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CCovereranios pmstes munca crtane 203 m5 37 INTRODUCCION ‘SVAMPA, Maristella, 2005. La sociedad excluyente, Le Argentina ‘bajo el signo del neoliberalismo. Buenos Aires, Taurus. Cap. 1. En las ttimas décadas, la entrada en una nueva etapa de acumulacién del capital produjo hondas tansformaciones so- ciales, Esos procesos, earacterizados por Ia difusién global de :muevas formas de organizacién social y por la teestructuracién, de ls relaciones sociales, eambiaron las pautas de integracin y cexclusién, visiblesen la nueva articulacién entre economia y po- Iitea. Estos cambios desembocaron en un notorio incremento de Tas desigualdades en el interior de ls sociedades contempo- rineas,creando nuevos “bolsones" de pobreza y marginalidad. Sin embargo, es necesario tener en cienta que en los pal ses centrales Ios procesos de mutacin estructural no se expresi- ron necesariamente en el desmmantekaiento total o euasitotal de las insttuciones y marcos regulatoriostipicos del modelo an- terior (Estado de Bienestar 0 Fstado Social). En contraste con en las regiones del capitalismo periférico la globaliza- cidn no s6lo profundiz6 los procesos de transnacionalizacisn del poder econémico, sino que se tradujo en el desguace radi- cal del Fstado Social en su versin “nacionakpopulat” el que mis allt de sus limitaciones estructarales y tergiversaciones polit: as, se habia caracterizdo por orientar su accién hacia [a tarea nada fill de producir cierta cobesién social, en un contexto de sociedacles heterogéneas, desigualesydependientes. sen Amé- rca Latina, estas transformaciones, que vinieron dela mano de politicas neoliberales, conllevaron una fuerte desregulacisn eo- Aémicay una reestructuracion global del Estado, lo eval termind por acentuar ls desigualdades existenes, al empo que gene- 76 nuevos procesos de exclusién, que afectaron a un conglo- :merado amplio de seetores sociales. Recordemos que, como afirmaban hace décadas los tesricos Jatinoamericanos que reflesionaron sobre la dependeneia la ‘marginalidad, los obsticulos al desarrollo forman parte intrinse- cadel proceso global del capitalismoy, como tal, son el resultado de Ia asimétrea articulacién entre el centro la periferia. En exe sentido, en América Latina la dependencia siempre implicé el reconocimiento de que la realidad tenia dos eseenas. por un Jado, la nacional; por el otro, la internacional. Ast, esta dualidad de escenas limitaba los mangenes de accién de los diferentes ac- tores sociales nacionales, al dempo que seitaluba la incorpo- racion de otros actores econémicos, de earicter internacional, ena espinosa articulacin entre poitea yeconomta Sin embar- ‘go, en las himas décadas, ala luz de la nuevas condiciones de dominacién econémicofinancieras, estos procesos cobrarn ‘gran envergadiuray dimensin, hasta legar, para decitlo con ter 10s de Guillermo O'Donnel (2001), a "un grado yun tipo de ‘dependencia que no sofaron siquiera los mis pesimistas textos sobre la depentencia eseritos hace algunas décadas", Gierto es que este escenario tensa como tel6n de fondo la *década perdida’, signada por la crisis estructural del modelo nacional-popular, visible en el incremento de la deuda ex: terna, la alta inflacin, la pauperizacion ereciente yal final de 108 80, los episodios hipetinflacionarios. Con todo, el recono- imiento de la crisis no habilitaba como Ginica sali, y mucho ‘menos como la mais adecuada a los intereses de la mayorria de Ta sociedad, aquella que finalmente babria de adoptarse, a s3- ber la “solution neoliberal”. Ahora bien, en la Argentina, en el contexto de la nueva de- pendencia, lasalida neoliberal se radujo en Ia implementacién de un programa dristico de reformas estructurales que, acom- ppafado y faciitado por la instalacién de un nuevo modelo de dominacién politica, terminé produciendo una fuerte muta- cidny reconfiguracién della sociedad. 0 En efecto, cambios dé toda indole, algunos ya anunctados desde medliados de los 70, encontraron wna inflexién hiperbé- Tica en ef marco de fa politica neoliberal puesta en marcha por Carlos Menem (1989-1999) y continvada por sus sucesores, En este nuevo marco social, atravesido por una fuerte dinémica de polarizacién, todas las clases sociales sufrieron grandes transfor- Inaciontes. Mientras que los grupos pertenecientes ala erspide de la sociedad aunaron alta rentabilidad econdmica y confian- za de clase al encontrar en st adversiti histsrico —el peronis- mo— un aliado inesperado, una gran parte de la sociedad, perteneciente a ls clases medias y populares, experiment6 una “riatica reduecin de sis oportunidades de vida. Aun ast, el pro ces0 no fue, de ningiin modo, homogénco, pues sien es derto {que amplia franjas de las clases medias experimentaron el empo- brecimientoy la cafla socal, tras se acoplaron con mayor éxito al modelo y buscaron afirmar la diferencia por medio del consu- mo ylos nuevos esos de vida, Por iim, las clases trabajadoras, ‘aya identidad politico social se habia extructurado desde ya par- tir del primer peronismo, aravestron un proceso de descolectivi- zacion que arrojéala stuacion de marginalidad y exclusién avas- tossectores, por via del trabajo informal ye desemple. En suma, la dindimica de polarizacén y fragmentacion so- cial adquiri6 tal virulencia que durante gran parte de la dead de los 90 hubo grandes dfieultades en dotar de un lenguaje po- Iiico a las experiencias de descolectivizacibn, en la eal se 6 tremezclaban diferentes trayectorias y siouaciones, ademas de sentimientos contradictorios yambivalentes respecto de la nue- ‘acondicién social. No era para menos; la mutacin era no slo cconémica, sino ambien socal y politica, En realidad, durante la década del 90, los cambios fueron, refleando répidamente la configuracién de un nuevo “campo de fterzas societal”, nocién que tomamos de Edward Thompson, (1986), y que desiga menos una estructura ya consolidada que un proceso atravesadlo por dos grandes tendencias, suerte de po- Jos magnéticos que arrastran de manera irresistible a los dife- rentes grupos sociales hacia tno otto extremo, hacia la adqui- sicién dle posiciones ventajosas o hacia la descalifcacién social, en el lenguafe de los actores sociales, Iacia la "salvacion” o hae cia leads". pais nos devolvaaslaimagen de na sociedad cen pleno estallido, polarizada, en medio de wna dinamica vert- ginosa sa lavez, muy nestable, Sin embargo, com los aos, lejos de constitir un movimiento pasaero, la doble dinamica de por Iarizacin y fragmentacién fue moldeando los contornos mis hi- raderos de un nuevo pais, de uma socidad ecyent estructurada sobre la base dela crstalizacin de ls desigualdades nto eco- ‘nGmicas como socalesy culturales. Exe libro se propane abordas algunas de las dimensiones principales de ese proceso de mutacin y reconfiguracion extrac: {ural vido por la Argentina en Tos 90, con una éptica que priv legia el andlisis de fa sociologia politica. Su objetivo es descrbin, cn la medida de lo posible, os contornos generales de la socie- dad excluyente. Para dar cnenta de ello, hemos decid eividir nuestro andlisis en tes partes, cada una de ellas compuesta ‘res capitulos En la primera parte, titulada "La gran mutacin”, Iniciamos el recorrido presentando las diferentes dimensiones del proceso de mutacién estructural, afin de instalarnos nego enel terreno propio de la sociologia politica, saber, através del anilsis del modelo de dominacion politica y sus avatares, as co- no de la transformaciones en is figura de I cudadanfa, Aun- que conscientes de que esta vias de entrada estin lejos de agotar 1 conjunto de mutaciones polticas que atraviesa la sociedad ar- gentina de ls tkimas décadas, creemos que l andlisis propuesto ‘hos fait algunas de ls claves coneepiuales que nos servis de guia para abordar y compronder los nieleos prablematicas ‘que componen la segunda ya tercera parte de este libro, La segunda parte esté consagrada al estdio de “La nueva ‘configuracién social". Para ello, nos proponemos pasar revista al proceso de dislocacin y transformacion de las diferentes clases ‘sociales, en un contexto que sefiaael pasa de la gran mutacin a l.consolidacion de una sociedad excluyente. As, comenzaremos ‘cont un ansliss de las continuidades yrupturas de los sectores do- minantes, para adentrarnos luego en la dinimica de fragments: inde las clases medias, por titimo, avanzaremos en elrelato de tos procesos cle pauperizacin y erritoraliacién de las cases po- ppulares. Aqui, nuestro andliss apunta a deteetary poner de mani fiesto la nueva dialéctica que se establece entre estructura y pri ticas sociales, en un escenario marcado por un fuerte incremento delasasimetrias econ6micas, sociales, clturalesy pol En Ia tercera y sltima parte abordamos el estudio de Ia ac- ‘Gi colectiva y sus diferentes inflexiones. Sin pretender exhaus- tividad, nuestro propésito apunta a dar cuenta, con la ayuda de algunos casos emblemsticos, de las formas de resistencia pro- piss del perfodo, en las cuales se alternan y entremezclan viejos ‘nuevos actores sociales, asi como nuevos escenariosy deren {es escalas de la conflictividad emergente, En fin, en un marco. por demas complejo y atravesado por diferentes modalidades ‘de accidn colectiva, nos proponemos aprehencler Ios sentidos y formas que adapta la resistencia a un modelo de excusiin, lee da no sélo como una mera respuesta reactiva, sino también co- ‘mo una apuiesta politica de creacién ele nuevos lazos sociales. En ste sentido, nuestra rellexién busca emplazarse en na pers pectiva que sefiala a doble dinmica yvitalidad de lo social, s3- ber, Ia complejadialécrica que es posible establecer entre Eases y procesos de descomposicin y de recomposiién social 2 Antes de iniciar nuestro reeorrido, querriamos realizar al ‘gunos comentarios sobre el carictery sentido de este libro. En Primer lugar, deseamos dejar constancia de que en él se sintet- ‘ay reclabora gran parte de las investigaciones que hemos ve- rnido desarrollando en los tilimos diez ais de nuestra carrera académica, en el marco de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Para comenzar, esta reelaboracién contempla una serie de in- vestgaciones realizadas entre 1995 y 1997 las cuales nos permitie- ron dedicarnos a esa recurventetarca de la sociologta argentina ‘de los iltmos sesentaafios que consste en interpretar una y otra ver las transformaciones ysgnificaciones del peronismo, Esta pri zeta investigacién sobre la Argentina de los 90, realizada ju famente con Danilo Martuccelh, apuntaba a dar cuenta de bis ‘mutaciones de la vida politic yc] deseentramiento de las imige- nies del peronisio en la memoria colectiva, mediante el estudio pormerorizado de las subjetividades de los actores sociales (mil fantes politicos, mundo sindieal, subjetvidades populares). Poco despues, dicha investigacin nos lev6 a profundizar la lectura de

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