XUL
EL POSTULADO DE LAS PARALELAS
DE EUCLIDES
La naturaleza de la geometria en la fisica es un tema de
gran importancia en la filosofia de la ciencia y un tema
en el cual, dicho sea de paso, tengo especial interés. Mi
tesis de doctorado versaba sobre este tema y, si bien es
poco lo que he publicado sobre el mismo desde entonces,
he continuado pensando mucho acerea de él,
¢Por qué cs tan importante? Ante todo, porque conduce
a un aniilisis del sistema espaciotemporal, Ja estructura
bisica de la fisica moderna. Ademas, porque Ja geometria
matemitica y la geometria fisica son cxcelentes paradigmas
de dos maneras fundamentalmente diferentes de obtencr
conocimiento: Ia aprioristica y la cmpirica. Si comprende-
mos claramente Ia diferencia entre estas dos geometrias,
obtendremos una valiosa comprensién de importantes pro-
blemas metodolégicos de la teoria del conocimiento.
Consideremos primero la naturaleza de Ja geometria ma-
tematica, Sabemos, por supuesto, que la geometria fue uno
de los primeros sistemas matemiticos que se claboraron.
hemos poco acerea de sus origencs. Lo sorprendente es
que ya se hallaba muy bien sistematiz: época de
Euclides. E} cardcter axiomatico de Ja geometria de Eueli-
des —la derivacién de teoremas a partir de axiomas y pos-
tulados fundamentales— fuc en si mismo una contribucién
muy compleja y que atm desempefia un papel esencial en
los métodos mas modernos de dar una forma exacta a los
sistemas matemiaticos. Es asombroso que este procedimicnto
fuera ya adoptado en la época de Euclides.172 FUNDAMENTACION LOGICA DE LA Fisica
Uno de los axiomas de Euclides, el axioma de las para-
lelas, perturbé a los matematicos durante muchos ‘siglos.
Podemos enunciar este axioma del siguiente modo: en todo
plano en el cual hay una recta L y un punto P exterior a
L, hay una y sélo una recta L’, en el plano, que pase por P
y sca paralela a L. (Se dice que dos rectas de un plano
son paralelas si no tienen ningin punto comin.)
El axioma parece tan obvio que hasta comienzos del
siglo pasado nadic dudé de su verdad. El debate que se
centré en él no se referia a su verdad, sino a su necesidad
como axioma, Parecia menos simple que los otros axiomas
de Euclides. Muchos matemiaticos crefan que podria ser
un teorema que fucra posible deducir de los otros axiomas.
Se hicieron numerosos intentos para deducir el axioma
de las paralelas de otros axiomas, y algunos mateméticos
hasta sostuvieron que lo habfan logrado. Hoy sabemos que
estaban equivocados. No era ffcil, por entonces, ver la
falla de cada una de esas supuestas deducciones porque
habitualmente se basaban —como se basan a menudo en
los textos de geometria de la escuela secundaria— en un
Hamado a nuestra intuicién. Trazamos un diagrama. Se
admite que el diagrama es inexacto. No hay lineas perfec-
tas, las lineas que trazamos tienen un espesor debido a Ja
en el pizarrén o a Ja tinta en el papel, pero el diagrama
ayuda a nuestra imaginacién. Nos ayuda a “ver” Ja verdad
de lo que queremos probar. La filosofia de este cnfoque
intuitivo fue muy bien sistematizada por Immanuel Kant.
No es nuestra impresién sensorial del diagrama fisico, sino
nuestra intuicién inte de las configuracioncs geométri-
cas, la que no puede estar equivocada. Kant expresé esto
con toda claridad, Nunca podemos estar seguros de que dos
segmentos del pizarrén son iguales o que Ja Mnea trazada
con Ja tiza y de Ja que se supone que es un circulo lo es
realmente. Kant consideraba a tales diagramas solamente
como apoyos psicolégicos secundarios. Pero crefa que nues-
tro poder de imaginacién —al cual lamaba Anschauung, laLA ESTRUCTURA DEL ESPACIO 173
intuicién— no fallaba. Si vemos claramente cn nuestra mente
una verdad gcométrica, no con nuestros ojos, entonces la
captamos con completa certidumbre.
¢Cémo abordarfamos, si fuéramos kantianos, la afirma-
cién de que dos rectas no pueden tener mas que un punto
comin? Imaginamos mentalmente la situacién. He aqui
dos rectas que se cortan en un punto. g¢Cémo pueden cor-
tarse en alguna otra parte? Obviamente, no pueden cortarse
en otro punto porque las rectas se alejan cada vez mas
a medida que nos apartamos del punto cn cl cual se cortan.
Por Io tanto, parece claro que dos rectas o bien tienen todos
los puntos cn comtin (en cuyo caso coinciden y son una
sola recta), 0 bien tiencn a lo sumo un punto comin, 0
bien no tienen ningtin punto comin. Vemos inmediatamente,
decia Kant, estas verdades simples de la geometria, Cap-
tamos su verdad intuitivamente, I] hecho de que no ten-
gamos que basarnos en diagramas Ilevé a Kant a suponer
que podemos tener completa confianza en las verdades
percibidas de esta mancra intuitiva. Mas adelante volve-
remos a esta concepcién. La mencionamos aqui sélo para
ayudar al lector a comprender cémo concebian la geometria
los cientificos de comienzos del siglo xix. Aunque no hu-
Lieran Ieido jamds a Kant, tenfan la misma concepcién, No
interesa que esta derivara de Kant 0 formara parte de la
atmdsfera cultural que Kant hizo cxplicita, Todos suponian
que hay verdades claras, simples y lvisicas de Ja geometria
que estan mas alla de Ja duda. A partir de estas verdades
simples, Jes axiomas de Ja geometria, so puede Jegar paso
0 a cierlas verdades derivadas, los teoremas.
Como hemos dicho, algunos matemiiticos crefan que po-
dian derivar el axioma de las paralclas de los otros axiomas
de Euclides. gPor qué era tan dificil determinar las fallas
de sus pruebas? La respuesta esta en cl hecho de que, por
entonces, no existia una ldgica suficientemente poderosa
como para suministrar reglas cstrictamente légicas para las
demostraciones geométricas. En algtin lugar de la deduc-