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DE LA TRADUCCION COMO CREACION Y COMO
CRITICA!
Haroldo de Campos*
El ensayista Albrecht Fabri, durante algin tiempo profesor
de la Escuela Superior de la Forma en Ulm, Alemania,
escribié para la revista Augenblick, no. 1/58, algunas notas
sobre el problema del lenguaje artistico a las que llamdé
“Preliminares a una Teoria de la Literatura”. En ellas, el
autor desarrolla la tesis de que “la esencia del arte radica en
el hecho de ser tautoldgico”, pues las obras artisticas “no
significan, sino son”. En el arte, segun afade, “es imposible
distinguir entre representacién y representado”. Haciendo
hincapié sobre el lenguaje literario, sustenta que lo propio de
éste es “la frase absoluta”, aquella “que no tiene otro
contenido sino el de su propia estructura”, la “que no es otra
cosa sino su propio instrumento”. Dicha “frase absoluta” o
“perfecta”, por esta misma razon, continua Fabri, no puede
ser traducida, ya que “la traduccién parte de la posibilidad
de separar sentido y palabra”. El lugar de la traduccién seria,
1 Bl presente ensayo surgié originalmente como ponencia para el III Congreso Brasilefto
de Critica e Historia Literaria. que se Hews a cabo en la Universidad de Paraiba. 1962: fue
publicado en seguida en la revista Tempo Brasileiro, R. de Janeiro. No. 4-5, junio/septiembre
1963; actualmente cn Melalineuagem, S. Paulo, Cultrix, 1976. 3a. edicion. La presente
traduecién es de Héctor Olea.
* Pontificia Universidad Catélica de Sao Paulo (Brasil), Profesor del Programa de
Pos-Grado en Comucacién v Semidtica[176]
de esta forma, “la discrepancia entre lo dicho y lo dicho”. La
traduccion sefialaria, para Fabri, el caracter menos perfecto o
menos absoluto (menos estético se podria decir) de la frase.
En dicho sentido, Fabri afirma que “toda traduccién es
critica”, pues “nace de la deficiencia de la frase”, de su
insuficiencia para valer por si misma. “No se traduce lo que
es el lenguaje en un texto, sino lo que es el no-lenguaje”. Y
“tanto la posibilidad como la necesidad de traduccion residen
en el hecho de que entre signo y significado impera la
alienacién”.
En el mismo namero de la revista Augenblick, abordando el
problema y trasponiéndolo en términos de su Nueva Estética,
de base semidtica y tedrico-informativa, el filésofo y critico
Max Bense establece una distincién entre “informacién
documental”, “informacion semantica” ¢ “informacion esté-
tica”. Informacion para Bense —recuérdese-, es.todo proceso de
signos que exhibe un grado de orden. La “informacién
documental” reproduce algo observable, es una frase empiri-
ca, una frase registro. Ilustremos la teoria bensiana por un
ejemplo:
“La arafia teje la tela”.
La “informacién semantica” supera la “documental”, y
por eso trasciende los limites de lo observado, trayendo
consigo algo que en si mismo no es observable, un elemento
nuevo, como por ejemplo, el concepto de falso y verdadero:
“La arafia teje la tela es una proposicién verdadera”, he
ahi una “informacién semantica”, La “informacion estética”,
a su vez, sobrepasa a la semdntica en lo que concierne a la
“imprevisibilidad, a la sorpresa, a la improbabilidad del
orden de los signos”. Por ello, cuando Jodo Cabral de Melo
Neto escribe:
“A aranha passa a vida (La arafia pasa la vida
tecendo cortinados tejiendo cortinajes
com 0 fio que fia con el hilo que hila
de seu cuspe privado” de su baba privada)[177]
estamos frente a una “informacion estética”. Dicha distincién
es fundamental, permitiéndole a Bense desarrollar, a partir
de ella, el concepto de “fragilidad” de la informacion estética,
en el cual se arraigaria mucho de lo fascinante de una obra de
arte. Mientras que la informacién documental y también la
semantica admiten diversas codificaciones, y pueden ser
transmitidas de varias maneras (v.g.: “La arafia hace la tela”,
“da tela es elaborada por la arafa”, “La tela es una secrecién
de la araha”, etc.), la informacién estética no puede ser
codtficada a no ser por la forma en la que fue transmitida por el artista
(Bense refiere aqui la imposibilidad de una “codificacién
estética”; siendo quizas mas exacto decir que la informacion
estética se iguala con su codificacién original). La fragilidad de
la informacién estética es, por consiguiente, maxima (de
hecho, cualquier alteracién en la secuencia de signos verbales
del texto transcrito de Joao Cabral perturbaria su realizacién
estética, por pequefa que fuera, cambio de una mera
particula). En la informacion documental y en la semdntica,
prosigue Bense, la “redundancia” (esto es, los elementos
previsibles, reemplazables, que pueden ser reconstituidos por
otra forma) es elevada, al contrario de la informacién
estética, donde lo redundante es minimo; “la diferencia entre
informacién estética maxima posible e informacién estética
llevada a cabo es, en la obra de arte lograda, siempre
minima”. La informacion estética resulta inseparable de su
realizacién: “su esencia, su funcién estan ligadas a su
instrumento, a su realizacién singular”. De todo esto, conclu-
ye Max Bense: “El total de informacién de una informacion
estética es en cada caso igual al total de su realizacién”,
deduciéndose como consecuencia, “al menos en principio, su
miraductibilidad (...) “En otra lengua, otra sera la informa-
cién estética, aunque semanticamente sea igual. Esto se
refiere, ademas, a que la informacién estética no puede ser
semanticamente interpretada”. Aqui Bense nos hace pensar
en Sartre, al distinguir entre poesia (mot-chose) y prosa
(mot-signe) en Situations IT, cuando a propésito de los versos de
Rimbaud: