You are on page 1of 3

El complejo de Edipo femenino y la relación con el cuerpo

The female Oedipus complex and the relationship to the body


M. Eglé Laufer

Resumen:

La autora propone que la importancia de la actividad temprana, infantil, la masturbación y las


experiencias sensoriales, junto con sus fantasías acompañantes, radica en la relación que esto
establece entre la niña y su propio cuerpo y la medida en que esta relación facilita o dificulta la
capacidad de la niña para separarse ella misma de su dependencia de su madre. El conflicto edípico
temprano en curso puede entenderse entonces como un avance inevitable hacia un punto posterior
del desarrollo donde la conciencia de la realidad —la separación de la madre y el impacto en las
fantasías omnipotentes del niño sobre el papel incomparable del padre en relación con la madre—
tiene que ser reconocido tanto por el niño como por la niña. Con este reconocimiento, el niño o niña
también tiene que hacer un cambio de acompañamiento en la relación con su propio cuerpo y su
contenido.

Ideas del texto:


● La autora considera que ella ha estado impresionada por los hallazgos de los analistas de
niños y adultos que han presentado que la conciencia del propio cuerpo de la niña pequeña,
no es ante todo la falta de pene. Ella tiene una más temprana conciencia de su cuerpo como
conteniendo un espacio interior y de las aberturas (boca, ano y posiblemente vagina)
● Señala que ha elegido examinar el tema del complejo de castración en el desarrollo femenino,
el cual Freud hizo central en su teoría del desarrollo femenino.
● Freud (1905) vio el rol de la sexualidad en la vida mental como inextricablemente vinculado
con el desarrollo patológico y la formación de síntomas. De acuerdo a la autora, esto se puede
entender como que, para mantenerse libres de patologías como adultos, tenemos que poder
experimentar nuestros cuerpos como una fuente de placer y gratificación instintiva.
● Como no podemos renunciar al principio del placer como fuente de la omnipotencia infantil,
debemos encontrar una manera de acomodar la realidad externa para que podamos mantener
un área de nuestras vidas en las que el principio del placer pueda aun reinar.
● Para las niñas existe una dificultad biológica relativamente determinada para alcanzar esta
meta. Las niñas se comportan como si les faltara algo.
● La envidia del pene puede parecer un concepto desactualizado. Sin embargo,
conductualmente, el concepto aún tiene validez y el poder de dar forma a la vida de las
mujeres.
● La autora señala que el vínculo de la pequeña niña con su padre no empieza cuando ella se
aleja de la relación con su madre. Claramente, la niña tiene una relación intensa y libidinizar
con el padre antes de que la presión real de resolver la situación edípica se vuelve imperativa.
● La autora ve la tarea o problema de desarrollo más simplemente: ¿hasta qué punto puede la
niña renunciar al vínculo libidinal con la madre sin tener que encontrar alguna solución de
compromiso a través de la identificación con el padre o una sumisión masoquista al padre.
● Clínicamente, en la transferencia, ha parecido más una cuestión acerca de la relación con el
padre y luego con los hombres está permitida en el espacio que la niña ha podido crear entre
ella y su madre internalizada, o si la presencia del padre continúa actuando como una sombra
ineficaz en su vida que es sentida como una amenaza que se presenta entre ella y la madre
internalizada.
● El trabajo clínico de la autora se realiza en:
○ Adolescentes que se enfrentan con la tarea de cambiar su relación con sus cuerpos
de una niña prepuberal al de una mujer sexual adulta.
○ Mujeres jóvenes embarazadas cuya tarea es cambiar su relación con ellas mismas a
identificarse con el rol maternal de sus propias madres.
En ambos casos, lo que más la impresionó es la capacidad de algunas mujeres de negar la
realidad de los cambios que tienen lugar en sus cuerpos o su necesidad física para atacar sus
propios cuerpos o los de sus bebés.
El complejo de Edipo femenino y la relación con el cuerpo - M. Eglé Laufer

● Para explicar estos fenómenos patológicos, la autora considera la importancia de tomar en


serio los eventos en la vida de los pacientes, sus realidades biológicas y no sólo como
metáforas con significados intercambiables. Esto hace que el problema del momento y la
función de la resolución del conflicto edípico sea un problema crítico.
● Propone cambiar el énfasis que se tiene en definir el periodo en el que la relación con los
padres empieza a ser competitiva y triangular (si es edípico o pre-edípico) o saber cuándo este
conflicto tiene que encontrar alguna resolución.
● Mientras el niño evita la tarea de resolver el conflicto edípico por un largo tiempo a través de
la creación de su propia fantasía y luego con la actividad masturbatoria que mantiene la
omnipotencia infantil, este esfuerzo debe sucumbir ante la diferencia de sexos.
● El factor decisivo es la medida en que se queda con una catexis libidinal narcisista de su cuerpo
en lugar de ser vulnerable a sus impulsos autodestructivos, porque el predominio de una
catexis narcisista la ayudará a negociar la posesión de un cuerpo femenino y convertirse en
una madre que puede disfrutar del cuerpo de su hijo.
● Tres temas que rescata de Freud respecto de la niña que luego desarrollará:
○ La percepción de la niña de que su cuerpo ha sido castrado y que la manera en que
lo enfrenta establece las bases para su complejo de castración y determina su futuro
desarrollo sexual.
○ La naturaleza del apego temprano a la madre y si es diferente que la del niño desde
el inicio, o si solo sigue un curso diferente en algún punto del desarrollo.
○ Identificar aquello que permite a la niña abandonar el objeto homosexual y hacer una
elección de objeto heterosexual, y si esto resulta en una entrega libidinal masoquista
al padre a través de cambiar la aceptación de la castración por la fantasía de un deseo
de castración.
● No se cree en un hecho traumático como la visión del pene. Algo debe ocurrir que sirve como
organizador de todas las experiencias y percepciones que sientan las bases para la manera
en que la niña se relaciona consigo misma como mujer en su vida adulta.
● En algún punto de su desarrollo, la niña debe renunciar a la fantasía de poder retener el amor
de su madre porque existe una satisfacción que la madre obtiene del padre y que la niña no
puede tener la esperanza de reemplazar. La niña ha podido, a través de sus fantasías
masturbatorias y las experiencias sensoriales que lo acompañan, invertir su cuerpo y sus
productos con el poder omnipotente de ser tanto el donante potencial de gratificación para la
madre, como de poder asumir el papel de frustrador de la Madre a través de la capacidad
descubierta para lograr su propia gratificación mediante el uso de su propio cuerpo.
● La niña vista como que necesita un pene para sentir que puede satisfacer a la madre y
mantener su creencia de que la madre puede aún satisfacer su propio deseo de un bebé
confirma el punto de vista de Freud acerca de la envidia del pene. El deseo del pene en la niña
es una expresión del deseo de vivir su principal objetivo libidinal: dar o recibir un bebé por parte
de la madre, mientras que la fantasía de poseer un pene es una estructura patológica
secundaria cuyo objetivo es defensivo y está relacionado con la ansiedad persecutoria.
● El vínculo libidinal con la madre muy a menudo no se ha abandonado en absoluto. Las
actividades sublimatorias y sexuales de las mujeres son aun extremadamente vulnerables a la
inhibición y otras defensas debido a la intensa ansiedad despertada tanto por la envidia por la
madre como por la identificación con la prohibición de poseer el pene del padre. Freud indicaba
que esto generaba frigidez en las mujeres o inhibición de su sexualidad.
○ Depresión post parto en mujeres después del nacimiento de su primer hijo. Como un
proceso final de luto por la pérdida del vínculo con sus madres, al convertirse ellas
mismas en madres. También puede ser la identificación con la fantasía de una madre
insatisfecha y deprimida que debe mantenerse apaciguada por el hecho de que la hija
haya renunciado o inhibido en su posible satisfacción y disfrute de haber producido a
su propio hijo.
○ Chicas adolescentes que se esfuerzan para defenderse contra el apego libidinal aún
existente a la madre, y el consiguiente miedo a tener un apego homosexual incestuoso

2
El complejo de Edipo femenino y la relación con el cuerpo - M. Eglé Laufer

hacia ella. Esto lleva a una agresión directa hacia el propio cuerpo en un intento de
desprenderse de su cuerpo sexual y su significado.
● Freud plantea una posición pasiva de la mujer y la idea de masoquismo como si fuera una
parte esencial de la sexualidad femenina normal. Laufer señala que, si la niña ha tenido que
renunciar al vínculo libidinal con la madre, después de aceptarse como castrada, y con ello su
odio a la madre, entonces los fines pasivos que ella usa para mantener un vínculo con el padre
tiene más de un deseo narcisista que de un deseo de castración o penetración directamente
sexual. La satisfacción que la niña busca, es el de sentir su cuerpo valorado y deseado, a
pesar de que ahora parece que contiene sólo sus deseos pasivos pregenitales. Pero una vez
que se incluye un objetivo libidinal en la fantasía pasiva e ilusoria dirigida al padre, debe adquirir
un significado masoquista, ya que la “aceptación de la castración” ahora ha adquirido una
calidad deseada y se ha convertido en un “deseo de castración”. Ser castrada por el padre a
través de la penetración.
● La otra alternativa es la formación de un complejo de masculinidad, que, según Freud, si
persiste, puede conducir a una elección de objeto homosexual. A veces se confunde con
envidia del pene.
○ La envidia del pene y el comportamiento competitivo con los hombres expresan el
deseo por un pene, mientras que el complejo de masculinidad contiene la fantasía de
poseer un pene.
○ Las mujeres que poseen esta fantasía pueden sentirse libre de ansiedad en una
relación homosexual satisfactoria, pero se sienten forzadas a romperlas cuando se
dan cuenta de que no podrán dar ni recibir un bebé.
○ Se puede decir que puede ser usada como una defensa, hasta la primera experiencia
de penetración de la vagina.
○ La idea de que el complejo de Edipo se compone de un movimiento constante entre
el complejo negativo y el positivo, comenzando desde el momento en que el niño
comienza a diferenciarse entre sí mismo y el objeto de crianza, parece más correcto
hoy en día que suponer que es un cambio repentino al padre.
● El tercer resultado posible del complejo de castración propuesto por Freud consiste en una
repulsión general de la sexualidad por parte de la niña.
○ Por lo tanto, la cuestión crucial para el desarrollo futuro sería si, al rechazar así su
propia sexualidad, también se debe renunciar a la relación con el padre. Un padre que
es abiertamente sexual con su hija puede tener que convertirse en un "objeto de
repulsión" para la niña debido a su necesidad de mantener reprimidos sus propios
sentimientos sexuales.
○ La autora señala que “No creo que el deseo de un bebé con el que la niña acuda al
padre tenga que implicar un deseo instintivo de gratificación. Si lo hace, creo que debe
contener una fantasía masoquista cuyo objetivo es desviar y mantener reprimidos los
intensos impulsos violentos y sádicos que aún atan a la niña a la madre.

Juan José Yon

You might also like