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Decalogo del perfecto cuentista* Por Horacio Quiroga I Cree en un maestro ~Poe. Maupassant, Kipling. Chejov- como en Dios mismo. 0 Cree que fa arte es una cima inaccesible. No suefies en dominarla, Cuando puedas hacerlo. lo cconseguiras sin saberlo ti mismo, Resiste cuanto puedas a la imitacién, pero imita sie! influjo es demasiado fuerte: Mas que ninguna otra cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga pacienciagy Vv Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor eon que fo deseas. Ama a tu arte como a tu novia, diindole todo tu corazon, v No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adénde vas. En un cuemto bien logrado. las tres primeras lineas tienen casi la importancia de las tres dltimas. wt Si quicres expresar con exactitud esta circunstancia: “Desde el rio soplaba el viento frio”, no hay en lengua humana mas palabras que las apuntadas para expresarla, Una vez duefio de tus palabras. no te preocupes de observar si son entre si consonantes o asonantes, vil No adjetives sin necesidad, Indtiles serin cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil, Si hallas el que es preciso. é1 solo tendra un color incomparable. Pero hay que hallarlo, var ‘Toma a tus personajes de la mano y lévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que €l camino que les traaste. No te distraizas viendo ti fo que ellos ne pueden o no les importa ver. No abuses de! lector. Un cuento es ‘una novels depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta, sunqueno lo sea. Ix No.escribas bajo el imperio de la emoci6n. Déjala morir, y evécals luego. Si eres capaz.entonces de revivirla tal cual fue, has Negado en arte « la mitad del caminog x No pienses en tus amigos al escribir, i en la impresién que hard tu historia. Cuenta como situ relato no tuviera interés mas que para el pequelio ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene fa vida en ef cuento, * Publicado en Babel. Bs. As— jul (Buenos Aires, Alianza, 1993), de 1927. st de: Los “Innes” del perfecto enemiste y otros escritas El decalogo mas uno Por Juan Carlos Onetti ' No busquen ser originales. El ser distinto es inevitable evendo uno no se preocupa de serlo, 0 No intenten deslumbrar al burgués. Ya no resulta. Este sélo se asusta cuando le amenazan el bolsille. 1" No traten de complicar al lector, ni buscar ni reclamar su ayuda, v No escriban jamés pensando en la eritica. en los amigos 0 parientes. en la dulce novia o esposa. Ni Siquiera en e! lector hipotético. v No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la politica ni al triunfo. Escriban siempre para ese ‘oro, silencioso e implacable, que llevamos dentro y no es posible engafar. vi \No sigan modas, abjuren del maestro sagrado antes del tercer canto del gallo. vu No se limiten a leer los libros ya consagrados. Proust y Joyce fueron despreciadas cuando ‘ssomaron Ia nariz, hoy son ge vu No olviden la frase, justamente famosa: 2 més dos son evatro; pero zy si fueran 52 x No desdenen temas con extrafa narrative, cualquiera sea su origen. Roben si es necesario x Micnton siempre xi No olviden que Hemingway escribi6: "Incluso di lectures de los trozos ya listos de mi novela, que viene a ser lo mas bajo en que un escritor puede caer.” Decalogo del escritor’ Por Augusto Monterroso 1 ‘Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre. " No eseribas nunca para tus contempordneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serés famoso. pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia, 1M En ninguna circunstancia olvides el célebre dictum: n literatura no hay nada escrito”, v Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una No emplees nunca el término medio; asi, jamas escribas nada con cincuenta palabras. v Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje: para esta lucha ejercitate de dia y de noche. vi Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisién, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores: evita pues. dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, ganar tanto como Bloy. vil No persigas el éxito. El éxito acabé con Cervantes. tan buen novelista hasta el Quijote Aunque el éxito es siempre inevitable, prociirate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan * Publicado en: Los buscadores de oro (México, Alfaguara, 1993). Extraido de: bat laleph. com/fores'viewtopie, php?

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