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UI. LOS RITUALES DE INSTAURACION DE LA MEMORIA NACIONAL En 1892, en la ceremonia de inauguracién de la estatua al ma- riscal Antonio José de Sucre que tuvo lugar en Quito, el enton- ces expresidente Antonio Flores Jijén (1888-1892), uno de los artffices del progresismo, el movimiento politico.que dominé la polftica nacional durante los doce afios anteriores a la Re- voluci6n liberal, expres6 categéricamente que “Bolivar y Su- cre completaron la obra de Colén”. Al rendir este homenaje, asegur6é que también lo hacfa a Dios, quien habia inspirado a todos ellos. “Es, por tanto, error e injusticia creer que se ofen- de a Espafia con honrar a los que nos dieron Patria. Las nacio- nes del Nuevo Mundo celebran su emancipacién como lo ha- cen con su mayor edad los buenos hijos, sin mengua del armor filial; y la Metrdépoli, siempre Madre, se asocia gustosa a nues- tras fiestas de familia”.’ ¢Quién pronunci6 estas expresiones que marcaron el tono de la retorica de aquella conmemoraci6n? Antonio Flores Ji- jén era un hombre culto y de mundo; habfa pasado largas es- tancias en Europa y otros paises latinoamericanos. Se definia como un liberal catélico y siendo presidente (1888-1892) pro- movi6é la modernizacién del Estado y Ja apertura del pafs al mundo exterior. Estas no fueron expresiones antojadizas o desinformadas.? ¢Cémo entender, entonces, que en el ritual de exaltacion del mariscal Antonio José Sucre, el vencedor de la Batalla de Pichincha, el momento €pico que sell6é la inde- pendencia de la antigua Audiencia de Quito frente a Espafia, 1 Inauguracion de la estatua del Mariscal Antonio José de Sucre en Quito el 10 de agosto de 1892 (Quito: Imprenta del Clero, 1892), 36-37. El énfasis es mfo. 2 Antonio Flores Jij6n (Quito 1833-Ginebra 1915) fue hijo de Juan José Flores, oficial venezolano de Bolivar, el primer presidente de Ecuador, y de Mercedes Jij6n, quien pertenecia a la aristocracia local. Nacié en el Palacio de Gobierno cuando su padre ¢jercfa el cargo. Fue educado inicialmente por Simén Rodriguez; la secundaria, en el liceo Enrique IV de Parfs, y obtuvo el doctorado en Derecho en la Universidad de San Matcos, en Lima. Hizo una dilatada carrera diplomatica representando al Ecuador en Europa. Los RITUALES DE INSTAURACION DE LA MEMORIA se construyera una filiacién histérica entre Cristébal Colén y Simon Bolivar, bajo el sello de 1a bendicién divina y que, al mismo tiempo, se alabara la emancipacién nacional y el amor filiar a la “madre patria”? Las conmemoraciones que se desarrollaron en Ecuador entre 1883 y 1909 estuvieron dedicadas a exaltar la memoria de “los que nos dieron patria”, segtin la expresién de Flores Jijon. ¢Qué manifestaba aquel enunciado? ¢Cudl era Ja rela- cién entre la memoria que se elaboraba de aquellos persona- jes y la memoria que se construfa de la nacién ecuatoriana? Teniendo en mente estas expresiones y preguntas, exploro tres episodios de un eslabonamiento de conmemoraciones cuyo radio de accién fue cada vez mas nacional. Luego de reflexio- nar en qué sentido las conmemoraciones fueron los marcos sociales de la memoria nacional, contindo con el andlisis de los rituales de ]a memoria de los “padres de la patria”. En este apartado se examinan el centenario del nacimiento de Simén Bolivar en 1883 y la inauguracién de la estatua en honor de Antonio José de Sucre en 1892. Seguidamente, se estudia la conmemoracién del centenario de la Independencia ecuatoria- na en 1909, dedicada a honrar el establecimiento de la primera junta de autogobierno criollo en Quito. Finalmente, concluyo con una reflexién en torno a la naturaleza del recuerdo, mate- ria sustancial de estos rituales, empleando el concepto de “de- ber de memoria” propuesto por Paul Ricocur,? Las CONMEMORACIONES COMO MARCOS SOCIALES DE LA MEMORIA NACIONAL Los rituales que se pusieron en marcha en 1883, 1892 y 1909 pueden entenderse como ejercicios colectivos de montaje de una memoria piblica de la nacién ecuatoriana. Considero “que dichas conmemoraciones funcionaron como los “marcos sociales” de la memoria de la nacion, 0 sea, los instrumentos por medio de los cuales la gente comin asimilé determinadas imagenes del pasado, segtin las visiones que se habian torna- 3 Paul Ricoeur, La memoria, la historia, el olvido, trad. Agustin Neira (Ma- drid: Trotta, 2003), 119-121. 147 EL cutto ata nacion do dominantes en aquellos momentos, E: memoria fueron articulades por el Estado y los municipios, el poder local y la Iglesia, y determinados grupos de interés, Si bien el Estado ecuatoriano fue fundado en 1830, la formula- cion, difusién y asimilacion de la identidad nacional ocurrié a lo largo del siglo XIX, particularmente durante su tiltimo ter. cio. Hasta el momento no se ha estudiado el papel que las conmemoraciones cumplicron en este proceso de fragua de la identidad, y este capitulo busca contribuir a este propésito. Como se sabe, entre la memoria y la identidad hay una interdependencia profunda, al punto que se las puede consi- derar como dos caras de una misma moneda: “el significado nuclear de la identidad de cualquier individuo o grupo, a sa- ber un sentido de mismidad a lo largo del tiempo y del espa- cio, es sostenido por medio del recuerdo; y lo que se recuerda se define a partir de la identidad asumida”.s Se ha dicho que la nacién es um tipo de “comunidad politi- ca imaginada’”, de la cual participan gentes que nunca se han visto, pero que comparten la imagen de una existencia “en co- munién”, esto es, que se identifican como integrantes de un mismo cuerpo polftico.* Precisamente ese sentido de comu- nidad proviene, entre otras fuentes, del papel activo que des- empefia principalmente la memoria social, immpulsada por el Estado de manera oficial, como materia de dicha identidad, EI reconocimiento de compartir un pasado comin supone Ja interiorizacién de un vinculo de’ recuerdos y olvidos articula- dos por un tipo de discurso (oficial o del poder) sobre el pasado slos rituales de la 4 “Estos marcos colectivos de la memoria no son simples formas vacias donde los recuerdos que vienen de otras partes se encajarian como en un ajuste de piczas; todo lo contrario, estos marcos son ~precisamente- los ins- trumentos que Ja memoria colectiva utiliza para reconstruir una imagen del pasado acorde con cada época y en sintonia con los pensamientos dominan- tes de la sociedad”. Maurice Halbwachs, Los marcos sociales de la memoria, trad. Manuel Antonio Baeza y Michel Mujica (Barcelona: Anthropos, 2004), 10. Ver de este autor también, On Collective Memory, ed., trad. ¢ introd. Lewis A. Coser (Chicago: The University of Chicago Press, 1992) 5 John R. Gillis, “Memory and Identity: The History of a Relationship”. En Commemorations, ed, John R, Gillis (Princeton: Princeton University Press, 1994), 3. 6 Benedict Anderson, Comunidades imaginadas: Reflexiones sobre el ori- geny la difusion del nacionalismo, wad, Eduardo L. Suarez (México DF: FCE, 1993), 23. 148

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