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Genealogia del urbanismo actual
El urbanismo actual, como cualquier otra actividad profesional, es el
resultado de la evolucin de un conjunto de practicas, métodos y
teorias, que se han sucedido, solapado o convivido de diversas mane-
ras segiin los periodos y segtin los lugares.
Este capitulo aporta una vision general que da cuenta de estas
evoluciones y transformaciones: de cémo se han gestado las distin-
tas aproximaciones, cémo han influido unas en otras, cémo han
convivido, y cémo se han sucedido en el tiempo. Se trata, por tanto,
de aportar una visién histérica de la disciplina que busca la génesis,
o la genealogia, de las practicas y teorias actuales para facilitar su
comprensién desde un punto de vista a un tiempo critico e inten-
cionado.
Para comprender una realidad compleja y multidimensional
como es el urbanismo parece titil adoptar alternativamente distintos
puntos de vista, cada uno de los cuales nos proporcionaré una vision
coherente, aunque incompleta, del objeto, Pero no podemos limitar-
nos a entender cada una de esas proyecciones parciales: para alcan-
zar una comprensién més profunda haria falta analizar el objeto des-
de los varios puntos de vista que aportan informacién sobre él, y,
después, tratar de establecer la coherencia entre ellos.
Una metéfora sencilla puede ayudar. Si consideramos una figura
tridimensional como puede ser el cono, y lo miramos a través de sus
proyecciones en dos dimensiones, veremos un circulo en la proyec-
cién horizontal y un triéngulo en la vertical. El cono no es ni una cosa
ni otra, aunque ambas figuras lo representan parcialmente. Pero si
comprendemos la relacién entre estas dos dimensiones podremos
entender el cono tal cual es en sus tres dimensiones, sin necesidad de
ver el cono real, sélo comprendiéndolo a través de su representacién18 ESQUINAS INTELIGENTES
grafica bidimensional. Por separado, cada una de las dos proyecciones
bidimensionales, el circulo y el tridngulo, nos dan informacién parcial,
coherente en si misma, de cémo es un cono. Pero cuando entendemés
las relaciones entre las dos proyecciones es cuando podemos com-
prender cémo es la tercera dimensiGn y cémo es el objeto cono. Al
entender las coherencias y divergencias entre las proyecciones parcia-
les alcanzamos una comprensién mas aproximada a la realidad
Asi, para acercarnos a objetos complejos y multidimensionales
como son la ciudad y el urbanismo ser necesario tomar alternat
mente distintos puntos de vista, cada uno de los cuales tendré sus
propias reglas y su propia coherencia, aunque reflejaré sdlo aspectos
parciales de la realidad. Cada una de estas formas de acercarse al
urbanismo dispone de sus propios conceptos, sus propias teorias
aceptadas y sus propios métodos. Cada una de ellas forma un cuerpo
de saberes y practicas coherentes y admitidos por los especialistas
Es decir, cada una de ellas constituye una aproximacién epistemolé-
gica distinta y especifica a la ciudad.
Este estudio genealégico del urbanismo se acerca a los hechos
urbanos desde tres grandes tradiciones que engarzan con tres gran-
des aproximaciones epistemoldgicas, las cuales, en su conjunto, pro-
porcionan una visién mas global de esta disciplina multidimensional
la estética y artistica, la proveniente de las ciencias sociales y la técn
ca, la proveniente de la filosofia politica. Estas ttes aproximaciones
se corresponden a su vez con tres manifestaciones basicas de la praxis
del urbanismo: el disefio urbano, la aplicacién de la racionalidad
cientifico-técnica, la accién social y politica en el ambito piblico.
La primera de estas tradiciones mira a la ciudad como forma fisi
ca susceptible de composicién formal y de apreciacién estética, y
enlaza el «arte urbano» renacentista con el morfologismo de las d
“cadas de 1960-1980, con el proyecto urbano, y con la tradicién
anglosajona del diseio urbano. La segunda es la tradici6n cientifista,
que, inaugurada por las primeras manifestaciones del urbanismo en-
tendido como racionalidad cientifico-técnica, pasa por el funciona-
lismo, la modelistica y la sistémica, hasta la critica también de las
décadas de 1960 y 1970 y las reformulaciones actuales sobre su papel
y su grado de validez. La tercera, por tiltimo, considera al urbanismo
como medio de reforma social, se inicia con el utopismo decimoné.
nico, y llega hasta las experiencias actuales de apertura de los siste-
mas urbanisticos a la participaci6n, pasando pot la institucionaliza-
cién del urbanismo reformista como parte de la construccién de los
Estados del bienestar tras la Segunda Guerra Mundial.GENEALOGIA DEL URBANISMO ACTUAL 19
Esta clasificacidn en tradiciones, como cualquier esfuerzo taxo-
némico o interpretativo, tiene una utilidad analitica que compensa
con creces las simplificaciones en que necesariamente incutre cual.
quier intento de explicacién. Sin embargo, es necesatio sefialar que
estas tres grandes tradiciones y las teorias, précticas y realizaciones
incluidas en ellas, estén mucho més interrelacionadas de lo que a
primera vista pudiera parecer,
Por ejemplo, la aproximacién artistica al hacer ciudad, que es la
predominante hasta el advenimiento de la Revolucién industrial, mas
tarde relegada con el triunfo del cientifismo y recuperada como dis
curso y préctica influyentes a partir de la década de 1960 por el mor.
fologismo, esta presente de manera muy significativa en ciertas
corrientes del funcionalismo, que en esta taxonomia aparece en la
tradicién cientifico-técnica, notablemente en el de los paises nérdi
cos. Porque, aunque en el funcionalismo predomina casi siempre el
afén racionalizador, esta también fuertemente impregnado de con-
cepciones estéticas derivadas de su estrecha vinculacién con las van-
guardias artisticas de principios del siglo xx -
Assu ver, métodos de andlisis propios de un positivismo mas bien
rigido, propios del momento y bastante alejados del método histéri.
0, informan algunos de los textos fundacionales del morfologismo,
como La arquitectura de la Ciudad, de Aldo Rossi, 0 El espacio urba.
no. Teoria y practica, de Robert Krier, textos que, paradéjicamente,
suponen desde el punto de vista de los contenidos una revalorizacion
de la historia frente a la tabla rasa con el pasado del funcionalismo
Igualmente, en la tradicidn cientifico-técnica, que ha sido la do-
minante alo largo del siglo xx, predominan los aspectos técnico-ins-
trumentales y de esfuerzo objetivador del conocimiento, tanto en sus
realizaciones pricticas como en sus formulaciones tedricas. Pero en
determinados periodos y lugares —por ejemplo, el periodo posterior
a la Segunda Guerra Mundial en Europa occidental— est fuerte-
mente impregnada de voluntad de transformacién social, cosa per-
fectamente logica si recordamos que esta voluntad de mejorar las
condiciones de vida y la organizacién social es uno de los elementos
centrales de la tradici6n ilustrada racionalista desde el siglo xvitl. En
otros momentos, la tradicién cientifica tiene bastante poco de racio-
nal, por ejemplo, en las manifestaciones discursivas de un Le Corbu.
siet, manifiestos que para afirmar algo niegan radicalmente todo lo
demés, segiin los modos de hacer propios de las vanguardias artist.
cas, y colocéndose asi lejos de la duda metédica y de cualquier méto-
do cientifico cominmente aceptado.