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TENTACIONES

QUE MATAN
MANUAL DEL
ALIMENTO CHATARRA
Indispensable para:

A.- Convertirse en un productor de


Dulces tentaciones

B.- Liberarse por completo de ellas,


y alejar la posibilidad de padecer
OBESIDAD, COLESTEROL, TRIGLICÉRIDOS,
PRESIÓN ALTA, DIABETES y otros problemas
graves

Gustavo Cruz Santiago


Juan Manuel Ochoa Torres
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Título original en español: Tentaciones que matan

Título en Ingles: Deadly temptations

DERECHOS RESERVADOS: © Gustavo Cruz Santiago y Juan Manuel


Ochoa Torres

PRIMERA EDICIÓN: OCTUBRE DEL 2006

ISBN: 970-93991-3-6

Número de registro: 03-2006-020112093000-01

Copyright © Gustavo Cruz Santiago y Juan Manuel Ochoa Torres

Correspondencia con los autores:


Gustavo Cruz Santiago: cruz_gustavo@prodigy.net.mx
Tels. (52) (55) 5568 8077 y 044 55 2663 2152
Juan Manuel Ochoa Torres: mailjmot@gmail.com

Ventas y distribución:
radiolibros@gmail.com

SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA, A.C.


Justo Sierra 19 Centro Histórico
Teléfonos (52) (55) 5542 73 41 y 5522 2055
México 06020, D.F.
MEXICO

Impreso y hecho en los Talleres de Litobalúncanán, México, D.F.


alboresyvelasco@prodigy.net.mx

Prohibida la reproducción total o parcial de este libro


sin autorización de los autores.

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TENTACIONES QUE MATAN

ÍNDICE

PRÓLOGO ............................................................ 5

LECCIÓN I ............................................................... 9
DEFINA EL RUMBO
Su dulce futuro ............................................................. 11
Historia .......................................................................... 14

LECCIÓN II ............................................................... 19
DULCES TENTACIONES
Velocidad de absorción ................................................ 21
Química sanguínea ........................................................ 35
Estrés oxidativo ............................................................. 40
Historial genético .......................................................... 44

LECCIÓN III .............................................................. 47


AMARGAS CONSECUENCIAS
Diabetes ........................................................................ 48
Hipertensión arterial ...................................................... 54
Ceguera ......................................................................... 57
Daños renales ................................................................ 59
Obesidad ...................................................................... 61
Males cardíacos ............................................................. 63
Problemas digestivos ..................................................... 64
Estrategia ....................................................................... 68

LECCIÓN IV .............................................................. 73
MERCADOTECNIA
Enfoque apropiado ....................................................... 73
Afine puntería ............................................................... 79
Costo mercadotecnia .................................................... 82

LECCIÓN V .............................................................. 85
REDUZCA COSTOS
Harina refinada .............................................................. 85
Fructosa ......................................................................... 89

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G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

LECCIÓN VI .............................................................. 99
GUARDE APARIENCIAS
Percepción social ......................................................... 99
Realidades .................................................................... 100
Apariencias .................................................................. 106

ADVERTENCIA FINAL ................................................. 115

APÉNDICE “A” .......................................................... 125


CONTENIDO DE CARBOHIDRATOS DE DIVERSOS ALIMENTOS

APÉNDICE “B” .......................................................... 131


LIBÉRESE DE LAS DULCES TENTACIONES

APÉNDICE “C” .......................................................... 143


ALTERACIONES OCULARES DERIVADAS DE LA DIABETES

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TENTACIONES QUE MATAN

PRÓLOGO

Si considera que puede convertirse en un “hombre de


negocios” capaz de obtener de manera rápida, al menos
una minúscula tajada del “apetitoso pastel” de los ali-
mentos altamente procesados, créanos que, a través de
este manual, puede conseguir su propósito, e incluso
sorpréndase, al momento de escribir estas líneas, las su-
gerencias que le haremos, —a pesar del gran daño so-
cial que provocarán— aún son consideradas como per-
fectamente lícitas.

No obstante, nos sentimos obligados a advertirle que,


para poder convertirse en un exitoso productor de “ali-
mentos chatarra”, es necesario que no sólo se apegue
por completo a una serie de recomendaciones que le
haremos, sino además, se requiere que sea capaz de pa-
sarse por encima de los más elementales principios de
ética, ya que si bien su nueva actividad aún es conside-
rada como legal, las consecuencias para muchos, si los
convierten en parte de su dieta diaria, deteriorarán mu-
cho su salud.

Pero ni se alarme, por el momento nadie le demandará


por su actuación. Lo único que deberá hacer, desde aho-
ra, es irse preparando sicológicamente para que, si al-
guien pretende en un futuro imputarle alguna responsa-
bilidad, pueda fingir, de la forma más creíble que pueda,
una actitud de completa sorpresa o desconocimiento ante
toda la amplia gama de consecuencias negativas que sus
nuevas actividades acarrearán.

Considere muy seriamente esta advertencia: Si aspira a


convertirse en productor de alimentos chatarra, y los

5
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

principios de bienestar comunitario tienen algún valor


para Usted, le rogamos que cierre de inmediato este li-
bro y ni siquiera se atreva a pasar a la siguiente página,
ya que estas sugerencias no son para Usted.

Pero si esos valores humanos no le importan mayor cosa,


y por encima de todo le interesa alcanzar su objetivo
económico personal, le auguramos que antes de lo que
se imagina, se convertirá en ese próspero hombre o mu-
jer “de negocios” que siempre quiso ser. En las páginas
siguientes descubrirá por sí mismo, por qué nos atreve-
mos a asegurarle tal cosa.

Una vez que se ha decidido a irse por el lado del lucro,


por una serie de razones que verá a lo largo de este texto,
a partir de este momento, debe olvidarse por completo
de cualquier tipo de consideración de carácter moral, y
debe hacer una drástica separación entre el bienestar
colectivo y el suyo propio, sólo concéntrese en las leccio-
nes que le serán expuestas a continuación.1

Pero hay algo más: Si Usted forma parte de ese mayorita-


rio aunque olvidado sector de la comunidad, conforma-
do por el ciudadano común, el simple conocimiento de
las argucias utilizadas por los “empresarios” de la comi-
da chatarra, hará que aprenda exactamente lo contra-
rio, esto es, cómo cuidarse, evitando caer en las trampas
de las dulces tentaciones, las cuales aparecerán por do-
quier, y al apartarlas de su dieta, alejará de su vida las
amargas consecuencias que ellas acarrean.

1
Con el objeto de que el presente manual pueda ser perfectamente accesible
tanto al ciudadano común como a los especialistas en la materia, en forma
deliberada haremos la siguiente separación: En la parte superior de las pági-
nas siguientes, emplearemos un lenguaje sencillo y entendible a todo público,
y en las “notas al pie”, encontrará los fundamentos médicos y científicos al
alcance de aquellos miembros de la comunidad que les interese un conoci-
miento más profundo del tema.

6
TENTACIONES QUE MATAN

Se sorprenderá cómo, simplemente conociendo en las


siguientes 6 lecciones, cuáles son los principales móviles
y procedimientos utilizados por muchos de los “indus-
triales del alimento”, puede evitar convertirse en una
inocente víctima más de ellos.

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G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

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TENTACIONES QUE MATAN

LECCIÓN 1
DEFINA EL RUMBO

No necesitamos ser unos genios para sugerirle que si real-


mente desea obtener ingresos sustanciales a través de la
venta de alimentos procesados, debe enfocar todos sus
esfuerzos a que ellos queden lo más “sabrosos” o
apetetecibles que sea posible. En la medida en que lo
logre, le aseguramos que serán consumidos por una gi-
gantesca cantidad de personas, con lo que conseguirá sin
problema, su meta de carácter económico.

Pero tampoco podemos dejar de advertirle, que en su


afán de elaborar productos que sean del completo agra-
do del paladar del consumidor, va a llegar a un punto,
donde se encontrará que no necesariamente habrá coin-
cidencia entre: a.- Aquello que en realidad es saludable,
y b.- Lo que simplemente es “apetecible”.

Si pretendiera hacerle la competencia a los productos


elaborados por la naturaleza, de antemano le decimos
que estaría en una batalla prácticamente perdida, ya que
por ejemplo, casi todas las frutas y verduras, no sólo vie-
nen acompañadas de fibra, enzimas, vitaminas, minera-
les y nutrientes de muy diversa índole, sino sorprénda-
se, hasta su misma “envoltura” —cáscara— en la mayoría
de las veces, al ser biodegradable, se convierte en fertili-
zante para otros procesos biológicos futuros. ¿Cómo
competir con ellos?

No se nos asuste antes de empezar, para eso cuenta con


sus asesores. Al enfrentarse a esa disyuntiva, como a
Usted le interesará el camino más rápido y fácil para
vender su mercancía, y, en consecuencia, para que la
caja registradora de su empresa esté cada vez más acti-

9
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

va, será obvio que deberá orientar sus esfuerzos a satis-


facer más bien el “sentido del gusto” de su clientela, ya
que ello hará las veces de un disparador que activará la
venta. Ahora bien, ¿cómo lograrlo?

Le sugerimos el empleo de la ruta más fácil: Una vez que


ha definido su objetivo hacia el sentido del gusto, haga
uso de una pequeña trampita, y altere artificialmente
el sabor de su producto, al fin y al cabo, la inmensa ma-
yoría de personas ni siquiera se dará cuenta de cómo lo
consiguió, y sólo serán atraídos como por un magneto
por el supuesto atractivo al paladar, que es a fin de cuen-
tas lo que a Usted le debe importar, ya que eso le ayuda-
rá de manera decisiva a alcanzar su meta económica.

Una vez definido el rumbo hacia el enfoque de lo “sabro-


so”, podrá Usted optar, —en dosis limitadas y previamente
analizadas— por incrementar el sabor dulce o el salado,
o bien, añadir una diversa gama de saborizantes artifi-
ciales, así como potenciadores del sabor.1 Y con el ob-
jeto de poder conservar los alimentos envasados el ma-

1
Como puede ser el Glutamato monosódico, aunque cabe mencionar que por
sus efectos colaterales, cada día se está restringiendo su uso en diversos países
del mundo. Entre otros problemas y, a través de experimentos de laboratorio,
se ha comprobado que induce en ratas a la adquisición del síndrome metabólico
a través de un mayor consumo de alimentos, aumenta la producción de
corticosterona, muestran tendencia a la hipotermia con disminución del gasto
energético, incrementa el estrés oxidativo (elemento que más adelante aborda-
remos), lo que favorece la obesidad. Monosodium glutamate in Standard and
high-fiber diets: Metabolic sindrome and oxidative stress in rats. (El Glutamato
monosódico en dietas normales y con alto contenido de fibra: Síndrome metabólico
y estrés oxidativo en ratas) Nutrition 2005 jun; 21(6):749-55
(Nota al lector no especializado en cuestiones médicas: En la parte final de muchas
notas, observará que debemos emplear una terminología aprobada en una conven-
ción internacional, en la cual, al citarla, necesariamente se deben especificar (en el
orden indicado): Autores, título del artículo, título de la revista médica especializa-
da que por lo regular es leída sólo por doctores e investigadores, año de su publica-
ción, punto y coma, volumen, si existe número, se ubica entre paréntesis, “dos
puntos”, página inicial, “guión”, y página final)

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TENTACIONES QUE MATAN

yor tiempo posible, podrá echar mano de una amplia va-


riedad de conservadores2 químicos.

Una vez que ha optado por la ruta más fácil, nos permi-
tiremos hacerle otra sugerencia. Independientemente de
las posibles combinaciones que pueda realizar entre los
elementos sugeridos, lo invitamos a que le dé prioridad
al “endulzamiento”de sus productos, añadiendo para ello
una amplia gama de azúcares refinados, ya que entre
otras cosas, este elemento constituye por sí mismo un
poderoso “conservador” alimenticio, lo que hará que su
mercancía no sea presa fácil de gérmenes o bacterias que
contribuyen a la descomposición de alimentos, ya que
de otra forma, sus ganancias se verán reducidas, sobre
todo cuando transcurra cierto tiempo entre la produc-
ción y su posterior venta.

SU DULCE FUTURO

La razón básica de nuestra sugerencia es que la sola ac-


ción de alterar de manera artificial y calculada el sabor
“dulce” de un alimento o bebida, este sencillo hecho con-
vertirá de forma automática su producto en algo mucho
más atractivo al paladar, y al ser más demandado, hará
que sus ingresos aumenten de forma increíble.

Le exponemos un caso muy ilustrativo, cuando un in-


vestigador realizó un experimento con un grupo de rato-
nes de laboratorio3 con el objeto de apreciar su preferen-

2
Idem. El Glutamato monosódico, aparte de ser potenciador de sabor, es un
poderoso conservador alimenticio, es tan efectivo que llega al extremo de im-
pedir que hasta la carne se descomponga a la “temperatura ambiente”, aunque
al consumirlo con los alimentos, inhibe —entre otros inconvenientes— la ac-
ción enzimática del aparato digestivo, lo que complica su natural funciona-
miento.
3
Se pudo apreciar en esos experimentos que el consumo de azúcar causó
adicción y su posterior dependencia en las ratas. Una vez adquirida esa adic-

11
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

cia, en su comida se les dio a escoger entre dos opciones,


una de ellas era “normal” y a la otra se le había añadido
azúcar. Los animalitos de inmediato se decidieron por el
alimento endulzado, desechando el otro, aunque cabe
hacer notar que aparecieron en ellos una serie de incon-
venientes que más adelante le haremos saber.

Es tan poderosa la capacidad transformadora del azúcar


en cuanto a sabor se refiere, que a casi cualquier cosa a
la que se le añada, —en forma previamente calculada—
su atractivo al paladar será notablemente superior.

A manera de prueba, si Usted toma un simple tomate o una


yema de huevo crudo, y los mezcla con azúcar en una li-
cuadora, se sorprenderá de la diferencia. Es por eso que
aquí entre nos, no podemos dejar de aprovecharnos de esta
forma un tanto cuanto tramposa de inducir su consumo.
Sin embargo, trate de no comentar con nadie nuestro tru-
co, ya que añadir con regularidad azúcares refinados a la
dieta diaria acarreará algunos inconvenientillos que le
expondremos en las siguientes lecciones.

Si aún no se encuentra totalmente convencido de la ca-


pacidad transformadora del sabor con la simple adición
de azúcar, tome una pequeña cantidad de césped recién
cortado, —debidamente lavado y desinfectado— mué-
lalo en una licuadora con un poco de agua y añádale
azúcar refinado. Aunque confiamos no se vaya a aficio-
nar a consumir ese brebaje diariamente, estamos segu-

ción, al ser privadas de azúcar, mostraron signos de inquietud, rechinando los


dientes y siendo víctimas de ciertos cambios químicos similares —aunque a
escala mucho menor— a los manifestados por la privación de drogas en un
sujeto adicto a opiáceos. Avena NM, Long KA, Hoebel BG, Sugar dependent rats
show enhanced responding for sugar after abstinence: evidence of a sugar deprivation
effect (Respuesta de las ratas ante la abstinencia de azúcar: Evidencia del efecto de
su privación) Physol Behav. 2005 mar 16;84 (3): 359-62

12
TENTACIONES QUE MATAN

ros quedará sorprendido de como su sabor ha sido trans-


formado por completo. Ahora hasta ese simple producto
le resultará atractivo… fácil, ¿no?
Justamente por esa razón es que insistimos que su cami-
no es ése, hacer uso de esta “trampita” para conseguir su
objetivo económico, al cabo sus clientes, —podrá argu-
mentar después— hicieron uso de su “capacidad de elec-
ción” cuando decidieron convertir sus productos en par-
te de su dieta diaria, ¿no es así?
Todos los consejos económicos y de mercadotecnia que
le daremos a lo largo de este manual, Usted no debe
comentarlos con nadie. No vaya a ser que lo agarren en
la jugada, y en el futuro alguien llegue a comprobarle de
forma contundente, una amplia gama de consecuencias
negativas a la salud humana, y lo coloquen en serios
aprietos. Una falta de discreción en este sentido, cuando
menos hará que le copien, lo que reducirá sus ganancias,
y con ello, quedarían sin efecto las ventajas que podría
obtener a través del presente manual.
Ahora bien, si gran parte de su vida la empleará en este
negocio, es conveniente que se involucre primero, al
menos de manera somera, en los orígenes y desarrollo
de este producto, y ya en las siguientes lecciones, para
que prepare bien su defensa, conocerá más sobre las
eventuales consecuencias que su consumo habitual aca-
rrea, ya que a partir de este momento, tendrá su más fiel
aliado en el azúcar refinado.4

4
Para los efectos del presente texto, queda comprendido dentro de “azúcar” a
la sacarosa (disacárido C12 H22 O11) y cuando hagamos referencia a “azúcares
refinados” nos referiremos tanto a los monosacáridos (C6 H12 O6), como a los
disacáridos que hayan sido privados de sus demás nutrientes y fibra, como
sucederá con la fructosa, sacarosa, maltosa, lactosa, jarabes, jarabe de maíz de
alta fructosa (JMAF), molaza, dextrina, maltodextrina, extractos de jugo de
frutas, glucosa y otras variantes similares, toda vez que hayan sido aislados o
separados de sus demás componentes.

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G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

HISTORIA

¿Existirán árboles que produzcan trozos de azúcar en sus


ramas? En sentido estricto, los azúcares refinados son
una invención meramente humana, y si bien es cierto
que todos lo requerimos, también es cierto que ellos se
encuentran contenidos de manera natural, en muy di-
versas proporciones, en una amplísima variedad de ali-
mentos.

El proceso de extracción de jugo dulce de algunas plan-


tas con mayor contenido de azúcar,5 para después refi-
narlo, almacenarlo y así poder adicionarlo a otros ali-
mentos, es una actividad que si bien data de muchos
siglos, cabe mencionar que anteriormente, se empleaba
en cantidades mucho muy reducidas.

La razón de ese menor consumo se debió no solamente a


que en la antigüedad, su precio representaba un porcen-
taje mucho más elevado del salario individual, sino prin-
cipalmente, a que el mundo no contaba con la extraordi-
naria capacidad para producir, envasar, publicitar y dis-
tribuir alimentos procesados como sucede actualmente,
situación que cambió de manera radical conforme avan-
zó el siglo XX. Este cambio, “facilitó” enormemente la
labor de personas como Usted y otros, que de manera
empírica, han seguido los principios enumerados en el
presente manual.

Esta costumbre6 comenzó a emplearse en la India varios


siglos antes de Jesucristo: “Era cultivada (la caña de azú-

5
O sea, con mayor contenido de azúcares, ya que en ese tipo de plantas el
proceso de refinación es más rentable, en virtud que con ellas se puede obte-
ner mayor cantidad de azúcar, como sucederá con la caña (“de azúcar”), remo-
lacha, uva y otros.
6
Lo relativo a la producción y consumo de azúcares refinados en la historia,
está basado en los siguientes libros: Los nueve libros de la historia de Herodoto,

14
TENTACIONES QUE MATAN

car) con mucho esmero por multitud de personas, quienes la


cortaban, depositaban en morteros para extraer su jugo, para
luego colocarlo en ciertos depósitos hasta convertirlo en algo
así como nieve o sal blanca.”

Cuando Nearchus, almirante de Alejandro el Grande,


navegó hacia la India para explorar la parte Este de ese
país, (alrededor del año 325 antes de Jesucristo) la citó
como una clase de miel.

Más tarde, griegos y romanos la describían como miel sin


abejas, y la importaban en pequeñas cantidades a un
enorme costo. Herodoto se refiere a ella como miel ma-
nufacturada.

Un escritor romano de la época de Nerón acuñó su nom-


bre latino: Saccharum. Dioscórides nos la describe así:
“Saccharum que se encuentra en la caña, tiene consistencia
como la sal, y es quebradiza entre los dientes”.

Cabe mencionar que uno de los propósitos que impulsó


a nuestros ancestros a desarrollar el proceso de crista-
lizalización fue para evitar su fermentación, proceso
natural que ocurría cuando el jugo de caña estaba en su
forma líquida. También influyó en ello el hecho de que
así se facilitaba su almacenamiento, distribución, venta
y la posibilidad de añadirla después a otros productos
para modificar su sabor original.

Enciclopedias ENCARTA y COMPTON, Sugar Blues (La nostalgia del azúcar) de


William Dufty, de Editorial Warner Books, Estados Unidos, que a su vez se
apoyó en este punto, entre otros documentos, en los libros siguientes Food in
history (El Alimento en la historia) de Reay Tannahill, y en The history of sugar
(La historia del azúcar) de Noel Der. y L. A. Strong, así como en los dos tomos
de Journals of Leonhard Rauwolff publicado por John Ray 1627, Londres.

15
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

De China llegaron a importarla, —denominándola miel


petrificada— y un solo trozo de azúcar era considerado
no solamente como algo muy caro, sino raro o exótico.
En sánscrito, se le cita como khanda, lo que derivó des-
pués en el término “candy” (dulce), vocablo actualmente
muy usado en la lengua inglesa.

Posteriormente, la costumbre de añadir ciertas cantida-


des de azúcar a algunos alimentos, —aunque en cantida-
des mucho más reducidas que las actuales— se desplazó
hacia Europa desde los países árabes, a través de la in-
evitable transferencia de costumbres que se dio con el
fenómeno de “las cruzadas”,7 lo que no dejó de desper-
tar una ciega y mal disimulada ambición en muchos, por
más que se le trató de revestir con un tergiversado celo
religioso.

Analice Usted en el párrafo siguiente, la posición expre-


sada por unos diplomáticos8 en el año 1306 ante el papa
Clemente V, quien se encontraba exilado en Avignon,
Francia, tratando —sin éxito— de convencerlo a que se
reviviera el fenómeno de las “cruzadas” de los siglos an-
teriores:

“En tierra del Sultán, el azúcar se cultiva en grandes canti-


dades, lo que representa para él importantes ingresos por
concepto de impuestos. Si los Cristianos toman esas tierras,
se ocasionará un gran daño al Sultán, y al mismo tiempo, la
Cristiandad estará completamente abastecida…”

7
Las cruzadas se llevaron a cabo desde los años 1096 al 1270. Solamente la 1ª
y la 3ª de ellas se pueden considerar de “éxito”, aunque como bien dijo Jacques
Chirac, —político contemporáneo francés— “Toda guerra es un fracaso”. Tam-
bién hubo 2 cruzadas de niños en el año 1212 con resultados catastróficos.
Enciclopedia COMPTON.
8
Citada en el libro Sugar blues (La nostalgia del azúcar) de William Dufty, Warner
Books. Pág. 31 en su versión en inglés.

16
TENTACIONES QUE MATAN

Afortunadamente, esta “disponibilidad” de algunos para


reactivar las invasiones “cruzadas”, ya no encontró eco
en las autoridades europeas de los siguientes años. Sin
embargo, si por un momento considera que ello contuvo
la codicia de otros, y evitó que tuvieran un papel más
activo en el juego del “pastel azucarado”, —con la gran
cantidad de dinero que ello representaba— lamento de-
cirle que no fue así.

En opinión de muchos historiadores, desde el siglo XIV


hasta el XIX, la desmedida ambición para tratar de lu-
crar con este “dulce negocio”, como requería de mucha
mano de obra “fuerte” para su cultivo en otras zonas tro-
picales, contribuyó al incremento del tráfico de esclavos,
genocidios y atrocidades diversas.

El historiador británico Noel Deerr9 expresa de manera


tajante: “No es una exageración afirmar que detrás del trá-
fico de 20 millones de africanos (sic), al menos dos tercios de
ellos pueden ser atribuidos al azúcar.”

Considerando todo ello, ahora nos dirigimos a Usted,


nuestro estimado discípulo, si todas esas cosas se hicie-
ron en los siglos pasados, ¿qué podrá evitar que en la
actualidad se enriquezca valiéndose también de este dulce
artículo?

Si aquellos voraces personajes del pasado llegaron al ex-


tremo de generar conflictos y condenar a la esclavitud a
tantos, créanos que si hubieran contado con los medios
actuales de producción, comercialización, publicidad y
otros elementos con que Usted cuenta ahora, con segu-

9
Historiador británico Noel Deerr, autor de The History of Sugar (La historia del
azúcar), citado en el libro Sugar blues (La nostalgia del azúcar) de William Dufty,
de Warner Books, (USA) Pág. 31 (En su versión en inglés).

17
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

ridad lo harían quedar en ridículo, porque ellos, con esos


mismos elementos, hubieran obtenido mucho más dine-
ro, así que, manos a la obra, no pierda ni un minuto
más, aprovéchese de la “preferencia” o inclinación hu-
mana hacia los sabores dulzones, y a sacarle el máximo
beneficio a su favor.

Es cierto, como le decíamos en páginas anteriores, que


este negocio acarreará algunos inconvenientillos en la
salud humana, pero con nuestra asesoría, podrá subsa-
narlos todos sin mayores problemas, ya lo verá.

Aunque, como ya no vivimos en el desconocimiento


médico en que se encontraban la mayoría de nuestros
ancestros, y al mismo tiempo, estamos mucho mejor in-
formados que ellos, es nuestro deber advertirle que sur-
girán muchos entrometidos que tratarán de echarle a
perder su negocio, alertando al público y exhibiéndolo
ante la comunidad.

Por ello, y con el objeto de que sepa bien cómo defender-


se, en las siguientes lecciones conocerá las principales
objeciones e inconvenientes que podría tener, y un poco
más adelante, la estrategia que le ofrecemos para defen-
derse. Todo tiene arreglo, no se alarme, no vamos a per-
mitir que unos entrometidos le arruinen el negocio de su
vida. ¿O sí?

18
TENTACIONES QUE MATAN

LECCIÓN II
DULCES TENTACIONES

Si bien sus productos deben ser identificados por toda


persona como una especie de dulces tentaciones, mismas
que aguardan pacientemente por ellos en los anaqueles
para “inundarlos de sabor”, en ésta y la siguiente lec-
ción, conocerá Usted, nuestro querido alumno, cuáles
serán las consecuencias que sus seductoras mercancías
acarrearán sobre aquellos que se conviertan en consu-
midores habituales.

No obstante y para tranquilidad suya, le adelantamos


que la mayoría de los efectos que se han de manifestar,
si bien su gestación dará inicio de inmediato, su evolu-
ción será silenciosa aunque inexorable.

De todos modos, será alentador para Usted saber que


esas manifestaciones no serán notorias en sus primeras
etapas, ya que cuenta con la ventaja, que muchos atri-
buirán el deterioro de su salud, a una inevitable conse-
cuencia del paso de los años, antecedentes familiares,
estilo de vida o incluso habrá hasta quienes consideren
que es debido a la “tensión de la vida moderna”.

Todas las consecuencias a la salud que hasta este mo-


mento se han descubierto, y las que hayan de conocerse
en el futuro, de ninguna manera deben desanimarlo en
su propósito, ya que cuando al paso de las décadas que-
de al descubierto la vinculación que existe entre la comi-
da artificialmente endulzada y la salud humana, para
entonces, Usted ya habrá concluido con su trascenden-
tal misión comercial, y contará con una muy sólida base
financiera.

19
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Mientras eso ocurre, la recomendación principal al respec-


to es: Finja desconocer todo tipo de conexión entre sus
productos y la salud humana, y niéguela rotundamente si
alguien lo acusa. Sin embargo, para que esté mejor prepa-
rado ante cualquier responsabilidad que le imputen, dis-
cretamente interiorícese en los cambios que se han de
generar en la salud de sus clientes más asiduos.

Le reiteramos que si nos permitimos invitarle a conocer


los efectos negativos de los azúcares refinados, no es para
que desista de su objetivo financiero, sino para estudiar
y sopesar la estrategia a seguir. Analice por tanto con
todo cuidado las páginas siguientes, pero haga de cuenta
que jamás leyó el presente manual, para que cuando sean
del dominio del gran público los inconvenientes a la sa-
lud, pueda asumir una actitud de completa sorpresa o
desconocimiento ante tales inconvenientes.

Le damos nuestra más calurosa felicitación por no haber


cedido a la tentación de suspender la lectura de este li-
bro o la realización de sus proyectos, cuando supo de los
daños que podría haber sobre la salud, ello pone de ma-
nifiesto su firme determinación de anteponer su objeti-
vo monetario personal, a cualquier otra consideración
de tipo social.

Esa es la madera de que deben estar conformados todos


nuestros alumnos. Por tanto, introduzcámonos de lleno
en los argumentos “en contra” de los que desde ahora,
serán sus más fieles aliados en el proceso de “endulza-
miento”: Los azúcares refinados.

A algunos, —y quizá hasta Usted mismo— les habrá pa-


recido que ese polvito blanco conocido comúnmente
como “azúcar”, habiendo sido extraído de la naturaleza,
no tiene por qué provocar el mínimo daño. Otros pensa-
rán que la única diferencia entre el azúcar natural de las

20
TENTACIONES QUE MATAN

plantas, y el que ha sido “refinado”, es que este último es


más “puro” o seleccionado. ¿No es así?

Por supuesto no podemos culpar a quienes bajo un aná-


lisis superficial han hecho tal reflexión, pero quizá la
realidad nos indique algo muy diferente. ¿Por qué? ¿Cuál
podría ser la diferencia entre ambos, si los dos “azúca-
res”, tanto el refinado en polvo como el natural conteni-
do en las plantas, tienen un origen similar, e incluso has-
ta la misma composición química?

Quizá al analizar las diferencias, ya no en cuanto a su


composición molecular, sino por su repercusión en el
organismo, descubramos otro panorama completamente
distinto. Evaluemos por ello como un primer paso, las
diferencias primarias que se derivarán de su consumo
habitual.

VELOCIDAD DE ABSORCIÓN

Aun siendo claro para todos que el azúcar refinado es un


producto que proviene de las plantas, su repercusión
hacia el cuerpo humano será por completo diferente,
dependiendo de la vía de la cual proceda.

El solo hecho de que los azúcares refinados han sido pri-


vados de su fibra y demás nutrientes, ese aparentemente
sencillo hecho hará que su velocidad de absorción se
modifique y se haga muy rápida, lo cual no es tan senci-
llo como aparenta.

Queremos enfatizar que estamos total y absolutamente


de acuerdo en que el azúcar que va integrado en muchí-
simos alimentos de forma natural, es vital para el ser
humano, pero a partir del momento en que al consumir-
lo en su forma refinada, se genera una respuesta fisioló-

21
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

gica distinta, nos obliga a analizar las eventuales reper-


cusiones que ello acarrea hacia la salud.

Muchas personas, —tampoco podemos culparlos— con-


sideran que si ingerimos por decir “50 gramos de
carbohidratos”, será prácticamente lo mismo, indepen-
dientemente de la vía de la cual proceda. O sea, suponen
que es irrelevante si esa cantidad procede de azúcares
refinados o de su equivalente en carbohidratos de un
producto natural.

Para ejemplificarlo mejor, supongamos que ponemos so-


bre la mesa 5 productos: a.- Azúcar refinado; b.- arroz;
c.- frijol; d.- cacahuate y e.- nopal. Dado que el conteni-
do o porcentaje de carbohidratos varía en cada uno de
ellos, colocaremos el peso suficiente de cada producto,
para que equivalga exactamente a la misma cifra: 50 gra-
mos de glucosa.

Como para efectos de este análisis, únicamente estamos


evaluando el resultado de cada uno de esos alimentos
sobre la glucosa e insulina de su torrente sanguíneo, va-
mos a asumir, —aunque no es el caso— que los demás
nutrientes contenidos por esos alimentos1 no nos intere-
san y carecen de valor.

Siendo así que vamos a suponer que no podemos apro-


vechar todas sus vitaminas, ni su fibra, enzimas, tampo-
co su calcio, hierro, potasio, magnesio, fósforo, zinc,
tiamina, riboflavina, niacina, piridoxina, ácido fólico y
demás elementos. Sólo evaluemos la respuesta del orga-
nismo a una misma cantidad de hidratos de carbono,
aunque como decíamos, de diferentes fuentes.

1
Excepto el azúcar refinado, que no contiene nutriente alguno, aparte de calo-
rías.

22
TENTACIONES QUE MATAN

Cualquier médico coincidirá con nosotros, en que la ve-


locidad de absorción de la azúcar refinada será casi in-
mediata, ese azúcar pasará al torrente sanguíneo en cosa
de minutos, y ¡oh sorpresa! La absorción de la misma
cantidad de glucosa de los otros alimentos será distinta,
lo cual, a su vez, generará una respuesta fisiológica com-
pletamente diferente.

Pero antes de continuar adelante, permítanos profundi-


zar un poco más sobre la gran importancia del elemento
velocidad,2 ya que si bien muchas veces este factor es
minimizado o de plano ignorado, la verdad es que des-
empeña un papel extraordinario en todo lo que se lleve a
cabo en nuestro mundo.

¿Por qué ocurre así? ¿Cuál es la importancia entre la de-


bida sincronización de dos o más factores? De hecho nos
atrevemos a decirle que, antes de llevar a cabo cualquier
proceso, la gran diferencia entre un “éxito” o un “fraca-
so” se basará en gran medida en esa sencilla palabra.
Para una mayor ejemplificación, vamos a exponerle en
tan sólo 4 casos —entre tantos que podríamos citarle— el
increíble papel que desempeña la velocidad.

Si Usted se encuentra buceando a 30 metros de profun-


didad, y decide salir a la superficie a una velocidad supe-
rior a los 18 metros por minuto, ese en apariencia in-
ofensivo acto, va a producirle un aereoembolismo,3 lo
cual le quitará la vida.

2
Para efectos de este análisis, es tan importante este término que nos permiti-
mos mostrarle su significado desde el punto de vista etimológico. Velocidad:
Proviene del latín Velox (rápido, presto) que a su vez deriva de Velo (vela de
nave) y actualmente significa movimiento de un factor (puede ser el tiempo) con
respecto a otro. Diccionario etimológico de la lengua castellana, Editorial Gredos,
de Joan Corominas.
3
Ley de Boyle-Mariotte, efecto mecánico de los gases sometidos a presión.
Compton Interactive Encyclopedia 1996, y opinión profesional del experto en

23
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

¿Por qué sucedió eso? ¿Acaso es malo el aire? ¿O será


malo “ascender” o “descender” bajo la superficie del agua?
De ninguna manera, lo peligroso sería hacerlo a una ve-
locidad superior a la recomendada, ya que como debajo
de la superficie del agua, el aire es más denso, el sencillo
acto de “subir” debe efectuarse a una velocidad tal, que
el organismo humano pueda irse adaptando a la diferen-
te presión.

Analice este segundo caso, aunque ahora relativo a la


salud humana y a la física: Si se encuentra en el tercer
piso de un inmueble y debe descender a la planta baja,
no será lo mismo si lo hace de un solo salto, como si
fuera uno de los “súper héroes”, —esperamos no darle
malas ideas— a si el proceso de descenso lo realiza ha-
ciendo uso de las escaleras o mediante un elevador.

¿Acaso es malo tratar de alcanzar tierra firme? ¿O es no-


civo el hecho de bajar? Me parece que es obvio que no
será materia de discusión si en ambos casos se alcanzó
tierra firme, sino en qué estado llegaría Usted en cada
una de las dos opciones, a consecuencia de la velocidad
empleada. ¿No le parece?

Por ello le insistimos en que el aparentemente inocente


hecho de no respetar una determinada velocidad a la
cual deben interactuar dos o más factores acarreará muy
serios problemas, y, créanos, esta regla interviene prácti-
camente en todo.

Para mayor abundamiento, y como prueba de que estos,


en apariencia inofensivos “desfasamientos” en la veloci-

buceo de la ciudad de Veracruz, México, Sr. Edwin Corona y Cepeda, Vicepre-


sidente del Comité Técnico de la Confederación Mundial de Actividades
Subacuáticas y miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística,
(México).

24
TENTACIONES QUE MATAN

dad, intervienen en todo proceso en el Universo, vea el


tercer caso, pero ya en el área socioeconómica.

Si un país crece —demográficamente hablando— más


rápido que la velocidad a la cual se pueden ir generando
todos los satisfactores requeridos, sin dudarlo le antici-
pamos que habrá problemas muy serios. La magnitud
de ellos dependerá del grado de desfasamiento que se
haya presentado. ¿Por qué?

Cualquier nación que, por ejemplo, en el año 1972, hu-


biese tenido 50 millones de habitantes, y para el año 2000
ya contase con 100,4 (28 años) es obvio que ese país, no
habrá podido doblar también, en ese mismo lapso, toda
la infraestructura requerida en vivienda, agua potable,
drenaje, educación, empleos productivos, carreteras, re-
servas forestales, áreas agrícolas, combustibles, etcétera,
para su nuevo nivel poblacional. ¿Por qué? Es muy sim-
ple, nadie ha podido hacer en 28 años, lo que no pudo
conseguir durante toda su historia.5

Este elemento, la velocidad, o “tasa de crecimiento


poblacional” en este caso, aquí también desempeña un
papel crucial, por eso en parte verá que el continente
(África) cuya población se dobló en lapsos más cortos, y
que por tanto es el más “joven”, hace que su Índice de

4
Velocidad a la cual creció la mayor parte de países del mundo en proceso de
desarrollo en las pasadas décadas. Population Reference Bureau. Año 2000 (USA).
5
Vea Usted el caso de tan solo 5 países: México tenía (todos ellos expresados
en millones de habitantes) 50.8 para el año 1972 y 100 para el 2000, La India
536.9 en 1972 y 1,000.2 en el 2000, Bolivia 4.8 en 1972 y 8.3 en el 2000 y Perú
13.1 en 1972 y 27.1 en el 2000, Guatemala 5 en 1972 y 12.7 en el año 2000. En
consecuencia, como ni ellos ni nadie en todo el planeta podrían haber duplica-
do sus requerimientos en un lapso tan corto, se generaron criminales deficien-
cias en casi todos los órdenes. Anuarios de la ONU 1970-2000 y Population
Reference Bureau.

25
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Desarrollo Humano6 se sitúe exactamente en el otro ex-


tremo a aquél donde su población crece de manera más
lenta, como es Europa.7

Y eso, que se ve fríamente en las estadísticas, se mani-


fiesta de forma cruda en todo el entorno social. Si no se
alcanzó a duplicar toda la vivienda en el lapso requeri-
do, se verá con preocupación la proliferación de casas de
cartón, asentamientos irregulares situados en zonas de
alto riesgo y multitud de injusticias.

¿Qué pasa cuando en cualquier país no se alcanzan a


crear los empleos a la velocidad requerida? Surgirá la
necesidad imperiosa de emigrar, proliferará el comercio
informal, asaltos y violencia en todas sus formas, suma-
do a otras carencias.

Al no poder hacer crecer las áreas de vialidad urbana a


ese mismo ritmo, también tendremos calles congestio-
nadas, pérdida de tiempo y otros inconvenientes. Créa-
nos, esta situación de conflicto se extenderá prácticamente
a todos los renglones —y aparte, interactuarán entre
ellos— y, sorpréndase, en la mayoría de los países, se le
atribuirán estos conflictos a la mala conducción política,
“deficiencias del modelo económico” y a una pintoresca
variedad de supuestos “culpables”.

6
Índice de Desarrollo Humano (IDH). Parámetro utilizado por la ONU, que
evalúa los niveles de educación, ingreso, expectativa y calidad de vida, vivien-
da, comunicaciones, etcétera, de un cierto lugar. Se utiliza como referencia
para evaluar el desarrollo individual y social de un país.
7
Aunque no es recomendable situarse en el otro extremo con crecimiento
negativo, nulo o demasiado bajo, lo deseable es mantener un crecimiento cer-
cano al 1 por ciento, donde por cada 100 millones de habitantes, haya un
millón más por año, con lo cual se duplicará una población en 60 o 70 años,
lapso en el cual, sí será posible ir creando los satisfactores requeridos.

26
TENTACIONES QUE MATAN

Sin duda en muchos países en tal situación, habrán in-


fluido de forma negativa también otros factores políti-
cos, educacionales y muchos más, pero el elemento velo-
cidad también hizo acto de presencia, haciéndonos sen-
tir su fuerza.

Entonces, ¿el crecimiento demográfico es perjudicial? De


ninguna manera, sólo es dañino y mucho, si sobrepasa
la capacidad de generar los satisfactores requeridos. No
nos cabe la menor duda que el ser humano es el elemen-
to visible más valioso en nuestro mundo, pero justamen-
te por eso, es imperativo propiciar un crecimiento armó-
nico, con posibilidades de desarrollo humano generali-
zado y universal.

Este tipo de desfasamientos, generados por el interactuar


de dos o más factores que operan a velocidades distintas,
créanos, también alcanzarán hasta a nuestro entorno
ecológico, por ello le exponemos este cuarto y último ejem-
plo, que nos ilustra sobre el mismo elemento: Velocidad.

Si tenemos dos porciones iguales de territorio, cada una


de 20,000 hectáreas, y en ambas cae una fuerte cantidad
de lluvia durante 3 días consecutivos, si una de ellas está
poblada de árboles, le anticipo que no habrá consecuen-
cias negativas, en contraste, la que está deforestada, pa-
decerá inundaciones en las partes bajas, erosión del sue-
lo y muchos otros inconvenientes.

¿Será acaso negativa la lluvia? De ninguna manera, lo


perjudicial sería si por causa de errores humanos, una
superficie se encuentra sin árboles, ya que ello hará que
el agua no se absorba bajo la superficie de la tierra,
retroalimentando a los mantos subterráneos, sino que se
desplace mayoritariamente sobre la superficie a gran ve-
locidad hacia las áreas más bajas, ocasionando multitud
de problemas.

27
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

En cambio, en la superficie boscosa, se sorprenderá Us-


ted observando como aún en épocas de estiaje, los
riachuelos continúan fluyendo, mientras que en la otra
parte, donde ya no existen árboles, encontrará polvo y
deterioro ecológico.

No podríamos extendernos tanto como nos gustaría, ex-


poniéndole multitud de casos conocidos en las distintas
ciencias, donde el aparentemente sencillo hecho de pro-
vocar que dos o más factores interactúen de manera “no
sincronizada”, generará gravísimos problemas, ello sin
importar que en muchos de estos desfasamientos, exista
una aparente buena voluntad de quienes influyeron en
ellos.

Una vez que hemos visto en estos ejemplos de la vida


cotidiana, cómo se genera una abismal diferencia por el
“simple” hecho de que uno o varios factores no
interactúen a la velocidad apropiada, regresemos nueva-
mente al comparativo alimenticio que le expusimos en
páginas anteriores.

Decíamos que teníamos ante Usted el equivalente a la


misma cantidad de glucosa (50 gramos) sobre la mesa,
aunque en cinco presentaciones diferentes: En azúcar
refinada, arroz, frijoles, cacahuates y nopales.

Como podrá analizar Usted mismo en la gráfica 1, una


misma cantidad de glucosa, provocará una respuesta
glucémica8 en la sangre completamente diferente, de-
pendiendo del alimento que se haya ingerido, hecho
que, a su vez, tendrá otras importantes repercusiones
orgánicas, mismas que haríamos muy mal si no las ana-
lizáramos más a detalle.

8
Glucemia = Presencia, cantidad o porcentaje de glucosa en sangre.

28
TENTACIONES QUE MATAN

GRÁFICA 1
RESPUESTA DE GLUCOSA EN SANGRE
DESPUÉS DE LA INGESTIÓN DE 5 ALIMENTOS
EN DOSIS EQUIVALENTES A 50 GRAMOS
DE CARBOHIDRATOS (1)

NOTA (1): SE PROPORCIONÓ UNA CANTIDAD EQUIVALENTE DE CADA UNO DE LOS ALIMENTOS CITADOS, PARA QUE EL CONTENIDO DE
CARBOHIDRATOS (50 gr) FUERA EXACTAMENTE EL MISMO.
(2): SACAROSA.
FUENTES: ALBERTO C. FRATTI-MUNARI Y COLS. THE GLYCEMIC INDEX OF SOME FOODS COMMON IN MEXICO. GACETA MÉDICA DE
MÉXICO 1991 MZO. ABR; 26 (12): 178-83
PHYILIS A. CRAPO Y COLS. POSTPRANDIAL PLASMA-GLUCOSE AND INSULIN RESPONSES TO DIFFERENT COMPLEX CARBOHYDRATES.
DIABETES 1977; 26 (12): 1178-83

29
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Lo primero que apreciamos en esa brusca subida de la


glucosa derivada del consumo de azúcar refinado, es que
ello genera a su vez algo mucho peor, que es un gran
salto en la respuesta insulínica9 (como verá en la gráfica
2), la cual también evoluciona de manera diferente, de-
pendiendo de la clase de alimento ingerido.10

Si en alguna ocasión se ha cuestionado sobre el papel


que desempeña la insulina en su organismo, y por qué
muestra esas oscilaciones bruscas en ciertos casos, le di-
remos un poco más sobre esta importantísima hormona:
En una persona sana, la insulina es segregada de forma
automática por su propio páncreas, —a través de un com-
plejo sistema endocrino— una vez que su organismo ha
detectado en su sangre una cierta carga glucémica.

Lo preocupante es que, si aparece la glucosa en su san-


gre de una forma brusca, a consecuencia de algo que
Usted ha ingerido, la respuesta insulínica será propor-
cional a ello. Es conveniente saber que la insulina des-
empeña una función clave, ya que es precisamente esa
hormona, la que hace que la glucosa pueda ser asimilada

9
Aunque la curva de respuesta glucémica ante una determinada carga de glu-
cosa, sin duda es muy útil, no es el mejor indicador de la tolerancia individual,
ya que la glucemia está regulada homeostáticamente para mantenerse en ciertos
valores, independientemente de la cantidad de glucosa ingerida y absorbida.
En cambio, la curva de respuesta insulínica está en función no solamente a la
carga de glucosa y su dosis, sino a la capacidad de respuesta individualizada.
Es más exacta, por tanto, para que el especialista pueda evaluar una situación
metabólica individual, la curva de respuesta insulínica. Héctor Bourges
Rodríguez. Los sustratos energéticos: Fuentes en la dieta y su digestión, absor-
ción y asimilación. Capítulo 6º, páginas 93-94 del libro Tratado de diabetología,
F.J. Gómez Pérez y J.A. Rull. INSTITUTO NACIONAL DE NUTRICIÓN SAL-
VADOR ZUBIRÁN, México. 1997.
10
Phyilis A. Crapo y cols. Postprandial plasma-glucose and –insulin responses to
different complex carbohydrates (Respuestas sanguíneas de glucosa e insulina
después del consumo de diferentes carbohidratos complejos) Diabetes.
1977;26(12):1178-1183.

30
TENTACIONES QUE MATAN

NOTA (1): SE PROPORCIONÓ UNA CANTIDAD EQUIVALENTE DE CADA UNO DE LOS ALIMENTOS CITADOS, PARA QUE EL CONTENIDO DE
CARBOHIDRATOS (50 gr) FUERA EXACTAMENTE EL MISMO.
(2): SACAROSA.
FUENTES: ALBERTO C. FRATTI-MUNARI Y COLS. THE GLYCEMIC INDEX OF SOME FOODS COMMON IN MEXICO. GACETA MÉDICA DE
MÉXICO 1991 MZO. ABR; 26 (12): 178-83
PHYILIS A. CRAPO Y COLS. POSTPRANDIAL PLASMA-GLUCOSE AND INSULIN RESPONSES TO DIFFERENT COMPLEX CARBOHYDRATES.
DIABETES 1977; 26 (12): 1178-83

31
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

por todas las miles de millones de células de su cuerpo.


Pero su exceso, —atención— ocasiona otros inconvenien-
tes, que van desde desórdenes metabólicos hasta even-
tuales daños al sistema cardiovascular.11

Cabe destacar que en no pocas personas, un flujo


insulínico demasiado elevado, en cuestión de pocas ho-
ras, desembocará en una rápida disminución de su azú-
car sanguíneo, lo que será percibido por quien lo pade-
ce 12 como una apremiante necesidad de consumir
nuevamente otro alimento dulce, y sin darse cuenta, que-
darán perfectamente atrapados en el “síndrome de aler-
gia-dependencia”, lo que los convierte en el tipo de cliente
ideal para Usted, nuestro acaramelado empresario. Fan-
tástico, ¿no?

En cambio, si un alimento posee un menor contenido de


azúcares naturales,13 la respuesta glucémica sanguínea,

11
A lo largo de las siguientes páginas, le iremos explicando los eventuales
riesgos de altos niveles de insulina y su repercusión metabólica y riesgos
cardiovasculares. Repercusiones metabólicas: Dr. Robert C. Atkins, La revolu-
ción dietética, Editorial Grijalbo. Repercusiones cardiovasculares: Dr. Robert
Youngson Antioxidantes y radicales libres. Editorial Edaf, España; A week in zone
(Una semana en la zona) de Barry Sears, Editorial Regan Books, USA 2000.
Elevados niveles de insulina incrementan el riesgo de enfermedades cardio-
vasculares. Síndrome metabólico, diagnóstico, epidemiología y riesgo cardiovascular.
Sección IV libro de Carlos Fernández Barios y Coautores.
12
En no pocas ocasiones, estos bruscos altibajos en los niveles de glucosa e
insulina, repercuten en alteraciones anímicas, las cuales a menudo son con-
fundidas con desórdenes de tipo sicológico. Cuando se presentan tales modifi-
caciones en la conducta, afectan las sanas relaciones familiares y sociales.
Sugar blues (La nostalgia del azúcar) Dr. William Dufty, Ed. Warner Books, USA.
Este especialista no pretende decir que todas las alteraciones anímicas sean
originadas por desórdenes metabólicos, sino que, a juicio del especialista, se
debe analizar primero si dichas alteraciones no son meras consecuencias de
un problema de tipo nutricional.
13
Se puede consultar una lista del contenido de los carbohidratos de los princi-
pales alimentos, en el apéndice A

32
TENTACIONES QUE MATAN

—e insulínica— será mucho menos pronunciada,14 pero lo


malo del asunto es que lo que le conviene a su cliente,
no le conviene a Usted, ya que los alimentos “menos
dulces” serán menos atractivos al paladar de sus consu-
midores, lo que traería como consecuencia, que se le
desplomen sus ventas y utilidades, lo cual sería nefasto.

Siendo así que, si desea que su negocio prospere, su ruta


debe ser la siguiente: Una vez que cada cliente se en-
cuentre atrapado en el síndrome de alergia-dependencia
hacia los alimentos dulces, explote al máximo esa debili-
dad, para que el volumen de sus ventas continúe alto.

El límite será hasta que cada cliente vaya cayendo vícti-


ma de algún desajuste metabólico, (como la diabetes)15
ya que cuando ese momento llegue, su médico les prohi-
birá el consumo de su mercancía.

14
Con el propósito de mostrarle un esquema más amplio de las diferentes
perspectivas de expertos sobre el tema, le comentamos que no hay una uni-
versalidad de criterios al respecto, ya que también hay quienes opinan que la
ingestión regular de una dieta con alto índice glicémico (como el azúcar refina-
do) no conduce a hiperglicemias ni hiperinsulinemias agudas o crónicas. Rita
CrG:Alfenas y cols. Influence of glicemic Index, load on glycemic response, appetite,
and food intake in healthy humans. (Influencia del índice glucémico, carga glucémica
sobre la respuesta glucémica, apetito e ingesta de alimentos, en humanos sanos)
Diabetes Care.2005;28(9):2123-2129.
Sin embargo, de acuerdo a la experiencia clínica y a ciertos análisis estadísti-
cos que le mostraremos, el constante flujo y reflujo de glucosa e insulina san-
guínea, —junto con otros elementos— sí llega a alterar el metabolismo de mu-
chas personas.
15
Diabetes Mellitus tipo II. Diabetes deriva de la palabra griega “diabetës” y
significa “sifón”, seguramente debido a que los antiguos apreciaron la gran
necesidad de orinar de quienes padecían esa enfermedad y Mellitus proviene
del latín y griego y equivale a “miel”, “meloso”, “melcocha”. La inmensa mayo-
ría de “Diabéticos” se dice que tienen Diabetes Mellitus tipo II, que es la que se
deriva básicamente de una forma de comer errónea. Aunque en la etiología de
la Diabetes, no solamente influyen factores alimenticios, —aunque serían los
más importantes— sino también el elemento genético que determinó una
determinada respuesta metabólica ante una forma de comer inadecuada.

33
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

La aparición de este problema en sus clientes no debe


preocuparle mayor cosa, ya que así como unos irán su-
mándose a la lista de los que padecen esa enfermedad,
con cada nueva generación, simultáneamente irán sur-
giendo otros para sustituirlos, para que así Usted no pier-
da “mercado”, y lo mejor de todo es que la inmensa ma-
yoría ni siquiera se enterará de los trucos que empleó
para convertirlos en sus consumidores habituales.

Le reiteramos: hacer caer a muchos de sus conciudadanos


en esa especie de dependencia para favorecer su negocio
es algo todavía perfectamente legal, así que adelante.

Si algunos ingratos ciudadanos se niegan a ingerir sus


dulces tentaciones y consumen sólo productos naturales,
salvo algún raro defecto congénito, lo más probable es
que no tengan esa anormal respuesta glucémica e
insulínica,16 ni las secuelas que de ahí se deriven.

Por ello, se hace indispensable para Usted nuestra aseso-


ría, ya que con diversas recomendaciones que le hare-
mos en las lecciones IV, V y VI, le mostraremos una serie
de trucos para que el porcentaje de la población que se
prive de su dulce mercancía se reduzca al mínimo posi-

Cuando alguien se convierte en víctima de Diabetes, su respuesta insulínica


será cada vez más débil, hasta que llegue un momento en que ya no sea capaz
de reducir el nivel de azúcar en sangre, el cual se queda permanentemente
alto.
16
Entre tantos inconvenientes que tienen las elevaciones bruscas en los nive-
les de insulina está el hecho de que, a medida que dichos niveles sean altos, se
estimula por el propio organismo la producción de ácido araquidónico, el cual
modifica desfavorablemente la proporción de los niveles de grasas de “baja
densidad”. (las grasas consideradas como “malas”) A week in zone (Una semana
en la zona) de Barry Sears, Editorial Regan Books, USA 2000. Elevados niveles
de insulina incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Síndrome
metabólico, diagnóstico, epidemiología y riesgo cardiovascular. Sección IV libro
de Carlos Fernández Barios y Coautores.

34
TENTACIONES QUE MATAN

ble y, además, trataremos de que ni siquiera se den cuenta


de donde les vienen sus problemas y se los atribuyan a
otras cosas.

Sin embargo, si hacemos —aquí muy en privado— un


análisis sobre la conveniencia del consumo de azúcares
refinados, como podrá apreciar Usted mismo, ya empe-
zamos mal. Si consideramos —como es en realidad—
que la salud se encuentra en el equilibrio, y que serán
enemigos de la misma todo tipo de fluctuaciones brus-
cas e innecesarias, a partir del momento en que se propi-
cia el desorden en el organismo, mediante flujos y reflu-
jos en los niveles de glucosa e insulina, cualquiera se
dará cuenta de la inconveniencia de la artificial adición
de azúcares.

No obstante, si conseguimos que la mayoría no se dé cuenta


de todo esto, podrá continuar con su negocio. Por ello le
reiteramos que lo grave no será tanto el daño a la salud,
sino si sus truquitos llegan a conocerse por el gran públi-
co, porque sería nefasto para la venta de su mercancía.

Por tanto, confiamos le parezca imprescindible nuestra


asesoría, misma que estamos dispuestos a brindarle en
la segunda parte del presente manual, siempre y cuando
no nos vaya a amenazar con regalarnos uno o varios de
sus productos endulzados con azúcares refinados. En todo
caso, si no le importa, creo que preferiremos nos pague
con productos naturales.

Pero pasemos a analizar otra de las consecuencias de sus


dulces tentaciones.

QUÍMICA SANGUÍNEA

En más de alguna ocasión habrá apreciado Usted, nues-


tro querido alumno, que el hecho de añadir un elemento

35
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

adicional a una cierta mezcla hará que su consistencia y


características puedan variar de forma significativa. ¿No
es así? Pues bien, le contaremos una anécdota acerca de
una experiencia que tuvo en ese sentido, uno de los au-
tores del presente manual.

En los años sesenta, antes de acudir a la Universidad,


estábamos en un rancho del estado de Michoacán, don-
de debíamos aplicar un insecticida foliar17 por una plaga
que se había presentado en un cultivo.

Nos encontrábamos ante una disyuntiva, porque al mis-


mo tiempo que la lógica nos indicaba que este producto
debía utilizarse a la brevedad, antes que causara más
daño al cultivo, no obstante, sabíamos que estábamos
teniendo fuertes tormentas por las tardes, lo que iba a
“lavar” el insecticida de las hojas, lo cual lo inutilizaría
por completo. ¿Qué hacer? El padre de quien ahí se en-
contraba, dio la solución:

—A cada tambor de 200 litros de insecticida —previa-


mente mezclado con agua— añádanle dos kilogramos de
azúcar, y eso hará que el producto se quede adherido a las
hojas.

Dicho y hecho, mediante el uso de unos tractores con unos


nebulizadores en la parte trasera, en pocas horas quedó
concluido el trabajo justo antes de la lluvia, y una vez que
terminó de llover, analizamos las hojas, y efectivamente,
el insecticida se había quedado impregnado en ellas.

Aunque si bien cabe reconocer que la adición de azúcar


en la mezcla nos hizo perder un poco de tiempo extra,
dado que el simple hecho de añadir este “dulce elemen-

17
Insecticida Foliar = Que se aplica en las hojas.

36
TENTACIONES QUE MATAN

to”, provocó que los minúsculos conductos que nebu-


lizaban el producto, se obstruyeran a menudo, lo que
nos hacía detener periódicamente los tractores para des-
taparlos, podríamos decir que el resultado en general fue
bueno, conseguimos lo que queríamos, que hubiera ha-
bido adherencia del producto hacia las hojas.

Ello no puede menos que hacernos reflexionar a todos,


¿hasta qué punto la simple adición de azúcar refinado
puede modificar en un producto su viscosidad y capaci-
dad adherente? ¿Por qué este mismo hecho hizo que se
obstruyeran los minúsculos conductos nebulizadores?
Usted y todos podremos comprobar que si accidentalmente
se derrama una bebida azucarada en el suelo, al secarse
habrá adquirido un ligero efecto viscoso o adhesivo.

Ahora bien, un inusual incremento en el contenido de


glucosa en la sangre, ¿podría provocar reacciones pareci-
das dentro del aparato circulatorio? En caso de que así
ocurriera, que un anormal aumento de glucosa en el
torrente sanguíneo modificara la viscosidad de la san-
gre, eso también, nuestro querido discípulo, le añadiría
un nuevo elemento de riesgo que debería hacer que nos
preocupáramos mucho más. ¿No le parece?

Ante esta misma inquietud, nos reunimos con el Inge-


niero Químico Roger Patrón Luján,18 el cual participó años
atrás como ejecutivo y accionista de una gigantesca em-
presa llamada Industrias Resistol, S. A., quien nos confir-
mó que durante las primeras etapas de esa negociación,
elaboraban pegamento basándose en fécula (almidón o
hidratos de carbono), misma que al añadirle ácido clor-

18
Quien también es autor de diversos libros de superación personal, que com-
pendian el pensamiento de muchos de los mejores pensadores de la historia.
(www.rogerpatron.com) Industrias Resistol, S.A. es una gigantesca empresa
de adhesivos y otros productos en México.

37
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

hídrico (el mismo que contiene nuestro estómago) se


desdoblaba en dextrina (otra forma de azúcar) con lo que
conseguían obtener las propiedades adhesivas deseadas.

Y como este hecho despertó aún más nuestra curiosi-


dad, y considerando toda la patología que se desarrolla
en las personas que sufren alteraciones en sus niveles de
glucosa, nos dimos a la tarea de averiguar si bajo la ac-
ción de un mayor contenido glucémico, el flujo sanguíneo
alteraba su natural viscosidad19 y permitía que ciertos
componentes sanguíneos como el colesterol, de alguna
forma pudieran, con el tiempo, irse añadiendo más fácil-
mente a las paredes internas del sistema circulatorio, o
pudiesen dañarlas de alguna forma.

No pretendemos alarmarle a Usted, nuestro almibarado


empresario, pero, si a un incremento en el contenido de
azúcar en sangre, seguía otro aumento en la viscosidad
del flujo sanguíneo,20 significa que la situación se vuelve
verdaderamente grave, lo que le hará comprender —para
que no nos lo tome a grosería— por qué nos negamos a
aceptar el pago de nuestros honorarios con su dulce
mercancía.

Lo primero que encontramos fue que un anormal incre-


mento de la glucosa sanguínea favorece la formación de

19
Viscosidad: De consistencia pastosa o pegajosa. Diccionario LAROUSSE de la
Lengua Española. Editorial Larousse Planeta, S.A.
20
La viscosidad sanguínea depende de múltiples elementos, siendo las princi-
pales la cantidad de eritrocitos, leucocitos, plaquetas, proteínas y glucosa. Se
puede medir mediante un viscómetro capilar. Se ha comprobado que a mayor
viscosidad sanguínea hay una mayor resistencia a la circulación periférica.
Hay una relación indirecta entre la viscosidad sanguínea y el tono microvascular,
mediada por la oxigenación tisular, ya que ocurre una vasodilatación
compensatoria si empeora la perfusión tisular secundaria a hiperviscosidad.
Baskurt OK y cols. Hemorheology and vascular control mechanisms. (Mecanismos
de control vascular y la hemorreología) Hemorheol Microcirc. 2004;30(3-4):169-78

38
TENTACIONES QUE MATAN

grumos en uno de los principales componentes de la san-


gre, llamados eritrocitos, y que son justamente los que
tienen entre sus funciones el distribuir el oxígeno por
todo el organismo, y dicha irregularidad, altera la fun-
ción circulatoria normal.21

Además, si se incrementa anormalmente la glucosa en la


sangre, se ha podido comprobar que aumenta la viscosidad
sanguínea, y, sorpréndase, ello a su vez genera que dismi-
nuya el flujo sanguíneo capilar. Tal vez sea por eso por lo
que en una especie de natural reacción compensatoria, el
propio organismo ordena elevar la presión sanguínea.22

De ello se desprende que una anormal elevación de la


glucosa en la sangre, generará un aumento en la viscosi-
dad del flujo sanguíneo, lo que junto con otros factores
negativos, dará inicio a un peligrosísimo proceso de de-
terioro en uno de los elementos clave de su salud: Su
sistema circulatorio.23

21
Un incremento anormal de glucosa sanguínea, aumenta la agregabilidad
eritrocitaria, disminuye la flexibilidad de los eritrocitos y reduce su filtrabilidad
(capacidad de pasar a través de una membrana de celulosa). Babu N y cols.
Influence of hyperglycemia on aggregation, deformability and shape parameters on
erythrocytes. (Influencia de la hiperglicemia sobre la agregabilidad, deformabilidad
y filtrabilidad de los eritrocitos) Clin Hemorheol Microcirc. 2004;31(4):273-80
22
Se ha podido comprobar que, si hay un anormal incremento de la glucosa en
sangre, por decir de 100 a 400 mgs/dl, ello será seguido por un aumento en la
viscosidad de un 25 por ciento, y si se presenta un aumento en la viscosidad de
26.13 por ciento, habrá una disminución del flujo sanguíneo capilar de 20.72
por ciento.
Y al contrario, a una disminución de la viscosidad de 10.38 por ciento, le
seguirá un aumento del flujo sanguíneo del 11.50 por ciento, así como una
disminución similar de la presión arterial.
Clinar Y y cols. Blood viscosity and blood presure: role of temperature and
hyperglycemia. (Viscosidad y presión sanguínea: papel de la temperatura e
hiperglicemia) Am J Hypertens. 2001 May;14(5 Pt 1):433-8
23
La hiperglicemia (el aumento anormal de glucosa en sangre) promueve la
activación de la coagulación, a través de incremento de la agregación plaquetaria

39
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Por ello comprenderá Usted, nuestro acaramelado em-


presario, por qué su gentil y asidua clientela, al paso de
los años, empezará a padecer una serie de trastornos en
su salud, como le mostraremos en la siguiente lección.

Sin embargo, como es preferible que se dañe la mayoría


de la población, pero que las finanzas de su empresa
prosperen, haga caso omiso de todo este proceso, como
si estos eventos se llevaran a cabo en otro planeta fuera
de nuestra galaxia, con otros seres que no pertenecieran
al género humano.

ESTRÉS OXIDATIVO

Este término, también conocido como “tensión oxidativa”,


empezó a emplearse hace apenas pocos años, pero para
muchos investigadores, como el Doctor Ray D. Strand24
y otros estudiosos del tema,25 existe el convencimiento
de que este problema influye en el desarrollo de más de

y la viscosidad sanguínea, y de alguna forma favorece la arteriosclerosis y los


fenómenos tromboembólicos. Yamada T y cols. Importance of hypercoagulability
over hyperglicemia for vascular complication in type 2 diabetes. (Importancia de la
hipercoagulabilidad secundaria a hiperglucemia para las complicaciones vasculares
de la diabetes tipo 2) Diabetes Res Clin Pract 2000; 49:23-31.
24
El doctor Ray D. Strand, M.D., es autor del libro What your Doctor doesn’t
know about nutritional medicine may be killing you (Lo que su doctor desconoce de
la medicina nutricional, puede estarlo matando). Egresado de la Universidad de
Colorado, USA. (www.mediterranean-diet-advice.com/oxidative-stress.html)
25
Como está detallado en los siguientes textos: Aterotrombosis en el tercer milenio
del Doctor Ricardo J. Esper y coautores. Prous Science, Barcelona, España.
Mohn A. y cots. Increased oxidative stress in prepuberal severely obese children.
(Incremento de estrés oxidativo en niños con obesidad severa) Endocrinal Metab.
2005, 90 (5); 2653-8; Susuki K. y cols. Relationship between obesity and
serum markers of oxidative stress (Relación entre obesidad y los marcado-
res séricos del estrés oxidativo) Asian Pacific Cancer Press 2003, jul-sep;
4(3): 259-66; y Skrha J. y cols. Relationship of oxidative stress and
fibrinolysis in diabetes (Relación entre el estrés oxidativo y fibrinólisis

40
TENTACIONES QUE MATAN

70 enfermedades crónico degenerativas como problemas


coronarios, derrames cerebrales, cáncer, 26 diabetes,
hipertensión, Alzheimer, mal de Parkinson, esclerosis,
degeneración macular, artritis y otras muchas dolencias.

La razón principal que arguyen esos investigadores es la


siguiente: Tomando en cuenta que cada célula del orga-
nismo posee una especie de chimenea o fuente de ener-
gía llamada mitocondria, como el oxígeno es utilizado
dentro de esa “chimenea” para crear esa energía, ocasio-
nalmente, una molécula de oxígeno —al intercambiar
electrones— hace que algunas de ellas se conviertan en
inestables, al no poseer la cantidad de electrones ade-
cuada. Estas moléculas reciben el nombre de radicales
libres.27

en la diabetes) Med. 1996 sep; 13(9): 800-5 y Antioxidant health plan (Títu-
lo en español: Antioxidantes y radicales libres) del Dr. Robert Youngson. Edito-
rial en lengua española: Editorial Edaf, S.A. España.2ª. edición 2004
26
El consumo reiterado de alimentos con alto índice glucémico (IG) incrementa
el riesgo de desarrollar cáncer, mediante la inadecuada inhibición del factor de
desarrollo unido a proteínas 1 que tiene efectos de estimulador del anabolismo,
de la proliferación celular, diferenciación celular e inhibidor de la apoptosis
celular (muerte celular) y, por el contrario, reduce el factor de desarrollo unido
a proteínas 3, mismo que promueve la apoptosis celular in Vitro. Research
Division, Joslin Diabetes Center, and the department of medicine, Harvard
Medical School, Boston MA, USA (SBB) Citado en The insuline-like growth fac-
tor axis: a potential link between glycemic index and cancer. (El factor de desarrollo
semejante a la insulina: Relación potencial entre el índice glucémico y el cáncer)
Sudha B. Biddinger y David S. Ludwig. Am J Clin Nutr 2005,82:277-8 © 2005
American Society for Clinical Nutrition.
27
El término “radical libre” se empleó por la palabra latina Radix “raíz”, y se
seleccionó debido a que el agregado de átomos “cuelga” de la molécula como
una raíz, y posteriormente puede “enraizarse” en otras moléculas. Antioxidantes
y radicales libres, Dr. Robert Youngston, ED. Anzos, S.L. España. Traducción de
The antioxidant health plan, Harper Collins Publishers, Inglaterra.
Un radical libre es aquel átomo o grupo de ellos capaz de existir independien-
temente, a pesar de contener al menos un electrón desacoplado, desunido o
desapareado. Entre los principales radicales libres y especies reactivas de oxí-
geno tendríamos: Hidroxilo, alcohoxilo, peróxido, superóxido, peroxinitrito, peróxido
de hidrógeno y otros.

41
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Estos nuevos elementos, —radicales libres— generarán


“inestabilidad” a su vez en otras partes del organismo,
produciendo aún más radicales inestables en diferentes
sitios y pueden dañar desde la propia membrana celular,
paredes internas de las arterias, proteínas, lípidos, y has-
ta el mismo DNA28 de la propia célula.

Ahora bien, ¿qué es lo que incrementa las posibilidades


de que esa especie de “fuente de energía” que existe en
cada célula produzca más radicales libres de lo considera-
do como normal? Pues algo que le parecerá sencillo: El
hecho de proveerle mucha energía a ese “horno” celular,
en un lapso demasiado corto.29

Para exponerle el ejemplo más sencillo posible, usemos


la propia descripción del Doctor Strand: “Imagine que

28
DNA: Ácido Desoxidorribonucleico, su función es la de programar la repro-
ducción de la propia célula.
El Dr. Robert Youngston, (Idem Pág. 51-63, versión en español) expone que
dado que los radicales libres pueden llegar a afectar el DNA celular, como esta
parte de la célula es precisamente la encargada de la reproducción celular,
existe la posibilidad —aún está bajo investigación— que los radicales libres
influyan en el desarrollo de diversos tipos de cánceres, dado que el cáncer no
es otra cosa que una reproducción celular irregular.
En México, se ha encontrado correlación entre el consumo de alimentos de
absorción rápida (con índice glucémico alto) con la mayor frecuencia de cán-
cer de mama. Lajous M y cols. Glycemic load, glycemic index, and the risk of
breast cancer among Mexican women. (Carga glicémica, índice glucémico y el ries-
go de cáncer de mama entre mujeres mexicanas) Cancer causes control. 2005
dec;16(19):1165-9
29
Como ya le citábamos en páginas anteriores, todo proceso que se lleve a
cabo en nuestro mundo, independientemente de la ciencia de que se trate,
debe realizarse a una velocidad determinada, para que las partes que intervie-
nen en él, interactúen de manera sincronizada. Para ejemplificarlo mejor en
algo relativo a otra área, si Usted debe elaborar una simple carta, y sabe que
su tiempo “normal” para ello es de 15 minutos, créanos que si por alguna razón
se ve forzado a elaborarla en un tiempo mucho menor, le aseguramos que las
probabilidades de que la misma contenga errores o esté mal redactada serán
mucho mayores.

42
TENTACIONES QUE MATAN

Usted se encuentra frente a una chispeante chimenea, la cual


arde de forma agradable la mayor parte del tiempo, pero
ocasionalmente arroja briznas ardiendo sobre la alfombra, y
le hace un agujerito a la misma, este hecho, si se realiza de
forma ocasional, no será problemático, pero si cada vez sa-
len más briznas ardiendo, Usted tendrá una alfombra com-
pletamente perforada.”

“La chimenea representa la mitocondria, los carbones en-


cendidos arrojados fuera serán los radicales libres, y la al-
fombra será su cuerpo. La parte de su cuerpo que reciba
primero estos radicales libres30 será la que comenzará a de-
teriorarse y potencialmente será víctima de una enfermedad
degenerativa.”

“Si quien los recibe primero son las arterias, se incrementan


los riesgos de un ataque al corazón; en el caso del cerebro,
puede generarse el mal de Parkinson o Alzheimer, si son sus
articulaciones, en Usted puede desarrollarse artritis.”

Ahora bien, nuestro estimado y dulce alumno, Usted


podría preguntarse, ¿cuál es el papel que desempeñan
los azúcares refinados en todo este proceso? ¿Por qué se
habrá observado que la ingesta de ellos acelera la pro-
ducción de radicales libres?31

Volvamos al ejemplo de la chimenea, e imagínese por un


momento que algún genio —con un obvio interés finan-

30
El subrayado corresponde a los autores del libro.
31
Roberts CK. y col. High-fat, refined-carbohydrate diet induces endothelial
dysfunction, oxidant/antioxidant/ imbalance and depressed protein expression (Una
dieta alta en grasas y carbohidratos refinados induce disfunción endotelial, desbalance
oxidativo/ antioxidativo y depresión de la expresión de proteínas). J Appl Physiol.
2005 jan;98(2):203-10
Antioxidantes y radicales libres, Dr. Robert Youngson, Editorial Edaf, S.A. Espa-
ña, (Reimpresión de The antioxidant health plan de HARPER COLLINS
PUBLISHERS, LTD., Inglaterra)

43
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

ciero— le asegura que para que no tenga la “molestia” de


usar los tradicionales trozos de madera, tal como vienen
de la naturaleza, él le venderá ciertos elementos que han
sido extraídos de ella.

Por tanto Usted, ingenuamente, ahora colocará en su


chimenea tan sólo las resinas altamente combustibles y
“refinadas” de los árboles, —sin la celulosa y demás com-
ponentes que originalmente llevaba— después que ha
sido convencido que usará un producto “totalmente na-
tural”, y además más fácil de usar que la “vulgar” y
“obsoleta” leña.

¿Cuál será el resultado? Si bien ese vendedor no le min-


tió, ya que las resinas que ha comprado en realidad son
naturales y extraídas de la madera, ahora su chimenea
arderá de una forma rapidísima, para después dejar su
casa fría al haberse consumido el contenido energético
en un lapso demasiado corto, pero lo peor del asunto fue
que esa combustión tan acelerada dejó muchas más que-
maduras y agujeros sobre su alfombra. ¿Qué pensare-
mos del vendedor de resina?32

HISTORIAL GENÉTICO

Si a los inconvenientes citados en páginas anteriores, le


añadimos el hecho de que nuestro historial genético nos
dice que quizá los seres humanos estamos capacitados

32
La vasodilatación mediada por el flujo sanguíneo (circulación sanguínea) se
deteriora, adicionalmente al daño por la función endotelial (daño a la pared
interna de las arterias), probablemente como consecuencia de la producción
de radicales libres de oxígeno. Giuliano D. y cols. Vascular effects of acute
hyperglicemia in humans are reversed by L-arginine: Evidence for reduce availability
of nitric oxide during hyperglicemia. (Efectos vasculares de la hiperglicemia aguda
en humanos, reversión por L-arginina, evidencia para la disponibilidad reducida de
ácido nítrico durante la hiperglucemia) Circulation 1997;95:1783-1790

44
TENTACIONES QUE MATAN

para manejar una menor proporción de carbohidratos


en nuestra dieta, la situación se complica aún más.

¿Por qué nos atrevemos a mencionar tal cosa? Vea, lo


que Usted y nosotros somos en este momento es produc-
to de la evolución —obviamente como un mero resulta-
do de la mano del Creador— a través de muchísimos
milenios, pero de acuerdo a una larga serie de investiga-
ciones antropológicas, 33 se ha podido concluir que la
evolución, —fisiológicamente hablando— de las últimas
decenas de miles de años, no ha sido mayor cosa.34

Sin embargo, pocos milenios antes de Jesucristo, apare-


cieron en nuestra dieta unos elementos anteriormente
no muy conocidos, llamados los cereales,35 lo que aumentó
de manera significativa la cantidad de hidratos de carbo-
no consumidos, no obstante, lo que vino a poner en serio

33
The structure of evolutionary theory. (Estructura de la teoría de la evolución)
Gould SJ. Harvard University Press (USA) 2002. Evolving health: the origin of
illness and how the modern world is making us sick. (La evolución de la salud: El
origen de las enfermedades y cómo la vida moderna nos daña) Boaz NT. Wiley and
sons, Inc. (USA) 2002. Eaton SB. Humans. Lipids and Evolution. (Las grasas y su
evolución en los humanos).
34
Siendo así que el hombre actual obedece a unos patrones biológicos deriva-
dos de su herencia genética de cientos de miles de años y, en contraste, debe
hacer frente a unas artificiosas modificaciones alimentarias de unas cuantas
décadas, —mismas que más bien derivan de la conveniencia monetaria y de
comercialización de un pequeño grupo— para las cuales, simplemente no está
adaptado, y los resultados son nefastos.
35
El nombre de Cereales proviene del latín cerealis, “Perteneciente a Ceres,
diosa de la agricultura” Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana E. Gredos
de Joan Corominas. En los cereales, (excepto la soya) su principal componente
son los carbohidratos. El trigo se ha podido referir a 9,000 años atrás en el valle
del Éufrates, y de ahí se trasladó después a Grecia, Roma y toda Europa. El
Arroz se conoce desde hace 5,000 años en una región de la India, de donde se
diseminó a Japón, Filipinas, Persia y Egipto. El Maíz se conoció en México
hace alrededor de 8,000 años, y todos ellos se desarrollaron como mezclas
(accidentales o deliberadas) entre distintas variedades primitivas. COMPTON’S
INTERACTIVE ENCYCLOPEDIA.

45
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

riesgo el equilibrio metabólico, fue la creciente ingesta


de azúcares refinados, lo que “apenas” ocurrió en el últi-
mo siglo.36

Todo ello combinado nos hará entender por qué, sus dul-
ces tentaciones se pueden transformar en amargas conse-
cuencias para una creciente cantidad de personas. Pero
Usted no se nos acongoje, mientras como le decíamos,
no se dé cuenta el gran público y pueda contar con nues-
tra asesoría, podrá continuar sin problemas con el nego-
cio de su vida, y que la ciudadanía se cuide como pueda.
¿No le parece? ¡Ánimo!

36
Aunque antes del siglo XX, se consumían también, pero cabe mencionar que
ello ocurría en cantidades muy reducidas comparadas con los estándares ac-
tuales. Anteriormente sólo personas de muy alto poder adquisitivo, o los mis-
mos reyes, podían hacer uso frecuente de azúcares refinados, lo cual, entre
otras cosas, les provocaba que después de cierto tiempo, adquirieran ciertas
enfermedades propias del siglo XX y XXI, por ejemplo, podemos deducir que
Enrique VIII de Inglaterra probablemente padecía de diabetes, dadas las
ulceraciones que no le cicatrizaban en sus piernas y otras manifestaciones
externas.
Sin embargo, aún en las mismas cortes reales, aunque su consumo era menos
intenso que en la actualidad, se consideraban las golosinas como algo raro o
exótico, observe el siguiente párrafo:
“En cuanto al Pontífice romano (Alejandro VI, —Rodrigo Borgia— con moti-
vo de la boda de su hija Lucrecia) —dice el cronista Infessura—, regaló a los
recién casados, además de las joyas del ajuar, 50 copas de plata llenas de
confites y caramelos, los cuales fueron repartidos en forma divertida entre
las damas durante la fiesta.” Lucrecia Borgia, Grupo Editorial Tomo, S.A. de
C.V., de Marcela Altamirano, Pág. 23.

46
TENTACIONES QUE MATAN

LECCIÓN III
AMARGAS CONSECUENCIAS

Es innegable que a toda acción corresponderá siempre


una reacción, lamentablemente, esta inevitable regla que
funciona sobre todo lo que hacemos, muy a menudo se
nos olvida por completo.

Si Usted descuida, por ejemplo, darle el debido manteni-


miento a su automóvil o a una máquina cualquiera, le
aseguramos que ésta se lo hará saber en el momento
menos oportuno.

Y ya que hablamos de máquinas, si alguien, por ejem-


plo, considerase que en virtud de que el combustible de
su automóvil es otra clase de carbohidrato refinado,1 y se
le ocurriera la peregrina idea de añadirle el ingrediente
preferido por Usted, —azúcar refinado— al tanque de
gasolina para, supuestamente, “aumentar su energía”, le
auguramos que las consecuencias serán nefastas.

No obstante, en el caso del organismo humano, nuestra


salud no será tan frágil, y no bastaría con una sola vez
que cometiéramos alguna imprudencia semejante para
dañarnos, sino sólo cuando alguien de forma reiterada

1
Los Hidratos de carbono o carbohidratos, como ya mencionamos, son sus-
tancias orgánicas que, bajo la acción de la luz solar, transformaron el dióxido
de carbono y el agua en una especie de “combustible”. En el caso del petróleo,
(este término proviene de la raíz latina y griega petra, que significa “piedra”, y
óleo que quiere decir “aceite”, óleo a su vez deriva de “olivo”).
Proviene el petróleo crudo de vegetaciones de muy remotas épocas que de
alguna forma quedaron atrapadas en estratos profundos de la tierra. Es consi-
derado un recurso natural no renovable, compuesto principalmente por carbo-
no e hidrógeno, así como azufre, nitrógeno, oxígeno y otros elementos. ENCI-
CLOPEDIA ENCARTA.

47
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

insistiese en dejarse llevar por sus dulces tentaciones, lo


más probable es que, tarde o temprano, harán acto de
presencia las casi inevitables amargas consecuencias.

Siendo así que como un mero efecto combinado de los


elementos citados en la lección anterior, como son los
constantes altibajos en los niveles de glucosa y su con-
secuente respuesta insulínica; la modificación en la
química sanguínea; y el estrés oxidativo; los quizá no
tan afortunados consumidores habituales de sus produc-
tos, al paso del tiempo, tendrán muy altas probabilida-
des de ser víctimas de uno o varios de los padecimientos
citados en las páginas siguientes.2

DIABETES
En páginas anteriores, le comentamos que, en la India,
es donde primero se tuvo conocimiento de la producción
y consumo de la sacarosa (o azúcar común), por lo tan-
to, consideramos que no es coincidental, sino una mera
consecuencia lógica, que también ese país fuera uno de
los primeros sitios donde se identificó en forma más

2
Muchos investigadores del mundo denominan “la cuarteta asesina” a las prin-
cipales manifestaciones de una alimentación inapropiada: 1.- Obesidad, 2.-
Diabetes, 3.- Hiperlipidemia y 4.- Hipertensión arterial, en esta lección inclui-
remos también otros problemas asociados.
La edad precisa para la aparición de estos padecimientos en una persona de-
penderá principalmente de la cantidad de carbohidratos refinados consumi-
dos al día, los años que haya estado ingiriéndolos, su conformación genética
que influirá en una determinada respuesta metabólica ante cierto alimento, su
peso y el ejercicio que realice en forma regular.
No pretendemos decir que en todos los casos donde de forma regular se haga
uso del azúcar refinado en la dieta se hayan de adquirir esas dolencias, aunque
las posibilidades son mucho mayores. Tampoco el azúcar refinado es el único
factor que incide negativamente sobre la salud de una persona, ya que tam-
bién influyen las grasas saturadas, las grasas “trans” (hidrogenadas), falta de
ejercicio regular, el factor genético, adicciones y estilo de vida inapropiado.

48
TENTACIONES QUE MATAN

amplia la diabetes, así como sus posibles causas. Sus


médicos denominaron a esta enfermedad Madhumeha,
que quiere decir “orina dulce”.3

Ello se explica en nuestro tiempo de forma más


entendible, ya que las pronunciadas elevaciones y dis-
minuciones de los niveles de glucosa y su consecuente
respuesta insulínica, sumados al efecto indirecto de los
otros elementos citados, harán que ya en nuestro tiem-
po, en una cada vez mayor cantidad de personas, su
páncreas muestre signos de agotamiento, hasta que de
plano llegue un momento en que ya no funcione.

Cuando ese día llegue, casi cualquier cantidad de carbo-


hidratos ingeridos4 será seguida de una elevación en el
nivel de glucosa sanguínea, misma que ya no descende-
rá como antes, lo que ocasionará una larga cadena de
consecuencias negativas.

3
Citado en el Ayurveda Susruta (De la India), el cual se menciona en Historia
de las heridas crónicas, de Pedro Larios Aznar. Labs. Janssen-cilag. Se sabe de
otra cita anterior, el cual es un papiro egipcio de 20 metros de largo y 25 cm de
ancho que se conserva en la Universidad de Leipzig, Alemania. Se cree que fue
escrito alrededor de 1,500 años antes de la era Cristiana. Historia de la medici-
na de Manuel Barquín Calderón. Méndez Editores, MEXICO, y en el sitio
www.diabetesymas.com/BreveHistoria.php Sin embargo, 1,000 años después,
en el Ayurveda Susruta de la India, es donde se le señala de una manera más
específica, ya que se le describe como una extraña enfermedad propia de las
personas pudientes y obesas, que consumen mucho azúcar y arroz.
4
Ya en esta etapa, aún los carbohidratos de los alimentos considerados como
naturales le provocarán desajustes metabólicos, aunque en menor medida que
los carbohidratos refinados, (como son la harina y azúcares refinados) éstos
últimos habría que eliminarlos de la dieta por completo. Adicionalmente, ha-
bría que limitar mucho ya en este nivel, hasta los mismos carbohidratos natu-
rales, limitándose a aquellos que tengan menor carga glucémica, para amino-
rar los terribles efectos negativos de este padecimiento. Sería indispensable el
auxilio de un especialista, para determinar el “Nivel Crítico de Carbohidratos”
individualizado (NCC, nivel al cual el individuo muestra signos de intoleran-
cia), a fin de no sobrepasarlo en cada comida, y poder sobrellevar la diabetes
de la mejor manera posible.

49
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Le mencionábamos también que la salud de una perso-


na, se encuentra precisamente en el equilibrio, de tal
manera que si cualquier elemento de su organismo se
encuentra más arriba o abajo de lo normal, habrá pro-
blemas.

Por todo lo expuesto y a manera de síntesis, el desarrollo


de la diabetes es más o menos el siguiente: En las prime-
ras etapas, a cada ingesta de azúcares refinados, —sin
que la persona ni siquiera se entere— dada su rápida
absorción sanguínea, (gráfica 1 de la lección anterior)
será seguida de una también brusca respuesta insulínica,
(gráfica 2) y esa gran cantidad de insulina hará que en la
mayoría de los casos, se presente en poco tiempo una
nueva disminución en el nivel de glucosa,5 lo que será
percibido por el individuo como una apremiante necesi-
dad de volver a consumir más azúcares.

Tome nota, nuestro querido y abnegado empresario, que


este es su tipo de cliente ideal y, hoy en día, constituye el
principal segmento poblacional para sus dulces tentacio-
nes. Y para la fortuna de su negocio, ya una vez atrapado
el consumidor en este síndrome de “alergia-dependen-
cia”,6 ante esa repetitiva necesidad de estar ingiriendo
alimentos dulces, se convertirá en un maravilloso clien-
te cautivo, como hecho a la medida de sus necesidades
financieras.

No podemos dejar de considerar que hay otro segmento


poblacional, que aunque en este momento no es el más
numeroso, cada día crece más, en él se encuentran todas
aquellas personas que habiendo sido víctimas de los cons-

5
Cantidad de glucosa en el torrente sanguíneo.
6
Término usado por el Doctor Robert Atkins, en su libro La revolución dieté-
tica, Editorial Grijalbo.

50
TENTACIONES QUE MATAN

51
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

52
TENTACIONES QUE MATAN

tantes altibajos citados, ya presentan una descompen-


sación metabólica, lo que hará que sus niveles de gluco-
sa permanezcan la mayor parte del tiempo arriba de donde
debieran estar, y ya en esta fase, si no se controlan, ten-
drán efectos mucho más duros de lo que ellos mismos se
imaginan.

Y aquí muy en privado, —no lo difunda mucho— lo más


dramático para las finanzas de su empresa es que, a par-
tir de ese momento, a las personas de ese segmento
poblacional ya enfermo, su médico les prohibirá el con-
sumo de sus dulces tentaciones. Lo bueno para Usted,
es que pocas voces les advirtieron a tiempo.

Quisiéramos reiterarle, nuestro querido y almibarado


empresario, lo importante no es lo que les pase a sus
conciudadanos, ya los cuidarán sus familiares o el Esta-
do, el riesgo está en que lo vayan a culpar a Usted, por no
advertir al público a tiempo del riesgo que sus productos
conllevan. No obstante, permanezca tranquilo, en la se-
gunda parte de este manual, le mostraremos el camino a
seguir.

Cuando este padecimiento ya haya hecho acto de pre-


sencia en una persona, los síntomas más notorios serán
un cansancio generalizado o una notable pérdida de ener-
gía, —incluyendo la sexual y la capacidad de trabajo—
cierta falta de concentración mental, visión un poco bo-
rrosa en algunos casos, sentirá mucha sed y ganas de
orinar con frecuencia.

Pero lo realmente malo, no serán tanto esas manifestacio-


nes externas, sino lo que se está gestando en su interior, ya
que como consecuencia de esa anormal elevación de su
glucosa sanguínea, se empezará a desarrollar un nocivo
proceso de deterioro, mismo que le dañará su sistema cir-
culatorio, coadyuvará en la hipertensión arterial, provo-

53
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

cará daños renales, elevará su colesterol, incrementará la


posibilidad de daños en la retina y otros males diversos.
También observará que los padecimientos enumerados a
continuación están relacionados entre sí.

Por tanto le invito a que nos introduzcamos en el mara-


villoso mundo celular, y en términos muy generales, tra-
temos de forma hipotética, de ubicarnos al menos por
unos instantes, en la visión de esas minúsculas partes de
todo organismo, que son las células. Hemos escogido para
tal efecto, el organismo de Alfredo,7 ya que en él se está
desarrollando este proceso.

HIPERTENSIÓN ARTERIAL

Soy una célula8 de la principal arteria del brazo izquier-


do de Alfredo. Él siempre dio por sentado que la fun-
ción de todas nosotras, las que pertenecemos al sistema
circulatorio, era servir como una especie de simples tu-
bos conductores de sangre, y aunque esa visión está en
lo correcto, nuestra labor va mucho más allá,9 por lo que

7
Aunque usamos un nombre sin apellidos, “Alfredo”, este fue escogido en
memoria del caso real de un paciente que sufrió casi todos los síntomas descri-
tos en esta lección como consecuencia de las mismas causas aquí citadas. Este
joven era un brillante profesionista que ni siquiera era de edad avanzada, per-
dió la vista a los tres años de casado y para colmo, su esposa lo abandonó.
Hacemos hincapié en que el caso de Alfredo es extremo, aunque puede repe-
tirse si hay descontrol total en los niveles de glucosa sanguínea.
8
Célula endotelial. Son las células que cubren la capa interna de las arterias.
9
Entre las funciones más importantes de las células endoteliales, está la regu-
lación del líquido intravascular, determinación del tono vascular focal, modu-
lación de la permeabilidad vascular, modulación del metabolismo de la matriz
extracelular, regulación de los procesos de angiogénesis y vasculogénesis, mo-
dulación de los procesos de crecimiento muscular, regulación de los procesos
de apoptosis (muerte celular), extravasación y adhesión de células inflamatorias,
regulación del contenido del líquido intersticial y equilibrio del proceso de
coagulación.

54
TENTACIONES QUE MATAN

es muy importante que todas nosotras, nos encontremos


en el mejor estado posible.

Debo decirle que al paso de los años, como consecuencia


de ciertas alteraciones en la química sanguínea, deriva-
das a su vez de una inexplicable modificación en los há-
bitos alimenticios de Alfredo, se han añadido una serie
de componentes sanguíneos a las paredes internas, lo
que ha hecho que mi actividad normal se haya visto dis-
minuida de forma notable, al grado que yo y mis compa-
ñeras, hemos perdido muchas de nuestras facultades,
entre ellas nada menos que la capacidad de transportar
el flujo sanguíneo, —imagínese, nuestra función princi-
pal— y hasta nuestra flexibilidad de antaño.10

El engrosamiento de las paredes internas, así como cier-


to endurecimiento de las mismas, no sólo han disminui-
do a su vez la capacidad de abasto de los nutrientes, sino
que ha elevado de forma notable la presión sanguínea.

10
Dada la gran cantidad de funciones de la capa funcional arterial, —capa
endotelial— actualmente se cree que las enfermedades crónico degenerativas
se inician ahí, a través de un proceso conocido como disfunción endotelial. A
través de esta disfunción, se inicia la llamada microangiopatía que conduce a
la retinopatía, nefropatía, neuropatía y otras. Existen indicadores del plasma
sanguíneo que anticipan el daño endotelial mucho antes que se haga
clínicamente presente, estos son: Factor de Von Willebrand (VWF), proteína C
reactiva, trombomodulina, selectinas, PAI-1 colágena tipo IV y I-PA, de las
primeras manifestaciones clínicas de daño como el estrés de rozamiento, que
se define como la fuerza tangencial que se aplica sobre la superficie endotelial
como resultado del arreglo laminar del flujo sanguíneo. Según la ley de
Pouseuille y Hagen, la fuerza de rozamiento es directamente proporcional a la
viscosidad y al flujo, e inversamente proporcional a la tercera potencia del
radio vascular. Esto quiere decir que se genera una mayor fuerza de rozamien-
to a mayor viscosidad sanguínea o a mayor flujo, y que hay menor fuerza de
rozamiento en los vasos más grandes. Por tanto, el endotelio es un sitio de
producción de radicales libres, inducida por la presencia de alta glucemia
crónica, altos niveles de grasa y alta presión arterial, lo que conduce al
estrés oxidativo y a la arteriosclerosis, lo que facilita la aparición de otros
padecimientos más graves, como citamos en la lección anterior.

55
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Como dato curioso, le diré que a esta particularidad, le


han denominado allá afuera hipertensión arterial.

Cabe mencionar que esa mayor presión que padecemos


yo y mis compañeras, no sólo dificulta nuestra labor, sino
que representa un gran riesgo para todo el organismo.
No en vano muchos especialistas le insistieron en su
momento a Alfredo que cualquiera “es tan viejo como la
edad de sus arterias”, desgraciadamente, él no tomó muy
en serio esa advertencia.

En este y otros muchos casos, el cuestionamiento más


importante para un paciente cualquiera, sería no tanto
escuchar un diagnóstico con un término muy singular,
tal como “hipertensión arterial”, sino, ¿por qué sobrevi-
no esta dolencia? Créanos que para mis compañeras y
yo, la respuesta no es tan complicada como parece.

Al paso del tiempo y como una consecuencia natural del


proceso de envejecimiento, en todo organismo es hasta
cierto punto normal que a las paredes internas de las
arterias, se les haya ido adhiriendo una serie de elemen-
tos que disminuyen tanto la “luz interior” como la flexi-
bilidad. Pero en este caso en particular, hubo factores
que hicieron las veces de “aceleradores” de este proceso,
y en el caso concreto de Alfredo, ocurrió lo siguiente:

Al mantener por más tiempo de lo normal niveles eleva-


dos de glucosa en la sangre, el consecuente y anormal
incremento en la viscosidad sanguínea facilitó que cier-
tos componentes, como el colesterol, se fueran adhirien-
do más fácilmente en las paredes internas del sistema
circulatorio.

Desgraciadamente, yo y mis compañeras no pudimos


advertirle a Alfredo sobre lo que estaba sucediendo. Y lo
malo fue que algunos especialistas de hace pocos años,
todavía tenían un enfoque inadecuado, ya que más que

56
TENTACIONES QUE MATAN

averiguar la causa, trataban de atenuar el efecto, —alta


presión arterial— lo que no sólo no atendía el problema
de fondo, sino que provocaba diversos daños colaterales.

Tampoco intuyó Alfredo que, en gran medida, el buen


funcionamiento de su organismo dependía de la capaci-
dad de distribuir oxígeno y nutrientes por todo su cuerpo, y,
si esa función se veía disminuida, se aceleraba a pasos
agigantados el proceso de envejecimiento.

Siendo así que cada vez que Alfredo sucumbía a las dul-
ces tentaciones de los anaqueles, y se aumentaba el nivel
glucémico de manera rápida, se hacían sentir los efectos
en el torrente sanguíneo, y si bien hace varios años esa
concentración bajaba también de forma brusca, al paso
del tiempo, llegó un momento en que ya no disminuyó,
lo que aceleró el daño para todas nosotras.

Ahora no encontramos la solución, ya que el sistema cir-


culatorio, —no sé si Alfredo lo sepa— se extiende a lo
largo como de 90,000 kilómetros en su cuerpo, y todas
mis compañeras están padeciendo problemas similares.

Me llamó la atención como, a través de una complicada y


costosa operación quirúrgica, a un amigo de Alfredo le
sustituyeron una sección de su arteria aorta que casi se
había obstruido, pero creo que para atacar debidamente
el problema, en lugar de cambiar unos pocos centímetros
de esa u otra arteria, se debió más bien atender o corregir
la causa que modifica el natural nivel de viscosidad san-
guínea que toda persona debe poseer. ¿Alguno de Ustedes
le puede informar a Alfredo o a sus amigos sobre eso?

CEGUERA
Soy una célula de la retina de Alfredo. Como dato curio-
so, les diré que tal vez él no lo sepa, pero uno de los

57
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

sitios donde los vasos capilares son más angostos, es jus-


tamente en diversas partes de su ojo. Son tan delgados
los conductos sanguíneos en esos sitios, que en una per-
sona sana, los glóbulos rojos deben transitar ahí de “uno
en uno” a través de unas casi invisibles redes, así que ya
se imaginará la limpieza y flexibilidad que nuestros con-
ductos circulatorios deben mantener.

Ya ni para que le digo, pero podríamos haber desarrolla-


do nuestra labor de transmisión de imágenes al cerebro,
—en condiciones más o menos razonables— durante toda
la vida de Alfredo, pero hubo algunas cosas que a mí y a
mis compañeras nos perjudicaron mucho.

Las pocas células que aún quedamos vivas, estamos a


punto de terminar con nuestra función, y lo mismo ocu-
rrirá con toda parte del organismo donde se lleve a cabo
el proceso de “microvascularización”, o sea, donde los
nutrientes y el oxígeno llegan a través de conductos casi
invisibles.

Dado que Alfredo estuvo ingiriendo por muchos años


artículos diversos que no son producto de la naturaleza,
sino que por razones que desconozco, han sido alterados
en cuanto a su índice glucémico y otras cosas, el organis-
mo ahora no sólo padece desajustes metabólicos, sino
lo más grave ha sido que los ya de por sí angostos va-
sos capilares, mismos que nos proveían de lo necesa-
rio, se han reducido a tal grado que los elementos in-
dispensables para nuestra vida, ya no pueden llegar a
nosotras.

Alfredo se desespera con nosotras, pero le diré que esta-


mos plenamente conscientes que si dejamos de funcio-
nar, él se hundirá en la oscuridad total por el resto de su
vida, sin embargo, no conocemos algún otro medio a tra-
vés del cual podríamos abastecernos para sobrevivir.

58
TENTACIONES QUE MATAN

Esperemos que Alfredo haya sabido lo que estaba ha-


ciendo cuando modificó sus hábitos alimenticios de esa
forma, y que ello haya tenido un propósito oculto que
desconocemos, y que no haya sido tan sólo un capricho
absurdo de su sentido del gusto.
Quisiéramos haber tenido la oportunidad de hacérselo
saber, para al menos haberle podido poner como ejem-
plo, que así como él se desesperaba cuando no le llegaba
lo que requería por bloqueos viales, así nosotras, ¿qué
hubiéramos podido hacer, cuando esta situación se hizo
permanente?
Nos parece que en el exterior, cuando comenzó a notar
su pérdida de visión, y su doctor le diagnosticó retinopatía
diabética,11 a nosotras nos hubiera gustado que más que
plantearle ese pomposo término, alguien le hubiese indi-
cado a tiempo las causas básicas y la forma de prevenir-
las, cuando aún podía haber esperanza. Sentimos que
ahora poco o nada se puede hacer.*

DAÑOS RENALES

Aunque el órgano —riñón— al cual pertenezco, no sea


de los que más “orgullo” causa al organismo, yo soy una
de sus células, y, para mí, siento que realizamos un tra-
bajo verdaderamente excepcional.
Nuestra función consiste en purificar o limpiar toda la
sangre del cuerpo, y diariamente pasan por aquí el equi-
valente a 180 litros de la misma, ya que aunque la canti-
dad total que posee el organismo es de alrededor de 4 litros,
ese volumen pasa por aquí muchas veces durante el día.

11
Ese término médico indica el desarrollo de un grave padecimiento progresi-
vo en su retina, lo que conducirá a una pérdida de visión.
* Lo invitamos a conocer el Apéndice “C”, (alteraciones oculares derivadas de
la diabetes) del Dr. Héctor García Villegas.

59
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Cuando Alfredo estaba sano, ni se acordaba de nuestra


existencia, ya que nuestro funcionamiento era perfecto.
No pretendo ser pretenciosa, pero yo y mis compañeras
éramos capaces de purificar cada año el equivalente a
una alberca de 66 metros cúbicos. Y la verdad, así pudi-
mos haber continuado durante toda su vida, pero ocu-
rrieron una serie de trastornos que están a punto de
inutilizarnos por completo.

Empezó a modificarse el nivel de glucosa de la sangre, y


como para cumplir nuestra labor utilizamos vasos capi-
lares casi invisibles, al venir el plasma sanguíneo con
una anormal carga glucémica, nuestro trabajo se compli-
có a niveles extremos, y la razón fue la siguiente:

No solamente debíamos expulsar el excedente de azúca-


res, sino lo peor fue que se empezaron a adherir algunos
elementos en el interior de los delgadísimos conductos
de filtrado, lo que de manera progresiva y acelerada, fue
limitando nuestra labor. Para colmo de males, el nivel de
azúcares se incrementó de manera crónica, y ya no dis-
minuyó como antes.

Alfredo ni se imagina lo que ocurriría si no realizamos bien


nuestra labor, ya que por mencionar algunos inconvenien-
tes, si el porcentaje de urea, creatinina, potasio, ácido úrico
y otras muchas cosas se elevara mucho, le ocasionaría
daños muy severos a todo el resto del cuerpo.

En estos momentos nuestro sistema de filtrado se en-


cuentra tan azolvado que no vemos una solución viable.
Actualmente el especialista que atiende a Alfredo, le ha
hecho saber que tal vez se deba recurrir a un molesto y
costosísimo procedimiento llamado hemodiálisis.12

12
Hemodiálisis: Proceso que elimina —mediante una especie de “riñón artifi-
cial” externo— los desechos de la sangre.

60
TENTACIONES QUE MATAN

Cómo nos hubiera gustado hacerle saber a Alfredo el


grave daño que nos estaba ocasionando al modificar su
dieta, ya que ello repercutió en el nivel de azúcar de su
plasma sanguíneo, y si éste no se hubiese alterado, él
pudo haber permanecido sano por muchísimos años, pero
no teníamos manera de hacérselo saber.

Pudimos notificarle de los trastornos que teníamos hasta


después, a través de un cierto “dolor” que le enviamos a
través del tejido nervioso, pero creo que cuando le avisa-
mos de esa forma, gran parte del daño ya estaba hecho.

OBESIDAD
Soy una célula grasa (adiposito) de la cavidad abdomi-
nal, y quiero exponerles las vicisitudes que he padecido
en últimas fechas.

Una pequeña parte de mi cuerpo celular, que es la en-


cargada de proveernos de energía y que se llama
mitocondria, ha sufrido una serie de alteraciones que no
he sido capaz de corregir.

Como la energía que llega a mí a través del flujo sanguí-


neo hace acto de presencia en un lapso demasiado corto
y en una cantidad superior a la capacidad de procesarla,
este en apariencia “sencillo” hecho, al cual Alfredo no le
atribuye importancia, hace que en mi interior, no encon-
tremos otra opción para corregir este desequilibrio, que
ir “almacenando” esa energía excedente en mi interior,
en forma de minúsculas cantidades de lípidos, o sea gra-
sa corporal.

Eso, al parecer intrascendente, trajo como consecuencia


no solo que mi volumen celular se haya expandido, —y
que el volumen combinado de todas nosotras ocupe un
mayor espacio— sino que lo más malo es que de alguna

61
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

forma este hecho ha limitado mi eficiencia celular indi-


vidual, y algo similar les pasa a mis compañeras.

Desconozco la causa por la cual la energía me llega de


esa forma, supongo que Alfredo tiene alguna poderosa
razón para ingerir sus alimentos como lo hace. Confieso
que de acuerdo a la memoria genética de que dispongo,
no les sucedió así a mis antepasadas, por tanto me en-
cuentro casi imposibilitada para manejar esta situación
de forma razonable.

A ello debo añadir que Alfredo lleva una vida más bien
sedentaria, hace poco ejercicio, y cuando lo hace de for-
ma ocasional, la verdad es que no estamos preparadas,
ya que consideramos que sería mejor si lo realizara de
forma periódica y moderada.

Por ello, este proceso de acumulación de lípidos es un pro-


blema que me preocupa, ya que no solamente, como les
decía, perdemos eficiencia a nivel celular, sino que ello hace
que la carga para todos los demás órganos, como es el caso
del corazón, pulmones, riñones y otras partes del cuerpo,
se haya hecho más pesada, y me parece que ya está habien-
do complicaciones serias en diversos lugares.13

Mientras Alfredo descubre cómo algunos allá afuera,14


en su afán de inducirlo a que consuma ciertas cosas que a

13
El costo directo de un solo año por tratamientos relacionados con la obesidad
en los Estados Unidos es de 51,600 millones de dólares, el costo indirecto a su
vez, se estima en 47,600 mdd. Ello representó el 7 por ciento del gasto total en
salud en ese país. Wolf y cols. Current estimates of the economic cost of obesity in
the United States. (Estimación del costo económico de la obesidad en los Estados
Unidos) Obese Res 1998;6(2):97-106
14
En los Estados Unidos, 65 por ciento de los adultos mayores de 20 años
padecen obesidad en distintos grados, pero su consumo de azúcares refinados,
—incluyendo fructosa— se ha elevado aún más, y ha pasado de los ya de por sí
elevadísimos 55.5 kilos anuales por habitante en 1970, hasta los 69.1 Kg. en el

62
TENTACIONES QUE MATAN

ellos les conviene, han alterado artificialmente el conte-


nido glucémico de esos alimentos, nosotras continuare-
mos trabajando de la mejor forma que podamos. Ojalá y
cuando Alfredo mejore sus decisiones alimenticias, aún
estemos a tiempo para evitar un problema grave.

MALES CARDÍACOS

Si bien hay células que no son tomadas muy en cuenta,


habemos otras donde mis compañeras y yo somos consi-
deradas como vitales. Me siento afortunada de que me
haya tocado la suerte de estar ubicada en el músculo que
mueve el corazón, me parece que allá afuera, a esta par-
te le llaman el miocardio.15

Alfredo como persona, cuenta con ciertos períodos de


descanso. Incluso una tercera parte del día lo dedica al
reposo para renovar energías y qué bueno que así suce-
da, pero le diré que nosotras no descansamos jamás mien-
tras el organismo permanezca vivo y saludable. Muchos
allá afuera no lo saben, pero nuestra única “tregua” es en
el cortísimo lapso que hay entre un latido y otro.

Nos hubiera gustado hacerle saber a Alfredo que esa se-


ría una razón más para que él realizara ejercicio regular
y moderado, ya que si él hubiera estado bien acondicio-
nado físicamente, sus latidos en reposo se hubieran “es-
paciado” más entre sí, lo que nos hubiera permitido te-
ner —entre otras ventajas— un poco más de descanso.16

año 2000. Am J Clin Nutr 2005;81:341-54 Origins and evolution of the western
diet: Health implications for the 21st century (Origen y evolución de la dieta occi-
dental, repercusiones para la salud en el siglo XXI).
15
Esta palabra proviene de MIO que quiere decir “músculo” y CARDIO “corazón”.
16
Se estima que una persona con buen acondicionamiento físico tiene alrede-
dor de 79 mil latidos diarios, (55 por minuto en promedio) mientras que quien
no lo está, tiene aproximadamente 108 mil latidos (75 por minuto). Siendo así

63
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Nunca hemos sido quejumbrosas, pero últimamente he-


mos tenido contratiempos importantes, ya que, debido a
una serie de modificaciones que Alfredo hizo en su dieta,
ayudó a que se fueran adhiriendo algunos componentes
de su sangre en los conductos que nos proveen de muchas
cosas, lo que ocasionó el adelgazamiento de los mismos, y,
por tanto, es cada vez más reducida la importantísima
capacidad de abasto para todas nosotras. Si a ello le suma-
mos que al paso de los años hemos perdido eficiencia, la
situación se nos está complicando bastante.

Hace varias semanas, el simple esfuerzo que implicó el


subir unas escaleras, que en otros años hubiera sido cosa
de nada, por poco nos provoca un colapso, ya que como
por las razones citadas, la cantidad de nutrientes y oxíge-
no nos llega en cantidad insuficiente, como reflejo del
esfuerzo de subir, el cerebro ordenó incrementar el rit-
mo de las pulsaciones para aumentar el flujo sanguíneo,
y como la velocidad a la cual recibíamos los nutrientes
era inferior a la requerida, estuvimos a un paso de sufrir
una crisis que pudo haber sido fatal.

No le encontramos solución a esto, ya que como hemos


perdido tanta capacidad de oxigenación y alimentación
a nivel celular, no sólo nosotras, sino en todo el organis-
mo, estamos en muy serios aprietos.

PROBLEMAS DIGESTIVOS

Estoy ubicada en el intestino de Alfredo, creo que allá


afuera me llaman enterocito, y mi función es la de digerir
y absorber los alimentos. Ni se imaginan la gran canti-

que entre otros inconvenientes, alguien mal acondicionado físicamente, ten-


drá como un 37 por ciento más de latidos diarios, lo que aparte de otras cosas,
reduce el período de descanso de los músculos del corazón.

64
TENTACIONES QUE MATAN

dad de cosas que soy capaz de hacer, entre ellas, mis


compañeras y yo convertimos los carbohidratos en
monosacáridos, a las grasas las transformamos en ácidos
grasos y a las proteínas las hacemos aminoácidos.

Creo que el mismo Alfredo es uno de los que no tiene ni la


más remota idea de todo lo que realizamos, y no se imagi-
na en los aprietos en que nos coloca a todas nosotras cuando
escoge mal su dieta, ya que nos evita la labor de convertir
la lactosa, maltosa, sacarosa y otras en galactosa, glucosa
y fructosa, lo cual haríamos bastante bien.

No sé de donde sacó la idea de ingerir los azúcares ya


refinados, —como si dudara que nosotras lo hacemos
mucho mejor— y al actuar así, altera el proceso que mis
antepasadas y yo habíamos estado realizando por
milenios. Genéticamente se me había dicho que ésta iba
a ser una función mía.17

Adicionalmente, los alimentos vienen con una elevada


carga glucémica,18 y, por si fuera poco, casi no traen fibra,
lo que hace que no podamos digerirlos de forma apropia-

17
Rumessen J.J. y coautores. Absortion capacity of fructose in healthy adults, (Capa-
cidad de absorción de fructosa en adultos sanos) Gut. 1986 oct 27 (10): 1161-8
18
Se encuentra correlación entre el consumo de azúcares y alimentos con alto
índice y carga glucémica, con la frecuencia de colecistectomía. Tsai CJ. y cols.
Glycemic load, glycemic index, and carbohydrate intake in relation to risk of
cholecistectomy in women. (Carga glucémica, índice glucémico y consumo de
carbohidratos en relación con el riesgo de colecistectomía en mujeres) Gastro-
enterology 2005 jul; 129(1):373-5
Existe evidencia de que en el desarrollo de muchas enfermedades crónico-
degenerativas asociadas con el envejecimiento, juega un papel preponderante
la modificación alimenticia de la “dieta occidental”. Dichas modificaciones se
pueden agrupar en las siguientes: 1. Carga glucémica artificialmente alterada
por la adición de azúcares refinados; 2. Modificación en los ácidos grasos, don-
de se incluyen muchos Omega 6, y se reducen los Omega 3; 3. Alteración en
los macronutrientes, se disminuyó el contenido proteico y se aumentó el de las
calorías de los carbohidratos refinados; 4. Disminución porcentual de los

65
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

da, ya que entre otras cosas, no podemos efectuar el debi-


do tránsito del alimento a través del intestino.
No puedo culpar totalmente a Alfredo por esta situación,
creo que él fue sólo una víctima inocente más de una
serie de modificaciones absurdas que se hicieron a mu-
chos de los hábitos alimenticios durante el siglo que le
tocó vivir, y nadie le advirtió de todas las consecuencias
que ello implicaba.
Por ello, no fue casual que en una de las crisis que padeci-
mos, donde el alimento no podía fluir en forma apropia-
da, la presión intestinal se elevó tanto que se quedaron
atrapados restos alimenticios en una parte conocida como
el “apéndice”, lo cual hizo que Alfredo fuera operado de
emergencia para extirparle esa sección, y, créame, sin esa
intervención quirúrgica, hubiera perdido la vida.
Ignoro por qué alguien no advirtió a Alfredo que si no
ingería los alimentos en la forma más natural posible,
con ello alteraba de manera ilógica nuestro trabajo. He
sabido, por ejemplo, que toda esa cantidad de hidratos
de carbono que vienen a nosotras en forma de harina y
azúcares refinados, originalmente venían acompañados de
fibra y otros nutrientes, y no sé a qué clase de genio se le
ocurrió eliminarlos.19

micronutrientes, por causa de los alimentos procesados; 5. Se alteró absurda-


mente el pH natural de los alimentos naturales lo cual inclina la balanza hacia
el medio ácido, lo cual equivale a una carga ácida de 50mEq/día lo que reper-
cute en una acidosis metabólica de bajo grado, lo que limita la capacidad orgáni-
ca ante la osteoporosis y otros males. Se estima que tan solo el trigo contribuye
en un 38 por ciento a la acidez; 6. Esa alimentación altera la relación sodio-
potasio; y 7. Bajo contenido de fibras. Am J Clin Nutr 2005;81:341-54 Origins
and evolution of the western diet: Health implications for the 21st century (Origen y
evolución de la dieta occidental, repercusiones para la salud en el siglo XXI).
19
Flour for man’s bread, a history of milling. (La harina del pan para consumo
humano, historia del proceso de molienda) Storck J. Teague WD. University of
Minnesota Press.

66
TENTACIONES QUE MATAN

Alfredo tampoco recuerda que el pegamento que elabo-


raba en forma casera su abuelita,20 estaba elaborado
precisamente con almidones y azúcares en su forma refi-
nada, y no sé por qué ahora se sorprende tanto cuando
padece de diversos problemas digestivos como gastritis
y estreñimiento,21 ya que esos ingredientes que, aunque
resultarían ideales como pegamentos, son ahora los com-
ponentes principales de muchos de sus alimentos.

No estoy segura, pero creo que en esta alteración


nutricional, influyeron cuestiones de conveniencia co-
mercial y monetaria de algunos. Aquí quisiera ver a to-
dos esos tipos que hicieron tales modificaciones en los
alimentos, para que vean los problemas a que nos en-
frentamos día tras día.

También me hubiese gustado verlos en los zapatos de


Alfredo, cuando ni siquiera tenía dinero para hacer fren-
te a una situación que el especialista diagnosticó como
hemorroides aguda. Tan fácil que podría ser trabajar en
condiciones normales, recibiendo las frutas, verduras y
demás nutrientes en su forma integral, pero, por el mo-
mento, no tenemos otra alternativa que esperar a que
Alfredo se dé cuenta de la tomada de pelo que le están
dando.

20
En México se le conocía como engrudo.
21
No se ha documentado debidamente cómo, a lo largo de la historia, se pre-
sentó una gran cantidad de males digestivos en aquellos que, adicionalmente a
otros excesos, incrementaban el consumo de azúcares refinados. En siglos an-
teriores, quienes tenían acceso más amplio a este tipo de productos, eran los
reyes y gente de capacidad económica muy elevada. Vea el caso del Rey Carlos
I de España y V de Alemania: “El veneciano Baldoero, quien convivió con el
emperador de 1554 a 1557, confirma lo mismo (una forma de comer desordenada)
de otra manera: ‘Engullía grandes cantidades de pescado, carne, frutas y dulces’”.
En consecuencia, este personaje padecía no solamente de gota, sino de estre-
ñimiento y hemorroides. Citado en el libro JUANA LA LOCA de Roberto
Mares, Grupo Editorial Tomo, S.A.

67
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Otra de las ventajas que tendríamos, si recibiésemos la


cantidad de fibra que en forma natural viene en los ali-
mentos, es que el colesterol que el organismo quiere des-
echar, lo podría hacer, al menos parcialmente, vía el apa-
rato digestivo, pero, al impedir su debido funcionamiento,
esto no se puede llevar a cabo.

Cuando Alfredo nos inunda con bebidas gaseosas y otros


productos chatarra saturados de azúcares refinados, en-
tre otros inconvenientes, inclina el pH del estómago ha-
cia el lado de la acidez. Si en vez de eso, optara por
ingerir agua simple, ello coadyuvaría a que de una for-
ma natural, el contenido del intestino se inclinara hacia
un pH “neutro”, ya que ese es justamente el status del
agua común.

Ojalá Alfredo llegara algún día a saber que, si bebe agua


simple, nos ayudaría a compensar excesos en los anor-
males niveles de acidez o alcalinidad que eventualmente
ocurren. Considero que Alfredo podría modificar de in-
mediato su forma de comer y beber, si al menos supiera
los problemas en que nos coloca, cuando se va por el
lado de las dulces tentaciones.

ESTRATEGIA
Así podríamos continuar por muchas páginas, nuestro
querido y almibarado empresario, analizando una inter-
minable cadena de efectos22 de algo al parecer inofensi-
vo: Los hábitos alimenticios; pero tendríamos que elabo-

22
En estos momentos se están realizando, en varias partes del mundo, investi-
gaciones importantes por una diversidad de especialistas en la materia, quie-
nes consideran que una dieta rica en azúcares refinados influye en una amplia
cantidad de padecimientos, que van desde anormales variaciones del estado
de ánimo tales como depresiones, irritabilidad o hiperactividad, hasta
endometriosis, mayor cantidad de infecciones, o incluso algunos tipos de cán-

68
TENTACIONES QUE MATAN

rar un libro mucho más extenso, y si al final decide


comérselo, —adicionado de azúcar refinado y saborizantes
diversos— entonces lo dejaríamos en una situación muy
comprometida; por ello, ante tal eventualidad, preferi-
mos elaborar un libro ligero.

Sin embargo, consideramos que lo que le hemos expues-


to hasta ahora, basta para describirle —en términos muy
generales— el triste panorama sobre la salud, y, para col-
mo, la situación no se limita al ámbito personal, sino que
como un país no es más que una gran suma de indi-
vidualidades, el daño se extenderá al terreno social y
económico.

En una ocasión alguien dijo: “Lo que es bueno para la


abeja, es bueno para la colmena”, y al contrario, si algo
perjudica a las personas en lo individual, créanos que
todos pagaremos por ello. Siendo así que en cualquier
lugar del mundo, si la salud de un creciente número de
personas se deteriora, esa nación completa sufrirá el
impacto.

En este momento, cada país que ha venido sufriendo


esta transformación alimentaria ha tenido que ir emplean-
do una pavorosa cantidad de recursos, para ir auxiliando
a un creciente sector de su población que ha sufrido los

ceres. Sugar blues (La nostalgia del azúcar) William Dufty, Warner Books. The
insulin-like growth factor axis: A potential link between glycemic index and cancer.
(El eje del factor de desarrollo semejante a la insulina: Un enlace potencial entre el
índice glicémico y cáncer) Am J Clin Nutr 2005;82:277-8. International variations
in the outcome of zchizophrenia and the prevalence of depresion in relation to national
dietary practices: An ecological analisis. (Variaciones internacionales en el pronós-
tico de la esquizofrenia y la prevalencia de depresiones, en relación con las prácticas
nacionales nutricionales: Un análisis ecológico) Br J Psychiatry 2004 may;184:381-
8. Sin embargo, para efectos de este texto, nos estamos limitando solamente a
los problemas de salud que hemos podido identificar de forma fehaciente, y
que, en nuestra opinión, ya cuentan a la fecha con el debido sustento de la
investigación médica.

69
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

problemas citados,23 lo que se ha convertido en un feno-


menal obstáculo para el desarrollo y el bienestar social,
ya que ha frenado las actividades educativas, de investi-
gación, vivienda, abastecimiento de agua y una amplísi-
ma gama de satisfactores sociales.
No sé por qué intuimos que Usted, nuestro abnegado
empresario, ante ese abrumador perjuicio social, tal vez
ha pensado en olvidarse del negocio de la comer-
cialización de productos adicionados de azúcares refina-
dos, pero tomando en cuenta su disponibilidad y metas
financieras, consideramos que no tenemos opciones
mejores. Juzgue por Usted mismo:
La primera solución, quizá la más honesta, sería no lle-
var a cabo este negocio, y de plano solicitar al público
que tomando en cuenta su franqueza, y prometiendo no
inundarlos con su mercancía, fueran tan gentiles de en-
viarle a su oficina un cheque anual para llevar a cabo los
proyectos de fortalecimiento de sus finanzas personales.
Esta primera opción tendría el gran inconveniente de que
lo van a tachar de loco, ya que estimamos que nuestros
egoístas conciudadanos preferirán gastar su dinero en
sus necesidades personales de educación, ropa, automó-
viles, vivienda, viajes y multitud de cosas más, y tal vez
ni siquiera reciba un solo cheque. Así que de plano nos
olvidamos de este camino.

23
En Estados Unidos, América Latina y Europa, cada año se debe erogar una
astronómica cantidad de millones de dólares para aminorar los efectos de las
dulces tentaciones, los cuales no toman en cuenta el lamentable costo humano.
Es muy importante mencionar que, de continuar la tendencia actual, en pocos
años, el costo ya no se medirá en billones de dólares anuales, sino en trillones.
Arredondo A. Zúñiga A. Economic consequences of epidemiological change in dia-
betes in middle-income countries: The Mexican case (Consecuencias económicas
del cambio epidemiológico en países de ingreso medio: El caso de México) 2004:
enero 27(1):104-9. Hogan P. y cols. Economic costo of diabetes in the US in 2002
(Costo económico de la diabetes en los Estados Unidos en el año 2002) Diabe-
tes care 2003;mar 26(3):917-32. Jonsson B. y cols. Revealing the cost of type 2
diabetes in Europe (Revelando el costo de la diabetes tipo 2 en Europa)
Diabetología 2002; jul. 45(7):S5-12

70
TENTACIONES QUE MATAN

La segunda alternativa sería que se dedicara a la produc-


ción y comercialización de productos naturales, pero tam-
poco nos atrevemos a recomendársela, ya que, créanos,
que aquí el margen de utilidad sería muy reducido y su
labor sería muchísimo más complicada.

Tendría que enfrentarse a unos problemas que en este


momento ni se imagina, y su ambicionada meta de ha-
cerse inmensamente rico de forma fácil no estaría a la
vuelta de la esquina.

Una alternativa que ni le hemos mencionado sería


incursionar en una amplísima gama de actividades más
sofisticadas y de mayor tecnología. Si dentro de la
normatividad vigente se aventura en este campo, podría
cumplir con su objetivo primario, que es obtener una
utilidad, y, con ello, sin darse cuenta, realizaría otro ob-
jetivo secundario e invisible, que es producir bienes y
servicios útiles a la colectividad.24
Sin embargo, en esta alternativa, también su margen de
utilidad sería más reducido y, además, debería invertir
mucho en investigación, capacitación e infraestructura
diversa, y como percibimos que a Usted le interesa más
bien lo fácil y de rápido desplazamiento, sentimos que
esto no va para Usted.
Por todo ello, no nos queda otra alternativa que la misma
que le recomendamos desde el principio: Haga uso de la
trampita sugerida, endulce sus productos con azúcares
refinados para hacerlos atractivos al paladar, y haga
como que no sabe de los inconvenientes que ello conlleva.
Ciertamente se van a perjudicar mucho, pero ya los cuida-
rán sus familiares, el Estado u otras instituciones.

24
Este mecanismo constituye uno de los principios básicos del sistema de libre
empresa, el cual ha operado a todo lo largo de la historia del hombre “social”,
aunque condicionándose a variantes, y debiendo ajustarse a la normatividad vigente.

71
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Las razones por las cuales le pedimos que siga por este
camino son obvias. Si analiza el valor de los componentes
de una botella de agua endulzada y adicionada de
saborizantes diversos, o de una bolsita de donas o golosi-
nas, apreciará que su costo directo, respecto al precio de
venta al público, representa un porcentaje insignificante.
Sin necesidad de ser un genio financiero, se dará cuenta
que aún añadiendo todo lo que tendrá que erogar en mer-
cadotecnia, distribución y otros, la diferencia es abismal.

Y en cuanto a la diversidad de artículos que podría ela-


borar, créanos que sólo la imaginación es el límite, pue-
de hacer desde refrescos embotellados, panqués, mer-
meladas, jarabes, buñuelos, galletas, chocolates, 25 y
cuanta cháchara se le ocurra, la clave está, como le de-
cíamos desde el principio, en que sus productos queden
sabrosos, y en el momento que sus clientes se decidan
por ellos, puede estar seguro que va por el camino co-
rrecto hacia su objetivo monetario.

Sin embargo, como cada día surgen más investigadores


entrometidos que alertan sobre este tipo de comida, y
esta tendencia puede crecer y dar al traste con su pro-
yecto, no se nos desanime, es perfectamente posible que
llegue a su meta, aunque eso sí, es indispensable que
atienda cuidadosamente las 3 lecciones que siguen.

25
El término Chocolate proviene de la palabra náhuatl (Del México Precolom-
bino) Chocolatl que significa Bebida amarga, aquí deducimos dos cosas, prime-
ro, que Moctezuma, el antiguo rey azteca, nunca leyó nuestro manual, (Lo
perdonaremos, él era de 5 siglos atrás) y segundo, que si fuera Usted tan tonto
para apegarse a su verdadero origen, no venderá gran cosa con sabor amargo,
por tanto, debe transformarlo también en otra dulce tentación más, para que el
público lo consuma sin miramientos, y su caja registradora no deje de funcio-
nar.

72
TENTACIONES QUE MATAN

LECCIÓN IV
MERCADOTECNIA

Como ya se habrá dado cuenta, si hace un análisis ho-


nesto de lo expuesto en las anteriores lecciones, saltará a
la vista la total inconveniencia para la salud humana, del
consumo reiterado de la mercancía artificialmente en-
dulzada con azúcares refinados. Por tanto, cualquiera
notaría que su posición “empresarial”, no sólo sería muy
frágil, sino hasta contraria al interés del público, pero
que no cunda el pánico, no todo está perdido, para eso
cuenta con nuestra asesoría.

Mire Usted, en el tiempo en que nos ha tocado vivir, si


bien es cierto que tenemos algunos inconvenientes,
también es justo reconocer que contamos con muchas y
muy importantes ventajas, una de ellas es que podemos
hacer uso intensivo de los medios masivos de comunica-
ción. Si a ello le sumamos un hábil manejo en las artes
de la mercadotecnia, créanos que a Usted lo dejaremos
más blanco que a una oveja —no de las negras— recién
salida de la tintorería, y a sus productos los haremos pa-
recer como unas auténticas maravillas envueltas en pa-
pel celofán, ya lo verá.

ENFOQUE APROPIADO

Recuerde una de las frases atribuidas a Joseph Goebbels1 ,


que decía así: “Repita una mentira mil veces, y acabarán

1
Joseph Paul Goebbels, (1897-1945) Ministro de Propaganda de la Alemania Nazi
desde el año 1933. Uno de los artífices de la fabricación de una serie de mitos
sociales que sirvieron de base para la demencial política bélica y racial de esos
años.

73
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

por creerla”. Todo parece indicar, estimado discípulo, que


este caballero no solamente albergaba en su traviesa e
inquieta mente este tipo de ideas, sino que pudo aplicar-
las a plenitud, lo que, al parecer, fue determinante para
llevar a cabo los propósitos de su grupo.

Así que si la propaganda tiene tal efecto, al grado de


haber podido conseguir que se tomaran como ciertos por
la mayoría de su público, una serie de auténticos dispa-
rates, ¿qué no podríamos hacer con Usted? Por tanto,
esté muy atento a lo que le vamos a exponer.

Tome nota que si bien en las pasadas lecciones nos movi-


mos en el duro terreno de las realidades, ahora nos tras-
ladaremos a la frágil esfera de las apariencias. Lo impor-
tante aquí en este campo ya no será lo que suceda, sino
cómo el consumidor lo percibe. Y ahí es donde intervie-
ne nuestra astucia.

La primer recomendación que le hacemos es que se aseso-


re por el mejor equipo publicitario disponible del merca-
do, para que pueda fabricarse una imagen apropiada, que
nadie piense en Usted como una especie de egoísta perso-
naje que antepone el lucro personal a cualquier otra cosa,
aun a sabiendas del eventual daño a sus congéneres.

Le aseguramos que, a base de atinados mensajes, puede


forjarse más bien la imagen de un esforzado empresario,
que se limita a poner a la venta ciertos productos que
vendrán a solucionar una necesidad social.

Y, para prevenir cualquier responsabilidad futura, solici-


te a sus asesores legales y de imagen, que den a enten-
der, de manera subliminal, que Usted no los está obli-
gando a comprar, sino sólo los pone inocentemente a su
disposición, de tal modo que sus clientes, haciendo uso
de su libre albedrío, son los que están decidiendo adqui-

74
TENTACIONES QUE MATAN

rir sus productos. Aunque Usted y nosotros ya sabemos


que, con un apropiado manejo de los medios, acudirán
en grandes cantidades a consumir su mercancía.

No crea que todos los artículos gozan de esta libertad


mercadológica, juzgue por Usted mismo: Los fabrican-
tes de armas jurarán que no son ellos los que jalan los
gatillos, ellos tan sólo se limitan a poner las armas a la
disposición del público, y son los malévolos consumido-
res, quienes, haciendo uso de su capacidad de juicio, de-
ciden primero adquirirlas, y luego usarlas. Siendo así que
los fabricantes, —vea Usted— de ninguna manera acep-
tan incurrir en responsabilidad alguna en la criminali-
dad existente.

Pero hay una extraordinaria ventaja que Usted, nuestro


dulce empresario, tiene sobre ellos: En su caso, puede
usar libremente la mercadotecnia a través de los medios
masivos de comunicación, lo cual constituye una abis-
mal y decisiva diferencia.

En el caso de las armas, de ninguna manera se vería bien,


—ya nomás eso nos faltaba— anunciar en la televisión,
revistas o radio, que sería bueno entrar a una escuela y
matar a sus compañeritos de clase, ni tampoco asesinar
a su vecino si su mascota ensucia su jardín, o agredir a
algún conductor del vehículo vecino que incurriese en
alguna imprudencia de tránsito. Note que ni siquiera
puede anunciarse un arma ante el público.

Si ellos pudieran hacer uso de la mercadotecnia de for-


ma abierta, ya podemos imaginarnos la clase de socie-
dad que tendríamos. Sin embargo, —atención— lo que
ellos no pueden hacer por razones obvias, Usted sí lo
puede hacer, y créanos, aquí empieza la fiesta. Mientras
no se legisle acerca del hecho de que un producto de apa-
riencia bonachona puede estar dañando la salud de la

75
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

población, hay que aprovecharlo al máximo, y sacarle


raja a niveles extremos.

Es totalmente cierto que no obligará a nadie a consumir


su mercancía, pero, a través del adecuado empleo de la
mercadotecnia, incentivará la venta a tal grado, que ni
siquiera requerirá forzar a nadie, la publicidad hará el
trabajo. Ellos solitos escogerán situarse en los niveles de
consumo deseados para el progreso de su negocio.

Ni siquiera se preocupe por el daño que eventualmente


se haga a la salud humana, le parecerá increíble pero,
cuando algo se maneja convenientemente, siempre se
encontrará —al menos de forma aparente— la forma de
plantearlo como algo inofensivo o justificable.

Paralelamente, notará que hay un impulso humano muy


común: Si alguien sabe que realiza algo inapropiado, su
mente, en forma natural y automática, le proveerá, en
una especie de autojustificación, —tanto para sí mismo
como para los demás— una amplia gama de pretextos
que lo absuelvan de todo tipo de culpa.2

Para ejemplificar esto, en una ocasión, uno de los auto-


res de este manual, tuvo oportunidad de conversar con
un personaje dedicado a una labor muy dañina: La tala
inmisericorde de bosques. Mientras lo escuchaba con
atención, aún a sabiendas de que su interlocutor conver-
tía hermosas superficies boscosas en áridos parajes, se
preguntaba a sí mismo: ¿Cómo pretenderá justificar esta
persona el gravísimo daño ecológico que realiza? ¿Se atre-
verá siquiera a hacerlo?

2
A este curioso mecanismo psicológico se le denomina racionalización. Quien
lo emplea pretende liberarse de toda clase de señalamiento en su contra.

76
TENTACIONES QUE MATAN

Se sorprenderá como, en unos pocos minutos más, —


como adivinando— este supuesto “empresario de la ma-
dera”, con la mayor tranquilidad, expuso una especie de
justificación a su labor: “Lo único que hago es permitir que
los nuevos retoños y árboles pequeños puedan ser sembrados
y crecer ahí en un futuro, sin tener otros árboles que le estor-
ben.” No podía creer que alguien tuviera el cinismo de
emplear un argumento así para tratar de minimizar se-
mejante daño ecológico.

Le expongo otro enfoque parecido, mismo que aunque


al ciudadano común le provocaría risa o indignación, a
algunos que no hicieran un análisis completo, podrían
caer en la trampa. Vea este caso por demás extremo: Un
personaje dedicado a la producción y comercialización
de drogas, si llegáramos a hablar con él, le podemos apos-
tar que trataría de hacernos creer, que simplemente está
produciendo y distribuyendo lo que muchos ciudadanos de-
mandan. Y que él, por supuesto, no incurre en ninguna
acción incorrecta.

Si estos argumentos se emplean en esos casos extremos,


Usted, que sólo trata de “hacerles la vida más dulce” a sus
semejantes, quedará más libre de culpa que una inocente
paloma. Por tanto, trate de encontrar, —apoyado por sus
expertos— un cierto ángulo bajo el cual se pueda aparen-
tar, al menos mientras no se investigue lo suficiente, que
está llevando a cabo una labor perfectamente ética e in-
ofensiva, y por qué no, hasta de cierto contenido social.

Una vez ya introducido en este singular mundo de la


mercadotecnia, deje caer, a través de terceras personas,
ciertas notas “de investigación” que hagan ver lo inofen-
sivo, o hasta lo “conveniente” de sus productos.

Le exponemos lo que queremos decirle a través de otro


ejemplo. En una ocasión, un consumidor se encontraba

77
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

feliz degustando varias copas de vino, y confiadamente


decía a todos sus amigos: “Es que contiene bioflavonoides,
lo vi en la televisión”.

Seguramente un poco de vino no le hará daño a nadie,


pero lo que queremos enfatizarle es cómo esa nota “de
investigación”, que obviamente fue filtrada en los me-
dios para incentivar su consumo, presentaba solamente
una faceta del asunto, ya que no mencionaba para nada
que la principal causa de accidentes de tránsito y hechos
violentos es a consecuencia del exceso de alcohol, tam-
bién se les olvidó decir que unas pocas uvas también
contienen bioflavonoides3 y, por supuesto, nutrientes di-
versos que no contiene una copa de vino.4

Siendo así que a manera de sugerencia, podría Usted


también argumentar, —sea en forma directa o subli-
minal— que, a través de sus productos, no solamente se
“deleitará el paladar”, sino que se obtendrá “energía rá-
pida”, ¿no es así?

3
La uva roja y el vino rojo derivado reducen el riesgo cardiovascular, proba-
blemente mediante la corrección de la disfunción endotelial a través de los
flavonoides. En un estudio se confirmó cómo opera este fenómeno en cantida-
des equivalentes. La uva roja, sin los efectos secundarios del alcohol del vino
rojo, además corrige las moléculas de adhesión que favorecen la arteriosclerosis.
Coimbra SR y cols. The action of red wine and purple grape juice on vascular
reactivity (Influencia del vino rojo y la uva roja sobre la reactividad vascular) Braz
J Med Biol Res. 2005 sep; 38(9):1339-47
La disfunción endotelial puede ser precedida por “estrés oxidativo”, los
flavonoides: quercetina y rutina tienen una fuerte actividad antioxidante,
Zielinska-Przjemska M y cols. Oxidative metabolism of neutrophils in obese patients
(Metabolismo oxidativo de los neutrófilos en pacientes obesos) Pool Arch Med Wewn
2005 mar; 113(3):231-40.
4
El consumo excesivo de alcohol interfiere en la formación de tejido óseo y los
azúcares refinados, a su vez, contribuyen a la desmineralización de los huesos,
o sea, aceleran el proceso de la osteoporosis. Tratamiento de fracturas y luxaciones.
John F. Connally. Editorial Panamericana, Págs. 19 y 42. The Sugar Blues (La
nostalgia del azúcar) Dr. William Dufty WARNER BOOKS (USA) Pág. 137.

78
TENTACIONES QUE MATAN

Y en cuanto a las desventajas, simplemente no diga nada.


No les vaya a decir que la energía que ofrece, si bien arderá
en el organismo como un cerillo, como citamos en el ejem-
plo de la chimenea de una de las lecciones anteriores, con
la misma rapidez se esfumará en pocas horas, haciendo
crecer la necesidad de ingerir más alimentos endulzados.
Pero le insistimos, esto ni lo mencione.

Y existe una amplia gama de cosas que no necesitará


recomendar a sus publicistas, ellos quizá lo sepan mejor
que Usted, por decir, cuando se muestre a alguien en la
televisión degustando una de sus dulces tentaciones, es
casi seguro que no mostrarán al público la imagen de un
señor gordo y desaliñado, totalmente atrapado en su
truquito del anormal consumo de azúcares refinados a
través de los sabores dulzones,5 sino más bien, solicita-
rán la ayuda de una bella y esbelta dama que, sonriente,
parecerá estar en la culminación misma de la felicidad
humana, al tiempo que se deleita con su mercancía.

AFINE PUNTERÍA

Así como un arquero, antes de lanzar su flecha, primero


ubica bien su objetivo, así Usted debe concentrarse en
aquellos grupos sociales a quienes estime que conviene
“favorecer” con sus productos, para que de acuerdo a ello,
se escoja el tipo de mensajes, la envoltura, los programas
más escuchados por ese segmento poblacional, se definan
los saborizantes y colores apropiados y otras cosas más.

5
Los cuales coadyuvan a la etiología de un conjunto de problemas crónico-
degenerativas, englobados en el síndrome metabólico, las que se manifiestan
clínicamente primero en Obesidad, (Se estima que hay esta condición, cuando
el abdomen mide más de 94 cm en el hombre, y 85 cm en la mujer) y al menos
2 de las siguientes: Triglicéridos altos (mayor de 150 Mg./Dl.); colesterol de
alta densidad reducido (menor de 40 para el hombre, y de 50 para la mujer);
hipertensión arterial (mayor de 130/85 mmHg); hiperlipidemia (colesterol alto);
y glucosa de más de 110 mg/l en ayunas.

79
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Ahora bien, si tomamos en cuenta que el sentido del


gusto se conforma en los primeros años de vida, conside-
ramos que, —sin minimizar los otros grupos sociales—
debe enfocarse con especial fervor en las campañas pu-
blicitarias hacia el segmento de la niñez, ya que así, —inde-
pendientemente de su potencial económico inmediato—
quedará impreso en el niño o niña, prácticamente para
el resto de su vida, una muy útil —para Usted— inclina-
ción hacia los sabores dulces.

El sector de la infancia que quede atrapado así, por más


que algún investigador entrometido —de esos que nunca
faltan— viniera el día de mañana, pretendiendo arreba-
tarle a su clientela advirtiendo sobre sus riesgos, no con-
seguirá mayor cosa.

Verá cómo, aunque se llegue a demostrar con infinidad


de datos, lo catastrófico para la salud humana de una
artificial modificación del índice glucémico de los ali-
mentos, perderá su tiempo.

En una ocasión, a manera de prueba, a una pequeñita de


apenas 9 años, alguien le ofreció un excelente platillo
tradicional de uno de los estados o provincias de Méxi-
co, y como éste no había sido adicionado de azúcar, la
niña comentó que “es insípido y no sabe a nada”. Este
ejemplo, le podemos asegurar, se repetirá por millones,
y pone de relieve la importancia de dejar plasmada para
siempre en los pequeñitos, una inclinación hacia los pla-
tillos artificialmente endulzados. Además, —al menos
por el momento— nadie le culpará por ello.

Es tal la adicción que se llega a crear, que cuando llegue


el momento de que, —probablemente ya en la edad adul-
ta— una persona padezca de uno o varios de los padeci-
mientos descritos en la lección anterior, por más que un
especialista le diga, o lo lea el propio interesado en me-

80
TENTACIONES QUE MATAN

dios autorizados, e incluso nos vamos al extremo, sin


importar tampoco que su médico se lo prohíba, en mu-
chísimos casos, esa persona podría continuar consumien-
do su mercancía. ¿Maravilloso, no?

Confidencialmente le decimos, al llegar a la edad adulta,


que si un gran porcentaje de estos ahora pequeñitos,
—uno de sus objetivos mercadológicos inmediatos— pa-
deciera de desajustes metabólicos, para después caer de
lleno en los padecimientos ya citados,6 deslíndese de toda
responsabilidad, e insinúe que eso ya será cuestión de
ellos y de la atención que reciban de terceras personas, o
del mismo Estado, Usted solamente limítese a su objeti-
vo monetario. No se nos distraiga con tonterías
moralistas.

Como verá, ello convierte en una necesidad para Usted


el concentrarse precisamente en los programas de televi-
sión, radio e impresos diversos que estén orientados a la
niñez, y le podemos asegurar que durante el resto de sus
vidas,7 ellos formarán parte de su gentil clientela, o si no
de la suya específicamente, al menos de otros dulces y
esforzados empresarios como Usted, pero no se me vaya
a poner envidioso, ya que también parte de la publici-
dad generada por sus competidores beneficiará también
a su mercancía.

Ahora, como este segmento de mercado merece una aten-


ción muy especial, recuerde que los niños son especial-
mente susceptibles a los colores vivos, muñequitos y

6
Como las enfermedades cardiovasculares, las cuales son uno de los focos de
atención de los investigadores, ya que son una de las principales causas de
muerte y probablemente el origen de otros males, tales como las enfermeda-
des crónico-degenerativas. La alimentación inadecuada es considerada como
el primer factor de riesgo.
7
O al menos mientras resultan víctimas de los padecimientos relacionados, ya
que en ese momento, su médico se los prohibirá.

81
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

mejor aún, si sus productos incluyen algún tipo de rega-


los. Por ejemplo, si va a fabricar pequeños dulcecitos
de chocolate, recomiende que éstos vayan recubiertos de
vistosos colores, para que, de forma inconsciente, se vean
atraídos por ellos.

COSTO MERCADOTECNIA

Es muy probable que una vez que ha llegado a este pun-


to, se encuentre un poco preocupado en cuanto al enor-
me costo que implica una campaña de esta naturaleza.

Antes de entrar en materia, le pedimos que se provea de


un lápiz debidamente afilado. Es cierto que implementar
una campaña para inducir de forma masiva a la población
a que consuman su mercancía representará una gran ero-
gación, pero nosotros, como sus asesores, le diremos el lado
positivo del asunto: Sus consumidores serán quienes en
realidad pagarán por ella. Le explicaremos el porqué.

En páginas anteriores, recordará cómo le habíamos ex-


puesto que con relación a cada producto puesto a la ven-
ta al público, su costo real directo, salvo algunas excep-
ciones, representa un porcentaje increíblemente pequeño,
¿no es así?

Dentro de sus componentes más importantes, podrían


estar los azúcares refinados, harinas, saborizantes, con-
servadores, agua y otros elementos menores, pero anali-
ce cuidadosamente el porcentaje que representa ese cos-
to directo del precio total de venta al público, y verá que
no es mayor cosa.

¿Dónde se queda la diferencia? El resto será la envoltu-


ra, gastos de administración y venta, transportación, co-
branza, porcentaje al detallista, impuestos, su sagrada

82
TENTACIONES QUE MATAN

utilidad y otros diversos renglones, pero si de verdad


quiere alcanzar el éxito, debe considerar, como uno de
los renglones más importantes, —si no el principal— jus-
tamente a la mercadotecnia y publicidad.

Pero ni se altere, ya que en el momento en que cada uno


de sus productos sea vendido, su gentil clientela, sin dar-
se cuenta, le estará retribuyendo todos los porcentajes
citados, incluyendo lo gastado en publicidad y mercado-
tecnia. ¿Qué le parece? Siendo así que, a fin de cuentas,
el propio consumidor será quien pague por la publicidad
que lo convirtió en su cliente.

Así que no se nos limite, ataque con especial fervor el


renglón de la mercadotecnia y la publicidad, al fin y al
cabo, el consumidor será quien amablemente pague por
ello, pero actuar así, le garantizará que el gran público
no se privará de sus maravillosos productos. No se de-
tenga a pensar en cualquier otra consideración de carác-
ter ético, ya que si no antepone su objetivo financiero a
cualquier otra consideración, no llegará a ningún lado.

Y ni siquiera tendrá que decir mentiras, simplemente,


muestre la faceta del asunto que a Usted le conviene.
Recuerde ese verso popular que dice:

“En este mundo traidor,


Nada es verdad ni es mentira,
Todo depende del color,
Del cristal con que se mira.”

En una ocasión alguien trataba de venderle a un cliente


un terreno que estaba más árido que cualquier desierto,
y como el comprador se quejó de que “no veía nada ver-
de”. El vendedor le contesta de broma: “Colóquese ante-
ojos con cristal verde y su deseo quedará cumplido.”

83
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Del mismo modo en su caso, querido y dulce empresa-


rio, no es que pretendamos que diga mentiras con sus
mensajes publicitarios, simplemente plantéelo de tal for-
ma, a través de un cristal especialmente diseñado por
expertos, para que sus consumidores vean lo que Usted
quiere que vean, y se sientan tan atraídos, que no sólo
no se priven de ellos, sino que ni siquiera se den cuenta
de lo que su producto conlleva. O incluso, si con el tiem-
po lo descubren, seguramente ya habrán sido consumi-
dores suyos por décadas.

Es tan importante la colocación de esos lentes especiales


en el público, que recuerde el triste caso que le citába-
mos al principio de esta lección, ¿por qué cree Usted que
en la segunda guerra mundial, los alemanes siguieron a
Hitler hasta el mismísimo final, a pesar que sabían que
todo estaba completamente perdido, incluyendo la brú-
jula?

Por el manejo que hicieron de los medios, así de simple.


A través de esa manipulación, la mayoría del pueblo no
supo de las atrocidades que se hacían y se mantuvo total
y absolutamente convencida —o cegada, dirían otros—
de la razón que tenía su “líder”, y muchos lo siguieron
hasta la propia muerte.

Así que ahí está su camino. Mientras tanto, olvídese de


las razones médicas de fondo que le hablen del daño a la
salud de la población; en la última lección le mostrare-
mos cómo puede sacudirse ese detallito, para que pueda
continuar sin problema con sus planes, pero antes de
ello, le mostraremos cómo puede lograr algunas econo-
mías adicionales.

84
TENTACIONES QUE MATAN

LECCIÓN V
REDUZCA COSTOS

Ante el título de esta lección, probablemente surgirá en


Usted la siguiente duda: Si es tan reducido el costo direc-
to de los componentes principales de las dulces tenta-
ciones, comparado con el precio de venta al público, ¿cuál
es el caso de estar preocupados por abatirlo aún más?

Tenga confianza en sus asesores y atienda la voz de la


experiencia, sabemos lo que le decimos. Ya verá cómo al
final, una vez que pueda apreciar dichos ahorros refleja-
dos en su bolsillo, nos dará la razón.

No debe perder de vista que, por los efectos de la merca-


dotecnia y demás variables que le hemos sugerido, la
mayoría de los ciudadanos de su país, seguramente po-
drán “deleitarse” con sus productos, y unos simples
centavitos de ahorro en cada uno de los insumos utiliza-
dos, ya en conjunto, no tiene idea de la astronómica suma
que representará para Usted.

A manera de ejemplo, nos gustaría citarle tan sólo dos


casos donde puede obtener importantes ahorros, mismos
que, como le reiteramos, una vez sumados, se traducirán
en formidables beneficios financieros. Escogemos esos 2
productos, ya que ellos pueden convertirse en los com-
ponentes principales de muchos de sus productos: Hari-
na refinada y fructosa.

HARINA REFINADA

Tal vez Usted sepa que antes del siglo XX, para moler el
trigo y otros cereales específicos, los molineros emplea-

85
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

ban piedras grandes1 especialmente talladas para tal efec-


to. Ello permitía que —en su inmensa mayoría— los pa-
nes llevaran implícitos la cascarilla y el germen, que de
una manera integral vienen incluidos en cada cereal.

Seguramente recuerda también que al principio de este


manual, le decíamos que si quería competir con los pro-
ductos elaborados por la naturaleza, estaba inmerso en
una batalla perdida. Lamentamos decirle que no era bro-
ma, los productos naturales contienen elementos que
incluso al momento de escribir estas líneas, aún no se
conocen a cabalidad.

Observe, por ejemplo, cada granito de trigo; posee infi-


nidad de nutrientes tanto en su cáscara como en el ger-
men, y, sorpréndase, entre otras muchas cosas, contiene
hasta la propia celulosa que resultará indispensable para
el tránsito adecuado del alimento a través de su intesti-
no. ¿Que le parece?

Sin embargo, observe Usted lo que sucedió: A partir del


siglo XX el molinero, o más bien dicho, el fabricante de
molinos que le provee la maquinaria a él, por razones de
índole mecánica y de práctica comercial, “decidió” em-
plear ruedas de acero inoxidable —en lugar de las tradi-
cionales piedras— para “facilitar” el proceso de molien-
da y su comercialización.

Este “innovador” proceso hizo posible realizar una com-


pleta separación entre harina, salvado y germen, lo cual
permitió por un lado, abatir un poco más los costos de
molienda y, por otro, comercializar una harina tan fina

1
En algunos sitios como en México, la molienda de cereales como el maíz, se
hacía mediante instrumentos artesanales como el metate, el cual era un arte-
facto pulido de piedra. Este proceso permitía (aún se usa en ciertas zonas de
México y Centroamérica) la utilización del grano completo.

86
TENTACIONES QUE MATAN

que podría provocarle envidia al más experimentado fa-


bricante de talcos.

Si bien esta modificación en el proceso de molienda les


pareció un gran avance a algunos y lo hizo más rentable,
generó una larga serie de repercusiones en la salud hu-
mana, las cuales van desde irregularidades en el proceso
de absorción de los almidones (polisacáridos), hasta una
larga serie de trastornos digestivos que se manifestarán
en gastritis, estreñimiento, apendicitis, hemorroides,
menor eliminación de colesterol y otros inconvenientes.

¿Cuál debe ser su posición al respecto? Ya que Usted,


nuestro esforzado y dulce aprendiz, está enfocado hacia
la maximización de las ganancias, como es un poco más
barata y fácil de usar en sus procesos la harina refinada,
haga como que no sabe de sus inconvenientes y utilícela
lo más que pueda, recuerde que su empresa no es una
institución de beneficencia. Su “estado de pérdidas y ga-
nancias” anual se lo agradecerá, y deje que los ciudada-
nos se cuiden ellos mismos, eso los hará volverse más
listos.

Ahora bien, si se empieza a hacer mucho ruido con esto,


sólo añádale salvado a la masa, y declare que está usan-
do “harina integral”, le aseguramos que pocos se darán
cuenta de que en realidad se trata de la misma harina
refinada, aunque adicionada con un poco de salvado.

Con la súplica de que no se la vaya a enseñar a nadie, le


mostraremos la gráfica 5, donde se indica la cantidad de
nutrientes que se pierden al procesar la harina. Si bien
lo lógico sería que, a manera de justificación, Usted mos-
trase al público las ganancias extras que obtiene al utili-
zar esa harina tipo talco, quizá nuestros egoístas conciu-
dadanos no comprendan su personal debilidad hacia esos
profanos aspectos monetarios, y lo casi seguro, lo culpa-

87
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

88
TENTACIONES QUE MATAN

rán. Por tanto, consideramos que lo mejor es guardar un


prudente silencio, haga como que no sabe nada y trate
de desviar la atención hacia otra cosa. ¿No le parece?

Si algún soñador decide tratar de mejorar la salud de la


población y se le ocurre hacer los mismos productos que
Usted elabora con harina refinada, pero utilizando hari-
na verdaderamente integral, le aseguramos que él ten-
drá costos un poco más elevados. Así que mientras la
presión ciudadana no lo obligue, use la harina más bara-
ta, o sea, la refinada.

FRUCTOSA
Para que pueda compensar el costo pagado por el pre-
sente manual, queremos recomendarle otro fenomenal
producto que se ha utilizado cada vez más en las últimas
décadas, el cual es conocido comercialmente como
fructosa.2

Como Usted y otros abnegados empresarios de la indus-


tria alimenticia y de bebidas han conseguido aficionar a
su público a los sabores dulzones, le explicaremos el por-
qué de su creciente uso.

Antes de pasar a los inconvenientillos que tiene sobre la


salud humana, y con el propósito de que tenga un pano-
rama lo más completo posible, le hablaremos primero
sobre las “ventajas” que dicho producto tiene.

2
La fructosa, también conocida como levulosa o azúcar de la fruta, es un
monosacárido (C6 H12 O6) que se encuentra en las frutas dulces y la miel. En
últimas fechas se ha estado utilizando el “Jarabe de maíz de alta fructosa”, el
cual se extrae del maíz amarillo.

89
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

El elemento “de más peso” para Usted es que es un insumo


más barato, lo que incrementará notablemente sus ganan-
cias y, por si fuera poco, tiene alrededor de 1.7 más poder
endulzante que la sacarosa (azúcar común), y ello le per-
mitirá algo que quizá no vislumbraba: Empleará menos
fructosa para “endulzar” a un mismo nivel, y el ahorro
obtenido se deslizará directamente hacia su bolsillo.

Si en algún momento se cuestiona sobre el por qué es


más barata la fructosa, le diremos que la razón es muy
sencilla: Si de cada tonelada de caña de azúcar se pue-
den obtener, aún con los rendimientos más altos, cerca
del 12 por ciento de sacarosa3 (la caña contiene alrede-
dor del 13 por ciento de ella); en contraste, de cada tone-
lada de maíz amarillo, se puede extraer como el 60.7 por
ciento de fructosa.4

Así que ni le busque, desde el momento en que este


insumo representa un menor costo, no requerirá ser un
genio para darse cuenta que cada vez que pueda, habrá
que emplear fructosa en vez de sacarosa.

Tal vez no nos crea, pero las ventajas no se detienen ahí,


una de ellas es de tipo sicológico. Mire Usted, al menos

3
Tomado de la Tesis para obtener el título de Maestro en Políticas Públicas
del Licenciado Gonzalo Suárez Prado: Análisis de la Eficiencia Institucional en la
agroindustria azucarera en México, Instituto Tecnológico Autónomo de México,
Febrero de 1999.
4
Op. Cit. Idem. Adicionalmente, el maíz amarillo puede generar varios
subproductos como el aceite, salvado y gluten. Sólo se desperdicia alrededor
del 10.6 por ciento; en cambio, de cada tonelada de caña resulta como “no
aprovechable” cerca del 85 por ciento, todo ello hace que en el mercado, el
precio de la “fructosa”, sea sustancialmente menor al de la “sacarosa”. Por si
fuera poco, la producción de maíz por hectárea en los Estados Unidos, —gran
productor de fructosa— es notablemente superior a la de la mayoría de países
competidores, y esa mayor productividad agrícola logra abatir el costo por
tonelada de maíz, (Al dividir un mayor número de toneladas por hectárea
entre el costo de producción por hectárea repercute en un menor costo uni-
tario) lo que, a su vez, incide también en un menor costo en la fructosa.

90
TENTACIONES QUE MATAN

en apariencia, la simple utilización del término “fructosa”


le parecerá al consumidor algo “menos dañino” que el
azúcar común (sacarosa, dextrosa u otros), ya que da la
impresión de ser un inofensivo producto extraído de la
fruta, cuando en realidad, la inmensa mayoría que se
utiliza actualmente procede más bien del maíz amarillo,
alimento que en otros países se le proporciona al gana-
do, para que gane más peso en un periodo más corto.

Y tratando de ver todas las supuestas “ventajas” de este


producto, le añadiremos otras: Se puede combinar con
otros endulzantes para aprovechar su menor costo, ade-
más, la sensación de “dulce” se percibe más fácilmente
que la ocasionada por el azúcar o la glucosa, y puede
magnificar los saborizantes añadidos al alimento o bebi-
da en cuestión.5

Nuestra asesoría no estaría completa si, al mismo tiem-


po que le exponemos las ventajas de índole comercial y
monetario, no le hablásemos de sus inconvenientes ha-
cia la salud.

No pretendemos desanimarlo en cuanto a la utilización


de la fructosa, sabemos de su personal debilidad hacia el
mayor número de dígitos de sus estados financieros, pero

5
Otras ventajas de índole comercial de la fructosa son: 1.- Lo pequeño de la
molécula de la fructosa, comparado con la glucosa y otros endulzantes, permi-
te al industrial obtener mayor estabilidad microbiana en su producto, sin sa-
crificar la humedad necesaria para mantener la textura adecuada; 2.- Es alta-
mente soluble en agua, lo que favorece la humedad del producto, ya que es
higroscópica, es decir absorbe agua del ambiente, lo cual tiene una ventaja
relativa contra la sacarosa, ya que se inhibe su cristalización y prolonga la
“vida útil” del producto, si se prolonga su venta o consumo. 3.- Reduce el
punto de congelación. 4.- Favorece la coloración café oscura del pan y su con-
sistencia, y mantiene el color rojo brillante del catsup y las fresas en conserva.
5.- Favorece la viscosidad de los alimentos, al gelatinizar el almidón, y 6.-
Ocupa menos espacio que la sacarosa y tiene mayor resistencia a la contami-
nación por hongos. Am. J. Clin. Nutr. 1993;58 (suppl):724-32S.

91
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

comprenda que, al menos de forma confidencial, debe


conocer también sobre los eventuales riesgos a la salud,
no sea que el día de mañana reciba una demanda legal, y
entonces sí ponga hasta en riesgo lo que más le importa:
Su dinero. Pasemos pues a analizar los riesgos de este
endulzante.

Adicionalmente a los inconvenientes que poseen los azú-


cares refinados, los cuales han sido descritos en las leccio-
nes 2 y 3, una de las primeras observaciones de los inves-
tigadores fue que la fructosa genera una respuesta orgánica
diferente, con una menor respuesta insulínica de quien la
consume, y ello no crea que es algo que beneficie al consu-
midor sino al contrario, ya que se ha podido comprobar
que esa menor respuesta de la hormona insulínica,6 pue-
de favorecer la formación de triglicéridos y alterar el ma-
nejo de grasas del propio organismo.7

6
La falta de estimulación en la producción de insulina por parte de la fructosa,
probablemente se deba a la baja concentración de la transportadora de la
fructosa GLUT5 en las células beta. La insulina regula la grasa corporal a
través del sistema nervioso central mediante la inhibición de la ingesta de
alimentos y la homeostasis energética, pero la reducción de insulina en el
sistema nervioso central da como resultado hiperfagia (comer en forma
excesiva) y ganancia de peso. El incremento de ácidos grasos no esterificados
en el hígado aumenta la producción de lípidos de muy baja densidad.
Actualmente se estima que una persona en los países “desarrollados” consume
alrededor de 90 o 100 gramos diarios de fructosa, (cuando por milenios consu-
mió de 16 a 20 gramos procedentes de las frutas). Y la exposición hepática a
semejante cifra estimula la formación de grasas y acumulación de triglicéridos,
lo que a su vez contribuye a la reducción de la sensibilidad hepática a la insulina,
así como intolerancia a la glucosa.
El consumo habitual de fructosa refinada incide en la generación del estrés
oxidativo, produce cambios digestivos, alteración en los niveles plasmáticos
de hormonas en el metabolismo hepático, e induce a la disfunción endotelial
(O sea, daños en las paredes internas del sistema cardiovascular). Heater B. y
col. Fructose, insulin resistance, and metabolic dyslipidemia. (Fructosa, resistencia
a la insulina y desajustes metabólicos en las grasas) Nutr. Metab. 2005 feb 21;2(1):5
7
Schwartz J-M, Neese RA, Schakleton C, Hellertein MK, De novo lipogenesis
during fasting and oral fructose ingestion in lean and obese hyperinsulinemic subjects

92
TENTACIONES QUE MATAN

Al principio, algunos nutriólogos consideraron que la


fructosa refinada era una azúcar menos riesgosa que
la sacarosa, al menos para los diabéticos, ya que no mos-
traba los fuertes efectos inmediatos sobre el azúcar e
insulina sanguínea, sin embargo, justamente por esa par-
ticularidad, puede tener efectos dañinos aún peores so-
bre el metabolismo humano.8

Siendo así que si bien cantidades reducidas de fructosa


en el organismo, como las ingeridas de manera natu-
ral a través de las frutas, tienen una acción benéfica
sobre el organismo,9 sin embargo, una vez que la fruc-

(Lipogénesis adicional durante el ayuno e ingestión oral de fructosa en sujetos


hiperinsulinémicos delgados y obesos) Diabetes 1993;42(suppl):A39 (abstr.).
Schwartz J-M, Neese RA, Turrner SM. Nguyen C, Hellerstein MK. Effect of
fructose ingestion on glucose production and the novo lipogenesis in normal and
hyperinsulinemic obese humans (Efecto del consumo de fructosa sobre la produc-
ción de glucosa y la nueva lipogénesis de novo en personas normales y obesas e
hiperinsulinémicas) Diabetes 1994;43(suppl):52A (abstr.).
8
Alan R. Gaby MD. ADVERSE EFFECTS OF DIETARY FRUCTOSE (Efectos
adversos de la fructosa de la dieta) Alternative Medicine Review 2005;10(4):294-
306.
Este investigador advierte que un excesivo y habitual consumo de fructosa
representa un serio riesgo para la salud, ya que es un reductor potente* que
promueve la formación de productos finales tóxicos de la glucosilación** avan-
zada. Asegura que, además, juegan un papel importante en el proceso de enve-
jecimiento individual, así como en el desarrollo de problemas vasculares,
renales y oculares, así como en el desarrollo de arteriosclerosis, y, por si fuera
poco, influye en un creciente número (prevalencia) de obesos y en daños hepá-
ticos graves.
(*) El “potencial reductor” de este azúcar (fructosa) se refiere a la facilidad con
que cede sus electrones a un agente oxidante.
(**)La glucosilación es la reacción no enzimática en la interacción glucosa-
proteínas.
BIOQUÍMICA MÉDICA. Pacheco Leal. Bioquímica médica 2005, Editorial
Limusa, S.A. de C.V.
9
Seguramente esto se debe a la función catalizadora sobre la toma hepática de
glucosa, como un efecto mediado por la glucocinasa hepática, y también esti-
mula la síntesis hepática de glucógeno, y restaura la habilidad hepática para
producir glucosa a partir de hiperglicemia. Shiota M, Galasseti P, Monoham

93
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

tosa ingerida exceda de cierto límite,10 se convierte en


perjudicial.

En esa investigación, el doctor Alan R. Gaby11 , expone


como es que influye en el proceso de envejecimiento12 , a
través de una serie de razonamientos en los cuales alerta a
toda la comunidad médica, sobre los efectos negativos del
habitual consumo de fructosa y, sorpréndase, describe tam-
bién su influencia en los problemas renales, hepáticos,
oculares, acumulación de sorbitol, incremento del estrés
oxidativo, así como su incidencia sobre la obesidad, lo que
a su vez, tiene otros muchos inconvenientes.

Hace ver que si bien los efectos negativos sobre la pobla-


ción mundial no se han manifestado todavía en toda su
intensidad, debido a que su empleo es relativamente re-
ciente, advierte que los resultados de laboratorio, indi-
can que puede tener consecuencias nefastas en la salud
humana en las siguientes décadas.

M, Neal DW, Cherrington AD. Small amounts of fructose markedly augment net
hepatic glucose uptake in the conscious dog (Pequeñas cantidades de fructosa aumen-
tan sustancialmente la glucosa hepática en perros) Diabetes 1998;47:867-73.
10
Cabe mencionar que dicho límite, en los países de consumo habitual de
dulces tentaciones, se encuentra totalmente rebasado, ya que se ha considerado
que antes de la utilización masiva de la fructosa refinada en la alimentación, el
ser humano consumía, de manera natural, de las frutas, de 16 a 20 gramos
diarios, y en la actualidad, está cercana a los 100 gramos diarios, lo que adicio-
nado a los otros azúcares refinados, (sacarosa, dextrosa, maltosa y otros) es con
mucho, considerado como excesivo. Nutr. Metab. 2005 feb 21;2(1):5.
11
Op. Cit. Idem
12
Considera que influye en las enfermedades crónico degenerativas y en el
proceso de envejecimiento, ya que en análisis (in Vitro) de laboratorio, el por-
centaje de glicosilación no enzimática de la hemoglobina, —elementos asocia-
dos al proceso de envejecimiento— fue 7.5 veces más elevada, así como el
porcentaje de proteínas de enlace cruzado, las cuales fueron 10 veces más
grandes con la fructosa que con la glucosa, y, además, genera, por procesos
aún no definidos debidamente, productos finales como la pirrolina. Op. Cit.
Idem.

94
TENTACIONES QUE MATAN

En esta interesante investigación, que ojalá pueda ser co-


nocida por muchas personas de la comunidad médica y
científica, se cita también que el consumo excesivo y re-
gular de fructosa, no solamente influye, como decíamos,
en el natural proceso de envejecimiento, sino también
contribuye a la elevación de los niveles de ácido úrico.

Asegura incluso, que es posible inducir el síndrome


metabólico13 en una persona sana, con el solo hecho de
administrarle una cantidad de fructosa superior al 25 por
ciento de su ingesta diaria de calorías. Además, afirma14
que los consumidores habituales pueden desarrollar dia-
betes, aun cuando la fructosa de principio no indique un
efecto adverso sobre los niveles de glucosa e insulina.

Para reforzar tal aseveración, indica que se realizó un


experimento con ratas sanas, a las cuales se les alimentó
por largo período con una dieta que incluía una cantidad
moderada de fructosa (15 por ciento del peso de su dieta)
lo que les provocó el síndrome de intolerancia a la gluco-
sa, que es una de las etapas previas a la diabetes, y las
que recibieron una dosis más elevada, (72 por ciento de
su alimento) desarrollaron diabetes con todas sus conse-
cuencias negativas.

13
El síndrome metabólico es una condición que se caracteriza por los altos
niveles de azúcar y grasa en la sangre, sobrepeso, presión arterial alta y una
disminución de la HDLC (High density lipid colesterol), —como citamos en
lecciones anteriores— frecuentemente asociado con elevaciones de insulina
sanguínea. Se considera que esta condición se desarrolla cuando los tejidos del
cuerpo cambian de manera tal que requieren cada vez una mayor cantidad de
insulina a fin de obtener los mismos resultados, (resistencia a la insulina) y el
páncreas responde aumentando la secreción de insulina. La revolución de la
glucosa. (Título en Inglés: The G.I. factor, Hodder and Stoughton) Dr. Anthony
Leeds y cols. Editorial Panorama.
14
Alan R. Gaby MD. Adverse effects of dietary fructose (Efectos adversos de la
fructosa de la dieta) Alternative Medicine Review 2005;10(4):294-306

95
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

En su exposición y acerca de la influencia de la fructosa


sobre la ceguera, el Dr. Gaby15 también mostró cómo en
un estudio en ratas “sanas”, tuvo como resultado que
casi todos los animalitos alimentados con el 68 por cien-
to de carbohidratos procedentes de fructosa o sacarosa,
mostraron cambios patológicos en sus retinas, similares
a los de la retinopatía diabética, aún después —atención—
de que sus niveles regresaron a la normalidad. En cam-
bio las ratas que se alimentaron con glucosa,16 permane-
cieron sin cambios.

Así mismo, en un estudio cruzado de 38 diabéticos con


las más altas lecturas de fructosa en sangre, tuvieron un
75 por ciento más de retinopatía diabética proliferativa,
lo cual fue significativamente superior a los que tenían
niveles medios o bajos.

Pero nuestro querido y dulce empresario, este lamenta-


ble panorama, ni de broma se le ocurra exponerlo ante
su gentil clientela, ¿cómo salirles ahora con que el hecho
de haberlos habituado al endulzamiento artificial de sus
productos resulta perjudicial?

Imagínese, una aceptación de semejante repercusión en


la salud humana de sus “inocentes” y dulces tentaciones,
sería tanto como reconocer que el crecimiento de su
empresa se realizó a costa de condenar a multitudes a
llevar una vida auténticamente miserable, muchos de
ellos ya murieron prematuramente, y otros deben sufrirla
en estos precisos momentos en que Usted lee estas lí-
neas.

15
Op. Cit. Idem
16
No quiere decir que los demás azúcares refinados (sacarosa, dextrosa, etc.)
no afectan, como se expuso en lecciones anteriores, sino que la fructosa (refi-
nada), daña al organismo de otra manera, la cual, en cierto sentido, podría
resultar peor.

96
TENTACIONES QUE MATAN

¿Qué les diría a los familiares de aquellos que fallecieron


o a los que lo padecen ahora mismo? ¿Podría explicarles
que Usted y otros esforzados y dulces empresarios les
crearon intencionalmente esos hábitos dulzones, con el
amañado propósito de facilitar sus ventas y aumentar
sus ganancias?

Ni pensarlo. Mejor haga como que no sabe nada de este


asunto, y una vez que termine este manual, quémelo, no
sea que un día alguien lo encuentre en su librero y descu-
bra que Usted ya sabía de los inconvenientes sobre la sa-
lud, y fácilmente deduzca que Usted, a pesar de conocer
esos riegos, prefirió seguir lucrando con sus dulces tenta-
ciones, y el bienestar social le importó un cacahuate.

Y peor aún, como las tendencias indican que gracias a la


alimentación indebida, al paso de los años, la cantidad de
obesos, diabéticos, hipertensos, afectados en sus niveles
de lípidos y riñones, ciegos y muchas otras cosas, irán en
aumento, junto con el demencial costo económico y hu-
mano por atenderlos, la situación legal de Usted, nuestro
querido discípulo, podría estar en muy serio riesgo.

Por todo lo expuesto, nuestro almibarado empresario, una


vez confiados que habrá de quemar el presente manual,
le pedimos que continúe adelante con su programa de
proveer al público de la más extensa gama de dulces ten-
taciones, para que una cada vez más grande cantidad de
personas, si es posible todas, puedan pasar a formar par-
te de su gentil clientela, y en cuanto a la salud humana,
eso ya es otra historia, a fin de cuentas, ya vivieron de-
masiado. Por lo pronto, confiemos que nadie lo agarre
en la jugada.

97
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

98
TENTACIONES QUE MATAN

LECCIÓN VI
GUARDE LAS APARIENCIAS

PERCEPCIÓN SOCIAL

Como estimamos que ya está convencido de que para


tener éxito en su proyecto, deberá como un primer paso,
ser capaz de poner a la venta los productos más apeteci-
bles que sea posible y, luego, llevar a cabo una poderosa
campaña publicitaria, así como cuidar sus “costos” para
salvaguardar sus ganancias, quisiéramos decirle que ya
sólo le falta un punto más: Es imprescindible también
cuidar las apariencias.

Nuestra sugerencia va en tal sentido, en virtud de que como


recordará lo que le dijimos en páginas anteriores, lo impor-
tante no es lo que suceda con la salud de su comunidad, sino
cómo los ciudadanos lo perciben. Lo demás, olvídelo.

Si le insistimos tanto en que trate de influir sobre la per-


cepción del público, no es que seamos demasiado quis-
quillosos, sino ello se debe al sencillo hecho de que si un
sector importante de la población se da cuenta de que,
para conservar su salud, debe ser cuidadoso con su ali-
mento y realizar ciertos ajustes en su estilo de vida, si
esa percepción se hace extensiva a diferentes sectores de
los medios de comunicación o peor aún, llega a personas
que estén en cuestiones legislativas, podría resultar muy
dañado en el aspecto comercial y financiero, y eso, que-
rido discípulo, echará a perder su negocio.

Paralelamente, deseamos exponerle este aspecto de una


manera concisa y breve, ya que sabemos que existe la
posibilidad de que Usted decidiese, como ya le mencio-
namos, no utilizar este útil manual en los propósitos ori-

99
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

ginales, tampoco quemarlo, sino adicionarlo de azúcares


refinados y saborizantes, e ingerirlo en una de sus comi-
das, por lo que, ante tal eventualidad, quisiéramos dejar-
le una labor más fácil; por tanto, con toda intención tra-
taremos de explicarle también esto, —la necesidad de
guardar las apariencias— de la forma más simplificada
posible.

Por ello, pasemos a analizar primero, lo que en realidad


está sucediendo en el campo social, y páginas más ade-
lante, le sugeriremos algunas opciones para que trate de
modificar la percepción ciudadana.

REALIDADES
En estos momentos, en muchos países del mundo se está
llevando a cabo una transformación demográfica sin pre-
cedentes, y existe una percepción muy difundida en todos
esos sitios, de que la población “está envejeciendo”. En ese
sentido, tenemos otra visión que nos gustaría compartirle.

Muchos demógrafos, seguramente con la mejor de las


intenciones, consideran “ancianos” o personas ya “depen-
dientes” —y sujetas a jubilación— a todos aquellos hom-
bres y mujeres que andan alrededor de los 60 años.

Lo que sucede es que, cuando se establecieron esos


parámetros hace varias décadas, la “expectativa de vida”
era mucho menor, y cuando, —afortunadamente— esa
expectativa se desplazó muchos años hacia arriba, de
forma inexplicable, dejaron “inmóvil” esa edad “tope” a
partir de la cual, una persona será considerada como
dependiente.

Cualquiera que realice un análisis somero, se dará cuen-


ta de que lo que se debe hacer es: Elevar la edad a

100
TENTACIONES QUE MATAN

partir de la cual una persona es considerada como


“dependiente”, en la misma proporción a como se ele-
vó la “expectativa de vida”, ¿No lo cree?

Se sorprenderá al saber lo que ahora sucede: La inmensa


mayoría de especialistas en la materia, —salvo honrosas
excepciones— ni siquiera se ha atrevido a sugerir tal
modificación, y no toman en cuenta que estamos vivien-
do una transformación demográfica sin paralelo en la
historia, y es imperativo realizar ciertos ajustes en la for-
ma de hacer las estimaciones poblacionales.

Si no se realiza dicho ajuste, ¿en qué repercutiría sobre


la comunidad? No realizar esa sencilla modificación, ge-
nerará los siguientes efectos: Por un lado, las estadísticas
nos mostrarán —de forma por demás inexacta— canti-
dades cada vez mayores de “ancianos” que tal vez no lo
sean tanto, y que tendrían todavía muchísimo que apor-
tar para sí mismos y su comunidad.

Y por otro lado, las pensiones jubilatorias se convertirán


en todos los países donde se lleva a cabo esta trasformación,
en prácticamente impagables, ya que cada vez habrá más
gente que pasará un mayor número de años jubilada, que
el tiempo que permaneció trabajando.1

Además, quizá no se trate tanto de un mero “envejeci-


miento” poblacional, sino más bien de una “recupera-

1
Si sumamos el período de primera infancia, luego el de “preparación” para la
vida —o sea, una cada vez más grande cantidad de años en centros educacio-
nales— y luego el período posterior a la vida productiva, o sea el de la “jubila-
ción”, sucederá que: En el momento en que se eleva la “expectativa de vida”, y
se deja inmóvil la edad a partir de la cual una persona es considerada
como “ dependiente”, se altera peligrosamente la proporción “vida depen-
diente” con respecto a la “vida productiva”, lo que sin duda será dañino para
la persona y su comunidad, ya que ocasionaría un criminal desperdicio del
recurso más importante conocido: La capacidad física e intelectual del ser
humano.

101
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

ción” gradual o reacomodo de la edad normal que un


hombre o mujer debe vivir.

En realidad, lo que impidió que así hubiese sucedido


desde hace mucho es que nuestra naturaleza humana
conflictiva, plagada de enfrentamientos de toda índole,
obstaculizó la generación de más avances médicos, so-
ciales, científicos, económicos, educacionales y otros, los
cuales, de haberse podido realizar, desde muchos siglos
atrás, hubieran propiciado una mejora socioeconómica
sustancial, que, entre otras cosas, hubiera permitido ese
esperado incremento en la expectativa de vida.

Hablando de conflictos, a manera de ejemplo le citare-


mos uno: Sorpréndase, todavía hay algunos que se opo-
nen a la integración global, la ven como una especie de
“amenaza”, y le temen a esa natural tendencia hacia la
unión y cooperación universal, a pesar que ha quedado
plenamente demostrado a través de investigaciones ex-
traordinarias como las del genoma humano,2 que todos
los habitantes actuales del planeta, procedemos del mis-
mo origen, y, además, como si para el advenimiento del
verdadero desarrollo, tuviéramos otra opción, que no
fuera la de integrar lo no que nunca debió dividirse.

2
Mapa del GENOMA HUMANO. De acuerdo a estas importantísimas inves-
tigaciones, que representan un hito histórico, comparable a la llegada del hom-
bre a la luna, se pudo comprobar que todos los humanos procedemos del
mismo origen, y no sólo eso, sino que cada individuo comparte en un 99.99
por ciento el mapa genético con el resto de la humanidad. En virtud de ello, se
da la paradoja de que se han encontrado más semejanzas —genéticamente
hablando— entre personas de grupos “étnicos” diferentes, que entre indivi-
duos de una misma “raza”. En consecuencia, según uno de los científicos parti-
cipantes en esta investigación, Svante Paabo, queda respaldada en forma sólida
la tesis de un planeta y humanidad como partes de un mismo conjunto.
http://comunidad.vlex.com/dergenetica/declunigenomaDDHH.htm/
www.ondasalud.com

102
TENTACIONES QUE MATAN

Tocamos este tema porque de lograrse esa ansiada armo-


nía y unidad entre todos los pueblos de la tierra, ello
contribuirá también a que en pocas décadas, la expecta-
tiva de vida pueda aumentarse aún más, a niveles más
altos de lo que pensamos ahora.

Como una mera referencia, nos gustaría señalarle un


párrafo que viene muy al caso, y que está citado en el
libro por excelencia de la literatura universal, —la Bi-
blia— el cual dice al respecto: “Pero el Señor dijo: ‘No
voy a dejar que el hombre viva para siempre, porque él
no es más que carne. Así que vivirá solamente 120
años’.”3

Permítanos exponerle una anécdota: Uno de los autores


de este manual, —mismo que ojalá Usted no ingiera, o al
menos no antes de terminar su lectura— en un viaje que
realizó a Alemania, tuvo ocasión de leer ahí un periódico
en inglés, y le llamó la atención un anuncio clasificado
donde se solicitaba un ejecutivo de primer nivel, el cual
entre otros requerimientos4 decía: “Inútil presentarse
si no se tienen cuando menos 55 años”.

Si bien de principio pensó quien leyó ese texto que se


había equivocado, constató que había otros anuncios si-
milares. Vino a su mente que en varios países considera-
dos como “en desarrollo”, muchos insisten en jubilarse a
esa edad.
3
Libro del GÉNESIS, 6:3. Si desea analizar este párrafo desde un contexto
meramente histórico, una característica del Pentateuco (Que en griego significa
“5 estuches” refiriéndose a la costumbre antigua de escribir en rollos de papi-
ro, y que en este caso se refiere a los libros del Génesis, Éxodo, Levítico, Núme-
ros y Deuteronomio) se ha considerado tradicionalmente a Moisés como el au-
tor de ellos, sin embargo, en esos libros, coinciden muchos eruditos, al menos
en algunas de sus partes, se utilizaron otros textos aún más antiguos como El
libro de las Guerras del Señor. BIBLIA DE ESTUDIO. Sociedades Bíblicas Uni-
das, 1994
4
Entre otras cosas se solicitaba una maestría y dominio de 4 idiomas.

103
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Si hacemos un análisis cuidadoso, nos daremos cuenta


de que quizá, cuando una persona es madura y ha podi-
do acumular una gran cantidad de experiencia y conoci-
mientos, es justamente en esa etapa cuando podrá ser
más creativa y productiva para sí misma y los demás.
Créanos que podrían ser los años más bellos y
aprovechables en la vida de un ser humano.

Pero ello implica una condición clave, y es por eso que


le hemos hecho toda esta exposición: Que quienes se
encuentran en esa etapa de la vida, en su mayoría
cuenten con buena salud. Díganos francamente, ¿de que
le serviría a cualquiera, contar con una vida más prolon-
gada, si la calidad de la misma fuera deplorable?

Si Usted, nuestro querido y abnegado discípulo, para


conseguir sus personales metas financieras, en su afán
de ofrecer productos apetitosos, discurrió alterar
intencionalmente el índice glucémico de ellos, y al mis-
mo tiempo lo remata con una agresiva campaña publici-
taria, con esa forma de actuar, está influyendo adver-
samente sobre la salud humana, como asegura una
creciente cantidad de especialistas del mundo.

Su en apariencia inofensiva actuación nos llevará a otro


panorama social completamente diferente. Bajo esas con-
diciones, ¿qué clase de adultos mayores tendremos?
¿Cómo repercutirá eso en el bienestar personal, familiar
y comunitario? ¿Cuál será su costo? ¿Qué beneficios po-
drían desprenderse de la capacidad acumulada de toda
una vida de este sector poblacional? ¿Cuántas otras co-
sas se dejarán de hacer con los billones de dólares que
nos costará atender a multitudes de enfermos aquejados
con los males citados?

Mire Usted, si hablamos de estadísticas, ya de por sí


escalofriantes, tome en cuenta que ellas ni siquiera re-

104
TENTACIONES QUE MATAN

flejan el pavoroso deterioro que se está haciendo, y la


razón es muy simple:

Si don Juan Pérez muere a los 55 años, después de haber


padecido por muchos años de complicaciones meta-
bólicas, lo más probable es que su médico al elaborar la
respectiva acta de defunción, tan sólo anote como causa
de muerte: “Infarto al miocardio”, accidente vascular
cerebral, o complicaciones de otra índole, pero, ni si-
quiera va a insinuar, el o los factores que indujeron a
ese fatal desenlace. Y afortunadamente para Usted, ese
tipo de eventos no se van a proyectar bien en las esta-
dísticas, lo que, sin duda, no mostrará el daño real pro-
vocado.

Pero lo que sucede en este preciso momento no lo debe


inducir a cantar victoria, y tampoco lo exime de su res-
ponsabilidad, ya que como se está llevando a cabo una
cada vez más amplia investigación al respecto, si sale a
la luz la triste realidad, le anticipamos grandes proble-
mas, y tal vez ni siquiera los activos combinados de to-
dos los “empresarios dulces”, alcancen a cubrir un míni-
mo porcentaje del descomunal perjuicio social que
realizaron.

Por ello comprenderá la conveniencia de adelantarse a


los acontecimientos y tratar de cubrir las apariencias, no
espere a que se difunda toda la verdad, su “mercado”
puede verse afectado, y ello perjudicaría su próspero
negocio, mismo que debe anteponer por encima de to-
das las cosas.

Por tanto, finja ignorar la patética situación real, y tras-


ládese ahora al resbaloso mundo de la percepción ciu-
dadana, para que antes de cualquier otra cosa, siem-
bre dudas acerca de su responsabilidad en todo este
asunto.

105
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

A PARIENCIAS

Para empezar, es imprescindible dejar muy claro en la


mente de los consumidores que si bien existen cada vez
más personas afectadas por decir, con la diabetes, ello se
debe meramente a cuestiones genéticas, no sea que descu-
bran su forma de proceder y se meta en líos hasta legales.

Usted y nosotros sabemos que, si bien es cierto que la


conformación genética en realidad predispone una deter-
minada respuesta orgánica ante una cierta forma de comer,
serán los propios alimentos, los que en la mayoría de las
ocasiones, harán las veces de disparadores de este terri-
ble mal, cuyas consecuencias personales, sociales y eco-
nómicas, nada más de este padecimiento, son inconmen-
surables.

Como gracias a la esforzada y sacrificada labor de mu-


chos empresarios dulces como Usted, se ha tenido como
resultado que en casi todos los países con dieta induci-
da,5 en su afán de ofrecer dulces tentaciones, han conse-
guido que cada persona ingiera en promedio al año el
equivalente a algo más que un saco de 40 kilogramos,
díganos con franqueza, ¿qué otra cosa se pudo haber es-
perado?

Si Usted ya cuenta con la cantidad de recursos suficien-


tes, —por eso le insistimos que antes que nada salva-
guarde su fortaleza financiera— proceda así: Consiga opi-
niones “favorables” hacia su posición, las cuales pongan
de manifiesto de alguna forma, lo “inofensivo” que re-
sulta el consumo reiterado de azúcares refinados.

5
Ver gráficas sobre el consumo por habitante en las primeras lecciones, donde
se expone el consumo de azúcares refinados por habitante al año. Dicha gráfi-
ca cita un solo país, pero esa tendencia es repetitiva en casi todos los países
con alto consumo de alimentos procesados.

106
TENTACIONES QUE MATAN

Aunque la inmensa mayoría de médicos y especialistas


en la materia, rechazarán su punto de vista, no faltarán
algunos que incluso por no estar debidamente invo-
lucrados en el tema, aseguren que la razón del crecimiento
de los padecimientos citados, se debe a infinidad de co-
sas, menos por supuesto, al artificial endulzamiento ali-
menticio.

Una vez que obtenga el más insignificante comentario al


respecto, sin importar qué tan ambiguo, parcial o sin
fundamento se encuentre, —como en el caso ya citado
de los “bioflavonoides”— magnifíquelo y fíltrelo, prefe-
rentemente a través de algún tercero, a los medios de
comunicación, ya que en el momento en que muchos lo
“vean en la televisión” o “escuchen en radio”, pensarán
que se trata de un estudio serio. Recuerde, como le insis-
timos, en este campo lo importante no es lo que sucede,
sino como lo percibe la ciudadanía.

Luego, de una forma muy discreta, instruya a sus asesores


publicitarios que sin hacer mucho ruido, siembren en el
público la idea de que el fenomenal daño humano y eco-
nómico causado por su alimento, “no es tan grave”, y a fin
de cuentas, serán las propias instituciones públicas o pri-
vadas de salud, las que absorberán su costo, como dando
a entender que “para eso están”. Le aseguramos que pocos
percibirán con claridad que, tarde o temprano, el astronó-
mico costo erogado por esas entidades, de una forma u otra,
deberán trasladarlo a la propia ciudadanía.

Por otro lado, —también de manera subliminal— hay que


darle prioridad a la cultura de lo fácil, de tal forma que,
si alguien llega a tener sobre la mesa dos opciones, una
nutritiva pero menos atrayente y sobre todo, que tenga
que emplear unos minutos en prepararlo, y en el otro
extremo, tiene un producto “sabroso” aunque con poco o
nulo contenido nutricional, pero que solamente baste un

107
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

sólo paso o abrir un paquete para ingerirlo, hay que in-


ducir al público a que se vayan por la ruta del menor
esfuerzo.

Otra cosa diferente no le conviene a Usted. En el peor de


los escenarios, imagine lo que sucedería si la mayoría se
fuese por la opción nutritiva; ¿qué pasaría con su nego-
cio? Por eso, querido discípulo, le insistimos en reforzar
discretamente, a través de los mensajes publicitarios, que
el mejor camino es el de la satisfacción inmediata, y la
cultura de lo fácil.

¿Le gustaría saber cuál es su tipo de cliente ideal? Tal vez


conozca una organización que realiza una gran labor so-
cial en los adictos al alcohol, que se llama “alcohólicos
anónimos”, la cual tiene como meta del día para sus miem-
bros, la siguiente frase: “Solo por hoy”.

Pues bien, el perfil del consumidor idóneo para Usted


será aquel que practique esa misma regla pero al revés, o
sea, “solo hoy” consumiré esto o aquello, y al fin y al
cabo, “mañana comenzaré con mi programa alimenticio”,
para que al día siguiente vuelva a decir lo mismo, y así
indefinidamente. ¿Qué le parece?

Pero crear un perfil de cliente así, no piense que surge


por arte de magia, hay que trabajar en ello, principal-
mente desde la niñez, como le expusimos en lecciones
anteriores.

Claro que esto tiene algunos inconvenientillos adiciona-


les; mire, si insiste mucho ante el público en la cultura
de lo fácil, muchos se lo tomarán más en serio de lo que
imagina, y harán de este proceder —así como la constan-
te autocomplacencia— un hábito, y por inercia continua-
rán actuando así en diversos aspectos de su vida, incluso
ese mismo principio, de guiarse por su satisfacción in-

108
TENTACIONES QUE MATAN

mediata, hará que, en alguna medida, puedan ser presa


más fácil de otras adicciones, pero todo eso obviamente,
ni lo mencione.

Si algún funcionario del renglón de la salud comienza a


querer pasarse de listo, y trata de inculcar en la ciudada-
nía la cultura de la prevención, haciendo ver que es
mucho mejor hacer de una vida sana un hábito, para
poder mejorar la calidad de vida a todas las edades, muy
discretamente también, instrumente con sus publicistas
otro tipo de mensajes, tratando de destacar que “la vida
es ahora”, que “la vida hay que disfrutarla”, o cosas así.

Algunos se darán cuenta de que si realmente se busca


salvaguardar la calidad de vida, eso se consigue de for-
ma automática, simplemente buscando una salud plena,
a través de una alimentación y estilo de vida apropiados,
pero ni se preocupe, la mayoría escuchará más bien sus
mensajes comerciales, y no profundizará mucho al res-
pecto.

Tan pronto como se dé cuenta de la existencia de alguna


campaña para el “cuidado del corazón” o algo relativo a
la salud, súmese a ellas, aportando personal y fondos,
—siempre y cuando el nombre de su empresa aparezca—
para que vaya creando en la ciudadanía la imagen de
alguien que se preocupa del bienestar colectivo. Ni le
dé tanta importancia al costo, considérelo como una ma-
nera de hacerse publicidad, y recuerde que las aporta-
ciones que haga, entre otras ventajas, son deducibles de
impuestos, o sea que, en última instancia, el consumidor
pagará todo.

Otra vía a través de la cual debe actuar simultáneamente


es destacar, por cuanto medio pueda, “la gran cantidad de
empleos que genera”. Aquí entre Usted y nosotros, bien
sabemos que si la gente no gastase dinero en su mercan-

109
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

cía, lo emplearía en otros rubros de educación, recreación,


cultura, ropa, autos, viajes y multitud de cosas más, don-
de también se generarían empleos y se beneficiaría la eco-
nomía, pero al estar constantemente repitiendo sobre “las
bondades” que su giro acarrea, la verdad es que ni siquie-
ra se cuestionarán gran cosa al respecto, y no se darán
cuenta de otra realidad diferente.

Si alguno de esos molestos entrometidos que alertan so-


bre los riesgos de las dulces tentaciones consigue hacer
mucho ruido, filtre de manera muy discreta a la prensa
algún tipo de “alerta” o “noticia”, sobre “el conflicto eco-
nómico que ocasionaría” dejar de producir las millones
de toneladas de azúcar de todos esos campos sembrados
con caña, —o maíz, en el caso de la fructosa— dada la
gran cantidad de familias que viven de eso.

Lo más probable es que la gran mayoría estará inmersa


en sus propios asuntos y no se dará cuenta de que esa
gigantesca cantidad de azúcar puede emplearse para pro-
ducir alcohol y añadirlo al combustible, el cual, a la pos-
tre, dará como resultado una menor contaminación at-
mosférica.6

Por otro lado, si Usted está orientado hacia el renglón de


los “refrescos embotellados”, y nadie tuviera la ocurren-
cia de averiguar cuanto se gasta al año en forma indivi-
dual y colectiva por ese concepto, todo estará perfecto,
sobre todo, si los mismos funcionarios encargados de
manejar los renglones de la salud ya han pasado a for-
mar parte de su gentil clientela. Ante ese panorama, todo
irá viento en popa.

6
Actualmente proceden así en Brasil, donde se añade alcohol de caña de
azúcar (en un porcentaje cercano al 22 por ciento) a la gasolina. Álcool carbu-
rante, uma estratégia brasileira (Alcohol como combustible, una estrategia brasile-
ña) Léo da Rocha Lima, Aluizio de Abreu Marcondes. Editora UFPR. Brasil.

110
TENTACIONES QUE MATAN

Pero, si aparece alguno que le eche lápiz al asunto, y se


da cuenta de la gran cantidad de dinero que se emplea
en bebidas embotelladas, —aun sin considerar el dete-
rioro a la salud— y no contento con eso, decide exponer-
lo abiertamente a la ciudadanía,7 puede salir a la luz pú-
blica que les está dando una fenomenal tomada de pelo.

Por eso es indispensable estar repitiendo constantemen-


te mensajes subliminales a través de los medios masivos
de comunicación, donde se argumenten las supuestas
bondades de sus productos, e indirectamente, como no
queriendo, también se pondere “el gran beneficio a la
economía” de ese tipo de empresas, y, con ello, le asegu-
ramos, las pocas voces que se alcen advirtiendo al públi-
co del daño social generado, se perderán en el vacío.

Existe una amplia variedad de formas8 para defenderse,


muchas de ellas, se las sugerirán los mismos publicistas,
para que pueda cuidar su negocio de manera efectiva,

7
Como es el caso de uno de los más destacados investigadores en cuestiones
ecológicas en México, el Químico Luis Manuel Guerra, quien sostiene que el
hecho de no contar con agua apropiada para beber en el grifo de nuestra pro-
pia casa, por la desafortunada costumbre de tratar de obtenerla “más barata” y
a precio subsidiado, eso en realidad nos resulta a todos muchísimo más caro,
ya que nos obliga a consumir “refrescos” y agua en botellas o garrafones, lo
que representa un gravísimo error, ya que no sólo se deteriora mucho el bolsi-
llo del consumidor, sino hasta se aumenta la contaminación por la enorme
cantidad de camiones repartidores que debe haber por todas las ciudades, y
por si fuera poco, se incrementa la cantidad de basura generada por habitante,
lo que daña nuestro entorno.
8
Si cree que la normatividad del etiquetado le puede afectar, ya que debe
entre otras cosas mostrar la cantidad de azúcares refinados empleados, ni se
nos preocupe, con la debida astucia, puede simplemente cambiarles de nom-
bre, utilice otra de sus denominaciones, misma que solo conocerán los entera-
dos. Puede nombrarla así: Sacarosa, dextrosa, dextrina, galactosa, jarabe de maíz,
jarabe de maíz de alta fructosa, extracto de malta, concentrado de jugo de caña,
maltosa, fructosa y muchas otras. Emplee un poco de tiempo conversando con
el químico que lo asesora, y se sorprenderá de la variedad de nombres que
puede utilizar. Pero eso sí, cuando resulte creíble, imprima en la etiqueta con
letras grandes la leyenda: “No contiene azúcar”.

111
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

así que muy atento, no permita que nada ni nadie ame-


nace su negocio, ahora que descubrió la vía más rápida y
fácil hacia el enriquecimiento.

Debe hacer uso de toda clase de argucias imaginables


para perpetuar el actual estado de cosas, de ser posible,
extiéndalo hasta el momento mismo en que la situación
se haga prácticamente insostenible, incluso, si se com-
porta de manera astuta, hasta será posible que lo consi-
deren como una especie de empresario modelo, pero in-
sistimos, depende con qué rapidez sea capaz de reaccionar
ante cualquier intento de modificar los hábitos de con-
sumo de la población.

Si le remuerde la conciencia al ver que el truquito del


endulzamiento está dañando mucho a su clientela, le
recordamos que nuestros egoístas conciudadanos lo obli-
garon a ello, no le están dejando otra opción viable. De
otra forma ¿cómo trasladaría recursos del bolsillo del
público hacia el suyo?

En páginas anteriores le expusimos que la vía más ho-


nesta, hubiera sido solicitar a cada hombre y mujer del
país, que les enviasen tanto a Usted como a sus compe-
tidores, un cheque anual y, con ello, prometerían no inun-
dar los anaqueles de las tiendas con sus dulces tentaciones.

Sin embargo, como lo más probable es que sus ingratos


conciudadanos preferirán gastar su dinero en activida-
des personales o familiares, en vez de enviárselo a Us-
ted, no le dejan otra opción, y no podrá Usted actuar de
esa forma tan benévola y honesta, por lo que deberá
emplear otra ruta más drástica, aunque discreta.

Siendo así que, para que aprendan a ser más desprendi-


dos, hágalos entrar en razón: Del mismo modo como un
pescador coloca cuidadosamente una carnada en la pun-

112
TENTACIONES QUE MATAN

ta del anzuelo para atrapar a un pez, así Usted, nuestro


abnegado discípulo, cuide primero de endulzar su mer-
cancía, luego, emplee la mercadotecnia a su máxima
expresión y como precaución, guarde ciertas aparien-
cias.

Así no se verá en la penosa necesidad de andar solicitan-


do cheques, ya que de una forma automática, la caja re-
gistradora de su empresa estará en completa actividad, a
la vez que parecerá que desarrolla una encomiable labor
social.

113
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

114
TENTACIONES QUE MATAN

ADVERTENCIA FINAL

Si Usted aspira a convertirse en un “empresario dulce”, y


no le preocupan mucho todos los efectos sociales que se
derivarán de ello, estamos convencidos de que, siguien-
do las sugerencias expuestas a lo largo de este manual,
más las suyas propias que añada, logrará alcanzar su ob-
jetivo. Incluso al paso del tiempo, la misma fortaleza fi-
nanciera que adquiera, en su momento le permitirá, en-
tre otras cosas, diseñarse ante los demás, una imagen
casi a la medida de sus deseos.

Sin embargo, si no desea perjudicar a nadie con su for-


ma de actuar, y se interesa más bien en desarrollar de
manera honesta sus potencialidades, aportando bienes o
servicios útiles a la comunidad, aunque sus beneficios
económicos no sean tan grandes, estimamos que ha he-
cho la elección correcta, por lo cual nos gustaría felici-
tarle sinceramente.

Perdónenos que le externemos nuestro punto de vista,


pero a manera de comentario le diremos que uno de los
errores humanos más grandes en toda nuestra historia,
ha sido el considerar los objetivos de carácter individual,
como algo desvinculado del bienestar colectivo, visión
limitada que, por sí misma, constituye un fenomenal error
sociológico, —aunque en apariencia inofensivo— no obs-
tante, las consecuencias de tal percepción son inconmen-
surables.

Como dato curioso le diremos también que ha habido


algunos sociólogos que han afirmado que, en efecto, hay
una especie de “disociación” entre los intereses persona-

115
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

les y los sociales,1 pero analizando el asunto un poco


más a fondo, veremos que esta separación sólo existe en
la superficie, en la mente de aquellos sin una visión com-
pleta, ya que, aunque quisiéramos, simple y sencillamen-
te, no existe manera posible de desvincular los objetivos in-
dividuales de los colectivos.

Si la ceguera y superficialidad humana han permitido


que muchos seres humanos actuemos como si esa sepa-
ración existiese de facto, ello no quiere decir que
sociológicamente hablando, deba funcionar así. Lo que
es bueno para la abeja, es bueno para la colmena y vicever-
sa. Quien pretenda decirle otra cosa, lo está engañando.

De tal modo que, estimado lector, así como el interés de


la más pequeña o grande célula de su organismo no pue-
de desligarse del interés de todo su cuerpo, así el interés de
cualquier hombre o mujer en el planeta necesariamente
está interrelacionado con el resto de la humanidad. Una
de las más grandes limitantes que hemos padecido los
humanos ha sido no entenderlo y vivirlo de esa forma.

Y lo dramático del asunto, le reiteramos, no es que no


opere esa interrelación social de esa manera, sino que

1
Opiniones de autores como William F. Ogburn, Eldridge y asociados, Erich
Fromm, Lauretta Bender y H.S. Sullivan, citados en el libro Sociología de Luis
Recasens Siches, (Editorial Porrúa). Quienes hablaron de la existencia de los
intereses racionales (refiriéndose a los intereses que van “paralelos”como los
de un padre y un hijo, o los de una esposa y un esposo), y los intereses
irracionales, (los que —supuestamente— están contrapuestos, como los de un
patrón y un obrero, donde uno pretende más trabajo y menos salario, y el otro
aspira a lo contrario) la verdad es que, profundizando un poco más, todos los
intereses del ser humano sobre la tierra son intereses “racionales”, (usando esa
misma terminología) y el hecho de que la inmensa mayoría de personas no lo
perciba así, no quiere decir que no funcione de esa forma, sino sólo que por
falta de una visión social completa, no se aprecia en su contexto integral. Esta
dinámica social puede ser demostrada en una forma relativamente fácil, pero
el espacio no nos permite hacerlo en esta ocasión.

116
TENTACIONES QUE MATAN

no seamos lo suficientemente hábiles para percibirlo,


y de ahí se desprende la inmensa mayoría de conflictos
sociales.

Más si Usted es un empecinado “empresario dulce” e


insiste en lucrar a costa de la salud del público, tenemos
algo que decirle: No se puede engañar a todos todo el
tiempo. Tarde o temprano saldrá a la luz su verdadero
proceder y las consecuencias que ello acarrea.

No crea que al encontrarse ahora rodeado de una sólida


posición financiera derivada de su actividad actual, y al
recibir a menudo elogios por multitud de cosas, eso lo
eximirá de su responsabilidad en el asunto, ya que aun-
que ahora haya muchos que lo elogien y hasta lo animen
a que continúe así, le daremos un consejo: No se confíe.

Con el afán de poder explicarle mejor a qué nos referi-


mos, y tratando de no extendernos mucho, le expone-
mos un simple caso, vea la singular descripción que en
su momento hacía —mientras vivía el destinatario de esa
adulación— uno de los allegados del papa Alejandro VI
(Rodrigo Borgia):

“Amplio y alto, empurpurado el tinte, los ojos negros, carno-


sos los labios, radiando (sic) una triunfal salud, lo que le
permitía sobrellevar alegremente las fatigas del sacerdocio,
de los asuntos de la Iglesia y de sus placeres; siempre jovial,
brillante, gracioso y cortés. No hay quien no se maraville del
armonioso equilibrio de esta potente y soberana naturaleza,
resplandeciente de alegría, de benevolencia y de olímpica
placidez”. 2

2
Fragmento tomado del libro Lucrecia Borgia, un destino difícil, de Grupo Edito-
rial Tomo, S.A. de C.V. de Marcela Altamirano, Pág. 22

117
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Ante descripciones similares, más de alguno quedaría


complacido y confiado respecto a su propia actuación,
¿no es así? Pero note Usted que, pocos años después,
este personaje dejó de existir, y una vez que su séquito
de aduladores ya no rondaba el sitio, salieron a flote otras
realidades distintas.

En su caso, dicho sea con la mejor intención, le sugeri-


mos desconfiar de las voces que escuche alrededor de
Usted, que lo señalen como un gran personaje, y que le
aseguren que su proceder no tiene nada de reprochable,
ya que el tiempo tiene la particularidad de emitir un mejor
dictamen.

Lo exhortamos por tanto, de la manera más atenta a que,


sin importar que sus ventas puedan disminuir un poco,
produzca artículos que sean efectivamente benéficos para
nuestra gente. No olvide que todos juntos formamos parte
de un equipo que se llama mundo, y que lo que sembre-
mos, en su momento, nosotros mismos o nuestros des-
cendientes lo cosecharán de una forma u otra.

118
TENTACIONES QUE MATAN

RESPONSABILIDAD DE LOS AUTORES

Lo descrito en el presente manual se refiere a


una situación que podría existir en uno de los
planetas que se encuentran fuera del sistema
solar, y cualquier parecido con la realidad que
viva su país será meramente coincidental.
Nótese que no le indicamos con precisión a qué
clase de planeta nos referimos, así que si Usted
es un “dulce empresario” y desea realizar un viaje
sideral para comprobar la veracidad de nuestro
dicho, no somos responsables si en su viaje se
pueda extraviar en el espacio.

Fin. (Por si no se nota, éste es el fin del manual)

119
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

120
TENTACIONES QUE MATAN

Dime lo que comes,


Y te diré lo que padeces.

Gustavo Cruz Santiago

No busques aparentar,
Para poder conseguir
Muchas cosas al vivir.
Más bien busca pensar,
Lo que vas a generar…

Si a tu hermano has de engañar,


Y comida falsa le has de dar,
Es mi deber advertir,
Que esa forma de fingir,
¡A ti mismo te ha de golpear!

En el mundo todo actuar,


A cada uno va a regresar.
No importa si ha de tardar,
O a tus hijos va a alcanzar,
-Pero es la norma del vivir-

Juan Manuel Ochoa Torres

No caves tu propia tumba


con tus dientes.

Héctor García Villegas

121
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

122
TENTACIONES QUE MATAN

Como se hizo mención desde las primeras páginas,


este manual tiene un propósito dual, puede servirle
tanto al dulce empresario para que inicie o crezca en
su actividad empresarial como productor de dulces
tentaciones, como también, puede ser útil a cual-
quier lector para liberarse de ellas.
Por ello, mientras que a un dulce empresario podría-
mos recomendarle de manera adicional un buen texto
contable para que tenga mejor control de sus ganan-
cias, así como algún tipo de actividad adicional rela-
jante para que no sienta pena o remordimiento por el
gran daño social que ocasiona, a una persona con
deseos de liberarse de esta auténtica plaga alimenti-
cia, le pedimos que lea cuidadosamente los siguien-
tes:

APÉNDICES A, B Y C

123
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

124
TENTACIONES QUE MATAN

APÉNDICE “A”
CONTENIDO DE CARBOHIDRATOS
EN DIVERSOS ALIMENTOS

Este apéndice pretende, como un primer paso, que Usted,


estimado lector, tenga una idea de los diferentes porcen-
tajes de carbohidratos (o hidratos de carbono) que cada
alimento contiene, para que como le explicaremos en el
subsiguiente apéndice, pueda, de acuerdo con su médico,
encontrar ese deseado nivel de consumo personal.

Si alguien le asegura que le ha encontrado su dieta ideal,


y que ella consiste en la eliminación total de los
carbohidratos o el fiel seguimiento de la dieta de la luna,
lamentamos decepcionarle, pero está siendo víctima de
un engaño.

La salud no se encuentra en los extremos, sino en el


equilibrio. Cada uno de nosotros debemos encontrar, con
la ayuda de expertos y de acuerdo a sus particulares con-
diciones de peso, edad, actividad física, predisposición
genética y otros factores, cuál es su nivel conveniente de
consumo de carbohidratos, mismo que, una vez que lo
conozca, le recomendamos no excederlo, si realmente
desea mantener un excelente estado de salud.
Lo invitamos a que lea la siguiente lista de alimentos, ya
que ella le indicará el contenido de carbohidratos en cada
uno de los productos descritos.

CEREALES
Amaranto 65.10 % Harina de arroz 79.70 % Arroz inflado 88.60 %
Arroz integral 77.40 % Arroz precocido 82.50 % Avena 67.00 %
Cebada 75.40 % Centeno (pan) 53.40 % Centeno (grano) 73.40%
Centeno (integral) 74.80% Centeno (integral) 58.30% Arroz pulido 78.80 %

125
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

MAÍZ Y DERIVADOS
Harina de maíz 77.40 % Hojuelas de maíz 86.10 % Maicena 85.60 %
Maíz amarillo 69.60 % Masa con cal 62.20 % Tortilla de maíz 45.30 %
Tortilla maíz, trigo 40.60% Harina de maíz 78.80 % Pinole s/azúcar 75.60%

TRIGO Y DERIVADOS
Espagueti 75.20 % Galleta dulce 66.80 % Pan integral 54.00 %
Galleta salada 69.70 % Germen de trigo 46.70 % Harina de trigo 77.80 %
Hojuelas de trigo 80.50 % Pan blanco 62.10 % Pan dulce 60.80 %
Pastas 72.80 % Salvado 56.70 % Trigo entero 73.40 %

LEGUMINOSAS
Garbanzo 57.10 % Frijol (promedio) 58.50 % Harina de frijol 59.10%
Haba 63.10 % Lentejas 58.70 % Soya 33.50 %

OLEAGINOSAS
Ajonjolí 13.30 % Almendra 3.90 % Avellana 11.70 %
Cacahuate 21.50 % Cacao 26.10 % Castaña 32.50 %
Semillas de girasol 13.60 % Nuez de castilla 13.20 % Piñón 16.80 %
Cacahuate (crema) 28.20% Semilla calabaza 12.20% Pistache 19.00 %

VERDURAS
Acelga 4.80 % Aguacate 7.60 % Ajo 36.20 %
Alcachofa 16.50 % Apio 4.20 % Berenjena 5.90 %
Berro 2.90 % Betabel 10.90 % Brócoli 5.90 %
Calabacita italiana 3.70 % Calabaza amarilla 4.90 % Cebolla (blanca) 9 %
Chayote 6.60 % Chícharo 25.50 % Chilacayote 2.70 %
Chile serrano 7.20 % Cilantro 2.60 % Col blanca 5,40%
Ejotes 3.50 % Elote amarillo 32.60 % Elote blanco 21.70 %
Endivia 3.30 % Espárrago 5.00 % Espinaca 1.70 %
Flor de calabaza 2.70 % Haba verde 13.10 % Champiñón 4.40 %
Huitlacoche 6.24 % Lechuga orejona 4.10 % Jitomate 4.30 %
Nabo 3.30 % Nopal 5.60 % Pepino 2.40 %
Perejil 10.90 % Poro 14.10 % Rábano 4.30 %
Romeritos 4.90 % Tomate (verde) 4.50 % Verdolaga 4.90 %
Xoconostle 5.20 % Hierbabuena 7.70 % Zanahoria 10.50 %

126
TENTACIONES QUE MATAN

RAÍCES FECULENTAS
Camote amarillo 28.30 % Papa (promedio) 17.50 % Yuca 28.20 %
Raíz de Chayote 17.80 % Cúrcuma 9.60 % Ñame 17.50 %

FRUTAS
Caimito blanco 9.90 % Caña de azúcar 17.20 % Capulín 16.80 %
Caña azúcar jugo 17.20% Chabacano, 11.00% Chirimoya 24.00 %
Ciruela amarilla 17.90 % Ciruela roja 11.80 % Coco (agua) 4.70 %
Durazno amarillo 11.70 % Fresa 7.00 % Garambullo 10.10 %
Granada 23.40 % Guanábana 6.50 % Guayaba 11.90 %
Higo 19.20 % Jícama 8.70 % Kiwi 14.90 %
Lima 10.50 % Limón 10.70 % Mamey 16.20 %
Mandarina 12.00 % Mango (Manila) 11.30 % Mango (criollo) 9.00 %
Manzana 16.50 % Melón 6.30 % Membrillo 15.30 %
Naranja agria 13.40 % Naranja (jugo) 10.40 % Nectarina 11.80 %
Níspero 12.40 % Papaya 9.80 % Pera 15.90 %
Perón 15.90 % Piña 12.40 % Pitahaya 10.40 %
Plátano tabasco 22.00 % Plátano macho 23.40 % Pomarrosa 16.40 %
Prisco 9.70 % Sandía 7.20 % Tamarindo 62.50 %
Tejocote 22.00 % Toronja 11.10 % Tuna 8.10 %
Uva 17.80 % Zapote blanco 16.10 % Zapote negro 14.50 %
Zapote amarillo 20.00 % Xocóyol 6.60 % Zarzamora 12.80 %

CARNES
En general, las carnes no contienen carbohidratos, se
recomienda decidirse por ellas de acuerdo a su porcenta-
je de grasa, escogiendo las que la contengan en menor
cantidad, por ello, en términos generales, serán preferi-
bles las de pescado, luego la de pavo, enseguida la de
pollo, después la de res, y como última opción, la de
cerdo.

LÁCTEOS
Leche de vaca 4.80% Leche condensada 54.40 % Leche evaporada 10.00 %
Leche descr. polvo 51.90 % Leche ente. polvo 38.40% Yogur natural 4.70 %
Leche mat. polvo 55.10% Leche fresca cabra 4.40% Leche materna 6.90 %
Queso añejo Cotija 0 % Queso fresco cabra 8.70% Queso fr. de vaca 5.00 %

127
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Queso Chihuahua 1.90 % Queso Roquefort 2.00% Queso Oaxaca 3.00 %


Queso Camenbert 0.50 % Queso Chedar 1.30 % Requesón (descr.) 2.70 %
Queso Manchego 0.50 % Queso americano 1.70 % Requesón 10.00 %

HUEVOS Y GRASAS

En general, los huevos y grasas, (tanto las de origen ani-


mal como vegetal) casi no contienen carbohidratos, se
deben evaluar en cada caso particular, de acuerdo a su
contenido de grasas.

AZÚCARES Y MIELES

Azúcar morena 90.60 % Azúcar refinado 99.10 % Jarabe de maple 65.00 %


Melaza 60 % Miel de abeja 78.00 % Miel de caña 72.60 %
Miel de maíz 75.00 % Jarabe sabor maple 72.00 % Piloncillo 90.60 %

DIVERSOS ALIMENTOS ENVASADOS

Chocolate azúcar 75.10 % Chocolate en polvo 73.20 % Choc. con leche 73.90 %
Ciruela pasa 89.10 % Ciruela pasa jugo 17.40 % Dátil seco 73.50 %
Fresas en almíbar 23.60 % Helado de crema 17.20 % Higo en almíbar 22.90 %
Jalea de frutas 80.30 % Tomate (jugo) 5.40 % Tomate (puré) 10.10 %
Tomate (Catsup) 25.40 % Manzana (merme.) 57.40 % Manzana (jugo) 13.80 %
Mayonesa 4.60 % Mermeladas prom. 60 % Mostaza 6.40 %
Naranja (merm.) 57.40 % Néctares de fruta 24.20 % Hojuelas de papa 51.80 %
Papas fritas 53.30 % Papas a la francesa 36.00 % Pasas 77.00 %
Piña en almíbar 29.80 % Uchepo (tamal) 39.70 % Hojuelas de avena 66.00 %

Tenga muy presente que esta lista pretende informarle


solamente del contenido de carbohidratos, para que pueda
acercarse a su nivel idóneo, y le reiteramos que cada
uno de los alimentos naturales descritos contiene una
diversidad de vitaminas, enzimas, minerales, grasas, fi-
bra y nutrientes diversos que también son importantes,
y deben ser evaluados.

Pero antes de pasar al siguiente apéndice, y con respecto


a la lista expuesta, es muy importante considerar los si-
guientes factores:

128
TENTACIONES QUE MATAN

I.- No solamente evalúe el contenido de carbohidratos


por producto, sino la cantidad que se va a ingerir del
mismo. Por decir, el ajo contiene el 36.20 % de
carbohidratos, lo que a más de alguno le podría parecer
elevado, sin embargo, la ración del mismo que por lo
regular alguien incluye en su dieta, es mínima, además,
este producto contiene otros elementos valiosísimos en
cuanto a su capacidad antioxidante.
II.- Se debe también tomar en cuenta el peso específico
de cada producto. Por ejemplo, si bien el amaranto es un
cereal que contiene 65.10 % de carbohidratos, —similar al
maíz que contiene 69.60 %— el peso de ambos es comple-
tamente diferente, siendo así que una taza de amaranto
podría pesar 50 gramos, y esa misma taza, llena de “pinole
sin azúcar” (maíz molido), pesaría alrededor de 220 gra-
mos; en consecuencia, el contenido de carbohidratos de
la taza de amaranto sería de 33 gramos, mientras que la
de pinole sería de 166 gramos.
III.- En cada producto se debe evaluar también el conte-
nido de grasas y el tipo de las mismas, así como la can-
tidad y clase de fibras y nutrientes diversos que cada
uno incluye, ya que ello a su vez determinará tanto la
velocidad de absorción de los propios carbohidratos, como
la importancia de los componentes que lo acompañan.

IV.- Tome en cuenta que pueden variar un poco los por-


centajes exactos de carbohidratos de cada uno de los ali-
mentos naturales o procesados descritos, dependiendo
de la variedad, proveedor, zona geográfica y otras varia-
bles.

V.- Es importante buscar la diversidad alimenticia, para


proveerse de toda la gama de nutrientes necesarios, a
excepción de los alimentos con un artificial índice
glucémico a través de los azúcares y harinas refinadas,
ya que, por lo regular, tienen un nivel nutricional dema-

129
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

siado bajo, así como la larga serie de inconvenientes que


se han citado. Por ello, en no pocas ocasiones los produc-
tores se sienten obligados a anunciar en sus etiquetas
que han sido “adicionados” de una gama de vitaminas,
cuando lo deseable es tomar esos nutrientes de los pro-
pios alimentos naturales.

Fuente = TABLAS DE VALOR NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS DE


MAYOR CONSUMO EN LATINOAMÉRICA, Instituto Nacional de Nu-
trición Salvador Zubirán, por el grupo conducido por los especialistas:
Miriam Muñoz de Chávez, (Instituto Nacional de Cancerología) Eduardo
Mendoza Martínez (Instituto Nacional de Nutrición), Adolfo Chávez
Villasana e investigadores asociados. Editorial Pax (México 1996)

130
TENTACIONES QUE MATAN

APÉNDICE “B”
LIBÉRESE DE LAS DULCES TENTACIONES

Lo felicitamos por asumir su derecho de cuidar lo más


precioso que posee, que es su salud. Además, como en
general, “la expectativa de vida”, afortunadamente, se
ha incrementado, debemos todos ser especialmente cau-
tos para que cada etapa de ella pueda ser aprovechada
íntegramente, por tanto, ponemos a su consideración al-
gunas recomendaciones.
Pero antes de entrar en materia, le insistimos en que no
tema disminuir un poco las utilidades de los “dulces
empresarios”, en la parte final de este mismo apéndice,
le diremos el porqué. Y en cuanto a su propio bienestar
personal, le aseguramos que puede liberarse por com-
pleto de esa melosa comida, que, en una forma por de-
más engañosa, se ha convertido en una verdadera ame-
naza para su salud y la de los suyos.
Estamos convencidos de que una vez que ha descubierto
los auténticos estragos que pueden ocasionar en un or-
ganismo las dulces tentaciones, ello le motivará de ma-
nera decisiva. No obstante, el camino para lograr libe-
rarse de esa melosa costumbre, si bien no es tan difícil
como algunos consideran, la ruta específica será
personalizada, y dependerá de 1.- Los años que haya es-
tado consumiendo alimentos chatarra, así como la canti-
dad que haya ingerido diariamente de los mismos; y 2.-
Su peso, edad, nivel de acondicionamiento físico, ante-
cedentes familiares y demás características personales.

Si bien su mejor consejero será su propio médico, quien


conocerá más sobre su caso particular, le daremos algu-
nas directrices a grandes rasgos, las cuales clasificare-
mos en dos grupos.

131
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

I.- Si aún no se ha desajustado su sistema metabólico,


lo cual esperamos sea su situación actual, la ruta que le
sugerimos es la siguiente:

a. Limite lo más que pueda, o evite todo alimento que


contenga azúcares o harinas refinadas.
b. Consuma los carbohidratos que todos debemos in-
gerir, a través de los alimentos naturales, tratando
de no abusar mucho de aquellos que los contienen
en muy alto porcentaje (Ver apéndice “A”).
c. En el caso de que esté interesado en controlar su
peso, tome en cuenta que el elemento más impor-
tante para ello, serán los carbohidratos, aunque
sin duda influirán también las grasas, cantidades
de alimento ingerido, ejercicio que realice, hábitos
y otros factores, como seguramente su propio mé-
dico le indicará. Bajo un régimen de control de peso,
no debe eliminar por completo los carbohidratos
naturales, sólo limítelos a una cierta proporción de
acuerdo a sus condiciones particulares. No obstan-
te, si le interesa mantenerse en línea, elimine por
completo los carbohidratos refinados, y le antici-
pamos que se llevará una muy agradable sorpresa.
d. Limite lo más que pueda las bebidas alcohólicas,
tratando de no sobrepasar el equivalente a una copa
de vino o una cerveza al día. Si considera que be-
biendo esta cantidad corre el riesgo de ingerir más
de lo que desea, prescinda por completo de ellas. Si
excede cierto límite, el riesgo a su salud es muy
alto por múltiples razones, una de ellas es que pue-
de dañar seriamente su hígado, que es uno de los
órganos clave en su organismo.
e. Realice con regularidad actividad física de una ma-
nera periódica aunque moderada. Si actualmente
no lo hace, inicie su programa personal a través de
un ejercicio leve, como podría ser la caminata. Esta
práctica tiene la ventaja de que podrá realizarla sin

132
TENTACIONES QUE MATAN

mayores problemas en cualquier ciudad donde se


encuentre, sin necesidad de ropa o clubes muy
sofisticados. Siempre atienda las indicaciones de su
médico, ya que él conoce su caso particular.
f. Cuide de consumir de manera regular —y con mo-
deración— fibra con sus alimentos.
g. Consuma abundante agua.
h. Esté muy alerta para no ser sorprendido por una
campaña publicitaria que le aseguramos desplega-
rá —probablemente valiéndose de terceros— la po-
derosa industria alimentaria, ya que no aceptará de
manera fácil que Usted o alguien de su familia se
desprenda de su “gentil clientela”. Tal vez escuche
mensajes que si bien a los conocedores les provoca-
rá risa o asombro por su desfachatez, pueden con-
fundir a mucha gente. Le exponemos un ejemplo:
“El azúcar refinado en sus diferentes presentaciones,
efectivamente es perjudicial, pero sólo cuando su con-
sumo es ‘excesivo’ “, como si no fuera excesivo1 que
en la mayoría de los países industrializados, el con-
sumo promedio anual por habitante sea superior a
los 40 o 50 kilogramos, (alrededor de 125 gramos/
día, contenidos en infinidad de productos). Tenga
presente que los parámetros bajo los cuales se mue-
ven ellos no están orientados hacia su bienestar o
el de su familia, sino más bien gravitarán en torno
al estado de utilidades de su propia empresa. Trate

1
En virtud de que el término “excesivo” es discrecional, y con la dieta actual se
alcanza de manera involuntaria por la mayoría de las personas, le diremos
algunos parámetros para que juzgue por sí mismo: Si en un país cualquiera se
consumen 47 kilogramos de azúcares por habitante al año, ello equivale a un
consumo individualizado diario de 129 gramos, lo que quiere decir en térmi-
nos concretos, que 2.6 veces al día, su sistema endocrino sufrirá un “golpe” en
su torrente sanguíneo de alta glucemia e insulina, (como está descrito en las
gráficas # 1 y # 2 de la lección II) y si bien dichas alteraciones en sus primeras
etapas durarán pocas horas, al paso de los años, podrían repercutir en impor-
tantes alteraciones metabólicas, como es el caso de la diabetes y otros muchos
inconvenientes ya descritos.

133
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

por tanto de establecer su ingesta diaria atendien-


do a su beneficio personal; en todo caso, quizá unos
10 o 20 gramos de azúcares refinados (o sea, de 4 a
6 kilogramos anuales) sería un lujo que podría dar-
se, —dependiendo de su propia capacidad de res-
puesta ante ellos, eso su médico se lo dirá— pero
tome en cuenta que una cantidad como esa, la po-
dría obtener consumiendo por decir, un simple vaso
chico de yogur (de los que están adicionados de
azúcares refinados) al día. Le contaremos algo para
ilustrarle mejor: En una ocasión, platicando con un
paciente que ya tenía problemas en los riñones, le
recriminamos sobre su hábito de excesivo consu-
mo de azúcar, —ya se le había advertido años an-
tes— a lo que nos dijo: “yo no consumo nunca azú-
car”, cosa que tal vez con sinceridad creía, sin
embargo, después reconoció ingerir diariamente
varios refrescos, donas y diversos alimentos que lo
contienen. La verdad es que quizá nadie sería tan
tonto para ingerir alguna forma de azúcar refinado
a cucharadas, pero a veces se olvida que con tan
sólo 2 bebidas embotelladas y diversos alimentos
con alto contenido glucémico, ya sería suficiente
para que una persona ingiriese alrededor de 150
gramos al día, lo que equivale a 55 kilogramos al
año, algo para lo que su organismo, créanos, no está
preparado.
i. Manténgase en un peso adecuado. Su médico le
auxiliará para conocerlo.
j. Una recomendación en términos generales es que,
cuando consuma grasas, trate de hacerlo (en canti-
dades limitadas) inclinándose más hacia las de ori-
gen vegetal como a las que se encuentran —entre
otras— en el aceite de oliva, cártamo, girasol o si-
milares, así como en las oleaginosas, como son las
almendras, macadamias, semillas de girasol, caca-
huate, etc. Evite las grasas hidrogenadas como las

134
TENTACIONES QUE MATAN

que van contenidas en margarinas y otros produc-


tos procesados.
k. Adopte una actitud preventiva, manteniendo un
estilo de vida sano. Cualquier manifestación que
aprecie en su cuerpo, de inmediato hágaselo saber
a su médico, recuerde que los problemas nacen
pequeños, y sólo cuando se ignoran o minimizan
es cuando adquieren proporciones inmanejables e
irreversibles.
l. Trate de consumir toda la gama de vitaminas, mi-
nerales y nutrientes necesarios, consumiendo un
espectro amplio de alimentos naturales, si por al-
guna razón no lo puede hacer, auxíliese de un com-
plemento vitamínico.
m. No ingiera demasiado alimento en cada comida. Una
comida muy abundante altera sus niveles insulínicos
innecesariamente. También tome en cuenta que el
funcionamiento de su organismo no será el mismo
durante las 24 horas de cada día. Considere que
durante la noche, disminuirá su actividad meta-
bólica y cardiaca, así como su temperatura y otros
parámetros, por lo que será especialmente perjudi-
cial una cena demasiado abundante, y, además, tra-
te de cenar cuando menos 3 horas antes de irse a
dormir.
n. Diseñe su plan de vida atendiendo a sus propias
necesidades, y debidamente asesorado. No preten-
da dar gusto a terceras personas, ya que de todas
maneras no lo conseguirá. Conocemos a algunos
que realizan ejercicio con regularidad, y mientras
que unos los consideran “fanáticos del ejercicio”,
otros les insisten que lo hagan de otra forma. Sin
tratar de polemizar con nadie, diseñe su programa
personal de actividad física y de alimentación, de-
pendiendo de su peso, edad, capacidad meta-
bólica, disponibilidad, gustos y otros elementos
particulares.

135
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

o. Cuando consuma frutas, ingiéralas completas, —sólo


retire la cáscara o semillas cuando proceda— ya que
con la costumbre de comer sólo parte de ellas, como
sucede con “los jugos”, se está privando innecesa-
riamente de la fibra y parte de sus nutrientes2 , los
cuales desempeñan un papel importante en su or-
ganismo, y además, con el a veces olvidado proce-
so de masticación, se le añaden a los alimentos, cier-
tos elementos que facilitarán el natural proceso
digestivo.
p. Si tiene niños cerca de Usted, trate de inculcar en
ellos hábitos sanos, —recuerde además que su ejem-
plo será crucial— de otra forma, cuando sean ma-
yores les será increíblemente difícil apartarse de
ellos. Conocemos personas adultas que aún sabien-
do que están atentando seriamente contra su salud
con cierta clase de comida, no les es posible apar-
tarse de ella.

2
Si se consumen los alimentos de manera diferente a como la naturaleza nos
los provee, le parecerá increíble pero incurrimos en una serie de inconvenien-
tes que van desde leves a importantes, sobre todo si dicha alteración se realiza
de manera reiterada.
Un alimento al ser masticado, se le añade la ptialina desde su boca, luego en
el estómago se le adiciona ácido clorhídrico, el cual entre otras cosas ayuda a
transformar los azúcares naturales de los alimentos en monosacáridos, el
páncreas aportará otras importantes sustancias para que los enterocitos pue-
dan realizar su importante labor.
Si un alimento se consume incompleto o peor aún, refinado, entre otros mu-
chos inconvenientes, —algunos de ellos ya citados— la absorción alimenticia
se realiza de forma irregular, una inconveniencia es que se lleva a cabo la labor
digestiva en una limitada sección de su intestino, y, sorpréndase, su organismo
está preparado genéticamente para realizar ese proceso en una longitud de
casi siete metros.
No es pues sano alterar con ligereza el trabajo de su aparato digestivo, sobre
todo si dicha modificación no es producto de un análisis profundo, sino única-
mente es derivada de la conveniencia monetaria o comercial de unas cuantas
personas, las cuales ni siquiera se han tomado la molestia de analizar este tipo
de cuestiones.

136
TENTACIONES QUE MATAN

II.— Ahora, si Usted ya se ha convertido, —o está a


punto de hacerlo— en una víctima más de aquellos
“dulces caballeros” que le hemos descrito, le sugerimos,
adicionalmente a las recomendaciones anteriores, aña-
dir lo siguiente:

a. Acuda tan pronto pueda con un especialista, aun-


que cerciórese que éste tenga un enfoque adecua-
do del problema, una simple conversación con él,
así como las recomendaciones que le haga, le ayu-
dará a conocer su punto de vista. Si su médico no le
prohíbe los azúcares y harinas refinadas, e incluso,
si no le dosifica –dependiendo de su caso— los
carbohidratos complejos que vienen en los alimen-
tos naturales, quizá ese doctor no sea su mejor op-
ción.
b. Colabore con toda la información que pueda con el
especialista que lo atiende, para que juntos deter-
minen el grado de intolerancia a la glucosa al que
ha sido llevado, así como su personal “Nivel Crítico
de Carbohidratos”3 (NCC), mismo que por su pro-
pio bien, deberá tratar de no excederlo en cada
comida.
c. En su caso particular, por la etapa en que se en-
cuentra ahora, prescinda por completo de todo pro-
ducto que contenga azúcares y harinas refinadas, y
limite incluso aquellos que contengan harina inte-
gral, ya que no debe sobrepasar su NCC personal.
Al consumir carbohidratos de los alimentos, déle
preferencia a aquellos que —en proporciones limi-
tadas— sean de absorción más lenta, como los

3
El “Nivel Crítico de carbohidratos” es el nivel (personalizado) de consumo
de carbohidratos a partir del cual, un organismo muestra ciertas alteraciones
metabólicas, por lo que se recomienda no excederlo. Término citado en varios
libros del Dr. Robert C. Atkins, uno de ellos es La revolución dietética, Ed.
Grijalbo.

137
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

polisacáridos (en términos generales, son los que


no tienen sabor “dulce”), y prescinda de los
monosacáridos y disacáridos, que se encuentran de
manera preponderante en los azúcares refinados y
en menor medida en una diversidad de frutas. Es-
coja consumir únicamente de forma limitada, —de
conformidad con su médico, que conoce su reac-
ción glucémica e insulínica específica— las frutas
que tengan menos de un 10 u 11 por ciento de
hidratos de carbono. (Apéndice A) Pero le reitera-
mos, cada caso debe ser evaluado en forma perso-
nalizada.
d. Es especialmente importante para Usted realizar
ejercicio de forma regular aunque moderada.
e. Consuma una amplia variedad de verduras, (excep-
to las de muy alto contenido de carbohidratos como
son la papa, el camote, etc.) y en caso de las frutas,
en su caso particular y por el estado a donde lo han
llevado, limítese como le decíamos, a aquellas que
tengan un contenido de hidratos de carbono bajo.
El porcentaje de consumo personal de hidratos de
carbono dependerá de la opinión del médico, que
evaluará su caso individual. Hemos conocido per-
sonas que han padecido un daño pancreático a ni-
veles extremos, y hasta las cantidades más peque-
ñas de hidratos de carbono —principalísimamente
los monosacáridos y disacáridos— inciden mucho
sobre la glucosa sanguínea.
f. Todas las demás indicaciones, tales como el mante-
nimiento del peso apropiado, consumo de fibra y
agua, limitación de grasas animales, debe seguirlas tal
como están expuestas en el punto anterior, excepto en
el caso del alcohol, el cual debe evitarlo por comple-
to. También borre de su lista las bebidas embotella-
das, adicionadas de cualquier tipo de azúcar.
g. Ignore los consejos de charlatanes que pretendan
curarlo con pócimas milagrosas, así como los men-

138
TENTACIONES QUE MATAN

sajes de la industria alimentaria que le asegurarán


que la mercancía artificialmente endulzada no pro-
duce daño al ser humano. La evidencia científica y
responsable nos dice lo contrario.
h. Una de las claves donde se debe estar muy alerta si
realmente desea liberarse de las dulces tentaciones
está en el momento de comprarlas. Una vez que se
ha llevado a su casa un producto, lo más probable
es que Usted mismo, o alguien de su familia, habrá
de consumirlo. Siendo así que uno de los momen-
tos clave será al efectuar las compras.
i. Adquiera una actitud preventiva, el problema de la
comida chatarra es un asunto que toda persona debe
enfrentar en algún momento, y es mejor que apar-
te de su vida lo que puede destruirlo, a esperar a
hacerlo cuando el desarrollo de alguna enfermedad
se encuentre en una fase más avanzada, cuando
podría ser irreversible el daño.
j. En algunos casos hemos recomendado el uso de un
valioso elemento adicional, que es llevar una pe-
queña bitácora. Si considera que puede servirle a
Usted, no tiene idea de lo que podría ayudarlo. El
simple hecho de tener una libreta donde vaya ano-
tando cada alimento que consuma a lo largo del
día, lo hará retroalimentarse a sí mismo sobre lo
que está haciendo bien, o mal, en su caso. Anote
todo lo que come, y estamos seguros que evitando
los carbohidratos refinados, limitando los carbo-
hidratos complejos, y siguiendo las indicaciones de
su médico, llegará al estado de salud y peso ideal,
sin necesidad de ningún tipo de dieta exótica. Este
registro podría ayudarle no solamente a Usted, sino
también al médico que lo atiende, ya que así le reco-
mendará su mejor opción alimenticia.
k. Le reiteramos que no realice nunca comidas dema-
siado abundantes, si siente que requiere de más
nutrientes, o su médico se lo aconseja, es preferible

139
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

realizar un mayor número de comidas al día, aun-


que menos abundantes cada una de ellas.

Una vez que ha leído estas recomendaciones, de ningu-


na manera piense que éstas significarán una especie de
carga difícil de llevar, sino más bien, le harán llevar una
vida más plena y sana, —realice una prueba durante 3
semanas y se sorprenderá, pero verifique su peso cada
semana— tenga presente que de hecho no está “llevando
una dieta”, como algunos erróneamente piensan, sino
simplemente está comiendo de la forma en que todos
debemos hacerlo, misma vía que la naturaleza diseñó
para Usted. Sin embargo, si le resulta difícil, ello sólo
indicará que el conglomerado de “dulces empresarios”
ha conseguido su propósito: Habituarlo a lo que ellos
quieren. Pero quizá esté aún a tiempo para reorientar su
forma de alimentarse, su propio organismo y su futuro,
le quedaran enormemente agradecidos.

Conocemos a infinidad de personas que han seguido las


recomendaciones de este libro, —y de otros similares— y
le aseguramos que cada día se deleitan con una infini-
dad de frutas, verduras, carnes, lácteos y otros produc-
tos naturales, que están esperando llegar hasta su mesa.
La naturaleza es mucho más que esa sarta de chácharas
de sabores dulzones, que entre otras cosas, generan más
basura y desde la misma llegada de ellas a su boca, le
provocarán caries.

Por otro lado, no se preocupe en absoluto por el futuro


de la industria de los alimentos o bebidas procesadas, ya
que ni se “perderán empleos”, tampoco reducirán sus
utilidades, ni ninguna desgracia ocurrirá, simplemente
se transformarán hacia el verdadero interés ciudadano.

Sin embargo, el elemento clave para que dicha transfor-


mación ocurra, no está en ellos sino en Usted, nosotros y

140
TENTACIONES QUE MATAN

todos los consumidores, ya que en el momento que nos


demos cuenta de la poderosa capacidad transformadora del
poder de compra, haremos que esos industriales
alimentarios se orienten más hacia el verdadero benefi-
cio ciudadano y menos a sus particulares estados finan-
cieros. Usted tiene la palabra.

Los propios “empresarios dulces” no lo perciben en este


momento, pero un alimento más sano, redundará nece-
sariamente en un conglomerado social más sólido y pro-
ductivo, lo que diseminará sus beneficios hacia todos,
incluyéndolos a ellos mismos.

141
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

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TENTACIONES QUE MATAN

APÉNDICE “C”
ALTERACIONES OCULARES DERIVADAS DE LA DIABETES

Dr. Héctor García Villegas M.C. MSP 1

La mayoría de especialistas en salud del mundo, sabe


que la cantidad de personas que mueren a consecuencia
de diabetes, ya no se mide tanto por día sino por hora, y
muestra una tendencia a crecer de manera alarmante.
Con ello aumenta también la cantidad de pacientes con
insuficiencia renal, infartos, pérdida de la visión,
neuropatías y amputación de miembros. Para colmo,
muchas personas en ese estado, ni siquiera saben que la
padecen, o están en camino a ello.

Es importante que la ciudadanía conozca, que si bien las


complicaciones derivadas de la diabetes se manifiestan a
largo plazo, este padecimiento no es sino una mera conse-
cuencia de una alimentación inadecuada2 a lo largo de
muchos años, pero una vez que este problema hace acto
de presencia, repercutirá de manera primordial en com-
plicaciones de tipo vascular (fundamentalmente en los
vasos capilares), y como la circulación sanguínea interviene
en todo proceso del organismo, el daño se extenderá en-
tonces, en diferentes grados, hacia todo el cuerpo.
1
El doctor Héctor García Villegas es Médico Cirujano egresado de la Universi-
dad Nacional Autónoma de México (México), su internado quirúrgico lo reali-
zó en Mount Vernon Hospital de Nueva York, tiene posgrado en pediatría en el
primer curso para médicos militares graduados del Hospital Central Militar,
cuenta con Maestría en salud pública y en administración Médica en la Escue-
la de Salud Pública de México, y realizó estudios de posgrado en Oftalmología
en el Instituto Barraquer de Barcelona, España. saludocular@yahoo.com.mx
Teléfono (52)(55) 5540 6382
2
Aunque también influyen en la generación de la diabetes factores de tipo
genético, así como peso excesivo, falta de ejercicio, hábitos inadecuados, edad
y otros elementos negativos.

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G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Pero vamos a circunscribirnos por el momento, en las


complicaciones oculares derivadas de la diabetes.

Si bien el daño principal del paciente diabético se orienta-


rá hacia la retina, —por los problemas vasculares citados—
y hoy en día constituye la principal causa de ceguera en
los países con una dieta “industrializada”, lamentamos
decirle que la retina no es la única que puede resultar afec-
tada, ya que también se provoca a menudo visión borrosa,
alteraciones en la función inmune de las lágrimas, paráli-
sis de músculos extraoculares, duplicación de la membra-
na basal de la córnea, alteraciones en la respuesta pupilar,
glaucoma, cataratas y neuropatías ópticas.

La visión borrosa (disminución de la agudeza visual) muy


a menudo es causada por un edema macular, que no es
raro haga acto de presencia en los pacientes diabéticos.
La presbicia (vista cansada) puede presentarse en el pa-
ciente diabético a una edad más temprana, y ello se debe
a la acumulación de glucógeno o neuritis, lo cual influye
negativamente en los nervios de los músculos involu-
crados.

Es un hecho muy conocido que la función lagrimal, no


se limita únicamente a una mera acción mecánica de
lavado e humectación de la parte exterior del ojo, sino
que también ejerce una acción inmunológica de protec-
ción ante agentes externos. Esta labor también se ve dis-
minuida en el paciente diabético.

Algunos casos de visión doble (diplopía) son a menudo


consecuencia de alteraciones en el nivel glucémico, co-
mún en el paciente diabético. Cabe mencionar que las
intervenciones quirúrgicas oculares que en ciertos mo-
mentos críticos deben realizarse, pueden presentar un
mayor grado de dificultad y riesgo si el paciente padece
de diabetes.

144
TENTACIONES QUE MATAN

La respuesta pupilar a la iluminación también es defi-


ciente en quien padece diabetes. Del mismo modo, el
riesgo de padecer glaucoma, cataratas y neuropatías
ópticas es notablemente superior.

Ahora bien, si analizamos la retinopatía diabética, debe-


mos decir que ella engloba las alteraciones retinianas
causadas por la diabetes, ya que este padecimiento dete-
riora como decíamos, la vascularización. Pero quizá sur-
girá en Usted una pregunta muy importante ¿Cómo es
que se genera este gravísimo proceso?

Para que un vaso capilar funcione adecuadamente, es


indispensable la presencia de unas células llamadas
pericitos, cuya función es servir de soporte a los vasos
sanguíneos. Los pericitos pueden en un momento dado
diferenciarse, cumpliendo funciones como fibroblastos
(células de reparación), células musculares lisas (control
del diámetro vascular para incrementar el aporte sanguí-
neo) y macrófagos (células de defensa para digerir partí-
culas extrañas).3

Si por cualquier circunstancia no hay pericitos, los vasos


capilares no podrán cumplir bien su función, ya que
exudarán proteínas que debieran mantenerse dentro del
capilar, sus paredes podrían dilatarse generando micro

3
Kawamura H, Kobayashi M, Li Q. Yamansh S. Kasumura K, Minami M. Wu
DM and Puro DG: Angiotensin-induced effects on the physiology of the pericyte
containing microvasculature of the rat retina. Journal of Physiology (London)
56l:671-683, 2004
Sugiyama T. Kobayashi M Kawamura H. Yamanishi S. Katsumura K and Puro
DG: Regulation of P2X7-induce pore formation and cell death in pericyle containg
retinal micorovessels. American Journal of Physiology 288:C568-C576, 2005
Yamanishi S, Katsumura K, Kobayashi T and Puro DG: Extracellular lactate as
a dynamic vasoactive signal in the rat retinal microvasculature. In Press (doi:10.1152/
aipheart.01012.2005)

145
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

aneurismas, las cuales entorpecerán la circulación y el


intercambio de gases (oxígeno por CO2), se pueden cau-
sar hemorragias que provocarán pérdida de transparen-
cia de los nervios ópticos, y podrían formarse coágulos,
fibrosis, retracción y oclusiones de los capilares, gene-
rando una asfixia de las células retinianas.4

¿Y por qué pueden dañarse los pericitos del paciente dia-


bético? Se sorprenderá al conocer algunas de las maravi-
llas que ocurren en nuestro interior: Como un crucial
mecanismo de defensa, su organismo está preparado para
llevar a cabo el fenómeno de la apoptosis, que es algo así
como muerte celular programada, una especie de sui-
cidio celular. Si una célula es afectada por un virus, cán-
cer, alteraciones metabólicas,5 o disfunciones diversas
que le impidan cumplir adecuadamente con su función,
da inicio en su interior una serie de mecanismos
bioquímicos que llevan a la autodestrucción de la propia
célula, o sea, se sacrifica a sí misma para proteger al
tejido al cual pertenece.

Ahora bien, un déficit de insulina o una resistencia celu-


lar a la misma, deriva en un aumento de la glucosa en su
sangre y en los tejidos, lo que ocasiona a su vez un incre-
mento de la Aldosa reductasa, que es una enzima amplia-
mente distribuida en los tejidos, incluidos los nervios,
riñón y retina.

Y si consideramos que la glucosa es convertida durante


su metabolismo en fructosa, para llegar a ese punto, uno
de los pasos intermedios es transformarse en sorbitol, si
este se llega a acumular junto con la glucosa en algunas
células, causará daño osmótico. Por tanto, esa enzima es-

4
Las células retinianas son neuronas modificadas que no tienen capacidad de
reproducirse.
5
Ocasionadas en su inmensa mayoría por una alimentación inadecuada.

146
TENTACIONES QUE MATAN

pecífica, llamada Sorbitol deshidrogenasa, causará un des-


equilibrio bioquímico que tendrá como consecuencia un
aumento en los radicales libres, lo que a su vez provo-
cará apoptosis y posterior destrucción del pericito.

Y si consideramos que su cuerpo –conformado por sus


ojos, cerebro, corazón, riñones, etcétera- no es sino un
maravilloso y extraordinario conjunto biológico que ha
evolucionado a lo largo de miles de años, el cual le per-
mite hoy por hoy desempeñar funciones clave, cabría
una reflexión muy importante:

¿Valdrá la pena poner en serio riesgo a su organismo,


siguiendo los propósitos de quienes de manera delibera-
da alteran el contenido glucémico de los alimentos, sola-
mente con el profano interés de incentivar su consumo?

Créanos que cuando se elabora esa amplia gama de dul-


ces tentaciones, sus fabricantes ni siquiera alcanzan a
medir la gran cantidad de amargas consecuencias que
ellas acarrearán.

Afortunadamente contamos con nuestra capacidad de


decisión individual, y está en nuestras propias manos el
adoptar una actitud preventiva, para implementar en
nuestra vida hábitos sanos, para que debidamente aseso-
rados por médicos especialistas, podamos llevar a cabo
toda la amplia gama de labores cruciales que han sido
diseñadas especialmente para Usted. No permita que
su existencia se vea limitada o truncada por ambición
económica o falta de visión social de unos cuantos. No
cave su propia tumba con los dientes.

147
G. CRUZ S. JUAN M. OCHOA T.

Este libro está dedicado a todas aquellas


víctimas inocentes de los “empresarios dulces”,
confiando que aún estén a tiempo de
modificar sus hábitos, ya que con ello
cambiarán muchas cosas en su vida.

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