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“Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional”

ESTRUCTURA SUGERENTE DEL ARTÍCULO PEDAGÓGICO SOBRE LA


IMPLEMENTACIÓN DE ALGUNA TEMATICA DE LA FASE PRESENCIAL DEL I
CONGRESO PEDAGÓGICO “HACIA LA EDUCACIÓN QUE QUEREMOS PARA
HUANCAVELICA”
TÍTULO DEL ARTÍCULO PEDAGÓGICO
Debe resumir y conjugar el contenido esencial de la ponencia que le causó mayor
impacto y su implementación en su IE, debe ser breve y ser redactado de tal
manera que llame el interés del lector. Ejemplo: La neurociencia aplicada al
desarrollo de aprendizajes en la IE San Francisco de Asís.

I. DATOS INFORMATIVOS.
DIRECCIÓN REGIONAL DE EDUCACIÓN DE HUANCAVELICA

NOMBRE/N° DE LA IE I.E. N° 36391

NIVEL PRIMARIA DISTRITO YAULI UGEL HUANCAVELICA


APELLIDOS Y NOMBRES
CONDORI JURADO JOAQUIN
DEL DOCENTE DE LA IE
LUGAR Y FECHA

Datos de la IE y del docente.


Si el participante actualmente no labora en una IE, deberá centrarse en los
fundamentos teóricos y obviar la parte práctica.

II. INTRODUCCIÓN.
En la introducción el autor presenta la ponencia que abordó y su implementación
en su IE, partiendo siempre de algunos antecedentes, así como los objetivos que
persigue con el mismo.
III. DESARROLLO.
En esta parte del artículo el autor fundamenta lo que desea dar a conocer. Se
ofrecen evidencias del impacto causado por la implementación de lo aprendido en
el I Congreso Pedagógico en la mejora de los aprendizajes de los estudiantes. Se
argumenta apoyándose en citas u opiniones de otros autores (se recomienda
emplear la norma APA), se presentan las ideas esenciales y complementarias que
se desea difundir.
IV. CONCLUSIONES.
El objetivo de esta parte es cerrar la idea o las ideas centrales del artículo.
V. RECOMENDACIONES.
Se formularán las recomendaciones para la implementación de su propuesta.

VI. BIBLIOGRAFÍA.
Se pone aquella que el autor considera fundamental en su artículo, que le da
consistencia, fiabilidad y actualidad al tema propuesto. Incluye de manera
obligatoria los autores y títulos que fueron citados.
Ejemplo:
Redolar Ripoll, D. (2014). Neurociencia cognitiva: Diego Redolar Ripoll. Madrid:
Médica Panamericana.

VII. ANEXOS.
Sesión de aprendizaje relacionado a la implementación de lo aprendido en el I
Congreso Pedagógico, y/o evidencias fotográficas u otros que considere
relevante.

……………………………

DNI

El articulo debe tener un mínimo de dos a un máximo de tres páginas (sin


contabilizar los Anexos) y ser entregado a partir del día 17 de setiembre de 2018
en la Dirección de Gestión Pedagógica de la DREH, para la entrega de los
certificados correspondientes.
¿Sabes cómo funciona tu cerebro cuando estudias?, ¿cuál crees que es el mejor
momento para estudiar?
Esto y mucho más intenta desvelar una nueva disciplina llamada Neurociencia
Aplicada a la Educación que analiza los procesos neuronales que se llevan a cabo
cuando uno está memorizando contenidos.
Aprender es un proceso por el cual adquirimos una determinada información y la
almacenamos para poder usarla cuando nos haga falta. La Neurociencia Aplicada a
la Educación nos dice que hay dos tipos de aprendizajes: uno de corta y otro de
larga duración. El primer modelo se usa para cosas como la lista de la compra,
tareas para hoy y cosas que no necesitan estar recordándose continuamente. El
segundo modelo nos sirve para memorizar conocimientos que vayamos a utilizar
habitualmente.
¿Dónde está el problema entonces? Pues en que muchas veces se estudia y se
almacenan las cosas en la memoria a corto plazo arriesgándonos a olvidarlo todo en
el peor momento. ¿Por qué retenemos muchas veces lo estudiado en la memoria a
corto plazo? Pues porque lo dejamos todo para el último instante; de esta forma le
estamos mandando una orden errónea a nuestro cerebro haciéndole creer que lo
que se almacena no tiene la importancia que realmente tiene. Ponemos a la misma
altura la lista de la compra y un examen de Historia.
Sin embargo, cuando estudiamos de forma continuada las conexiones neuronales se
fortalecen y el estrés mental es menor. Lo que se consolida poco a poco es más
duradero y así el cuerpo está más relajado a la hora de asimilar nuevos contenidos.
Por eso las horas de sueño también son fundamentales para empollar y no
exponerse a olvidarlo todo el día del examen, o en otras palabras, que la cama es
para descansar.
Igual de importancia le dan los científicos a otros factores como: estudiar en un sitio
adecuado (si es lejos de la televisión mejor), comprender es mejor que aprender de
memoria (nuestro cerebro funciona por asociación y lo que se comprende es más
sencillo de retener), estudiar durante el día (en la noche el cansancio es mayor),
empezar por lo más fácil para coger confianza, comer bien y no
hacer megasesiones de estudio sin descansar.
Tampoco te fies de los compañeros que lo dejan todo para el día anterior al examen
y aprueban, pues no todo el mundo es igual y algunas personas tienen más facilidad
para asimilar conceptos en menos tiempo. La inteligencia no se mide por los records
de memorización in extremis sino por conocer los propios límites y saber usarlos en
nuestro propio beneficio.
Descubrimientos fundamentales de la neurociencia
La neurología –tradicionalmente ocupada en resolver problemas de salud clínicos-
está aportando datos relevantes para la educación y el aprendizaje. Mediante
pruebas como la Resonancia Magnética Nuclear (RMN), la Tomografía Axial
Computerizada (TAC) y sobre todo la Tomografía con Emisión de Positrones (TEP),
los científicos están fotografiando nuestros pensamientos, emociones, conductas y
la forma en que recordamos muchas cosas.
De este modo se observa como el aprendizaje cambia la estructura física del
cerebro, es decir, que se fortalece con el ejercicio mental. Aún más, estudiar
organiza y reorganiza la mente, o mejor dicho, que el ejercicio mental cambia
nuestro modo de percibir y comprender la realidad.
También se observa que los genes, el desarrollo particular de cada uno y la
experiencia adquirida modifican nuestra capacidad neuronal. Además, los
neurólogos hacen hincapié en la necesidad de que los profesores conozcan cómo
funciona nuestro cerebro para hacer que sus clases sean más efectivas y que el
alumno aproveche al máximo sus capacidades.
La neurociencia está empezando a iluminar el camino de la educación y el
aprendizaje, y en el futuro se aplicarán técnicas cada vez más eficientes no sólo
para estudiar sino tambiénpara enseñar. Si te atrae este tema no te pierdas
nuestro número Especial sobre Neurociencia y Aprendizaje.

¿Qué es la neurociencia?
La neurociencia es el conjunto de disciplinas científicas que estudian el sistema
nervioso, con el fin de acercarse a la comprensión de los mecanismos que regulan el
control de las reacciones nerviosas y del comportamiento del cerebro. Existen múltiples
disciplinas como la neuroanatomía, neurofisiología, neurofarmacología, neuroquímica…
etc. Es por ello que la neurociencia debe ser estudiada de manera integrada y
complementaria con el fin de comprender la complejidad del cerebro.

Aprendizaje y Neurociencia
Aprender es, en esencia, ser capaz de sobrevivir. El hombre aprendió cómo hacer fuego
para calentarse y cocinar la carne y, así, enfermar menos. Aprendió a cultivar la tierra
para asegurar alimento independientemente de la suerte en la caza y construyó
viviendas que resistieran a la lluvia y el frío. Aprendiendo el hombre se forjó un futuro y
solo así aseguró la continuidad de la especie.

El cerebro sigue siendo un gran desconocido, pero hace 30 años aún lo era más. Los
avances en neurociencias han permitido comprender cómo funciona el cerebro y ver el
importante papel que la curiosidad y la emoción tienen en la adquisición de nuevos
conocimientos. En la actualidad se ha demostrado científicamente que, ya sea en las
aulas o en la vida, no se consigue un conocimiento al memorizar, ni al repetirlo una y
otra vez, sino al hacer, experimentar y, sobre todo, emocionarnos. Las emociones, el
aprendizaje y la memoria están estrechamente relacionadas. Desde el punto de vista de
la neurociencia educativa, cabe destacar que la inteligencia es un concepto
multidimensional, por eso un mismo ambiente de aprendizaje debe llevar a los niños a
explorar, pensar y expresar sus ideas a través de una variedad de diferentes códigos.
La Neurociencia y la educación
Por lo que concierne a la neurociencia en la educación, hoy día hay diversas pruebas de
cómo un ambiente de aprendizaje equilibrado y motivador requiere a los niños de un
mejor aprendizaje. Es por ello que los niños aprenden “socialmente”, construyendo
activamente la comprensión y los significados a través de la interacción activa y
dinámica con el entorno físico, social y emocional con los cuales entran en contacto.

La neuroeducación recomienda que durante los primeros años de vida los niños estén
en contacto con la naturaleza y no se les fuerce a permanecer sentados y quietos
mucho tiempo, pues a esas edades es cuando se construyen las formas, los colores, el
movimiento, la profundidad… con los que luego se tejerán los conceptos. Para poder
madurar, es decir, crear nuevas redes de neuronas, el cerebro necesita experiencias
nuevas. De los 10 a los 12 años, en cambio, el cerebro está específicamente receptivo a
aprender aptitudes, por lo que es el momento de potenciar la comprensión de un texto y
de que aprendan a razonar de forma matemática. Y, en la adolescencia, el cerebro es
plenamente emocional y choca con el actual modelo educativo que en esta etapa les
obliga a aprender biología, física, química… materias totalmente racionales.

Por poner un ejemplo, muchas personas han olvidado el nombre de los Reyes Godos o
la fórmula para calcular la velocidad de caída de un cuerpo pero, en cambio, recuerdan
lo divertidas que eran las clases de ese profesor en especial (puede que de mates,
lengua, historia… cada uno tendrá el suyo) que despertaba su interés con ejercicios
prácticos e historias sobre cada tema. Fue él quien consiguió despertar tu atención e
interés, y por el que decidiste estudiar lo que después estudiaste… La emoción es
fundamental en el aprendizaje, para quien enseña y para quien aprende. Ese profesor
hizo que la información en clase la captásemos por medio de nuestros sentidos y para
que después pasara por el sistema límbico o cerebro emocional antes de ser enviada a
la corteza cerebral, encargada de losprocesos cognitivos. Dentro del sistema límbico, la
amígdala tiene una función esencial: es una de las partes más primitivas del cerebro y
se activa ante eventos que considera importantes para la supervivencia, lo que
consolida un recuerdo de manera más eficiente.

Otro factor a tener en cuenta es la sorpresa, puesto que activa la amígdala.


El cerebro es un órgano al que le gusta procesar patrones (entender cosas que se
repiten siempre de la misma forma); es la manera como se enfrenta al mundo que lo
rodea. Ahora bien, todo aquello que no forma parte de esos patrones se guarda de
manera más profunda en el cerebro. De ahí que usar en la clase elementos que rompan
con la monotonía benefician su aprendizaje.
Por último, la empatía (el acercamiento emocional) es la puerta que abre el
conocimiento y con él la construcción del ser humano. Además se ha descubierto que, al
contrario de lo que se creyó durante mucho tiempo, el cerebro no es estático, sino que
existen periodos críticos en los que un aprendizaje se ve más favorecido que otro. Por
ejemplo para aprender a hablar el cerebro está más receptivo desde que uno nace hasta
los siete años. Pero esto no quiere decir que después no pueda adquirir el lenguaje: la
plasticidad del cerebro permitirá hacerlo aunque cueste más. Este descubrimiento de la
existencia de periodos de aprendizaje abre nuevos debates sobre el sistema educativo y
la necesidad de replantearse un nuevo modelo acorde con esta predisposición cerebral
a adquirir nuevos contenidos concretos por etapas.

La cantidad de jóvenes desmotivados que no quieren continuar sus estudios o creen


que lo que están aprendiendo no sirve para nada es alarmante. Y la única forma de
combatirla es a través de maestros que enseñen a los niños a afrontar nuevos retos,
que transformen el cerebro de sus alumnos aprovechando todas las herramientas que
ofrece la neuroeducación para enseñar mejor. Algunos expertos afirman que si las
clases fueran más vivenciales podrían impartirse más conocimiento en menos tiempo.
Los docentes deberían aprovechar lo que se conoce del funcionamiento del cerebro
para enseñar mejor. Los niños deben entusiasmarse por lo que están aprendiendo.

Con este objetivo ISEP presentó en 2015 el programa de Neuroeducación, un máster


que proporciona conocimientos neuropsicológicos sobre cómo aprovechar mejor el
desarrollo neurobiológico para adquirir aprendizajes y los diferentes trastornos o
alteraciones neurológicas que afectan a la cognición y emociones en los niños y
adolescentes, aportando herramientas para aprovechar el máximo sus posibilidades. Al
mismo tiempo, y en función de la propia maduración del SNC, también se pretende
desarrollar las habilidades que este posea. Se sabe que los seres humanos solo
aprovechamos de media un 10% de nuestro potencial intelectual.

ISEP ofrece la posibilidad de especializarse en el área de la Neurociencia aplicada


al ámbito educativo y del desarrollo infantil analizando las relaciones entre el cerebro y
el aprendizaje desde una perspectiva evolutiva. Encontrar la mejor forma de adquirir
conocimientos supone acabar con muchos problemas de aprendizaje catalogados como
tal, pero que puede que solo sean una forma errónea de aprender. La neuroeducación
permite encontrar la forma más adecuada para personalizar el proceso de aprendizaje y
sacar el máximo partido de cada uno

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