COMENTARIO DE LIBROS
VERDUGO DEL AMOR.
HISTORIAS DE PSICOTERAPIA
‘auton. Yalom
EMEC Buenos Airs. 1958328
(Rev GPU 2008; 4; 1:35)
Patricio
rin Yalom es Profesor de Psiquatriaenla Universidad
de Stanford, y autor de texts scbre pscoterapia, en-
tre ellos Picoterapia Bxstencialy Teoria y prctca de fa
psicoterapia de grupo. Tambén se ha aventurado, y con
fortuna, en el campo dela narativa con dos novelas que
hantenido éxitode pablco yde ertca: dia que Nietes-
chelloré Emece, 1995) y Desde el divdn (Emecé,1997).
En este nuevo itr, Verdugodel mor, Yalom nos brinda
diez historias de su reaci6n con otros tantos pacientes
queacudieron aél en busca de ayuda porlos problemas
comunes de la vida cotidiana:soledad, depresin, auto-
despreci, obesdad, impotencia, pena, amor cbsesivo,
estados cambiantes de dnimo, y decémola psicoterapia
sacha la superficie las races profundas de esos proble-
mas daros races quese hundian en ellcho de roca de
la existencia,enel dolor existencia
Yalom cree que la sustancia fundamental de la
psicoterapia es siempre ese dolor existencal y no los
‘anhelos instintivos reprimidosolos ragmentosimper-
fectamente sepultados de un pasedo persona tragico,
Su hipotesis clinica primaria ~y en la que basa su téc-
nice es que la ansiedad fundamental emerge de los
esfuerz0s,conscenteseinconscientes de cadapersona
para hacer frentea la dura realidad de a vida, aos “su-
puestos" dela exstencia,en particular la inevitabilidad
de la muerte, tanto personal como de nuestros seres
queridosla libertad de hacer nuestra vida a volunted;
nuestra extrema soledad y, por titimo, la ausencia de
tun prop6sitoo sentido obvio en nuestra vida,
MADRE
Para Yalom, a pesar de lo sombrios que parezcan
estos supuestos, contienen las emillas dela sabidurta
y la redencién, y a través de estos relatos se esfuerza
en demostrar, convincentemente, que es posible con-
frontaros y utilizarlos para el cambio y el crecimiento
personal.
En las historias queda también claro que en su
quehacer diario los terapeutas que desean establecer
tuna relaci6nauténtica con sus pacientes experimentan
una incertidumbre considerable. Aunque el piblico
pueda creer que los terepeutas guian a sus pacientes
sisteméticamente y con seguridad a través de etapas
de terepia predecibles hacia un objetivo conocido, ra-
ras veces es ast; en cambio, como atestiguen en forma
muy valiente estos relatos, os terapeutas frecvente-
mente se tambalean, improvisan y buscan a tientas
una direcci6n. La tontaci6n poderosa de lograrcerteza
abrazando una escuela ideolégica y un sistema tera-
péutico riguroso es algo traicionero: tal creencia puede
bloquear el inciertoy esponténeo encuentro necesario
para que la terapie sea efectva. En ese encuentro, que
sel coraz6n mismo de la psicoterapa, los terapeutas
quedamos expuestos alas mismas cuestiones exsten-
Gales de nuestros pacientes, y la postura profesional
de objetividad desinteresada, tan necesaria en el mé-
todo centifico, resulta inapropiada. No podemes ha-
blarles a los pacientes de usted y sus problemas, sino
de nosotras y nuestros problemas. Todos estamas en
esto juntos.