bbamos. Era una misica de espejos, de lfos y de
‘gnomos yde no sé qué otros seres que estarian alli
ppoblando el espacio de manera incorpérea. Nos
‘erguimos cast con solemnidad y también con ter-
ror, yllevamos elaguaal refugio como hipnotizados
¥ juro que no habiamos tomado ni drogas ni
alcohol. La noche transcurrié tomando é, fumando
igartlios de yerba mate con papel de diario,
hrablando y eamblando de lugar cuendo el cuerpo
se ecalambraba por estar en la misma posieién.
‘Amaneci6 y habia que secar la ropa, las
ccarpas, las bolsas de dormir y labrar la nueva
Jornada. Sin duda, en esa época, era la naturaleza
Ja que nos dletabe el ritmo y el orden de las
‘acciones y de las cosas... Un da, no importa cull,
| montana se lené de uniformes azules, caballos
¥y perros. El refugio fue absolutamente destruido,
desmoronado pledra por pledra.
PEPERINA Y EL ROCK
Por qut el rock y no el folelore o los
‘cuartetos? Mi padre tone zambas grabadas por los
‘chalehalerosy fue gremialstade SADAIC y muchos
de los servicios sociales que se prestan a los
ésicos se deben a suasfuerzo. Mamé pusoen mis
manos adolescentes un libro de Gudino Kieffer
(Para comerte mejor), otro de Passolini,
(Teoremal, la revista Crisis yl LP. de Almen-
ddra, Otros madres en esa época mandaban a sus
hnijas 2 los Dalles de suboiciales de la Fuerza
‘Aérea. jOh mama sabia y cretinal
Los primeros recitales en Cordoba eran
algo asi como entrar en un tren fantasma. Mezcla
‘de maravillay terror. Maravilla: los flacos de pelo
largo con sus gultarras,balos y baterias, cantando
cosas que flotaban en el aire y que nadie se
‘animaba a decte
[Le onde pazy amor. Terror. Los policiasy
c us eachiporras lo
sus perros en ia
eee Pores eladas, angeles retrospectivs, esos
son Jos melémanos del rock del mundo entero,
hhoy més punk, més violentos. Buscaban un espacio
Imistico, hijos bartardos de la vida que nada tienen
de castos y ascéticas. Buscaban un espacio de