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LA PRUEBA EN EL PROCESO PARA QUIEN SE PRUEBA. PRINCIPIO DE ADQUISICION Santiaco Sentis MELENDo, profesor de la Universidad de Buenos Aires, Argentina . Antecedentes de este trabajo. 2. Significado de la yoz :@) principio de adguisicién; 6) actos de adquisicién, 3, El proceso como unidad. 4. La prueba: su naturaleza. 5, La prue- ba: su ordenamiento. 6. Pruebas que el proceso no puede adquiri a) pruebas ilegales; 6) conocimiento privado del juez. 7. Comunidad de las pruebas. 8. Fuentes de prueba, en particular, frente al prin- cipio de adquisicién: a) confesién judicial; 6) prueba de testigos; ¢) prueba de peritos. 9, Conclusién. 1. Antecedentes de este trabajo Acaso sea entre nosotros donde tinicamente se han producido estudios espe- ciales sobre el tema, Primeramente yo, al comentar una sentencia de nuestros tribunales,? examiné el concepto y también su relacién con el principio dispositivo, Este principio constituye una de mis obsesiones en el campo del proceso, pero haciendo siempre la absoluta distincién entre la materia sustancial y Ia materia probatoria. Después lo estudid, con mayor amplitud, Isidoro Eisner? de una manera general y sefialé la ausencia de trabajos especiales sobre el tema, refiriéndose concretamente al fendmeno de que algin autor,® al estudiar los “principios formativos del procedimiento civil”, haya pasado por alto el de adquisici6n. La verdad es que para janzar toda la claridad sobre el tema bastan las breves pero precisas lineas que Chio- venda le dedicé en los Principii y reprodujo afios después en las Istitusioni. + 1En La Ley, t. 87, p. 215, “EI principio de adquisicién procesal”. 2En La Ley, t. 128, p. 1032, “El principio de adquisicién procesal (su Ambito de vigencia)”. 3 Véase la referencia a esta ausencia en el excelente estudio de Robert Wynes Millar, que hace tantos afios tuvimos que cuidar en su edicién en nuestra lengua: Los prin- cipios formativos del procedimiento civil, traduccién del inglés y notas por la doctora Catalina Grossmann, con prélogo del doctor Eduardo J. Couture. Ed, Ediar, Buenos Aires, 1945, La referencia se contiene en la nota 2 del trabajo de Isidoro Eisner a que me he referido en la nota anterior. 4 Principii di diritla processuale civile. Ed. Jovene, Napoli, 1923, tercera edicién revisada y notablemente aumentada, p. 748; on la traduccién de Casais y Santalé, Ed. Reus, Madrid, s/f, t. 1, vol. 1, p. 205; Instituciones de derecho procesal civil, traduc- 868 SANTIAGO SENTIS MELENDO De aquellas lineas derivan todas las consecuencias que los autores y los tribunales han podido seguir estableciendo. 2. Significado de la voz “adquirir” Es posible que la utilizacién de esa expresién, lo mismo si se trata del verbo que si, como es mas corriente, se emplea el sustantivo, haya contribuido a la escasa atencién® 0, mejor dicho, a la reducida extensién que la doctrina ha dedicado al principio de edquisicién. También puede ocurrir que ello se deba a que el principio, o lo que él mismo representa, ofrecen una absoluta claridad y son de una ldgica juridica aplastante. ¢ Pero la palabra resulta chocante y da lugar a algunos reparos gramaticales; y, por ello, creemos que ha podido influir en esa resistencia, El verbo adquirir, lo mismo en castellano que en italiano (en esta lengua, tanto en la expresién acguisire como en la de acquistare) nos diran todos los dicciona- rios que es un verbo activo o transitive; por tanto, en nuestro caso, en su forma activa, en sujeto, o sea el proceso adquiere; y, en su forma o voz pasiva, las pruebas (elementos probatorios, en su manifestacién de fuentes) se adquieren 0 son adquiridas por el proceso. Pues bien: observemos que ios autores italianos no utilizan esta construccién en nuestro caso; en lugar de decir, como cuando se trata de los derechos adquiridos, “acquistati da una persona” (véase Novissima Enciclopedia Illustrata, t. 1, p. 46) esto es: “adquiridos por una persona”, cuando se trata de las pruebas se adquieren “al processo”.7 Nunca he sentido mas la necesidad de utilizar los textos originales y no las traducciones; pero cuando, por falta de aquéllos, he tenido que recurrir a éstas, o bien las he utilizado como control, asi como cuando sion de E. Gémez Orbaneja, Ed, Revista de Derecho Privado, Madrid, 1940, vol, 11, P Véae la nota 3, respecto de la observacién hecha por el doctor Eisner sobre et libro de Wynes Millar. ©A esto puede responder la afirmacién de Andrioli en el Novissimo Digesto Italiano, t, x1v, p. 269, que me parece no se encuentra en idéntica voz del Nuove Digesto Ita- Kiano, redactada por el mismo profesor, T Asi Micheli, Corso di diritto processuale civile. Ed. Giuffré, Milano, 1960, vol. 1, pp. 71 y 73; Liebman, Manuale di diritto processuale civile. Ed. Giuffré, ’ Milano, 1959, vol, 1-1, pp. 82 y 121; Redenti, Diritto processuale civile. Ed. Giuffré lano, 1953, vol. 11, p. 72, n. 843 Sergio Costa, Manuale di diritto processuale civile. Ed. Utet, Torino, 1955, p. 265; Carnelutti, Sistema del diritto processuale civile, Ed. Cedam, Padova, 1938, n. 400, p. 26; Franco Cordero, Tre studi sulle prove penali, Ed. Ginffré, Milano, 1963, p. 43. Asi Liebman nos dira, p. 82: Acquisito a ia causa i materiale probatorio y I documenti prodoti sono acquisiti al processo, p. 121, Micheli che il mezzo di prova sia acquisito al processo (p. 71) y que la prova 8 necessaria, iudice provvedera ad acquisirla al proceso (p. 73); Costa, que te fonti di prova sono sottratie alla parte che le ha dedotte 0 prodotte e restano acquisite al processo (p. 265) ; Carnelutti se referira a gli elementi da acquisire al processo (p. 26); Redenti pondré como epigrafe al n. 84: Acquisisione delle prove agli atti del proceso (p. 77); y Cordero nos hablara de que if giudice reputi le prove acquisite assolulamente inat- tendibile (p. 43 LA PRUEBA EN EL PROCESO 869 en autores de nuestra lengua se utiliza esa expresién, entonces he visto que “al” no ha habido mds remedio que traducirlo “para él’. 8 Y pienso si Jos autores, en especial los italianos, no habrian podido acudir a una expresion idiomatica que complicase menos las cosas. Quizd el principal, u originario, culpable de todo ello haya sido Chiovenda, que se nos aparece como el creador de la expresién “principio de la adquisicién procesal”,® pero utilizandola con una claridad cientifica absoluta: la adquisicién procesal se produce porque “iag actividades procesales pertenecen a una relacién tinica —-y por eso— los resultados de las actividades procesales son comunes entre las partes (adquisicién procesal)”, Esto nos parece perfecto; pero no lo hubiera sido menos si se hubieran empleado otras voces en lugar de adquirir y adquisicién; muy bien hubjeran podido ser incorporar e incorporacién, y entonces no se hubieran planteado problemas gramaticales: las pruebas se incorporan al pro- ceso, y se produce el fenémeno que da lugar al principio de incorporacién. *° Conformes todos los autores en cuanto al contenido y a Ja esencia del principio, a veces utilizan otros sustantivos y otros verbos; y asi el propio Carnelutti? emplear& las expresiones dar (algo al oficio), y mostrar, y antes‘? proporcionar chi fornisce allufficio); pero, sobre todo, es mas 8 Téngase en cuenta que algunas de esas traducciones son mias, ya totalmente o en colaboracién; y el fenémeno se refleja lo mismo que en las traducciones ajenas: asi ocurre en la traduccién de la obra de Redenti, Derecho procesal civil, Ed. EJEA, Bue- nos Aires, 1957, vol. t, n. 84, p. 300; pero al traducirse el Sistema de Carnelutti (que en esta parte es traduccién de Alcali-Zamora) se observa (Sistema de derecho proce- sal civil. Ed. Uteha, Argentina, Buenos Aires, 1944, vol. m1, n. 400, p. 23) que Ja f se gli elementi da acquisire “al” proceso se convierte en “los elementos de adquisicién procesal” con Jo cual no se plantea, o se elude, el problema idiomatico. “Adquisicién pro- cesal” es expresién utilizada por Gaetano Foschini, Sistema del diritto processuale penale. Ed. Giuffré, Milano, 1956, p. 360; pero sin que se pueda prescindir de que, cn la misma pagina, nos dice, en otros momentos, il fatto viene processualmente acquisiia; y también utiliza la formula, que tanto nos preocupa, de “fonti” di prova nom acquisite regotarmente “al” proceso. No he podido tener a la vista el libro ori- ginal de Lezioni, de Ugo Roceo, que en la traduccin del licenciado Felipe de J. Tena, Heva por titulo Derecho procesal civil. Ed. Porrtia, México, 1939; en su p. 254 se lee: Principio de adquisicién procesal. Este principio significa que alli donde Jas partes han desarrollado cierta actividad, haciendo que el proceso adquicra determinados elementos del mistno, tales actos o elementos permanecen firmes e inmutables, de suerte que de ellos puede valerse no sélo la parte que ha promovido su adquisicidn, sino también tas otras”; y fo me patece aventurado suponer que “haciendo que el proceso adquiera” haya sido la manera més correcta de salir del paso de aquel “al” a que nos estamos refiriendo. ® Originariamente en los Principii y después en las Istitusioni, como hemos sefialado en la nota 4, 30 Asi lo encontramos en algunas sentencias de nuestros tribunales: “incorporada tina prueba a los atttos”, fallo del jnez de paz doctor Didgenes Santillan Billar, de 5 de junio de 1953, en Gaceta de Pas, t. 100, p. 120; Cém. Nac. Com, sala A, 17 de mayo de 1963, en La Ley, t. ut, p. 527. 2N. 400; en la traduccién, t. mr, ci 12-Véase n. 399, p, 22 de la traduccion,

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