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UN PARADIGMA PARA LA PSICOLOGIA SOCIAL. REFLEXIONES DESDE EL QUEHACER EN AMERICA LATINA Maritza Montero (Universidad Central de Venezuela) I. La nocién de paradigma El concepto de paradigma parece formar parte de la coti- dianidad cientifica y nada parece mis sencillo que referirse a su existencia. En efecto, los paradigmas se suelen asumir como algo ineludible que esta alli, que es parte de la cons- truccién de un edificio cientifico, en particular referidos a su estructura. Sin embargo, definir qué es un paradigma no ha resultado tarea sencilla debido a su pluralidad de significa- dos, Las Actas del Coloquio Internacional de Filosofia de la Ciencia (cf. Lakatos y Musgrave, 1975), realizado en Inglate- rra en 1965 y en el que se discutiera la tesis de Kuhn (1962) relativa al rol de los paradigmas en el campo cientifico, dan un claro ejemplo de la profundidad y complejidad que puede llegar a alcanzar un examen serio del tema. La obra de Kuhn alli discutida: La estructura de las revo- luciones cientificas (1962), que tanto impacto causara en el campo cientifico, no presenta un panorama claro al respecto. Este autor, quien supone que la ciencia avanza por cambios paradigmaticos los cuales ocurren mediante revoluciones, es responsable de introducir al menos tres tipos de significados para la nocién de paradigma, Ellos son: 1) el paradigma 27 como una entidad metafisico-filoséfica; 2) el pa una entidad de tipo socioldgico, y 3) el paradigma como un artefacto o construccién de caracter mas bien concreto (Mas- terman, 1975). Pero ademas, estas Lres acepciones no apare- cen asi explicitadas en su obra, sino que a lo largo de ella se distribuyen al menos 21 definiciones del concepto que pue- den ubicarse en alguna de las tres clasificaciones. Asif, y para sefialar algunas de estas connotaciones, ve- mos que Kuhn en la obra citada dice que un paradigma es «una o mas realizaciones cientificas... que alguna comuni- dad cientifica particular reconoce durante cierto tiempo como fundamento para su practica posterior...» y que tienen dos caracteristicas esenciales: 1) Ser «suficientemente caren- tes de antecedentes coma para haber podido atraer a un gru- po duradero de partidarios, alejandolos de los aspectos de la competencia [en el sentido de que compiten] de la actividad cientifica». 2) Ser «lo bastante incompletas para dejar mu- chos problemas sin estar resueltos para el redelimitado gru- po de cientificos» (op. ef., p. 33). Luego sefiala que un para- digma establece los criterios para la elaboracién de las herra- mientas apropiadas (p.c.: metodologias, instrumentos, tipos y formas de recoleccién de datos) para «resolver rompecabe- zas disciplinarios». Pero también es «una realizacion cientifi- ca concreta, [que] como foco de entrega profesional [es] an- terior a los diversos conceptos, leyes, teorias y puntos de vista que pueden abstraerse de ella» (ibid., pp. 34-35). ¥ también usa el concepto como una analogia (p. 39) y lo define como un «libro de texto, u obra clasica» (p. 33) que presenta una teoria aceptada mostrando sus aplicaciones; e igualmente se lo presenta como una tradicién o modelo (p. 34). De hecho, a la clasificacién anteriormente citada cabria agregar otra, parcialmente coincidente. En las diferentes acepciones atribuidas al término podemos encontrar los guientes tipos: a) aquellas que definen al paradigma como un madelo filoséfico 0 epistemolégico; 5) aquellas que lo defi- nen como un modelo metodolégico («un nuevo modo de vers, pp. 192-193), del cual derivan instrumentos, herramien- tas y modos de actuar para resolver problemas, y c) como un modelo de logro cientifice, como «ilustraciones recurrentes y 0 radigma come 28 casi normalizadas de diversas teorias...» (p. 80). Entonces, la nocién de paradigma es usada para referirse a una concep- cién metafisica, modo de interpretar el mundo, los seres humanos, la naturaleza, o partes de ellos («los paradigmas determinan grandes campos de la experiencia...», Kuhn, ibid., p. 202); para referirse a la manera especifica de ver y manipu- lar un fenémeno, objeto o conjunto de ellos (campo de expe- riencia), generando artefactos o construcciones metadolégi- cas, y para sefialar los productos ejemplares de cualquiera de las dos interpretaciones anteriores, Una mezcla de todas estas acepciones parece haberse es- tado usando de manera implicita en la comunidad cientifica. As{, cuando alguien en psicologia se referia al «paradigma de Seligman», por ejemplo, estaba aludiendo a un modelo de in- terpretacién de una forma de conducta y a los supuestos ele- mentos cognoscitivos imbricados en ella. Igual ocurre, por ejemplo, con el «modelo de las representaciones sociales» o con los llamados «modelos matematicos». Y la referencia a ellos supone contrastar una realidad empirica con un mode- lo, ejemplo o construccién teérica que explica o describe el supuesto funcionamiento de algunos fenémenos o la interre- lacién entre ellos. Vemos pues, que la nocién de paradigma, como lo indica el DRAE, ha sido usada predominantemente como ejemplar. ¥ de alli, en tanto la ciencia es actividad que busca el conaci- miento, como ejemplo a seguir para descubrir relaciones, para describir hechos, para explicar fendmenos. Lo cual am- pliado y enriquecido o adornado por el Jenguaje cientifico ha pasado a ser desde una visién del mundo, una perspectiva general, una forma de simplificar la complejidad del mun- do real..., formas de normatividad que indican qué hacer (Patton, 1978), hasta un conjurito sistemnatico de creencias ba- sicas y metafisicas a veces constituido en sistema de ideas que dan algiin juicio sobre la naturaleza de la realidad, o una razén por la que debemos contentarnos con saber algo menos que la naturaleza de la realidad, junto con un metodo para aprehender lo que puede conocerse (Reese, 1980, 352, en Lincoln y Guba, 1985, 15). El primero y tltimo subrayados, nuestros, los introducimos para destacar la presencia de as- 29

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