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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA DE DERECHO

Derecho Constitucional II

El Poder
Ejecutivo
a) Integrantes:

- Arévalo Ramos, Jazmín


- Calderón Prado, Katherine
- Lazo Benito, Fernando
- Rivera Castro, Gianella
- Sandoval Castro, Danya
- Vásquez Tarrillo, Katheryn

b) Ciclo:
IV - 2016-II

c) Grupo:
“A”
INTRODUCCIÓN:

CAPITULO I: EL PRESIDENTE Y EL PRIMER MINISTRO


1. El Presidente de la República y sus atribuciones.
1.1. La figura del Presidente de la República
1.2 Atribuciones
1.2.1 Como Jefe de Estado
1.2.2 Como Jefe de Gobierno
1.3 Facultad Normativa
1.4 Responsabilidad del Presidente de la Republica en la Constitución de 1993
1.5 El Presidente de Consejo de Ministros
1.5.1 Análisis de la naturaleza funcional del Presidente de Consejo de
Ministros: Voto de confianza al Gabinete de Fernando Zavala

CAPITULO II: EL CONSEJO DE MINISTROS


2. El Consejo de Ministros
2.1 Consejo de Ministros
2.2 Atribuciones constitucionales de los ministros
2.3 Limitaciones constitucionales
2.4 Formas de conclusión de los cargos de los ministros
2.4.1 Cese por censura: Análisis de la censura a la Premier Ana Jara Velásquez
2.4.2 Renuncia

CAPITULO III: EL REFRENDO MINISTERIAL


3. El refrendo ministerial
3.1 Funciones del Refrendo Ministerial
1. Idoneidad
2. Seguridad
3. Responsabilidad
4. Delimitación de competencias
3.2 Responsabilidad Ministerial
1. Solidaridad
1.2 Política
1.3 Administrativa
1.4 Civil
2. Individual
2.1 Penal
2.2 Moral

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFIA
CAPITULO III: EL REFRENDO MINISTERIAL

3. EL REFRENDO MINISTERIAL

El refrendo ministerial tiene un origen monárquico, donde el rey no podía cometer errores; y en
consecuencia no podía actuar solo, es decir que necesitaba del acompañamiento de un ministro
que lo validara, absorbiera a favor o desfavor las responsabilidades que nunca pudo alcanzar el
monarca.1 El constitucionalismo francés influyo en Iberoamérica iniciando exactamente en la
independencia de las colonias españolas, es por ellos que constituciones peruanas fueron
acogedoras de sus instituciones y una de las más antiguas es el refrendo ministerial.

En el Perú esta institución es incorporada por primera vez en la Constitución Política de 1823 y ha
permanecido en la historia de los textos constituciones. En nuestra constitución actual artículo 120
dispone que son nulos los actos del presidente de la republica que carecen de refrendación
ministerial. Es decir que los actos administrativos incluso legislativos del presidente de la república
no nacen jurídicamente si no cuentan con el refrendo de algún Ministros.

La constitución Política del Perú artículo 123 inciso 3 donde nos dice que los ministros tienen que
refrendar los decretos legislativos, los decretos de urgencia y decretos señalados en la
constitución y la ley y que ellos son individualmente responsables por sus propios actos y por los
actos presidenciales que refrendan, todo esto concuerda con lo establecido en el artículo 11 de la
nueva Ley Orgánica del Poder Ejecutivo que toda resolución suprema , decretos legislativos y de
urgencia deben es ser refrendados por el consejo de ministros o un ministro cuyo ámbito de
competencia corresponda2 y en el artículo 128 prescribe que los ministros son solidariamente
responsables por los actos delictivos o violatorios de la Constitución o de las leyes en que incurra
el Presidente de la República o que se acuerden en Consejo, aunque salven su voto, a no ser que
renuncien inmediatamente. Sin embargo si un ministro no desea refrendar un acto presidencial, el
Jefe de Estado tiene la atribución para removerlo del cargo y nombrar a otro ministro que esté
mejor dispuesto, con menos resistencias, a refrendar sus actos.

El refrendo está presente pero este no cumple su verdadero propósito solo está limitado solo a
dar validez del acto presidencial y crear una responsabilidad en el ministro que lo efectúa,
entonces se puede decir que la base de la creación de esta institución es la irresponsabilidad
política del Presidente de la República, porque traslada sus responsabilidades a su consejo de
ministros o un ministro de manera individual, por tal motivo esta institución a permaneció en el
tiempo, por su poca efectividad para atenuar el ejercicio de las atribuciones del Presidente de la
República.

1
SANTIESTEBAN NORIEGA, Jorge. El Refrendo Ministerial: Naturaleza , responsabilidades
derivadas del acto.
2
LEY ORGANICA DEL PODER EJECUTIVO. Ley No29158, promulgada 19 de diciembre del
2007.
3.1 FUNCIONES DEL REFRENDO MINISTERIAL

3.1.1 IDONEIDAD
Es la contrafirma del ministro autentica haciendo referencia que un acto ha sido
hecho en la esfera de competencias del Presidente en particular y del Ejecutivo en
general.

La idoneidad es Entendida como aptitud técnica, legal y moral, es condición


esencial para el acceso y ejercicio de la función pública. El ministro debe
propender a una formación sólida acorde a la realidad, capacitándose
permanentemente para el debido cumplimiento de sus funciones.

3.1.2 SEGURIDAD
Asegura el cumplimiento de la resolución del Ejecutivo y le proporciona los medios
y mecanismos de la administración pública para hacerlo.

3.1.3 RESPONSABILIDAD
El presidente es irresponsable por los actos que suscribe durante el periodo de su
mandato, a través del refrendo el ministro que suscribe asume toda la
responsabilidad jurídica por los actos materia del refrendo (art 120 y 128 CPP), a
excepción de los casos de traición a la patria u obstrucción electoral o disolución
indebida del Congreso de la República, que constituyen verdaderamente la
excepción al principio de irresponsabilidad presidencial.3

Todo ministro debe desarrollar sus funciones a cabalidad y en forma integral,


asumiendo con pleno respeto su función pública. Ante situaciones
extraordinarias, el servidor público puede realizar aquellas tareas que por su
naturaleza o modalidad no sean las estrictamente inherentes a su cargo, siempre
que ellas resulten necesarias para mitigar, neutralizar o superar las dificultades
que se enfrenten.

3.1.4 DELIMITACIÓN DE COMPETENCIAS

Obliga al Presidente, para la validez de sus actos, a subordinarlos al imperio de la


ley y al ámbito competencial administrativo del ministro refrendatario.

Cabe señalar que la que la responsabilidad de un ministro por el cumplimiento de


sus funciones no se deriva únicamente del refrendo de las decisiones
presidenciales. Efectivamente, el ministro tiene responsabilidades que se generan
en la dirección y gestión de los servicios públicos que se le confían y en la

3
La doctrina constitucional peruana es uniforme en señalar este principio de no responsabilidad presidencial
durante el ejercicio del periodo de mandato gubernamental, con la excepción anotada. Véase en particular
PANIAGUA CORAZAO, Valentín. “El sistema político de la Constitución de 1993”. En: Dereito, Revista Xujidica
da Universidad de de Santiago de Compostela. Vol. IV. Nº 2. 1995. Págs. 12-54 y VILLARÁN. Ob. cit. Págs. 97
y 98
conducción de los asuntos que competen a la cartera a su cargo, a tenor de lo
prescrito por el artículo 119 de la Constitución4. Asimismo, un ministro asume
responsabilidades adicionales, en materia jurídica general y presupuestaria en
particular, en su calidad de titular del pliego, calidad ésta que no siempre es
coincidente con la de ministro y que tampoco es exclusiva de éstos, pues hay
muchos otros funcionarios de alto rango que conforme a ley conducen como
titulares los pliegos presupuestarios.

3.2 RESPONSABILIDAD MINISTERIAL

La responsabilidad de un ministro por el cumplimiento de sus funciones no se deriva


únicamente del refrendo de las decisiones presidenciales.
El ministro tiene responsabilidades, se generan en la dirección y gestión de los servicios
públicos que se le confían y en la conducción de los asuntos que competen a la cartera a
su cargo, (artículo 119 de la Constitución) . Asimismo, asume responsabilidades
adicionales: (materia jurídica general y presupuestaria en particular, en su calidad de
titular del pliego presupuestario.

El ministro no se exime de rendir cuentas ante los órganos de control durante el ejercicio
del cargo y aun después, en especial a la Contraloría General de la República. Ello abarca
tanto en los aspectos de gestión derivados del refrendo, cuanto de aquellos de orden
presupuestario en los que se ve comprometido como titular del pliego presupuestario, a
tenor de lo establecido en el artículo 82 de la Constitución y la Ley N° 27785, Ley Orgánica
del Sistema Nacional de Control y de la Contraloría General de la República5.
El ministro tiene la obligación de concurrir y su ausencia puede dar lugar a una eventual
interpelación y final censura que es la máxima manifestación de la responsabilidad política
que lleva a sus espaldas el ministro exonerando de toda carga, como consecuencia del
refrendo, al Presidente de la República

1. SOLIDARIA

4
Esta responsabilidad se enmarca en la ley del 28 de setiembre de 1868 que establece el modo y forma de
determinar la responsabilidad de los funcionarios públicos y la Ley del Procedimiento Administrativo
General Nº 27444.
5
PANIAGUA CORAZAO, Valentín. Acusación constitucional. En: "Gaceta Jurídica", Tomo 45, agosto, 1997
1.1 POLÍTICA
La responsabilidad ministerial por excelencia: la responsabilidad política6
Los efectos administrativos del refrendo quedan incorporados a la responsabilidad
política que hemos analizado ante el Parlamento y ante el propio Presidente de la
República, cabe tomar en consideración que la Ley de Procedimientos Administrativos
General Nº 27444 no prevé ninguna norma para hacer viable la responsabilidad de los
ministros en general, ni de los actos de refrendo en particular (artículo 234).
Sin embargo, El ministro no se exime de rendir cuentas ante los órganos de control
durante el ejercicio del cargo y aun después, abarca los aspectos de gestión de
aquellos de orden presupuestario, comprometido como titular del pliego
presupuestario (artículo 82 de la Constitución) (Ley Nº 27785- Ley Orgánica del
Sistema Nacional de Control y de la Contraloría General de la República).
Colectivamente, por el solo hecho de pertenecer al Consejo de Ministros, actuar
dentro de él y tomar decisiones, aunque no cuenten con la participación del
Presidente de la República, los ministros son adicionalmente responsables en forma
solidaria por los actos delictivos, o por violaciones a la Constitución o a las leyes, salvo
que renuncien de inmediato -como lo pide la norma- pues el salvamento de voto por
sí solo es insuficiente para exonerados de las consecuencias legales de las decisiones
que puedan haber tomado en el órgano colectivo del Ejecutivo.
No existe responsabilidad solidaria en materia penal por el carácter personalísimo
inherente a ella7.
Si se considera la otra razón de la responsabilidad de los Ministros de Estado por los
actos de gobierno del Presidente, la necesidad del control intraórgano, se llegará a la
misma conclusión, pues el Ministro de Estado debe controlar la legalidad de los actos
de gobierno del Presidente y no todos los que realice, por ejemplo un Ministro de
Estado no tiene el deber de controlar la forma como el Presidente ejerce violencia
sobre los miembros de su familia8.

6
7
RUBIO CORREA, Marcial. Estudio de la Constitución Política de 1933. Tomo 4. Pontificia Universidad
Católica del Perú, Fondo Editorial. Lima, 1999
8
Francisco Fernández Segado, El Sistema Constitucional Español, Página 679, Dykinson, Madrid, España,
1992.
CRISIS TOTAL DE GANINETE
Cuando se gobierna un Estado democrático basado en una Constitución, hay que
entender que eso es así porque, siendo nuestro régimen presidencialista, tiene
contrapesos en los demás órdenes del Estado, a fin de evitar el autoritarismo
constitucional. Es lo que Loewenstein definía como “control interpoderes”. En su
desarrollo procesal, la Constitución y el Reglamento del Congreso tratan la cuestión
de confianza del mismo modo que la censura del gabinete. La primera parte de los
ministros, y la segunda de una minoría del Congreso.
La cuestión de confianza no es poca cosa. Proviene de los regímenes parlamentaristas
donde el Ejecutivo nace del Parlamento y es requisito sine qua non de un nuevo
gabinete para obtener el beneplácito del Congreso para iniciarse como Gobierno.
Por eso, la investidura es un privilegio del Congreso e imperativamente debe hacerse
dentro de los 30 días siguientes a la designación del nuevo gabinete, al punto de que,
si el Congreso no está en funciones, el presidente de la República debe convocarlo de
modo extraordinario.
Si la confianza es rehusada al nuevo gabinete, el presidente de la República debe
admitir su dimisión total en las 72 horas siguientes y nombrar a un nuevo gabinete.
Podría repetir con algunos ministros, pero necesariamente debe cambiar al premier,
en cuya cabeza se asienta la legitimidad de la confianza otorgada o el rechazo de la
confianza rehusada. Para alcanzar la confianza se requiere los mismos que para lograr
la censura: la mitad del número legal de los miembros del Congreso.
Se presentan dos alternativas posibles: (1) el Congreso volvía a votar la confianza
para alcanza la mitad más uno de su número legal, con el riesgo de no alcanzar la
confianza; o (2) el presidente de la República encajaba las críticas planteadas por la
oposición en el Congreso, que es casi el doble que su mayoría relativa, escuchaba
el leit motiv de sus razones muy fundadas, en su mayoría, abandonaba el estilo
confrontacional y tendía los puentes que aguda e inteligentemente ha planteado el
congresista Abugattas para conseguir, de la abrumadora oposición, la confianza
requerida para que su gabinete tuviera viabilidad y la necesaria legitimidad
constitucional.
El artículo 133 citado se encuentra referido al Presidente del Consejo de Ministros, y
enfatiza que este cargo es más importante y más sensible que el de cada ministro
individualmente considerado. Por ello, la Carta dispone que las decisiones que inciden
en el cargo del Presidente del Consejo de Ministros inciden, a su vez, en todo el
gabinete o conjunto de ministros. Para lo que a nosotros interesa en el presente
artículo, es claro que la censura del Parlamento al Presidente del Consejo de
Ministros es en realidad la censura a todo el equipo de ministros, a todo el gabinete,
lo que de llevarse a cabo implica la “crisis total”.
La importancia y efectos de censurar a un Presidente del Consejo de Ministros no
acaban en que haya crisis del gabinete y, por lo tanto, deba nombrarse un nuevo
Presidente del Consejo y nuevos ministros.9

1.2 ADMINISTRATIVA
Es aquella en la que incurren los ministros por haber contravenido el
ordenamiento jurídico administrativo y las normas internas de la entidad a la que
pertenecen, se encuentre vigente o extinguido el vínculo laboral o contractual al
momento de su identificación durante el desarrollo de la acción de control.
Incurren también en responsabilidad administrativa funcional los servidores y
funcionarios públicos que en el ejercicio de sus funciones, desarrollaron una
gestión deficiente.

Un ministro puede estar sujeto directamente a la responsabilidad administrativa


frente al Presidente, incluyendo la imposición de sanciones que pueden ir de la
amonestación a la destitución, ello normalmente se resuelve política y no
administrativamente.
El ministro no se exime de rendir cuentas ante los órganos de control durante el
ejercicio del cargo y aun después, en especial la Contraloría General de la
República.

9
Sandra LINDEMBERT AGUILAR. “a censura ministerial en el Perú”.
Ejemplo:
En la compra de los patrulleros para la Policía nacional del Perú, existen ciertas
irregularidades, y ante todo fue el ministro quien refrenda su firma, y se haca partícipe
administrativamente de éste acto.
1.3 CIVIL

Para establecer responsabilidad civil a los Ministros basta poderles atribuir la


condición de responsable civil o tercero civil responsable que se genera por el
hecho ajeno que constituye el acto de gobierno ilegal del Presidente, sobre la base
de criterios como, por ejemplo, la culpa in vigilando o una disposición legal10.

Solo la responsabilidad civil puede hacerse extensiva, en forma solidaria, a todos


los miembros del Consejo de Ministros que participen en un acuerdo de este
órgano colegiado, a no ser que renuncien individualmente (artículo 128 de la
Constitución) puesto que no basta el salvamento del voto439. No existe
responsabilidad solidaria en materia penal por el carácter personalísimo inherente
a ella.

Cuando se trata de un acto individual de refrendo, en el que no hubo


responsabilidad del Consejo de Ministros, responde civil y/o penalmente un
ministro si al realizar el acto de refrendo está cometiendo un ilícito penal, o si
como resultado de tal acto se derivan daños a ser reclamados judicialmente Estas
responsabilidades se hacen efectivas ante el Poder Judicial una vez superada la
etapa del antejuicio al que el refrendante tiene derecho y previa formación de la
causa correspondiente11.

2. INDIVIDUAL

El ministro asume plenamente las consecuencias de la validez del acto, de su legalidad y


concordancia con el marco legal, así como de la adecuación del medio empleado para que
se utilice la formalidad exigida (decreto supremo o resolución suprema según el caso).

Ruiz Moreno, citado por Pelleriti: “No es necesario que los ministros sean técnicos, solo
bastará que sean hombres de Estado, ya que el especialista reducido a un campo
específico, pierde la visión de conjunto de la realidad del país”

10
Francisco Fernández Segado, El Sistema Constitucional Español, Página 679, Dykinson, Madrid, España,
1992
11
PELLERITI, Gustavo Adolfo. Atribuciones del Presidente argentino. Ediciones Depalma, Buenos Aires.
Puede hacerse extensiva, en forma solidaria, a todos los miembros del Consejo de
Ministros que participen en un acuerdo de este órgano colegiado, a no ser que renuncien
individualmente (artículo 128 de la Constitución). En el que no hubo responsabilidad del
Consejo de Ministros, respondería, en consecuencia, un ministro si al realizar el acto de
refrendo está cometiendo un ilícito penal, o si como resultado de tal acto se derivan daños
a ser reclamados judicialmente.

PENAL

Deberá reunir los elementos constitutivos del delito, fundamentalmente en relación al


dolo y a los actos comisivos de delitos de función.

El ministro asume plenamente las consecuencias de la validez del acto, de su legalidad


y concordancia con el marco legal, así como de la adecuación del medio empleado para
que se utilice la formalidad exigida (decreto supremo o resolución suprema según el
caso). Asume también, en principio, el deber de vigilar la idoneidad del trabajo
realizado por los estamentos técnicos inferiores que actúan bajo la conducción del
ministro.
Los Ministros pueden ser acusados constitucionalmente por cualquier contravención a
la Constitución que se ejecuten con su consentimiento. Ello se materializa con el
refrendo o con el voto en el Gabinete. Igualmente, pueden ser procesados penalmente
por un acto delictivo que se geste en el acto presidencial o en el colegiado. La
exculpación sólo es posible con la renuncia.
Santistevan de Noriega señala que no existe responsabilidad solidaria en materia penal
por el carácter personalísimo inherente a ella. Sin embargo Nakasaki,12 manifiesta que
la responsabilidad penal de los Ministros no puede atribuirse simplemente a título de
solidaridad por el hecho ajeno consistente en el acto de gobierno ilegal del Presidente,
pues la solidaridad como regla se aplica al caso de las obligaciones patrimoniales; la
responsabilidad penal conforme al artículo 11 inciso 2 de la Declaración Universal, al
artículo 15 inciso 1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, al artículo 9
del Pacto de San José de Costa Rica, al artículo 2 inciso 24 parágrafo d de la

12
Nakasaki Servigón, César, El antejuicio y la responsabilidad solidaria de los ministros de Estado respecto de
delito cometido por el Presidente de la República, En Revista Dialogo con la Jurisprudencia, Año 9, Numero
57, Junio, 2003, Gaceta Jurídica, Lima, p. 71.
Constitución Política, a la norma II del Título Preliminar, artículos 11, 12, 14 y 20 del
Código Penal, solamente se puede determinar verificando que los Ministros de Estado
con ocasión del acto de gobierno del Presidente ilegal, han cometido a su vez una
acción típica, antijurídica y culpable. “la responsabilidad penal de los Ministros de
Estado no se basa en que el Presidente cometa un delito en el ejercicio de su función,
sino en que con ocasión del mismo los Ministros a su vez realicen una conducta que
pueda ser calificada como ilícito penal, por comisión dolosa, omisión propia dolosa,
omisión impropia dolosa, o comisión u omisión culposa.

Ejemplo
Fujimori con un equipo formado por personal de seguridad de la Casa Militar al mando
del Edecán Capitán de Fragata AP Francisco Calixto Giampietri, e integrado por el
Director General de Asesoría Jurídica de la Casa Militar, el Teniente Coronel EP SJ
Manuel Ulises Ubillús Tolentino, materializaron el ilícito (este caso es determinar a
partir de qué momento nos encontramos ante una acción u omisión punible
valoraron establecerlos; y los ministros, al no presentar sus respectivas renuncias,
fueron acusados de coautores o partícipes de conformidad con el artículo 128° de la
referencia13.
1.2 MORAL

Se hace efectiva ante la opinión pública como consecuencia de los actos de refrendo
que por su naturaleza son públicos.

Los ministros como funcionarios públicos están inmersos en la ética pública que esta
definida como “el desempeño de los empleados públicos basado en la observancia de
valores, principios y deberes que garantizan el profesionalismo y la eficacia en el
ejercicio de la función pública”, la que a su vez, es definida como “toda actividad
temporal o permanente, remunerada u ordinaria, realizada por una persona en
nombre o al servicio de las entidades de la Administración Pública en cualquiera de sus
niveles jerárquicos”.

13
Nakasaki Servigón, César, El antejuicio y la responsabilidad solidaria de los ministros de Estado respecto de
delito cometido por el Presidente de la República, En Revista Dialogo con la Jurisprudencia, Año 9, Numero
57, Junio, 2003, Gaceta Jurídica, Lima, p. 71.
Tanto en el Código de Ética de la Función Pública, como en la Ley Marco de
Modernización de la Gestión del Estado, en la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo y en
otras normas, se aprecia claramente la voluntad de que el proceso de modernización
de la gestión del Estado se oriente bajo principios y valores éticos.

Así, La Ley Marco de Modernización de la Gestión del Estado, cuyo objeto es


“establecer los principios y la base legal para iniciar el proceso de modernización de la
gestión del Estado”, trata temas vinculados con los principios y valores éticos que
deben inspirar este proceso.14

Los principios de la función pública, las obligaciones, prohibiciones y deberes de los


funcionarios y servidores públicos, las sanciones aplicables a quienes los transgreden,
así como los impedimentos e incompatibilidades de los funcionarios y servidores
públicos, se encuentran regulados por diversas normas. Entre ellas, el Código de Ética
de la Función Pública y su Reglamento, la Ley Marco de Modernización de la Gestión
del Estado, la Ley que Regula la Gestión de Intereses en la Administración Pública y su
Reglamento, la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, así como la Ley
que prohíbe ejercer la facultad de nombramiento y contratación de personal en el
sector público en caso de parentesco.

14
Directiva Nº 001-2009-PCM/SGP, aprobada por Resolución Ministerial Nº 050-2009-PCM/SGP, publicada
el 4 de febrero de 2009

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