1) Tres temas principales en el texto Sobre el Maestro de s.

Agustín (De Magistro)

a) Lenguaje

b) Enseñanza-aprendizaje (rol del maestro)

c) Conocimiento

En virtud de la articulación de los temas que presenta Agustín en el texto pueden distinguirse dos partes: la primera del
cap. I al VIII y la segunda del IX al XIV. En la primera parte, las cuestiones planteadas se manifiestan en el marco de un
análisis de los signos que por momentos parece un “rodeo o juego” (Cfr. inicio del capítulo VIII). En la segunda, aparecen
ciertos motivos metafísicos que operan como el fundamento de los tres temas del texto y son particularmente
importantes en relación a las condiciones de posibilidad del conocimiento. (Puede verse una división de las partes del
texto más exhaustiva junto con un análisis profundo de los aspectos compositivos de Sobre el Maestro en la
Introducción de Sinnott punto 4.1, pp.LI yss.)

d) ¿Existe una conexión entre los tres temas? Describirla.

2) Hipótesis: “El lenguaje tiene como fin la enseñanza y el aprendizaje”

En la primera parte del texto niega esta hipótesis y en la segunda recupera la idea de magisterio descartando que este
proceso se entienda como una transmisión de conocimientos de un maestro (exterior) a un discípulo.

a) Leer los dos textos que están en el campus del libro Sobre la Trinidad de Agustín (De Trinitate Libro XII, cap. 15, 25 y
Libro X, cap. 3, 5) para pensar, por un lado, la relación entre la teoría del conocimiento como reminiscencia según Platón
y, por el otro, el rol de la interioridad en el planteo agustiniano de la enseñanza e incluso el modo en que ello supone la
teoría de la iluminación. Algunas preguntas que pueden tener en mente durante esa lectura pueden ser:

a.1) ¿el Maestro exterior puede transmitir verdades? a.2) ¿Cómo describe Agustín esas verdades y el acceso a ellas? a.3)
¿En qué consiste la “iluminación” según Agustín? (Puede ser interesante también intentar relacionar estos pasajes con
algunos otros de la Selección de Confesiones e incluso con un texto corto que también está en el campus llamado “Sobre
las ideas”)

3) Capítulo I

a) El título del capítulo I es “Para qué ha sido instituida el habla” ¿cuál podría ser la respuesta de Agustín en este primer
capítulo?

b) ¿Cuál es el vínculo que se establece en este capítulo I entre el habla y los signos? ¿Existe alguna relación con la
definición del cap. V que pego a continuación (p. 14 o 18 depende si es fotocopia o texto digital)?

c) ¿Cómo se articulan el exterior y el interior en relación al habla en este capítulo?

d) ¿Cuál es la relación entre los signos y las cosas mismas?

4) Capítulo II
1
a) ¿Qué es un signo (signum) y como se relaciona con la palabra (verbum)? Conectar la forma en que se define “signo”
en el capítulo II con lo que el autor expresa en el capítulo X, especialmente en el final del parágrafo 30 y el inicio del 31;
el final del parágrafo 32 y todo el parágrafo 34.

b) Analizar el ejemplo que propone Agustín con el verso de Virgilio (Eneida II, 659 “Si a los dioses les place…”) teniendo
en cuenta la introducción de Sinnott (especialmente pp. LXIII-LXV)

5) Capítulo III

a) Pensar el título: “Si alguna cosa se puede mostrar sin signo”. Identificar los modos en que puede mostrarse alguna
cosa sin palabras, según el texto. ¿Existe alguna diferencia entre mostrar sin palabras y mostrar sin signos?

b) Vincular el parágrafo final del capítulo III (que se copia a continuación) con el capítulo X, especialmente con los
parágrafos 31, 32 y 35.

6) Capítulo IV

a) Analizar en qué consiste el aspecto metalingüístico que describe Agustín y dar ejemplos. Utilizar la introducción de
Sinnott, especialmente las páginas LXV-LXXIII. Puede verse parte de este tema también en el capítulo VIII del De
Magistro.

b) ¿Qué puede significar un signo? Tener en cuenta que en el capítulo II Agustín pregunta “¿puede un signo ser signo si
no significa algo (aliquid)?” y en este capítulo “lo significado” (significabilia) no es exclusivamente algo material o cosa
(res).

7) Capítulo VIII “El alma debe dirigirse desde los signos oídos hacia las cosas significadas”

a) En tu opinión ¿Por qué Agustín menciona “rodeos” y “juegos” para conducir al discípulo hacia dónde quiere llegar?

b) Analizar el siguiente fragmento incorporando lo leído en la bibliografía y los siguientes fragmentos de la selección de
Confesiones acerca de la idea de “felicidad eterna” y la de “verdad” que plantea s. Agustín

2
Confesiones III, VI, 10
“De esta manera, vine a caer entre unos hombres delirantes de soberbia, carnales y locuaces en exceso, en cuya boca
había insidias del diablo y un lazo viscoso tejido con sílabas de tu nombre, el del Señor Jesucristo y el del Paráclito,
consuelo nuestro, el Espíritu Santo. Estos nombres no se apartaban de sus bocas, si bien sólo en cuanto al sonido y al
ruido de la lengua; por lo demás, en su corazón estaba ausente la verdad. Decían “Verdad, verdad” y mucho me
hablaban de la verdad, pero nunca estaba en ellos; al contrario, enunciaban cosas falsas no sólo de ti, que
verdaderamente eres la verdad, sino también de estos elementos del mundo, creación tuya. Sobre estos elementos
dicen cosas verdaderas aun los filósofos a quienes debí dejar atrás por tu amor, Padre mío sumamente bueno, belleza
de todas las cosas hermosas. ¡Oh, Verdad, Verdad! ¡Cuán íntimamente ya entonces suspiraban por ti las entrañas de mi
alma, cuando ellos te hacían resonar ante mí a menudo y de múltiples maneras, con la sola voz y con muchos y
abultados libros! Estos eran los platos en los que se me servía, en tu lugar, a mí, que estaba hambriento de ti, el sol y la
luna, hermosas creaciones tuyas, pero no Tú sino obras tuyas y ni siquiera las principales. Pues más nobles son tus
creaciones espirituales que estas corpóreas, si bien brillantes y celestes. Pero ni siquiera de aquellas más nobles yo tenía
hambre y sed, sino de ti, misma verdad […] Y seguían poniéndome sobre esos platos espléndidos fantasmas, respecto de
los cuales mejor hubiera sido amar este mismo sol, verdadero para estos ojos, que aquellos espejismos, falsos para el
alma engañada a través de los ojos […] Los alimentos que tomamos en sueños son muy similares a los que tomamos
cuando estamos despiertos; no obstante, no nutren a los que duermen, porque están dormidos. Pero aquellos en nada
eran semejantes a ti, como ahora me ha sido revelado, porque aquellos eran fantasmas corpóreos, falsos cuerpos,
menos reales que estos cuerpos verdaderos que vemos con los ojos de la carne, sean del cielo o de la tierra, como los
brutos o las aves. Vemos estas cosas y son más reales que cuando las imaginamos. A su vez, cuando las imaginamos son
más ciertas que cuando por medio de ellas conjeturamos otras más grandes e infinitas que de ninguna manera existen.
De tales fantasías me alimentaba yo entonces y no me nutría […] ¡Cuán lejos estás de aquellos fantasmas míos,
fantasmas de cuerpos, que no existen absolutamente! En comparación con ellos, más ciertas son las imágenes de los
cuerpos reales, y más aún que sus imágenes los cuerpos mismos, que, con todo, no son Tú. Ni siquiera eres el alma, que
es vida de los cuerpos –y en cuanto vida de los cuerpos mejor y más cierta que éstos- sino que Tú eres la vida de las
almas, la vida de las vidas, la que vive por sí misma y no cambia, la vida de mi alma”.

Confesiones VII, X, 16
“Amonestado por aquellos libros a volver a mí mismo, entré en lo más íntimo de mí, guiado por ti y pude hacerlo porque
Tú te convertiste en mi auxilio. Entré y vi con el ojo de mi alma, como quiera que fuese. Sobre ese ojo de mi alma, sobre
mi mente, vi una luz inmutable, no la común y visible a toda carne, ni una luz de este género pero más grande, como si
resplandeciera más y más claramente y llenara todo con su intensidad. No era esa luz sino otra cosa, muy distinta de
todas […] Quien conoce la verdad conoce esa luz y quien la conoce, conoce la eternidad […] Tú me elevaste para
hacerme ver que había algo que ver y que todavía no estaba yo en condiciones de ver […] Y descubrí que estaba lejos de
ti en la región de la desemejanza […] Y me dije “¿Acaso no es nada la verdad por el hecho de no hallarse difundida por
espacios de lugares finitos e infinitos?” Y exclamaste de lejos: “Al contrario, Yo soy el que soy”. Y oí, como se oye en el
3
corazón. Ya no tenía ningún motivo para dudar. Más fácilmente dudaría de mi propia existencia que de la existencia de
la verdad que se descubre comprendiéndola a través de lo creado”.