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UNIVERSIDAD DE CHILE ​ ​Introducción a la Macroeconomía

FACULTAD DE ECONOMÍA Y NEGOCIOS Otoño de 2019

Tarea 1
Crecimiento Económico de Chile y el Mundo

Bastián Castro
Sebastián Chacón
Sebastián Hernández

ENMAC205/03

Profesor: Joaquín Mayorga


Datos de Chile
1. PIB anual 2013 - 2018. Participación de los cinco componentes del gasto.
El siguiente gráfico muestra el PIB anual desde el año 2013 hasta el año 2018. Además, se muestra la
participación de los diferentes componentes del gasto del PIB.

Sobre los componentes del PIB, podemos definir cinco principales: Consumo (C), Inversión (I),
Gobierno (G), Exportaciones (X) e Importaciones (M).
El consumo corresponde al gasto final de hogares e instituciones sin fines de lucro en bienes
durables o no durables. En el gráfico, este consumo se ve reflejado con una barra azul y representa
aproximadamente dos tercios del PIB anual; corresponde al componente del PIB con mayor
participación.
La inversión corresponde al gasto en bienes que mantienen para el futuro. Este concepto se divide
en la formación bruta de capital fijo, que corresponde a la adición de bienes de capital al stock
existente (bienes para producir otros bienes) y la variación de existencias, que se refiere a la
variación de inventarios que las empresas realizan voluntaria o involuntariamente en respuesta a la
demanda de sus bienes. Gráficamente, vemos que la inversión tiene una participación importante en
el PIB, aunque está muy lejos de tener la influencia que tiene el consumo.
El gasto del Gobierno corresponde al gasto público en bienes de consumo final. Este componente
está representado con una barra roja en el gráfico y su participación es menor a de la inversión.
Los últimos componentes pueden resumirse en un concepto llamado Balanza Comercial (XN), el cual
corresponde a la diferencia entre las exportaciones y las importaciones. Gráficamente, vemos que
los volúmenes de importación y exportación están por sobre el nivel de la inversión. Sin embargo, lo
que se contabiliza en el PIB corresponde a la Balanza Comercial, la cual, a simple vista, no presenta
un nivel de participación relevante, ya que la diferencia entre las importaciones y las exportaciones
no es tan pronunciada.
Así, la tendencia de los niveles de participación de los diferentes componentes del PIB se ha
mantenido en los últimos 5 años, ubicando al consumo en la primera posición, seguido de la
inversión, el gasto del gobierno y, finalmente, la balanza comercial.

2. Fuerza de trabajo y ocupados.

En cuanto al período 2009-2010, se observó una fuerte caída en la tasa de desempleo, acompañada
por una pronunciada alza del número de ocupados, además de la fuerza de trabajo. En cuanto al
período 2011-2019, se aprecia un crecimiento de los ocupados, sin embargo, a un ritmo lento, el cual
se relaciona con que la tasa de desempleo se mantenga “casi” constante (siempre variando entre el
6% y 7%). Además, en el detalle se puede observar una relación directa de los ocupados con la fuerza
de trabajo, y otra que tiende a ser una relación inversa entre la tasa de desempleo con la fuerza de
trabajo y ocupados.
En cuanto a las causas de la evolución de estos indicadores, es preciso mencionar la crisis económico
del año 2008, que tuvo efectos negativos sobre los indicadores del empleo en nuestro país. Así, el
período posterior a esa crisis puede entenderse como una etapa de recuperación, lo que explica que
la tasa de desempleo caiga en los años 2009 - 2010 para luego mantenerse estable en el período
2011 - 2019, con un aumento leve pero sostenido de la fuerza de trabajo y la cantidad de ocupados.
3. Tipo de cambio nominal y real 1989 - 2019.

El gráfico anterior muestra la evolución del tipo de cambio nominal y real desde el año 1989 hasta la
actualidad. Para analizar este gráfico es preciso conocer qué miden estos indicadores; así, podremos
definir si la evolución de los diferentes tipos de cambio ha sido favorable para el desarrollo de la
economía nacional.
El tipo de cambio nominal (TCN) se define como la relación entre las monedas de distintos países,
midiendo una en función de la otra. En este caso, el gráfico muestra la relación entre el peso chileno
y el dólar estadounidense, lo cual es útil para analizar la competitividad de la moneda nacional en un
contexto internacional. El concepto de competitividad se refiere a la comparación entres los costos
de producción de un sector y los costos de los productores de otros sectores, con respecto a un
mismo bien o servicio. Sin embargo, el tipo de cambio nominal solo refleja este concepto en el corto
plazo, pues las comparaciones entre países de sus monedas locales resulta ser útil para inversiones y
otras decisiones financieras en un lapso breve de tiempo. Para estudiar el largo plazo, el tipo de
cambio real es una herramienta más acertada.
El tipo de cambio real (TCR) está asociado a la relación entre el poder adquisitivo de cada economía.
Aquí ya no se mide una moneda en función de otra, sino que se usan canastas de bienes y servicios
con sus respectivos niveles de precios.
Gráficamente, ambos tipos de cambio comparan la economía nacional con la de EEUU y podemos
observar distintas situaciones entre cada indicador.
Por un lado, el TCN ha ido creciendo notoriamente desde 1989 hasta el nuevo milenio, lo que se
puede interpretar como una depreciación gradual de la moneda local con respecto al dólar
estadounidense, es decir, cada vez se fue necesitando más dinero local para comprar dinero
extranjero. Sin embargo, este análisis no es completamente certero si tomamos en cuenta que el
tipo de cambio es un indicador dinámico que está sujeto a diversos factores que van más allá del
valor de una moneda per se, como la capacidad adquisitiva de esa moneda y la de la economía
exterior.
Por otro lado, en ese mismo período, el TCR disminuyó, lo cual puede interpretarse como una caída
en la competitividad de la economía local, ya que el bien nacional se hace más barato con respecto
al bien extranjero. Sobre las causas de la evolución de los tipos de cambio en este período, podemos
hablar de la apertura internacional post - dictadura; desde ese momento ambos indicadores se
mueven en sentido contrario hasta equilibrarse y viajar en la misma dirección.
En la década 2000 - 2010, el TCN alcanzó su punto más alto para luego caer y mantenerse cercano a
los 500 CLP, mientras que el índice TCR se mantuvo relativamente cercano a una puntuación de 90.
En el período que comprende el año 2010 hasta la actualidad el TCN pasó de mantenerse en un nivel
entre los 500 - 600 CLP a uno entre los 600 - 700 CLP, mientras que el TCR mantuvo su índice
oscilando entre 80 y 100.
Con estos últimos datos se puede interpretar relativa estabilidad en cuanto a los diferentes tipos de
cambio, sobre todo del TCR. No es posible afirmar futuros cambios en los indicadores, debido a su
carácter dinámico. Sin embargo, su reciente estabilidad es una buena señal para el estado de la
economía nacional y su competitividad.

Trayectorias de Crecimiento

La historia del crecimiento económico de los países asiáticos ha sido uno de los fenómenos de
investigación más interesantes en el área económica, debido a la impresionante rapidez con la que
han crecido durante los últimos años. Uno de los casos más emblemáticos es el de la República de
Corea, conocido comúnmente como Corea del Sur. Recordemos que la península de Corea estuvo en
guerra entre los años 1950 a 1953. Una vez terminada la guerra, Corea del Sur era una nación
destruida a causa del conflicto, con lo cual era más pobre que la mayoría de los países
latinoamericanos en ese momento (BBC Mundo, 2015). Como se puede observar en el gráfico, el PIB
per cápita de México era bastante superior al del país asiático, y no fue sino hasta 1988 que dicho
país pudo alcanzarlo, para seguir creciendo de forma constante y muy superior a México desde los
años siguientes hasta el día de hoy (según lo expresado por el Banco Mundial, anexo 1). En el
presente texto intentaremos abordar cuáles fueron las causas de este crecimiento, tomando datos
que van principalmente desde 1979 a 2017, basándonos en gran medida en el modelo neoclásico de
crecimiento conocido como “Modelo de Solow” y “Modelo de Solow ampliado”.

Según la doctrina económica (De Gregorio, 2007), la producción de un país está determinada por dos
factores principales: el capital, medido comúnmente en stock; y el trabajo, medido comúnmente en
cantidad de trabajadores o de horas trabajadas. A su vez, dichos factores están determinados por su
productividad, medida comúnmente mediante el indicador PTF (productividad total de los factores)
y que en el modelo de Solow es utilizado como sinónimo del avance tecnológico. Este modelo
además nos entrega algunos factores fundamentales que determinan el crecimiento a largo plazo. El
principal factor es la tasa de acumulación de capital. Dicha tasa está determinada por la depreciación
del capital y por la tasa de crecimiento de la población, en un sentido negativo, y por las tasas de
ahorro y el avance tecnológico, en un sentido positivo. Así, podríamos expresar que:
1−a a
F (K, L) = AK L
Δk = sf (k) − (δ + η )k

Dicho esto, analicemos el caso concreto que nos convoca. En primer lugar, sería un error asumir que
el crecimiento de Corea se debe esencialmente a su pérdida de stock durante la guerra. Si bien es
cierto que una disminución del stock de capital permite una mayor tasa de inversión debido a los
rendimientos decrecientes del factor, esto sólo ocurre en el corto plazo, ya que después de un
tiempo, manteniendo los otros factores constantes, se llegaría a un Estado Estacionario donde no
existiría mayor acumulación de capital.

Gracias a los datos que nos proporciona el Penn World Table (Feenstra et al., 2015), nos damos
cuenta que la tasa de ahorro (medida como porcentaje del PIB que corresponde a inversión) es
considerablemente mayor en el país asiático que en México, incluso en aquellos años en que el PIB
per cápita de México era mayor que el de Corea (Anexo 2). Incluso, en determinado punto, la tasa de
ahorro de Corea llega a ser el doble que la de México. En términos generales, Corea ha tenido una
tasa promedio en torno al 36% y México en torno al 19%. Si imaginamos por un momento que todos
los otros factores fuesen iguales entre los dos países, tendríamos que por sólo este cambio ya
existiría una diferencia importante entre Estados Estacionarios, con lo que Corea del Sur tendría
mayor acumulación de Capital y por ende mayor crecimiento hasta dicho estado, lo cual no implica
necesariamente qué ocurriría con el bienestar, determinado en mayor medida por el consumo.
El siguiente aspecto a considerar es la tasa promedio de depreciación del capital. Es una tasa
promedio debido a que el capital se deprecia según sus características, y no todo capital se deprecia
a la misma tasa. Según los datos que nos entrega el mismo Penn World Table, sabemos un aspecto
fundamental de este medidor: que la tasa de depreciación en México fue menor durante todo el
período analizado. Específicamente, la tasa en México fue de aproximadamente un 3,5%, mientras
que en corea en torno al 4,6%. Por lo tanto, este indicador no nos puede dar la clave del éxito
asiático, aunque refuerza la idea de que el crecimiento en Corea tiene cierto mérito, o, por el
contrario, México tuvo un factor que no aprovechó. Otro indicador, también marginal pero con
sentido contrario a lo recientemente señalado, es la tasa de crecimiento del trabajo (medido en
población trabajadora), la cual está en promedio al 2,7% en México frente al 1,7% de Corea
(recordemos que dicha tasa dificulta la acumulación de capital).

El modelo de Solow nos señala y nos recalca que en el largo plazo, es el progreso técnico el que hace
crecer el producto per cápita de los países. Esto se expresa a través de:
γ = γ Y = γ K = η + (x/a)
γ = γ y = γ k = (x/a)

Donde x/a corresponde al crecimiento de la productividad. Ya hemos explicado la medición de dicho


crecimiento anteriormente, por lo que corresponde ahora analizar cómo se ha desarrollado dicha
productividad en los países mencionados. El informe citado anteriormente nos señala una de las
cosas que terminan resultando esenciales para el presente análisis: durante todo el período
analizado, la productividad, en promedio, ha caído sistemáticamente en México. Esto no significa
que las posibilidades tecnológicas se han reducido, lo cual no tiene mucho sentido económico, sino
que los factores son menos productivos que antes frente a lo cual el crecimiento de México sólo
puede deberse a otros factores. Así, tenemos que el cambio en la productividad promedio del
período para México es de alrededor del -1%, mientras que para Corea del Sur, de 0,7%. Esto puede
explicar en cierta medida el crecimiento a largo plazo del país ha estado fuertemente influido por su
capacidad de desarrollo tecnológico reflejado en la productividad. Como lo expresa el Banco Mundial
(Anexo 3), la inversión en ciencia y tecnología ha sido sistemáticamente más alta en el país asiático.
El análisis gráfico de todo lo desarrollado puede resumirse de la siguiente manera:

Fuente: Elaboración propia con datos del Penn World Table

Donde se puede observar que México ha alcanzado en distintos puntos de su historia un Estado
Estacionario, mientras que Corea del Sur está aún lejos de aquello.

Hasta el momento hemos comparado la situación entre ambos países desde la perspectiva del
Modelo de Solow. Sin embargo, otro factor importante a considerar es el Capital Humano. Los
índices de Capital Humano se suelen medir a partir de los años de escolaridad y de tasas de retorno
de la educación. Es de señalar que estas medidas pueden llegar a ser imperfectas, pero que aún así
nos pueden dar claridad sobre lo que hemos estado discutiendo.

Tal como reflejan los datos, el Índice de Capital Humano (al menos, el que es manejado por los
recopiladores de los datos señalados) es superior en el país asiático durante todo el período
analizado. Particularmente, Corea empieza alrededor del 2,5% y México en torno al 2%, finalizando
en 2017 con un 3,5% y 2,6% respectivamente. De esta manera, en promedio del período, Corea llega
al 3,1% y México al 2,3% (Anexo 4). Esto se condice con otros indicadores que podemos señalar. El
más importante de ellos, el gasto en educación medido como porcentaje del PIB, refleja que
mientras Corea posee un gasto en torno al 4% durante todo el período (SaKong & Koh, 2018),
México sólo llega a esa cifra durante los inicios de los 2000, teniendo a día de hoy a cifras similares
(según lo señalado por el Banco Mundial, Anexo 5).

Es de esta manera, que podemos llegar a algunas conclusiones. En primer lugar, parece
determinante que la alta tasa de ahorro coreana le permitió al país alcanzar puntos de desarrollo
más rápido que su par latinoamericano. Es de igual manera determinante el crecimiento de la
productividad que ha tenido el país asiático, reflejada en sus índices de inversión en ciencia y
tecnología, en contraparte a la disminución que ha tenido México respecto al mismo índice.
Finalmente, la inversión en educación ha sido sistemáticamente más alta en Corea, lo cual se ve bien
reflejado en sus índices de Capital Humano. Todo esto parece indicar que los factores que más
determinan el crecimiento de largo plazo reflejan en cierto sentido un fortalecimiento sistemático
por parte de las instituciones públicas en su esfuerzo de elaborar políticas estatales que permitan el
desarrollo del país.
Crecimiento Económico y Trampa de Pobreza

1.

La función tiene una forma cóncava debido a los Rendimientos Marginales Decrecientes del Capital.
Dado que el ejercicio nos plantea la función como producción per cápita, sabemos que esta podría
expresarse de la siguiente manera
f (k) = k 2 /5 si 0 < k ≤ 10
f (k) = 2√10k − 100 + 20 si k > 10
Donde f (k) = y t = Y t/Lt = F (Kt/Lt, Lt/Lt)
que representa la función de producción por trabajador. En términos matemáticos sabemos que la
primera parte de la función tiene Rendimientos Marginales Crecientes, ya que
δ f /δx = 2k/5 y δ 2 f /δx2 = 2/5
Sin embargo, la segunda parte, que es la que determina la producción a niveles mayores de capital,
refleja que
δ f /δx = 10(√10k − 100)−1 y δ 2 f /δx2 = − 50(10k − 100)−3/2
Esto, en términos económicos, significa que la función tiene dicha forma porque cuando aumenta el
capital por trabajador, aumenta el producto por trabajador pero cada vez menos.
2.

En el Estado Estacionario, se da la condición de:


Δk = 0 siendo Δk = sf (k) − δk
Por lo tanto, al desarrollar obtendremos: sf (k) = δk
0.5 * f (k) = 1 * k => f (k) = 2k en E.E.

Sin embargo, al tener una función de producción per cápita por tramos, dependiendo del nivel de
capital, desarrollamos 2 ecuaciones:
(1) Cuando ​k ​está entre 0 y 10
k 2 /5 = 2k => k ( 5k − 2) = 0 => k=0 ∨ ​k=10

(2) Cuando ​k​>10


2√10k − 100 + 20 = 2k => √10k − 100 = k − 10 / ^2
2
=> 10k − 100 = k − 20k + 100
=> k 2 − 30k + 200 = 0
=> (k − 10)(k − 20) = 0 => k=10 ∨ ​k=20
De este modo, y tal como observamos en la gráfica, determinamos que los estados estacionarios se
dan en k=10 y k=20

3. Los puntos anteriores reflejan cada uno de los Estados Estacionarios de la función, es decir, en qué
puntos el ahorro financia exactamente la depreciación de capital, permitiendo un óptimo de ahorro
y acumulación. Llegar a este punto implica un equilibrio de corto plazo, donde dadas las condiciones
de productividad y depreciación, es posible conseguir la mayor cantidad de producto. Así, el punto
(0,0) refleja una situación en la que no hay ni capital ni producto, y los puntos (10,10) y (20,20)
reflejan óptimos para cada una de las funciones, siendo este último el que maximiza la cantidad de
producto.
Sin embargo, como existe un equilibrio múltiple nos encontramos con un problema, el cual consiste
en que, si la economía tenía previamente menos de 10 unidades de capital per cápita, entonces su
máximo está determinado por dichas unidades y el producto máximo al que puede optar es el
máximo de la primera función. Dicho en términos económicos, si la economía es pobre (debido a sus
bajos niveles de capital) entonces se queda pobre. Esto es lo que se conoce como “trampa de
pobreza”, la cual se debe principalmente a que los países pobres no pueden permitirse mayores
tasas de ahorro porque estarían dejando de consumir para suplir necesidades básicas. En términos
matemáticos está determinada porque la unión de las funciones de crecimiento del producto per
cápita no son continuas.
Existe una diversidad de países que podríamos argumentar que están en una trampa de pobreza.
Para el caso que nos atañe, un buen ejemplo son los países de América Latina. Sobre esto, se ha
discutido constantemente sobre si estos países están en una trampa de pobreza. Según Francisco
Rodríguez, si bien existe una situación similar a la descrita anteriormente, esta no se debe a lo que
doctrinariamente se podría entender como “trampa de pobreza”, sino que responde más bien a
otros factores: abundancia de recursos naturales (conocida como “la maldición de los recursos
naturales”) y trampas de “especialización” (Rodríguez, 2009).
Adicionalmente, se suele decir que ciertos países de África y oriente están sumidos en esta trampa.
Casos ejemplares de esto podrían ser Etiopía o Kenya, donde la actividad de los trabajadores de
zonas rurales y alejadas no puede incrementarse debido a la dificultad de acceder a recursos o
tecnología que lo faciliten (Dubra, 2015).

4. Anteriormente hemos definido que


f (k) = y t = Y t/Lt = F (Kt/Lt, Lt/Lt)
Sin embargo, esto constituye una simplificación, ya que al no haber progreso técnico, hemos
definido la variable de productividad total de los factores como unitaria.
A = 1; f (k) = y
Ahora, corresponde ver qué ocurre cuando existe progreso técnico. Esto matemáticamente se ve
representado en cambios en A. Para el siguiente ejemplo, tomamos el A inicial como 1 (es decir,
igual a la función anteriormente trabajada) y el segundo A como 2.

Ante este cambio, vemos que comparativamente cambian los niveles de la función. Como existen
cambios en la tecnología, ahora los factores son más productivos. Por lo tanto, los niveles de Estado
Estacionario crecen, pasando el primero de (10,10) a (10,20) y el segundo de (20,20) a (20,40). Esto
significa que, en el nuevo caso, para los mismos niveles de capital, la producción es mayor, lo que se
condice con el hecho de que un aumento de la tecnología esté relacionado con mayor producto.
Sin embargo, si bien notamos estos mayores niveles de producto, es de destacar que sigue
existiendo una trampa de pobreza, ya que si la economía quiere producir en el segundo tramo,
necesitará de niveles de capital mayores a 10 unidades.
Bibliografía

BBC Mundo (enero 16, 2015). ​¿Cómo logró Corea del Sur su milagro económico?​. Recuperado de
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/01/150116_economia_corea_del_sur_razones
_desarrollo_lf
De Gregorio, J. (2007). ​Macroeconomía. Teoría y Políticas​. Pearson Educación, Prentice Hall.
Dubra, J. (2015). ​Evidencia sobre trampas de pobreza​. Recuperado de
http://focoeconomico.org/2015/10/07/evidencia-sobre-trampas-de-pobreza-por-juan-dubra
Feenstra, R., Inklaar, R., & Timmer, M. (2015). ​The Next Generation of the Penn World Table​.
American Economic Review, 105(10), 3150-3182, available for download at
www.ggdc.net/pwt
Rodríguez, F. (2009). ​¿Está América Latina sumida en una trampa de pobreza?.​ Macroeconomía del
desarrollo. Recuperado de https://repositorio.cepal.org/handle/11362/5447
SaKong, I. & Koh, Y. (2018). ​La economía coreana. Seis décadas de crecimiento y desarrollo.​ Santiago
CEPAL Korea Development Institute. Disponible en
https://repositorio.cepal.org/handle/11362/1449
Anexos

Anexo 1:

PIB per cápita (US$ a precios constantes de 2010) de Corea y México.


Fuente: Banco Mundial (https://datos.bancomundial.org)

Anexo 2:
Tasas de crecimiento de los distintos factores analizados.
Fuente: Elaboración Propia, con datos del Penn World Table

Anexo 3:

Fuente: Banco Mundial


(https://datos.bancomundial.org/)
Anexo 4:

Fuente: Elaboración Propia, con datos del Penn World Table

Anexo 5:

Fuente: Sakong & Koh, 2018.


Fuente: Banco Mundial.
(https://datos.bancomundial.org)

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