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' NO on Kabat-Zinn (Goynatoee-liehenhiansiel | propia identidad \ El autor propone la meditacion \ como método para relajarse y | combatir el estrés. Para ello ana- liza el arte de vivir el presente, ocin.ienio cada instante, con plena concien- \ > oe : orc $i misine, ia. Sin embargo, el aspecto més- = original de su enfoque es pre- Sentar la meditacién no como practica espiritual sino como disciplina practica y cotidiana Bsta es una guia de relajacion util tanto para el meditador experto ce Bibisceaues 8 wna como para el recién iniciado. | "520105 1211038) \ 9 i. INTRODUCCION sSabe qué? Cuando se llega a ello, dondequiera que vaya- mos, alli estamos. Sea lo que sea lo que acabemos haciendo, £50 €5 lo que hemos acabado haciendo. Sea lo que sea lo que estemos pensando en este momento, eso es lo que hay en nuestra mente. Sea lo que sea lo que nos ha ocurrido, ya ha cocurrido. Lo importante es como vamos a manejarlo, es de- cir, el «:¥ ahora qué?s. Nos guste 0 no, el momento presente es lo Gnico con que podemos trabajar. Sin embargo, vivimos con demasiada faci- lidad, como si olvidaramos de momento que estamos «aqui y que estamos xens lo que ya estamos. En cada momento nos encontramos en el cruce del aqut y el ahora. Pero cuando nos envuelve la nube del olvido de donde estamos ahora, en ese preciso momento nos perdemos. Entonces el «)Y ahora qué?» se convierte en un verdadero problema. ‘Al decir «nos perdemos» me refiero a que de momento perdemos contacto con nosotros mismos y con la totalidad de ‘nuestras posibilidades. Caemos en una manera robotizada de ver, pensar y hacer. Entonces rompemos el contacto con lo que es mas profundo en nosotros mismos y que nos ofrece tal vez las mayores oportunidades de ser creativos, aprender y crecer. Si no tenemos cuidado, esos momentos nublados pueden ensancharse y convertirse en la mayor parte de nues- tra vida. 14__Cémo asumir su propia identidad_ Para estar verdaderamente conectados con donde ya esta- mos, sea donde sea, hemos de hacer una.pausa en nuestra ex- periencia, una pausa lo bastante larga para asimilar el mo- ‘mento presente; lo bastante larga para realmente «sentir, percibir» el momento presente, verlo en su totalidad, ser conscientes de él y asi llegar a conacerlo y entenderlo mejor. Sélo entonces podemos aceptar la verdad de ese momento de nuestra vida, aprender de él y avanzar. En lugar de eso, mu- chas veces da la impresi6n de que estamos ocupados con el pasado, con lo que ya ha sucedido, o con el futuro, que ain, no ha llegado. Buscamos algéin otro lugar donde estar, donde esperamos que las cosas sean mejores, més felices, mas de la manera como deseamos que sean, o como solian ser. Casi todo el tiempo somos s6lo en parte conscientes de esa ten- si6n, si es que lo somos en lo mas minimo. Y més importante atin, también somos, como mucho, slo conscientes en parte de lo que estamos haciendo exactamente en y con nuestra vida, y de los efectos que tienen nuestros actos y, de modo ‘mas sutil, nuestros pensamientos, en lo que vemos y no ve- mos, en lo que hacemos y no hacemos. Por ejemplo, normalmente suponemos, sin darnos cuenta, que lo que estamos pensando (las ideas y, opiniones que albergamos en cualquier momento dado) son «la verdad acerca de lo que esta «alli» en el mundo y de lo que esta «aqui» en nuestra mente. La mayor parte de las veces, no esasi Pagamos un elevado precio por esta suposicién errénea y no analizada, por nuestra ignorancia casi involuntaria de la riqueza de nuestros momentos presentes. Los efectos o reper- cusiones de esto se van acumulando en silencio, y colorean nuestra vida sin que nos demos cuenta ni seamos capaces de hacer algo al respecto. Es posible que nunca estemos to- talmente donde estamos en realidad, que nunca estemos totalmente en contacto con nuestras posibilidades. Nos ence- ramos en una ficci6n personal de que ya sabemos quiénes somos, de que ya sabemos dénde estamos y hacia dénde va- mos, de que ya sabemos lo que esté sucediendo, mientras todo el tiempo nos hallamos envueltos en pensamientos, fan- tasias e impulsos —casi todos sobre el pasado ¥ el futuro, so- bre lo que deseamos y nos gusta, y sobre lo que tenemos y no Introduccion 15 nos gusta—, que no paran de girar impidiéndonos ver nuestra direccién y el suelo mismo donde nos encontramos. Este libro trata acerca del despertar de esos suefios y de las pesadillas en que suelen convertirse. Ignorar que se ests en un suefio es lo que los budistas llaman «ignorancia» 0 incons- ciencia. Estar en contacto con este no saber se llama «presen- cia mental». El trabajo de despertar de estos suefios es el tra- bajo de la meditacién, el cultivo sistematico del «estado despierto», de la conciencia del momento presente. Este des- pertar va de la mano con lo que podriamos llamar «sabidu- rlas, que es una visién mas profunda de la causa, efecto e interrelacién de las cosas, para dejar de estar atrapados en una realidad de nuestra creacién dictada por los suefios. Si queremos encontrar nuestro camino tendremos que prestar més atencién al momento presente. Este es el tinico que tenemos para vivir, crecer, sentir y cambiar. Habremos de tomar mas conciencja y mas precauciones para proteger- nos de la Escila y la Caribdis del pasado y el futuro, y del mundo de ensuefios que nos ofrecen en lugar de nuestras vidas. Cuando hablamos de meditacién, es necesario que sepa que ésta no es una actividad rara ni misteriosa, como nuestra cultura popular podrfa interpretarla. No tiene nada que ver con convertirse en una especie de zombie, vegetal, narcisista absorto en sf mismo, contemplador del ombligo, «cadete es- pacial», cultista, devoto, mistico ni filésofo oriental. La medi- tacién trata, sencillamente, acerca del hecho de ser uno mi mo y de conocer algo acerca de quién es esa persona que uno es, Trata acerca de comprender que, guste 0 no, se esté en un camino; a saber, el camino que es la propia vida. La medita- Ci6n nos sirve para ver que este camino que llamamos nues- tra vida tiene direccién; que est siempre revelandose, desplegandose, momento a momento; y que lo que ocurre ahora, en este momento, influye en lo que sucede a conti- nuacion. Si lo que ocurre influye en lo que sucede a continuacién, 3no es l6gico entonces mirar alrededor de tanto en tanto para estar mas en contacto con lo que ocurre ahora, para examinar laorientaci6n interior y exterior y ver con claridad el camino en que se esté en realidad y la direcci6ma seguir? Si hacemos

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