136 puedes
=No, en efecto.
En consecuencia, si lo uno no ¢s, tampoco de»
alguna de las otras cosas puede opinarse que sea uno ni
-miltiple; porque sin uno ¢s imposible tener opinién de
‘liples
—Imposible, en efecto.
—En conseeyencia, si lo uno no es, las otras cosas
‘no son ni uno ni onltiples, ni se puede opinar que son
uno a} mékiples
—Parece.
—Tampoco, entonces, semejantes nj desemejantes.
=No, en efecto.
Ni tampoco las mismas ni diferentes, ni en comiace
to nil separadas, ni todas cuantas cosas aparectan en los
argumentos anteriores; pues las otras cosas no son nada
de todo esto ni aparecen como tales, si lo uno uo cs.
—Es verdad.
=Por lo tanto, si dijéramos, para resamir: si lo uno
no es, nada ¢s, zestariamos kablando con acierto?
i, absolutamente.
—Afirmémosio, enconces, y digaruos ademas que, al
parecer, si lo uno es 0 bien si lo uno no es, él y las otras
cosas son absolutamente {odo y no lo son, aparecen como.
absolutamente todo y. no lo aparecen, tanto respecto de
‘si mismas como entre sf"
Es enteramente cierto.’
Zaono y AooouA. Busser, sigviendo Ia contra de Sehliermacher,
Imprie et sguen ex lector Contons (qu la justin 2 ad loc),
Jowsrr y Fowuen, No hay motivo pare deconfar de fs lec de ls
‘mansion: eve los otros hay mens. casas que Son 9 que teneD
imanies, ef, Ha. 1325, ¥ 9. of lo. de AU
Consus fal de las dos hipotess
TEETETOINTRODUCCION
L. El puesto det «Teoteto» en ia obra de Platén
El Teetero pertenese, segtin Ya gran mayorta de comen-
taristas, a un grupo de didlogos en el que se incluyen el
Parménides, el mismo Teeteto, e! Sofista y ol Politica, Es-
te ofden en cl que han sido citados representa, ademds,
muy probablemente, e1 orden de composicién y el orden.
en eS que han de ser le{dos. El encuentro de Sécrates con
Parménides y Zenén, tal y como lo describe el primero.
de estos dislogos, 00 tiene més remedio que ser una mera
Flocidn literaria, pues, de otra forma, haria ininteligible,
‘como dice Cornford ', toda la historia de Ie filosafla de
los sighos vy wa. C. Por tanto, la alusién que encontra-
‘mos en el Teerero (183) y en cl Sofista (217) a este becho
debe entenderse, mAs como una referencia al Parménides
que como una alusién a un becho real ?. Esto probaria
‘que a este didlogo le corresponde, efectivamente, la prime-
+2 posicién dentro det grupo que hemos mencionado.
"FM. Comwsono, La ‘eof atdnica dl conacimieto, ed. 2.
uenot Airs, 1968, née. 7
Ch. a. Dit, Pormenide, Puts, 1950, pug. XU yD. Ross Teor
elas Teas de Pato, Made, 1986, 9s. 22.140 rktooos
Existen, nor otra parte, otras referencias de unos dilo-
gos a otros. El Teevero se interrumpe cuando Sécrates tic-
re que comparecer en e] Portico del Rey para responder
2 la aeusacién que Meleto ba formvlado contra él, pero
promete a Teodoro que al dia siguiente volveréa a eneon«
trarse (210c). Y, de hecho, en el comienzo del Safista, Teo-
doro recuetda que son files a su cita del dia anterior. Le
acompatian los mismas personajes del didlogo precedente
Y aparece, esta vez, el extranjero de Blea, que dirige la
conversacion y tiene el papel més importants tanto en esta
‘obra como en el Politico. Aqui encontraremos de nuevo.
al joven Sécrates que habia acompatado a Teeteto en los
dldlogos anteriores *, Las cuatro obras estan, pues, vincu-
ladas con referencias mutuas que les confieren una induda-
ble unidad,
Desde un punto de vista estilistieo, el Parménides y el
Teete’o, por un lado, y el Sofista y et Politico, por otro,
formartan, segin observan muchos autores *, dos grupos
bien diferenciados. BI primer grupo estaria més pr6ximo
ala Repiiblica y al Fedro, y el segundo a las ulimas obras
de vejez, como el Timeo y cl Filebo. En el caso del Teere-
10, por Jos numerosos problemas de interpretaci6n que sus-
cita, tiene un gran interés aclarar el problema cronolégico
¥ €] puesto que este didlogo puede ocupar en e conjunio
de la obra de Platén.
Cootamos, en esta ocasién, con fa mencién de un be-
cho histérico que nos proporciona vn término post guem
de indudable interés. En la conversacién introductoria en
tre Euclides y Terpsién se alude a una batalla que ha teni-
Yt. Testers ard, y Safe 218
4 Ct Rost, Teora. pig. 23, y G. C. Ft, Plots ond his Canta
porares, Loves, 1930, pig. St
‘rertsTO sat
do lugar ea Corinto y en la que ha sido gravemente herido
Teeteto. Ahora bien, en Corinto tienen lugar dos batallas
acaccidas én los aflos 394 y 369 respectivamente. Pero sélo
la segunda puede ser la batalla en cucstidn ', ya que en
i aio 399, en el que transcurre la accién dramética de!
didlogo, Teeteto 5 un adolescente (142c), y en
cconversacién introduetoria de Euclides y Terpsién. donde
‘se menciona la batalla, s: le considera ya un hombre que
hha alcanzado en la madurez las cualidades de un ciudada-
no ejemplar, Esto hace que ‘a fecha mas probable de com-
posicidn del didlogo sea Ja del 368 0 367, un poco antes
del segundo viaje de Platoa a Sicilia
2. EI problema del «Teeteton
El eardcter apotético de la obra no tiene, pues, ninguna
implicacién por lo que se refiere a la eronologia de Ia mis-
sma y, en {a actualidad, desde tego, nadie situacia el Tee-
teto entre los didlogos aporéticos que Platén escribié en
su juventud, La mayor parte de los problemas de interpre-
tacién que presenta se derivan, sin embargo, de esta carac-
teristica. El tema fundamental de la obra es una cuestion
de cardcier epistemolégico, aunque no sea lo Unico que
preocupa a Platén ¢, Se trata de averiguar qué es el saber,
TF Sacas defends eta tei en sv obra De Theseeto Atheniensi
(Betis, 1918, y ded entgces a sido aceptadn por lz aayrts de fos
Sitore. Cf, por eh Ax E- TaYion, Piet: The Mon ond his Work
Londres, 1926 tip, 1978), pig. 320: P, FRIELANDER, Poi, vel-
men Il, The Dialogues, Second ond Thid Periods, trad. np. Prine
Ton, pig. 146 y W. K. C- Gurunut, A History of Grek Pilasophy,
vel, Y, Cambridge, 1990, pis. 61
‘VP ewecinder ha meviado Ins cuestons cicas y existences que
cn ete flog, corm en tas verse obras PalOn Ya sempre lat