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Ciudad de Dios (2002) dirigida por Fernando Mireles y Katia


Lund
Es una película basada en las favelas o barrios de la ciudad de rio de janeiro que ha recibido
muchas críticas favorables, como por ejemplo ser escogida entre las 100 mejores películas de
todos los tiempos (Revista Time) o entre las 200 mejores de todos los tiempos (Revista
Empire). La película fue enviada a los premios Oscar en 2004 y recibió cuatro nominaciones:
Mejor Edición, Mejor Fotografía, Mejor Guion Adaptado y Mejor Dirección. Al final no ganó
ningún premio perdiendo en casi todas las categorías ante el Señor de los Anillos, y en el óscar
de fotografía ante Master and Commander dirigida por Peter Weir.
Aunque Fernando Mireles es conocido como el director principal, la colaboración con Katia
Lund, brasilera de padres norteamericanos, ya había dado otras películas como Palace II, una
historia de dos jóvenes en una favela, y luego la serie de televisión Ciudad de Hombres.
Mireles por su parte antes de esta película, había tenido experiencia dirigiendo series para
televisión. La película “Ciudad de Dios” en particular, fue una idea que surgió luego de leer la
novela de Paulo Linz quien había publicado un libro con el mismo nombre en 1997. Hay una
cita interesante al respecto: “Nunca decidí adaptar el libro”, explica Mireles. “Fue el libro
mismo que me secuestró, exigiendo ser adaptado al cine”. El libretista Braulio Mantovani fue
quien adaptó el libro a libreto de cine.

Ciudad de Dios, la novela


El origen de lo que ahora vemos como película fue una novela escrita por Paulo Linz, nacido
en Rio de Janeiro en 1958, quien trabajó durante 1986 a 1993 como ayudante de la Socióloga
Alba Zaluar. Ella ha escrito varias investigaciones sobre criminalidad en las favelas de la capital
de Brasil. Linz ha dicho que parte del material utilizado en el libro se extrajo de las entrevistas
realizadas para el proyecto Crime e criminalidade nas classes populares, hechas con la Prof.
Zaluar y de artículos publicados en los periódicos O Globo, Jornal do Brasil y O Día.
Luego de terminar este trabajo, Linz recibió una beca que le permitió organizar sus ideas y
adaptar a personajes ficticios pero basados en circunstancias reales, lo que había observado
en muchas entrevistas e investigaciones en las favelas de Río de Janeiro.
Presentada como novela, el trabajo tiene quizás más de documento sociológico pues nos
describe y narra las circunstancias atroces de la vida de niños y jóvenes drogadictos,
traficantes, asesinos y violadores en una favela a lo largo de varias décadas. No es fácil
clasificar una obra que se mueve entre el documento y la ficción, dado que muchas veces
estos elementos se entrelazan dentro del libro y también en la película. Debe decirse que hay
elementos de violencia tanto sexual como de otros tipos mucho más brutales y fuertes en la
novela escrita que no fueron llevados al cine.
En la película se nos advierte que “la novela está basada en hechos reales” y en realidad, las
fronteras entre realidad y fantasía, entre estudio sociológico y novela, se diluyen. El lector en
el caso del libro, o el espectador en el caso de la película, no siempre logra distinguir
diferencias sustanciales, salvo el uso de diálogos que pudieran ser inventados o la habitual
narración omnisciente del protagonista, Buscapé, en tercera persona

Ciudad de Dios como película


En síntesis, Ciudad de Dios narra la vida de varias personas que habitan en una favela al oeste
del centro de Río de Janeiro durante casi treinta años, es decir, entre los 60´s y los 80´s. El
narrador omnisciente que explica algunas acciones de la película, el joven Buscapé quien
creció y vivió en la Ciudad de Dios, nos advierte que para poder entender lo que hoy sucede
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en esa favela, es preciso remontarse a sus orígenes y a la arquitectura de violencia que se fue
generando allí desde el comienzo.
La película muestra como las primeras favelas fueron soluciones sociales para ubicar a las
masivas olas migratorias que iban conformándose en muchas ciudades latinoamericanas. La
migración del campo a la ciudad en busca de mejoras sociales o más oportunidades de empleo
fue un fenómeno continuo en muchos países latinoamericanos a comienzos del siglo XX. Este
proceso se dio de forma rápida y si bien al principio trató de organizarse esta migración con
alguna planificación urbanística, el fenómeno pronto adquirió una dinámica propia.
Lentamente y desde el comienzo de la Ciudad de Dios comienzan a formarse bandas de
delincuentes juveniles que parecen relativamente inocentes al principio, comparados con los
niveles de violencia que habrá luego
La variable independiente que explica todo en ese micro mundo artificial es la violencia.
Muchos tipos de violencia. Violencia del Estado contra el individuo, marcada como desidia,
como olvido, como abandono, como arbitrariedad y abuso policial, como ausencia de justicia;
la violencia de grupos contra el individuo, mostrado en las bandas que se conforman y que
dominan la vida de quienes tratar de hacer su vida en la favela; y finalmente la violencia entre
individuos, hombres y mujeres, con algunos rasgos de solidaridad entre ellos.
En la favela, la vida es nasty, brutish and short como dice Hobbes, pero no porque responda a
un supuesto estado de naturaleza, sino porque la artificialidad de la sociedad que ha generado
ese micro mundo ha sido mal conducida y los individuos retornaron a un estado de barbarie
que quizás nunca tuvieron pero que el abandono, la segregación, la exclusión social
presentándolos como ex ciudadanos les ha llevado a ello. Son “ex ciudadanos” porque han
perdido sus derechos de ciudadanía si es que alguna vez los tuvieron: los tienen en el papel,
como en un teatro, pero en la vida real no existe traducción operativa de que puedan tener
los mismos derechos que los habitantes de fuera de la favela.
Otro punto importante es que, salvo por algunas referencias históricas sobretodo en la
distribución del espacio que va cambiando con los años, la favela es realmente una unidad
atemporal: lo que allí sucede, por su fuerza, por su dinámica, no tiene tiempo. Sucedió, está
sucediendo y sucederá. Tampoco los hechos de la película tienen un lugar específico: pueden
ocurrir en Rio de Janeiro, en Sao Paulo, en México, en Tegucigalpa, en Guatemala, en Caracas,
etc. Y es que la favela tiene variables singulares, pero también comunes con otros
asentamientos hechos arbitrariamente al margen de las mega ciudades
Vale añadir que el rodaje de la película estuvo condicionado por las relaciones de poder que
este submundo autárquico plantea: los productores tuvieron que pedir la colaboración del
jefe de una favela para poder filmar en su zona y disponer así de las condiciones de seguridad
para realizar la filmación.
Otro punto que es importante y que añade realismo a la película es que, salvo un actor
profesional, todos los demás son personas salidas de la favela, sin experiencia previa ante las
cámaras.
Estamos ante un caso cinematográfico de híper-realismo, donde las circunstancias se ven
ampliadas en sus detalles tanto por el libreto como por el hecho que quienes nos las presentan
no actúan, sino que se representan a sí mismos y al mundo en el que han vivido.

Populismo Desarrollista: origen de muchas favelas


Las primeras migraciones campo-ciudad fomentaron la aparición de políticos con un discurso
de inclusión en lo que se conoce en la ciencia política como populismo desarrollista. En el caso
de Brasil, gobiernos como el de Getulio Vargas, activo políticamente entre 1930 y 1954, con
su “Estado Novo”, creaba un aparato centralizado por el cual podía promover el desarrollo
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económico y los cambios en la organización laboral; Vargas y luego sus sucesores también,
buscaban crear lazos emocionales con esa población que iba llegando en oleadas a las
ciudades y que tenía enormes necesidades y carencias. A este le siguieron Juscelino
Kubitschek y Janio Quadros quienes continuaron políticas de endeudamiento masivo con muy
poca responsabilidad fiscal.
Por supuesto, todo este sistema creado arbitrariamente y sin soluciones de sostenibilidad, no
tuvo continuidad y la favela, dejada sola ante las fuerzas que la componían, siguió existiendo
no como una parte o ampliación de la ciudad, sino como un ente aislado que sobrevivía cerca
de la ciudad interactuando con ella. La ciudad de Rio de Janeiro pasó de 2,3 millones en la
década de los 50 a 5,1 millones en 1980

¿Qué es una Favela?


son asentamientos irregulares, presentes en todas las grandes ciudades latinoamericanas
conocidos en Brasil como favelas, en Argentina como Villa Miseria, en varios otros países como
Barrios.
El término “favela” surgió específicamente en Brasil y se aplica a las zonas pobres en el espacio
centro-urbano. En la década de 1950, el Instituto Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE)
decidió por primera vez incluir los asentamientos irregulares en los censos poblacionales, y
para ello trazó una definición de favela1 que incluye a las aglomeraciones humanas que
poseen parcial o totalmente las siguientes características comunes:

 Más de cincuenta casas.


 Tipo de vivienda: aglomeraciones donde predominan las casas improvisadas de
aspecto rústico o barracos.
 Condición jurídica de ocupación: terrenos de terceros o de desconocidos con
construcciones sin licencia y sin fiscalización.
 Servicios públicos imprescindibles: ausencia parcial o total de red sanitaria, energía
eléctrica, teléfono y agua corriente.
 Urbanización: falta de calles, casas sin matrículas y, por lo tanto, sin dirección postal
reconocible
En 2004, Río de Janeiro tenía en su territorio 750 favelas, que representaban un área total de
42,89 km². En el período 1999/20042 hubo 356 favelas que mostraron un crecimiento de área
(un 47,47%), 351 favelas que no alteraron la superficie ocupada (46,80%) y 43 que mostraron
algún porcentaje de reducción (5,73%) debido al trabajo de organismos oficiales para mejorar
la calidad de vida de los pobladores. Algunas de las favelas más conocidas de Río de Janeiro
son Rocinha, Pavão-Pavãozinho, Vidigal y Doña Marta, en la Zona Sur de la ciudad, así como
Cidade de Deus, en la Zona Oeste.
Dos estudios mundiales importantes y relativamente recientes son The challenge of Slums:
Global Report on Human Settlements y Slums: Past and Future (United Nations Habitat, 2003
y 2007)

La Favela como célula social autárquica

1 PRETECEILLE, E. y VALLADARES, L. "A desigualdade entre os pobres – favela, favelas". En


HENRIQUES, R. "Desigualdade e pobreza no Brasil". Río de Janeiro: IPEA, 2000
2 Análisis del Instituto Municipal de Urbanismo Pereira Passos de fotos satelitales de 1999 y

2004
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Las Drogas en Ciudad de Dios


Las drogas aparecen en la ciudad de dios. Son parte de la dinámica de la favela, pero a pesar
de las distintas modalidades de tráfico que pueda haber se presentan dos drogas: marihuana
y cocaína. La primera tiene una connotación vinculante: quienes la usan, se relajan al punto
de permitir que se creen vínculos entre personas de distintas clases sociales. La marihuana
aparece en cierta manera con un halo positivo, con la idea que es posible consumirla sin que
haya mayores efectos negativos y se puede socializar con ella. Buscape compra marihuana
para llevarle a la joven que le gusta, así se conocen mejor personas que en un mundo corriente
probablemente no se hablarían; luego cuando conoce a una periodista, ambos socializan
usando marihuana. Las dos mujeres son de clases sociales distintas a la suya, viven y existen
fuera de la favela, pero esas barreras parecen relajarse con el uso de la droga.
Distinto es el caso de la cocaína. Ella tiene en toda la película una connotación negativa.
Contrario a la marihuana, la cocaína induce al egoísmo en los actores. Produce rápidas e
ingentes ganancias de dinero para los grupos que la comercian, pero aísla a los adictos. Su uso
está más cercano a la violencia. Hay quienes vienen de fuera de la favela buscando comprar
cocaína, pero las relaciones son distintas. Ellos, como adictos, luego se vuelven traficantes,
comerciantes, etc. Es otro tipo de vínculo.
El comercio de drogas, por sus rápidas y grandes ganancias, obliga a mayor organización en la
favela y se convierte en una fuente de empleo. También de diversificación de empleo. Como
en una especia de capitalismo spenceriano, niños y jóvenes, todos encuentran cabida en la
escala productiva del comercio de la droga. Pero todos saben que la favela tiene una ley no
escrita que aplica para todos ellos: nadie envejece en la favela. La vida es intensa y corta. Se
nace, se reproduce y se muere, todo a edades muy tempranas como si allí dentro existiese un
regreso súbito a las pobres condiciones de vida de la edad media: sólo que en lugar de por
enfermedades, en la favela se muere casi siempre por la violencia. La violencia es allí el pan
nuestro de cada día

Religión
En la película la religión está presente dentro de la favela desde el comienzo. La descripción
no es muy precisa, pero vemos como por ejemplo casi al comienzo, un joven tiene una
revelación y decide irse a la iglesia, este es uno de los medios que pueden permitir salir de la
favela y abandonar la espiral de violencia. Muchos jóvenes, sea por inclinación religiosa o no
pueden considerar ingresar a una institución religiosa, sea la católica o cualquier de las otras
heterodoxias cristianes que abundan en Latinoamérica (aunque la película no muestra esto)
porque ello les brinda una estructura que puede permitir saltar las paredes que encierran a
los que viven en la favela. Paredes que son tanto visibles como invisibles. Entre las invisibles
está la exclusión social que existe hacia el habitante de la favela, rápidamente diagnosticado
por sus hábitos de vida, así como por su lenguaje, y costumbres que lo separan de la tribu que
vive en la ciudad.
También están los cultos africanos, muy presentes en países con migraciones desde África, y
que en la película son usados sobre todo por los delincuentes que buscan protección con
fuerzas del mundo de los muertos. Estos cultos son mucho más complejos que lo que la
película muestra, pero es correcto decir que su práctica esta cercana a todos los
asentamientos urbanos en casi cualquier país latinoamericano.

Sobrenombres
Un rasgo de la favela es que muchos de los que allí viven tienen sobrenombre. En la película,
escucharemos muchos de ellos Buscapé, Ze Pequenho, Cabeleira, Mané Galinha, Alicate, etc.
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Todos ellos sustituyen a las personas y producen un desdoblamiento que trata de desviar la
propia violencia cotidiana. El sobrenombre crea una alteridad de función, un “otro yo”, un
personaje de sí mismo y el individuo se va volviendo más cercano en su conducta al apodo y
a las características asociadas a ese personaje creados con su apodo que, a lo que
originalmente haya sido como persona.
En la vida diaria de la favela todos tienen un sobrenombre a veces con significado obvio como
el color de la piel, ser alto o bajo, ser flaco o gordo, o a veces como un rasgo de conducta: ser
cobarde, ser gallina, ser desordenado, ser cabeleira, etc.

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