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Baroloua : Cxticg, 2002.
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1
INTRODUCCION A LA Cl
POSTCOLONIAL
ICA
Les objet de nas enor ne se riven fellement que
dans le eapport obeermtion of un obeerateus les st
{Changer Ie protocole observation, objet se mode.
JeB, Penna on Michel Foucoult, Mat Per Rie
EL IMPERIO COMO PRACTICA TEXTUAL
EI dominio imperial es, en primera instancia, de naturaleza politica,
ccconémica y military se earacteriza por los desplazamientos de po-
Dlacién, la instauracién o sustitucién de regimenes de poder y el con-
trol del territorio, Es también objeto de representacién en una gran
ccantidad de textos y de Rcciones Hterarias y constituye un elemento
imprescindible del marco epistémico en el que se producen las re-
presentaciones culturales metropolitanas, incluidas aquellas que no
vetsan directa o aparentemente sobre él. El imperio produce textos
(telaciones adininistrativas cractos geogrificos, estudios lingtifsticos y
etnograficos, leyes, decretos, libros de Viajes, ficciones) y, a su ver, ta-
les textos pueden juzgarse como vehfculos de la autoridad imperial,
1 como soportes de Ia inscripcién de antoridad. Esta consideracion
ro se refiere tinicamente al plano mas obvio y literal (esto es, ala apa-
ricién de temas 0 de imagineria colonial en la novela de aventuras, en
Jos relatos exéticos o de exploracién, en los diarios de viajes, en, pon-
‘gamos por caso, las obras de Verne, Kipling o Haggard), sino también
al plano simbélico y al silenciario, a los presupuestos y a las compli-
cidades del texto, a las premisas que, por interiorizadas, no es nece-
sario explicitar Bn este sentido, podria decirse que la cultura occi-
dental presupone y entraiia el imperio como hecho fimdante de
occidente —desde ef Renacimiento hasta la actualidad— y que sus
productos ltevarios 0 estéticos participan de este hecho fundante y lo
incorporan, aunque no traten abiertimente de él
5La idea de la textualidad del imperi permite quizi comprender més
cabalmente el concepto de discurso colonial como el conjunto de con:
venciones y de précticas miméticas y simbélicas (discursivas, textua-
les, estéticas) que Europa despliega en su expansidn (ertitorial. Q, st
se prefiere, como el conjunto de representaciones y —lo que es
importante— de reglas de representacién que permiten pensar, concep:
twalizar o administrar eulearalmente las relaciones coloniales. La ex-
presiGn discurso colonial toma la palabra diseurso de Ia filosofia de la
cultura y de la arqueotogfa del saber de Michel Foucault, y la difundid
Edward W. Said a finales de los setenta en Orientalism, la monogratia
que funda el «andlisis del discurso colonial» e inaugura el estudio
de las relaciones de la cultura y el imperio 0, en otros términos, de la
implicacién del conocimiento y de las précticas textuales y artisticas,
incluida la liceratura, en las relaciones de poder. La idea de la textua-
lidad del imperio ha de entenderse, como construccién conceptual,
dentro de este contexto cultural y epistemolégico.
Ahora bien, no s6lo interesa el imperio como préctica textual,
sino también otras précticas asociadas con el colonialismo y la desco-
onizacién, También la resistencia al imperio se ejerce en el Ambito
textual y simbélico, al igual que la construccién de las nuevas nacio-
neiden con las divisiones internas de la
We et el
res (gue, por lo general,
audminisuaclon Imperial) se cjecuua literati y concepts
plano de ls representaciones. Podria decirse, por tanto, que no sélo
‘el imporio es una préctica textual: también lo serian la resistencia al
imperio y el proceso de nacionalizacién de los nuevos estados inde
pendientes. Asi pues, si el andlisis det discuso colonial se centra en la
textualidad del imperio y estudia las précticas culturales a él ssoci-
as, la ortca postcolonial aborda prioritasiamente el proceso de con-
testacion y resistencia, Ia subversin del legado culeutal y literario de
ta metrépoll y el surginiento de prictieas texmales que se definen
por la experiencia de la colonizacién y la independencia. En este sen-
tido, l andlisis del diseurso colonial y la teorfa y la etica postcolo
niales son inseparables, ya que estudian procesos complementarios: no
pueden desligarse la experiencia de dominar y Ia de ser dominados,
Ja textualizacién del imperio y la dimension simbélica de la resisten
ia, el colonialism y la descolonizacion, la nueva nacion ¢ la antigua
administracién colonial, la hereneia cultural metropolitana y Ia aft-
macién nativsta¢ identitaria en el nuevo estado. La distincion entre
andlisis del discurso colonial y teoria yeritica posteoloniales es, pues,
ydesde este punto de vista, s6lo una cuestin de énfs
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INTRODUCGION A 1A GRETICA POSTCOLONIAL.
Es dificil ponderar en exceso hasta qué punto el estudio de las
representaciones textuales del imperio y de las nuevas naciones sur-
sidas de la descolonizacin es pertinente para la cabal comprensién
del pensaamiento y de la Iteratura europeas: la historia intelectual de
Europa, desde el Renacimiento, es impensable sin la expansi6n tert
torial, sin el impacto intelectual de los deseubrimientos y sin fa po
Iitica de la coldnizacién. Al igual que la historia del mundo no puede:
narrarse sin dar cuenta de los efectos de Ia europelzacién, el hecho
colonial no puede segregarse o purgarse de la historia y del pen-
samiento occidental, de la constitueién de sus disciplinas y de sus
‘conocimientos. Tampoco, por supuesto, pueden purgarse el antico-
lonialismo y la resistencia como elementos politicos y éticos especifi-
camente europeos, ya que la simpatia por el colonizado y el pensa-
miento politico que se construye en torno al hecho colonial son tan
antiguos como el colonialismo.'
LA CONDICION POSTCOLONIAL
En la teorfaliteraria contemporanea se urilizan los adjetivos past-ola-
nial y postcolonial —con y sin guién— para designar las literaturas
tscritas en Ienguas europeas y metropolitanas en los territorios con
quistados o dominados por los imperios europeos modernos. La pre-
sencia 0 ausencia de guidn quiere. distinguir dos acepciones de In
osi()eolonialidad. KA primer término, past-colonial, establece una dis-
tincién cronologica: se refiere al perfodo de tiempo que sigue
‘mediatamente a la colonizacién o a la independencia de uma colonia
de la autoridad imperial y del control mettopolitano. En cambio, el
adjetivo fistcolonial caracteriza formal y tematicamente 108 textos y
quiere referirse a un conjunto literario con rasgos comumes e identi-
ficables: de este modo, la literatura postcolonial no es ‘inieamente la
que viene después de la descolonizacién o del desmembramiento de
los imperios; es la que examina eriticamente el hecho imperial y Ix
1. Vease slo Meslé [x98] cuya historia el antcolonialsno alsin aeranen|
‘es Cats; Hulne (1930): Tadoser [198]. El estudio mi eevelaor, x rifle,
tobe la presencia de hee colonial (del primer imperialiano) en I flowin europen
san el de Landuce {ug78) agent Garin [3971] tambien bain spantad against
Uivecciones metodoigicas que, nmentablemente, no continu. En cuanto al pact
tulad del inpesialino moderno, wid Sd [CRI]
ysnerenio$ De PAPEL
relacién colonial o bien Ia que intenta resistiro subvertir activamen-
te la perspectiva colonizadora.”
Se entiende, en esta ditima acepeién, que Ia colonizacién no ha
sido Gnicamente una transferencia de poder, sino que lia exigido una
transformacién simbolica y eulwural y una profunda reordenacion
epistémica ¢ intelectual. La literatura serfa un elemento muy rele-
vante de ese proceso de reestrueturacion, ya que puede convertirse
en vehiculo de la experiencia imperial y colonial (tanto del colono
como del colonizado), en instruiento para resistir los mitos de la su-
petioridad ¢ inferioridad racial, religiosa o politica, 0 tdpos de ta
sumision necesaria, en Iugar de contestacién de las imagencs, temas
y formas del discurso que sostienen y legitiman la cotonizacion y eb
dominio metropolitano. En este sentido, lo postcolonial designa, en
primera instancia, una préctica discursiva.
En estas paginas, sin embargo, no respetaré esta distincién entre
post-cloniaty postcolonial, comvin en Ia exitica norteamericana y sajona,
esto es, no distinguiré con un gui6n el sentido temporal y el sent
Go politico del término, Entiendo que esa distincién no tiene funda-
mento lexicografico, pues el prefijo post indica siempre posterioridad
(con o sin guidn),y la palabra puede roferiree a ambas cosas si
tineainemte, ya que, en determinados contextos, denota la primera
acepcién y connota Ia segunda. En las lenguas romances, la expresion
lteratura colonial ha sido comtin desde el periodo de entreguersas 0,
cen cl caso de Espaia, desde la guerra civil. La extension del término
¢s variable. A menudo, se utiliza para designar los textos literarios
producidos en las colonias mientras son colonias, pero también, tema
ticamente, para nombrar el conjunto de textos que versa sobre la
experiencia colonial o que ha sido escrito por autores criollos (0,
uy secundariamente, por autores metropolitanos que abordan la
cucstibn colonial). No ha arraigado, en los estudios lterarios, ningtin
término especifico para designar el conjunto de las literaturas de las
‘x colonias ras la independencia de la metr6poliy la constitucién de
Tas ntievas naciones, salvo las denominaciones continentales con un
indice de nacionalizacién muy débil (literatura africana, literatura
‘2. Sobre la cistineion portolntal/povelonia, vid Misha y Hodges [ogg: 2841;
Lionnet (1995: ali Moura [1097 62] y Chevrce [1998]. Vid. quan [EWB ¥69); Tin
{iggt]y Riese (1983), Sobte ls impicaciones hicortogrificas ee fa poscolonalad, es
relevante el anlisis de MeClinock [1992: 292 4). Acerca de In posteolonalided como
scondiciéne, wi Moura [1992 12-13], y Boelimer {1995 3]
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INTRODUCCIGN A LA CRETICA POSTCOLONEAL
francéfona, ete.). La palabra postcolonial, para designar ya sea la lite=
ratura posterior a la independencia ya sea la literatura que, ademnés,
tematiza la resistencia al imperio, es un calco del inglés, en el que
postcolonial se generaliza ripidamente en los estudios literarios a fina
les de la década de los ochenta. Los tedricos franceses reconocen que
la critica postcolonial —la critique pastcoloniale— es una aproximacién
anglosajona adaptable al estudio de las literaturas francbfonas, que se
habia iniciado timidamente en los aiios sesenta.” En Portugal, tam-
bién se encuentra la expresin de critica pos-coloniat o la referencia al
pos-colonialismo.' La utilizacién del término en castellano ¢s atin infre-
‘cuente: ha comenzado a asentarse entre algunos —pocos— estudio
sos de las literaturas de América Latina y en el émbito de la traduc-
cin y de la literatura comparada.*
Para referirse 2 la vastisima produccién literaria de las antiguas co-
Ionias y de los territorios que estuvieron bajo dominio imperial uti
lizaré, pues, literatura postcolonial (cuya frecuencia en los estudios lite-
rarios la ha hecho casi indispensable para el intercambio critico y
académico), literature neonarional, 0, a pesar de la inelegancia de la
petifrasis,lteraturas de las nuevas naciones." En principio, salvo cuando
‘eetas expresioner alternen en el texto como variatioret6rica, su utile
zacién responde a cuestiones de matiz. La expresi6n lieratura posteo
lonial enfatiza la presencia de Ia experiencia colonial (o anticolonial)
y de huellas metropolitanas de toda condici6n (lingiisticas, gené:
8. Vid blo Moura (2997: go]. La fuencafonia término del geogeafo Onésime
ects, no tenia un sentida primariamente iteraro y designals slgo més que una
‘unde agian. Loe recelos politicos que suscita st ubliracioa especialmente on
fl Magre’~y mie connotaciones imperises y similalonistas han immpedido s1 uso
‘general
‘kV. slo Venfncio 1996: 119 88)
1B Ch s6lo Mignolo [996° 27-40) y Alfonso del Toro [1997: pas]. Aparecetam-
ign en ol Smbito de he raduecin (wid Ovid Carbonell [2997]) y mel de la liters
tra comparads (id: Vega y Carbonell [1998:1¥))
6. La expresion Bisative dl caver mundo es una acufiacién reciente, que no s
lfunde hasta os aos ochenta, En esta piginas evitaré at wtlizacion, salvo para ref
‘irme a la ese de lo eis que susan esa formula. El crm neeooniationa, que
puede encontraree con creciente frecuencia en los studios iteraries,procede de la
teoria econémics se refere, en primera instanca, alt persstencia del control eco-
nnomico o poltco de la metpolt sobre las antiguas colonias, a pes de que se haya
producidolaindependenci oficial de Ets, Es freeuente que fa formula erature ne.
flonalconstituya una declaracin poten cel critica que I uli, que india af
Conviceon de que la palabra pastolonal es optimista , cuando menos, premature
Sobre el post el neocolonistiemo, vi. Huggan [1997 19-24)
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