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LA EXPRESIÓN DEL AMOR EN EL MINISTERIO

En este documento, desarrollaré la enseñanza aprendida en la clase # 8 de la escuela de discipulado del


Ministerio Ciudad de Reino, respecto de la forma correcta de expresar nuestro amor a Dios, y como ese
amor puede traer a nuestras vidas multiplicación y grandes bendiciones, lo anterior soportado desde una
perspectiva bíblica

Empezaremos por entender ¿Qué es el amor?, tenemos que el amor es una decisión, ¡así es! como lo es
todo en nuestra vida, nosotros somos el resultado de las decisiones que tomamos.

Ahora bien, una cosa es decirlo, y en ese sentido me refiero a cuando decimos de dientes para afuera que
amamos a alguien sin demostrarlo, sin embargo eso no es una evidencia de que realmente exista amor,
toda vez que no basta con solo decirlo, es necesario que nuestros actos reflejen y muestren que esas
palabras que han salido de nuestra boca realmente son ciertas; no es lo mismo cuando digo te amo, pero
mis actos demuestran lo contrario, a cuando digo te amo y mi conducta es el fiel reflejo de lo que declaro.

Entrando en lo que dice la palabra de Dios respecto del amor encontramos lo siguiente en Mateo 22:37-
40 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Éste es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. Tremenda enseñanza, Jesús no
está enseñando que del amor a Dios y al prójimo, es decir, a nuestros semejantes depende toda la ley,
todos los demás mandamientos.

En el siguiente texto bíblico que corresponde a Juan 21:15-17 encontramos la siguiente palabra: Cuando
hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que a éstos? Le
respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda
vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Le dijo:
Pastorea mis ovejas. Le dijo por tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de
que le dijese la tercera vez: ¿me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo.
Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.

De la anterior lectura podemos destacar 4 aspectos sumamente relevantes para nuestra vida como
creyentes e hijos de Dios:

En el primero de ellos encontramos que Jesús llama a Pedro por su antiguo nombre que era Simón, y esto
ocurre porque después de que Pedro negó a Jesús tres veces, esa situación lo llevó a una frustración muy
grande, y en razón a ello Pedro vuelve a su antigua manera de vivir, volvió a ser pescador, en pocas
palabras se despojó de todo lo que Jesús le había equipado, y eso se asemeja a cuando nosotros llegamos
a los pies de Cristo y por una situación difícil, por los afanes de la vida, por crisis que se viven, dejamos
de lado la grandeza de Dios, la transformación que Él ha hecho en nosotros y todas sus promesas sobre
nuestras vidas, despojándonos de lo que hemos recibido de parte de Dios y volviendo al viejo hombre, eso
mismo le pasó a Pedro, el hecho de haber negado a Jesús trajo una enorme frustración que lo llevó a
retroceder.

Un segundo aspecto es que Jesús hace tres preguntas claves, pregunta tres veces a Simón Pedro si le
ama, fue tanta la insistencia de Jesús al preguntarle, que Pedro le enfatizó en su última respuesta: Señor,
tú lo sabes todo; tú sabes que te amo; el propósito de esto era cancelar las tres veces que Pedro lo negó,
y esto ocurrió así: la primera vez que Pedro respondió te amo, Pedro con esa confesión canceló la primera
negación y lo limpio, con la respuesta a la segunda pregunta Pedro fue revestido nuevamente, y con la
tercera respuesta Pedro fue empoderado. Era necesario que Pedro confesará con su boca que amaba a
Jesús para cancelar esa negación, una vez que Pedro confeso tres veces que amaba a Jesús fue limpiado,
empoderado, enviado y salvado en consecuencia se anuló y canceló el acto anterior que había hecho
Pedro al negar tres veces a Jesús.

En el análisis de este mismo punto vemos que Jesús pregunta por primera vez a Pedro ¿me amas?, Pedro
dice si Señor tu sabes que te Amo, Jesús le dice ve y apacienta mis corderos, a la segunda respuesta de
Pedro, Jesús le dice: pastorea mis ovejas, y ante la misma pregunta a la tercera respuesta de Pedro, Jesús
le dice: ve y apacienta mis ovejas; con esto lo que Jesús le quería decir a Pedro era que si de verdad le
amaba, ese amor se iba a ver reflejado en el servicio, tanto nos ama Jesús que nosotros sus ovejas en
esa lectura era lo que le pedía a Pedro que como muestra de su amor, nos cuidara, pastoreara y cuidada,
es claro y evidente que el servicio es la mayor muestra del amor a Dios.

Como tercer punto relevante, tenemos que Jesús menciona el mismo animal pero en diferentes etapas de
la vida, refiere cordero y ovejas: apacienta mis corderos, pastorea mis ovejas, apacienta mis ovejas. Para
entrar en contexto es necesario entender que sería la oveja y que el cordero, es decir cuando se es cordero
y cuando oveja, para ello observamos que la oveja es el animal ya maduro, en capacidad de engendrar y
parir, y la cría de la oveja es el cordero, para entenderlo mejor llamémoslo el cachorro, el bebé. Así como
nosotros pasamos varias etapas en nuestras vidas, igual pasa con las ovejas, el cordero es un animalito
débil, necesita del cuidado de la oveja, que lo enseñe a caminar y conocer su territorio, le enseñe a
defenderse. En lo que nosotros los hombres y mujeres se refiere, cuando llegamos a los pies de Cristo
somos esos corderos, los cuales se asimilan al nuevo creyente, incluso una persona ya creyente que llega
a un ministerio nuevo, en razón a que no conoce esa nueva visión a la que llega, se enmarcaría también
en el cordero. Los líderes ya maduros que están en la capacidad de engendrar y parir discípulos para
enseñarles y direccionarlos en la palabra de Dios y en la visión de la iglesia, ellos son las ovejas.
Continuando con el desarrollo de la palabra de Dios objeto de análisis, podemos concluir que si uno como
líder ama a Dios debe expresarle ese amor cuidando los corderos que Él pone bajo nuestra
responsabilidad, y soy un nuevo creyente y amo a Dios, debo expresar ese amor sujetándome y
obedeciendo con amor a la autoridad que Dios ha puesto a mi lado para guiarme, mostrarme el camino y
formarme en la palabra, para que una vez este fortalecido me convierta en líder, es decir, en oveja.

Un cuarto y último aspecto importante, es que Jesús le pregunta a Pedro me amas más que a estos –
entendemos que Jesús se refiere a la barca, a la red, a su trabajo secular, al estado espiritual en que se
encontraba Pedro-, llevando esto a nosotros, hoy Jesús nos pregunta ¿a quien amas más?, ¿a tu trabajo?
¿Al mundo? ¿A tus afanes?, del resultado de a quien se ame y donde esté nuestro corazón así será la
bendición, yo Hugo Huguet digo si mi corazón está realmente con Dios, seguro mi Bendición es mega,
GRANDE!!!, es por eso que debemos darle el primer lugar a Dios amarlo de corazón como él quiere que
lo amemos y servirle sin limitantes con un corazón rendido ante Él, de esa manera estoy que nuestro
servicio a Dios dará frutos, tendrá el respaldo de Dios cada vez que llevemos su palabra a otras personas
cumpliendo esa gran comisión que nos dejó Jesús cuando dijo: Por tanto id, y haced discípulos a todas
las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin
del mundo. Amen.1

Así como de las lecturas que hemos estudiado vemos como Jesús nos amó y nos equipó para servirle a
Dios, en el antiguo testamento encontramos también hombres de Dios dieron la milla extra uno de esos
fue Abraham, quien por su obediencia, fidelidad, lealtad y amor a Dios fue bendecido grandemente tanto
él como su descendencia y esto lo encontramos en el libro de Génesis 22:13-17.

Otro ejemplo claro de amor genuino a Dios lo hallamos en 1 Reyes 8:17-18, en esa lectura se puede ver
que David por iniciativa propia tuvo la intención de edificar casa a Dios lo que generó en Él gran agrado,
aunque David solo alcanzó a construir un muro, porque el templo lo culminó Salomón su hijo, a día de hoy
ese muro aún se conserva y es el muro de los lamentos de los cuales a causa del turismo toda una nación
es bendecida.

Es por esto que tenemos como nuestro mayor referente a nuestro Rey de reyes y Señor de señores
¡Jesucristo! Quien demostró su amor con sus enseñanzas, milagros, y sobre todo dando su vida por
nosotros para que a través de Él recibiésemos salvación eterna.

La conclusión de este estudio, es que debemos expresar todo nuestro amor a Dios no solo con palabras
sino con actos, nuestra multiplicación está en servir a Dios no porque nos lo pidan o por obligación sino
porque de corazón nos nazca. Dios les bendiga enormemente.

26 de febrero de 2019

1
Santa Biblia Reina Valera 1960. Mateo 28:19-20.

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