La naturaleza del ser humano lo impulsa a ser curioso, y el
querer obtener respuestas de lo que sucede alrededor suyo,
es esta una de las razones por las cuales ha recurrido a la creación de la religión. Desde el inicio dimos cuenta de la utilización de mitos para explicar fenómenos naturales como lo es un eclipse, un terremoto o una erupción volcánica; desde entonces el hombre ha tenido una fuerte conexión, un gran apego a esta parte espiritual, desde el paso de ser politeístas a ser monoteístas.
Y es durante esta transición que vemos el surgimiento de una
de las religiones más fuertes en la historia de la humanidad, y estamos hablando nada más y nada menos que del catolicismo. Su influencia ha sido tan fuerte que incluso ha separado la historia en dos: antes de cristo y después de cristo. Pero claro esta transición a través del mundo no fue por medio de la evangelización solamente, tenemos un trasfondo sangriento y corrupto que va desde sus cimientos en la antigua Roma, su expansión por toda Europa, la llegada de la inquisición, el descubrimiento de América, el establecimiento de las colonias y la evangelización de estas tanto en Norteamérica y Suramérica han hecho que se establezca un fuerte control del catolicismo por el mundo. Un ensayo debe ser objetivo y no subjetivo, pero el documental no nos permite analizarlo de esta manera, ver como preparan niños de edades entre 4 a 10 años para ser “soldados del ejército de cristo” causa un sentimiento de repugnancia; un adoctrinamiento tan fuerte realizado a tan corta edad desencadena que el individuo solo quiera conocer y aceptar aquella idea que se le ha impuesto, rechazando toda aquella que sea contraria a la suya, y es que como sabemos la edad clave de la infancia donde el niño absorberá todo lo que aprenda es de 5 a 7 años, en esta edad es donde se marcara para toda la vida, una estrategia muy inteligente por parte de los organizadores de aquellos campamentos juveniles cristianos.
Esta parte es solo el “encariñamiento” hacia las ideas
religiosas ahora viene la influencia política donde buscan que los niños sean quienes incentiven la propuesta para que la iglesia tenga participación política dentro del congreso, para así poder regular temas de su interés como lo es la libertad de culto, aborto, etc. Así podría hacer un breve resumen sin caer en la subjetividad, pero verlo nos hace cuestionarnos: ¿es el miedo a lo desconocido lo que nos hace tener nuestra fe? O ¿es el miedo que nos infunden otros lo que nos vuelve seguidores de la religión? Es el miedo que les es infundido a personas con poco criterio el que permite el fortalecimiento de estas instituciones, y no hablamos de solo niños, si no de adultos con falta de educación e información verídica lo que permite que el miedo se infunda generación, tras generación sin que se pueda romper el ciclo. Lo más impactante de todo esto es ver cómo incluso medios de comunicación auspician estas ideas, cuando su tarea sea bien dicha es ser imparciales; y como sabemos esta es la generación de la tecnología y la llegada de redes sociales, permite que sea aún más grande la desinformación, el jugar con la mente de los usuarios, entrar en la psiquis de una persona para implantar una idea.
La realidad supera la ficción, es lo que puedo decirme a mí
mismo al presenciar tales actos. Recuerdo pasajes de 1984 de George Orwell y un mundo feliz de Aldous Huxley y al ver el mundo real pareciera que se tratase de una extraña combinación entre ambas obras, donde miedo y entretenimiento se unen para darnos una dosis perfecta de distracción y terror.
Concluyendo con este escrito, puedo asegurar una cosa: las
personas seguimos bajo el yugo de la religión no por devoción, si no como una obligación frente al miedo que nos es impuesto. Las máscaras utilizadas por la religión deben ser destruidas y no podemos permitir que la religión siga metiendo sus asuntos en la política, el uis debe de estar siempre separada del fas así como se instituyo largo tiempo atrás en la antigua roma, pero hasta este gran imperio cayó bajo este control religioso, dándonos una de sus épocas más oscuras. Que la religión sea una fuente de luz para los desamparados y no un lugar más sombrío y oscuro de donde no se puede escapar.