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la experiencia clínica
y técnicas habitualeS" el.
salud mental. Estas •
de las psicoterapias breves, facetas de la indagatoria
este libro extiende van en cada capítulo
muchos de los principios
gestados en el desarrollo
a articularse, a comprometerse
recíprocamente, para abrir
•
de esa práctica al campo un conjunto de líneas que
más amplio de las tienden, antes que a cerrar
psicoterapias. El trabajo del un sistema, a arborizarse
autor se ubica en el lugar y surcar el campo
de encuentro de una triple
perspectiva: el intento de
en múltiples
direcciones de investigación. Héctor J. Fiorini
objetivar un conjunto El autor médico psiquiatra
de procedimientos de fOl mación psicoanalítica
psicoterapéuticos y extensa práctica
e identificarlos en su hospitalaria -experiencias
especificidad técnica; la ambas plenamente reflejadas
búsqueda correlativa en la obra-, lleva años
de conceptos que aspiren dedicado al estudio de la
a fundamentar teóricamt'nte problemática aquí abordada.
este campo asistencial; la Ejerce una constante
mirada crítica, a la vez labor docente hospitalaria
filosófica y epistemológica, y universitaria. Sus
dirigida al vasto mundo publicaciones previas han
de los supuestos obtenido un significativo
que impregnan las teorías reconocimiento.
Edición ampliada
Psicología
Contemporánea
Colección , Héctor Juan Fiorini
Psicología Contemporanea
Ediciones Nueva
Buenos
Fiennl, Hécto' Juan
Teorí a y técnica de pS'co erap as - l' ed. 21' reimp. - Buenos Aires:
ueva V's OO . 2006.
224 p.: 19:(13 cm - (Psócolog a Contemporánea)
Una terapéutica breve se orienta fundamen- Una adecuada comprensión social del paciente no se
psicodinámica de los determinantes como alternativa excluyente de su comprensión
de enfermedad, crisis o descompensación . c¡ue Se dirija a complementarla y enriquecerla, puede
de los factores disposiciona- lllterjuego variable entre ambos mundos, interno
compleja organización dinámica de
• b) Relaciones entre .
das a lo largo de experiencias básicas tempranas, frente a un mundo :~~~:f~~Piatiluos La~S;;~:~~~~~~ ~~~mp~r~mientos potencial-
actual de objetos reales, grupOS, instituciones profundamente pene- t p n e e campo de los fen6 ~lca a IlumInado funda-
trados por determinaciones económicas, culturales, ideológicas. Hart- e. ero todo un cuerpo de d t menos de enfermedad" del·
mann ha llamado la atención sobre el papel selectivo que en la ~a pSIcología general ysociala(;)s ~e ¡~
experiencia clínica así to~~e~~
aparición delrastornoS psíquicos ejercen determinadas estructuras e ~ue modelos de conducta patot evado acuestionar l~ posibilidad
sociales, actualizando o inhibiendo la emergencia de actitudes adap- con ucta del paciente de s . ogIca puedan dar cuenta de tod l
tativas (36). La investigación sociológica en psiquiatría confirma esta Freud adver tía en ;stos t~~istencIatotal. a a
en pacIentes psicóticos.. nos la lImitación del área"e-'
JUerma"
perspectiva:
La personalidad no puede adaptarse a la vez porque está enferma y
El. problema de las psicosis sería sim . '.
porque la situación social es demasiado t ra umatizante; la distancia mIento del yo co n respecto a la rea]idl~ e tnt:ehglble si el desprendi-
entre ambas (que es un h echo social) deriva de la i mplicación mutua mente. Peroesto s ucede, al parecer sól a p~dlese efectuarse íntegra-
en un conjunto dinámico orientado hacia la ruptura en lugar de ir ~un e~~~tados que se han apartado deol~~~~~?~C~Sdos,Oquizás nunca.
hacia la acumulación (12 ). n me I a tal corno los de confu s'ó ~ a el mundo exterior
enteramos, por las comunicaciones q~en alucJn~t~ria (a mencia) nos
En este campo interaccional complejo, la estruct ura de la persona- una vez curados, qu e aun entonces se nos sumIOistran los enfermos
lidad, relativamente autónoma, debe ser comprendida como subes- s u mente -corno suelen expresarlo- mantuvo oc ulta en un rincón de
tructura, no suficiente en cuanto no en cierra en sí la totalidad de sus pasar a.nte sí la fa ntasmagoría pato! ' u.na person~ normal que dejaba
determinaciones . Una cons telación de factor es múltiples correspon- Im parCIal. L.. ] Quizá podamos re ogJ.~a,comosl fuera un observador
dientes a diferentes niveles, potencia dos mut u am e nte por "encaje fe~6~eno presen tado por todo~ lo:t~:lr, con c~rácter general, que el
reciproco", configura la estructura "enfermedad". Si bien hay pacien-
FSlq~ lca. Se han formado dos actitudess;s. se~eJantes es una escisión
a pnmera, que ti ene en cuenta la re r~lq~llCas,enJugardeunasola:
tes en quienes la relación con objetos internos es dominante funcional ap~rta al yo de la realidad b'
unaju:t~ ~a mnuencJa de los instintos. A;"~as
. a l a. y es norma l; la otra ue
en la emergencia de síntomas, siendo para ellos el mundo externo actitudes subsisten la
mero depositario de sus proyecciones, ésta n o par ece ser la ley de su fuerza relativa (23). la otra. El resultado final dependerá
universal de toda situación de enfermedad, desajuste o descompen-
sación: las crisis resultan en importante pr oporción del choque del Asimismo ha resultad .
individuo con factores ambientales capaces, por sus condiciones terapéuticas en las que lo~ ~:~spe~ada la experiencia de comunidades
objetivas, de desarticular los mecanis mos homeostáticos frágiles de ~~~Isatles tY asumir responsabi~~~a~~spu eden desempeñar actividades
ruc
Hart Iva y alt con
amente adaptada (64) una particI· ·ó .
pacI n actIva,
una personalidad predispu esta (18, 33, 70).
La preponderancia relativa de cada una de las series complemen- d mann, desarrolland l .
tarias es variable, pero detectar la confIguración especial con que se e~f:~~e~~~' llega a reform:l:~. ~~n~:~~:~,cióas de hallazgos clínicos
articulan en cada situación concreta abre posibilidades de operaCIón considerar p anteando que no es posbl CI n pSlcodmámica de la
específicas. Si se comprende el momento de crisis como una estructura normal "S ' en todo momento su inte l . ~ entender la misma sin
Os . 10 Considerar t anto el f u
conflict raccJOn
· · con el f unclOnamiento
.
original sumida por las contradicciones esenciales del sujeto en
pu~l~:
l
circunstancias específicas, pueden ponerse de relieve los ducta" (37)0~central~s del pacient~~~nam~ento no conflictivo como
nodales, "estratégicos", de esa estructura, los eslabones perme~ cir cIerto com· I el paCIente es capaz de pue e comprenderse la con-
de la misma , vías de acceso por las cuales operar . para pro IUeó"
d uleren ,,¡- ~onducta f~~~tamlento realista adapt c~nserv~r en grado variable
r~e~tructuraciones efectivas (6): En ~sta perspe~tlva a q niveles si- U"eas de enfer,!e~os patolÓgicos y ada;t~~O, SI mterjuegan en su
timldad los mtentos de abordaje multlp!es, a dlfere~t~s xistencia n.a terapéutic ~ ad, y distinguirse gr dIvos, pueden localizarse
multáneo8, de la estructura compleja, hcterogéne~, : b a ~es) y en
enferma (enfoque multidimensiona! de las terapIaS rehaci~ una
~~I~ta~teflJ~~~!{~"~. o ~~:~~~:r~~~:c~~~~id~::;~~~e:lt:J:O~;~:~
COlca reglada con a estructuración únil:8.
partía.'.r las medidas orientadas hacia el ambl~nte,.C nte un encuadre estricto , como es
orpDi;aci6n más favorable de la vida cotidiana de pa ," .
I
el caso del psicoanálisis- y 105 organiza en función de una evaluación
total de la situación del paciente, de su grado de enfermedad y del cidad instrumental de adaptación, capaz de intervenir en la organi-
potencial adaptativo de su personalidad: elabora s u estrategia según zacIón de la conducta, favoreciendo su ajuste a las condiciones de la
qué capacidades están invadidas por conflictos o libres de ellos (26). reahdad obJettva. CapaCIdad de pensamiento que en determinadas
Se orienta hacia el fortalecimiento de las "áreas de! yo libres de condICIOnes asume el carácter dedominantefuncional(6) H rt
h b dI·· . a mann
conflicto". (Esto lleva a caracterizar a la psicoterapia breve como a s u raya o a ImportancIa de esta capacidad adaptativa del pen-
psicoterapia "del yo", aspecto particularmente relevante para la samIento y su papel organizador de la conducta, criticando cierta
comprensión del proceso terapéutico que discutiremos especialmen- tendenCIa umlatera! del pensamiento psicodinámico a comprender
te en el capítulo 8). toda conducta mtelectual en términos de defensa contra impulsos
[redUCIéndose poreJemplo toda razón a racionalización (34, 35»).
• e) Modelos motivacionales y cognitivos de la personalidad. En Una pSIcoterapIa breve puede lograr, mediante el esclarecimiento
coincidencia con aquella concepción del yo que establece una duali- de aspectos báSICOS de la situación del paciente, un fortalecimientoen
dad funcional de la personalidad, una polaridad entre aspectos sanos su capacldadde adaptaCIón realista, de discriminación yrectificación
y enfer mas, esta dualidad se encuentra a nivel motivacional en la en grado van able de slgmficaciones vividas . Freud ha expresado en
este aspecto:
coexistencia en el sujeto de motivaciones de tipo infantil y adulto. La
posibilidad de que comportamientos primitivamente ligados a moti-
vaciones infantiles se autonomicen, adquiriendo en el desarrollo Nues tros esfuerzos por fortalecer el yo debilitado parten de la amplia-
ci~n de su autoconocimiento. Sabemos que esto no es todo, pero es el
funciones fines en sí mismas, sugiere la necesidad de entender al pnmer paso (22).
individuo como un sistema de múltiples motivaciones organizadas en
una relación de estratificación funcional compleja, en la que un nivel y Rapaport acota gráficamente:
dinámico no consiste en la mera apariencia del otro, si bien no actúa
aisladamente (5, 34). En este modelo la jer a r quía motivacional se La vida psíquica no es una avenida de una sola mano en la que las
caracteriza por una combinación de autonomía, dependencia e inter- defen~as limita~ las comunicaciones: las comunkaciones pueden
penetración (61). tambIén eombattr los efectos deletéreos de las defensas (61).
En esta concepción pluralista se asigna importa ncia motivacional
a la orientación del sujeto hacia el fu turo, su organización en proyec- En conclusión:
toBde alcance diverso que incluyen una relación con cierta imagen de De las consideraciones precedentes, el individuo enfermo surge
a y con un mundo de valores o metas id eales (56). como un objeto complejo, multideterminado por factores susceptibles
_ En concordancia con esta orientación, una terapia breve necesita de mtegrar estructuras diversas, diferenciadas por la dominancia
inetrumentar una gama amplia de recursos, suscepti bIes en pnnclplO vanable ejercida por unos y otros de sus componentes. Porque existen
de abarcar los diversos niveles motivacionales en lo que cada uno tales alternancias funcionales se hace necesario la flexibilidad en la
de específico. Se considera que tal multipotencia motivacional eleCCIón de técnica, en función de cada situación concreta. Esta
esunadelascondiciones de eficacia dela psicoterapia breve (59). Esto fleXlblhdad es rasgo distintivo de la psicoterapia breve.
lignifica dirigirse no sólo a las motivaciones primarías ("egoístas", AsImIsmo aquella pluralidad causal hace indicado el empleo de
P?T el principio del placer), sino tambi én a sus motivaclO nes téemcas de diferentenively puntos de aplicación. Sólo puede aspirar-
IleCUndanas y a lo que se ha denominado motivaciones de valor (7). Se a totahzar al sujeto por su inclusión simultánea en múltiples redes
, experiencias de grupos terapéuticos, por ejemplo de ~lcohQ- referenCIales entrecruzadas (30), lo cual deriva en la necesaria
operan abarcando a la vez varios de estos niveles mobvaclQ- adopCIón de un arsenal terapéutico multidimensional. Rickman ha
puesto de relieve esta necesidad de integrar al trabajo asistencial
de pensamiento aquella dualidad PSlqulátneo mstrumentos provenientes de diferentes niveles de
~~~:st~gaCI6n (62). En esta ampliación de perspectivas se
•
se expresa por la coexistencia contradrc-
de impulsos (vinculado al proceso . busqueda actual en terapias breves de la
de un pensamiento realista con capa- etón de todo recurso que demuestre ser de alguna
Estos criterios respaldan una de las características básicas de las 1. La psicoterapia, individual y/o grupal.
terapéuticas breves: la de operar con una estrategia multidimen-
sional' . 2; La terapia ocupacional, que, orientada según la comprensión
dmamlca del paciente, se constituye en un nuevo campo significativo
de aprendlzaJes, de expreslón motriz y actividades grupales (32, 40).
3. La aCClón terapéutica sobre el grupo familiar, con modalidades
3. La terapéutica breve en instituciones vanables que van desde la información al esclarecimiento orienta-
Partiendo de una evaluación exhaustiva del paciente, que abarque
ción, asistencia social, hasta la pSicoterapia familiar (1 2954).
4. Actividades grupales de tipo comunitario (asamble~s ~upos de
tanto su rustoria dinámica como sus condlClOnes de VIda actuales, discusión, grupos de actividad cultural). '
pueden ser recurso de la acción terapéutica:
La máxima eficacia de una terapéutica breve depende de la elabo-
a) Ofrecer al paciente un clima permisivo, vínculos interpersona- ración por un equipo asistencial, de un programa unitario de trata-
les nuevos regulados, que favorezcan la catarsis de sus fa ntasías, miento que coordine estas diversas técnicas en una acción total,
temores d~seos censurados en su medio habitual. hilvanada según una línea psicodinámica coherente (39).
b) E~ ese m'arco adecuado para una experiencia "em ocional Adem ás importa comprender los alcances de un hecho: la sola
correctiva" favorece~ el aprendizaje de la autoevaluación, objetiva- admisión del paciente por una institución. Factor relevante por el
ción y criti~a de sus conductas habituales, tanto en su interacción papel de depositario que asume para el paciente, así como por
familiar como institucional. constituir en la vida del paciente una realidad nueva, diferente desus
c) Alentar al paciente en la asunción de rol es qUe fortalezcan, por experiencias habituales. Este aspecto merece destacarse especial-
el ejercicio, su capacidad de discriminación y ajuste r ealista. mente en el paciente que es internado, con lo cual íngresa en un nuevo
d) Ayudarle en la elaboración de un proyecto personal, con metas campo de experiencias, normas, vínculos, cuidados, recreaciones,
que impliquen adquisición de cierto bienestar y autoestima. (Esto que rompen las limitaciones y estereotipias de su mundo cotidiano.
significa dirigir el esfuerzo no sólo hacia el incremento de laconcien- Adquiere un grupo de convivencia que lo alienta a una participación
cía de sino también hacia una más clara conciencia de , actlVa (en grupos de discusión, actividades culturales, deportivas,
personales.) etc.), situación nueva de importantes consecuencias dinámicas (68).
influencia sobre las pautas de interacción fami- De esta variedad de recursos pasamos a considerar aspectos
su comprensión del sentido de la enfermedad, de particulares de la psicoterapia individual.
orientándolo hacia un manejo más controlado de sus
y hacia la elaboración grupal de nuevos modos de ajuste
4. Diseño e instrumentos técnicos específicos
de una psicoterapia dinámica breve
de estos varios parámetros sobre los que se intenta
terapéuticas, pueden ser en la institución instru- Dentro dela asistencia institucional en equipo, el terapeuta es no sólo
útiles: el agente de la psicoterapia sino, además, el supervisor y coordinador
del conjunto de actividades terapéuticas. Su relación con el paciente
por la difusión que ha alcanzado y a falta se complejiza por mantener a la vez contactos con el pacienteyconsus
~rmino equívoco, ya que hay razones para entender
no está en su brevedad sino tal vez en éste, su
famIllares, así como otra serie de vínculos indirectos, a través de otlas
pensarse que es sólo por esta capacidad de acciÓD pacientes, del personal, y en otros contextos fuera de las sesiones (por
objetivos en plazos limitados. "Breve" alude a la ejemplo en asambleas, reuniones culturales, etc., dentro de la insti-
a me" de sugerir pobreza, escasez. y omitir a5pe~tos tuclón). Estas conexiones permiten al terapeuta conocer una
le confieren cierta riqueza de matIces más amplia de conductas que las reveladas en la
llO tao
puede trabajarse eficazmente caD
baevea.
~omo poner más de relieve para el paciente rasgos de la
el terapeuta (en contraste con la impersonalidad
encuadre analítico). Esta diferencia de contextos entre una Y otra defensas resulta conveniente atacar y qué otras debe tenderse a
técnica es significativa desde un punto de vista dinámico: establece fortalecer? (26) Orientación estratégica de las sesiones si ifica
condiciones diferenciales para el desarrollo de reacciones transferen- ~ocaltzaC¡6n del esfuerzo terapéutico. El terapeuta opera manf::,ien-
ciales y contratransferenciales, lo que deriva en importantes dife- · o ¿n ment~ un "foco", término que puede traducirse como aquella
rencias sobre el tipo y nivel de interpretaciones prevalen tes indica- InterpretacL6n central sobre la que se basa todo el trata . t Se
das en una y otra técnica. lleva al p:,clente hacia ese foco mediante interpretacione~;:~c~~les
El terapeuta debe desempeñar en la terapia breve un papel esen- y atenclOn selectIva, lo que SIgnIfica omisiones deliberadas: el
cialmente activo. Se exige de él una gama amplia de intervenciones: terapeuta necesIta entr~narse en el esfuerzo de "dejar pasar" mate-
no se limita al material que aporta el paciente; además explora, nal atractIvo, meluso tentador", siempre que el mismo resulte
interroga (comenzando por la minuciosa recolección de datos Con la Irrelevante o alejado del foco (47). Un primer objetivo de esta
que elabora desde el comienzo la historia cl~ica); even~ualm ;nte focalIzaclón consIste en general en dirigir la atención del pa' te
incluye enlas sesiones aspectos de la conducta extraterapeutlca del ··ti d
h aCla I a f unc!'ó n y SIgnl cIenLa
Ica o interpersonal de sus síntomas (21).
paciente, dentro de la institución, en su grupo familIar, etc. Su foca[¡zacL6n de la terapLa breve es su condici6n esencial de eficacia.
participación es más directamente onentadora de la entreVIsta que Este cnteno puede mclUIrse dentro de la noción general de que la
la del analista en la técnica standard, cuyo rol es más pasIvo en el eficacI; dmámlca de una mterpretación depende de su "valor posi-
sentido de limitarse a interpretar según el material que espontánea- CIOnal : el punto nodal al que se dirige dentro de la conflictiva
mente va aportando el paciente (19, 71, 74). Un terapeuta que nuclear o más mmedlata del paciente (44). La habilidad y el "tacto"
introduce en la sesión sus iniciativas para la confrontación, que terapéutIcos se mIden por la capacidad del terapeuta para seleccio-
promueve el diálogo, es uno de los componentes originales de esta nar en cada momento aquellas interpretaciones (de muchas inter-
técnica, tal vez el más específico para su caracterización. Sin esta VenCIOnes pOSIbles, referibles a múltiples niveles de análisis) que
intervención abiertamente participante del terapeuta, el curso de posean mayor valor posicional.
una terapia breve, librado a la espontaneidad del paciente, sufre El llamado "principio de flexibilidad" se aplica en una terapia
serias dificultades. La falta de una adecuada comprensión de este breve. no sólo ,~n la mdlvldualizaclón de la misma, basada en el
hecho fundamental por parte del terapeuta parece detectarse con crl~eno de que paCIentes dIferentes requieren tratamientos diferen-
frecuencia como uno de los determinantes fundamentales de fracasos tes ~ smo además en la remodelación periódica de la estrategia y las
ea tratamientos breves (39). táctIcas en [unCIón de la evolución del tratamiento: una evaluación
La participación activa del terapeuta asume en esta técnica dmámlca contmuamente actualizada lleva a efectuar reajustes, por
lIII]JeCtoe particulares específicos: a partir de evaluar la situación ensay? y error, hasta lograr el máximo rendimiento del "arsenal"
paciente, comprendiendo la estructura dinámica esencial de terapeutIco dIsponible.
IUproblemática(42, 69)elabora un plan de abordaje individualizado · Recapitulando: iniciativa personal del terapeuta, individuoliza-
(4,74). cLón, plantfLcactón, focalización, flexibilidad, definen parámetros
Este proyecto terapéutico establece ciertas metas fUl\damentales, especlficos de la psicoterapia breve y confieren a esta técnica una
d.eBde luego limitadas, a alcanzar en plazos aproximadamente prevI- estructura propia, diferente de la técnica psicoanalítica. Estos rasgos
.ibles. Para el logro de estos objetivos parciales esboz~ una estrateg¡a ~:culIa~es de la pSIcoterapIa breve hacen a esta técnica susceptible
que comprende a su vez objetivos tácticos escalonados. ~a m obJetIvaCIón; permIten mtentar para la misma algún grado aproxi-
que asume la interacción médico-paciente, sus caractens- · atlvo de formalIzacIón, lo cual resulta importante desde el punto de
vIsta. de I a su pervlsl . '6n y enseñanza de esta técnica. La casuística
determinantes a su vez de las hmItacID-
breve y de sus alcances potenciales, dependen ~:t:te.nte en la lIteratura muestra la posibilidad de aplicar aquell06
conferida al proceso terapéutico por esta deliberada si erlOS d~stmtlvos con cierto rigor, con lo cual puede llevarse esl,
p coterapla a un mvel cIentífico más elevado que el que tradiciQll/'I-
(4,71, 75). ctoS me~te se le ha atrIbUIdo de "arte intuitivo no trasmisible".
se basa en la evaluación de ciertos asp~ 'd das mtervenciones del terapeuta comprenden una
por ejemplo: ¿a qué áreas de conflIctoS SI a en tIpos y alcances:
los s(ntomas? ¿Cuáles de las
• a) Perodos de información y emisión de información al paciente con transfer encia en la relación con el médico. Las proyecciones del
características que pueden acercarse al diálogo. pacIente se dIVerSIfican en el contexto multipersonal, se distribuyen
• b) Operaciones de encuadre, proponiendo tiempo de tratamient:<>, en múltiples vínculos, con otros miembros del equipo terapéutico, con
condiciones del mismo, derechos y obhgaclones del pacIente , relaClOn otros pacientes, etc., complejizando las relaciones en el aquí y ahora
ulterior con la institución. de la ses ión (63). Las condiciones para la instrumentación eficaz de
• c) Intervenciones de esclarecimiento, señalamientos y confronta- la interpretación transferencial (relativo recortamiento de la interac-
ciones, en las que se explicitan aspe.ctosh sl~mficatto 'VOs dedl alcondducta ci ón bipersonal) están aquí en parte interferidas.
del paciente, se dirige su atenclOn aCJa pun .s no a es e su 3. El t iempo limitado de tratamiento hace indeseable el desarrollo
. cacI· o' n se reforrnulan sus mensajes c!anficandolos, se ponen de una intensa neurosis tran sferencial cuya elaboración exige clara-
comum , balo d l d
de relieve las contradicciones entre lo ver Iza o y a con ucta m ente otro encuadre. Dado que la reiteración por parte del terapeu-
actuada (72). . . ta de interpretaciones transferenciales (su focalización selectiva en
• d) Interpretaciones de tipo, alcances y profundIdad. dIferentes , los aspectos de la conducta ligados al campo bipersonal presente)
desde las que revelan el significado de conductas mlcroscoplcas hasta induce el desarrollo de la regresión transferencial (27), surge, como
las formulaciones totalizadoras que Ilumlllanlas relaClOnes estructu- condición técnica primordial en psicoterapia breve, la necesidad de
rales entre experiencias significativas, condlclOnes act ua les de des- a utocontrol por par te del t er apeuta, debiendo regular las interpre-
compensación, síntomas y conflictos subyacentes. t aciones tran sferenciales en función del mantenimiento de la rela-
ción médico-paciente en un nivel óptimo (4); este nivel parece
Estas fOllnulaciones psicodinámicas globales (interpretaciones consistir en un grado moderado de transferencia positiva estable
"panorámicas", sintéticas o reconstructivas) tienen en esta t écnica un (13, 33).
lugar jerárquico primordial (4, 39, 71). Exigen del t er apeuta el
esfuerzo de transformar su comprensión de lo que ocurre en un mvel En fun ción de estos elem entos de juicio se ha estimado que un
regresivo, de proceso primario, en formulaciones referidas a la énfasis excesivo por parte del terápeuta en interpretar los aspectos
problemática actual, al nivel más manifiesto "en superficie" . Kns ha tran sferenciales de la conducta (por extrapolación del esquema
observado que, en un paciente tratado durante años con interpreta- operacional analítico) puede configurar en psicoterapia breve un
eionesde nivel regresivo, las interpretaciones dirigidas con esta otra error técnico, perjudicial para el tipo de proceso terapéutico que
orientación, a un nivel actual de problemática, producían una notona involucra esta modalidad de tratamiento (71). Sin embargo, este
8lU p1iación y enriquecimiento de perspectivas (44). punto es en especial objeto de controversias. Para a lgunos autores se
lAIII interpretaciones transferenciales, instrumentos propios de indica el empleo de interpretaciones transferenciales sólo cuando
dinámica, no intervienen, en psicoterapia breve surgen resistencias que impiden mantener una relación de acepta-
eoa selltido y el carácter sistemático que asumen en la técnica ción, confianza y respeto por el médico (42). ·Para otros, en cambio,
priroanaJítica. Este criterio diferencial apoya en varias consideracio· es necesario actuar mediante interpretaciones transferenciales des-
. . dinámicas: de el principio, a condición de mostrar en cada caso la conducta como
repetición de actitudes elaboradas en los vínculos parentales (47).
1. Las condiciones de encuadre de la terapia breve limitan las En general se entiende que en esta técnica la interpretación trans-
de ~egresión transferencial, por su menor frecuencia de ferencial es eficaz cuando se hace evidente inmediatamente su
la mtervención más personal y activa del terapeuta conexión con la problemática nuclear actual del paciente (4). Se la
los silencios por ejemplo), y por hacerse "frente destma entonces a favorecer la comprensión de una situaci6nglobal
más al paciente en "situaCIón a parl,r de lo vivido presente, más que a profundizar en ese aqut y
al terapeuta en su persona ahora.
las condiciones del encuadre anal/tiCO Es en concordancia con estas consideraciones como la '
con un objeto virtual, la proyección bre~e se orienta hacia la conducta del paciente en el "afueref
S~~IÓ? (en sus vinculos familiares, en su trabajo, ete.)
le reduce la posibilidad de concentrar la o ~ettvo de centrarla atención del paciente en lO
h bitual más que en su transitoria relación terap~utica (15, ?9)3.
Aa , , 'sugiere una orientación divergente de la tecfllca an ahtIca. bias); de allí que el terapeuta pueda intentar, frente a posibilidades
qUl SI se 'ta la unidad de indagación es la sesión y no se t r ata de inmediatas de modificación de esas condiciones que el paciente no
~llentras en es bservado en esa hora lo que pasa en "las otras llega a vislumbrar, algún tipo de "sugerencia interpretativa" confron-
mfenr por lo o . terapia breve se trata de dar el mayor peso tando al paciente con situaciones de cambio hipotéticas (considera-
veintitrés" (65), e!l ~SI~ " La consigna general es aquí "orienta- das accesibles en ese momento de su evolución dinámica) e interpre-
a "las otras vemtItres oraf·d d" (4 33 54). tando sus respuestas a estas formulaciones . Existe el riesgo de un
ción constante hact~ la rea t tpacie~te ~u capacidad de di scrimina- forzamiento autoritario por parte del terapeuta que coloque de hecho
Se trata de forta ece\ent : ica que no busca la regresión, será a la terapia en una línea expresamente directiva como deliberada-
ción, pa~a lo cual en eSt:e ~~~du~tas transferenciales y c~nductas mente se orientan algun as terapias breves (24), pero una cuidadosa
necesano dIstmgUlr en las condiciones objetivas del pacIente, de evaluación individual dinámica de la situación total del paciente
adecuadas a la reallI~add (a u rol social)(59) Esta distinción marca puede permitir tal vez atenuar el efecto de dirección (inevitable en
I . n ciónyde me Icoen s . . t ., toda terapia) (27), favoreciendo el descubrimiento, la captación en un
ams 1 u
na importante dI.erenCIa
f · d e esquema , .referencial.con. la onen aClOn
~leiniana, que opera en base a hipotesls de este tIpo. momento preciso, "fértil" del tratamiento, de alternativas diferentes
para su existencia futura (46). Otro criterio que puede indicar, al
tod s las dificultades del analizado, todos sus sufrimientos ~ menos con debidos recaudos, este tipo de intervenciones, es que las
.. ~ s~as tienen su base, durante el tratam~ento; en la transferen dificultades del paciente para elaborar salidas personales no respon-
a aFf:'""ÚJs ::Onflictos del analizado con otros objetos (extratransferen- den solamente a factores dinámicos (por ejemplo, defensas que crean
~al~s) son frecuentemente interpretados como confllcto~ entre partes escotomas), sino también a limitaciones culturales, educacionales y
del propio yo (y ello) o bien como conflictos con el anahsta. Pero l o~ de información .
conflictos entre partes del propio yo tambIén están SIempre relac107:' Puntualizados algunos aspectos técnicos cabe preguntarse cuál es
dos con la transferencia, pues to que Slffiult,áneamente una de ) el criterio de eficacia para la psicoterapia breve y qué indicadores
partes propias es siempre proyectada (mamfiesta a latentemente existen de tal eficacia.
sobre el analista (58).
a) Pacientes que obtienen menor beneficio: en genera l, tr astornos ~i Son posibl es ya a lgu nas gener alizacion es sobre psicoterapia breve
psiquiátricos crónicos, fuera de fases agudas. P or ejem pl o, cu adros es~a pu ede ser un a de las más significativas; se trata de una orienta~
~anoides, obsesivo compulsivos, psicosomáticos crónicos, perver· Clon técm ca espeCífica, que opera en condiciones originales con un
Slones ~ales , adicciones, caracteropatías graves y sociopatías. ~~;pleJ o se/.d e varia bles prop!as. En consecuencia, no puede abor-
Sólo elmtentode una terapia intensiva a largo plazo puede prodUCIr sela
y e un cam
por SImple
.
extrapolacJOn
.
de datos de otras técnicas'.
constitu-
al¡¡ mlO8 estables para tales cuadros . En po a mvestlgar en su estructura dinámica particular.
IH Con expectativas de mejorías importantes, se indican para Un este proceso, lo que hemos expuesto representaJa btlsqueda. .
Ine..e: cuadros particu larmente s it uaciones de . anldaml aJ e prOVISOTlO, un conjunto de hipótesis y ,
Situaciones de cambio, por ejemplO "'ona es a verificar, una y otra vez, en la experiencia clínica.
(adolescencia, matrimonio, grao
Trastornos reactivos en pacienteS
•
Referencias bibliográficas
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Introducción
..
las dificultades para emplear una estrategia transferencial surgen den cumplir por ejemplo en una terapia de esclarecimiento una
con toda evidencia en varios aspectos: hay una ausencIa de amblgue-
funcIón Ilustradora, de ejemplificación viuencial-"didáctica"_, inte-
dad espacial y temporal; se da una mayor definición personal del grados en una mt?rpretación más amplia, que muestre esa conducta
terapeu ta , Sobre todo por el h echo de que . al estar mcJUldo en una
como actuahzaclOn ~e vínculos básicos del paciente, es decir, dentro
. t't"' e le adJ'udican -y suele as umlr- r asgos d e fi1m'd os d e Ia de una mterpretaclOn que mcorpore de manera constante la historia
ms I UClOn, s . . t 't ' 1d l
.
misma: elOS . te por eJ' emplo un reforzarnlento
" m sdI uClona e t a y el "afuera".
· .",
d lSOClaClOn en tre ob,ietos
J
buenos y obj etos persegUl
. I
ores, en cuan
t t o Asimi smo puede la interpretación transferencial cumplir en esta
. d
se tlen e a ver a I hospital y al médico .como esencia mente l pro ech o- psicoterapIa una 1m portante función de "despeje" o neutralización de
res y d esm. te resados , y actúan efectiva mente este ro en muc os obstáculos transferenciales que traben el funcionamiento de la
relación de trabajo. Con esta función, la interpretación transfe-
aspectos,' d ' a contradicción entre un encu adre de ti empo rencial pu ede con stituir, en ciertas pSicoterapias de tiempo limi-
Habna a emas un . d lt t
.' un roceso en el cual las intervenclOnes e erapeu a tado (por ej emplo con pacientes psicóticos o caracterópatas gra-
limitado y "IPa regresión y la concentración de afectos del paciente ves), un instrum ento terapéutico fundamental, sobre todo en una
"propusieran ., ' t
en~are=o 1 "' n b'lpersonal (la situaclOn
. se expresan
.a ' en es a propo-
t primera etapa del tratamiento . Sin embargo, aun así conserva Su
.. ó "esta relación que usted mantiene conmigo es muy Impor an- carácter de r ecurs o táctico destinado a ser progresivamente
SICI n: t der y tratar su enfermedad; vuelque en ella todas sus restringido en la m edida en que la evolución del paciente (dismi-
te para en en 1 t ")
emOCIones. y expectativas . Pero prepárese. para cortar a rpron o' . nución del ni vel de ansiedad, atenuación de síntomas) permita la
D eds e ya, estas dificultades para trabajar con
l
la tranSlerenCla no
" t ' l
puesta enjuego de otras intervenciones terapéuticas antes mencio-
. la necesidad ineludible de que, en cua qUler pSICO erapla, e nadas.
~~!::uta trate de comprender en sus di stintas facetas los fenóme-
nos de transferencia y contratransferencla constantemente acti-
vos Una clara comprensión dinámica y cierto grado de expenen- El requisito de coherencia interna
cia' analítica resultan esencialmente necesarios aun para una para toda combinación
terapia de apoyo. En este sentido, la comprensión de la t,ransfe- de instrumentos técnicos
rencia cumple en toda psicoterapia una funcIón dwgnost¿ca Y
pronóstica insustituible: en ella se manifiesta el saldo de la Hemos consid erado técnicas de psicoterapia subrayando la necesi-
historia personal, y es en consecuencia un fiel mdlcador para dad de que, en cada una, en su manipulación concreta, los objetivos
entender más profundamente el encadenamiento dinámico de expe- y la organización estratégica de sus instrumentos configuren una
riencias biográficas y actuales. gestalt. Desde esta perspectiva hemos discutido en particular las
Pero un aspecto diferente del problema reside en discutir el papel condiciones de eficaz inserción de la interpretación transferencial en
que corresponde a la interpretación transferencial como instrumen- PSicoterapias diferentes del psicoanálisis. Entendemos que un em-
to de operación en las psicoterapias que estamos tratando. Esta pleo de este tipo de intervenciones extrapolado sin modificaciones
distinción alerta contra la subrepticia extrapolación de modelos del contexto analítico puede operar como una incongruencia, de
etiopatogénicos-explicativos_ a modelos terapéuticos -operativos- efe~tos ya irrelevantes, ya perjudiciales para el proceso terapéutico.
, fenómeno ya señalado como factor de confusión frecuente en el Analogo cuestionamiento cabe para la inclusión de estas terapias de
campo de las psicoterapias (20).
~ctltudes del terapeuta en principio inherentes al "rol analista":
En primer término pensamos que mientras en psicoanálisis el '~tancla, pasividad, mantención del silencio. (Nos referimos a
análisis de la trasferencia constituye ~I eje de la estrategia terapéU- ac Itudes prevalen tes, es decir al estilo psicoterapéutico, lo cual no
tica, en otras psicoterapias dicha explicitación de la transferencia es
siempre sólo un recurso táctico dentro de otra estrategia que justa- OIega
una'que con ciertos
. pacientes y/o en determinados momentos de
mente no consiste en producir cambios mediante la regresión Y la p /slcoterap¡a pueda ser conveniente tácticamente que el tera-
eUE a adopte alguna de estas actitudes.)
víncul~ transferencia!. Con esta perspectiva enten- n una t . d
elsp.flalannento o la interpretación transferencial pue- interv . erapla e apoyo podrán resultar contraproducentes
enClOneS sobre la transferencia o dirigidas al nivel
nal de laconducta. En algunas terapias de esclarecimiento puede ser
contradictorio dar directivas. Antes que hacer una enumeración ~~~~!:'~:O~~~~:lanteados s.e han relativizado. En trabajos ulterio-
exhaustiva de incompatibilidades técnicas intentamos destacar el r d I gU\do terapias detns'ght (elaborativas, r econstruc-
lV as e a persona Idad) cuyas modalidades técnicas emplean un
problema, que seguramente r equiere un examen particular en cada
espectro a mplIo de recursos y pará metros, de otras tera pias de
situación de tratamiento. Lo que p~nsamos es q~e la ausenc~a de una contmencla y onentaclón (Soportativas) (Fiorin' 1987) K b
clara definici ón estratégica, a SI como una incoherenCia en el (2001) h ti d úl' 1, . ern erg
. . a .rea za o. tImamente nuevas revis iones en torno a estas
manejo de intervenciones Y actitudes del terapeuta pued en pro- dehml taclOnes téCnicas. En. s u trabaJ'o "Psicoanális I's , pSICO
. t erapla
.
ducir efectos confus ional es, inductores de fracasos y desercIones . lotO '
pS l c~~na 1 !Ca y pSIcoterapIa de apoyo: controversias contemporá-
que en modo alguno podrían atribuirse a dIficultades reslstencIa- neas destaca que en va~las escuelas se ha borrado la distinción
les del paciente. . . tradiCIOnal entre pSIcoanahsls y ps icoterapias psicoanalíticas, reco-
Por último, volvemos sobre el cnteno general propuesto al co- nOCIendo l a eficaCIa terapéutIca de estos métodos para consultas de
mienzo y aplicado a lo largo de este d;sarrollo,. tratando ahora de muy varIadas formas chnlcas, así como la de las terapias de pareja
darle mayor alcance de generalizaclOn y exph cltando mejor s us , de fmmha y de grupo llevadas a cabo con una menor frecuencia de
parámetros. Hemos s ugerido la necesIdad de evalu ar l a coherenCia sesiones. Entiende que se m a ntiene un amplio debate en diferentes
interna de diferentes ps icoterapias y propusi mos un cnteno para escuelas acerca de las indicacion es para cada una de estas modali-
verificarla consistente en el análisis de la conver gencIa o dive r- dades terapéuticas .
gencia entre objetivos, estrategia de cambio, ':( mensaj es y meta- Los conceptos de relación empática, vínculo y apego han intro-
mensajes comprendidos en una sene de para metros : encuadre, du cido otros criterios de importancia clínica para toda delimita-
tipo de vínculo que se tiende a Instalar, uni verso de d l sc~rso, ción de modalidades psicoterapéuticas y sus indicaciones (Kache'
sentido asignado a las separaCIOn es, control de la relaclOn y le, 200 1).
definición de la misma, definición del r ol t er apeuta y actitudes del
mismo en su desempeño, intervenciones terapéuticas fundame n-
tales. Lo planteado hasta aquí puede llevar se a un esquema, que
puede verse en las páginas 58-59, qu e tiene las limitaciones de
todo esquema en tanto obliga a soslayar s uperposiciones; debe
entendelse que sus téouinos carecen de sentido si se los consi dera
que adquirieron en el texto . Aunque los
parámetros utilizados no agotan ciertamente el análisis de las
t4mi C8s referidas, creemos que constituyen al menos un a apertura
técnicas puedan ser conceptualizadas, coteja-
evaluadas.
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, nuestra perspectiva, fJ§ta ent,reyjsta" para ser .eficaz debe registramos nuestras obs que. las del método clínico con el cual
c.!9"PlIr eIl fa"". ~e8<ua8v.ari«star2a6 :'" ervaclOnes. 2
•
d) Formulación realista de las expectativas sobre resultados a
b) Frente a alg
lograr en pocos meses de psicoterapia. Al alta el paciente no habrá del o c i \ ! n os de los obstácul .
eliminado sus problemas, pero er proceso de a:p-rendizajc vi,'¡dc le conh-:ioere;:p~:t~~:~tar un ha a;i:~u: ~t~~~erren la posibilidad
ayudará a enfrentarlos mejor. peñar con frecuenci¿ ~~~erp~e~acI6n transferen~i~~~t:~s~ en el
anSIedades ligadas a fantas~pe eCISlVO. Su funci6n es ne e esem-
Una investigación evaluó los resultados de la psicoter apia en un pre~lpIt~; el abandono D;:~!rafsferencI:,les intensas qu~~~~Jar
a
grupo de pacientes que tuvieron la entrevista inductora Y los cotejó motIvaclon pa~a el tratamient'; az~. Esta destinada a reforzar ~~
con los de otro grupO (control) que no tuvo esa entr evista. Ambos clarIficar en SI
grupos eran comparables en cuanto a patología, clase social, sexo, . . .aspectos d e Ia 'conduct
y 610 end uniplano
. secu n d arIO
. a
reqUIere
. t un I
ümtng mínimo
. Lo esencIal . a e pacIente
. , tarea que
edad, etc., y la psicoterapia empleada fue la misma. El grupo experi- lOS a ar el víncul o y esclarecerlo en s en prImera entrevista es
mental (motivado o inducido) obtuvo del tratamiento mayor es bene- comprender en conj unto la conducta u sentIdo y alcances. Para
ficios: mostró mayor facilidad para funcionar en la relación terapéu- proceso terapéutico. del pacIente está el resto del
tica, concurrió a las sesiones con mayor regularidad y presentó una
mejoría más marcada en cuanto a alivio de síntomas y a reajuste social.
Comentarios y ej emplos clínicos
Papel de la interpretación en _primera entrevista . A lo largo de
nuestros comentarios hemos señalado el papel que desempeñan en la 1. Un ejemplo de in terpretación panorá mica i . . .
entrevista reformulaciones, preguntas, sugerencias, informaciones Se tr~ta de una paciente solter a de 20 - dmelal, en pnmcra entrevista
aportadas por el terapeuta. Las condiciones y posibilidades de la constItuida, que dejó su casa a l~s 10 a~nos, e una familia del interior mai
interpretación merecen, creemos, una atención particular . En pri- de ~dad mayor, sin h ijos, q ue la adop~s y encontró h.~gar con una pareja
mer lugar la posibilidad de manejar la entrevista cpn un enfoque motI~o de cons ulta son an ustia ar.~n c~mo ahiJada. Los síntomas
interpretativo enfrenta el riesgo de una reacción negativa del pacien- relaCIOnes sexua les con un ~nuch a~hdepres:on Vinculadas con haber tenido
te, quien puede sentirse invadido en exceso o descalificado-en SlIS que lo que la afecta es la cul a o que uego la dejó. La paciente piensa
ideas sobre s,:, propia situación, antes de haber conocido y acep,tado ?!ece info~~ación más det~ll:;: :~~:elaCI?n: se~uales. En la entrevista
erpretacIO~ deltera peuta expresa. "S e s u 10 anCla y su vida actual. La
las r~as ¡rejuego de una relación terapéutica (1). Alertamos sobre ~r~sta expenencia de comienzo sex~ e~ramente la culpa que usted tiene
eIcaracter descalificador que puede asumir el manejo interpretativo o solo a que lo sexual haya sido al es Importante. Pero esto está ligado
no es.el de una sesión de p_sicoterapia ~ino el de
un contexto
Pero temendo en cuenta las características :ra~o~ ~¿~ot~~s~ectos suyos: la rr!'o~~f dU:~~~as~eu:~~~:~~ malo, prohibido,
exige un manejo cuidadoso dO? la.interpre-
el terapeuta inteU'rete resulta ineludible
pec~do,u:~ed ;enga que dejar a su!;~~:~!aa~onl~e le anuncia la posibilidad
, mo por haber crecido"'. op lVOS, pero ya no 'por haber
a) ,yradedor del diagnóstico es fundamental que el terapeuta
aun con .las limitaciones de los datos que extrae en un .Interp
En este
t ejemplo d
pue e verse l·
de la c:onflictiv una V1SIÓ~ panorámic~ del sentido de 1", enferm~dad, e
VincUl: a los síntoma !;Omo e que a, lllteryre.taci6n panorámica
a centralll.gada al motIvo de consulta. Est~jnterpre luclía ae ~~mponentes arcaicos y x:;tesl~1 de un conilicto nuclear,
una Imagen nueva de los Trastorpos (funci6n Ve al paci cmentos regresivos ad ua .es del conflIcto, incluye la
.6-vez que ofrece un ejemplo de lo que puede ser el situaci'< Lente, de entrada u· t . apt~tJvos en la conducta Devuel
didáctica y reforzadora de la mo tiva- vn. ode· . ,na Imagen.,.r b ~ _ . -
precisi6nde clslvode Su efecto n o ,"'o a retraducida de su
además el cuadro global comp.rensivo .del que se de qUe apuntatlces de sus diverso esta tanto en la profundidad con
. . terapéutica(funci6n díagnóS- totalidad quea! desde el Comienzo s componentes! corno en el hecho
paCIente, Importante inaicador sobre el tIPO ya -aunque s~~luye n\lmerosos p:~;ns~ e~ la sltJ~aci6n corno !l
en borrador" me ros, es deCIr que '
- I,lnu estructura...,.. ,
· ., a
JI Se trata de una paciente "dificil" desde el punto de vista de su mOtlVaCl~n ción"'·k me?ica c?n ,un ansiolítico. No propone un contrato terapéutico ni
y ~ptítudes para psicoterapia. Una mujer de.40 años concurr~ a ~a con~~ a~ esp~cl Ica aun obJ.etr~os, Pero su expectativa es poder esclarecer a la
P rivada por angus tia y depres ión intens as, hgadas a _u~B: r e Cle n e :a,g u. lZ to pacIen~ sobre el ~Igruficado oculto de sus síntomas. Cuando a la segunda
" fl o ales de la rga d a ta. No pued e lOlela r un tra mI en entre~Ista, la paciente con~urre "muy mejorada" esto le disgusta, nota que
Clon de con Jetos cony
largo porque 9 m. J
esesu p és pa rtirá en un viaj e (ya orga nizado) que le
es ;:, T am poco puede acep tar un co ntra to ter a péu-
la paCIen te se va a querer Ir pronto. Se suceden cuatro sesiones en las que
el foco .s e centra en.e.l problema de su casamiento y la culpa que puede sentir
ocuparátodo elano slgu.t::'l~ idea de fija r días y horas regula res de sesión por dej ar ~ s~ fa milIa. En la sexta y última entrevista, la paciente informa
tIco de tIempo lImItado. 1 tal ble Par esa razón había cons ultado a vanos que s u meJ?n a se ha ace~tuado, consiguió un nuevo trabajo mejor remune-
le produce una angu~t~a.m er~ .- to La paciente mostr aba en sesión rado y ha VISto con s u novIO una casa adecuada para sus necesidades. Se está
médicos sin, poder Imcl~r::.,a Er~er:~uta entendió q ue la dificul tad má~ desprendiendo de s,! propia farn.ilia y comprueba que solos se arreglan.
conductas foblcas e hls len
- -d oa en una
.
severa e
1 trofobia fr ente a l en cuadre. DeblO
aus L . t Piensa qu e el. trata~len~o,7ha cu:nI?lido~u misión". El terapeuta se inquieta,
d no puede dejarla ir aSI, tan rapldo, SIn terminar de ver sus cosas". La
inme lata resl 1 lanas de problemas pl antead os. a paclen e
atender entonces a vanos
.
f d frecicla has ta ahora -con encuadres- paciente a cla ra que tiene que interrumpir porque su trabajo le ocupa el
pedía a?",da y aclara~a ~~~aa~~n~u~o tera péutico la llevaba a ~,enudo ,a horario de hospital y porque conseguir lo que logró es todo lo que ella
no podla aceptarla. u o ·t Ya la vez consultaba porque aS I no podla esperaba. El ter a pe uta acepta (no tie ne otra alternativa) y se queda entre
negar que realmente 10 ~e~~Sl :a~es primero en la dirección de darle mayor intrigado y frustr ado, no cr ee que se haya completado un tratamiento, pero
seguir. El terapeuta tra d a!:, en den necesidad de tratamiento .. Luego debió tampoco ti ene certeza de qu e vaya a haber recaídas como para tratar de
conClenCla de enferme a y . om romisos ' no habn a entreVIstas retener a la pacien te. Es evide nte que el terapeuta basa sus expectativas en
ofrecerle ~n vínculo~ie~~, es~ ~~':nccu!do las ~osibilidades de ambos un esquema de cambios por insight, inadecuado para comprender otros
con horanos pr~esta eCl o~ un nuevo llamado de la paciente. fenómenos, :oncu nentes a la mej oría, que han podido movilizarse en este
coincidieran. y siempre fren abl mas analizando las resistenci as de la lapso breve.
~1 trabajO ~br.e e~to:u~:ons~dad~s fóbicas tra nsferenciales, disc~mi
paCIente al traL:~:nenies aspectos del problema -acep tar- tra tamIento IV, Los aba ndon os s uelen se r muy ilustrativos de la problemática de
?ando.~o.::,;~l:nt~e~stas realizadas del modo irregular acordado du~anJ" primera entrevista,
Insumlo S·multáneamente fue medicada. Al ca bo de este peno o e Un paciente de trein ta años cons ul ta por angustia y depresión desde hace
dosb' meses. . . d t"
la 1cienle pudo aceptar una pSIcoterapia e lempo limitado
. , con. seis meses , que ha ido en a u me nto has ta entorpecerle sus rendimientos,
tra. aJo, r~lares a horarios fijos. Los resultados fuero.n , eS~lmad~s~ al razón por la qu e decide fin a lmente consultar. Se ha separado hace un añode
: :ese lapso, como moderadamente satisfactorios: alIVIO slDtomatic~: su esposa y un hijo de dos a ños. La separación se produjo tras tres años de
mayor comprensión (no resolución) de su problemátlca,de. pareja, recuper matrimonio Con dificultades d e comunicación y desacuerdos en cuanto al
ción de actividades que tenía abandonadas. En un s~gulmle~to al re~eso da de modo de vivir en cad a uno. Finalmente hubo infidelidad, por parte de la
su viaje. y a la luz de su experiencia posterior, la pSIcoterapIa fue estima mujer, que precipitó la sepa ración, aunque el relato es poco preciso en cuanto
como muy productiva. a los hechos que desembocaron en la ruptura. El paciente se aferró al
principio al trabajo y a una vida social intensa, lo cual no impidió el
111. Este es un ejemplo de psicoterapia abreviada por decisión del paciente, progresivo debilitamiento de s us fuerzas y la aparición de sintomatología
en laque hasta la última sesión ambos participantes mantuvieron dl~ereD ~~presiva! que él relaciona más que nada con el hecho de que extraña a su
tea expectativas sobre el tratamiento sin explicitación previa de sus dIscre- IJj a qUlen ve una vez por semana. Su historia personal impresiona. Su
m~ re era prostituta. Con una vida muy irregular: no conoció a su padre, Se
pancias. ..
Una paciente de 22 años concurre a la consulta hospltalana por un es tado
. ~n pasando de una familia a otra con intervalo de meses. Los cambios
de angustia que la afecta en los últimos meses (nerviosismo, inS?m~l~ a~er~n permanentes. Finalmente, vivió des de Jos ocho a diez años con su
cefaleas) a partir del momento en que tuvo que abandonar un trabajO b~e pO~~ ~ COn esporádicas .reapariciones de la madre, hasta que dejó de verla
remunerado porque le pareció que la empresa andaba en negocios turbtos. pOco ~ erseldo ella a VlVlren el extranjero, hace cinco años. Su abuela murió
Se elael más importante de su casa, ya que sus padres y herD1anb~s y líde:sPUés. No tiene parientes. El paciente es muy eficiente en su trabajo
meaoree tienen ocupaciones irregulares, mal pagas. Ella es la responsa e al hos~~sfetado en el grupo social en que actúa, que es "todo para él". Viene
todos se apoyan, Piensa casarse en los próximos mese.s. sobre tod~ tara ~~e le den aJgún medicamento que le alivie los síntomas,
datos standard para confeccionar la histo~la Durante el U~~nsls de angustia, !'J? ~abe a ~ué se deben, ni se lo imagjoa.
mayOie& especificaciones sobre 108 problemas actuales, y. Cl~ preSCriben / . cl~sO de contacto 100Clal (pnmeras tres entrevistas) se le
a la p'Ciente para la segunda entrevista, "para continuar viendo su Sltus nSIO ItlCOS y el paciente Se siente considerablemente aliviado. A
las pocas sesiones da a entender que ya ~s tád me"or que el tratamiento
qJ ' aceptar 11:a
sólo el cambio
cumpJido sus objetivos. El tera~uta entlen e ue o que este paci ente tiene efectivamente ir a vivir sola. (Entrevistas iniciales COn el grupo familiar
~ . fi del tratamIento no es b uen , . fi d d hablan ';'Jostrado que la mad;e tenia una perSOnalidad melancólica grave
sintomatJco como 10 ue 1 bo T ata de esclarecer el s igru Jea o e que haCia realmente muy dlflCllla convivencia COn ella)
problemas jmpo~ntes i
el a 'ó~a~ac~a una terapia de esclarecimie~to
los síntomas y ~nenta a re : sesiones siguien tes. El terapeuta 10 CIta,
La paciente aceptó los objetivos propuestos. Su evoluciÓn fue favorable, los
(insighO. El pacIente fal~ r~ El paciente dice que ya "se sienle bastante
obJetIVOS se cumplIeron. ContInUÓ su PSicoterapia en forma ambulatoria. A
los 15 meses era notorIa la consolidación de sus camhios adaptativos,
concurre a una y. vuelve a a aili El terapeuta se inclina a considerar esta famIli ares e Intraperso nales (comenzó a trabajar COn éxito había ¡ncremen.
bien", que
'; es mejor fracaso
suspender
del tra le nto . A esta altura y con estos datos,
tamO .
tado su autoesti m a, vi vía en forma independiente). En esa'época comentó al
deserclOn como un • d está el "fracaso". . terapeu ta: "Creo que me ayudó mucho e~contrar en el hospital algo bien
debemos preguntarnos don e. de erdos preliminares, necesanos para concreto; que me plantearan. m~tas deflmdas a conseguir. Antes yo había
Queremos subrayar la ausencIado ~~~ objetivos explícitos aceptados por consultado a tres o cuatro pSIqUIatras que me daban algún medicamento y
que un tratamiento determma ' cha A través de esas pocas entrevls tas, me decían cosas sobr e mí, pero yo nunca s upe adónde iban con todo eso.
ambos se ponga realmente en ma~ . pectativas diferentes sobre la tarea Siempre me acueI"do de la primera conversación que tuvimos cuando me
pacien'te y terapeut.:' ha~ mante~~IZ ~~sar por encima de este desacuerdo interné; m e dio mucha confianza porque yo vi que ustedes sabían a donde
que tienen en com~~. ~o es po ión del paciente hacia los contenidos de la dirigir e l tratamiento, qu e entendían bien lo que yo necesitaba".
básico: antes que dingn la aler:;.: 'o'n es necesario establecer acuerdos
d mayor especl11cacl , 6
enfenneda con l fines del vínculo terapéutico. VI. En nu estra ex perie nci a asis tencial hospitalaliay privada hemos visto en
sobre la naturaleza y os . primera e n t revista de carácter diagnóstico, de orientación o ya para iniciar
tratamiento, un número considerable de pacientes (no menor de seiscientos
. tcuatro años, es inte rn ada en el hospital
V. Una paciente ~lt;-e~a. de tretn : ~arbitúricos; se precipitó por fra cas? ,de en ocho años). Un sector de ellos, aproximadamente cincuenta pacientes
por i~tento de SUlCldl~ gr~:;a~e convivir con su madre (severa melancollca entrevistados e n los ú ltimos tres años merece especial atención. Se trata de
pareja y por resultarle mto .. l hi' al. . .. personas que habían visto a uno o más profesionales (pSiquiatras, psicólo.
que descargaba toda su de¡;~e~~oenri~~r:e aJvivir sola, pero la madre insls~o gas, pSicoanalistas), en las se manas últimas anteriores a la consulta.
Desde hace cuatro m,eses eando mucha culpa en la paciente y sensaCIón .e Interrogados sobre las r azones de ese deambular por diferentes consulto.
que eso l~ en{ermana, ere aso. En las primeras entrevistas, de~p.ues nos, con extraordinaria frec uencia las respuestas han sido: "Lo que me dijo
impotenCIa para dar ese P com rendidos en su historia, sus medicas no me dejó satisfecha, no aclaró mis dudas, me propuso que empiece el
tratamiento y ya vería d espués." "No me supo explicar qué es lo que tengo,
si es grave, cuándo podr"é tardar en curarme." "No me s upo convencer de que
u:;u madre po~ irse a vivir sola, ver posibilidades futuras c~~e~a yo debía comprometerme en un tratamiento así por tanto tiempo." "No me
~e;}eei6n(nuncaejercida)yverel modo de que con el alta la paCIente pu
ción te
aclaró qué se puede sacar de todo ese esfuerzo, qué vaya lograr." "El trato
no me gustó, muy frío, muy distante, yo no sabía si él me entendía en lo que
me estaba pasa ndo, ni si estaba de acuerdo o no con lo que yo le decía." "No
• coosideraci6n adicional sobre este caso y e 1 pro bl em a de los . objetivos
te tranSo le vi mucho sentido a que yo fuera con todo este problema que me angustia
al alivio sintomático; entendemos que la conducta de este paclen cJ fensas
UD mensaje: no estaba en condiciones de soportar una r~ptura ~e sus ~ado de
tant~ y él me empezara a preguntar de si me masturbaba de chica o si vi las
-m-yobsnivas frente a su separación. Tal vez el mensaje reneJaba el g :eJaclOnes sexuales de mis padres."'jSalí muy mal de esa entrevista, me hizo
. p5lqUJC3
.. d i ' te podía..sOj>ortar. mterpretadones que me angustiaron mucho."
IokIllWtia ala ansiedad que la eeonomla e paCle.n (de haber .
PodelllOl luponer que sólo frente a un alivio de su henda narCI Sis ta de una
qnrdadollOlo "otra vez en la vida"), como podria proporcionárselo. ~J en~uentrZnsjeda. No Se trata por cierto de negar, como Con frecuencia lo hace el
°uva pareja, recién entonces pueda el paci~nte tolerar esa movIJ}Za~IÓ~ de
... que lignifICa enrrentarse con toda su Vida de ab~ndonos y p~rdlda~. 1 . como ~aclente,.el papel que en ese desencuentro pueden jugar sus propias
eueMo de motivación para el tratamiento, debenamos mc ~Ir 'smo" o~lstenclaS.
LO Pero lo que importa es ver que además determinadas
de lo que se llama "disposición a indagar sobre SI ,?1 la nes o actitudes rígidas del terapeuta hacen el juego a esas
res/.S'Sten.clas.
dinámica de esa di:;posición que es la tol~ra"~ta :fla
tk una df!lerminada estructura de per.-;onoltdol. en. Creemos qu t I '
oIfol. Cambios en la situación vital pueden acarrear. var~~cl ones la Cons rd . e a es actItudes del terapeuta en lugar de apuntar a
e~ ~
para
a.an'iedad,yenconsecuencia modificar la mot.lvaClon crear S:'lón de una buena alianza terapéutica contribuyen a
ello es que \casos una poderosa alianza resistencial. Un índice de
en a mayor parte de ese lote de pacientes que menciono.
•
las resistencias no fueron de una magnitud tal que les impidiera 12. Sifneos p"Le .
iniciar y conservar después una relación terapé utica. En este trabajo f S'·' arntng to Salve E .
o horHerm Anxiety Prov motional Problems: a Controlled St
se discuten aspectos técnicos de la primera entrevista. Detrás de esos SympaStum on the Role of L okin~ Psychotherapy", Ciba FOUnda~dy
aspectos se esconden numerosos problemas contratransferenciales pp. 87-96. earmng In PSYChotherapy Londre 19~;
de instituciones y terapeutas cuyo estudio abriría seguramente un 13. Sifneos,. P., "The Motivational r 's, ,
capitulo importante para la comprensión de deserciones y otras
dificultades en psicoterapia. En buena proporción de estos casos-con , p. 1-9.
ol
f~~non for Psychotherapy ~~~. DA Selection and Prognostic
uratlOn", Psychiat Q rt
varias primeras entrevistas frustras- nos ha parecido detectable en 14. Sluzki, C., "Las psicoterapias y l . . . un.,
la conducta de los entrevistadores, la actuación en el rol de un Desar:rolJo Económico y Social ~ 1me~lO h?Sp1talaria", Instituto de
nos AIres, 1964. ' o oqulQ PSIcología y Sociología B
superyó rígido, exigente, más dispuesto a presionar que a elaborar
con el paciente su entrada en el tratamiento. 15. Spiegel, J., "Sorne Cultural Aspects fT ' ue-
rerence", Mental Health of the Poo~ ransference and Countertrans_
En este aspecto, por cierto, pocas ideas nos impresionan tan 16. U1enhut, E. H. Y Covi L "Sub· t· C' pp. 303-320.
verdaderas como la distinción de Ronald Laing: "el paciente, antes A J P ,., ~e Ive hange with th 1 .
mero . sychather., 23 3 1969 e mtiallnterview"
que un-ob.ieto-a-cambiar, es una-¡:>eLsona:a-aceptar". 17. Vera, L. y Thieberg J :'U' , pp. 415-429. '
E '. ,., n estudIO sobre de "
xpenenCla de residentes en C l' serclon de pacientes
psiquiátrico", Acta Psiquiat Psi~::zsuAtonosLaexternos de un hospitai
, .. mero t., 1970, 16, pp. 57-61.
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¡ be ~ 11: Relation lo Characteristics of Patients, Theraplst
die l'I Process", J. Nerv Ment. Dis., 1965,5, pp.
. ts of
of Psychotherapy in Patlen
,Mental Health a{ the Poor, pp. 76-87.
Capítulo 5
LOS EJES DEL PROCESO TERAPÉUTICO
Operativamente1'a' focalización c~nduce a trabajar sobre ~~~~~~~ a dificultades previas del paciente con la paternidad, La situación se
clones intencionalmente guiadas, mas que sobre asoCIacIOnes ciar complica en el momento en que surge otro hombre con posibilidades
S,' en la técnica psicoanalítica la dificultad del paciente para aso te de hacer pareja con su mujer. El viaje de Andrea al extranjero
libremente puede ser tomada como índice. . d e resls .' s '.en. pSICO
. t encla tencio-- significa dejar sola a sumadreviuda en la misma época en que se casa
rapias, a la inversa, la evitación de. una actitud exploratona I~ata de su hermano menor, que vive hasta entonces con ambas, La madre ha
nalmente guiada puede ser considerada resistencia!. (Se t . el tellldo en el último año signos de leve insuficiencia coronaria.
(mfa~s diferentes en funCión. de tareas d'ISt'In t as, ya qu e en otro. nlV.dez Motivo de consulta, conflicto nuclear subyacente, situación
loresistencialestará expresado, para ambas técnicas, en una ~'fsde grupal Son aspectos fundamentales dellna situación que conden-
del pensamiento que impida combinar flexiblemente los dos es I o sabreun conjunto de determinaciones. Un trabajo analítico nuestro
asociación, libre y guiada,) sdoete la. situación intentará identificar zonas de ese conJ'unto de
d I rmlnantes. Lo esencial a respetar es el carácter de estructura
h~ma situación tal como existe, totalizada, en la experiencia
.
eesiones de diferentes tratamientos observan d o en ellas las
ta más
d n con UD
I a d yOI'ca prese
Una paciente con fuerte de b'I l'd
dispeilU, ajenas a toda focalizaci6n! contrast.an f~nciones deli~~a, de modo que todo trabajo analítico se haga a partir de
109& para tales intervenciones en un paclen~ c~yas
• Ciav'- de indicadores diversos, un mejor rendimiento.
a¡
estud:o eJ~ totalidad de la situación, en toda su amplitud, El
en el se :. IVersos componentes de la situación deberá
n Ido de despliegue de "niveles de análisis·, entendidos
como estratos funcional es enraizados en la situación, actualizados
presente, en el centro de la situación , Una antigua relación simbiótica
y totalizados por ésta . ible deslindar una zona de componentes de con su madre, en la que ésta jugó el rol de objeto acompañante, y es
Con este enfoque es pos te izar como aspectos caracterológ!cos ese rol el que ambas h enen que romper en esta situación. Juega
lasituaci6n que podemos ca~~ :rsonales activados en esta situación tambIén como figura de IdentIficacIón precaria, la presencia del
del pacienteCdmarmsmos dlZ; p as personales selectivamente movl- padre fa ll ecId o h ace años, como exigencia de un rendimiento profe-
' od l ' dades elenS1V d . sional bnllante que JustIfique esa separación, agregado como ele-
espeCIfica, m ?- 1 . , o es osible ensayar una u otra e vanas mento fobígeno.
lizadas por la sltuaCIon -? d Pellas h ace el grupo viables-, etapas
defensas, hay que ver c~álesfa~til actualizadas por la estructura de Otra zona integrante de la situación comprende el momento
no resueltas del desarro o m de e~dencia materna, no resuelta SInO evolutivo individual y grupal, las tareas que se desprenden de
la situación). En Ernesto ~~cerbada con la pérdid a y la vuelta a la
necesid ades propIas de ese momento evolutivo y la prospectivaglobal
t que comporta esa etapa. Gran parte de la conflictiva agudizada en la
rasladada a su pareja, e fl' tos de intensa ambivalencia situación deriva no sola mente de la reactivación de conflictos infan-
. adre' sus con IC '. d
convivencIa con su m ' lementarios con la ambIvalencIa e su tiles, sino del choque entr e las limitaciones dadas por la persistencia
frente a la dependencIa (comp dependencia)' adem ás, sus COnflIctos de esos conflictos y las necesidades propias de la etapa evolutiva
d frente a esa , . 'ó
mujer y su ma re . (con sus consecuencIas: agresl n,
por el choque entre su depen~~~fa sus necesidades adultas (de auto-
abierta qu e urgen una satisfacción. Urgencias a la vez subjetivas
separación, angu~tia, d~presloen ~us rendimientos). Se locah zan en
(autoestima) y obj etivas (presiones sociales para la maduración y la
eficiencia). Ernesto tiene que enfrentar sus dificultades de pareja
nomía, maduraCIon y e IcaCI~ilizadas: disociaciones, proyeccIOnes, (con esta o con otra pareja), las exigencias de la paternidad, y de su
esta zona sus defensas mdo a idealizaciones. En Andrea se r egIs-
ataques al objeto q~Oa::'b~:n ' una fuerte dependencia m aterna,
trabajo profesional, necesidades de estudio y de sociabilidad que
cuanto más precariamente se enfrentan más distante hacen la
tra en este aspeb'valencia tanto frente a su viaje como fr ente a la posibilidad de recuperación . De modo semejante, Andrea y su madre
generadoradeam I 't d'ar en Buenos Aires. Expenm enta
posibilidad de quedars~ a es u a~ miedo a quedar desprotegida. Se
tienen que separarse, ella tiene que crecer, la situación de infancia y
pon de ~eJar aens~:a~:;.:~s~ fóbicas (evitaciones prinCipa lmen te,
adolescencia no es prorrogable, y sin crecimiento y resolución de esa
culpa simbiosis se interfieren otros rendimientos, eróticos, sociales y voca-
' en eda
en Juego , (reaCCI.ones con ra-
recur~~~
de objetos acompañantes) y mamacas t cionales. Para la m adre, el viaje de Andrea, el casamiento de su hijo
buS.':s negación de su dependencia e idealización de s us
~ad~l país). También en esta zona de determmantes cara~: An-
menor Y sus problemas de salud configuran una etapa crítica, que
agrega obstáculos para la resolución de la situación.
es posible incluir otras funciones yOlcas adaptativas. ci6n el Esta serie de componentes de la situación tiene que ser puesta en
más visibles que en Ernesto, la capacidad de plamfica vés del relación, además, con un conjunto de determinaciones concurrentes,
aUllado de cierto proyecto de salida de su dependenCIa, a tra rimi- que originalmente podemos localizar en una zona de determinantes
desarrollo profesional. Andrea actúa medIante defensas más poten- del Contexto social más amplio. Un conjunto de condiciones económi-
mas pero las contrarresta con otras funciones adaptatIvas p d de
cia\~enteeficientes.Ernestopresentaundebilitamientomarca .0 cas, laborales, culturales, ideológicas que intervienen de muchas
maneras en la situación.
8U8 funciones yoica s apenas mantenidas en la esfera del trabtóaJo,.c'o_ c ~~ra Ernesto no es lo mismo vivir este conflicto de pareja en
Ea posible asimismo
' reconocer en la s!tuacI
" ón aspectos h,s
_ M ; _ _ irulivíduales y grupales reactivados. La agreSIón
. de r la
la ;~ ICIOnes de trabajo seguro y de alivio económico, que correr el
nal go por su depreSIón de perder sus ingresos. Una cultura tradicio-
laq~:ha a cual es? divorcio es un fracaso y nunca un éxito, como es
.--....... .
madle de Ernesto ha estado SIempre cen tr a da en sus fracasos,n los
. que esos JUICIOS
prescindente de su padre hIZO . .' fuera
í 'sm .
' as";paran a ob;etivar a Ernesto una imagen de s Ifll o- concurr a revalecldo en su familia y en él mismo desde siempre, es
r - , mantiene una actltu . d slml
. '1ar desva. lori
eg Iinofrenet~:lde peso, como lo es toda la ideología del orgullo mascu-
paciente. Loque seJU ea angustia y t atresencla del tercero. Estos componentes refuerzan la
J\ndrea la ~: a~ las Posibilidades de elaborar esa separación. Para
di1lcileade:~p~~~I~n d~
una vez más. En Andrea Slgu
desocupación profesional y las condiciones
a IzaClón en nuestro medio refuerzan
";8 frente a la posibilidad de quedarse aquí y su miedo al fracaso
afuera que la obligue a regresar. Su falta de contacto ideológico-
político con esta situación hace que todas las posibilidades sean
medidas desde una óptica estrictamente individual que agrega otra FOCO
dimensión de aislamiento a sus ansiedades de destete. Toda la
ideología de los cuidados que la bija debe retribuir a la madre y la
SITUACIÓN ACTUAL
oculta responsabilidad del sistema social por el desamparo de una ESTRUCTURADA
persona sola se incrustan en el cent!o mismo .~e la situación de
, , --- ... , ,
alrededor de un eje
Andrea para movilizar culpas de difiCIl elaboraclOn.
/ MOTIVO de '
Si volvemos a considerar el conjunto de estas zonas de determinacio- .
I
I
CONSULTA"
Y I
nes qne hemos desplegado en un somero examen analítico, lo que \ CON FLICTO :
. es reconfigurar una estructura, construir un modelo de la " , NUCLEAR I
, .... __ ..... , ,
situación que intente dar cuenta de los dinamismos, articulaciones,
potenciaciones y oposiciones propios de una totalización. A
el concepto desituaci6n, en el que convergen las perspecti-
vas dialéctica, materialista y existencial puede aportar un modelo
ad_ado capaz de aproximarnos a una totalización concreta, singu-
lar yen movimiento, del individuo o grupo en estudio. Es en esta
DCM:Íóu totalizadora de situación donde pueden encontrar su marco
propios de una conceptuahzación psicodinámica
conflictos, fijaciones), comunicacional (modahdades en
los mensajes, alianzas, descalificaciones) o psicosocial El modelo de foco contiene esta serie de co
tareas grupales). en la situación estructurada. La profundida,;;,~~:ntes co~densados
el foco como delimitación de una totahdad concreta
analíticos conservan sentido por
en ese marco conservado a lo largo del movimiento de del foco, ésto apéuántIca que creo POSIble Identificar como reguladores
sobre detell"jnadas zonas de sus componentes. La , s ser menCIOnados en el punto siguiente.
a la situación se refleja en esta formulación: "... el
. tal intrapersonalmente nO 2. Diafragmad .
la eaestíón sea de orden primariamente personal, DI de ciertos r o operacIOnal del foco sobre la base
personal. El problema ha surgido de una eguladores y retorno a la totalización
vez, como dijimos antes, resultante del diálogo
8U realidad". Importa detectar "las formas cómo el En muchos moment d 1
y la índole de la estructura dialéctica sujeto- loscomponentesdel~~i e p:oceso la tarea no abarca la totalidad de
de diafragmado en al tuacI6nsmoqueseconcentra,porunaesPecie
estas ideas sobre estructura f'tructura. La profun~n~s de ellos, recortando alguna zona de la
ud COn que Pueda c a con que se explore cada zona y la aro li.
de una serie de fac~~~renderse la estructura de totalidad depe:d
D reguladores que comprenden: e
esde el paciente y s ". .
de Vida cu)t ualgrUPO ,amüuzr, un colliunto
e,;
P a el trata
ur es, ocupacionales
miento. '
la instituciQn.
mas teóricos, recursos técnicos qu e integra~ su arsenal tera~éutic~
. ' bTd d d rsonal y espacios estilos de s upervls1 n. es ella: produce a,sociaciones guiadas por la nueva dirección impresa a
:~~~Ol ~e ~act:TI~: influye en decisio'nes sobr e tiempo, objetivos y la tarea, ampha elementos recortados por el terapeuta.
4) Nuevas mtervenciones del terapeuta tomarán ya elementos
J. vez reguladores de l foco.
técnIca que. sontOads';actores establece la am plitud gener al que habrá parcIales c0r:'ponentes de la situación, a los fines de allondar en ellos,
E ste conJun e ,. ya artlculaclOnes del conjunto, en un doble movimiento anal 'ti
edellfoco~eso . ' ti' S t h 1 ca-
de darse al trabajo sobre no obstante, la focalización smte C?, que ar ~e. a car~cteri~ado como momentos regresivo y
c) En cada momento pr . , d' fr d progreslvo del análiSIS de la S!tuaclón. Este último apunta al encuen-
.. , litud articular. La focalizaclOn o. la agma o, y tro de una totalizaclón smgular, a realizar "la unidad transversal de
adqUlnra una amp P tan en el esquema slgwente:
sus reguladores, se represen ~S todas la s estruct uras ~eterogéneas". El movimiento de diafragmado
entonces se acampana de un r etorno a la totalización en Una
~O? alternan cia constante desde las perspectivas entre figura ~ fondo.
p GpAC1EN'fE- Un movimiento donde se trabaja a la vez sobre los detalles y sobre el
S /' GRUPO conjunto. Un método que Sartre encuentra en Marx: "Si subordina los
fi>O~f.~Ñ'fE
_-- - - -
FOCO
-.- - -
CO~ _--
\
\
c ondiciones
de ",id~.
Motlv ac\on
hechos anecdóticos a la totalidad (de un movimiento, de una actitud),
quiere descubrir ésta a través de aquellos. Dicho de otra manera, a cada
hecho, además de su significado particular, le da una función revelada-
\ \ Aptitudes ra; ya que el principio qu e dirige la investigación es buscar el conjunto
".- -, \ I I
I
, ',.....-- I 1 I sintético; cada hecho una vez establecido, se interroga y se descifra como
I I I I PROCESO parte de un todo; y es sobre él, por medio del estudio de sus faltas o de
\ 1
I
I
TERAPÉUTICO
...
--' ' }
J
1
I
I I
I Momento del
proceso
sus sobre-significados cómo se determina a título de hipótesis la
totalidad en el seno de la cual encontrará su verdad" (14).
-- -- - }
}
}
I
}
3. El foco en la sesión
permIte compren e q ficacia en cuanto a inducir reconfiguraciones ' insuficientes para abarcar el conjunto de series y articulaciones cuya
técnicos pueden tener ~ rende ue la acción se ejerce siempre sobre estructura y sentidos es necesario comprender en la perspectiva más
en la sItuacIón. SI se c~de~ esper~rse relaciones lin eales n i proporcio- amplia del abordaje psicoterapéutico. En nuestra aproximación "situa-
unaestructura,noP~as efectos porque entre ambos polos de la ción" incluye un conjunto n1ás vasto, h eterogéneo, de series y s us
Yl l·neal ~e interpone la estructura de la
articulaciones . Apunta a efectuar una construcción teórica en la direc-
nales entre Idnfluen
supuesta ca ena causa I d fi ción de lo que puede llamar se, con Deleuze (7), teoría del sentido en el
.. us líneas de fuerza internas, sus leyes e recon Igura- acontecimiento.
SItuaCIón, con s d l· . Este aspecto puede ser fundamental para
:~p~~~~~~~~~ r:l~~~o~:~ entre la acción terapéutica y los cambios ,
La Institución Agora de Montevideo, Instituto de intervenciones
emergentes (véase capítulo 9). I PsicoanaJiticas Focalizadas (dirigido por Denise Defey, Juan Hebert
2 Si la situación está organizada según un modelo estructura se Elizalde y Jorge Rivera) ha publicado tres volúmenes (1992, 1995 Y
. deel intento de hacer converger sobre ella una plurahdad de 2001) dedicados al trabajo clínico, la teoría y modalidades técnicas de
~:= técnicos; la práctica terapéutica de las instituciones en los las psicoterapias focales, con el aporte de numerosos autores de
'Ir mos años parece orientarse en esta dIreCCIón en funCIón de lograr varios países. Rem itimos al lector al estudio de esos trabajos en torno
~~ eficacia que puede entenderse desde l.a pluralidad de zonas que al concepto de foco. Sólo podremos aq uí referirnos a algunos de sus
componen la situación y su vanedad de VI as de acceso. significativos aportes para este tema.
3. Si cada situación puede entenderse como una estructura dotada Ricardo Bernardi en "la Focalización en Psicoanálisis" encuentra
de UBA organización interna peculiar, entonces es comprensl~le que vínculos entre la tarea focalizadora y la noción de "puntos de urgencia"
no se la puede abordar por simple c~ncent;aclón maSIVa de esttmulo~ y "puntos de inflexión" en la comprensión de W. y M. Baranger en su
eou.ectores,sinoen base a una plamficaclOn estratégIca, que selecclO
concepción de los procesos psicoanalíticos. Destacó el concepto de
ne \as vlas de abordaje y sus secuencias, y vaya luego haclend o
rel\iustes progresivos, en base a las respuestas de esa estructura, Malan de "cristalización de un foco" como una configuración que emerge
me di!l1\te una articulación cuidadosa de los recursos sobre ella ~esdeyenel trabajo en conjunto de paciente y analista. Ypuso especial
concentrados (aspecto que se discute en el capítulo 13). e,nfaSls en que la focalización no es ajena a toda terapia psicoanalítica,
4. El modelo propuesto de foco intenta a su vez responder a la !mea que citó especialmente de Thoma y Kachele (1989) cuando dicen:
necesidad de trabajar con enfoques psicológicos-psicopatológIcos, En el PSIcoanálisis considera mos el foco configurado interaccional-
diagnÓBtiCOS y terapéuticos coherentes, integrados en una concep- mente como una plataforma giratoria central del proceso y por este
ci6ntote liz adoradela experiencia humana. Una concepción desdel a ~ot~vo concebimos al tratami ento psicoanalítico como una terapia
condiciouesde realidad (micro y macrosocial) y los dinam ls- e~~ contmuada, de duración ind efi nida y defoco cambiante". Agrega
mundo interno personal y endogrupal sean abor da- paci:~~Bernardi: "Esto no lleva a destacar que la asociación libre del
yen sus movimientos de estruC- ineansc· ~ Conduce por sí sola al descubrimiento de los aspectos
constantes. Si el diagnóstico no
, ..te sentido de movimiento al encuentro de una
seleccio~~ s :,:1 conflIcto; es decir que el psicoanalista tiene que
corto pla r qu Interpretará del material, según sus metas tácticas a
Zo y sus metas estratégicas a largo plazo".
Thorna y KacheJe entienden por Foco un punto nodal temático la información obtenida según el punto de vista preponderante en
producido en ]a interacción del trabajo terapéutico, que resulta ~e la cada c~s~, (el focalizarY' . El foco aparece como "un centro de gravedad
propuesta del pacienteyde la capacidad de comprensión del analista. temátlc.o , como un ~ar~po problemático central del paciente, campo
Sostienen también que "la sucesión de focos es el resultado de un a trabajar como vanaclOnes de un tema básico.
proceso de intercambio inconsciente entre las necesidades del pa-
ciente y las posibilidades del anahsta. Algunos procesos no se ponen Desde un p:u nto de ~ista fenomenOlÓgico descriptivo se equipara el foco
realmente en movimiento hasta que ambos partlclpantes logran a! cuadro s~ntomá~co actuaL En este caso la formulación está estable-
Cida a un nl~el de sIntomay de comportamiento, el cual de todos modos
establecer ese entrecruzamiento interaccional en la r eelabOl'ación de es pl'eCOn ~clente . ~n una concepción meta psicológica. la focalizaci6n
los temas focales. Del mismo modo, un cambIO de anallsta con~ uce I se da segu!l premisas a~stractas de la teoría que se emplea en cada
como regla general a experiencias bastante dlst~ntas y nuevas. caso, por CIerto a gra~ dlst~nci~ de la vivencia concreta del paciente.
A veces se ha pensado que una intervenclOn focalizadora del Los resultados. de la Investigación en Psicoterapi a, sobre todo los de
· ta podría introducir cierta rigidez de perspectivas, Cierto recor- aquellos trabajOS que trat~n la conformación de la relación terapéuti.
1
ana IS . , . t dI' t ca, abogan por el contr ano, porque el foco sea conceptualizado de
te que traduzca limitadamente la expenenCladln ern?" de PBaclen de: manera tal que también el paciente pueda vivenciarlo como una
Sobre este punto merece destacarse otra conSl eraClOn e ernar I I actividad común entre él y s u terapeuta.
en su artículo:
(En este aspecto coinciden con las primeras puntualizaciones de
Para empezar ya hay una traducción del ' paciente al form~lar su Alexander "la formulación de la interpretación focal de ser puesta en
experiencia interna (en muchos aspectos no verbal~ en un dls~urso conexión con la problemática que ha sido motivo de la consulta, debe
articulado de palabras. Y es muy probable que las mterpretacIOnes
que resultan más eficaces pasen por zonas .que ~o ~on las que pensa-
ser mostrada esa relación, de lo contrario el paciente quedará
mos. Quizá nuestras teorías sobre el cambiO pSlqUlCO tengan algo de desorientado y se perderá el hilo del proceso, o se perderá el pacien-
acertado; pero es muy probable también que ~aya un e!1,orme cam!,?, te"). En esta dirección Kachele cita también la tarea de focalización
poco percibido, por donde la efectivi?ad de la mtel'v~ nclOn tenga ~as propuesta por Lachauer (1992) que considera dos partes: en primer
que ver con la capacidad del paclente d~ tradUCir a sus propIOS lugar la denomin ación y la descripción del problema principal del
referentes internos 10 que escucha del analIsta. paciente, luego una hipótesis psicodinámica sobre los motivos ocultos
inconscientes de aquel problema principal. Este autor propone con-
En la segunda de estas publicaciones uruguayas he pudido relataren formar una oración focalizadora que sea dicha en primera persona.
detalle (Fiorini, H., 1995) el trabajo técnico realizado durante cuatro Un ejemplo dice:" tengo miedo de comprometerme porque temo que,
meses con un foco centrado en un duelo y una situación de cnslS de todos modos, nu evamente, nada será s uficiente, y que se impon-
individual, grupal e institucional. En convergencia con lo que en la línea drán mi furia destructiva y mi ofensa humillante, las que no creo
de Anzieu y Kaes se ha llamado (Guillaumin , J., 1979) "enfoque poder contener".
intercrltico de las crisis", el foco, tal como lo instrumentamos en la Destacamos en el estudio de Kachele y colaboradores el informe
clínica, enlaza los diferentes ámbitos en que reverbera la crisis, dado sobre 29 sesiones de psicoterapia focal con un estudiante de 22 años,
que esas intersecciones tienen efectos de potenciación por resonancias. en el que indagan , siguiendo a Luborsky, "el tema central del conflicto
Horst Kachele y colaboradores (departamento de PsicoterapIa, relaciOnal". Ilustran el empleo de las narraciones del paciente sobre
Clínica de la Universidad de Ulm, Alemania) en "La formulaclón epIsodiOS de su vida para identificar sus pautas básicas de conflicto
fonnal del foco en la psicoterapia" (995) ha realizado un recorndo ~elaciOna1. Conviene recordar que la publicación originaria deAlexan-
autores que desde Alexander y French, con su formu- er y French contiene numerosas ilustraciones clínicas de esta
de ·conflicto nuclear", han abordado la focalización como
Wallerstein y Robbins, 1956), "proble;
lno~ahdad del trabajo técnico y de la comprensión psicopatológica.
· en Clonaremos asimismo los trabajos de Dcnise Defey Jorge
RIvera
,"tema de conflicto de relacIón J a H b . ,
que en esta tarea coexisten y se a lternan pub!" ' . u n e .ert Ehzalde y Pedro Menéndez incluidos en las
estado funcional para la obtención de máXima espe~~~clOnes de Agora 0992,1995 y 2001) en los que se ahondan y
atención parejamente flotante) y la organización de Ican cntenos de planificación, modalidades de intervenciones
-
focaJizadoras, abordajes de crisis, criterios temporales en estas mo- Capítulo 7
dalidades técnicas. LA RELACIÓN DE TRABAJO
Referencias bibliográficas
70.
cercana en estilo a la relación interpersonal cotidiana: dos (o más)
interlocutores sostienen un diáiogo con ritmo, gestos, posturas,
9 Keselman Hernán Psieoterapta breve, Buenos AIres, KargIeman, 19 mímica verbal habituales, comparten una tarea en una relación
10. Luborsk;, L., Pri~ciples o[ Psychoanal)'tic Psychotherapy, New York, igualitaria, aUJlque sus roí es son distintos; uno e ellos es experto
Basic Books, 1984. . gfi Id nI" . e
I sobre cíerto nívei de la problemática humana, el otro aporta los
U.Malan, Héctor, A Study of Brief Psychotherapy, Spnn e - mOl s, . elementos de tes-figo directo de esa problemática singular (si bien sus
Thomas, 1963. . l· B os resistencias le traban el.r..ono.c imiento de algunos aspectos de su
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Aires, Graniea, 1973. y" autoridad igualmentejerárquica).
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Journal of Integratiue und Eclectic Ps)'chotlterapy. 6: 6·27, 1987. , El funcionami ento de esta relación dependerá de varias condicio-
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Iica tomo 1, Buenos Aires, Losada, 1963. estructura caracterológica, inserción grupal). Pero depende también,
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setta, Harvard Univ. Prcss, 1972. 84 terapeuta, de s u capacidad para realizar aportes específicos al víncu-
16. Slaikeu, K.,lntervenci6n en crisis, México, El Manual Mode.rno, 1~m~' lo (1). Nos interesa en especia l precisar cuáles pueden ser los
17. Strupp, H. H., Bindcr, ,l., Psychotherapy in a new hey. A gwde to t, Ingredientes de la "oferta" del terapeuta, capaces de suscitar en el
limit.d dynamic psychotherapy, New York, Ba.ic Books, 1984. ~~clente respuestas complementarias para el eficaz desarrollo de la
18. Sifneos, P., Psicoterapia breve con provocación de angustia, BuenoS
aClón de trabaJO. Podremos abordar esa oferta en dos pasos
Air .., Amorrortu, 1993 . 2
19.1maU, J 2c:rnard, Psicoterapias breves, Buenos Aires, Granjea, 197 . a ~~SlVOS: caracteri zar pri ~ero ciertos rasgos g~nerales de la COndIlC-
20 . . . . H., Teoría y Práctica del Psicoanálisis, Barce1on , e f cnl~a del terapeuta; dls~utlrluegolos reajustes de su conducta
JMnter, .~ unCl.ón de las necesicfade,s propias dc.c·a da u-rapia, que
rSOntficar" el aporte.
1. Los rasgos generales de la contribución del terapeuta
en la ligazón progr .
expre . .d d eSlVa, cada vez má ' .
de e-s:~~~~~ t;::¿~ntaneidad del te~~~~::'e~n:[':nsOednslibilfridad y
Un conjunto de rasgos permite aproximarse a cierto perfil del rol del
terapeuta en psicoterapia: h bl d ' un modelo co I e o o eCldo
que ~. a .e alguien capaz de ima .:;"ora, postural, gestual tonal
• 1. Contacto empático manifiesto. El terapeuta ofrece evidencias no de sun:~) s~n barreras forzadas gl ar, de reir, de jugar, y t~mbié~
ambIguas de que es capaz de comprender lo que el paciente expresa, • 4.InLcLatwa. El terapeut d .
y de comprender además desde la perspectiva del paciente (que la tarea y de las capacidadaesedselmpeña un rol activo, estimulant d
., . e pacIente f' b' e e
puede no ser la úmca poslúie, ní ia más certera, pero es la base desde esa f unCIOn Interroga, orienta la bús u ap 1.C~ Les a la tarea. Con
la cual podrá en todo caso parbr hacia otra, dado que el camino a ye modelos, propone al paciente qu: da , SOlIclta detalles, constru_
transItar juntoS, hacia esa otra perspectiva, requerirá acuerdos sobre balances, traza perspectivas va ~ los p~nga a prueba hace
de un material". No queda d~mamsucd omás alla de la "interpr~tación
el punto de partida). La empatía del terapeuta se h~ce manifiesta por "' d ' la o tIempo qu t '.
gestos de escuchar atentamente, de seguir 1.os ¡pros dramáticos del f unClOn e que la mdole docente d I , e o m silencioso en
Éste puede llevarlo a ser él quien e . a tarea le otorga un liderazgo. ,
relato en contacto con las emociones que despiertan , de asentimiento, . . 1 mlCle una sesló ( .
ImpreSIOnes e aboradas en el interval acI n para mtroducir
que indican que el relato puede continuar, oe faciiitación de la pendientes). Lo que significa concebi 01, °t araClOnes que estaban
comunlcaCl. . ó n ("' , compren d o ... ", "¿. en t onces.?")
51. .."" ... . · 'ó . r a are a como ob d .
• 2. Calickz. El terapeuta evidencia en sus gestos y tonos de voz que cuya d lreCCl n, mtensidad" ritmos
aessun t o d'e amb ra e eqUlpo
momento. El desempeño de este rol t· . os en todo
la persona que está tratando no le es indiferente. Que~ cuanto ser I vivacidad corporal. ac IVO contiene una moderada
humano siente por él un afecto de f¡)Odo, discreto, no invasor, pero
palpable. Su discreción permite no interferir por el afecto la ~TJle rgen En el juego de su rol activo, el terapeuta interru .
paciente para preguntarle: "; Cómove t d t mhPe, por eJemplo, al
cia de una hostilidad transferenciai mayor efe cierto umbral , así como I .?" us e es o astaaqu'?" "'Q ,
e~u~.~re. ,y espera una respuesta antes de d él . 1., G ue
v
evita una excesiva erotizacíón del vínculo que podría Iregar a Inter- sltuaclOn. Con la respuesta del ac'e . ar su Imagen de la
ferir la relaCIón de trabajo. La calidez contiene ciertas dimensiones interés (el relato inicial y la inte~pr~t~~~ótl~n~ ya dos materiales de
del amor (ternura, solidaridad, simpatía por la condición humana) pregunta actua para el paciente como esti':nu~ p~clente); a su vez la
que-toda experiencia pedagógíéa lo prueba- funCIOna como estímulo a prueba de sus capacidades esc . . an e, para una puesta
iuemplazable en la motivación para la tare.!'. Estas dimensiones de ej er0 a ción en la autoe.valu:·' o~mas, mduce un tipO peculiar de
la oferta del terapeuta ejercen influencias dinámicas de importancia en la indagación activ clon. mismo estilo podrá expresarse
en el proceso terapéutico que serán discutidas en relación con los hubo desde la úlf a for el terapeuta, al comenzar una sesión si
cambios que se verifican en el proceso. nes de la er Ima en revIsta ocurrencIas, objeciones o amplia~io
• 3.Espontaneidad. Mediante la cual el terapeuta contribuye a crear trasmite : s:~~~tl~aa entonces trazada . Ese interés del terapeuta
un ~íma de ¡jí)ertad, creatividad, permisividad. Tiene todo el carác- intervalos h b't motivacIón para rescatar ese trabajo de los
ter de un mensaje del terapeuta l que invita al paciente a aflojarse, a pretación 'elatelraUpalmtentedsilenciosos. Después de ofrecer una inter-
qye exprese mejor lo que en él acontece; a que encuentre él también "¿C ómo le'resulta eut a maga ta m b"" len mme d'lata y activamente'
g~tos per80~al~s que puedan trasmitir fielmente la inmensa cap!: también así?" "M es a manera de ver su problema, usted lo puede ve~
~dad ~e van_a~lón, de salto, de fluctuación de perspectivas de las ¿Cómo lo entie'nde e ~a~~,;,,e que algo de lo que le dije no le convenció.
8líua6l1l"eS VIVIdas. U'na parte del proceso errpstcotérlJ:pias consÍste a laactividad del u:c~ . Tal sondeo opera como solicitación constante
~ Puede pensarse que al adoptar el terapeuta conductas no ambiguas induce en el Il11Clativa del tera P tente , a la vez que como un modelo activo. Es la
YOlcas del pacient pe~ a u~a constante activadora de las capacidades
pac!ente respUe8t.u orientadas. Efectivamente, se trat.a de estímulos que el terapeu-
ta mtroduce en el camp? frente a los cuales las respuestas del paciente pueden
iuultarconoo.danteso dlscordantes, es decir, deben leerse sobre el fondo de aquellos
• 5:Actitud docen~~ ita .undamental de la relación de trabajo.
actiVidad en una . tel apeuta asume un rol docente enmarca su
eetfmuloe. Metodo~amente no hay posibilidad de crear un campo no conta~inado
por el terapeuta. S. éste adopta conductas ambiguas, o distantes, introduce slmple- ;~~jO y movili7.a ~~e~;d~ c~ncepción pedagógica de I~ relación de
meDte otro. 8IUmuloe, no la neutralidad de una supuesta pantalla en blanco. t bu- los aprend' . a o os sus recursos didácticos
erapéutico. Aplica ~za.Jes, que.constituyen' parte esencial del
ntonccs cIertos principios pedagÓgicos genen1ft1
se,;;, a na ~u~o, para Sorpresa suya,y bastante. Seria útil revisar ahora
(motivar para la tarea, clarificar sus objetivos, reforzar todlodlodgárot.eCno
. ' ) pone en Jue
la dirección de esos obJ.!:bv0':..Y . go.. un arsena
d u método 1 e 1de
qu quena eClr en usted esa convicción fatalista de que no lo POdrfa
hacer, por otro la~o;;s nnportantequeinsista en estoque logró hacer,
(claridad dd método exposltJVO, abIerta expOSICIón e s h d I
. to incluir cuanto recurso sea eficaz para a on ar a
pensamlen. 'de la problemática en que no se pare alj¡. Esta vez usted pudo exigir a su padre un tiempo
comprenslOn . estudio).
I'fi d Cada uno de estos
as pecto "~ merece .ser comentado y eJemp I Ica o. para hablar de los problemas comunes Y consiguió que lo escuchara.
Es Importante porque este diálogo es algo nuevo y partió de un
cam blo de actItud Suya. ~ partir de aquí sena útil que usted se
Motl~ar la sicoteJaoia y al trabajo sobre la ml~ma observe, a ver cuánJomantiene e~fa nueva actitud, de darse su lugar,
.. la tarea. Significa conceder importancia a la
para
yen qué m~rnento puede Surgtr la tendenCIa a la relación anterior" .
• a.l
motlVacWfi inIcIal para P, ' r. cirla luego como tareaJerarqUlza.
desde la primera entre~sta: ~ e~ 1~law:Q. del proceso, lo que significa Es pOSIble dIferenCIar estas intervenciones de reforzamiento de
da, de co,\stante reela rac~ici-o par"8- reforzarla. Ejemplos: "Fíjese_ logros de las que estnctamente pueden definirse como "apoyo". Si
aprovcchartodomomentop como nunco antes- a trabajar bien en estas 1l1tervenclOnes se expresa la aprobación del terapeuta
'd d evo' se puso - ., _ el óll[asis está püesto en la dirección del movimiento realizado y su~
qué ha ocurn o e nu. . ~r . do en la sesión. Y aparecieron estos consecuencias. EI 'coteJo del a~~es y ahora apunta a objetivar ese
después con lo que habla s t~tes de su adolescencia, y hoy pudImos
recuerdos suyos muyu Im~;~a-ahora no podiamos ver porque nos
moviIllÍento y contiene latentes nuevosinsights, Las.intcrvenciones
de apoyo, en cambío, li6 apuntan ~ re orzar el crecimiento; más vale
comprellder algP 't : U t d está entendiendo mucho más que hace
faltaban elementos. ! :ntre usted y su mujer; creo que SI sIgue
contienen 'a la' parte que no creCe de la persona, la que está dctenida
por-carenci~ de recursos autónomos, y q"edan más en el plano del
tres meses lo
trabajando de que mo d o, ~s dTcil
esteOCUIT I I que vuelva a sentirse tan perdido acto en sí mIsmo, no apuntan primordIalmente a nuevos Inslghts.
ell :"d) Claridad del métndo expositivo. El terapeuta trabaja atento a
en los problemas conb ;-, En las primeras entrev.ist<!s se impone dar asusjnt~rvenciones formas, modos de construcción, y palabras
- b¡Clan{ícar1oso ~e WO\ I e.ta en marcha del proceso.
una clarificacil,a que onen e _a pu ~ntentar es comprender qué quef¡tciUten.s u con~prerísión por el paciente. Ejemplo: "Usted, egún
Ejemplo: "Lo que nosotros vam~e as~ mujer, por otro, han ido a súrelato le dijo a ella muchas cosas, algunas constructIvas, otras al
problemas suyos por un la~o y hoques de esta última época. SI
aparecer bastante destrQctivas. Luego registró las constructivas, las
encontrarse para prodUCIr os "sur' a una perspectiva nueva de los juntóy les llam ó 'mi actitud positiva hacia ella'". Ella, según su relato,
aclaramos esto puede ocurnr que f J ""En esta primera fase de su le dijo a usted varias cosas, algunas destructivas, otras constructivas.
problemas que en este mome~tosu reni~ ue usted pueda serenar- Registró más las destructivas y las llama ')a actitud negativa de ella
tratamiento lo PrtmOrdla~ es ~onsegu e e~tá ahora metido, aclarar hacia'fní"'. La pregllQt¡tes éstac¿habrá en cada uno un predominio
se, salir un poco de la con U,SIO~pe~r1~r de allí si usted se ubica con distinto dentro de esa mezcla, o habrá parcialidad en el registro
cómo Me llegó a esta sltuaClOn. .' " e d o ent\? de suyo?" Una intervencIón así, desplegada, deslinda una serie de
más elementos dejuicio, veremos cómo seguIr. ~ a l)'lo'1"etivos a planos de análisis del episodio, subraya en las secuencias probables
cualquier sesión posterior se preRta p",,!a rCdefindr ~~s
largo plazo (objetivos estratégIcos: Que uste y
a10 rando
'dad
g de
mecanismos de transformación de los hechos. La diferencia es signi.
ficativa en relación con lo que podría darse como una interpretación
mayor independencia frente a sus padres, mayor capacI os' "En sintética del tipo: "Usted se atribuye la buena actitud, y proyecta a
decidir solo su vocaci6n") y a plazo inmedIato (obJetIVOs láctlc .da ha ella todo lo destructivo que había en los dos". Otra intervención
esta. últimas sesiones estamos explora,ndo todo lo que e~~lue~1 de su adaratoria, en la que el terapeuta se anticipa, es de tipo: "Me pareció,
sido dependencia, que la lleva a ser mas la hIJa q~:- la CÓ I~O se fue mlen,tras le iba diciendo todo esto, que usted en un momento se
pareja' esto tal vez nos permIta comprender mCJor I base de perdla. Veamos qué es lo que me entendió, y le aclaro el resto",
' relación de sometimiento suyo, que está en a
- eJExposiciónabi~rta de su método de pensamiento. Esto significa
q~e
crisis").
el terapeuta se preocupa. par calDear su mancrá de zonar.,I!!.l8
la tarea, Ejemplos: "Usted creía hasbta
que nunca podría pensar en SI.m'ISmO, que esta E taa
P ~renClas
Ina y los datos de los que Rarto para hacerlas, a alcance del
cIen te Ya q l · l' _
a IAtentarlo ya encontrarse con la mente trabada, 5 S'us l' s ue o que Importa para e pacIente no son _
resu tado , Rino el modo de procesar la inforlllación,
al paciente compartir progresi"amentc eLmétodo de trabajo, Yle da
también la posibilidad de cuestionarlo. Esto puede llevar a que el apertur~ convertir la tarea. robi _
terapeuta formule una interpretación e inmediatamente pregunte: ta en s~slón y de e1aboraciorfes em.a e~ objeto de observación dirce-
u ¿Sabe por qué pienso esto? .. cuando usted dijo'empecé a trabajar' no a par~lr d.e cada segmento de' ~S~~:clones,.replanteos inmediatos,
lo dijo en tono coherente con la buena noticia, de festejo, y e ntonces expenencIas durante el trat . ea reahzada. En una de estas
·
I ocal Izar , rumento de Un 't
pensé si no habrá en usted .. ". Este tipo de exposiciones tiene una por pnmera vez el mom t d arqul ccto fue posible
eficacia didáctica particular y hacen en el fondo a una actitud apar~cían los obstáculos. Era POS~~l~ s: la.tarea de proyectar en que
ideológica con respecto al carácter de la relación terapéutica, punto emoclonal y corporal que acompañ b gul~paso a paso el acontecer
que será discutido en el capítulo 15 (problemática ideológica de las obstáculos se fueron r esolviendo p~ a ca. a fase de la tarea. Los
psicoterapias). hubi er an podido salvar se de haberno~~e~lVamente. Dudo de que
_ f) Utilización de todorfcurso facilitador d~/.nroceso de investiga- verbal. Podría pensarse que por otro lado s tn~~o a una mdagación
ción v comprensión de la problemática. El terapeuta funciona abierto surgido igual ; no se descarta, pero creo) eu~:O ema básICO hubiera
aenriquecersu méto o e trabajo con cuanto recurso ofrezca un valor largo, y el traslado de lo elaborado al áiea de~~ p~zo mucho más
didáctico para ilustrar y objetivar aspectos del paciente o de la estado aún asegurado; además hay que tene ra aJo no hubIera
entre corulicto básico y conflicto derivado' al~ :~bcu~n~a la dlstlr:clón
situación. No restring.e ne<;.esariamente el . nte.r G'mbio a la comuni-
este último concurren problemas especificos de ,¡e : ermmaClOn de
cación veJ'bal. abriendo la t¡gea a los a¡:>ortes de dibujos (propios o del
En la psicoterapia de otro paciente el obieto de m~charea-problema,
paciente), fo~grafías , poemas, escr!tos personales, objetos (tallas o 'fi
piezas de cerámica, por ejemplo), tareas concretªs .realizadas en su 1 lCU Ita d
d en I a 'eJeCUCl'ón d e un ' instrumento as sesiones
, m u S l c a a que ' 1 I fue
sesión, grabación de sesiones y luego reescuchadas. Cada uno de consagra a to os sus esf uerzos y expectativas vocacionales, Pudimos
b d
esfos recursos puede revelar facetas que el mtercambIO verbal a veces observar' t probl emas
't' en su método de estudio se hacI'a
, n VISI es sus "bl
no destaca lo suficiente, y otras decididam ente oscurece. Su incorpo- fI
con IC os con cler os pasajes de la obra a"'s;~dades
• • ' ~
4.
cl aus t rOlOr'b'leas
ración al proceso, la calidad y oportunidad de la inclusión, depende an~el avance de la partitura, reaCCIOnes depresivas a t
" D d á "
m!mmos, es e su ro s luerte expresión en el área v n e ' errores
I
de iniciativas del paciente y también de la capacidad del terape uta. ,-, ' á 't'd ocaCIOna se
Losesquemas pueden funcionar como instrum ento habitual de su mOeron ' , m sI m I os ' aspectos caracterolóo-icosb'
relac'lona d os con e1
trabajo, Su valor didáctico llega a veces a ser enorme, La existencia narcIsIsmo y a omm Con un poder de impactante evidencia
de núcleos enquistados, la contradicción entre tendenciás regresivas El empleo otro de los grandes recursos didácticos:
y progresivas, la superposición y cO)lfuslón de identidad propias de Volver a escuchar una es para el paciente y para el terapeuta
loe vinculas simbióticos, son aspectos susceptibles~d e rep.re$~ntaclón expenenc¡a reveladora de aspectos que originalmente por el '.
gñffica fecunda, El traba10 posterior del paciente sobre el esquema cllE'a,!ensiones de la sesión, no han podido registrar~e más ~~r:~
puooe resultar altamente enriquecedor, La experiencia de erJ. comen- ~~j~ena pro~orcIOn, Uno d ~ mis padentes, Ernesto, de quien hablé
tar en sesión fotografías familiares suele resultar reveladora y fuerte- su ca discuslOn sobre foco, solo pudo por primera vez escuchando en
mente movilizadora, ya que fotografías que el paciente daba por tS~ una seSIón reconocer a fondo sus dificultades para el diálogo
conocidas aparecen en sesión bajo una óptica nueva, imprevisible, f~te~e en. a mterrumpü'me" a escuchar apenas la mitad de mi~
cla
Otro aspecto sumamente rico de ampliación de recursos consiste • 6, In~lc~~~es, El Impacto fue Importante y facilitó una apertura,
en trabajar con la tarea-problema, A menudo se encuentran en actitudes qU~¡ d~l ~erapeuta co..mo persona real, A través de las
psiCóterapia pacientes con dificultades persistentes, y resistentes al
cambio, en la realización de tareas clave vocacionales-profesionales, dad, iniciativa cs~ actenzamos como empatía, cálidez, espontanei-
La.CflQl!!nicación verbal sobre esas dificultades resulta entonces En psicoterapi~s ¡onen enJ~ego rasgos de la persona del terapeuta,
ª t
un agregado pe a br~se ncla personal del terapeuta no actúa como
tarea
virtud de que los mismos problemas que ob.staculizan la
del paciente de los modos, secuencias nuclear del inst" Ur \
manera en que ~~men
°rf del campo terapéutico, sino como parte
técnico, Los matices de esta inclusión la
yZ"onas de las dificultades, Siempre que la índole de
la tarea (yen ciertos casos será siempre que la posibilidad varia notablement~e:eu ~n cada uno de estos aspectos personaies,
de desplazamiento del terapeuta lo permita), resulta una notable neC?Sldades de esa incl~u,n cada slt~aclón terapéutica, porque las
vanables que definen e~,ón están dIctadas por una constelación de
mundo mdlvldual de cada paciente, el
106
-
momento particular de cada grupo, de cada sesión. El rol del Si se repara en el nivel de en . .
terapeuta se ejerce /1,0 s6lo por lo que permite al paciente ver de su rasgos deJ terapeuta que' g eralIdad en que se formulan IOH
munao~ sino por el papeTque áesempeña en ese mundo. Rol real del . Juegan en la 1 '6 d .
cuestlOnarse ]a aplicabi lid ad de este con. re aCl n .c trabaJO, podrá
terapeuta cuya innuencia en el paciente pasará sin duda por la a proponerlo así como constituyented Jun~ode ~ct~tudes, el derecho
"lectura" personal que él haga de aquello"S comporta.mientos concre- es necesario ir más allá de Su fo le u.na técnica. Efectivamente,
tos recodificados aesáe el m undo sIc -significaciones del paciente, deje de ser "la técnica" (univers::n: a~16n general para que técnica
b
pe;o efectuada a partIr de ese Polo objetivo dado por conductas zación en acto, totalmente singu{ar ~ ract~) y¡ase a ser la cristali-
específicas del terapeuta puestas en el vínculo. E.l,rol del ~rape uta conjunto de pos ibilidades que cad~ r:I~~i6~n b~ de TecuTs~s, de un
no es sólo objetivador para el pacIente, smo tambICn rectI"c~~or. SI realizar selectivamente, mordiendo plename t personal tlene que
tradicionalmente se definió a la pSIcoterapIa verbal como trat~: pias de cada momento del proceso. Podemosnd:~~~ecesidadespro
. to mediante la palabra en el marco de una relacIón humana, dad la capacldad del terapeuta de actualiza r d como {f.exLbtÜ,
mlen 1 . ti d .
el particular reconocimiento del pape rectl Ica or Juga o por e
d 1 sus posibilid ades, la constelación adecuada , l~ aquel conjunto de
a momento de cada
m iento vincular del terape uta nos conduce a reformular proceso.
compor a t l 1a bra y una especI-'
nición'
defi · "tratamiento mediante a pa
aque 11 a 'ón humana mutuamente potencIa. d as. "El carac ' t er espe,
fiIca reIaCI . .' ., . é t" á 2. Personificaci ón de la relación de trabajo.
'fi debe asumir en cada situación la relaclOll tClap u .ca ser
Cl Icoque , . d " 'fi'ó d I Fundamentos dinámicos de la flexibilidad
discutido en el próximo punto en termInOS e p~rsonI IcaCI n e a
1 . 'n de trabaJ·o". Tarachow ha subrayado la Importancia del rol
re
real aclOdel terapeuta con espeCIal . enfasls:
, . "De h ec h o l aIread I a d de1 EntendemosJa fl exihilid ad d~l terapeuta como el aju,ste y adecuación
terapeuta es un factor que mantIene en marcha el tratamiento. La de sus actJtudes y recursos tecnIcos a necesidades muy partic\1lares
relación real conduce a una identificación que provee también la decad:;persona <:n trataouen:o. Desde el primer contacto, el paciente
motivación para el trabajo ... ver al terapeuta como realm~nte es d~ IndlCIOS del tIpO de relaclOn que'necesita; a menudo se trata de
ayuda al paciente a corregir sus distorsIOnes transferenc¡ales (2). E.!. indiCIOSsutiles, de un pedIdo no consciente. Poder dar respuesta a esa
aspecto de Identificación aquí mencjo~ado podrá verse enAel ~vel de demanda depende de una pecuhar capacidad del terapeuta, hecha de
identifIcacIOnes Infantiles (proyecclOn, dep¡¡ndencla , l~ eanzaclO senslblhdad para registrar aquellos indicios, y flexibilidad para
nes), pero tambien en un niver JJ1ás adulto d~_ identifi cacióII con seleccIOnar sus In strum entos en función de la estructura de aquella
hlnlÍOOes y cuendades de su rol real. demanda. La Intulclón del terapeuta se mide por su capacidad de
El papel terapéutico que desempeña la personificación del tera- ~Jus!.e autOmátIco a la dem~l1.?a. Las necesidades del paciente esta-
pellta crea una abierta cí/mpatibilidad con la e;r;istg.I,cic.ule vínculos ~n..!tendas a una cantIdaa de funciones que debe cumplir el
oonelpacienteenotros roles, fuera dela situación de tratamiento. Tal ~c':. o, necesIdades de gratifi aci p (a menudo compensatorias)
vézCOíilaexcepción de una rel ación -primaria,ocle intenso con! promiso ne.cesld~des de rectificación con e~!lect.o a vínculos primarios (e~
afectivo, otros encuentros entre paciente X teraneuta, en otros c~n' ~~~e~lca par~ntales); estas ne;;esida<:les aludirán a aspectos- tales
~ enriquecer el proceso, por s u valor 11,'óv1iizádor Y
ocultas del vínculo. Tal vez el aporte de estas
cuencf:~ce1:~~dlstancl a afect).l'a. lllt!.n:1ld~d-respeto de límites, fre-
lilllenudo imprevisible, provenga de su ruptura con la recib¡rlinform!~'¡~o, m~ntoy: tlJl.!l de.sUlnIlllStroS del terape.uta (dar-
estereotipia un contexto único, de roles fijos, a los cuales pueden pañar rec'b' d on u obJetos]' llltervelllr-deJar hacer, guiar-acom-
. .~ _ I Ir- evolver prot ,,'n ' .
paciente y terapeuta acomodar insensiblemente sus mecanismoS de dlr,afectivizar_neut r ' ~J;;a"",,",nQI11.!zar. estlffiular-prescin-
c:cmtrol inmovilizador. especial de . ra Izar. Estas necesidades propondrán un clima
Sil!e~.ierael conjunto de la~conductas del terapeuta que definen parámetros c~mulllcacl6n dado por la combinación del conjunto de
SU de a la relación de trabajo puede diferenciarse particulari;ad:I~:fn !a lllstalación de una estructura personificada,
de la llamada "rclacif)¡¡ analítica" propuestas que'rcali~InCrlo terapeuta-pacIente. Esta diversidad de
de los afectos, asimetría Clonal, más que me . a e paciente (a través de su estilo comunica-
iniciativa delegada al paciente). SIgnificación diná dlante contenidos del relato) puede encontrar su
mIca general en la siguiente hipótesis: el paciente
10&
vio.nc la terapia a c_o.nstruir un vínculo agecuado a la etapa de estrategia de Ja .
paciente e d
des~JT?llo en la que CIertos obstáculos entorpecieron su ulterior no prOVOcaron una . . r~a ecuada,qucmiSR ' .
crr'crmlcnto ( 3 ). relación de depcnd 8? I CClón (con dctcnci6 ·lU~InH.;troH initialc'K
clave para c] cumplf~~ l a oral) sino que fuero~ s~ e proceso <!n u~a
Es posible agregar a e sta hipótesis que además de vínculo adecua-
factible pensar que plcnto,de una etapay la Ultc~·,uramCdnle f<l:<:lorc~
do a una etapa d e l desarrollo, la de manda es de ciertas cualidades r. ' or e Cont a . or!na uracl6 E
peculiares d e l v ínc ulo. que n o d e be re forz ar te mores sino disinarlos olrecer aqueJIos Suminis t d r TIO, la negatiua del t n. R
r' '6 I . ros, e mant erapeuta a
¡LJacL na mveloral-depend' t enerse,hubieraconso /'d
Imipoos a d omin ación, invasión , castigo) y s uplir carencias, ño pro- . len
E n E ste ban, un paCIente d 22 _ e. Lado la
long,,, 103 (d e a fectividad. continen.cia. discrimin a ción ). Si hay nece- de entrada traía la propuesta qe anCos~ el. estilo de Su comun·,· '6
sidades a satis face r por el vínculo tera pé utico, que depe nden de una , I d I ue en n s tlna f · <:a<:l n
vmcu o e a s eg unda fa se. No hab' . ue reCién necesidad d
etapa del d esarrollo cuyo cumplimiento est á p e ndiente, será la . d C ·' . la en su Infan . l ' e
carencIa e u stma. Sus dificultades come Cla as Situaciones de
marcha en la s a ti s facción y mod ificación de esas n ecesidades la que se acentuaron Con el avance de la adol nzaron en la pubertad y
vaya dictando tare a s primordia les, estos r equ e ridos para cada fase relaCión famIlIar, Ines tabilidad depar' escencla (conflictos en la
de este proceso evolutivo iniciado. La fl exibilida d del terapeuta E b · eJa Incertid b .
Loque ste an reqU1 e rees un terapeut ' C" Um revocac1onal).
reside entonces en su disponibilidad d e un amplio espectro de . a a ,ectuoso p d'
le permita ens ayar su autonomía que no 1 t e r o lScreto, que
respuestas q ue permita al paciente organiza r su ca mpo, ir desplegan· (b aja . fr . d' , o re enga de . d
ecuenCla e SesIOnes ) que le perm't él maSla acerca
do sus necesidades según secuencIas ente ram ente partlculares. El sus interpretacion es, jugando el terapeu~: ~ c~nstr~l1r primero
vínculo propuesto podrá entonces d esenvolver en el tiempo sus detectan elementos de rivalidad en la tra r n ro. venficador. Se
exigencias con un curso relativ.ame n te au tó ~om o. . . é . nSlerencla pero h
mirar qu no es transferencLa además En I l" ay que
Pienso en Cristina, una pa cJente de 3 1 a n os, con dIficultades en éste también rivali za con él s~ opone a'qu a re aCLlón can su padre,
varias áreas de re aliza ción vital y de presión ligada a esas dificulta- . ' e nazca o que 1 .
Viene a encontrar es un ter a pe uta que actúe un ;. I . e pacIente
des, con importantes ca re ncias en s u infa n cia por a u sencia. ~e su lo acompaiie en luga r d e obs truirlo en s . . 0 dlferenclal, que
padre y severa enfermedad ca racterológica d e s u m a dre. ¡mcló su '·
Cnstllla . u creCimiento Ta b'é
mi presenci a en un rol paternal i t i : m 1 n en
tratamiento proponiendo un vínculo e n el que el t e ra pe uta ejercIera rectificación de la e xperie ncia de padre au~:n~:~a la dlferenClación_
una activa continencia, fuera guía y fu e nte de abundantes s umlrus- hay una propuesta que cond ensa necesd d . nambospaclentes
tros (sugerencias, opiniones, consejos). Como terape uta?,o no e~~en. nueva de vínculütransferencial-diferenci~/ es en una estructura
día inicialmente que la satisfacción de esa demanda pudiera faclhtar . La estrategia ImplÍclta ' d e la demanda I '.
un proceso evolutivo; esto me llevó a intentar dis uadirla de estas ctando par~ dejar de rep etir. s a de repettr-dlferen·
exigencias, proponiéndole arreglarse con mis interpretaciones. Le La necesldaa de adecua . 1 d' I .
estaba proponiendo sin saberlo un salto evolutivo; las debilidades req~iere del vínculo fllnciOl::: ::' u~ e:ae~~ttca de esta estrategia, que
yoicas inherentes a la etapa de desarrollo no cumplida, y tal vez la dmamicamente la /l b l'd d ) . P (lcas, es la que fundamenta
buena intuición de la paciente sobre lo que neces itaba satisfacer ~n La pe' .fi . eXl l l a téclUca del terapeuta 2
rson, ICaClón di ' 1 .
esa etapa para poder crecer, le hicieron actuar con suficiente e~er~a entenderse entonces e e Vlncu o en la relación de trabajo debe
como para no entrar en mi propuesta y convencerme de que SigUi é- necesidades especIfican s~s dosdvertlCntes : adecuación del vínculo a
ramos la de ella. };o claramente convencido de que ese fuera un capacidades y actitude s . el ca a paciente, y puesta en juego de
camino útil, pero a falta de otro viable trabajé con ella según la Se apunta a terminar s re~ e~ 'le] tera p e uta al servicio del procese.
estructura de vínculo contenida en su demanda inicial. Luego de tres :ó;",ca' por un lado y la~~~ fl as dlsoclac:.ones tradicionales entre "la
años de una psicoterapia de dos sesiones semanales pude compr~bar t~' por el otro; aquí la in~¡,uenc,as de .Ia personalIdad del terapeu-
el pasaje a otra etapa de desarrollo, en la cual la paciente deJO de apeuta esparte de la té . ISI6" selectiva de rasgos personales elel
requerirme en el rol inicial y adquirió una progresiva autonomía; en ¡ Cluca U n eqUIpad 1 1"
esta fascel estilo comunicacional de la paciente me proponfajugar un .0"0 "'I><'C( '- e ac InlcaMenninger(4)
ta,v1cncd 1 o cOIl1P/cmenl:1rio en .
ro] acompañante, más como supervisor de sus propias elabo raciones, ~ partjcUI~(r O:;'/I~ ~ccesid3d d~ que J~t:~~?E'~~:~:c~~ias .d<, ne~ibilicJad dE'1 lerapeu_
y consultante en ocasiones más esporádicas. Estos cambios fucr~n Pecto que Se dis (~d Y osci/:lcion(>s propiílS de ia y ll!}odc Inl(>nrcncioncs s<"gün
~8lelos con nuevas realizaciones vitales. Puedo ver ahora que a cu e en el cnpitulo ",¡uu' < ' .... • s c:lpacldndcs yoicas d(>J paciente
' h len...... •
111
evaluó exhau stivamente la problemática de una paciente depres iva Capítulo 8
de 40. años y discutió la est r ategia psicoterapéutica. En su depresión LAS FUNCIONES YOICAS
culminaban muchos anos de una pareja conflictiva con una separa- , EN EL PROCESO TERAPÉUTICO
ción reciente~ y de un prolongado estancamiento e~ s u creatividad.
Dado que su marido habia sido un personaje frío. castrador, desvalo_
rizante de los intereses artísticos de la paciente,' se propuso al
terapeuta que fuera cálido, que le estimulara sus intereses y le
eV1denclara confianza en sus capaCidades (que la evaluación mostra-
ba existían latentes en ella). Era la indicación estratégica que par •
,
desde una perspectiva que atienda primordiailnente a la inercia de
Jos otros componentes de la estructura. El enfoque yoico recorta
entonces aspectos dotados de una particular plasticídad y pcrñ'}ea15i~ flLu~go de c~~ejar ~lecturas COn experiencias clínicas y de ahondar
lídad a influencias de cambio múltiples~prestando así una base p",ª-ra re eXJones y lSCu.slO~es sobre el tema,2 una de nuestras conclusio-
Ja comprensión de la acción terapéutica,.a breves y medianos lapsos, nes ~s que c~alqUler h.stado deberá mantener distinciones entre la
de una diversidad de recursos correctores. Por otra parte, en cuanto {llncLón proplam~nte .d~cha (percepción, planificación , coordinación)
loo efectos del eJerclclo de esas funciones (contr 1 d · 1 '
muchas de las funciones yojcas regulan el contacto con las condicio- j" t · ·
adec.uacl n Tea IS a , lntegra~16~) y las cu.alidades asignables a esas
·ó o e lmpu sos,
nes de realidad y el ajuste a las mismas, el yo aparece como zona fUI1:CJOne_s en base a st1:s rendimIentos ?bjetivos, verificables según la
puente de e'rectar interés para ~odo enfoque diagnó,s tico, pronóstico calIdad d ~ aquellos elect~s (autonornla versus interferencias por el
y terapéutico que :t~pjre a r-e!}asur !es-mart:os.Jle ti nR: optIca JndlvlJ~ual comprorr:u~o con ~el c?nfllcto, fu~r~a versus debilidad , plasticidad
concentrarla en el "mundo in!;prnn" 1 En este aspecto la profundIza- versuS ngtd.ez~ coheslón. de). cOI:Junto versus dispersión, amplitud
ción en el papel del yo y sus intercambioscon I ~ realidad lleva consigo versus restncc16n, organtzac!ó~Je:árquica y cohesión del conjunto).3
un movimiento inevitable de replanteo Ideologlco. Sobre la base de estas dlsbnclOnes pasaremos ahora a revisar
Con toda esta importancia de las zonas relevadas .en el enfoque varios aspectos de este conjunto de funciones .
yoico corresponde preguntarse cuáles son los d;termmantes SOCIO-
culturales que obstaculizan un desarrollo mas rIguroso de. este
enfoque. No parece casual, sino más vale responder a InhIbiCIOnes L F unciones yoicas
represivas y a distorsiones de una capa Intelectual, la falta de una
indagación más profunda de las conexiones con la realidad y s~s • Este concepto abarca un conjunto en el cual es necesario por las
dinamismos, tratándose precisamente de u~ á~ea de autonomla razones precedentes hacer diferenciacionesjerárquicas en tres órde-
potencial del individuo (6). La evidencia del deflcIt está en que todo nes de
,.--'
funciones.
ter<lpeuta de orientación soclal."- mstItuclOnal sabe que trabaja c?n el
yo del paciente, pero esta nOClOn funclOna en estado preclentlfico. A. Funciont?s yoicl].t: básir;n.s , dirigidas al mundo exterior, a los otros
difldlmente podrá explicar en qué conslste reforzarel yo, cuáles son
,
ª
y ~~pectos de sí mi s~o: pe.r..cepción, atenci?~) memori3:' peng;amien~
to anticipación (plamficacLOn n programaclOll de la acclón), explora-
los caminos y mecanjsmos íntimos de ese reforzamlen~o. .
Hablamos al comienzo de precariedad en la elaboraCión eplstemo- ci6n (activid ades de tanteo y rodeo), ejecución, control (regulación) y
lógica de este enfoque. Para constatarla basta revisar I?s listados coordinación de la acción. Estas funciones aparecen dotadas de un
tradicionales de las funciones yoicas. Hartmann era expllClto: nadle cierto potencial de autonomía primaria (6) (actúan con, eficacia
ha realizado un listado completo de las funciones yoicas, lo cual dentro de un cierto marffen (le condiciones. a pesar oe
la acción
perfila ya la curiosa ~ituación de una corriente que no termina de cóñ~tária de .fuerza s que tiell<\en.a lo largo del desarrollo y en cada
delimitar su objeto. Además, las clasificaciones de esas funCIOnes han corte transversal del C(lmDort~m'e,ü~,.a
.---- " dpbj lit'lrlas o interferirlas).
mezclado niveles, superponiendo continuamente las categorías em~ Est~ potencial de acción "libre de conflictos" es relativo, reve rsible,
pleadas. Ésta, se nos ocurre, es una de las razones para entender la móvil en c~anto a -S u <I"1))¡.¡lita , [lero constatable en base a h
ambigüedad en que quedan los intentos de explicar, en base a esta capacidad de ajuste de la conducta evaluada en sus matices más finos
psicología del yo,los cambios y el modo en que operan para produclf- (P!iiSticidad, correcclón por rctroaTiÍnentacioncs).
108 las diferentes intervenciones terapéuticas. Trabajar por ello en
ciertas distinciones conceptuales Se nos presenta como tarea prelim I- 2 Hemos discutido exhaustivamenle las runciones del yo en un gruJlo de estudios
nar al intento, por cierto imprescindible, de comprender los cambIOS a mi cargo n 97 J-72) integrado por las psicólogas Licencindas Evn Cozzetti. Nilda
Guerschman, Celia ~lauri, Julia Redondo, Edith \'¡vona f! Inél;) Youkowskv. Varios de
los criterios postulados en este capítulo son rel;)ultado de rsa tnrra de ~Iaboración
yoicos en el proceso terapéutico.
grupal.
I Eslft última, CUanto m:í! uniJateralml"nte atf!nla al mundo ¡ntc'rno, y d(>scuidada . La ausc'ncia d(> lalp$ clbtinciOI1í's haC(' que Ij~tado~ como 10l;) de Bcllak (2),
de las condiC'ionel de rl"alid:uJ total en laa qUl! existe ('1 HUje-tO con su mundo inLerno, ~scnl~dos" su vez en 10l;) dC' Ilnrtmnnn, resulten confusos: no se pueden c~locar en
mé· impugnnda de ickoalísmo. ~~ ~Isro nivel (lo qUt> \'3 implicito rl1 «:'Ilunciarlos Ul105 n tontinunción de otros)
fac~~o ~(' illlJ)ulso$", "prn:-;:unit'nto" ,\" ":sentido de realidad", ya que son 8 menudo
s (e un solo nelo unitario til' comportilllli('nto bn~:lClo en la r('gulación yoica.
116
-
B.Funciones defensivas, dirigidas a neutralizar ansiedades median.
en articular eficazmente 1
te diversas modalidades de manejo de conflictos creados entre condi- .' 1 b e contacto COn el . d
ciones de realidad. impulsos y prohibic'i6nes. Estas funciones defen- raCIOna so re las condicione l d propIo eseo y el control
Algunas de estas funcionessdreea¡ ets ~ satisfacción del deseo.
sivas (disociaci.ón, negación, eVitaciones) no pueden colocarse alIado
de las que hemos llamado básicas, ya que son funciones de otro orden secan Ioque d esdeu n enfoqueexistS1n eSIS. pued cO,en ti endo,V1.ncular_
.
"tend encia constante del Su;eto encJal se~a ll~mado (Sartre) (11)
actúan sill1ultá.!leamente CO)'l aquéllas, las cabalgan y por ello, ~ r ealizar ]a unidad en la m~ltipl~c~~ ~ta~1%aCIÓ~ de .sí mismo, a
menudo, las interfieren en s~s otros fines de ajuste. La represión constituyen". Tal coincidencia es visibl e etedrmlnaclones que 10
actúa Jlo-sÚ'lo.s,of)re afectos e imQuls.(\s, sino a la vez, yen base a afectar psicoanaIJ' t'lco se l '
asmenclOnacomo e cuan
"activ·d d do desde e1 en elaque
percepci ones, recuerdos. j!ens"=!:m,iep..tos y cjecz~ciones motoras. Asu de cierre gestáltico de sí" (10). I a es ecompletamiento,
vez aqueiias funclOnes básic~s, Sil fuerza y disponibilidad constitu_ Estas funciones operan constantemente te d' d
cionales inf1uy~n ¡;obre la configuración del repertorio defensivo. miento d e l a persona. eonectarse can este nivel n del
len f
o' a un centra
.-
Hartmann (5) destaca así este interjuego: oico " f iIca coI ocarse. e l terapeuta en la perspect.
Slgnl unclOnamlento
Y ' Iva que puede
d d t d
lograrse des e a en ro e este esfuerzo de centramiento y recentra_
Hasta ahora hemos tratado en ps icoaná lisis principalmente con la miento personal constante (en lucha contra todo lo t' d
intervención del conflicto en su desarrollo (se refiere a los factores . . ) que len e a
dis,ESlar y a desorgamzar . Es atender a la presencia más o menos
autónomos) ... pero es de considerable interés no sólo para la psicología exltosa, pero constante, de un proyecto de .totalizaci6n de si mismo,
dtl desarrollo sino igualmente para los problemas clínicos, estudiar
también la influencia inversa, es decjr la infl uencia que la inteligencia
en funcIón del cual una de las perspectIvas, entre otras varias
de: determinado niño, su equipo m otor y perceptivo, sus dotes especia· necesariamente debe ser la de las síntesis (aspectos que aparece~ \
les y el desarrollo que todos estos factores tienen en el tiempo, en la diluidosen cIertos desarrollos cornentes, centrados en una búsqueda
intensidad yen el modo de expresión de esos conflictos. "analítica" que Illpertrofia los momentos de fragmentación el estudio
por partes, del sujeto). '
Las relaciones entre aquellas funciones básicas (dotadas de autono- La presencia de estas funciones de síntesis se expresa también en
mía primaria! y las defensivas se nos presentan como las de dos un nivel de intencionalidad, en el cual se busca establecer conexiones
subsistemas de distinto nivel, ennrizados, que mtercamblan mfluen- eficielltes entre el pensamiento racional y otras zonas de la exp~rien
cías (tal intercambio explicaría, por ejemplo, que el ejercicio de una CIa. El trabajo en pSIcoterapIa dmg¡do a reforzar funciones yoicas
actividad -terapia ocupacional- logre por el reforzamiento de las debe partIr de ~espet:u I~s efec~sexltosos de estas funcionE's (ejem-
funciones perceptivas, de la planificación y ejecución motora, contr¡- plo: hacer explIcitas tOS logros oOJetJvantes del pensamiento mani-
buir a modificaciones en la fuerza y nivel de las defensas, hecho que fiesto en sus mensajes intencionales) así como sell}ilar sus fracasos y
la cHnica verifica con frecuencia). explorar los motIvos de esos fracasos. Esto significa un terapeuta
atento a un doble frente constante: el oc los mensajes "latentes" y el
c. Funcione" in.tegradoras, sintéticas u organizaderas. Se trata de delosmensaJes
hac~ .malllfiestos
-,. e intencinnales
• del paciente , de los cuales
funciones de tercer orden, es decir que constituyen un es~rato . caso omIso sena desconocer toda un área de rendimientos
funcional superpuesto jerárquicamente a los ant¡lriorcs: PermIten YOleos. 4
117
2. Los efectos de ]as funciones yoicas yo libre de conflictos") Esta ' ..
r emarcarse para resc~t r pOSIbIlIdad de relativa auto .
Son tal vez mejor identificados que aquel10s varios niveles de funcio~ el cual sus funciones er:n eslyo ~de un primitivo modelo esntrOumc!a df!lh'6
nes en su compleja interrelación. Comprenden: adaptación a la en ¡os con 11letos
· (ello supeervl6 oras d e otr as fuerzas interv"."ura teCm
realidad , sentido y prueba de.,realidad, control de impulsos, regula- verifica por el "ajustei.logrardY , mdundo exterior). Tal auton1onm,e¡n s
Clón homeostática del nivel de ansIedad. mayor tolerancia a la d . oen etenn' d ase
vas a pesar e la existencia de fl' ma as conductas adaptat'l_
ansiedad y a la frustración con capacidad de demora, prududividad ' · mon td
d eJenSlva a a sobre estos CQ nconlctosyd
ir to e una organización
capacidad sublimatoria, integración y coherencia de una diversidad miento yoico está interferido por ll~ s. Cuando el resto del rendi_
de facetas de la persona. Uno de los puntos de mayor controversia •
defensjv~1 l~ cond.uc~~ adquiere, :n ~!:~?~10 de esa or.ganización
ideológica reside en la noción de adaptación a la realidad, noción por caractenzan. restncclOn perceptual o' . J ?tro~ ~abces que la
cierto clave en los criterios habituales de normalidad y curación. En creatividad, rigidez en el desarrolJ-o d~:,agtna~va, hmlt~cionesen la
a
las psicoterapias de los Estados Unidos funciona como ideal terapéu- el registro de r etroalimentaciones cornr cton uctNa, hmltaciones en
.
relaclOnes entre d- e,ensa
r ·
y ajt¡ste CC oras '. o obs t an t e, 1as
adaptatiV'
tico, en nuestro medio para muchos terapeutas como una especie de o
logro mínimo y cuestionable en sus contenidos de sumisión sociaL nicas: el alivio de la ansiedad logrado por d:Fe s lemj,re san antag6_ •
Una distinción de Hartmann es aquí oportuna: lo que propone ser condición facilitadora para el empleo de ot nsas e Ic~ntes. puede
diferenciar eotre estado de ac{qptaeió (como. meta" lC'lnzablE>E>n la en el manejo de otros as pectos de la realidad ~: ~~pa~l ades yOlcas
que se aspiraría a detenerse) y proceso de adaI!.taei~,,-que comprel~de resulta también del efici ente juego de defens~s útl'leasPHaC1Ótn nOlIllal
una puesta en tensión activa de aquel amplio r epertorio de recursos propuesto por e 11o d · ··
lstmglllr ·
relaclOnes antagónicas y. ar1 mann
. ha
cooperaclOn "' en t r e d"lleren t es f unCIOnes
. yoicas. re aClOnes de
del sujeto, la que es por Clerto condición n ecesaria para todo intento
de relación dinámica y crítica con la realidad. A cuál de estos modos • b) La fuerza de cada una de las funciones y de su c . t
'fi I fi' . n' , on) un o, se
de adaptación se dirija el proceso terapéutico dependerá en cierta ven lca por a e lC1enc'-'\ ao.a f' t~tlva que logran cotejada Con el monto
medida tanto de la ideoíog'ía del paciente como de la ideología del de eXlgenclas a las que están sometidas. Se revelan por e' I
terapeuta. Dependerá además de la concreta inserción social de Ia me d1'd a en que un sUJe . t I ' Jemp o, en
o ca ocado en una situación tra uma't'lca
" . . t .
ambos y del margen de recuperación impuesto por las condiciones agu da,Imprevls a, consIgue mantener actuantes sus recu d'
generales, estructurales yrepresivas del sistema social. La distinción
. . d
t. atlvos~Oponten o una cont.raf"f'rza neutralizadora de lasrsos a ap-
presiones
de Hartmann puede ser ahondada si diferenciamos subniveles en los mternas y_exte~nas desorganIzadoras o paralizantes.
fenómenos de "adaptación": hay una "adap.!abil~dad" dada !l0r la ~ c) LaplasttcLdad se pone de manifiesto según la capacidad de
eficiencia potencial de ciertas funciones yoicas necesarias para el rea)u.~te del repertono cip. f'm~'oneR_ante variaciones produci<las en
manejo de toda la realidad (incluso para el man ejo que tienaa a la cahdad y el monto de las exigencias que debe enfrentar el indivi-
modificarTa); hay otra "adaptación~referible a la posibilidadje ajuste duo.
interaccional en pequeños grupos íy éstos pue.(ipn- 'serTa familia o
grupos de trabajo orientados en direcciones ideológicas diversas); por Liberman (9) ha caracterizado la plasticidad de las funciones
último, hay una "adaptación" consistente en acept,ar las condiciones yOlCas en base a estas posibilidades del sujeto:
socw les globales vigentes, de manera pasiva. Toda discusión sobre
adaptación y cambio en pSícoterapias debiera contar con estas distin- ' .. un Yo idea/m t /' t' .
•
clOnes.
d," SOclarse observar
en. esip as leo bene que, poseer'• 1) la capacidad de
f .
detallesarstin ' n ~r !ctpar as Rfll:cibir totaJi<!apes con los
cópica: el Yos gUJ~Iesdentl o de dIchas totaltdades (percepción micros-
la función per~:\ lca y el objeto se agranda); 2) la capacidad de acercar
3. Algunas cualidades de las funciones yoieas p ual al obJet~ ver un detalle haciendo abstracción de
119
de vínculo, ya sea en el sentido vertical (abuelos, padres, hijos) o en el
sentido norizontal (grados de intimidad); la capacidad de utilizar nativa, cognitiva la eXI·ste . d
el pensan:!ento ~omo ac<::ión de ensa~o. y lambi~n capa,ci~dad para estar. . . . ··d ad del r 'epertor'lo dnela
P Ias t Iel l".
e un á rea l·b
1 re de conflictos la
501<1;'51 la capac1dad de tener un monto de ansiedad utll oreparatoria ( . d· ·d elenslvO Son ' •
In IVI , uo-grupo las van gestando ~ sH:mpre coproduCc1oncs
pará llevar á. cabo una 3,:ci6n, una vez establecido el vinculo, tomada la grupo tlCne que ser también recon "dn Sus vInculas), El papel del
decisión y observadas las circunstancias, todo lo cual permite tener: de estas funciones, Entonces se OCI o en el funcionamiento actual
6) las óptimas poslbjlida.d~s para e nviar un mensaje en el cual la gI'upales O instituciona1es yo_refo~odrueba que hay situac10nes
acción, ]a ideay fa cxpresión..del afecto se combinen adecuadamente, debil itantes (actuando en base a C~i~~~a~ .y lotras en cambio yo-
modificabilidad de aquellas reglas). Tod~eg :s'; reglas sobre la
Nótese que cada uno de estos seis grupos de funciones propuestos capacidades yOlcas de alguno de s us miembgr p q¡ue ataque las
por Liberman comprende a la vez varias de las que hemos llamado . I b o j' "
estimu e, y_s u ¿aye sus lmltacIOnes o errores as' ros, no as reafirme
l' '
n1
funciones yoicas básicas. Esta agrupación en pautas complejas se
Posibilid ad de replantear sus reglas de funci~na'mc,0emnOt e meág~e su
aproxima mejor a lo que es empíricamente el funcion~miento yoico. mente. yo- d e b·¡·t t LO · .
1 1 an e . .,1 se revisan con este enfoq
o ser
h· t clara-
. I
No obstante parece útil no anular ese otro ruvel de anahsls donde se -. . t d ue IS Orla es
clínicos, h aOltualmen , e centra
. os en el recorte del yo·In d··d 1
IVl ua se
reconocen ciertos aspectos más elementales de este funcionamiento, comprueba que e 1 mterJuego de agentes grupales y sociales 'YO-
dado por el recorte tradicional de funciones simples, ya que permite deblhtantes tiene un papel relevante en las sItuaciones de enf _
reconocer en la interacción terapéutica estímulos capaces de actuar dad in dlVl ··d ua1. erme
específicamente sobre algunos de estos aspectos más cJeme n~ales Es también desde esta pe;spectiva que puede comprenderse el
(percibir, recordar, planificar). Desde luego, SI estenlvel de anahslS mecanismo de la accIón terapeutJca de muchos recursos ambientales
se conserva tiene que estar ya a salvo de todo atomlsmo o elementa- (grupOs ocupacionales,. de . discusión, de recreación, organización
rismo de ninguna manera como alternativa al reconocimiento de comunitaria de la vIda mstüuclOnal). Cada uno de ellos instala (por
aque¡]as organizaciones más complejas de funciones. oposición a los grupos e mstltuclOnes patógenas) contextos de verifi-
A esta altura es oportuno destacar la necesidad de un pasaje. Aun caciónJ.El~~rzadore.s del yo individ~al y grupal mediante apoyo de los
en el perfilamiento de pautas complejas de funcionami ento yoico, el rend,m,entos pOSltlVUS, ~cúii.j)im load regulada por el colectivo en la
enfoque se mantiene en una psicología indiVIdual, se trata de un diScuSión· de los fracaso s, y acceso del grupo a la discusión sobre las
sujeto y se caracteriza la eficacia de sus funciones. Pero la lmrada reglas que lo rigen. Del mismo modo, en las intervenciones sobre el
sobre el yo debe ser ampliada para reconocer que en la lllteracclón grupo familiar, un aspecto importante de la acción correctora se
social los otr.os, los grupos eon sus dinamismos, coparticipan en el ejerce en la dirección de llevar al grupo de un nivel inicial de
curso y resultados de este procesamiento yojc.o en direcciones muy arbitrariedad en el manejo de las capacidades yoicasde sus miembros
diversas. ya para facilitarlo, ya ,Rara entorpecerlo o disto~sionarJo. (es decir, con omisiones o distorsiones en la evaluación de esas
Un claro ejemplo 10 constituyen los fenómenos grupales que ha capacidades) a otro nivel de mayor objetividad en sus evaluaciones
investigado Laing en familias, cuyas reglas y reglas de reglas actúan (pasaje de un contexto yo-debilitante a otro reforzador del yo). La
interfiriendo los rendimientos yoicos. Este aspecto merece ser subra- poslblhdad de producir tal desplazamiento pasa por el develamiento
yado, porque ensancha el contexto de valuación del yo. de sus reglas . y metaneglas, disfrazadas de interacción "natural" y
de l·· .
slmp e JUICIO sobre "hechos". Con este enfoque puede resultar
esclarecedor analizar, como lo entrevieron Freud y Hartmann hace
4. Influencias ambientales sobre las funciones yoieas ¡.a vanas décadas, instituciones más amplias que el grupo familiar
Hartmann ha señalado la intervención en el desarrollo de las funcio- (~~~Pl~al~s, esc.o.elas, partidos) y fenómenos del sistema social global
nee.l.9:icaa de tres grupos de factores: la intensidad ,le los impulsoS, repr~~. ro de la mformación , e l sistema de propaganda o el aparato
la dotación genética y las influencias am bien tales (que también har servici~~' po~ ejemplo) desde el rol que cada uno de ellos juega al
que enteooer como codeterminantes de la intensidad de los lm pu - duos Eleetredorzar o debilitar el funcionamiento yoico de los indiv¡o.
_>_ El fI'1!RO familiar aparece jugando un rol primordJaI en l~
. .
lIlternació
s u lOdelo t··· .
s an ¡PSiqUIatras dedIcado a las instituciones de
evoluclÓD de estas funciones: la riqueza o pobreza perceptiva, lmag¡- ción del m~r~: ~~ buen ejemplo de esta dirección. Con esta amplia.
e nco (hgada a un movimiento de replanteoideol60
p.. "N o me do b'
gico sobre las categorías que recortan psicológicamente al individuo) fi es t " Y len Cuenta
as... , porque él no ca b'ó
ya no se trata de evaluar funciones yoicas del indiuiduo si mplemente T -"'P d
¿ ue e haber nat d
mi can res pec"""
,- a las
sjn~ de indagar p'ri.ncipalmente la relación entre esas funciones y u~
o
128
se ins t a la una relación d e compl ementariedad , que se regula habi-
monto de capacidad auto .
tu a lm en te de man e ra a utomática. E st e aspecto del vínculo terapéu- p e~e a la exi st encia orga~lzativa en estad .
tI CO r esu lta pa rt Icular mente interesa nt e para indagar cier tas leyes eXlgencias refuerzan ~e i~onfllctos profundos ~ode d1sponibilidad,
que rigen la relación de trabajo pacien te-terape uta (será discutido en )'OLCas no sólo relativ ea de que existen' resueltos. Estas
el párrafo siguie nte). tes de los otr os siste'::amSe(n1t3e)"libres de cont1ic~::~'p°srtantes energías
Un punto esencial para una teoría del proceso en psicotera pia eon fr ecuencia el Tee:
"tr b .
..
lOrZanlJento d I
' ,"o,ndepen d'len-
r eside en el problema del origen y tipo de cambios yoicos que pueden a aJo con las partes sanas" d . e yo se asimila al .
lograrse por aquel proceso. La conceptua lización de estos cambios ha amplio: comprende el con' el pacIente. Este último co concepto de
d ebido desarrollarse frente al concepto de á rea del yo comprometida rescatables a pesa r del con\li~to de funciones yoicas po~~eptoles más
o
con el conflicto (es d eci r, som etida a las vicisitudes y dinamismos de vocacionales de nivel más madu ; ;~arbién aspectos motiv~~:~n~fnte
es
las relaciones intersistémicas (ello-s uperyó-yo) y s us con tradicciones en cue~t2 12.s "pEa"tes sanas" del - ~ vez toda psicoterapia deba te y
frente a la realidad):; En primer lugar se destaca enton ces que el ' . pacIente S61 ner
cl9na.r \lna lmagell ecuánime de e ' . o entonces podrá pTOpO
rcforzamie nto en la eficacia d e los r endimieQtos.yoicos se opera por e
enlermos, . se pac'ente t r-
~egreslvOs, tanto como a sus ca - . ,a enta a sus lados
el desarrollo (activa ción y consofíd acwn por la prueba de s u eficacia) el afuera Sin O también dentro de cada pac~dades y logros, no sólo en
de un conjunto de recursos llegados al trata mi ento en estado de expresará en q ue el terapeuta señale la sesl n. Esta ecuanimidad se
disponibilidad, que pueden caracte rizarse com o propios de un átea defensas arcaIcas en el vínculo transf< em~rgencla de ansiedades y
del yo relativ¡)ment.,; libre de ~9..nf1i~Q,.'l", ca pa z de cier to crecimiento acto decrecimien to que puede ser ame'::"~~~t , por ejemplo, y a la vez el
autónomo (6 ). Por otra parte, h ay que agregar el fortal ecimie'lt0.J!e capaCIdad de vuelco en la transferen' S a premIsa SIlenciosa de esa
funciones yoicas que l!egan comprometi~-ccn-el-conf.TI;to y logran magnitud la constante dia léctica s~a'd e ~ata de captar en toda su
una liberación parcial del mi smo, en función de pa rciales resolucio- comprensión muy profunda de esa di ~ :en ennedad. Sólo COn una
neS del conflicto (1), o modificación del mismo debida a variaciones en paC1e~te psic6tico en plena regreSió:l;s~~: es Poslbl~preguntar a un
las fuerzas intervinientes (por ejemplo, por ca mbios en las condicio- sana su respuesta de a utoevalución e 1 o va bIen y respetar por
nE-"S grupales que lo exacerbaban). Se postul a , por otra parte, con ndo en ese movimiento de b ' d ' n .a que sohclta no ser interle-
fundamentos en todo un conjunto de observaciones de psicología usque a de SI mlsmo (11).
evolutiva, una relación de reforzamiento mutll(Lent.r e a utoestima Y
experiencias de efieaeia yoir.a \ 13). (Estos dinamismos de potencia- 6. Un aspecto del .
la Complementa .p~o~eso en PSICoterapias:
ción de efectos se tratan más detalladamente en el capítulo 9.)
Aun en pacientes afectados de una patología severa, el margen de del paciente y r: 1e
. a entr~ funciones yoicas
nelOnes yOlCas del terapeuta
reeuperabilidad funcional del yo resulta clínicamente detectable.
Hasta aq . h
la f . UI emos considerad .
A menudo el enfoque terapéutico utilizado en una psicoterapia es el ve~ unclOnes yoicas del pacien~ en eSfecJaI 10 que va ocurriendo con
deseo de fortalecer diversas funciones yoicas. Por ejemplo, con un
paciente fronterizo, la finalidad de una interpretación no sería tanto
COll&n~tar que paralelamente a~ en e proceso terapéutico. Cabe a la
togi ar un irusight como proporcionar un marco a partir del cual puedo movi~¡,§aC~6n progresiva de las lroceso supone una movilización y
ti pad.entf! organizar una serie de fenómenos . Es un esfuerzO por según zaClOnyoica del térape ut uncl2.~es.YOIcas del terapeuta. Esta
es
~lecer la funa?n jnt.egT~dora. sintética, al proporcionar un.aTl.~~~ de com~fterlales clínicos que he':n se eCJlva y parece desplegarse
m¡q¡e que le permita al paciente organizar muchos de sus sentlm l paCiente ementariedad con el os venl o estudiando, según leye;
toe, afecto., pensamientos (Zet""lJ (1). ~ado di~~:do por funciones deei~r~l del funCIOnamiento yoico del
Implícito de so. Habitualmente de das y funCIOnes conservadas en
Paraqueesta Unea terapéutica sea efectiva, debe con tarse, aun en lasfunCione:QUIPo que comporte unm~do espontáneo, por un ajuste
,-jlalleate Áctado por una importante debilidad yoica, con un •
Ümo:'!>.i:ést YOlcas mejor con s : area, el terapeuta se en
.
te JDteJpreta tradicionalmente dentro de una teo
~~ . § o IIJ @mofemporario" erva as del paciente y le
111'--' omentán . • ,
PIe UIO ¡wicoenalftic:o. ~"'enei cament . .
ones intUitivas de~ tlhlbidas: Es probable qU~~
erapeuta respondan a esta
de ajuste selectivo modelado sobre el perfil yoico expresado en el
comportamiento total del paciente" P: "~e noto muy violento: El otro día mi chico se peleaba con un amiguito
En una de las psicoterapias que hemos estudiado, el terapeuta se porunJu~uete. Traté de que se dejaran de pelear, que cada uno se arregla ra
encontró con un paciente de 26 años, obrero que cursaba estudios con un ch l~he. ~o hUbo,cas?, seguían haciendo escá ndalo. Entonces exploté,
técnicos, aquejado de una fuerte inhibición fóbica generalizada, que me leva~te, fUI y rompl el Juguete. Después pensé que era una barbaridad,
le acarreaba una depresión secundaria. En la última época no podía que ~odla hab;rlos parado de otro modo. Y me acordé que yo de chico
trabajar ni estudiar. Mientras se iniciaba una fase diagnóstica, el reaccIOna,ba aSl con lo que no me salía: un día rompí un auto que tenía porqu e
no lo podla arreg lar."
terapeuta pensó que había que comenzar a movilizar al paciente, T: "C I~eo qu~ convendda pensar, para entender algo de esta violencia
sacarlo del bloqueo total con que llegaba. Le propuso al paciente que suya, cual podna ser actua lmente el arreglo que no sale."
mientras estaba en su casa, dibujara. Se le ocurrió que el dibujo era
la tarea más viable inmediatamente, no sabía por qué. El psicodiag- I?etengámonos en el pensamiento que ha operado el terapeuta.
nóstico le informó después que dentro de una extendida inhibición de ~ue r~zon es tIene para mtroducir a,llí una pregunta, con todo lo que
funciones yoicas.las que tenían relación con gráficos (Wech sler) eran esta tiene de eXlgencla al paciente: el debe mterpretar esa violencia
las más conservadas. detectando ahor a un arreglo que no sale. La viabi lid ad de este tipo d~
En otro de los materiales estudiados, el terapeuta mantiene una mtervenc~ón surge de un procesamiento de indicadores presente en
primera entrevista con una paciente de 20 años. El motivo de su la com umcaClón Imclal del paciente, reveladores de un nivel de
consulta es muy vago, y el estado de la paciente es oscilante, entre capaCidades YOlca~ .eficientes: iniciativa para comenzar la tarea,
momentos de gran ansiedad persecutoria y confusional, en los que mvel de ansl,edad ubl, mensajes corporales que hablan de funciones
anuncia que va a interrumpir la entrevista, como asustada por algo, de mtegraclOn y control conservadas, precisión del relato, funciones
y otros de calma, en los que puede dar algunos datos sobre su perceptivas y mnéslcas eficientes, capacidad de abstraer y generali-
enfermedad. Las intervenciones del terapeuta pueden verse en el zar contemda en sus asociaciones. El terapeuta ha tomado estos
registro de la entrevista siguiendo fielmente las oscilaciones de la mdlcadores (procesándolos de modo no consciente) para apoyarse en
paciente: re aseguradoras (ansiolíticas) en momentos de intensa estas funclOnes eficientes y solicitar su aplicación a la profundización
ansiedad, indagadoras (ansiógenas) en los períodos de fugaz calma; del problema.
discriminadoras (con cierto estilo obsesivo indispensable) en los . Es interesante la secuencia inm ediata. El paciente no responde al
momentos de mayor confusión, e interpretadoras (proponiendo co- Interrogante planteado por el terapeuta, se limita a agregar otro
nexiones nuevas,juntando elementos) en las fases en que la capaci- episodio de violencia. El terapeuta señala inm ediatamente su evita-
dad de discriminación de la paciente parecía recuperarse. Los men- ción de la pregunta y la reformula. Cabe entender así la secuencia: el
sajes del paciente y terapeuta cobran aquí claramente relieves terapeuta registra el fracaso del yo adaptativo, cuya tarea era
complementarios. esclarecer la violencia (presumiblemente interferido por el yo defen-
Consideremos desde esta perspectiva la sigui ente secuencia (pri- sivo, que moviliza la evitación de la tarea) y asume el terapeuta la
mer par de intervenciones de una sesión que se discute más detalla- tarea (puesta en juego de su yo adaptativo) de volver al problema
damente en el capítulo 11 i. iniciaL Lo que hace es sol icitar el esfuerzo del yo adaptativo del
paciente, que dio anteriorm ente muestra de fuerza potencial.
• Penlsmoa no sólo en una complementariedad jugada en los mensajes verbales, Con el estímulo del terapeuta, el paciente retoma efectivamentel,a
t,mhUD en el intucambio de mensaje$ corporales (es decir en una respuesta tarea. La ses ión avanza contando con un mvel adecuado de recre·
y poItural específica del ter apeuta frente a los mensajes gestu3.1 es
- en los se expresan det.erminndos niveles de activaCión mientas yo icos del paciente. CuandomásadelantesurgenporWllado
integración). Esta complcmcntaricdad corporal Un s ueño de pesca y luego una frase, en la <¡ue llama "hacer
en estudios neurovegetativo8 de la interacción en sesión. El galleta" a una confusión de fechas con una a~lg8. el
de peit.oterapia de las frecuenci.3s cardíacas de paciente Y simplemente un señalamiento ~e estas coneXIones: deja
15 la del paciente descendía progresiva~
aumentando. En once momentos de la tarea deindagarmejorelse~tidodeesa
coincidentes en el mismo minuto: si la ha . d· d sdequeelpaClentepuede
y 1Il 1ca ore men to del roceso
e la ~gustia
•
y YlCeVena 02,. contrastarse estemo
del tratamiento en los qu
mente intensa Como para interferir sus rendimientos yoicos. En esta 7. Laing, Ronald, "Metanoia: algunas experiencias en el Kingsley Hall de
primera etapa, el terapeuta asumía un rol más esclarecedor a s u Londres", Reu. Arg. de Psicología, tomo 11, 6, 1970.
cargo, y en algunos momentos un rol directivo, dados los indicadores 8. LalOg, Ronald, El cuestionamiento de la ramilia Buenos Aires Paidóq:
de déficit en la función yoica del paciente, que no estaba en aquel 1972. 1'" ",
momento en condiciones de asumir ciertas tareas. 9. Liberm,a!l' David, Lingüística, interacción comunicativa y proceso p sicoa.
Plantead a la interacción terapéutica en términos de un ajuste nalLl~coJ tomo I, Buenos Aires, Galerna, 1970.
selectivo de complementariedad en las funciones yoicas de! pa- 10. Paz, José R.,Psicopatología. Sus fundamentos dinámicos, Buenos Aires
ciente y terapeuta, se hace claro el fundamento de que el terapeu- Nueva Visión, 1973. '
ta opere técnicam ente con un rol flexible: frente a esa movilidad 11. Sartre, Jean-Paul, Crítica de la razón dialéctica, Buenos Aires Losada
1963. ' ,
de las demandas yoicas no es posible pretender como terapéutica
12. Wallerstein, Robert, "La relación entre el picoanálisis y la psicoterapia.
una conducta que se fije en un rol (interpretar siempre o dirigir Problemas actuales", Reu. de Psicoanálisis, tomo XXVIlJ, 1, pp. 25-49,
siempre). 1971.
El interés de esta hipótesis acerca de la interacción complementa- 13. White, Robert, El yo y la realidad en la teoría psicoanalítico Buenos
ria en sesión estriba, anuestrojuicio, en que permite evaluar en base Aires, Paidós, 1973. '
a indicadores objetivos la marcha del proceso yel ajuste de la técnica
empleada. Entre otros criterios (como los que pueden aludir a
contenidos y áreas de la problemática tomada en sus relaciones con
el foco terapéutico, por ejemplo) podrá ser considerada acertada la
intervención del terapeuta en la medida en que se modele sobre el
nivel de posibilidades yoicas evidenciado por el paciente en sus
mensajes más recientes.
Correlativamente, la apertura que provee este desarrollo es la de
pe. iIIitir comprender la racionalidad de un vasto repertorio de
operaciones que el terapeuta realiza habitualmente de modo intuiti-
vo. De este modo se proporcionan nuevos parámetros para la inves-
tigación microscópica del curso que empíricamente va logrando el
proceso en estas psicoterapias
Referencias bibliográficas
3) Confirmar o--
2) Proporcionar'
- . . los criterios del paciente sobre su /IftIIIIo
. . , "~e
ción. -
- 4)
--- "Entonces usted trabajaba confiado en que todo iba bien hasta que esta
del relato. Después de escuchar varios minutos el terapeuta dice: como pa ra no remover tanto a la ve z."
"Ah ora, aclarado el problema vocacional, 'le toca el turno a la pareja', y
res ulta que estos (dUmas días no hace m ás que pensar en esto, que ahora
persona le hizo una crítica, y allí usted empezó a dudar de todo lo que hizo viene muy r eca rgado por la espera."
y esta misma duda alteró s u re ndimiento de allí en adelan te." ,
- "En todos esos días, durante el viaje, había un clima de paz; de pronto, Y en otro tratamiento:
no sabe usted cómo, todo ese clima se rompió y volvió a haber desconfianzas
y reproches." "A usted le llevó la mayor parte del esfuerzo en el tratamiento hecho hasta
- "Usted habla ahora no sólo de un problema con los afectos en la pareja, ahora empezar a diferenciar quién era usted y quiénes eran su familia
sino de una duda suya más general sobre lo que usted puede dar de sí (mamá, papá, hermano) y darse cuenta que no eran una soja persona .ni un
también en otros planos, con sus amigos, en el trabajo." cuerpo úni co. Recién ahora viene el trabajo de empezar a ver, adescubnrqué
puede hacer usted consigo misma, qué puede salir de usted que no venga de
Esas i.n tervenciones en lo inmediato preparan el campo para ellos, y se encue ntra perdida porque esta etapa recién empieza."
' su-~ a~eecto! psi:.ol~gic~me!!te m~ dcos ycompre nsi-
se hara mefflante señalamientos e interpretaciones. A la Como las clarificaciones, estas intervenciones estimulan el desa-
. . _ .. la propia experiencia: el paciente rrollo de una capacidad de síntesis. En nuestro medioilna-SilIlple
,."" c:a~_m
"l!ar~selesQy.a.!i;lente, a-r~orrer la masaaé10s hipertrofia- déi t rabajo "analíticO" conduce a muchos terapeutas a
slis vIye_n 9 .as.)!.captarjalones: incorpora así un descuidar el mom ento sintético, tan esencial como aquel y comple-
para comprenderse. En paciente.s~on mentario del mismo. Siempre que no se distorsione, tomándola como
. . .~ ~
162
cion es, d ado q ue por s u estado d e a ngustia le er a dificil me mori zar ,
a bstrae r, r elacion a r . Cada una de m is intervencion es era precedida P r i mera sesi ón
poruna invitación a trabajar él sobr e el materia l; en caso de dificultad
o fracaso en la tarea, se hacía lugar a mi interven ción . Es t a fase del Física mente, Ernesto está más armado, su postura inicial de flojedad
pr oceso mos traba clar a m ente las n ecesida des de una complementa_ y abandono fu e modificada.
riedad yoica e ntre pa ciente y te rap eu ta. La relac ión de tra bajo
presentaba correla tivam en te m atices d e per soru fi cación del vínculo: P 1: "Me noto muy violento. El otro día mi cruco se peleaba con un amigu ito
el refu e rzo de m i r ol paren tal p a recía venir a cubr ir un déficit por u njuguete. Tr até de que dejaran de pelear, que cada u no se arreglara con
importan te en s u desarr ollo por el carácter ausentey débil del padre. un chiche. ~
En esa et a pa, Ern esto era un cruco necesitado de guía y sostén; yo era No hubo caso, seguí a n haciendo escánda lo. Entonces expl?té, me levan ~,
fuj y romp í el j uguete. Después pensé que era una ba~barl.dad, que ~Ia
un pa dre dis puesto a guiarlo, aunque no en estilo sobrepr otector sino h aberlos parado de otro modo y me acord é que yo de chiCO sle ~pre r eaCCIO-
es timula ndo suavemente en todo instante la activación de funciones n a ba así con lo que no me saJía: un día rompí u n auto que tem a porque no
que tendría n q ue llevarlo a Un ruvel más adulto de r endimientos. La 10 pod ía arreglar". . .
pers onifi cación del rol terapeuta era as imismo necesitada y s atisfe- T 1: "Creo que convendria pen sar, para entender a lgo de esta vlOl enCJa
cha: en varias ocasiones Ernesto expresó curiosidad por conocer suya, cuál podría ser el a rreglo que no le sale".
aspectos de mi tra bajo profesi on a l (t em as de investigación, publica-
ciones) interés qu e fu e n aturalm ente satis fech o. U n a actitud COntr a- En la discu sión sobre foco se tom a este primer momento de sesión
ria de mi parte (ej emplo: interpretando el sig nificado de s u curiosi- y se discute la apertura de varias líneas en el material inicial , de las
dad , los elementos de dependencia que vendrían a llí expresados en cuales la q ue se t oma, ar reglo-actual-que-no:sale es privilegiada en
lugar de informarle) hubiera s ido una repeti ción cOntra transfe ren- fun ción de conducir in mediatamente al ej e del foco actual: las
cial del r ol del padre aus ente. De la m isma manera, s i frente a su vicisitudes de la r elación con su mujer . A pa rt ir de allí reverbe~an , en
debilidad yoica el terapeuta hubiera adoptado a s u vez una actitud esper a, las conexiones m ás visibles del maten al (sltuaC1ón t,:,angu-
pasiva, COn la intención de obligar al paciente a ll evar adelante la lar , dos crucos con un solo juguet e, el escá ndalo, la destrucCl:~n del
sesión, no h ubiese hecho más que r epetir para Ernes to la experiencia juguete que enfren ta a los crucos). Otro aspecto de la mtervenC1?odel
d e carencia de líder familiar , experiencia frustrante que par alizó s u ter apeuta es s u precocidad; en la medida en . que el m~tenal es
desarrollo y lo a rrojó fuertemente a fij a r s u dependencia mat erna. comprensible ya, el ter apeuta juega un rol actIVo condUCiendo ~
(Sobre estos puntos es ilustrativo con signar que Er nesto h a bía material al seno de la situación focal , y lo hace sm.demoras. La ~n
iDtentadodos veces, en los últimos a ños, tratamientos psicoanalíticos ya es en cauzada en una dirección de trabajO que VIene ma.rc'fld:'a tea
que a bandonó a pocos meses de inicia dos. Frente al silencio del uoaet apa no h ay unclimad evaguedadodehbreasoclaClón o n .
analísta quedaba e n s tlenclO, se sentía perdido y n o en tendía "adónde P odrá síh~berlo en un segundo momento, una vezfo~aJizadal~:~~:
118 iba con eso".) Hacia fines del tercer mes se n otó un cambio a par t ir de esa focalización. Un último aspecto de la mterven<;, .
impor tante: la e mergencia de funcion es yoicas fortalecidas, con "pensar" estimula a que la tarea la inicie el paCiente, él es qwen
debe entren a r esta funcI.ó ' e(' ~esión
n yOlca contando
d 'te) para el10 CClCODOD
La invitac:i6n del
esbozos de autonomía, pa ralela con el alivio de la angu s tia y de la
depresión. La situaci ón de separación se mantenía con una distancia cier ta supervisión del terapeuta ro o~en ~n los datos de su
iluc:tuante entre él y su mujer ; había podido Ocup~rse al go más que ter a peuta a que el paciente pie::,se :ife::':ciónde8Jmadocorpo-
al principio del hijo, los choques can la madre er a n a tenua dos y el verbalización imclal (y su coherenten~a1 de rendimiento disl?"0ihle,
Nftdipiriento en s u trabaj~ mostTab~ una discret a mej oría. La sit ua- r al) que muestra un yocon~n:re apertura por sus eontenidoe
!a.~lsma. El eje del foco se fu e am pliando desde indica d? en .Ia c~uru~~~ :ecuencia de conducta, reflexi6D
de consulta IOlclaly su ambIValencia frente a la sep ar ación, percepción ajusta a ~n .ó con otras similares de su
= dependenCia con la mujer y las consecuencias
. En ~e períod~ era también oscil a nte la posibi-
sobre la mIsma, asoCJaCl n .
tracc1'ón Y generalización efiCientes .
)
m1V8T hiciera parCJa con otro hombre. b· én estuve VlO. I ento con una amiga que "'"
P 2:. "'T:'~e Jsu sobrino y me empezó a contar que su
tratamlen
nervioso, a quejarse conmigo. Salté y le dije: '¡Qué me importa a mí tu
marido, no estamos para hablar de eso!'" bastante, yo no puedo seguir ahí pendiente de lo que mi mujer decida, que
T 2: Llsted agrega ahora otro episodio, pero deja en pie la pregunta: ¿cuál me tiene de un lado para el otro."
será el arreglo que no le sale?" T 5: "Creo que sí; ahora en el sueño usted invierte el problema porque tira
la caña y no hay pescados, y en la realidad pescados, por loque vimos, sobran;
El terapeuta podría haber incorporado esta nueva situación lo que pasa es que usted no tira la caña." .
triangular, con rechazo del marido de la amiga, al material simbólico P 6: (Sonríe.): "Es evidente ... (pausa) ... el sábado quería que nad.e me
inicial. Tal vez el intento de volver al primer material ya la tarea, molestara para dedicarme a leer tranquilo. Viene una amiga a la que le debo
muchos favores y me pide si la puedo nevar con s u nena a Castelar, que la
tenga que ver con un esfuerzo por evitar la dispersión a la que cierta
nena tenía un cumpleaños. Mi primera r eacción fue negarme, pero le dije que
debilidad yoica del paciente es proclive (cabalgada por defensas de sí. Y me noté agresivo. Traté de contenerme porque me di cuenta que el
tipo evitativo). Parece un lugar componente resistencial, pero es problema era mío, no de ella, pero estaba mal con la situación."
preferible re[ormular la tarea: si entonces no se la asume tendr á un T 6: "Creo que se vuelve al problema de que frente a una mujer usted se
índice más claro de la intensidad de esa resistencia, y se habrá dado siente atado, no puede darse bien su lugar, que en todo caso esa tarde era
una posibilidad de lucha previa entre yo defensivo y yo adaptativo. descansar. Ahora, también hay a lgo dicho, me parece, en este último
episodio que podl;a aclarar el sueño en lo que de pescar más arriba. Que esa
P 3: "!'io sé ... no me doy cuenta ... (medio minuto de silencio, con gestos de tard e usted se iba a mimar, se iba a dar un bienestar, y tuvo que hacer de
explorar atentamenle ). Ah sÍ, ahora empiezo a caer, supongo que es toda la papá, cuidar a su amiga y a la nena. Tal vez pescar más arriba de ese lugar
situaci6n con mi mujer que no le encuentro manera de arreglarla. Parece que donde "había chicas" quería decir buscar mujeres más grandes."
todo fuera a mejorar y de pronto todo se viene abajo y vuelve a insistir en la
separación. Ya no sé cómo encararla. El sueño en este último episodio abre muchas líneas. El terapeuta
y hoy me di Cuenta que me había olvidado de conseguir la plata para el toma la que le resulte más viable en función del foco: conflictos de
departamento. Debe ser que no me dan ganas de irme a vivir solo, que en casa dependencia en la par eja.
de mi madre me atienden, esto~1 acompañado, aunque no me lleve bien."
P 7: "Sí, me parece que ahí tengo el problema porque lo que usted dijo me
Esta última referencia va a ser tomada e n cuanto ahonda un hizo acordar de otra cosa que me pasó en el fin de semana. VoJví a casa de
aspecto del eje de la situación focal: su dependencia con la madre y dejar a mi amiga, nervioso y con hambre; comí y me tranquiJicé. ~ensaba
acostarme, en eso lla ma Graciela, una amiga, que estaba con otra aJDJ.ga, que
todas las transferencias de ese vínculo a su pareja, que sobrecargan me fuera a toma r algo con ellas. Dudé un poco, pero fui. Y aparecIÓ en el
esta última relación con conflictos arcaicos. boliche una tercera amiga de Graciela, Marta, médica, ~eparada, de unos 38
años, que me cayó muy simpática. Y con ella sentí atraCCIón, creo que ahí está
T 3: "Esto último viene muy ligado a lo anterior, verdad, hay un calco de lo que usted decía recién del sueño. Ahora 1.8 que an~aba detrás de mí era la
eataa doa relaciones donde no es posible llevarse bien ni sepa r a rse." segu nd a amiga de Graciela, Mónica, qu~ tIene 30 anos. Y y? con ellT tengo
dudas, no sé s i llamarla porque no me qUIero atara una pareja forro ,yeJla
El paciente asiente con un gesto de preocupación e impotencia. busca eso". 1 ñ Pi - u
T 7: "Creo que esto redondea el panorama quese veía con e sueho. 1Uq e
P 4: "Y tuve un sueño anoche que me dejó pensando. Estaba e n un río del aparece toda la contradicción que a us te<:! se Je presenta1para ta,acer una
lo hace
Tigre, nos qued ábamos a dormir y había chicas. Yo iba al muelle a pescar y pareja. Si es con una chica, usted haria de pap~ y eso Ddo seeguspuede sentjr
DO peleaba nada. ·d P con una mUJer gran e .
sentir a usted desproteg¡ o. .ero. dolorosa de lo que es estar ata40
VeDfe alguien y me decía : 'No, para pescar ti ene que ir más arriba, acá atado y usted tiene una expenencla muy
. . el me] tiempo no hay pique'. Me resultó raro ... no se m e Ocurre nada con a una' mujer dependiendo de eJla".
•
~ tAImado en lo más gráfico, estAI de no pescar se podría El conflicto nuclear del foco (situación problemática
lUyO, fue bastante tema en las últimas sesiones ... n d ser entonces ahondado. Hasta el momentAI el
la pausa ckllerapeula le ofrecla.): "Con las • pue e d a una imagen de mala suerte, de esposa
.. .,....so pelear. Debe ser porque es algo que me preocupa aferra o 1\J.eresquenoaparecen.Ahorasu
de otras m
activas que él hará tambié n para despre nde r se de cualquier atadura
de pareja quedan a la vis ta. invita a qu e sea el paciente quien elabore, ensaye interpretarse,
busque nuevos d a tos. La relación de trabajo está centrada en estimu-
P 8 : "Sí, creo que a ndo e n ese va ivén , si n saber dónde pa r arm e." la r ese esfue rzo del paciente. Toda propuesta de tarea es inmediata-
T 8: "Sí, y s u nervi osismo y s u violencia no vendrá n sólo del a rreglo que m en te revela dora de otras facetas del paciente en función de cómo la
no le sa le con s u mujer , si no a de más d eno vislu mbrar salida en ge nera l para asume.
es te con fl icto con hacer o no pareja, y si la mujer tiene que ser gra nde o chica ."
P 7: "No sé, no lo entiendo. Incluso me trajo a colación episodio viejos, con
La sesión está colocada en la conflictiva nuclear ej e d e la sit uación una ex nov'ia mía, qu e ella le te nía celos, no sé ..."
focaliz a d a. H an pasado quince minutos de sesión. A p a r t ir d e allí se T 7: "Creo que está metido en el impacto de este último 'empeoramiento'
con t in úa trabajando sobre esta problemática. de la pareja que le cuesta detenerse a pensar mejor sobre las ra.zones del
giro. Ye n especial le cuesta mirar cuál puede s er s u parte,la presenta a el1a
agresiva si n motivos, pero no incluye una revisión de algún cambio que
Segunda sesi ón pueda haber habido en este último tiempo en usted para con ella."
P 8: "Creo que yo estuve últimamente más apagado, preocupado por
problemas de trabajo, esto de que puede haber despidos."
A l os cinco m eses de la primer a transcripta, o sea di ez m eses de T 8: "Tal vez esto era importante también para ella y usted no Jo
iniciado el t r ata m iento. Se r esum e la primera pa r te y se transcriben consideraba. ¿Usted puede haber rest ado aportes a la pareja última-
quince minu tos d e la p a rte m e dia. La sesión se inicia con el relato de men te?"
Ernesto de epi sodios últimos con su muje r que le p reocupan particu -
larmente. Hace dos m eses que han vuelto a vivirjunt os. No entiende El modo in terrogativo del terapeuta funciona como nuevoestímu-
qué es 10 que origina en ella reacciones agresivas. H a bía resuelto lo pa r a q ue el paciente trabaje más con este nuevo elemento. Tiene
llevar el hijo a pasear a un parque en las afue ras. Hubo tensIOnes por r elación con la tendencia a la pasividad de Ernesto, propIa de su
diferencias de opinión sobre si el tiempo era propicio y sobre el horario d epe n dencia y a s u correlativa dificultad para caminar solo. En el
más conveniente. Luego ella le reprochó porque lo notaba frío, proceso él ti ende a dar un paso y quedarse. El terapeu.ta nosóJo~eñala
distante. • e interpre ta esta modalidad dependIente en seSIón, smo que lomduee
Ernesto sintió que esos reproches eran injustificados . adem ás a ctivamente a trabajar más, a que ensaye más pasos solo_
P 6: ·Como insistió, yo la paré y le anuncié que si no cambiaba de actitud P 8: "Sí; ella dice que no vamos al cine, que salimos poco. Yo noto que
DO podl"Úl=s seguir. .Jun to"
s. estuve a plastado." . ._....... ~
T 9: "Usted dice que ella dice, con respecto a las sahdas, pero ~_ ¿..-
di~?· . '
Si Be coteja con la problemática de la sesión anterior hay una P 10: "Sí, yo también creo que últimamente sahmos pocoYpol'lDI~
variación en los roles; antes Ernesto no podía tolerar la separación y
defendia a toda costa el reencuentro; ahora puede plantear más
Beguido la posibilidad de la separación. Desde luego, hay muchos
que ella tien e razón, n
T ID' "Ahora además habíamos visto hace pocas Bes~,!A
.
es posa verlo ,
aplastado era verlo de'b'l'
J
.-.a--
• n- " . . " . . _
(que en su momento fueron vis tas como sobredete rminadas por las
trabas inherentes al cornje nzo e n pl e n a cris is s ocial, con alto in dice de importante que me h able tanto". Comprendió, lo intentó, yera visible
desocupació n , y s us t ende ncias r egres ivas n o r esu e ltas, exa cerbadas el esfu erzo, el conflicto que le creaba afl oj arse. De golpe dijo: "Qué
en e l mom e nto de t e n e r qu e a ba nd on a r un r ol infa n t il , m ás de pen . sentido tendría, si yo me voy a ir de alta", y se quedó sorprendida ella
di ente), Fin a lme nte e mpezó a tra bajar con buen desarrollo profesio_ misma del pl anteo, porqu e estaba claro que no había pr ogram ada un
n al y 8 m eses después se casó. En la s em ana de la sesión que luego alta, pa ra este a ño al menos. A par tir de allí la ses ión fue un a de las
r ela t a r é, E stela t uvo que ded icar días y noches en ho ras extra a más productivas y de clima más h ondo queyo recu erde.Las asociacio-
ela bora r e l in forme de un eq u ipo de investigación. Un te ma, fr ecuen_ nes fuer on numerosas: gozar es peligroso porque después viene la
te e n los ú lti m os dos m eses, era que ahora t enía todo pa r a disfrutar muerte y toma desprevenido (a sí había sido la experi encia con su
y s in e m ba rgo estaba deprimida, no podía ll egar a s aborear realmen_ madre, un a muy buena relación cor tada sorpresivamente); el miedo
te lo que había logrado con bastante esfu erzo. Habíamos trabajado mágico a sent irse dichosa , ligado a que cada vez que su vida marcha
sobre las culpas por estar VIva y ocupar r oles que er a n de s us padres bien ell a r epas a inmedi a tamente alg una buen a razón para no estar
a s í como d ej ar a s u helInano solte r o y s in t a nta protección di rect~ del t odo contenta. Lo vimos además como una depresión preventiva:
suya . Tambi én sobr e su temor a un a m ej oría q ue signifi ca ra perder- no h a bría desgracia que pudiera tomarl a por asalto en pleno goce. El
m e a mí por alta . El mal est ar continu aba y no era mu y cla ro qué más resultado er a cla ro: nunca se depr imía del t odo. El precio era que
pesaba sobre ella . En cuanto al vín culo ter a pé utico, a mbos lo tenía- nunca gozaba del t odo. Asoció allí tambi én con el miedo, cada vez que
m os entendido como un víncu lo qu e a dem ás de permitirle elaborar dej a ba a s u p ar ej a, de que pu diese mori r se; cada vez que estaba muy
s us problemas (y como condición p a r a q ue es ta ela bor ación fuera bien con él, la tristeza de que podía perderlo la invadía. El clima de
posi ble) debe ría ser necesaria m e nte un su stit uto de las r elaciones la sesión er a de mucha fecundida d, de s ucesión de insights de ella y
míos. La tremenda presencia de la muer te en s u vida había s urgido
pa r entales. E r a una r elación de afecto nat ura l, espontán eo, de
con un dra m atismo mayor , se lo vivía más que nunca. En ese
co nfian za y plena comu nicación , m i pres encia como persona no era
momento rompió en un llanto muy fu erte, como hacía años que no
escatim a da (esa mism a n ecesidad h abía h echo des carta r el us o del tenía, y volcó por primer a vez todas s us angus tias frente a la muerte
diván ). A lo la r go d e) proceso el ca riño e ra m ut uo y h a bía crecido. de su pa dre, que siempre había parecido menos impactantequelade
E stela ll egó ese día a la sesión Con as pecto de gran agotamiento, no s u m ad re' r ecuerdos vívidos de las circunstancias de esa muerte
h a bía casi dormido, pe ro no que ría pe rder la sesión . Se sentó y se aflor a ron ' con intensidad. Luego se sedó, pensó que le gustsría
reclinó e n el s ill ón mi e ntras expresaba su cansancio. En ese momento dormita r en lo que fa lta ba de sesión . No podía, porque se imaginaba
se me presentó como oportuno y neces ario ofrecerl e a lgo especial, que ya era la hor a y q ue la cortaría .
ligado a RU cansancio y al esfuerzo de adaptación a d ul ta de los últimos La alenté a que intentar a dormitar, si ese era su deseo, en los 10
meses, que podía ha cerle imprescindible cierta gratificación de n ece- minutos q ue queda ba n, que podría hacerle bien y que podría haber
sidades infanti les. Fue también ligado a utom áticam ente (síntesis así otr as sesiones, si er a n ~~esario .. Lo pudo hacer, COD. unsj:J,?"a!
condens adas en todo rapto intuitivo del ter ape u ta) a un com entario una placidez que me par eclO sugerir que algo de su lIl.Iedo C1~
dedos sesiones atrás sobre el no disfrute del día en que se pr ograma ba
el p lacer de hacerse atender en la pelu quer ía .
en t regar se a l reposo y al pl acer de dejarse cuidar ya habia '!Id::
elaborado. Al termin ar se levantó con un gesto hondo y a gll".19C1
Le propu se qu e s e acos tara en el diván , para descans ar: yo estaría el comen tan.o fu e: «'Q . nto que me hace te.. blen, es
I ué seSI'ón, Sle
aliado en HU sillón habitual; ella pod ría mi ra rme s in esfuerzo. Dudó •
increíble! " . te . verbal, dor~
un momento y aceptó. Al relajars e h izo exclamaciones de alivio, Hasta aq ui el ma terial. Se trata de u?a PSI~ rapla u n a '
l:Oulentó su cansancio, lo pesado del t rabajo, em pezó a habla r a pura- la totalidad de las sesiones habia sl.do he a con
d.dedos personas colaborad.oras que no servran demas iado, q ue todo .
lnmoVJ 'I'd
J a d corpora l• cada uno en su s'¡lón. En ese
eltrabe,jorecafa sobre ella. Noté que noestaba disfr uta ndo del djván, . I . el cuerpo de ambos en una
,....Maba ansiosa, como SI a lgo la urgiera a n o a fl ojar se. Hablamos
_lo ftOyedoso, y de los temores sexua les que la nueva s it u ación •
proceso ¡nC ulr
a] servicio de una acel n r
·mportante.
'ó d amática creo que fue
,
d d
a pertura I d del ma terial que emergió una vez a o
No parecían en ese momento Cent ra les. Le propuse: La ca hdad .ante la acción, me pareció
y de gozar de este descanso, ta l vez ahora no sea vínculo me I
en sesiones anteriores "convencionales", El clima logrado fue de una También en el u so libre del espacio, del ambiente de trabajo, que
intensidad emotiva muy superior a l de aquellas sesiones, Mi oferl;;t , puede ser flexiblemente utilizado según necesidades de distintos
inicial y mi insistencia posterior en que tratara de gozar de ese mom entos del tratamiento. En regalos o préstamos mutuos. En
particular descanso sirvieron para colocar en estado experimental diálogos sobre temas diversos (culturales, políticos, artísticos). En
(allt, a la vista) su dificultad frente al placer. La situación de encuentros fuera del ámbito terapéutico, y/o en otros roles.' Cada
intercambio verbal habitual en sesión difícilmente se presta para una de estas experiencias puede ser ocasi6n de una apertura nueva en
crear una "oferta" de placer similar, del nivel regresivo que entraña el proceso terapéutico, dadas las defensas que habitualmente se
el ser cuidada "en la cuna"' Si mi oferta hubiera quedado allí las
r esistencias de Estela en función de su conflicto profundo co~ el
, inmovilizan en el discurso verbal y en la fijeza de contexto y roles.
Cada una de estas experiencias, tradicionalmente supuestas como al
placer y con la muerte hubieran dado lugar a una detención cuyas margen del proceso, o como posibles interferencias del mismo, son a
r azones se hubieran barajado de nuevo a nivel verbal. Creo' que la menudo ocasiones de su ennqueclmlento SI son comprendIdas en
iniciativa del terapeuta allí consistió también en incrementar a l toda su significación dinámica. Su papel terapéutico lo juegan no
máximo el conflicto. Alentar más su deseo de gozar el vínculo, para solamente por lo que luego permiten incorporar a la elaboración
que entonces, recién entonces, surgiera en toda s u intensidad el verbal, sino además por el vínculo que simbólicamente realizan en lo
mismo y las fantasías a él ligadas. Creo que aquí el r ol activo del efectivamente vivido, el "encuentro" más pleno que producen en la
terapeuta comenzó por captar la posibilidad de que una acción relación de trabajo.
dramática, que encarnara plenamente su conflicto, fuera ocasión de Otro ejemplo de acción al servicio del proceso (según pudimos
una experiencia particularmente rica para el proceso. Segundo, en
tomar la iniciativa para que tal acción fuera vívida. Tercero, en
, luego evaluarlo juntos) fue la lectura que conmigo hizo Estela de este
capítulo, y el trabajo que compartirnos para dar a mis notas esta
mantener la iniciativa dramática frente a las primeras resistencias versión. Se sintió positivamente ImpreSIOnada de ver abarcad~
de la paciente. Cuarto, en contar con que las dificultades para varios años de su evol ución en una página, se captó en una sínteSIS
gratificarse con el descanso ofrecido serían reveladoras del conflicto • objetivante. Recordemos además que fue poco lo que Este~a pudo
profu ndo, y que, de lograrse finalmente esa gratificación, la experien- compartir con s u padre: el tiempo de est~ tarea fue VlVldo con
cia tendría un valor simbólico, rectificador de la ligazón que en su
, particular emoción , era algo ongmal en su VIda. . .
! U n aspecto de la elaboración verbal de la expenenCla merece
mundo interno adquirieron placer y muerte.
Este tipo de acciones de valor simbólico, expresivo y exploratorio, subrayarse: la necesidad de dar t~empo para el desphe~e de la
están en la linea de las dramatizaciones, sin ll egar a ser acción acción el no apurar la interpretaclOn de lo que está ocurnendo o de
psícodramática con las características de disposición de una escena lo que' significaría una propuesta de. acción dife:ente. Apurar la
cayo acontecer es en una fase centro de atención y luego, en otra fase, verbalización podría trasmitir una sene de mensajes opuestos at!':
CK'a~ón de elaboración a nivel verbal e interpretación. Diría que aquí fin es del proceso terapéutico: el temor del paciente o del :'a1pe~
la acción vivida, apelando al refugIO en la palabra a
hay un entretejido constante entre acción, interpretación y elabora-
ción que orienta el curso inmediato de la acción, y de lo que va siendo cuerpos y espacios fijos; la descon~anza frente .a.e:o í
vivido en la acción. Lo que sí ocurre, como en el psicodrama, es la sim balizados por el cuerpo y sus mOVlmlent?6s, sdueJgJn
.. t" sar por la autonz8Cl n
introducción de algo más a VIVir, con.sentido dramático, aportando movllmento lene quepa. . bien el temor del
otra manera de "estar", de compartir, de dirigirse a los otros, de a dar garantías de racIOnalidad, ~ I
uno mismo. Esto podría ~mpliarse diciendo que la partici- expresando una d escon fi azanbásica
. sobre
d aPodIá
cuerpo en la comumcaClón cambia el tipo de men saje o al vínculo que ambos vienen experll;::,n;:n ;;utico
que el otro cobra más realidad, entran más elem:ntos iniciativas de acción en e~ ~nte ra
impulsos y puestas al seTVIClO de
el curso del proceso podrá darse en un amplio rango
, . • toda 8U importanda el
verbales y gcstuales del afecto e interés ! 1 Esta Unea B¡ubr:lr::s,:!m;e~6n, que puede por
, nCÍs con o s . .
expr~andovicisitudes del proceso, e,,~nelada desde la relaci6n terapéutica ·
estiJJlU
y contnbuyendo a BU avance.
ción. Es cierto. Pero estas tendencias alacting psicopático no consti-
tuyen el grueso de las iniciativas de acción que pueden emerger en la . . to
desarrollo, la ruptura de estereotipos en los Toles, el cuestlOnamlen
experiencia terapéutica,
de los vínculos, por una parte, y por otra un conte~to de InteraCCIOnes
Crear un contexto inmovilizador blindado para protegerse de esa concretas restringidas, inmovilizadas en roles fiJ?s, pueden ~onfi~
mínima proporción de actuaciones psicopáticas sería montar una
rar, creo, en tales situaciones, sistemas de mensajes contradlctonos~
defensa excesiva para situaciones que, cuando emergen, SOn diagnos~
En la dirección que aquí se propone cabe una profunda revalora
ticables y controlables. Correlativamente, seria impedir el juego ción de la intuición, de lo que emerge espontáneamente entre pacIen-
móvil de un espectro más amplio de posibilidades para la otra enorme te terapeuta en su contacto vivo en seSlÓn. No desde luego para
proporción de relaciones terapéuticas, en las que la inmovilización • co:tentarse en el empirismo, sino para ascender a una .creatiVIdad
interfiere ciertos momentos necesarios del proceso, en alguna medi- ori .nal liberando los resortes de un mOVImIento cuya mtehgenc!a
~
da lo frustra .
l' ego r ecuperarse también conceptualmente. Cada seslOn
Hay, además, elementos concretos para saber en cada situación
cuál es el riesgo y cuál la fecundidad probable de la acción propuesta:
~~~e ~en~r algo de aventura: la posibilidad de que algo acontezca-y
no sólo a nivel verbal-.entreambos, algo no prevlslble al empezarla,
el conocimiento asentado del paciente, la calidad del vínculoterapéu_ ue obligue a descubnr smtlendo. ..
tico, los contenidos del proceso que se ha ido desarrollando, y el q La acción terapéutica constitu~e la expenencla largamente ama-
momento de ese desarrollo que hace la acción necesaria y productiva sada or las técnicas psicodramatJcas (3), y uno de los afluentes
(lo que en psicodrama se ha denominado fase de caldeamiento aquí . ~antes de las técnicas de laboratorio (2). Se trata, entiendo, de
sería el emergente espontáneo de un proceso extendido en el tiempo). ~~:C~~ar toda la enseñanza de estas técnicas, y de incorporar el cli~~
Experiencias de este tipo señalan a mijuicio que en determina- , de libertad que trasmiten -por el uso productivo del cuerpo y e
das circunstancias, Con condiciones dadas como las que acabo de . toda otra serie de técnicas pSlcoterapéutlcas enlasque una
es paclO- a . l b . . d frena-
enumerar, evitar la acción terapéutica (mediante propuestas de exhaustiva experiencia de trabajo con la pa adrafiVlenóe s~en o textos
~a ~lIas
verbalización exhaustiva como alternativa a la acción, o como á m 1iasposibilidadesporJangl I caCI n econ
dilación resistente a la acción) es actuación sin duda, yactuación da en s us: lineas de trabajo aportan la evidencia plena de
de no accl n. qu . . ente vivida entre paciente y tera-
represiva al servicio del no proceso, del alargamiento y desvitali- que una expenencla dramátJcam que habla no sólo desde el cerebro
zación del proceso. • peuta, instala U? lu e nguaJe nU:;oon el corazón, con los pulmones, con
En la discusión sobre personificación del vínculo en la r elación de sino como quena namuno,
trabajo se perfila la necesidad de una doble tarea: una en la elabora-
ción a nivel verbal, otra en el juego del vínculo terapéutico, donde un
el vi~ntre, con la vida". ándo la inmovilidad corporal y la
Hay que distmgUlr, entonces, cu I enteparapensarydialogar
acontecer real entre ambos participantes (con sus correlatos simbó- abstención de la acclón s~rvenfu~c~o~~e;apeuta y paciente vivir algo
licos) tiene que ir produciendo diferenciaciones rectificadoras o com- mejor, y cuándo en cam 10 Impl ~ rofundamente. "
pensadoras, esenciales para el avance del proceso. La creación de un m ás, juntos, para com Prlende~ 7:~~';"cambioverbal cuando la aCCIón
contexto de inmovilización, desde esta perspectiva, si es estático (en Creo además,quee l cIma e . lace tableparaambos,es
lugar de flexible a iniciativas de ambos miembros) frustra una de las de vida 'entre los participantes ::n~~~o~ ra pr:sencia.virtualde:;:
vertientes del proceso, al Imponer restTlCClOnes en el acontecer real un clima que cuenta en todo m; ás profunda. Ese chma engen
del vinculo. No sólo puede interferirlo; más aún: introduce mensajes libertad y de una creatlvlda m
por conductas reales (slgmficantes de distanciamiento, des- otras palabras. trata de tennmar
. con todas las
prohibición, control) que -partIcularmente en ciertos mo- Creo que fundamentalmelntenssueltoriOY la vida, la vida deJacaDa.
, , 'dasentree ca
. . . . o Ceres del proceso- apuntan a una repetición, a un reforza- disociaCIOnes rlgJ la vida y también un "d
JIIIIIatod.·DllÍedades y contemdos transferenclales. Por esta vía, tal Que hay un enfermar en rsos creadores de la VI a
IDDl(/lfjlizador puede mduclr regresión, estancamjento o la vida. Que todos los r:c~icoterapia genuinamente
ntrar su lugar en. un P cho tenemos por delante
de la tarea, ya que sus estímulos pueden resultar enco h camino ablerto mu
este ane o
en esa fase para el proccso de claboración.
verbal orientado hacia la apertura, el
Referencias bibliográficas
C apítulo 13
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I,
Conceptos tales como confli t '" dos de la teoria del proceso analítico, es posible puntualizar ( 1) ciertos
cias homeostasis t t4 c. 0, motIvacIón, Inconsciente, resisten·
pap~J de Jos sueño; yr~~:a e:en~la,. est~uctura si~jficativa del relato, aspectos riesgasos, limitados e inconclusos del proceso en psicotera-
terapéutica decida el terapSOctlatclÓbn 11.bre, son pilares para toda labor pia, entre ellos:
'1"':' eu a ra aJarconelloso
U "Jmo caso estarán en él presentes 1 . . no, porque en este
sele~tiva. que obrará por cuidadosos de:Ca~~;l(~O de. fna atención a) Las gratificaciones proporcionadas en la relación terapéutica a
en CIertas escuelas reñidas con e l ' .5" an PI ares SOn que los impulsos, dificultarían su irrupción en la conciencia, no permi-
imposibilidad de eludir tales conc:StOanáh~IS es fácil detect~r la tiendo al yo utilizarlos de alguna otra manera.
v~rdaderos malabarismos semántit os, deblend? concentrarse en b) Ciertas manipulaciones técnicas, del tipo s ugestión u orienta-
dIferentes.) Ha sido la certeza d os ,;;ara aludirlos con nombres ción, pueden crear una relación de dependencia que no evolucione.
llevado a Freud y continuadores e s u cance universal la que ha c) Las limitaciones de la agresión transferencial dificultan una
tendrá que asentar su teoría en el ~asegurar que toda psicoterapia experiencia reparadora del yo (la posibilidad de agresión primitiva
repetida por décadas y que hoy y~ tlcoanáhSlS (6), aseveración ésta contra el objeto sin destruirlo ni destruirse), experiencia que pueda
punto que retom aremos más adela Itene que Ser puesta en cuestión luego dar lugar a introyecciones reales constructivas en relación con
D sd 1 n e. ' el Yo,
e e e punto de vista técnico tamb'é 1 .
aportes fundamentales al campo de las ~ n e. PSicoanálisis realiza d ) La disminución activa de la culpa implicaría el riesgo de
relato como "material" la bú d d lemas técmcas: el uso del debilitar al superyó sin ayudarlo a evolucionar.
te ta·ó , sque a e Lnstght a t ' d 1 e) Lapresellcia del terapeuta como objeto estable y seguro debe
rpre CI n , el papel del silencio 1 d' . raves e a in-
pantallas de proyección el reconoc? a :s~retón del analista como verse como la introyección espontánea del objeto bueno de estabili-
la noción de proceso enhebrado mlen o le a contratransferencia, dad y destino inciertos . Si se la compara con la introyección estable
gante, el criterio de timing en efun es~ pro ongado encuentro dialo- y duradera del objeto bueno que es resultado de una prolongada
d ~ nClOn de la orga' 'ó elaboración analítica (en especial por la interpretación sistemática
e ensas, el reconocimiento de la "m ' t "" mzacI n de las del objeto perseguidor) aquella introyección del objeto bueno sin
por la continuidad del vínculo tera a:~/ncloln o contmencla dada
pasar por este proceso podría basarse en una disociación del objeto
abierto no apremiado por separacidnes ~o, e papel de un tiempo perseguidor , colocado fuera del vínculo terapéutico con los riesgos de
directivas de aplicación inmed' t I J a s y no programado por
de Curso libre y en cierta m:~'~ Y, at OC1ón de un proceso abierto un ulterior retorno .
D La posibilidad de que se incorpore una imagen idealizada del
psicoterapia, en su amplio aban' I a m ermmable, Las técnicas de
terapeuta, con un potencial de protección fantaseado, resultaría
técnicas del psicoanálisis de unl:~%~ nutre.n de estas adquisiciones limitadora, La identificación con el terapeuta como persona, por otra
ellas con usos similares y opo .. d peculiar: aplicando alguna de parte, podría realzar a un selrdebilitado, con lo cual algo se agregaría,
técn·IC08 d"I.erenciados que encu men tose a ellas medolan t e recursos
instrumentos la ocasió~ de una en ran no obstante en aquellos pero sin estimular un desarrollo.
g) El insight que se logra mediante el esclarecimiento sería
claramente, y el desafjo que oblconfrontaclón que los delimita más
cualitativamente diferente del que se logra mediante la interpreta-
fundamentos para sus propias rr:!aa ~na búsqueda exhaustiva de ción y elaboración analítica en el sentido de que tiende a producir nnB
Para. la formación de todo tera;::t:c~ones. ' . , "disociación terapéutica" apartando al yo sano de sus actitudes
t~ata~lento pSlcoanalftico constitu e ~ a exp~nencla del propIO neuróticas, mientras el insight analítico tiende a producir mayor
VlvenClado, gozado y sufrido en carn/ ro ~ bagaje de conocimiento \ participación del yo ante la reactivación de los conflictos más penosos,
No .hay ~ntexto terapéutico en ~l ~u a¡ d¡" enorme Importancia.
a n 61isq no~~egue un papel dentro del ter: O VIVIdo en el propio Estos señalamientos críticos formulados desde la concepción
facilitador del registro para I peuta, evocador, sensibi- codinámica del proceso terapéutico son de particular riqueza.
conflictivos, de la experienci~sh aspectos contradictorios, tean limitaciones Y problemas de importancia que pueden afectu_
tmobién un aporte critico del sic umM~. proceso en psicoterapias. A la vez es necesario precisar el
en consideracion~s d~a~áhsls a las técnicas de epistemológiCO de estos cuestionamientos. Se efectáan
deaarrollan. En particula n d mldcas sobre el tipo de experiencia de un proceso impulsado con la
r es econceptosderiva_
induce, dadas sus condiciones peculiares, una profundización de
fenómenos regresivos (dependencia, idea lización, persecución) que implícitos de la personalidad en los que los componentes de salud y
son luego especialmente señalados como problemas a técnicas psico- enfermedad el balance entre interferencias, dlstorslOnes y capaCl~a
terapéuticas no inductoras de regresiones similares. Por otra parte, des encuent;an la ocasión de un mayor equilibrio en una perspectiva
en el panorama de riesgos trazados se ignora e l efecto dinámico de integradora. Tanto en sus formulaciones diagn6~tica~ como en s.us
toda otra serie de recursos técnicos propios de las psicoterapias que operaciones concretas, e~ eviden~ que. el trabajO pSlcoter~pé.ut1co
el psicoanálisis no instrumenta (estimuJación especial de funciones con el paciente, s usceptible de inserCión en contextos multlples,
yoicas, de control, objetivación, planificación; papel d e la acción incorpora ndo el grupo familiar, su ocupaCIón , recursos recreatlVos
proveedora de otros estímulos de cambio; relativización de síntomas roles comunitarios, está utilizando. modelos de enfermedad y de
y modificaciones correlativas de los intercambios grupales, entre curación que desbordan (aunque no siempre necesariamente contra-
otros). También asientan en premisas kleinianas sobre distribucio_ dicen) los modelos psicoanalíticos correspondientes. .
nes dinámicas de objetos perseguidores, idealizados y buenos, detec- Tomando una de estas facetas: la incorporacIón progresiva del
tadas en las condiciones regresivas del proceso analítico y que en enfoque inter~ccional en las psicoterapias va par?lelamente am-
condiciones de vínculos más adultos deben ser revisadas. Finalmente pliando su honzonte teónco~ pSlcopatologl.co y terapeubco, se produ-
cabe reparar en que no existen estudios de seguimientos cuyo diseño ce todo un pasaje que entrana una mutaclOn teónca, cuyo movimien-
permita poner a prueba aquellas hipótesis sobre riesgos ulteriores de to ha sido destacado por Sluzk.i (14) :
procesos de cambio parcial. Con estas salvedades, y mientras tanto,
no hay duda de aquellos cuestionamientos constituyen un aporte Cuando para el estudio de las conductas humanas, se des.plaza. ~I
énfasis de las intenciones a los efectos, se opera una modlficaclOn
crítico valioso que obliga a estudios más profundos del proceso en cualitativa que afecta totalmente la visión del mundo de quien]a lJ~va
psicoterapias. Porque será necesario un esfuerzo de investigación a cabo. Se pasa de una perspectiva fundamentalmente retrospectIva,
sistemática para poder dar respuestas más claras a aquellos pro- introspectiva, explicada con frecuencia mediante laberintos de ~ons
blemas. trucciones hipotéticas y con todo empañada a veces por un causahsmo
lineal a una predominantemente predictiva, centrada en observables
conse~suales, rigurosa, y más cercana a lo experimental. Y cuando se
Limitaciones del aporte psicoanalítico pone el acento en los fenómenos interaccio~~les en lugar de los
a las psicoterapias intrapsíquicos, o más bien, cuando ~e .conclllan y complem~ntan
ambas aproximacio nes, se expande drastlc~mente la ,compr~n~lón de
la conducts humana; la psicología y pSlcopatolog¡a tradiCionales
Se han señalado anteriormente los problemas derivados de que la pasan a ser una suerte de anatomía descriptiva que puede d~rcuenta
teorfa psicoanalítica haya logrado ser más una concepción psicopato- de elementos y de sus relaciones pero que malamente ,.slrve para
lógica que una teoría de la salud. En términos muy generales, una describir y explicar el proceso de la conducts del hombre.
teorfa de la neurosis con dificultades para constituir una teoría de la
personalidad. Dificultades que se expresan en obstáculos teóricos En la discusión de un modelo teórico de foco psicoterapéutico (cf_
múltiples: desequilibrios dados por una facilitación para detectar capítulo 8 ) se ha subrayado la necesidad de asentar la ~o~pr~llSJón
aspectos negativos del desarrollo o situaciones psicodinámicas des- diagnóstica y. las operaciones terapéuticas en u~a delulIltaCJóJ? de
tructivas antes que las respuestas constructivas a esas situaciones y
1
situaciones. Estas se articulan según una pl~rabdad ~e detel"lmna¡
sus mecanismos (17); también para detectar antes lo repetitivo de la ciones enmarcadas en una teoría antropológlca totall~adora ..F!n e
conducta que loadaptatlvo capaz de producir novedad, cambio; desde seno de situaciones así estructuradas, los apo~s pSlcofa!í~cos.
01:10 ángulo, por el hecho de que en la teoría psicoanalítica está casi destacando dinamismos intrapersonales, y su Juego en e ruv
. enfatizado el componente adaptativo defensivo de vínculos interpersonales, illlmi,!an sólo algunas de las v~tas .
nuentras otros procesos adaptativos relacionados con tutivas. Entendiendo que h:, Sido ~~sde. esta perspectiva
de. y capacidades independientes de impulsos y d·l do plantearse desde el pSicoanáliSIS mIsmo
DO tienen más que un lugar virtual. po ti ran ·un campo teórico más inclusivo"¡Spurgeon
con 1 9 u . l
las técnicas de psicoterapia operan Con modelos do por Wallerstem (16)J. Por estas razones a
a la teoría psicoanalítica enla teorla base de todas las demás formas
de psicoterapia. es actualmente cuestionable. Sigue en cambiovigen- .
también contenIdas .
en evaSIvas fr ente.a Ia posibilidad. de
ntemostrar
en la
te el hecho de constituir una de las teorías de importancia para el aspectos personales o profesionales que Intere~en al pacIe. ' y o
sustento de este amplio campo teórico y técnico. respuesta a sus preguntas ~~n p:eguntas o conlnterpretaClones, y n
Desde el punto de vista técnico también las limitaciones del aporte rimordialmente con explicltaClones. .. I
psicoanalítico deben ser identificadas.En psicoterapias breves, por P 2) Interés centrado sobre los aspectos enfermos e mfantlles de
ejemplo, lo esencial del proceso no puede comprenderse en términos . t soslayando el juego de sus contradICCIones con otros más
de desarrollo de la transferencia, ni de elaboración, ni de duelo por el ~:~~e;ye'máS adultos. Este desequilibrio de enfoque no sólo es en
alta precoz. La interpretación no es el instrumento privilegiado de . .. la
prmclplO . t r ógeno para el paciente , además conduceI a conflictos
e d del
d
cambio, sino uno de muchos. La relación terapéutica definida como pro io terapeuta porque con todo este subrayado de a enlerme a y
relación de trabajo contiene una serie de ingredientes ajenos al P
Ia regresl ·ón es imposible aceptar altas en lapsos breves TI! modera-
vínculo específico de la "relación analítica" (realidad del terapeuta .' f t 't o
d ·t d separación será vivida como deserclOn o racaso erapeu lC ,
como persona, y "personificación" del vinculo, manejo fle>dble de la ~~. r~c:fda lo único esperable. Esta óptica hace además que SI es el
directividad, no exclusión de vínculos extraterapéuticos) e incluye ypaclen
. t e q Ul·en deba darse el alta' en base. a sentIrIcabalmente
h que
I
otros recursos, distintos de la relación terapéutica (familiares, insti- ciertos logros para él significativos se han cumphdo, o agacon cu pa
tucionales, comunitarios). La mejoría no se define por los parámetros persecutoria frente al terapeuta, cuya dIsconformidad perCIbe clara-
que emplearía un analista para evaluar la marcha del proceso. mente. . d dr d
Es claro entonces que, si se trata de técnicas diferentes asentadas 3) Énfasis en el señalamientode las transferencias en esme o e
sobre pilares teóricos distintos acerca del proceso y de los mecanis- otros aspectos de conducta relacional no transf~renclal, partlcul3;"-
mos del cambio, no pueda darse fácilmente el "préstamo" de una a mente de lo nuevo, de lo que se vive por vez pnmera en la relaClon
otra de recursos técnicos aislados. El problema de las extrapolacio- t . t·ca El hincapié puesto en lo repetItIvo puede des~entar
nes queda a la vista, y es en la práctica de las psicoterapias problema t~~~P:f ~sf~erzo del paciente orientado hacia la constrUCCIón ~e
de cierta magnitud, en la medida en que pesa sobre gran parte de los relaciones diferentes, cuya originalidad .mtente afirmar a pesar e
terapeutas ese aprendizaje del oficio vinculado por muchas vías a la todo lo ue en él tienda a prodUCIr repetIcIOnes: .
formación psicoanalítica. Bleger (3) destacaba el problema: "Gran , 4) Ex~esivajerarquización de las interpretacIOnes como SI fuerru;
proporción de los que hemos atravesado por una fOil 11 ación psicoana- el instrumento de cambio y no uno de los muchos que componen e
litica nos encontramos al cabo de la misma con grandes resistencias arsenal del terapeuta. Esto conduce a que SI el t:~~P~~~;E~a~fa:
y dificultades para encarar técnicas breves, que consideramos inclu- interpretar no quede tranquilo; a 5 ue SI e~~c~~odo.Aquesitiene
sive, con o sin razón, como actividad en cierta medida subalterna O interpretaciones del paCIente tam%::;C¡i~~dse sienta transgrediendo
colateral a lo que es 'lo principal'". y Oremland (1) lo sintetiza así: que dar un consejO °hemb.ltl,r ~~~acerlo. A que si se le ocurre sugerir
"Siento, en electo, que no hago una buena tarea cuando no hago alguna supuesta pro 1 lClOn d d do "la técnica"
psicoanálisis" . un libro o una película se crea d egra a~ede tomar la~ formas del
De modo que las extrapolaciones contienen una mezcla de rechazo
por la psicoterapia distinta del psicoanálisis, un desconocimiento
5) Tendencia a la pasl ;1
v a e
, qu la~ necesidades de unarelaci6n
silencio como estado n,:t~:~a ~~~~~va al paciente (jugando siempre
·vineu1ado entre otras razones a ese rechazo- del nuevo campo coloqUIal), el"dejar Sle"f una eneral displicencia en cuanto al ClUSO,
un deseo persistente de introducir la técnica valorada el tera!,euta .~::,r:~~f~r~ceso~erapéutico, con~lendo cada uno de
la que se considera subalterna. No Sorprende en consecuen- mtensldad, n roblema-tareadel vínculoslDo .
extrapolaciones técnicas del psicoanáliSis en otras psico- estos aspectos nolen p·ó oscuramente ligada a cierta Idea de
. a de egacl n I el
un vasto repertorio. Señalaré las que se desta- paclente, u~ liegue-individual para las cua es
tNcaencia: lidades-de- es~ s meramente ofrecer un marco.
derfa que su ro e
de anonimato", en actitudes de rigidez t da esta problemática de
falta de espontaneidad, distancia afectiva; y sobre o 1(16) ha f",mulado esta
técnica, Zetze
Es importante Que ningún terapeuta, sea ana li sta o no, parta del
supuesto de Que cuanto más cerca esté la técnica usada por el
Contribuciones de las psicoterapias al psicoanálisis
terapeuta de la del psicoanálisis tradicional, mejor será ]a terapia.
~ste supuesto ha JIevado a algunos de los más serios fracasos terapéu_ Por alguno de los puntos ya señalados puede vislumbrarse la direc-
tICOS qu~ he en~ntrado ~om? supervisora. Quizá d ebamos aprender ción en la cual las psicoterapias pueden hacer aportes para el
que la pSlcoterapJ8 más Clent1flca para ciertos estados es la qu d"fi desarrollo de la teoría y técnica del psicoanálisis. Desde luego, parte
1
en forma muy radical de la técnica del psicoanálisis tradi cio e 1 lere de esta posibilidad varía en amplitud según se pretenda hacer del
na.
psicoanálisis una ciencia del inconsciente o se aspire a incorporarlo
Ilustrando los vidos de una conducta extrapolad ora, Ja Hal ( progresivamente a una ciencia de la conducta humana (que incluya
ha reumdo un conjunto de fórmulas infalibles para fr y ey 9) obviamente sus determinaciones inconscientes), Haré breves comen-
terapeuta. Entre otras: acasar como
tarios sobre la segunda de estas opciones que considero de mucho
mayor alcance. En este sentido, tal vez sea útil recordar aquella
Sea pasivo, silencioso, pensativo desconfiado ,·ns · t distinción por la cual el psicoanálisis entiende mejor los conflictos, es
bl ' o.. 15 a en que el
pro ema que trae el paciente no es lo importante de é· I decir el área de los motivos, que los h echos. "En la situación biperso-
' to ma, y t rate de hablar de otras cosas ' s u";era
mero Sin spr ele o como
. I
' to l··" . ... b' que SI e nal analítica no se analizan hechos, se habla acerca de los mismos."
Sin ma se a lVla laCllmente otras cosas peores van a d
su~ •... "El único hecho del que somos testigos es el dado por la situación
aM
rrese a un ro é t
o yo d · ·Intratable a todo paciente
considere que no
responda a él... no se preocupe por tener teoría del proceso en p. te- analítica en sí misma: (13) Se ha destacado particularmente toda la
rapIa, mantén~ala az.nbigua.:, insista en que sólo años de trata~~~~to limitación que entraña este enfoque metodológico para observar
pueden produClT aJgun cambIO y asuste al paciente que mejore espon- otros hechos y procesos relacionados con situaciones de realidad (17).
táneamente hablando do. patología subyacente ... no tenga en cuenta su Desde este ángulo las psicoterapias están en condiciones de ampliar
mu?do r~al. ac~ual. dedlquese a exaltar temprana infancia, fantasía el campo de observación, de indagar más detalladamente los hechos,
y dlOa'!llsmos mt:ernos .. . no se preocupe por fonnular objetivos del de producir un espectro más amplio de hechos, de recurrir a contextos
tratamIento y olV1dese de evaluar resultados." múltiples contrastados, ajuegos más flexibles de roles en la relación
terapéutica, en resumen: de convertir su flexibilidad técnica en
, En lo~ capítulos precedentes se ha intentado precisar numerosas ocasión de una multiplicación y entrecruzamiento de situaciones y
dIferenCIas teóncas y técnicas entre ambos enfoques; aunque muchos ,• ópticas . Es desde esta plataforma metodológica peculiar que las
aspecto,s del campo de las pSIcoterapIas están en desarrollo, hay ya un psicoterapias pueden hacer contribuciones significativas ya para
buen numero de cuestIOnes en las cuales el panorama se va haciendo detectar elementos que corroboren ciertas hipótesis psicoanalíticas,
claro, Los conceptos VInculados a relación de trabajo, foco, activación ya para proponer rectificaciones o ampliaciones de las mismas, En
del yo en relaCIones entre cambios y condiciones de vida cuanto las psicoterapias operan con otro enfoque técnico, es también
de una plamficaClón estratégica, cuentan con suficiente~ desde el ahondamiento de su práctica que pueden ofrecer al método
fund~mento8 como para que toda extrapolación resulte finalmente psicoanalítico ocasiones de cotejo, de contraste, esenciales para el
C:U~8tlón d~ IgnoranCIa. Esto no niega la necesidad de emplear en las afinamiento de s us propias indicaciones y contraindicaciones, En un
P~lco~raPlas cIertos recursos técmcos propios del psicoanálisis (el plano teórico-técnico, lo que aquí se ha propuesto ~ara ell:tend~r el
silenCIO ~tento del terapeuta, el empleo de asociaciones libres el proceso en psicoterapias, en cuantojuego de reah~aclOnes sl~bóh~s
ee1lalwDlento OIla Interpretación transferencial) . Pero se t ra t a en t'on- 1 enel vínculo terapéutico(cf. capítulos 7y 12)constltuye~nahip6tesis
~ d d' . .
...... e un emp ~o Iscnmlnado, adecuado al contexto de esta otra tam bién aplicable al método psicoanalitico, ya para Investigar.en
t4cnica, IWIC:eptlble de fundamentación en lugar de con S t·t ' I este proceSO el papel jugado por ese nivel del ~ínculo"ya p~a estudiar
) un os en
•
en postura técmca de base,
J
los efectos que tienen sobre el proceso anaütl~ las sltuaCl~nes en ~
que la satisfacción de necesidades, de estaüe,ntilvel resulta mterfenda
or limitaciones inherentes al sett~ a~ co,
p En el mismo sentido, aspectos dinámICOS que la
l
répica pone de relieve, ~ales como la
ciones yoicas entre pacIente y terapeuta capítulo 8}y
dad de colocar la acción al servicio de la elaboración (cf. capítulo 12)
pueden susci tar reconsideraciones de la técnica psicoanaIítica stan. 4. Calvo, M. e., Fiorini, H., Narcisismo, identidad y crisis identi(u:atoria,
dard en base al desarrollo de una concepción psicodinámica más Buenos Aires, Tekné, 1991.
profunda del proceso terapéutico. 5. Calvo, M. C" "Sistemas complejos: potenciar aperturas en los proceso!;
Desde luego, también la contribución de las psicoterapias al psicoterapéuticos", Seminario de Cátedra de Clínica Psicológica y
Psicoterapias, UBA, 2002.
psicoanálisis encuentra sus limitaciones, porque es visible que cada
6. Caruso, IgaT, Psicoanálisis dialéctico, Buenos Aires, Paidós, 1964.
contexto de trabajo ilumina cierta área de fenómenos y deja otras en 7. Fiorini, H., El psiquismo creador, Buenos Aires, Paidós, 1995.
mayor oscuridad. Para indagar el nivel del deseo, del conflicto, de las 8. Fiorini, H., "Qué hace a una buena psicoterapia psicoanalítica", en
transferencias, de lo repetitivo, de losobredeterminado, estratificado Psicoanálisis. Focos y aperturas, Montevideo, Psicolibros, 2001.
y am biguo de los vínculos, la situación psicoterapéutica queda a 9. Haley, Jay, ''The Art ofBeing a Failure as a Therapist", en Barten, H.,
menudo lejos de las condiciones de observación que logra la relación Brie{Therapies, Nueva York, Behavior Pub!. Inc., 1971.
intensiva y prolongada propia del contexto analítico. 10. Jiménez, J . P., "El psicoanálisis en la construcción de una psicoterapia
Creo, no obstante, que la contribución más importante que están como tecnología apropiada", en Psicoterapia focal. Intervenciones
en condiciones de hacer la psicoterapias al psicoanálisis se da Con la psicoanalíticas de objetivosy tiempo definidos, Montevideo, Roca Viva,
1995.
posibilidad abierta en las primeras, por el ensanchamiento de su
11. Kernberg, O., "Psicoanálisis, psicoterapia psicoanalítica y psicoterapia
marco teórico y técnico, de dirigirse a la persona, a una persona de apoyo: controversias contemporáneas", en Psicoanálisis. Focos y
concreta tomada más integralmente, y entendida en la estructura aperturas, Montevideo, Psicolibros, 2001.
dada por las condiciones singulares concretas que configuran su 12. Langer, Marie (comp.), Cuestionamos, Buenos Aires, Granica, 1971.
existencia, una totalidad viviente que no se limita a sus determina- 13. Rodrigué. Emilio, Biografía de una comunidad terapéutica, Buenos
ciones infantiles, sus mecanismos de repetición, sus lados conflictivos Aires, Eudeba, 1965.
ydefensivos, aunque todos estos aspectos son también intervinientes 14. Sluzki, Carlos, prefacio a Watzlawick, P., Beavin, J. y Jackson, D.,
en su conducta. Las psicoterapias tienen ya adelantada una vasta Teoría de la comunicación humana, Buenos Aires, Tiempo Contempo-
ráneo, 1971.
práctica en la que pueden respaldar esta contribución. Depende
15. Rangell, Leo, "Psicoanálisis y psicoterapia dinámica. Similitudes y
esencialmente de los psicoanalistas acusar recibo de esta oferta, que
, diferencias" (1953), Reu. de Psicoanálisis, tomo XXVIII, 1, pp. 73-89,
también viene siendo reclamada teóricamente desde adentro del 1971.
psicoanálisis. (17, 6,12).
16. Wallerstein, Robert, "La relación entre el psicoanáIisisy la psicoterapia.
Este pasaje somero sobre algunos aspectos de la relación entre Problemas actuales" (Introducción a la mesa redonda sobre psicoaná~
pmcoterapias y psicoanálisis sugiere, creo, que existen ciertos puntos lisis y psicoterapia), Reu. de Psicoanálisis, tomo XXVIII, 1, pp. 25-49,
actualmente más claros de esa relación. No obstante, ésta continúa 1971.
8lendo considerablemente compleja, y todo lo que aún resta profun- 17. White, Robert, "El yo y la realidad en la teona psicoanalítica"', Buenos
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Capítulo
, 15
LINEAS DE TRABAJO
Y PROBI .EMAS ABIERTOS
Psicoterapias psicoanalíticas:
focalizaci ón en situaciones
de crisis
SUI 217
modo de ser , cómo se cuenta de modo a utom ático con ese modo de ÍNDICE
actuar y reaccionar.
- Experimentar conductas libres de ese rasgo, aventurarse a
ensayar las y evaluar tales experiencias.
- Confrontar con tenacidad el contraste entre esos dos modos de
ser, con y sin ese rasgo como organizador de la conducta .
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J
Apéndice
Psicoterapias psicoanalíticas:
focalización en situaciones de crisis .. ... .. ........... ......................... 209
El foco en el análisis del carácter .. .. .. ..... ...... ..... ....... ..... ............. 213