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ELEMENTOS REPETIDOS

Llenar el encuadre de tu foto con elementos iguales, muy similares o que sigan un
determinado patrón provoca un efecto agradable en el ojo humano. Esto se llama
la “regla de los elementos repetidos”. Es mucho más interesante esta imagen que
la imagen de una única carpeta colgante. Los elementos repetidos nos ayudan a
encontrar relaciones en la fotografía, a darle un sentido a la misma. Por ejemplo,
una bandada de pájaros puede estar moviéndose en grupo por el aire, definiendo
formas interesantes en el cielo y añadiendo información sobre la dirección de la
fotografía.

En algunas ocasiones puede aportar factores psicológicos, como el sentido de la


unión y el compañerismo.

GRUPOS DE TRES

Un único elemento puede transmitir una sensación de soledad o aislamiento,


mientras que dos elementos en una fotografía pueden generar una imagen
demasiado equilibrada y estática, mayor cantidad de elementos pares pueden
resultar demasiados para distribuir. En fotografía, la agrupación de tres elementos
como centro de interés suele funcionar a la perfección para captar la atención del
espectador.

Tres elementos se convierten en un grupo, te muestra el contexto de la fotografía


sin crear patrones o secuencias, dándole una identidad propia al grupo de
elementos y no solo a los elementos en solitario, cuando hay tres elementos en
nuestra imagen se muestra la complicidad entre ellos. Si bien esta regla no es tan
popular como otras como la regla de los tercios, en ella existe un factor de belleza
especial asociado a las composiciones con un número impar de elementos, ya sea
por la sensación de desequilibrio o el efecto psicológico que produzca en la
persona, es un hecho que funciona.

ESPACIO NEGATIVO

Es el espacio que queda entre el marco y el espacio positivo. Es un espacio sin


rellenar, que está porque debe estar y que está "vacío", sin información relevante
para la fotografía. En el momento en el que lo que pensábamos que era un espacio
negativo tiene algún detalle importante para la lectura de la imagen, deja de ser
espacio negativo para pasar a ser espacio positivo (espacio con información). Se
trata de un elemento de la composición y que tiene dos características
principales: por un lado, debe evitar que el espectador de la imagen se centre en
él. Las personas que miren la fotografía no deben pararse a observar durante
mucho rato el espacio negativo.

Debe, por lo tanto, carecer de detalles que llamen la atención. Debe pasar
desapercibido. Aunque, eso sí, y esta es la segunda característica del espacio negativo, debe tener
presencia. Es cierto que acabamos de decir que el espectador no debería sentirse llamado a mirar el
espacio negativo, pero si éste está bien utilizado en la imagen, el espacio negativo
estará siempre presente, aportando significados y matices a la imagen.

TRABAJANDO LAS TRES DIMENSIONES

El contenido del frente y del fondo de una foto es importante. Tanto en el fondo
como en el frente tienen aplicación otros elementos compositivos como los
colores o las líneas. Lo importante en el frente y en el fondo es que no haya
demasiados detalles que puedan distraer la vista del espectador del centro de
interés.

La mejor herramienta con la que contamos para marcar la diferencia entre el frente y el fondo de nuestras
fotos es la profundidad de campo. Gracias a la apertura del diafragma que utilicemos a la hora de hacer
fotografías, conseguiremos mayor o menor nitidez en el fondo.

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