Los elementos alcalinos, también llamados metales alcalinos pertenecen al grupo
IA y ellos son: litio (Li), sodio (Na), potasio (K), rubidio (Rb), cesio (Cs) y francio (Fr). De éste último no se conoce mucho, debido a que es radiactivo y sus isótopos tienen vida media muy corta; se forma durante la desintegración radiactiva del actinio. Aunque el hidrógeno comparte grupo con estos elementos y su configuración es semejante a la de los metales alcalinos, no es un metal, ya que sus propiedades físicas y químicas son muy diferentes. Los metales alcalinos presentan las siguientes características: consistencia suave, brillantes y muy reactivos químicamente. La densidad, que es baja, aumenta regularmente al aumentar el número de protones. Sus puntos de fusión también son bajos (181 ºC para el Li, 28 ºC para el Cs) y aumentan regularmente al disminuir el número de protones. Mencionamos que todos estos elementos son extremadamente reactivos, por lo cual no se encuentran libres en la naturaleza, sino formando compuestos, sales en general, por ejemplo, cloruros, sulfatos, silicatos, etc. Se deben preservar del contacto con el oxígeno, ya que reaccionan con este rápidamente. Una forma de almacenarlos es sumergiéndolos en aceite mineral. Estos elementos se obtienen por electrólisis de sus cloruros fundidos. Se combinan directamente con la mayor parte de los no metales, por ejemplo, reaccionan con el hidrógeno para formar hidruros iónicos (en los cuales el hidrógeno está con número de oxidación -1), con azufre para formar sulfuros, con cloro para formar cloruros. Los metales alcalinos reaccionan vigorosamente con el agua, dando hidrógeno gaseoso y solución del hidróxido metálico correspondiente. Esta es una reacción muy exotérmica; en muchos casos, sobre todo con los elementos más pesados del grupo, se genera suficiente calor para encender el hidrógeno y producir fuego o una explosión (¡este incendio no se apaga con agua!). Cuando se disuelven en agua, el Li2O y otros óxidos metálicos solubles, reaccionan con el agua dando los respectivos hidróxidos. En cambio, los restantes metales alcalinos reaccionan con el oxígeno para dar peróxidos metálicos, que contienen el ión peróxido, O2 2-; por ejemplo, el sodio forma peróxido de sodio, Na2 O2. El potasio, el rubidio y el cesio también forman compuestos que contienen el anión O2–, llamados superóxidos; por ejemplo, superóxido de potasio, KO2. Los compuestos de los metales alcalinos emiten colores característicos colocados en una llama, lo cual sirve como ensayo de identificación y de aplicación comercial. Por ejemplo, la emisión amarilla característica del sodio se aprovecha en lámparas de vapor de sodio para la iluminación comercial y de autopistas. Egrafia