You are on page 1of 9

Ética en la

organización
política
INTRODUCCIÓN

Debido al incremento de corrupción en el ámbito político realizamos, este ensayo sobre


cómo se desenvuelve la ética en la vida política
Primero observamos que existen ciertas deficiencias de valores o ética en el ámbito
político, un ejemplo claro y tangible, seria: En las campañas políticas antes de las
elecciones los candidatos prometen mejoras en cuanto lo económico, social, calidad
de vida, etc. Pero vemos que esto no es del todo verídico, puesto que en el momento
de llegar al poder estos políticos desconocen sus propuestas y se llega a donde se
inició.
Después divisamos que muchos de los dirigentes de las diversas zonas del País,
durante su gobierno empezaban a corromperse provocando que la sociedad los
repudie por sus actos de corrupción.
Y por último inferimos que las autoridades siendo elegidas como representantes tienen
el deber y obligación de colaborar con las necesidades que tenga su pueblo.
Consecuentemente después de observar todas estas decadencias en la práctica de
los valores por los dirigentes, decidimos investigar sobre los deberes que tienen estas
“cabezas del pueblo” e investigar sobre qué importancia tiene la Ética en la política y
si aún existen políticos que los practican. Así como también nos preguntamos
¿realmente es la política la parte podrida de la manzana, o somos nosotros los que
individualmente o en conjunto estamos desvalorando la manzana?
ÉTICA EN LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA

La política es una actividad humana donde un ser capaz, digno tiene el poder de
gobernar y dirigir a diferentes grupos humanos con el único fin de lograr un desarrollo
y mejoramiento en los diferentes ámbitos de la sociedad humana.
La política está mal vista y en muchas ocasiones muchas personas solo vemos a la
política sin valores, ósea que para participar no se practican los valores, pero esto no
es cierto puesto que, aunque algunas personas no lo ven, la política es el poder que
nosotros le transmitimos a pocos fenómenos humanos para que estos se inmiscuyan
en la vida y las carencias del pueblo; por ejemplo: aspirar al bien común, resguardo
social, justicia colectiva, etc.
El deber de los dirigentes es: promover, orientar, evaluar y ofrecer facilidades
institucionales y normativas para el desarrollo de valores políticos, pero el patrimonio
de éstos será del conjunto de la sociedad
Pero con nuestra investigación no encontramos el problema en lo politico, descubrimos
que el verdadero problema radicaba en nosotros mismos. Puesto que se trata de
enseñar a la gente la condición humana, y que prevalece la desilusión, no se cree más
en las instituciones (las voces de alerta señalan que el peligro es desbordarlas) no se
vislumbra la solidaridad colectiva, faltan proyectos futuros y no se reconsidera el
pasado; las personas quieren sólo indicadores de bienestar sin participar en ellos, por
lo tanto, es necesario volver a la política de todos; pero de forma digna, que la
globalización nos lleve a reconocer lo humano y no las razas. Comprendamos que
somos egocéntricos y altruistas, existe una unidad de lo humano con diversidad de
sujetos y pueblos, ya que el propio ser humano es distinto: lúdico, económico, racional,
poético, político, en fin, complejo; esto se denomina diversidad creadora.
No debe dejarse de lado que el hombre político nace como ciudadano y renace como
individuo en el vivir social; por lo tanto, vivir en democracia es practicarla, no basta con
nombrarla y exigir responsabilidad, no es sólo un asunto estadístico o cumplimiento
exterior, requiere que el individuo se proyecte reconociéndose en el servicio público,
ya que no se trata de una cuestión técnica, sino de un problema ético que encierra a lo
social vuelto consciente; se trata de la existencia de una sociedad con legitimaciones
que fundamenten el ejercicio autorizado del poder político para la consecución de
propósitos humanos; entender lo políticamente ético no como el resultado de suma de
voluntades individuales sino como un supuesto paradigmático, demostrado
históricamente, de que todo grupo humano organizado estructuralmente crea un poder
que no es ciego a los intereses de los sujetos y que moviliza fuerzas para obtener fines:
kratos y ethos deben conjugarse
Y de todo lo dicho anteriormente nace la expresión: ¡Ni lo político es sólo labor
instrumental, ni la ética se puede condensar sólo en norma política!
Entonces nos preguntamos: ¿Ayer la ética, hoy la política?, ¿se necesita, entonces,
una vocación para la política? Al igual que lo político (que no la política, ésta no se
encuentra en los hechos, sino en cuanto los introduce en ellos el pensamiento) se
necesita de una preparación social para ejercer la función política, porque la definición
de política rebasa lo susceptible de enseñarse, pues su universo es también simbólico
y mistificado
De todo lo investigado anteriormente deducimos que el real problema de la política no
es en si la política, ni los políticos, el mayor atraso de nuestro país somos nosotros
mismos, ya que nos dedicamos más a repudiar, objetar, quejarnos de la política de la
falta de valores, que ya demostramos que esto no es del todo cierto, la verdadera
realidad es que nosotros la sociedad no practicamos los valore, valores tan simples y
fáciles de practicar como son: altruismo, la solidaridad, empatía. Porque nos quejamos
de los problemas que nos aquejan, pero no hacemos nada por solucionarlo o cuando
la solución requiere del apoyo de una gran masa de personas la mayoría se hace de
la vista gorda o no le importa.
Entonces en que estamos incurriendo, solo nos quejamos cuando el problema en si
nos afecta, pero cuando afecta a nuestro vecino no nos importa. De ahí es que nos
dimos cuenta de que no estamos inculcando los valores adecuados o correctos a
nuestros hijos, las generaciones que se vienen, el futuro del país. Entonces ¿de qué
nos quejamos?, ¿Porque lo hacemos? Si somos nosotros quienes engendramos
personas que en un futuro no tendrán valores inculcados y su indiferencia será
irremediable e inevitable.
De ahí es que nos preguntamos: ¿que estamos haciendo con nuestra sociedad? El
problema de la corrupción o de la falta de Ética no viene de las cabezas, no viene de
los dirigentes el problema radica en la misma sociedad.
Entonces, toda nuestra investigación reveló una verdad muy triste, una verdad que no
queríamos ver hasta el día de hoy, en realidad la manzana podrida no radica en los
políticos, la triste realidad es que el mundo, la sociedad esta podrida. Pero esto no es
irremediable se puede solucionar, existe cura ante tal infección de baja ética o en otros
casos de la carencia de ética.
Ya descubrimos la raíz del problema, ahora tenemos el deber de atacarlo sin piedad
empezando por uno mismo. Cultivando los valores que son muy necesarios en esta
sociedad, para que después con la experiencia adquirida cultivarla en las generaciones
que aún están en proceso de aprendizaje, para mejorar la sociedad en la que vivimos.
Este cambio no será inmediato ni será fácil, pero si realmente queremos que nos
gobiernen personas capaces dignas del gran puesto que se les encomienda,
deberemos cambiar primero la sociedad, pero antes uno mismo.
CONCLUSIONES:
 Frank Rudy Soncco Idme

Primeramente, quiero indicar que este trabajo de investigación no fue lo que yo


esperaba, lo que yo quería encontrar era a una política corrupta, pero lo que me
encontré a medida que investigaba fue realmente aterrador, nunca creí que yo, un
estudiante de universidad fuera un culpable de que mi país esté tan atrasado y que
yo sea el responsable directo de que los políticos de mi país no ejerzan su trabajo
como deberían.
Bien, lo que me llamo más la atención es que en si los políticos cumplen en parte los
deberes que adquieren al momento de convertirse en dirigentes. Pero entonces cual
es el problema ¿porque Perú esta tan atrasado? ¿Porque otros países también lo
están? Pues la respuesta es muy sencilla, por su sociedad, porque las nuevas
generaciones no están inculcadas con los valores necesarios para una convivencia
armoniosa en sociedad, porque nos avocamos más a atacar o quejarnos de los
políticos, pero nunca vemos lo que nosotros hacemos, como es en el caso de los
afectados por el fenómeno del niño todos nos quejaos de que nuestro gobierno no
hace nada o que no apoya, pero… y ¿nosotros? Nosotros no hacemos nada cuando
existen organizaciones que piden que las personas apoyen con algo para los
damnificados nos hacemos de la vista gorda, damos la espalda, no hacemos nada.
Nuestra cruda realidad es esa, solo nos quejamos, pero en realidad somos nosotros
quienes incentivamos a una sociedad así de corrupta. Nuestro deber es cambiar para
luego inculcar en nuestros jóvenes sobre la práctica de los buenos valores y empezar
el cambio.
Esto se puede lograr si todos trabajamos en equipo, si dejamos de quejarnos y
empezamos a cambiar la sociedad.
Gracias.
CONCLUSIONES:
 Carlos Vladimir Puma Mesco

En conclusión, desde el punto de vista de la investigación la ética en la vida política,


no solo es gobernar sino también es guiar a los demás en el sendero de lo correcto.
Y también es escuchar las opiniones, sobre cuán importante es la ética para la vida,
teniendo en cuenta los valores y la moral.
La ética es muy importante ya que prevalece en nosotros mismos para siempre
desde que nos damos cuenta de la realidad, y de lo que vemos. Hasta el fin de
nuestros días.
Es decir, la ética va de la mano con nosotros en el estudio de la vida profesional, en
la política y en muchos ámbitos de nuestra vida.
BIBLIOGRAFIA:
 Aranguren, J.

1986 Ética y política, Guadarrama, Madrid.

 Baudrillard, J.

1970 La société de consomation: ses mythes et ses structures, S.G.P.P., París.

 Burdeau, G.

1983 Tratado de ciencia política, Universidad Nacional Autónoma de México-Acatlán, México.

 Chaunu, P.

1986 Historia y decadencia, Garnica, Barcelona.

 De la Isla, C.

2004 “Ética y Universidad”, en Estudios, núm. 69, Instituto Tecnológico Autónomo de México,
México.

 Luypen, W.A.

1968 Fenomenología del derecho natural, Carlos Lolhé, Buenos Aires.


ANEXO:
Autor: Mora Ledesma, Martín
Fuente: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72620403
No ven en éste el desprecio de lo político; los reclamos a la política son úni- camente para
recibir, sin entender cómo participar en ella. Se ha aceptado la idea de que en ese ámbito lo
que menos cuenta son los valores. Pero en realidad sin valores no habría política, porque ellos
existen en la sociedad a pesar de ser negados o estar visibles sólo para algunos, y lo mismo
que en la familia, la escuela, etcétera, en la política lo apreciable para la sociedad es
considerado, o debería ser visto, como lo digno, lo merecido, como una cualidad que
otorgamos a determinados fenómenos humanos que calan profundamente en la formación de
nuestra personalidad; por ejemplo, cuando aspiramos al bien común, al resguardo social, a la
justicia colectiva, al ordenamiento vital de nuestro grupo, del mismo modo estamos aspi- rando
a metas y procedimientos políticos que debieran ser objeto de en- señanza, no sólo en lo cívico
o en el catecismo cívico patriota, sino en la participación y en el esclarecimiento de lo que es
la política y lo guberna- mental. Esa participación implica responsabilidad moral, toma de
posición generalizada, esfuerzo sistemático para educar y ser educado en política, en el
desarrollo de lo humano organizado en responsabilidad de y para con los otros.
Entender que los principios básicos de libertad y democracia, de compro- miso y justicia
subsidiaria, de respeto y participación plural son aspectos que cualquier mente debe cultivar,
practicar y reflexionar, integrándolos en una plataforma de valores ético-políticos comunes, y
comprender que los políticos y la política se forman fuera del gobierno y que son producto de
lo social, de lo escolar, de lo familiar, etcétera, sería entender que lo que falla, además de lo
administrativo, son las instituciones propias de la co- lectividad. Los dirigentes deben promover,
orientar, evaluar y ofrecer facili- dades institucionales y normativas para el desarrollo de valores
políticos, pero el patrimonio de éstos será del conjunto de la sociedad. Observar la relación
entre ética y política para su estudio, investigación y posibles desarrollos es tarea, por lo tanto,
del científico social y no sólo del político profesional.
Se dice que la ética, considerada en sí misma, es primeramente personal (Aranguren, 1986:
11), cada hombre proyecta y decide lo que hace, las normas de comportamiento deben ser
libremente aceptadas, eso es cierto, pero no es toda la verdad, ya que el hombre es, también,
hecho por la so- ciedad; la cultura le abre un camino, pero a la vez lo guía; no existe una ética
cerrada, sino una determinación dada por el contexto social; por ello, hay una moral de la polis
en un juego dialógico con una ética

You might also like