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Decide que tipo de zapato quieres hacer. Si planeas fabricar un zapato, sin
duda es importante que tengas algunas ideas sobre el tipo de zapatos que quieres
hacer. Hay una diversidad increíble de zapatos y existen muchos tipos que puedes
hacer, no te limites a los mocasines, tenis, sandalias, botas y tacos. Intenta
imaginar qué estilo de zapato iría mejor con tu estilo individual.
 Tal vez te ayude bosquejar unas cuantas ideas. Manifestar las ideas que tengas
en un dibujo puede ayudarte mucho al planificar el zapato.
 Si eres nuevo en la fabricación de zapatos, tal vez sea mejor que hagas algo
simple. Un zapato básico con cordones que no tendrá toda la elegancia de los que
son más complicados, pero aún así puedes agregarle bastante estilo a un modelo
básico.
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Diseña, busca o compra un patrón para el zapato. Antes de que consideres
hacer un zapato, es importante que tengas un conjunto de planos exactos y bien
detallados con los que puedas trabajar. Después de todo, no querrás tomar
decisiones en cuanto al diseño a medida que avances. La fabricación de zapatos
es un negocio muy preciso y el percance más pequeño podría evitar que el zapato
salga bien.
 Puedes encontrar los patrones básicos de zapatos en el internet. Busca algunas
“recetas”. Como mínimo te darán inspiración para tu propio diseño.[1]
 Es posible que las tiendas de arte virtuales, como www.etsy.com, vendan patrones
de zapatos más complejos.
 Solo es recomendable realizar tu propio diseño si has fabricado un zapato
anteriormente. Si lo que quieres es llegar a ese nivel eventualmente, intenta coser
algo básico con un patrón libre y utiliza esa experiencia para realizar tu propio
diseño en la siguiente oportunidad.
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Reutiliza las partes de zapatos antiguos. Puedes ahorrarte mucho tiempo y
darle un acabado más profesional al zapato si reutilizas partes de otros zapatos
que ya no uses. Una buena opción para reciclar son las suelas de zapatos, ya que
te darán una referencia para realizar el resto de las costuras. Siempre y cuándo
estén en un estado suficientemente bueno, deberías rescatar las partes que
consideres que podrían funcionar en el zapato nuevo. Retíralas despacio y con
cuidado con la ayuda de un escalpelo.
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Compra el resto de los materiales en una ferretería o en una tienda
especializada. Aunque la lista específica de materiales dependerá del tipo
específico de zapato que quieras realizar, por lo general es evidente que
necesitarás unas cuántas láminas de buen cuero y una tela firme.
 Si no tienes un juego de costura o de bordado, tendrás que comprar uno o pedirlo
prestado para realizar los zapatos.
 El caucho, cuero y las telas son buenas opciones para el chasis de los zapatos.
 Aunque se recomienda reciclar las suelas de unos zapatos antiguos o comprarlas
ya hechas, puedes crear una suela funcional y a prueba de agua con unas
cuantas láminas de corcho. El grosor de cada lámina no necesita ser mayor a 3
mm (1/8 pulgada).
 Recuerda comprar por lo menos el doble de lo que necesites, ¡de esa manera
tendrás lo suficiente para hacer un par!

Parte 2
Hacer una horma para zapato
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Haz una horma a la medida. Una horma es un bloque que tiene la forma de un
pie humano y que los zapateros utilizan como guía al trabajar. Para hacer una,
tienes que hacer un molde de tu pie, de esa manera los zapatos que fabriques
serán a tu medida. Consigue una caja llena con gel de alginato y mete el pie, lo
ideal es que lo metas hasta el tobillo. Deja descansar el pie ahí durante 20 minutos
mientras que el gel se solidifica, luego retira el pie lentamente.[2]
 Asegúrate de retirar el pie despacio, no querrás dañar algo una vez que se
solidifique.
 Es muy recomendable que hagas esto con ambos pies a la misma vez. Es mejor
que pases ese tiempo de inactividad en una etapa temprana del proceso.
 Un punto positivo que debe ser mencionado sobre este paso del proceso es que
puedes reutilizar estas hormas para cada par de zapatos que quieras hacer en un
futuro. Asegúrate de guardarlos en un lugar seguro dónde no corran el riesgo de
romperse.
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Vierte el material de moldeado en el molde. Ahora que ya tienes un molde
adecuado de tu pie, puedes verter el material de moldeado en este. Dependiendo
del tipo y la calidad del material de moldeado, el tiempo de solidificación podría
demorar desde media hora a toda la noche. Ten paciencia, este es un buen
momento para trabajar en las otras partes del proceso, si ya has establecido tus
planes lo suficiente.
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Retira la horma y fórrala con cinta adhesiva. Una vez que la horma se haya
solidificado, es momento de sacarla y prepararla. Cubre la horma con una cinta de
enmascarar sin color. Esto evitará que se dañe fácilmente y podrás pintar tus
diseños directamente en la horma.
 Bosqueja el diseño en la misma horma. Antes de que comiences a juntar las
piezas, es probable que te sea útil bosquejar en la horma la apariencia que
quieras que tenga el zapato alrededor de esta. Aunque no debes depender de
esto para las medidas exactas, tener una idea de cómo se vería en tres
dimensiones, te ayudará a decidir dónde debe ir cada costura.

Parte 3
Armar el zapato
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Corta el cuero y las telas. Utiliza el patrón o tu diseño propio, corta cada sección
necesaria de tela o cuero con un escalpelo o bisturí. Es posible que te sea útil
utilizar una regla o un transportador para ayudarte con los cortes.
 Al cortar el patrón, tienes que dejar por lo menos 2,5 cm (1 pulgada) de material
adicional a lo largo del borde inferior del zapato, al igual que aproximadamente un
centímetro en los lugares dónde las diferentes piezas superiores se unan. Esto
será el margen de costura.
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Cose las piezas.[3] Realizar una costura fluida es una de las partes más
desafiantes de fabricar tu propio zapato. Sé meticuloso al juntar las piezas y hazlo
despacio. Aunque es probable que sea más fácil hacerlo rápido, no hay duda de
que una mala costura se notará en el producto final y el zapato no se verá tan bien
como debería. Intenta realizar las costuras lo más cerca que se pueda al extremo
de cada pieza de tela. Si se superponen, es posible que se creen arrugas
innecesarias en el zapato. Si cortas intencionalmente las piezas ligeramente más
grandes de lo necesario para que tengas espacio para la costura, recuerda
tomarlo en cuenta. No querrás terminar con un zapato demasiado grande o
demasiado pequeño para la suela.
 Aunque no tendrás ningún problema para coser la tela, es posible que tengas
dificultades con el cuero. El cuero es sumamente fuerte y no podrás coserlo de
manera fluida. En lugar de eso, se recomienda perforarle agujeros antes de
conectarlo con otras piezas.
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Perfora los ojales. Los ojales son agujeros por lo cuales se pasarán los cordones.
Es probable que el diseño de tu zapato los necesite. Separa los ojales de manera
uniforme (en algunos casos solo se necesita menos de 2,5 cm (1 pulgada)) y haz
una cantidad suficiente (4 a 5) para que alberguen la mayor parte de los cordones.
Si te gusta hacer las cosas a mano, puedes realizar los cortes fácilmente con un
escalpelo. Sin embargo, si buscas un producto con un acabado más profesional,
existen unas herramientas especiales para hacer ojales que puedes comprar en
una tienda especializada.[4]
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Recorta la suela. [5] Si compraste una suela prefabricada o reciclaste un par de
unos zapatos antiguos, no necesitarás preocuparte de este paso. Sin embargo, si
intentas hacer un par de zapatos completamente hechos por ti, la mejor opción es
conseguir algunas láminas de corcho. El corcho tiene una cantidad adecuada de
amortiguación y es resistente al agua.
 Si ya has cosido la tela, puedes utilizarla como un punto de referencia para
realizar los cortes, aunque siempre debes guiarte de las medidas empíricas en el
patrón.
 Aquí también te ayudará la horma. Corta la lámina de corcho para hacer la suela,
deja solo un poco de espacio adicional alrededor de la horma para que tu pie
tenga un poco de espacio para respirar.
 Si quieres un poco de amortiguación y altura adicional, puedes agregar una
segunda o tercera capa de corcho a la suela. Simplemente córtala con las mismas
dimensiones y pégalas con pegamento instantáneo.
 Dale un poco tiempo a las suelas pegadas de corcho para que se solidifiquen una
vez que termines de pegarlas.
 Puedes hacer un tacón por medio de agregar una capa adicional en el tercio
posterior de la suela.
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Cose y pega las piezas.[6] No funcionará coser la tela a la suela, al menos no si
solo haces eso. Aplica el pegamento despacio y de manera uniforme. Esto
maximizará el sello resistente al agua del zapato y lo mantendrá fuerte. Si el
patrón te dice que realices algunas costuras adicionales, hazlas también.
 Utiliza la horma dentro del zapato a medida que lo armes. Esta te servirá como
punto de referencia y apoyo cuándo realices las costuras difíciles.
 Si eres un verdadero profesional de la costura, no tengas miedo de ponerle algo
de estilo a tus puntos. Las costuras en sí pueden ser una herramienta estética
interesante. Si te sientes más osado que los demás, puedes experimentar con
diseños irregulares en las costuras, siempre y cuando estas sean lo
suficientemente resistentes como para que cumplan con su función práctica.
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Recorta la tela excedente y agrega parches dónde quieras. En este paso, ya
deberías tener un zapato relativamente funcional. Pasa los cordones por los
ojales, si no lo has hecho aún. Para hacer que el zapato se vea lo mejor posible,
recorta la tela excedente. Si el zapato tiene algunas marcas de costuras que se
ven muy mal, puedes agregar una nueva capa de cuero o tela para cubrirlas.
Ahora que ya tienes el cuerpo del zapato, puedes comenzar a pensar en agregarle
más estilo
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Repite el proceso en el otro zapato. Por lo general se asume querrás hacer dos
zapatos a la misma vez. Después de que hayas terminado con el procedimiento
básico en el primer zapato, es tiempo de que empieces con el segundo. Ten en
cuenta que no debes copiarlo, sino crear una imagen invertida del zapato original.
Intenta hacerlo lo más parecido que se pueda al primero. Cualquier error que
puedas haber cometido en el primer zapato, se verá peor si no está en el otro.
 Es posible que te sientas frustrado al realizar el primer zapato, pero verás que
hacer el segundo es mucho más divertido.
Parte 4
Colocar los toques finales a la creación
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Impermeabiliza los zapatos con un sellador en aerosol. Una zapato hecho de
cuero será impermeable por naturaleza, pero tienes que asegurarte de hacer todo
lo posible para evitar que le ingrese agua. Es una buena idea comprar un sellador
en aerosol relativamente barato e inspeccionar los zapatos de manera meticulosa,
en especial si vives en un lugar húmedo.[7]
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Agrega los toques decorativos a los zapatos. Admitámoslo, la mayoría de las
veces en que alguien fabrica algo en casa es porque quiere ponerle su estilo
propio y único. Tienes muchas oportunidades de hacerlo, incluso después de
haber terminado el zapato.[8]
 Agregar un diseño creativo a los lados del zapato con una pintura para cuero es
una manera divertida y efectiva de darle estilo a tu creación.[9]
 Existen infinidad de maneras en las puedes estilizar los zapatos. Buscar algunas
ideas en el internet si necesitas inspiración.[10]
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¡Camina con ellos para probarlos! Ahora que has terminado tus creaciones a la
moda, es tiempo de la prueba definitiva, pruébatelos y úsalos. Intenta caminar por
el vestíbulo o la calle y fíjate en cómo los sientes. ¿Son cómodos? ¿Te parece que
no les entraría el agua si pisaras un charco por accidente? Si esta es la primera
vez que fabricas zapatos, es completamente normal que estos tengan algunos
problemas. Si no te sientes satisfecho con el resultado final, siempre puedes
utilizar la experiencia que has ganado para fabricar otro par.[11]
 Si lo único que sientes incómodo es la plantilla, puedes comprar unas hechas de
gel (como las de Dr. Scholl) para darle a tus pies un poco de amortiguación, que
siempre es bien recibida

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