahansa Yogananda: »Por medio de la práctica de Kriya Yoga,
nuestra conciencia funciona en un plano más elevado; la devoción al Espíritu Infinito surge
entonces espontáneamente en el corazón del cada devoto» Mientras dirigimos la atención
intensamente hacia nuestro interior, debemos incluir también otro elemento que es de vital
importancia para establecer contacto con Dios: la devoción.
Pregúntate: ¿Estoy ejercitando la devoción? Las técnicas nos llevan hasta el umbral, pero
para abrir la puerta que conduce a la presencia de Dios debemos emplear la devoción.
«Decía nuestro Guru Paramahansa Yogananda—, no podrás experimentar ese amor que
conmueve a Dios». La devoción que sentimos al meditar es un resultado del modo en que
hayamos practicado las técnicas. Dado que deseamos concentrarnos por completo en
nuestro amor por Dios y el Gurú y que en ocasiones estamos inquietos, necesitamos de las
técnicas para alcanzar un estado en el que podamos permanecer inmóviles y sentir y
expresar la devoción pura.
Si no experimentamos devoción debemos orar a Dios pidiéndole que nos la conceda.
Cuando nos esforzamos al máximo en la práctica de las técnicas, estamos demostrando
nuestra gratitud hacia Dios y, también, honrando nuestro compromiso hacia la Divinidad.
Esforzarnos no significa, sin embargo, permanecer tensos, sino más bien dedicar nuestra
atención a la técnica, en forma calmada e incesante, y hacer que la mente retorne a la técnica
cada vez que se distraiga. La engañosa ilusión tiende a alejarnos de la concentración,
desviando nuestra mente en incontables direcciones. Para contrarrestar esta tendencia, es
preciso que hagamos el esfuerzo de regresar, una y otra vez, a la práctica de las técnicas;
pero con Devoción.
.
Cuando realicemos nuestra introspección, debemos constantemente preguntarnos: En
primer lugar, ¿estoy practicando las técnicas? Si es así, ¿las practico correctamente y con
total concentración? Y por último, ¿las estoy practicando con devoción? Si cumplimos con
estos requisitos, el resultado está asegurado.
Paramahansa Yogananda afirmó: «Kriya Yoga más devoción funciona como las
matemáticas: es infalible».
EL CANTO DEVOCIONAL. Paramahansaji expresó en cierta ocasión: «El canto devocional
es la mitad de la batalla». En efecto, el canto no sólo despierta en nuestro interior aquel
intenso fervor que nos capacita para profundizar en la meditación, sino que nos ayuda
también a concentrar la mente y los sentimientos en el objeto de la meditación. Y cuando al
cantar nos concentramos cada vez más en el significado de las palabras que entonamos,
atraemos la respuesta divina. Un buen método para quienes están iniciándose en este arte
del canto devocional es que se aprenda la letra, entonarlos al unísono con el canto que se
está escuchando. ¡Qué gloriosa experiencia! Para alcanzar ese divino gozo interior, al cantar
o meditar tenemos que olvidarnos de todo lo demás. La presencia de Dios se siente
únicamente cuando nos desligamos por completo de todas las preocupaciones mentales. Así
pues, cada vez que invoques el nombre de la Madre Divina, trata de que no sean sólo
palabras. Absórbete por completo en Ella. Mediante tu concentración y devoción, haz de Ella
una realidad viviente en tu conciencia. La Madre Divina es real para quienes piensan que es
real; pero está distante —y es un mero nombre o un vago concepto mental— para aquellos
que la invocan mecánicamente. Todo devoto debe esforzarse por cultivar la devoción, de
modo que haya sentimiento en las palabras que dirige a Dios. La devoción se presenta
cuando calmamos los pensamientos inquietos, mantenemos el cuerpo sosegado, recogemos
la mente en nuestro interior mediante las técnicas del yoga y enfocamos la concentración en
un solo concepto, tal como «Madre Divina, Madre Divina, Madre Divina». Vuelca toda el ansia
y el anhelo del corazón y la mente en ese único pensamiento.
Cuando dependes por completo de Dios —es decir, cuando abrigas una devoción, una fe y
una entrega profundas—, Dios responde, con toda certeza Así pues, alma amada, medita
asidua y sinceramente con toda tu devoción. Con todo el amor de tu alma, ofrece al Ser
Divino esos cantos que han sido espiritualizados por Gurudeva. Ora pidiendo devoción: ora
para que tu corazón, tu mente y tu alma ardan con tal añoranza y fervor divinos que tu vida
se convierta en un inmenso anhelo de Dios. De este modo, tus pasos estarán firmemente
afianzados en el sendero espiritual. Recuerda: El canto sirve de gran ayuda para despertar
la devoción y el entusiasmo con relación a la meditación. Contribuye también a oxigenar el
organismo y, en meditaciones de larga duración, constituye una forma excelente de
interrumpir períodos prolongados de silencio.
Nuestra Amada Madre Sri Daya Mata dijo lo siguiente: “La devoción”, La meditación pierde
todo sentido si no enfocamos la totalidad de nuestra atención en el objeto de la meditación:
Dios. Si tan sólo practicamos técnicas, mas no nos esforzamos por cultivar una relación
personal con el Señor mediante la Devoción, la meditación se torna mecánica y tanto la
mente como el corazón pronto pierden el interés. Al meditar, procuremos sentir
profundamente la proximidad de Dios y nuestro Gurú. «Siempre me encontraré junto a
quienes piensen que estoy cerca», prometió nuestro Gurudeva. «Recuerdo que el Maestro
solía repetir que el romance con Dios es la experiencia más sublime del mundo, superior a
cualquier otra relación que el alma pueda experimentar, pues su amor y la comunión con Él
es siempre nueva y renovada DEVOCIÓN y GOZO. La relación con Dios jamás se marchita;
es siempre una deliciosa y fresca experiencia, un insospechado conocimiento o expansión
de sabiduría y entendimiento, un desconocido y estremecedor sentimiento de devoción que
conmueve el corazón del devoto»..
Nuestro Gurudeva Paramahansa Yogananda nos enseñó que a quien busca las verdades
espirituales, la devoción le permitirá establecer una relación personal con Dios. A través de
la devoción llegamos a comprender que la vida espiritual todo lo abarca, pues es una
práctica que puede llevarse a cabo en cualquier circunstancia para atraer a Dios hacia
nuestras actividades. Un método útil para cultivar la devoción es que el devoto establezca
una relación con Dios, porque todo tiene profundo significado para él. Algunos devotos, por
ejemplo, han llegado a desarrollar una intensa devoción y relación con Dios al hablar
mentalmente con Él. Al hacer regresar la mente, una y otra vez, a la conversación interior
con Él o con el Gurú. Dios habla al devoto a través de los pensamientos y afirmaciones que
proceden de la inspiración divina, la devoción. Las frases y oraciones que aparecen en libros
tales como Susurros de la Madre Eterna, Afirmaciones científicas para la curación y
Meditaciones metafísicas leídas con profunda devoción nos acercan a Dios. Después de leer
algunos párrafos de tales obras con profunda atención, los devotos comprueban con
frecuencia que los conceptos contenidos en ellos se les presentan más tarde durante la
actividad, para guiarles e inspirarles, y hacerles recordar de nuevo a Dios. Otro método útil
para cultivar la devoción consiste en relatarle amorosamente a Dios nuestras diarias
experiencias. Al salir a caminar, podemos contemplar la naturaleza y sentir la Divinidad a
través de la belleza y armonía que allí se manifiestan. Al desempeñar nuestras labores,
podemos detenernos de vez en cuando para reflexionar en cómo el poder de Dios nos
permite mover nuestras manos y pies, pensar, sentir y crear. Cuando vemos a un ser querido,
o recibimos una palabra de aliento, podemos establecer una asociación con Dios al pensar
que es su amor el que Él nos prodiga a través de tales relaciones humanas. Por medio de la
práctica, el devoto aprende a percibir a Dios en todas partes y en todo; finalmente, llega a
comprender que Dios es todo y en lo relativo a la devoción, es la mejor y la más sencilla y
segura experiencia que llega al corazón de Dios. En ocasiones, nos sorprenderemos ante la
paz y gozo divino que brotan en nosotros cuando simplemente detenemos nuestras
actividades por un momento, y cerrando los ojos volvemos la atención hacia Dios, en nuestro
interior y Él responde a estos pequeños actos de devoción; tan a menudo como volvamos la
atención hacia Dios para ofrecerle nuestro amor, con esa asiduidad comprobaremos que Él
nos responde. ¡Y aún más!—expresó nuestro Guru Paramahansa Yogananda—«Dios puede
escapar de las pequeñas redes del —discernimiento y de la actividad inmaculada o de la
concentración —pero no puede escapar de la red de nuestra devoción. Cuando el devoto
se entrega completamente a Dios, Él hace algo semejante. Cuando de sus leyes se trata,
Dios es muy exigente; sin embargo, es olvidadizo y se despreocupa cuando se le ofrece el
néctar de la devoción con el que Él se extasía. Dios ama beber la devoción del lugar secreto
del corazón del devoto». A veces, cuando una persona comienza a practicar la devoción,
comprueba que Dios está «jugando a las escondidas», afirmaba nuestro Gurú. Dios puede
demorar su respuesta para poner a prueba el amor del devoto; y en ocasiones, parecería
que Él está muy alejado. Practicar la devoción en esos períodos, simplemente significa que
se debe continuar buscándolo, negándose a sentirse desalentado. Durante los períodos
pasajeros de aridez o adversidad, es preciso decir a Dios: «No importa, Señor. Continuaré
haciendo cuanto esté a mi alcance para complacerte, sin tomar en consideración los
resultados o los obstáculos». Esta es una de las mayores expresiones de devoción, porque
le demuestra a Dios que lo deseamos no por lo que pueda concedernos, sino únicamente
por Él mismo.
Sri Gyanamata, una de las discípulas más avanzadas de Paramhansaji, expresó esta
verdad en una forma muy hermosa en su propia vida. Ella escribió: «Si en la oscuridad la
mente jamás vacila, si el amor y el anhelo nunca desfallecen, tendrás ahí la prueba de que
en verdad posees el amor de Dios». Además, es importante considerar cómo se puede
desarrollar la devoción en el contexto de las actividades que efectúan los grupos. Se puede
llevar acabo de varias maneras, como se indica a continuación: Por ejemplo, el grupo puede
promover una atmósfera de amor a Dios en sus reuniones efectuando sesiones periódicas
de kirtan (Canto devocional), en las cuales los cantos expresen principalmente la devoción,
se deben incluir dichos cantos en los oficios regulares del grupo. Cuando un grupo de
devotos une sus corazones y almas en un canto manifiesta un intenso anhelo de Dios, puede
crear un «imán» de amor que atrae la presencia del Señor y sus bendiciones. Otra práctica
que el grupo podría considerar consiste en organizar periódicamente retiros de un día
dedicados a un tema específico; por ejemplo: cómo cultivar la devoción, el significado del
amor divino, cómo sentir la presencia de Dios, etc. Este método ha sido empleado con
bastante éxito. Durante este retiro, todos los materiales de lectura —así como las selecciones
de los cánticos— deben enfocarse en el tema de la devoción para así lograr la mejor relación
con la Divinidad. Asimismo, es preciso animar a los devotos a reflexionar y meditar en dicho
tema durante su tiempo libre.
Muestreo Guru Paramahansa Yogananda insiste: Al tomar en cuenta la importancia de la
devoción en el Sadhana espiritual, siempre los devotos deben leer temas relacionados con
diversos aspectos de la devoción en los oficios de meditación. Durante las meditaciones los
devotos ofrecerán su amor a Dios y a los Gurús y comprobarán que a medida que se
esfuerzan para desarrollar el amor a Dios y a los Gurús, mediante su devoción, «se abrirán
las puertas» para atraer el amor de Dios hacia ellos. Esta práctica origina también un
sentimiento más profundo de gozo y armonía entre los miembros, el cual impregna todos los
aspectos de las actividades del grupo. La necesidad más grande para que un devoto o grupo
de meditación desarrolle la devoción, es tener un anhelo inquebrantable por Dios: el deseo
de dedicar el tiempo y el esfuerzo necesarios para cultivar esa relación con Él.
Este ardiente anhelo se presenta al establecer contacto con Dios a través de la práctica de
la meditación en la forma en que nuestro Gurú nos enseñó. En los grupos y centros de
meditación, los devotos tienen la oportunidad de reunirse en un ambiente de hermandad
espiritual para practicar las técnicas que finalmente aportan la experiencia directa de Dios.
Cuando percibimos la paz y el amor en la meditación, la devoción hacia Dios brota
espontáneamente en nuestro interior; en forma natural nos sentimos inspirados a buscarlo
en todas partes y a sentir su presencia en todo momento de nuestras vidas.
Paramahansaji afirmó: «Si practicas la kriya yoga y devoción habrás la batalla. Aun cuando
no sientas entusiasmo alguno al comienzo, si continúas practicando llegarás a experimentar
aquel intenso anhelo de conocer a Dios que es imprescindible poseer para encontrarle».
Pregunte siempre ¿Aplico dichas técnicas con devoción y concentración, o distraídamente?
Nuestro Gurú destacó el valor de la meditación colectiva, indicando que la suma de la
devoción y concentración de los integrantes de un grupo —no importa cuán pequeño sea
éste— ayuda a aumentar considerablemente la profundidad de la meditación de cada uno
de los asistentes. Los grupos en que se practican las enseñanzas con regularidad y la
devoción desarrollan cierto magnetismo espiritual, cuya fuerza atrae con el tiempo a otros
devotos. Las técnicas de meditación impartidas por nuestro Gurú, Paramahansa Yogananda,
deben ser practicadas conscientemente de modo que la devoción logre hacer experimentar,
la profundidad con que se concentra y, en especial, de cuán correctamente practica cada
una de las técnicas de meditación. Las meditaciones, ya sean individuales o en grupo, han
de comenzar con una oración que brote del corazón, que exprese devoción y que solicite la
ayuda y las bendiciones de Dios y del Gurú.
APÓLOGO: En cierta ocasión, un visitante se aproximó a Gurudeva Paramahansa
Yogananda con esta observación: «Aun cuando me esfuerzo por calmar mi mente, carezco
del poder para desterrar de ella los pensamientos inquietos y penetrar en el mundo interior.
Le repuso el Maestro: Sin duda careces de devoción».» Por medio de la práctica de Kriya
Yoga —agregó—, nuestra conciencia funciona en un plano más elevado; la devoción al
Espíritu Infinito surge entonces espontáneamente en el corazón del hombre»
En el Manual de Centros de SRF. Se recomienda de ser posible, que los grupos de
meditación, y especialmente los centros, celebren oficios de devoción el domingo por la
mañana y el jueves por la tarde, ya que nuestro Gurú, Paramahansa Yogananda, sentó el
precedente de celebrar oficios de devoción en estos días.
Oración final:

OM Padre Celestial, OM Madre Divina.


«Que tu amor brille para siempre en el santuario de mi
Devoción y que pueda yo despertar ese amor en todos
Los corazones».
Paramahansa Yogananda

VENGO A TI CON HUMILDAD, DEVOCIÓN, CON LA CONFIANZA DE UN NIÑO:


"Mi Señor, me atrevo a hacerte cualquier pregunta. Nunca me siento tímido, avergonzado o blasfemo,
porque Tú eres mi Amado. Tú conoces la simplicidad de mi alma. Tú entiendes mis anhelos de
comprensión y sabiduría. Tú me ves con mis buenas cualidades, y con todos los oscuros rasgos que
aún no he podido quitarme. No me castigas por los defectos con los que he envuelto la pureza de mi
alma. Tú me ayudas. No trato de ocultarte mis imperfecciones Señor. Vengo a Ti con humildad,
devoción, sencillez, con la confianza de un niño, pidiendo que me ayudes. Y continuaré pidiéndote hasta
que Me respondas. Nunca me daré por vencido”.
Daya Mata

Esquema del Oficio de Meditación (1 hora)


1. Oración inicial.
2. Instrucción breve para la meditación (optativo).
3. Lectura inspirativa seleccionada de los escritos de Paramahansa
Yogananda.
4. Períodos de canto y meditación (ver más adelante).
5. Canto final.
6. Puede practicar la técnica de curación.
7. Oración final
MATERIAL DE APOYO para principiantes

Meditación para principiantes


Tal como la enseñó Paramahansa Yogananda
1) Oración: Una vez adoptada la postura de meditación, ofrezca a Dios
una oración que surja del corazón, expresándole la devoción que siente por
Él y solicitándole que bendiga su meditación.
2) Tensar y relajar para eliminar el estrés
 Inspire, tensando el cuerpo completamente y cerrando los puños.
 Relaje todo el cuerpo al mismo tiempo y, a la vez, expulse el aliento
por la boca con una doble espiración, haciendo el sonido «ha, haa».
Repita este ejercicio de tres a seis veces. Olvide luego la respiración,
dejándola fluir hacia adentro o hacia afuera de manera natural, según su
ritmo espontáneo, como en la respiración común.
3) Enfocar la atención en el ojo espiritual
Con los párpados semicerrados (o completamente cerrados, si le es más
cómodo), dirija la mirada hacia arriba enfocándola, junto con la atención,
hacia un punto situado en el entrecejo, como si mirase hacia fuera a través
de dicho punto. (La persona que se concentra con profundidad tiende a
fruncir el entrecejo). No hay que cruzar ni forzar los ojos en forma alguna; al
relajarse y concentrarse con serenidad, la mirada se dirige naturalmente
hacia arriba.

Lo importante es
fijar la atención
por completo en
el entrecejo. Éste
es el centro de la
Conciencia Crística, el asiento del ojo único al cual se refirió
Cristo: «El ojo es la lámpara del cuerpo. Si tu ojo es único,
todo tu cuerpo estará iluminado» (San Mateo 6:22).
Cuando se logra el propósito de la meditación, el devoto
descubre que su mente se concentra automáticamente en el
ojo espiritual, experimentando —de acuerdo con su
capacidad espiritual interior— un estado de unión extática
divina con el Espíritu.
Se requiere profunda concentración y calma para ver el ojo
espiritual: un halo dorado que rodea un círculo azul, en
medio del cual palpita una estrella blanca de cinco puntas.
Quienes vean el ojo espiritual deben tratar de penetrar a
través de él mediante una concentración más profunda y con la ayuda de sus oraciones a Dios impregnadas de
devoción. La profundidad de la calma y la concentración necesarias para lograr este objetivo se desarrolla de modo
natural mediante la práctica continua de las técnicas científicas de concentración y meditación impartidas por Self-
Realization Fellowship [las cuales se enseñan en las Lecciones de Self-Realization Fellowship].

4) Orar profundamente a Dios en el lenguaje del corazón


Sin embargo, tanto si ve la luz del ojo espiritual como si no, debe continuar
concentrando su atención en el centro de la Conciencia Crística, o sea, en el
entrecejo, orando profundamente a Dios y a sus grandes santos. Invoque su
presencia y sus bendiciones en el lenguaje de su corazón.
Una práctica recomendable consiste en elegir una afirmación o una plegaria de
las Lecciones de Self-Realization Fellowship o de las obras de Paramahansa
Yogananda tales como Susurros de la Eternidad y Meditaciones
metafísicas, espiritualizándola con su propio anhelo y devoción.
Cante y ore a Dios en silencio, manteniendo la atención en el entrecejo, hasta que
perciba la respuesta divina en forma de calma, profunda paz y gozo interior.
Oraciones de Paramahansa Yogananda
Practicar una afirmación
Participar en el canto devocional (kirtan)

5) La práctica diaria facilita la ejecución de las técnicas más


avanzadas
El período de meditación debe durar al menos treinta minutos por la mañana y
treinta minutos por la noche. Cuanto más tiempo permanezca sentado, disfrutando
del estado de calma meditativa, más progresará espiritualmente. Conserve durante
sus actividades diarias la calma que percibe en la meditación; esta serenidad le
ayudará a manifestar armonía y felicidad en cada aspecto de su vida.
La práctica diaria de estas
instrucciones le facilitará la
ejecución de las técnicas más avanzadas de concentración y
meditación que se proporcionan en las Lecciones de Self-Realization
Fellowship. Estas técnicas científicas le capacitarán para
sumergirse más profundamente en el vasto océano de la presencia
divina. Todos existimos, en este preciso momento, en ese océano
del Espíritu; mas sólo a través de la práctica continua y dedicada
de la meditación científica podemos percibir conscientemente
nuestra existencia como olas- almas individualizadas que se
hallan en el inmenso océano de la bienaventuranza de Dios.
Más recursos para profundizar en la meditación.

Pasaje de los escritos de Paramahansa Yogananda:


«Como primer paso para entrar en el reino de Dios, el devoto debe sentarse quieto en la postura correcta de
meditación, con la espina dorsal erguida, y tensar y relajar el cuerpo, ya que la relajación libera la conciencia de su
confinamiento en los músculos.
»El yogui comienza con la práctica apropiada de la respiración profunda: inhalando y tensando todo el cuerpo,
exhalando y relajando; este procedimiento lo repite varias veces. Con cada exhalación debe desecharse todo
movimiento y tensión de los músculos, hasta alcanzar un estado de quietud corporal.
»Después, mediante la práctica de técnicas de
concentración, se elimina la inquietud mental. En el
estado de perfecta quietud del cuerpo y de la
mente, el yogui disfruta la paz inefable conferida
por la presencia del alma.
»En el templo del cuerpo reside la vida; en el
templo de la mente, la luz; en el templo del alma,
la paz. Cuanto más profundamente se adentre en el
alma, mayor será la paz que sienta: ese estado es
la supraconciencia.
»Cuando por medio de la meditación más profunda
el devoto amplía su percepción de la paz, y siente
que su conciencia se expande junto con esa paz por
el universo entero y que todos los seres así como
toda la creación se encuentran inmersos en ella,
está entrando entonces en la Conciencia Cósmica.
Siente esa paz por doquier —en las flores, en cada
ser humano, en la atmósfera—. Ve que la tierra y la
totalidad de los mundos flotan como burbujas en ese océano de paz».
Paramahansa Yogananda
El Yoga de Jesús

Oraciones de Yogananda.
Oraciones citadas de Meditaciones metafísicas de Paramahansa Yogananda

¡Oh Espíritu!, haz de mi alma tu templo, pero haz de mi corazón tu amado hogar, donde puedas Tú morar conmigo en un
dulce y eterno entendimiento.

Madre Divina, en el lenguaje de mi alma exijo que me reveles tu presencia. Tú eres la esencia de todo lo existente. Permíteme
verte en cada fibra de mi ser, en cada sutil vibración de mis pensamientos. ¡Despierta mi corazón!

¡Oh Dador de bienaventuranza perpetua!, trataré de hacer realmente felices a los demás, en agradecimiento por el gozo divino
que Tú me has dado. Serviré a todos por medio de mi felicidad espiritual.

Padre Celestial, enséñame a recordarte en la pobreza y en la prosperidad, en la enfermedad y en la salud, en la ignorancia y


en la sabiduría. Enséñame a abrir los cerrados ojos de mi incredulidad y contemplar tu luz, que sana en un instante.

¡Oh Luz resplandeciente!, despierta mi corazón, despierta mi alma, alumbra mi oscuridad, desgarra el velo del silencio y colma
mi templo con tu gloria.

Padre Celestial, colma mi cuerpo de tu vitalidad, mi mente de tu poder espiritual y mi alma de tu gozo e inmortalidad.

¡Oh Padre!, en mí se halla tu ilimitado poder que todo lo sana. Manifiesta tu luz a través de las tinieblas de mi ignorancia.

¡Oh Energía Eterna!, despierta en mí la voluntad consciente, la vitalidad consciente, la salud consciente y la realización
consciente.

Espíritu Celestial, concédeme la gracia de poder hallar fácilmente la felicidad, en lugar de dejarme avasallar por la
preocupación ante cada prueba o dificultad.

Padre, enséñame a esforzarme no sólo por conseguir mi propia prosperidad, sino también la prosperidad ajena.

¡Oh Padre!, enséñame a sentir que Tú eres el poder que se halla en el fondo de toda riqueza y el verdadero valor de todas las
cosas. Al encontrarte a Ti primero, encontraré en Ti todo lo demás.

Señor Invencible, enséñame a servirme continuamente de mi voluntad en la realización de buenas acciones, hasta que la
diminuta luz de mi voluntad arda como el fuego cósmico de tu voluntad todopoderosa.
Meditaciones metafísicas
Este libro es una selección de más de 300 oraciones, afirmaciones y visualizaciones universales, una
guía indispensable que ayuda —tanto al principiante como al experto en la meditación— a despertar
la ilimitada dicha, paz y libertad del alma. Incluye instrucciones preliminares acerca del arte de
meditar. Leer más sobre Meditaciones metafísicas.

Susurros de la Eternidad
Oraciones místicas de poética belleza
En la tradición de los grandes poetas místicos de todas las religiones, el libro
de Paramahansa Yogananda Susurros de la Eternidad abre una ventana
hacia la sagrada experiencia del éxtasis.
Al compartir sus oraciones y afirmaciones para despertar el alma, que
provienen directamente de su elevado estado personal de unidad con Dios,
el célebre autor de Autobiografía de un yoguimuestra a los buscadores
contemporáneos de la verdad cómo alcanzar su propia percepción extática del Ser Divino.

Afirmaciones
Afirmaciones científicas para la curación

«Desechando de mí todo fardo mental, me relajo y permito


que Dios exprese a través de mí su perfecto amor, su perfecta
sabiduría, su perfecta serenidad».
Paramahansa Yogananda
Mucho antes de que fuese ampliamente conocido el poder de las afirmaciones para
sanar la mente y el cuerpo, Paramahansa Yogananda enseñaba a embelesadas
audiencias de Estados Unidos cómo alcanzar y aplicar directamente los
extraordinarios poderes curativos ocultos en cada ser humano. Él presentó esta
poderosa práctica de sanación al público estadounidense en 1924, durante su
primera gira de conferencias que le llevó a lo largo y ancho del país. En las décadas
de los años treinta y cuarenta, al comenzar o concluir los oficios inspirativos que
celebraba en los templos de SRF que había fundado, el gran maestro casi siempre
dirigía a los concurrentes en la práctica de una afirmación para la curación o de una
afirmación para despertar el poder de la voluntad, la devoción o la percepción de la
presencia de Dios. Hoy en día, cientos de miles de personas en todo el mundo se han
beneficiado con la práctica de las técnicas de afirmaciones científicas para la curación
que él enseñó.
En su obra precursora, Afirmaciones científicas para la curación, Paramahansaji escribió:
«Las palabras colmadas de sinceridad, convicción, fe e intuición actúan como bombas
vibratorias altamente explosivas, cuyo estallido desintegra las rocas de las dificultades,
operando la transformación deseada. […] Cuando, ante un conflicto, repetimos afirmaciones
sinceras, con plena comprensión, sentimiento y determinación, éstas atraen infaliblemente la
ayuda de la Omnipresente Fuerza Cósmica Vibratoria. Apela a dicho Poder con confianza
infinita, desechando toda duda; de otro modo, la flecha de tu atención errará el blanco.

»Una vez que hayas sembrado en la tierra de la Conciencia Cósmica las vibrantes semillas de
tus oraciones, no las excaves a menudo con el objeto de comprobar si han germinado o no.
Concédeles a las fuerzas divinas la oportunidad de operar ininterrumpidamente».
Paramahansa Yogananda,
Afirmaciones científicas para la curación
«Es preciso que la actitud mental se adapte al tipo de afirmación utilizada: las afirmaciones
relacionadas con la voluntad deben acompañarse de una enérgica determinación; las Encargar ahora
afirmaciones relacionadas con los sentimientos deben acompañarse de devoción; las
afirmaciones relacionadas con la razón deben acompañarse de un claro entendimiento. Cuando se desea sanar a otros,
hay que seleccionar un tipo de afirmación que concuerde con el temperamento del paciente, sea éste activo,
imaginativo, emotivo o reflexivo. Un requisito fundamental en la práctica de las afirmaciones es la intensidad de la
atención, aunque la continuidad y la repetición son también factores de considerable importancia. Repite atenta y
reiteradamente tus afirmaciones, saturándolas de devoción, voluntad y fe. Y no te inquietes por los resultados: éstos
habrán de producirse naturalmente, como fruto de tus esfuerzos».
Paramahansa Yogananda,
Afirmaciones científicas para la curación

Paramahansa Yogananda revela las leyes sutiles que permiten enfocar la fuerza del
pensamiento concentrado no sólo para lograr la curación física, sino también para
superar obstáculos y obtener verdadero éxito en la vida. Se ofrecen aquí
instrucciones completas y una gran variedad de afirmaciones para sanar el
cuerpo, desarrollar la confianza en uno mismo, despertar la sabiduría, eliminar los
malos hábitos, y alcanzar otras muchas metas positivas.
Instrucciones para la práctica de afirmaciones
Seleccionar una afirmación
Lo más eficaz es practicar las afirmaciones en el momento de despertar, por la
mañana, o justo antes de dormir, por la noche. Antes de comenzar a practicar las
afirmaciones, es importante sentarse en la postura correcta de meditación, en
una silla o sobre una superficie firme. La espalda ha de mantenerse recta, y los
ojos, cerrados, concentrando la atención en la región del bulbo raquídeo (en la
parte posterior del cuello). Desalojar de la mente los pensamientos inquietos
y las preocupaciones.
Elija una de las siguientes afirmaciones y repítala completa, comenzando en voz alta y bajando progresivamente la voz
—mientras la repetición se hace a su vez más lenta— hasta acabar en un susurro. Después deberá continuar repitiendo
la afirmación de forma mental solamente, hasta que sienta que ha alcanzado una profunda e ininterrumpida
concentración. A medida que experimente una creciente paz, esfuércese por profundizar su concentración, a fin de que
pueda entrar en el reino de la supraconciencia y hacer realidad sus afirmaciones.
«Estoy sumergido en la luz eterna; ella satura cada partícula de mi ser. Vivo en esa luz. El Espíritu
divino me colma por dentro y por fuera».

«Dios está en mi interior y a mi alrededor, protegiéndome; así pues, desecharé de mí todo temor,
ya que éste cierra las puertas a la luz de la guía del Señor».

«Padre Perfecto, tu luz fluye a través de Cristo, a través de los santos de todas las religiones, a
través de los maestros de la India y a través de mi propio ser. Tu divina luz está presente en todas
las regiones de mi cuerpo. Estoy sano».

«Sé que el poder de Dios es ilimitado. Puesto que he sido hecho a su imagen, yo también estoy
dotado de la fuerza para superar todos los obstáculos».

«Desechando de mí todo fardo mental, me relajo y permito que Dios exprese a través de mí su
perfecto amor, su perfecta sabiduría, su perfecta serenidad».

«Enséñame a sentir que la aureola de tu todo protectora omnipresencia me envuelve siempre: en


el nacimiento, en la aflicción, en el gozo, en la actividad, en la meditación, en la ignorancia, en las
pruebas, en la muerte y en la liberación final».

«La luz de tu bondad y tu poder protector está siempre brillando a través de mí. Yo no la veía,
porque los ojos de mi sabiduría se hallaban cerrados. La caricia de tu paz ha abierto ahora mis
ojos; tu bondad y tu infalible protección fluyen a través de mí».

«Padre Celestial, Tú eres Amor y me has hecho a imagen y semejanza tuya. Yo soy la esfera
cósmica del Amor, en la cual puedo ver, cual centelleantes luces, todos los planetas, todas las
estrellas, todos los seres, la creación entera. Soy el Amor que ilumina todo el universo».

«Al sonreír, incluso cuando sea difícil hacerlo, ayudaré a sonreír a quienes lloran».

«Irradiaré amor y buena voluntad hacia los demás, y abriré así una vía para que el amor de Dios
pueda llegar a todos».
Instrucciones para la práctica de afirmaciones
Las afirmaciones que aparecen en esta sección se tomaron de los libros de Paramahansa Yogananda
Afirmaciones científicas para la curación y Meditaciones metafísicas.

Kirtan (canto devocional)


Paramahansa Yogananda trajo a Occidente el arte de la India del canto devocional, iniciando a miles de
personas a la experiencia de cantar juntos himnos de alabanza a Dios. En abril de 1926, en el famoso Carnegie
Hall de la ciudad de Nueva York, el gran Maestro enseñó el amado canto «¡Oh Dios hermoso!» a una amplia
audiencia que llenaba la sala a rebosar. Más tarde, relató:

«Durante una hora y veinticinco minutos, miles de voces —el auditorio en pleno— cantaron […] en un ambiente
divino de gozosas alabanzas. […] Al día siguiente, muchos hombres y mujeres dieron testimonio de la
percepción de Dios y de la curación de cuerpos, mentes y almas que había tenido lugar durante el canto
sagrado, y llegaron numerosas peticiones para repetir el canto en otros oficios».

Paramahansa Yogananda trata sobre el canto. Escuchar cantos: En este vídeo, varios miles de voces se
unen a las monjas de Self-Realization fellowship en una efusión de devoción. «Jai Guru» significa «Salutación
al Gurú» o «Victoria al Gurú». Estos cantos seleccionados del libro Cosmic Chants, que se presentan por primera
vez en español, fueron interpretados y grabados por discípulos de Paramahansa Yogananda bajo la dirección de
la Sede Internacional de Self-Realization Fellowship.

You might also like