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LA CONSTITUCION ECONOMICA DE 1997: INSTRUMENTO JURIDICO PARA LA DEMOCRATIZACION DE LA ECONOMIA COLOMBIANA* NELSON GARCIA LOZADA JUAN JORGE ALIIONACID SIERRA. 1. La expansién actual del discurso democratico a principal caracteristica del discurso democr’- tico contemporaneo ¢s su extension del espacio politico, al que tradicionalmente ha estado cir- icunscrito, hacia otros espacios de la sociedad en los que también se configuran férreas relaciones de poder. Ya Bobbio sefialaba que la extensién del proceso de democratizacién debfa realizarse no tanto en ol transito de la democracta participativa a la democracia directa ~como suele creerse en general ‘cuanto en el transito de la democracia politica a la democracia «social. Bobbio; 1985). En este proceso de extensién de la democracia ¢s fundamental acentuar la participacién democrética ‘en distiptos espacios de la sociedad y armonizar ademés las interrelaciones que se producen entre tales espacios. En este sentido Boaventura dle Sousa Santos distingue cuatro espacios sociales actualmente sus- ceptibles de democratizaci6n: -) el espacio de la + Dedicames este ensayo como homensie al legado intelectual de! Dr. Cio: Angarita Beaén, cuya evocacién guiaté tos foruros desartollos de un Estado social y democritico de derecho, coniprotnetide can a superacion de la desigualdad social existent en Colombia 135, ciudadania, conformado pot ¢1 ejercicio de las garan- tias civiles y politicas, que es el espacio politico por excelencia sogin la teori liberal; 1) el espacio doméstico, constituido por fa patriarcal separaci6n entre un espacio pitblico (la sociedad) y otro privado (el hogar); M1) el espacio de la produccion, formado ‘por las relaciones capital trabajo en las empresas; y IV elespacio mundialo transnacional, conformado por las relaciones politico-econéimicas entre los esta- dos. Pese a que todos estos espacios configuran selaciones de poder, sélo las que son propias del espacio de la ciudadania se han considerado como politicas y, por lo tanto, susceptibles de democratiza~ cidn politica. Sin embargo, actualmente se reconoce que cada una de ellas es un espacio politico especifico donde es posible suscitar una lucha democrética especifica, orientada a transformar esas relaciones de poder propias de ese espacio en relaciones de auto- ridad companida (De Sousa; 19914), Segiin De Sousa, en el espacio politico, ta forma de poder imperante es la dominacién; en el espacio doméstico, a forma de poder es patriarcal; en el espacio de produecion es la relacién de expiotacién y, en el espacio mundial, es el intercambio desigual ‘enire las naciones (De Sousa; 1991b). La tarea actual frente a estos espacios de poder es, a través del incremenito de la participacién democritica, lograr incidir en fa modificaci6n de las relaciones de poder que subyacen en estos distintos espacios, de tal manera que las mismas se transfoomen y posibiliten, ahi si, el avance hacia formas de democracia mas reales en las cuales no simplemente prime el valor liberal de fa igualdad, sino fandamentalmente el valor de la justicia, con el fin de tepolitizar la sociedad y profundizar la democracia (Vargas; 1994), La labor de extensién del discurso democritico del terreno politico hacia otros mbites sociales ha venido desarrofléndose en las tltimas décadas con relatives fogros. No obstante lo anterior, el interés particular en este ensayo es analizar en Colombii cuales son los avances del discus 80 democritico en el terreno eco- némico, especialmente a partir de Ja Gonstitucién econmica propia del Bstado social y democritico de derecho consagrado en la Constinucin de 1991. Para ese propésito, a diferencia de Boa ventura de Sousa, preferimos ha- blar de democratizacton de la economia, queriendo significar con ello que no reducimos et pro- blema simplemente a la democra- “que permpian reciciy Jas desiguatdades +) as relaciones de poder, que impiden la participacion ‘que permitan reducir las desigualdades y las relacio- nes de poder, que impiden la pasticipacisn y el acceso iguatitario y equitativo de los ciudadanos aI ejexcicio de los derechos y las libertades econdmicas basicas para el desenvolvimiento en él sistema econémico ‘contemporaneo: la propiedad, la empresa, la libre competencia, etc.,al igual que a los beneficios que se detivan del desarrollo econémico. En este punto es ‘oportuno sefialar que reconocemos que tal democra- tizaci6n no puede limitarse simplemente a las medidas que se implementen a nivel del escenario econémico local, sino que es necesario ademiis que este proceso local se coomplemente con una democratizaci6n de las telaciones de poder que existen en €l plano del espacio econémico transnacio- nal. Por supuesto, somos cons- cientes también de que el logro de la democratizacién en este Ultimo plano sefialado sobrepasa Jas capacidades de gestion det gobierno nacional, requiriendo para su implementaci6n el con- curso efectivo de todos los acto- res involucrados en el espacio transnacional, valga decir, de los estados-nacién, los bloques de integracién econdmica, ios onga- nismos financieros intermaciona- tizacion de la relaci6n de enfren- | PeLACceSO Iguabiarie’ Jes las empresastransnacionales, tamiento quese da entre et capial |. eguitarivo de los ciudadumos ONU, ete y el trabajo a nivel de las empre- gl gjercicio de'los derechos. sas, problema que desde tiempo ylas | libentades ateés ha sido abordado por los : s 2. El discurso democrdtico discursos de las denominadas de. | eCOMOMICas bdsicas hy gt tenteno econémico, mocracia econémica y democra- spara ci desenvolvimionto cia industrial. Al hablar de demo- en él sistema economico : Se sefialé con anterioridad eratizaci6n de la economia nos eomemporaneo? que el discurso democritico tra- referimos precisamente a la adop- cién de las medidas necesarias 136 dicionalmente se ha circunscrito al espacio politico 0 de la ciuda- | | danfa, realidad que po es extrafa a Colombia. En dicho simbite e} iscurso ha propugnado psincipal- menie por el perfeccionamiento de instramentos juri- dico-procedimentales que garanticen la proteccién de las libertades y garantias civiles y politicas. En efecto, en este campo la democracia ha estado referida casi que de manera exclusiva a la modemizacion det sistema politico electoral, con el perfeccionamiento de mecanismos de participacién ciudadana, garantlas a la oposicién, fortalecimiento de los partidos politi- cos, modemizacién del Estado con tansferencia de poder politico a las regiones, etc. Sin embargo, esta tendencia poco a poco ha abierio espacios que han posibilitado una timida ‘estensiGn del discurso democtitico al terreno econ6- smico. Precisammente a este respecto, Garcia Canclini ha sefialado que mientras que el ejercicio de la ciudadanfa siempre estuvo asociado a la igualdad de derechos abstractos que se concretaban al vorar o al sentirse representado por un partido politico, un gobierno o un sindicato, actualmente rmuchas de las preguntas ptopias de los chudadanos ~a donde peste nezco y qué derechos me da, c6mo puedo informar- me, quién representa mis intereses— se Contestan mas en e} consumo privado de bienes y de los medios masivos de comunicacion que en las relaciones abs- fractas de la democracia 0 en la patticipaci6n colectiva en los espacios pablicos (Garcia Canclini; 1995;13). Bl discurso democratico de este modo comienza 2 ex tenderse a relaciones sociales mas corpéreas, como lo son la satisfaccién de las necesidades bisicas, la cexigencia de bienes de consumo y servicios de calt- dad, la defensa de los intereses de vastos sectores de ia poblacién con bajos ingresos, el acceso flexible a tos medios de produccién, la redistribucién de ia riqueza generada, el aseguramieato de unas condicio- nes sociales que permitan ef florecimiemto de la iniciativa privada, etc. 137 2.1, Obstacuios que entrenta ef discurso democrético ante Ia economia postcapitatista Las propuestas de extensi6n de! discurso demo- cftico a la economia encuentran un gran obsticulo ‘en as exigencias econémicas dei modelo de acumu- laci6n postcapitalista, el cual claramente se caracteriza por una total asepsia hacia tas problematicas sociales, y en el panorama ético que se impone en la sociedad, caracterizado por un nuevo individualismo despreo- cupado y descomprometide con fo social. En los paises en vias de desarrollo Ja iinplemen- taci6n de un modelo de democratizacion de la eco- nomia que pesmita el crecimiento econémico, tlene que darle cabida a tas nucvas condiciones de la ‘economia postcapitalista, pero a la vez tiene el deber de no cerrar los ojos 2 fa desigualdad social existente ‘oque se genere con la implantacién del mievo sistema de acumulacién. En otras palabras no puede ser un modelo de democratizaci6n que se aisle del nuevo ‘sistema de acumulacién global, pero tampoco debe ser ciego a los efectos nocivos que en lo social pueda cocasionar. En esta labor la cooperacién intemacional 8 fundamental al igual que ef compromiso de todos tos paises para conformar un modelo de democrati- zaei6n que abarque por igual el plano local como el transnacional, Las Naciones Unidas, una vez. superado ‘ei fantasma de la Guerra Tifa, ticne Ja inmense res- ponsabilidad de retomar el espiritu de la Carta de San Francisco y reiniciar la tarea aplazada de construir un nuevo sistema mundial basado en la solidaridad, el respeto de la autodeterminaci6n de los pueblos y la tisqjueda real de mejores condiciones de vida para todos. Su objetivo no puede ser otro que el ser romano y sus acciones deben dirigirse 2 combatir la pobreza y lograr la justicia sockal La implantacién de tal modelo de democratiza- ci6n econémica actuaimente se enfrenta, en lo funds-

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