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Índice
o 1.2Mediterráneo continentalizado
2Flora mediterránea
o 2.1Adaptaciones morfológicas y fisiológicas de las plantas mediterráneas
3Véase también
4Referencias
Temp. mín. media (°C) 8.3 8.4 9.6 11.7 15.1 18.9 21.9 22.5 19.9 16.6 12.3
Mediterráneo continentalizado[editar]
Artículo principal: Clima mediterráneo continentalizado
Distribución potencial del olivo en la cuenca del Mediterráneo (Oteros, 2014). Su límite se ha
mantenido estable durante miles de años y sirve para delimitar las zonas de clima mediterráneo. 2
Precipitación total (mm) 66.9 73.3 57.8 80.5 52.8 34.0 19.2 36.8 73.3 113.3 115.4
34
Fuente: Servizio Meteorologico
Temp. mín. media (°C) 2.6 3.7 5.6 7.2 10.7 15.1 18.4 18.2 15 10.2 6
Temp. mín. media (°C) 5.7 5.2 7.0 10.2 14.8 19.4 22.2 21.9 18.8 15.6 10.4
Precipitación total (mm) 54.7 41.6 28.3 19.9 23.5 17.6 5.8 1.3 11.7 17.4 54.6
5
Fuente: Servicio Meteorológico (Chipre)
Viñedos del valle de Napa, en California, esta región formaría parte del mediterráneo con influencia
oceánica
Temp. mín. media (°C) 7.9 8.9 9.5 9.9 10.9 11.8 12.6 13.1 13.2 12.4 10.4
Precipitación total (mm) 114.3 113.0 82.6 37.1 17.8 4.1 0.0 1.5 5.3 28.4 80.3
67
Fuente: NOAA (normales 1981-2010)
Temp. mín. media (°C) 5.3 6.2 8.8 10.7 12.2 13.5 15.3 15.4 13.1 11.0 9.5
Lluvias (mm) 41 37 24 16 11 6 3 7 15 21 30
Temp. mín. media (°C) 4.7 5.9 7.7 9.7 13.3 17.4 20.3 20.9 18.0 13.9 8.9
Precipitación total (mm) 26.2 28.2 30.7 24.7 28.2 17.6 2.2 10.1 29.3 34.4 33.3
[cita requerida]
Temp. mín. media (°C) 8.8 9.6 10.6 11.9 13.9 15.7 17.6 17.8 17.3 14.8 11.1
Lluvias (mm) 84.6 93.5 79.8 21.1 7.9 1.5 0.3 3.3 8.1 9.4 26.7
8
Fuente nº1: NOAA
Fuente nº2: Weather.com (extremas)9
Temp. media (°C) 12.6 13.3 15.1 17.0 19.7 23.5 26.1 26.7 24.2 20.4 16.4
Temp. mín. media (°C) 8.3 9.0 10.6 12.5 15.3 18.9 21.7 22.4 20.0 16.3 12.3
Flora mediterránea[editar]
El alcornoque es un árbol típico mediterráneo.
La jara pringosa es una especie adaptada a la sequía estival de este clima que ha desarrollado unas
hojas especiales para recoger el agua de la evaporación.
El clima Mediterráneo presenta unas restricciones acusadas para la vida durante la época
estival. La carencia de precipitaciones, conjuntamente con las elevadas temperaturas
producen unas condiciones de gran demanda de agua para las plantas.
El potencial de evaporación que presenta la atmósfera es muy elevado. Cualquier planta
que no tenga ningún mecanismo para retener el agua que contienen
los vasos conductores de la planta provenientes de las raíces enseguida quedaría mustia y
desecada. Por ello, todas las plantas, no sólo las mediterráneas, tienen unas compuertas
que se abren y cierran denominadas estomas, y que se encuentran en todas las hojas.
Son las bocas por donde la planta transpira al fotosintetizar de día, y respira por la noche
(cuando no hay luz).
Estas compuertas, en el caso del clima mediterráneo, están muy bien reguladas y
protegidas del excesivo calor y la desecación por pelos y concavidades. Esto hace que
durante las horas más cálidas y los días más secos, los estomas estén cerrados, para
evitar excesivas pérdidas de agua a hojas y raíces.
Pero para asegurar mejor que el agua no se pierda por difusión a través de las paredes de
la hoja, las plantas han desarrollado más estrategias. Por un lado, han fortalecido e
impermeabilizado las hojas con un tejido muy resistente denominado esclerénquima, que
imposibilita la pérdida de agua que no sea por los estomas. Las hojas con este tipo de
adaptación se denominan hojas esclerófilas. Por otro lado, para evitar un excesivo
calentamiento del tejido vegetal en las horas que la planta no transpira, la hoja reduce su
superficie absoluta y también la relación que tiene con el volumen de la hoja (relación
superficie/volumen que tiene su óptimo en las formas esféricas o bien cilíndricas). Hay que
pensar que cuando se transpira hay una pérdida neta de energía calorífica y esto redunda
en una refrigeración activa de la hoja. Esto hace que las hojas de la planta sean pequeñas
y planas o bien largas y cilíndricas (o bien recurvadas como en el romero). Ejemplos de
estas adaptaciones son los arbustos dominantes en el fynbos surafricano o
el chaparral californiano.
Otra adaptación al exceso de temperatura es el recubrimiento por una densa capa de
pelos blancos y lanosos que aíslan a la planta de las temperaturas extremas y reflejan los
rayos solares, evitando así el máximo el absorción de calor.
Una adaptación extrema que tienen las plantas de climas áridos es la suculencia. Éste es
un fenómeno que presentan muchas familias diferentes de plantas crasas
(Cactáceas, Agaváceas, Crasuláceas, Asclepiadáceas, Bromeliáceas, Liliáceas, etc).
Todas ellas tienen la característica de presentar una gran reserva de agua que engrosa
tallos y hojas, volviéndolos al tacto blandos y turgentes.
Este almacén de agua proporciona a la planta una relativa autosuficiencia y la previene
para largas épocas de sequía. Además, ésta separa en el tiempo las dos fases de la
fotosíntesis (captación de CO2 y captación de luz), lo que permite poder tener cerrados los
estomas de día (no hace falta tenerlos abiertos para que capten luz los cloroplastos) y
abrirlos por la noche para almacenar el CO2 que al día siguiente servirá por poder cumplir
la fotosíntesis. La ventaja de abrir los estomas por la noche es que la temperatura es más
fría y por tanto la transpiración disminuye, evitando así pérdidas excesivas de agua. El
mecanismo descrito también es propio de las plantas de metabolismo C4.