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‘SHARELRULA BET WR y seNoRio DEL CACAO del territorio. Olavarriaga hace un concienzudo inventario de los recursos basicos y del potencial de produccién de la economia cacaotera de Venezuela y las provincias circundantes: sesenta y un valles de cacao, setecientas cincuenta y nueve haciendas, mas de cuatro millones setecientos mil arboles del fruto que se difuminan por los amplios terrenos de caracteristico clima tropical, amparados por otros arboles de mayor altura que los cobijan y protegen en el habitat ideal para los cacaotales. Aquino se incluyen las arboledas nila produccion de haciendas recién cultivadas, cuyas cosechas llevan el total de fanegas anualesa 80.000, Frente a este enorme potencial cacao- tera, el consumo en Venezuela no llega al 6%, quedando el resto para la exportactén. Elctecimiento de lademanda hace el resto. La produccién durante el siglo XVIt!se dispa- 1, sobre todo cuando la Compania Guipuzcoana asume st exportacion como renglon principal de su asiento comercial, En 1720 la produccion anual alcanza 66.000 fanegas (3.274 toneladas) En 1731, al segundo ano de operaciones, llega a 80,000 (3.968 toneladas). En 1744, en plena gue- rraanglo-hispana, han remontado casi las 200.000 (9.922 toneladas), para estabilizarse alrede- dor de las 130.000 fanegas (6 449 toneladas) entre 1765 y 1775. Lasnoticias de todo este potencial agricola legan a la provincia de Guipazcoa a través del informe de Olavarriaga, a quien se con- sidera insustituible para la organizacion de lasactividades comercialesen Venezuela. Asi, una vez alentados los sectores capitalistas y estimulada la corona, comienza la historia economica de la Compania de Caracas. ESTADO Y CAPITAL: LA ALIANZA DE LOS INTERESADOS Al margen de losafanes crematisticos que la fiebre del cacao provoca en los numerosos contingentes marineros de Guipuzcoa—y dejando a nuestro amigo Martin de Aznarescrecerentre suetios de viajes caribenos y alimentar sus ilusiones de enrolarse en uno de los eniormes navios caraquetios~, nos conviene recordar que vivimos al borde del siglo XXt y tenemos a nuestro aleance excelentes obras especializadas donde se aclara el origen politico y econdmiico de la em- presa vasca La Compania asienta la marcha de su giro sobre tres pilares fundamentales: los privile- gios concedidos por la corona, su propia flota mercante y a alta rentabilidad de sus operaciones comerciales. En este sentido, no es posible comprender la magnitud de las operaciones navales de la Compania de Caracas ~ni de otros asuntos en los que se involucré— sin hacer aunque sea un breve repasoa los resultados econémicos de su trayectoria comercial, que obedecen al interés de una «desigual y heterogénea burguesta», como dice Pablo Ferndndez Albaladejo, entusias- ‘mada por montar una ruta colonial directa hacia Caracas, y aprovechat los privilegios reales para explotar el potencial agricola venezolano y a una evidente necesidad de sus directares en gene- rar una organizacion mercantil que asimile la incidencia de las nuevas politicas puestas en prac- tica por Felipe V. Desdeel punto de vista local es urgente revitalizar el comercio donostiarra, que ha decaido por lactisis del comercio lanero. Durante la guerra de sucesion la politica naval se ve ‘enmarcada en un reacomodo de lasrelacionescon Francia. Luego de la paz de Utrecht, la monar- quia gala renunciaa seguir penetrando con sus embarcaciones los puertos de las Indias pertene- cientesa Espana Los ministros del rey Borbon espanol realizan los primeros intentos de cambiar elsistema de flotas y galeones, anquilosado al punto de requerir aios para despachar un convoy y agobiado por los atisimos gastos de preparacion y habilitacion. El fraude se convierte en un pesado lastre en los intentos de sanear la economia, pero las medidas adoptadas, lejos de racio- zarla, ecurren al monopolio, que sera el inico remedio aplicable al contrabando extranjero, elcomercio libre era atin imposible en una sociedad en la cual el espiritu nacional estaba imbui- ion del trfico tiene que variar Ia estructura de algunos impuestos paraenfrentarel geavisimo problema del contrabando, pero debe conformar- do de temoresy erroresarraigados». La fiscaliz M se con la cteacion de impuestos extraordinars y la concesion de indultos a los caudales prove- inientes del sector comercial, acentuando aunmas las pérdidas de la hacienda publica. El sistema ve como se introducen las primeras modificaciones mediante la concesién de nuevos asientos y la supresién de otros y la introduccisn de reales proyectos de ordenacidn para la navegacién a Indias. Desde el punto de vista naval, el punto culminante de la renovacion de la marina de gue- rraeslacreacién de la Real Armada, en sustitucién de varias armadas parciales que operan en di- ferentes teatros maritimos, Este repunte de le marina militar es paralelo a un intento de revitali- zacion del sector industrial y manufacturete, cuyo principal objetivo consiste en abastecer el mercado nacional y proteger el mercado colonial, Problemas especificos del sector econémico ~fracaso de la politica de manufacturas debido a la falta de interés de la nobleza para invertiren ella, deficiencias de los productos elaborados, ausencia de un mercado interno estructurado, y abundancia de capital especulativo-, trasladan alas fuerzas armadasel papel de consumidor pre- ferente, convirtiendolas en el motor de la economia espanol Enlos predios del comercio maritimo se abre una brecha para aentrada de capitales pri- vados gracias 2 la creacion de las primeras companias por acciones. Eltransporte, distribucién y venta de mercancias se consolida en las naciones avanzadas como la actividad econémica mas importante. Por algo el siglo XVIII ha sido calficado como «el siglo del comercio». Las grandes ccompaiias emprenden la caracteristca politica comercial de comprar barato y vender a conve- niiencia, explotando a su favor lasenormes diferencias de precios entre mercados muy separados ylejanasesferas de produccion Los resultados de esta politica han llegado a ser ealficados como un fracaso, Para em- pezar, aunque el fundamento de la reestructoracion economica es el aspecto fiscal y,a pesar de climinarse buena parte de los derechos que deben pagarse en el comercio indiano, segin el re- sglamento de 1720 (palmeo, toneladas, San Telmo, extranjerta, visitas y reconocimientos de care- ‘nas, habilitaciones, etcétera), contintian las trabas por los crecidos derechos o las prohibiciones en algunos sectores comerciales. Por otra pare la consideracién del nuevo sistema liberal como un plan econdmico destinado a incrementar jos ingresos del Estado sin hacer tributar a los sec- tores privilegiados del Antiguo Regimen constituye un engano que la propia monarquia se inflige, pues mantiene en sus cabales los poderosos grupos cuya influencia tiende a echar atris el pro- eso de liberalizacion. No debe olvidarse la predisposicion de los comerciantes gaditanos con- tra todo el nuevo sistema cuando todavia en 1797, al autorizarse el comercio de neutrales, abo- _gan por el viejo monopolio. Desde el punto de vista comercial, la inefectividad del aumento del trafico en este segundo ciclo de la era ilustrada incide en una merma del desarrollo industrial de la nacion espanola, Para colmo, el comercio peninsular lena de mercancias los mercados colo- niales, produciendo una drastica caida de precios que afecta todo el aparato econémico. Enesta coyuntura, precisamente, surge la Real Compaiia Guipuzcoana. Una obligacion ante el rey recae sobre ella en vista de la indudable regalia de privilegios recibidos, pero ello no impide que pretenda, al mismo tiempo, conservar un minimo de independencia frente ala coro- na Esta actitud prevalece en este tipo de compatias privilegiadas mientras la llegada del comer-

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