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Doathuaes 4981) 13-140 Mf proyectos de trabajo Bertrand Russell y el origen de las paradojas de la teoria de conjuntos* | Alejandro R. Garciadiego I, Fivaupap pet. tro Su principal finalidad consiste en reconstruir y_reinterpretar fl papel jugado del fildcafo y matemiticn hritinien Rertrand Russell (1872-1970) en el origen de las ‘paradojas’ de la teoria de conjuntos? EI libro no pretende circunscribirse al lector especializado en mateméticas; ejecuta una apertura de tal suerte, que acceda a todo piblico. El historiador, filésofo y matemético profesional * BI presente ensayo corresponde al prefacio del texto presentado ‘a la editorial Birkhauser Verlag AG (Suiza) para su_publicacién en engua ingles, a principios del prosente afio. (La tabla de contenidos se incluye al final de este ensayo). Una versén més breve de este libro foe originalmente defendida como twa disertacién doctoral en el Instituto yar le Histaia y Filosofia, de las Ciencias y la Tecnologia de la Unie Yersidad de Toronto, Canadé. 1 Evitaré dliseuti el significado de los términos paradoja, antino filossfica 9 contradiceién (entre otros), porque a pesar de que uno pu diera establecer definicones satisfaciendo’ la mayor parte de los criterios ae ttcadlcy ettetelsYTidbteContciboriesy, exis convene ‘ones no necerariamente corresponderian lo que los estudiosos = princi- ‘plot del presente siglo concibieron como el significado 0 connoracién ‘de esas mismas palabras, La mayor parte de lor intelectuales que se vie~ ron envueltos en el descubrimiento de tales argumentos (en los 18905 y 1900s) seleccionaron y usaron consistentemente uno (0 algunos) de esos ‘vocablos cuando hacian referencia a estas inconsistencias. Russell es, creo, Jun ejemplo muy claro de alguien que emple6 todos los. anteriores, pero ‘nétices (publicado en mayo de 1903). Para mantener una visién imparcial 2 través del presente ensayo wsaré sistemdticamente ‘voces neutral Inconsistencia, argumento, —proposicién, ‘paradoja', y_‘contradiccién’ 114 MATHESIS Vol. IV/N* I/febreroy 1988 ‘encontrar una interpretacién histérica completamente nueva de ichos eventos, cuyas consecuencias motivan el surgimiento de nue- ‘vas preguntas. Las obras de Russell incluyen més de sesenta libros, una can- ‘dad considerable de manuscritos inéditos, varios cientos de ar- ‘culos, docenas de entrevistas, por radio y televisi6n, y pelfeulas, centye muchas muy diversas fuentes, cubriendo un espectro muy aniplio de conocimiento, Sus escritos incluyen discusiones y andliss, de tan disimbolos temas como: ciencias sociales, fundamentos de Jas matemiticas, filosofia de las ciencias fisicas,filosofia en gene- ral, religién, educacién, pacifismo, ciencias naturales (incluyendo a biologia y fica), linglifstica, estadistica, probabilidad, teoria econémica, historia, politica, eventos internacionales y otros. Rus- sell sostuyo una. de las relaciones epistolares mis ricas de todos Jes, tiempos, manteniendo contacto con la mayor, parte de las ‘grandes, (y no tan grandes) figuras de la politica, artes, huma- rnidades y ciencias de las ‘iltimas décadas del siglo diecinueve, y ‘en especial, de. la. mayor parte del veinte, No, obstante ser una ‘de-Jas. personalidades puiblicas. més controversiales de su. tiempo {estuvo en prisién dos. veces, fue rescindido de sus funciones en Ja Universidad de Cambridge, se le hizo acreedor del impedimento oficial a ensefiar en el ‘College of the City of New York’), sus inérites ton suficientemente reconocidos y valorados. Le otorgaron algunas. de las medallas, diplomas y honores més importantes, ineluyendo el Premio Nobel de Literatura en 1950. Tomando en consideracién el vasto cuerpo de su trabajo, Ia gente que lo rode, los eventos. que experiment6 y las polémicas y discusiones que & provoes y en que estuvo involucrado, pareceria un pecado imper= donable dedicar un libro en su totalidad a tan pequefia idea: el escubrimiento de ciertas inconsistencias, Sin embargo, de acuerdo cn Resell, [eles pasiones, simples, pero abrumadoramente-intensas, han go bemado mi vida: el ansia de amor, la bisqueda del ‘conocimiento, yuna insoportable piedad por el sufrimiento de la Humanidad. Estar tres pasiones, como grandes vendavales, me han levado de ach para alls, por’ una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de Ia desesperacién.? © Bertrand Russel. Autobiografia, 19721914. Madvid: Aguilar: 1968. ‘Trudvetor Joan Garcia Puente, Pig. 11. Origen de tas paradojas de la teoria de conjuntos 115) Estas tres pasiones que gobernaron su vida —extensa hasta los casi noventa y ocho afios— fueron esculpidas, moldeadas y profundamente enraizadas en su mente alrededor de 1901, aproxi- madamente fecha en que descubrié las inconsistencias, a. la: edad de veintinueve afios. Singularmente se trataba del descubrimien- to de un argumento que é llamé ‘la Contradiccién’: lo que le motivara a subrayar la importancia de la existencia de estos ele+ ‘mentos y su solucién para un correcto entendimiento de los prin, cipios de las mateméticas. A esta proposicién se le conoce hoy como el argumento que envuelve a Ia clase (conjunto) de todas Jas clases (conjuntos) que no son miembros de si mismas,y Russell mismo la populari2é de la siguiente manera? pensemos por un momento en una biblioteca especial donde los bibliote- carios no catalogan Ios libros en tarjetas sino en cuadernos; ie., fl catélogo mismo podria ser tomado como otro libro. Algunos Bibliotecarios enlistan el libra coma san elemento més de su sis. tema y catalogan el catdlogo, pero algunos otros no lo hacen asl, {Qué pasaria si el jefe de todos los bibliotecarios, el encar- gado de la biblioteca central, decidiera compilar un catilogo de todos los catilogos que no se catalogan a s{ mismos? ;Deberia ‘estar este catélogo general incluido en Ia lista (0 catilogo de catilogos) 0 no? Si es enlistado, entonces no es uno de esos cati~ Jogos que deberian estar contenidos en el catélogo; pero, si no es catalogado, entonces debia estarlo, Es.decir, de cada respuesta se sigue su opuesto. Cerca del final de su vida, Russell juzg6 que habia, alcanzado algunos, pero no todos, de los objetivos formulados en los albores de su carrera académica. Uno de los més relevantes para el estudio de la filosofia y de los fundamentos de las mateméticas, surgido cen los 1890s, es aquel que el joven pensador briténico discurrié como dos series de libros —una yendo de las mateméticas puras la fisiologia y otra que discutiria cuestiones sociales con la es- pectativa de encontrar una sintesis final simulténeamente cient fica y prictica. En cierto sentido —como él mismo afirma— esto Jo llevé a cabo; pero ante una visién retrospectiva hacia el inicio de los afios 1900s, la consistencia de la matemética estaba ‘en duda por existir Ina inconsistencias, y siendo una de las ciencias basicas en la serie de ideas cientificas colocaba a todo el proyecto en un plan dubitative, Para Russell era como traer constante: ‘mente en el zapato una molesta piedrecilla mientras recorria el

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