Confinaba el sistema, la sociedad, la cultura oficial.
Y alli, en ese jardin, bailando y bailando,
(danza-under) bemos aleanzando el que crelamos
era nuestro lugar, Torpes eriaturas erédulas, que
‘el boilar desaforedamente una noche de inocente
seducei6n, s6lo y slo como el lugar que se ocups
fn la sociedad estratificada por le division del
‘trabajo, s6lo por el valor de esa noche sin otra
ambicién ("el presente, si el presente”, Vox Dei),
no da D.N1L, ni tarjetas de crédito, ni ningin otro
necesario rédit.
LA IMPUNIDAD DE ANDAR
AMENAZANDO CON ARMAS:
Una ver, una amiga con problemas en la
asa (un fenético relgioso que previa conversion
asi habia matado a su mujer porque ella le habia.
Sido infil) me pidi6 asilo en al departamento,
‘cubil por aquel entonces concurride por todos los
‘malandras de Cordoba, Pero como el padve la
Persegula me pidi6 que nos fuéramos « Cuesta
Blanca. La cuestion es que armamos las mochilas,
Juntamos un par de paquetes de arroz, el mate y la
vyerba y hums.
La estadia fue muy buena, mucha lecture,
‘mucha reflexion, gimnasia en la playa de arena y
posterior inmersién en el tio (era casi invierno,
hhabia que efectuarun precalentamiento). Hablamos
‘mucho sobre sus problemas, yo tenia ese delirio
‘mesiénico de asstr a todos los desahuciados de la
Vide. (Hoy creo que basta y sobra con ser mesias
de uno mismo). Realmente su historia era dura,
esi incorregible, casi imposible armar ese cristal
roto en millares de pedazos lo peor esque ella no
‘entraba en su propio entorno, no habla forma de
(ue entrase en ese caleidoscopio siniestro, que se
armabe v desarmaba, para volver, una y ata vez,
adesconcertaria. Era pendefayysus evasiones eran