You are on page 1of 1

La agenda ciudadana municipalista y la reforma del

estado de Carlos Rodríguez Wallenius. Por Cádiz Mantilla


La historia de México está marcada por dos periodos que contribuyeron a la lucha ciudadana
municipalista y transformaron el sistema político: la insurrección municipal (1970-1987) y el proceso
transición hacía la alternancia (1988-2000). Estos momentos expresaban el descontento de sectores
sociales frente al régimen de partido hegemónico. En este sentido, las luchas ciudadanas municipalistas
fueron uno de elementos que desgastaron al Régimen de Partido Hegemónico y lo condujeron a una
transición política en la medida que instalaron en la conciencia colectiva el respeto al voto ciudadano.
Esto trajo como resultado una exigencia ciudadana por procesos electorales más democráticos y dio
pauta al surgimiento gobiernos locales de oposición. Parte importante de la transformación del sistema
político se le debe a la pluralidad partidaria en los muncipios. Debido a esto el PRI vio afectada la
capacidad de control, por parte de las estructuras gubernamentales y del partido oficial, de las relaciones
de poder de los grupos locales y regionales, así como la pérdida de legitimidad ante los ciudadanos. En
ese contexto, el régimen de partido hegemónico se vio obligado a impulsar tanto una reforma electoral
en 1977, como reformas constitucionales en materia municipal en 1983 y 1999. Como lo menciona el
autor a pesar de estos intentos solo le dio gobernabilidad al régimen y abrió espacios de participación
más no transformó el sistema político. Con la alternancia de 2000 muchas gubernaturas y alcaldías
comenzaron a caer fuera de la esfera del PRI.

A partir de esto surgen nuevos ciclos de conflictos sociales que cuestionan al


neoinstitucionalismo, perspectiva que sostiene que: la principal función de las instituciones consiste en
reducir la incertidumbre de las relaciones humanas y su transformación depende, en gran medida, del
estancamiento que tengan. A su vez, la tensión entre cambio y continuidad está en relación con los
costos de transacción, de la cual dependen la eficiencia y la certidumbre que tiene la institución, se
considera que esto sólo ajusta las estructuras y no modifica las instituciones. Porque, no son
necesariamente la ineficiencia, la incertidumbre o los altos costos de transacción los que impulsan los
cambios de las instituciones y leyes, sino la disputa que establecen los diferentes actores por imponer
“el principio de dominación dominante”. El proceso de construcción de la Agenda Ciudadana
Municipalista da muestra de la debilidad estructural y política en que se encuentra actualmente el
municipio mexicano y refleja sus tendencias, centradas en la creación de un sistema de competencia
entre partidos políticos, sin considerar expresiones civiles u otros espacios de decisión pública,
manteniendo los partidos como el monopolio de acceso al poder público. Aunque en épocas más
recientes es posible ver grupos con intereses extrapolíticos disputando presidencias municipales como
en el caso de Veracruz. Los municipios de Veracruz son codiciados no sólo por instancias políticas sino
delictivas, incluso fuera de los partidos políticos. Porque fuera de los partidos políticos hay también
delincuentes con intereses por gobernar el mayor número de municipios por donde pueden crearse
rutas de productos ilícitos. La gran ventaja de Veracruz es que cuenta con 750 kilómetros de litoral, y
una vez que la frontera norte pudiera estar cerrada por la construcción del muro de Donald Trump, la
alternativa del mar se convierte en una opción que seguramente tendrá un intenso tráfico de drogas,
armas, personas, migrantes, medicamentos, etc1.

1
Álvaro Peña, Ángel. Pollos contra pillos, periódico noreste, sección Estado, 20 febrero 2017. Disponible en:
http://noreste.net/noticia/pollos-contra-pillos/

You might also like