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Líquidos
Y
Solidos
Profesor:
Rivero Gabriel Bachiller:
Azazel
20188824816
Guarenas, Marzo 2 0 1 9
Contenido
1) Características de los líquidos.
Antes de comentar las características de los líquidos, se definirá que es un líquido: Los
líquidos son sustancias que presentan un estado de agregación específico, en el que sus partículas
se encuentran lo suficientemente juntas para mantener una cohesión mínima (no tanta como los
sólidos, pero mucho más que los gases) y lo suficientemente sueltas para permitir al mismo
tiempo la fluidez.
Este estado de la materia suele considerarse un punto intermedio entre las cosas sólidas y las
gaseosas, y por lo general es resultado de la inyección de energía a las primeras (fusión) o la
sustracción de energía a las segundas (condensación). Otro camino posible para ello es la
variación de las condiciones de presión. En todo caso, las partículas de un líquido están a medio
camino entre la rigidez de lo sólido y la dispersión de lo gaseoso.
Los líquidos son difíciles de comprimir y carecen de forma determinada, a la par que
presentan propiedades únicas como la tensión superficial. Muchas sustancias son líquidas en su
estado natural (como el agua), mientras que otras pueden serlo sólo bajo condiciones específicas.
Ahora, habiendo definido que es un líquido, podemos decir que los líquidos se caracterizan
por:
Su forma: Los líquidos carecen de una forma definida, por lo que adquieren la que les
imprima su contenedor. Un vaso de agua tendrá la forma del vaso, mientras que una gota
tendrá una forma semi esférica.
Por su fluidez: La fluidez es una de las principales características de los líquidos y gases,
que determina su capacidad para abandonar un recipiente en favor de otro a través de
conductos estrechos o de forma variable, ya que las partículas de las sustancias en estos
estados de agregación carecen de memoria de forma, es decir, no insisten en una forma
determinada, como los sólidos.
Por su viscosidad: Se denomina viscosidad a la resistencia a fluir que ejercen las fuerzas
internas de un líquido, que enlentecen más o menos su deformación cuando se lo vierte
fuera de su recipiente o se lo pone en marcha; Los líquidos más viscosos (como el
petróleo, la brea, etc.) fluyen lentamente porque sus partículas se adhieren más las unas a
las otras al rozarse; mientras que líquidos de baja viscosidad (como el agua) fluyen mucho
más rápidamente.
Por su adherencia: Se denomina viscosidad a la resistencia a fluir que ejercen las fuerzas
internas de un líquido, que enlentecen más o menos su deformación cuando se lo vierte
fuera de su recipiente o se lo pone en marcha. Los líquidos más viscosos (como el
petróleo, la brea, etc.) fluyen lentamente porque sus partículas se adhieren más las unas a
las otras al rozarse; mientras que líquidos de baja viscosidad (como el agua) fluyen mucho
más rápidamente.
Por su densidad: Se denomina viscosidad a la resistencia a fluir que ejercen las fuerzas
internas de un líquido, que enlentecen más o menos su deformación cuando se lo vierte
fuera de su recipiente o se lo pone en marcha. Los líquidos más viscosos (como el
petróleo, la brea, etc.) fluyen lentamente porque sus partículas se adhieren más las unas a
las otras al rozarse; mientras que líquidos de baja viscosidad (como el agua) fluyen mucho
más rápidamente.
2) Fuerzas intermoleculares: Dentro de una molécula, los átomos están unidos mediante
fuerzas intermoleculares (enlaces iónicos, metálicos o covalentes, principalmente). Estas
son las fuerzas que se deben vencer para que se produzca un cambio químico. Son estas
fuerzas, por tanto, las que determinan las propiedades químicas de las sustancias.
Sin embargo, existen otras fuerzas intermoleculares que actúan sobre distintas moléculas
o iones y que hacen que éstos se atraigan o se repelan. Estas fuerzas son las que determinan
las propiedades físicas de las sustancias como, por ejemplo, el estado de agregación, el punto
de fusión y de ebullición, la solubilidad, la tensión superficial, la densidad, etc. Por lo general
son fuerzas débiles pero, al ser muy numerosas, su contribución es importante.
3) La capilaridad: Es una propiedad de los líquidos que les permite desplazarse por orificios
tubulares o superficies porosas aun en contra de la fuerza de gravedad. Para ello, debe haber
un equilibrio y coordinación de dos fuerzas relacionadas con las moléculas del líquido:
cohesión y adhesión; teniendo estas dos un reflejo físico llamado tensión superficial.
El líquido necesita poder mojar las paredes internas del tubo o los poros del material por el
que se desplaza. Esto ocurre cuando la fuerza de adhesión (líquido-pared del tubo capilar) es
mayor que la fuerza de cohesión intermolecular. En consecuencia, las moléculas del líquido
crean interacciones más fuertes con los átomos del material (vidrio, papel, etc.) que entre
ellas.
Tubo capilar: La masa líquida es directamente proporcional al cuadrado del diámetro del
tubo, por lo que un tubo angosto succionará el líquido en una longitud mayor que un tubo
ancho. Así, un tubo de vidrio de 0,1 mm de diámetro levantará una columna de agua de 30
cm. Cuanto más pequeño es el diámetro del tubo capilar mayor será la presión capilar y la
altura alcanzada. En capilares de 1 µm (micrómetro) de radio, con una presión de succión 1,5
× 103 hPa (hectopascal = hPa = 1,5 atm), corresponde a una altura de columna de agua de 14
a 15 m.
7) Calor específico: El calor específico es la cantidad de calor que se necesita por unidad de
masa para elevar la temperatura un grado Celsio. La relación entre calor y cambio de
temperatura, se expresa normalmente en la forma que se muestra abajo, donde c es el calor
específico. Esta fórmula no se aplica si se produce un cambio de fase, porque el calor añadido
o sustraído durante el cambio de fase no cambia la temperatura.