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Hartmann, Heine 19¢P) lo prrvelag te oth Yo 4 aA probleme A low exde pfacilin. Ebbrol Paidels, Bueues Aives a » Capitulo 1 LA ESFERA LIBRE DE CONFLICTOS DEL YO E| psicoandlisis encara la cuestién de la adaptacion! en tres formas: como problema de su psicologia del yo, como meta terapéutica y como consideracién edu- cacional. Resulta sorprendente que mientras que el concepto de "yo-sintonico” esta perfectamente defini- do, la experiencia demuestra que la expresion “realidad-sintonico” (sinténico con la realidad) es tan = elastica que incluye maneras de ver diversas e incluso parcialmente contradictorias. psicoandlisis solo no puede resolver el problema de la adaptacion. También constituye un tema de in- | vestigacion para la biologia y la sociologia. No obs- tante, las importantes comprensiones que el psicoa- nélisis ha proporcionado y proporcionaré acerca de la adaptaci6n dificilmente sean obtenibles mediante otros enfoques y métodos. En consecuencia tenemos dere- cho a esperar que todas las investigaciones sobre el problema de la adaptacién tomen en cuenta los he- chos y relaciones fundamentales descubiertos por el 7 6r Finsox sayuorayp & ueBall ayuawerresaoeu ‘ewaiqoud ow Stu [2 welpnysa eonyeue ou eBojooisd | A sisippueco isd Ja opuend ‘isy “sojdaouos sns ap enijeoydxe ezajeinyeu P| 1U ‘ooypiBodo} 6 ooQUOLe ‘ooWEUIP *‘oonguaB esi4 ap soyund sns ‘eoiBo]01q Ug! -B]UaUO NS aap se ‘sazuat|es seoysya|oeseo sms Opeo -Wipour uey ou sisreueooisd jap sazuatoas sojjouesap LSOT (apy padjiy ap BiBojoaisd e 6 06 jap eoneu Roos BiDojooisd ¥| aqua a\sesjUCD [a ‘ojdwafe Jod ‘aSa1QpIsuoD) ‘oapWfeuROD!sd CjUarWesuad jap seidoud seonsuayeie> se] analjor seinoqwed uoo uabins sepy -zeduoo ayuauije!red seyaui sesa aq “sonnalgo sns ap sounbje sjsypueozisd J uoo uapedwicd seoiB9joo\sd souoreBysanur sz sepoy “een anb sojdaou09 so} ap eunjonaysa eI ua A eoyHuai eIBojopoyauy ns ua oUIS _ Pula} NS Ua ajsisuoD OU eoNYeURODISd UOIeBASenUT un ap engunsip eansua}ees e7 ‘oopjeuecoisd asses -apisuos apand wjaur esa sezuesje e esnguiuocs aAb exBojonisd B ap oquiy je ua ozlaryse po} OU o1aq ‘SO[BIUBW SeIDURISUL Sax] Se] ap aIQ[sod ojUO}WIDOU -09 ojajduioo spw jap ugroua;go eI sisypURODsd jep YOU OWOD QTUYAP (G-p ‘sBed ‘og6T) pnary eULY “BaTeUIWHOsIp Spur A epunjoud seu ‘ed we spur oyana ey as ordoud opruas ua soonseueco -{8d_aszespisuo> uapand anb ofeqes, ap soporgus so] ap ugpdasucs eysenu 4 ‘eiqejed e ap opques ord -We SPU! 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En Altimo andlisis, difieren en sus puntos de vista acerca de lo que es esenci mente conduce a pro} nales diferentes. Una situacion si tomia, campo en el que caracteristicas descriptive mente insignificantes pueden ser cruciales en términos ontogenéticos 0 filogenéticos; lo mismo sucede en quimica, donde el carb6n son anali- _-ticamente idénticos, aunque desde otros puntos de sta uno y otro son notablemente distintos. En gene- ral, caracteristicas relevantes en una teoria mas amplia pueden no serlo en un contexto mas limitado. Aunque éstas no son mas que analogias, su sentido es valido, puesto que el psicoandllisis tiene la potencialidad de convertirse en una teoria general del desarrollo mental, més amplia en sus supvestos y alcance que cualquier Lotra teoria psicolgica. Para real lad, ‘sin embargo, debemos indagar desde el punto de vista del_psicoan y abarcar en nuestra teoria los fenomenos psicolégicos que constitulan los objetos de estudio de la psicologia antes de que el psi- coanilisis existiera, asi como todos aquellos que son ahora objeto de estudio de la psicologia, pero no del psicoanallsis. Con frecuencia se ha dicho que mientras que la _psicologia del ello fue y sigue siendo un "coto veda- sis, la psicologia del yo constituye nalitica del yo difieren de las formuladas a la psico- logia del ello; se parecen a las que se encuentran comunmente en la critica cientifica, son menos hos- tiles y categoricas. Para algunos psicoanalistas, esto demuestra que los hallazgos de la psicologia del yo no son validos o carecen de importancia. Pero esa opi- 20 nin no se justifica: es claro que la resistencia a un descubrimiento nuevo no constituye una medida direc- ta de su significaci6n cientifica, También es concebible que la psicologia del yo sea criticada més tibiamente solo porque. los no analistas muy pocas veces captan sus antecedentes y consecuencias. Incluso aunque Freud acertadamente declin6é considerar el psicoa- sistema’, se trata sin embargo de una organizacion cohesiva de proposiciones, y cual- quier intento de aislar partes de ella no s6lo destruye su unidad general, sino que también modifica e invali- da a las partes mismas, En consecuencia, la logia psicoanalttica del yo difiere en forma radical de las “psicologias de superficie", incluso aunque —segiin Fenichel (1937b) lo ha sefialado— esta y estar cada vez més interesada en los detalles de la conducta, en todas las gradaciones de la experiencia * consciente, en los pocas veces estudiados procesos preconscientes, y en la relacién entre el yo incons- ciente, el yo preconsciente y el yo consciente. Los puntos de vista dindmico y econémico, ‘aunque son vélidos para toda la vida mental, han sido muy poco aplicados a tales materias, La historia del desarrollo de la psicologia psicoanalitica explica por qué:hasta aho- ta hemos entendido relativamente poco acerca de es- tos procesos y métodos de trabajo del aparato mental que conducen a realizaciones adaptadas. No pode- mos simplemente hacer contrastar al yo, como parte no biolégica de la personalidad, con el ello como su parte biol6gica; el problema mismo de la adaptacién previene contra tal division, pero acerca de este punto tendremos que afiadir algo més adelante. No obstante, es cierto y también natural que la pura descripcion fenomenolégica de los detalles de la superficie mental que pudimos descuidar anteriormente, resulta esencial 21

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