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ISSN: 1669-0990
caea@sinectis.com.ar
Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas
Argentina
Summary: The author proposes a classification of medicines, whose usefulness has been confronted in
Argentina and Latin America. First, she analyses and comments various general proposals, made both
by social scientists and biomedical doctors. Then, she defines the categories presented: biomedicine,
traditional medicines, religious medicines, alternative medicines and self-treatment. Finally, she gives a
panoramic vision of the combinations and preferences of these different types of medicines in Argentina,
taking into account cultural, socio-economics, ethnic, educational and political factors, as well as the
style of thinking, the quality of the health service, the severity of illness episode, the regional characteristics,
the biomedicine limits and the successes in treating the so called new illness and the globalisation
impact.
Introducción
jadas, como sugieren algunos autores (Cár-
Como se ha constatado en las últimas dé- denas, 1992; Rodríguez, 1992). Se trata de
cadas, la combinación de la biomedicina con un fenómeno cultural cuyas significaciones
otras medicinas, incluso la preferencia por y explicaciones deben explorarse en contex-
otras terapias, es un hecho común no sólo en tos locales y sin perder de vista los procesos
sociedades del tercer mundo sino también en históricos y las políticas nacionales y
países desarrollados (Albuquerque, 1979; transnacionales.
Atkinson, 1979; Csordas y Kleinman, 1996; Frente a este hecho se han realizado di-
Douglas, 1998; Good, 1987; Guarnaccia y versas sistematizaciones de medicinas y te-
Farías, 1988; Idoyaga Molina, 1999a, 2000 rapias, que van desde la propuesta -de carác-
y 2002a; Idoyaga Molina y Krause, 2001/ ter global- de la Organización Mundial de la
2002; Kalinsky y Arrúe, 1996; Kunitz, 1981; Salud (en adelante OMS) hasta las
Last, 1996; Leslie, 1980; Vecsey, 1978; sistematizaciones de científicos sociales, rea-
Unschuld, 1980; Viturro,1998; WHO, 2002), lizadas tanto para dar cuenta de contextos
de lo que resulta que es un error asociar la locales como del nivel ecuménico, pasando
vigencia de las terapias tradicionales o la ex- por las clasificaciones presentadas por
pansión de las llamadas medicinas alternati- biomédicos, centradas en la biomedicina o
vas y de las curas religiosas con la pobreza, en un mal particular, como sucede en el caso
la falta de instrucción de los usuarios o la del cáncer.
ausencia de oferta biomédica en regiones ale- Ante esta abundancia clasificatoria y mul-
y complejidad de la oferta médica, así como los sistemas médicos alternativos, aunque no
no permiten dilucidar a qué sectores va analiza ejemplos etnográficos para avalar su
dirigida. teoría.
En el contexto del pensamiento marxista Las explicaciones en relación con la
de inspiración gramciana, Menéndez (1985 atención de la salud se dan en términos de
y 1992), antropólogo de alto impacto en la economía política y son de orden macro. A
Argentina, propone las categorías de modelo nuestro modo de ver, en función del problema
médico hegemónico (MMH) -la biomedicina que estudiamos, no nos resultan de utilidad
y las psicoterapias-, modelo médico las categorías mencionadas, la idea de
alternativo subordinado y modelo médico de medicina subalterna, por ejemplo, no
auto-atención. El modelo alternativo incluye describe bien el lugar que ocupa el
muy diversas medicinas, tales como las curanderismo en la atención de la salud entre
prácticas tradicionales -por ejemplo la la población rural del NOA, Cuyo o
medicina curanderil- y prácticas -según el cualquier otra región del país. Su vigencia,
autor- de alta complejidad que se desarrollan al menos en la Argentina, no se debe a la
al margen del MMH, como la medicina falta de servicios biomédicos, como supone
ayurvédica o la acupuntura, también suma el autor en relación con México. Tampoco
otro tipo de prácticas, como el espiritismo. creemos que los conceptos de medicina
Entiende que basta con una sola categoría hegemónica y subalterna puedan dar cuenta
porque muchas de ellas se derivan del MMH del creciente interés y preferencia por las
o están influenciadas por él. La categoría medicinas alternativas entre sectores de altos
auto-atención se refiere a los servicios ingresos y alto nivel de instrucción, tanto en
prestados en el contexto de la familia y la la Argentina como en los países
comunidad por no-profesionales. Este industrializados. En definitiva, las
modelo se caracteriza por la tendencia a explicaciones macro dejan de lado los micro-
concebir a la salud como bien de uso y a la contextos de la vida cotidiana, la perspectiva
enfermedad como mercancía. La legitimidad de los usuarios y el campo de los significados,
de la auto-atención es grupal y comunal, sus las vivencias y las experiencias de la
cultores tienden a la apropiación de las enfermedad y la terapia. En relación con el
prácticas médicas y a asumir una posición tema escribe Kleinman (1988) que los
de subordinación respecto de los otros procesos de enfermedad y sanación no
modelos. Respecto de la relación entre MMH pueden entenderse como simples espejos de
y modelo subalterno, el autor señala que se condiciones macro, al modo de la
desenvuelve en la complementariedad y no antropología médica crítica.
en la emergencia de procesos contradictorios Las ideas que fundan la integración de
entre el MMH y los alternativos. En medicinas muy diversas en la categoría de
definitiva, Menéndez habla de causas macro modelo médico alternativo subalterno -estas
como los procesos de producción y medicinas derivan o están influenciadas por
reproducción económica y política que hacen el MMH- son verdades a medias, más que
que se refuerce la hegemonía del sistema, discutibles, por ejemplo prácticas como el
produciendo la subordinación ideológica de yoga, el shiatsu, la acupuntura, la medicina
REFLEXIONES SOBRE LA CLASIFICACIÓN DE MEDICINAS. ANÁLISIS (...) 117
ayurvédica no derivan del modelo asiento, las cataplasmas, las ventosas y otros
hegemónico, lo mismo puede decirse de las procedimientos, que en su mayoría tienen
curas religiosas -de gran antigüedad en la origen en la medicina humoral, introducida
tradición judeo- cristiana y musulmana- o de en América desde los días de la conquista y
las prácticas de las religiones afro- colonización, al igual que la clasificación de
americanas. Si bien, las medicinas de los males, los remedios y los alimentos en
raigambre oriental pueden haberse cálidos y fríos (Foster, 1994; Idoyaga Molina,
masificado y trasformado al ser incorporadas 1999/2000). Pero no es menos cierto, que las
en las sociedades occidentales, muchos de técnicas del autotratamiento tradicional
sus especialistas se oponen a que sus también incluyen sahumados, numerosos
pacientes desarrollen estrategias de rezos, repetición de fórmulas específicas -
complementariedad terapéutica con la que se mantienen en secreto- y que sirven
biomedicina. En otras palabras, la influencia para tratar dolencias particulares o espacios
del MMH es realmente relativa en muchas contaminados (por ejemplo: ¡Que se vaya el
alternativas y escasa en el autotratamiento y mal y que entre el bien como hizo Jesús en
las curas religiosas. Finalmente, como Jerusalén!), oraciones, encendido de velas,
dijimos en relación con Kleinman, la pedidos a las deidades y manipulación de
integración de todas esas medicinas en una otros símbolos sagrados del catolicismo,
sola categoría dificulta el análisis de la como la señal de la cruz y el agua bendita.
incidencia de factores sociales, económicos, Con ello queremos decir que no es escasa la
étnicos y de estilos culturales en los procesos terapéutica ritual de raigambre católica en las
de selección y combinación de medicinas. prácticas de auto-atención (Idoyaga Molina,
Los tres modelos no reflejan la totalidad y 2001) y que en la praxis la atención combina
complejidad de la oferta médica, así como saberes de raigambre humoral con rituales
tampoco permiten dilucidar a qué sectores terapéuticos de procedencia católica (Idoyaga
va dirigida cada oferta. Molina, 1999b y 2002a). Por otra parte, no
En cuestiones que hacen a aspectos más sólo el autotratamiento y otras medicinas se
concretos, en lo que el autor denomina apropian de saberes de la biomedicina, sino
modelo de auto-atención, no creemos que la que también esta última se apropia de saberes
salud sea percibida como un bien de uso y populares (MacDonald, 1983; Redfield,
la enfermedad como mercancía. La atención 1969), como ilustran Davis y Whitten (1988)
de la salud entre los miembros de una en relación con el taxon conocido como
comunidad, más bien funciona como lo que nervios. Esta relación de toma y daca o de
Mauss (1972) ha denominado sistema de ida y vuelta entre medicina oficial y medicina
reciprocidades indirectas (ver Idoyaga tradicional o casera es muy anterior al
Molina, 1999a). En cuanto a la tendencia a desarrollo del capitalismo y consecuente-
apropiarse de las prácticas médicas, es cierto mente a que se pudiera hablar de MMH.
que tanto en México como en la Argentina y Por otra parte, la integración de otros
en buena parte de América Latina, el saberes en la atención oficial de salud es muy
autotratamiento incluye numerosos remedios, diversa, como para que la distinción
preparados y técnicas como los baños de capitalismo y capitalismo dependiente, diga
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algo sobre las políticas nacionales en salud. no en Argentina o América Latina, donde las
Por ejemplo, en Inglaterra, en toda unidad “medicinas étnicas” son parte del acervo
existe además de la oferta alopática una tradicional.
alternativa, hecho que no se repite en Estados Press propone clasificar las medicinas en
Unidos o Canadá, a la vez, mientras que en dominante y variante, redefinir los conceptos
México se han ensayado programas de medicina folk y medicina popular ya que se
complementariedad terapéutica, en Argentina han usado de modo diverso. De acuerdo con
sólo los biomédicos son legalmente este autor deberían considerarse medicinas
reconocidos como terapeutas. folk a aquellas prácticas que están basadas
Teniendo en mente el pluralismo médico sobre paradigmas diferentes al del sistema
en España, Pascualino propone agrupar las médico dominante de la comunidad o
medicinas diferentes a la medicina moderna sociedad (1980: 48). Con esta definición la
en: a) medicina popular tradicional del país, medicina ayurvédica en la India, la medicina
b) medicinas étnicas importadas por china clásica en China o el shamanismo
inmigrantes recientes, c) nuevas medicinas Navajo en Norteamérica antes de la conquista
“alternativas” practicadas por nuevos no pueden considerase folk, sino medicinas
curanderos (1996: 166). El autor entiende que dominantes, a la vez la biomedicina puede
las dos primeras comparten una característica ser en ciertos contextos clasificada como folk
básica, por ser medicinas tradicionales (ibidem). El autor propone usar el concepto
tienden a “permanecer estáticas (en oposición de medicina popular en dos sentidos. El
al dinamismo de la medicina oficial...” primero, denomina como popular a toda
(ibidem). Por su parte, las nuevas medicinas práctica médica ejecutada por alguien que no
alternativas generan confianza y alcanzan es un profesional oficialmente sancionado
legitimación al inspirarse en los modernos por el sistema médico, estas prácticas además
rituales de la comunicación de masas, sobre no deben contradecir directamente el
todo televisión (ibidem). No estamos de paradigma del sistema en cuestión. Un
acuerdo con la idea de que las medicinas segundo uso define como popular a las
tradicionales sean estáticas, entendemos que creencias y prácticas que, aunque
estas están expuestas al igual que la compatibles con el paradigma de un sistema
biomedicina a las políticas nacionales, la médico, son material y conductualmente
influencia de instituciones internacionales diferentes de la practica oficial (Press, 1980:
(como la OMS) y, más en general, al impacto 48). El autor ejemplifica su propuesta
de la globalización2. Tampoco estamos de clasificatoria a través de las medicinas de
acuerdo con la última afirmación, más abajo Zinacatecas (México), haciendo jugar las
discutimos los motivos de aceptación y categorías de: biomedicina, medicina folk y
vigencia de medicinas tradicionales y medicina popular en relación con su carácter
alternativas, que son muchos y variados y de dominante o no. De este modo, encuentra
han preocupado a numerosos autores. que deben realizarse las siguientes
Agreguemos, finalmente, que dicha distinciones: a) biomedicina como medicina
clasificación puede ser operativa en España dominante, b) medicina local Zinacateca
y tal vez en otras sociedades europeas, pero como medicina dominante, c) medicina
REFLEXIONES SOBRE LA CLASIFICACIÓN DE MEDICINAS. ANÁLISIS (...) 119
y, por otro, que varias de sus formas tera- ta del modo en que inciden factores sociales,
péuticas son mencionadas en distintas cate- culturales, económicos y étnicos en la selec-
gorías. Así, el régimen alimentario -común- ción de medicinas.
mente recomendado en el yoga- forma parte En fin, es notorio que las categorizaciones
de “las terapias biológicas” que incluyen los provenientes del ámbito biomédico adolecen
“complementos dietéticos”, la meditación de mayores problemas que las
forma parte de las terapias que “enfocan la sistematizaciones originadas en el campo de
mente y el cuerpo”, los movimientos forman la antropología y otras ciencias sociales, es-
parte de “los métodos de manipulación del pecialmente si lo que se intenta conocer es
cuerpo” y también de “las terapias de ener- qué hacen las sociedades para atender su sa-
gía” ya que los ejercicios y posiciones son lud y por qué lo hacen.
los que permiten desbloquear las concentra- En virtud de las razones expuestas,
ciones negativas de energía que originan la proponemos una nueva categorización -
enfermedad. Así, el yoga se esfuma en un esbozada en trabajos anteriores (Idoyaga
conjunto de técnicas diferentes, sin relación Molina, 1997a, 1999a, 2000 y 2002a)-
y, por ende, transformadas en su significa- retomando la expresión “sistema
ción. etnomédico” de Good (1987) pero
Lo mismo sucedería si consideramos el proponiendo una redefinición del concepto,
curanderismo, medicina tradicional en nues- que considera los sistemas locales de oferta
tro país y el resto de América Latina y cual- médica y que facilita la discriminación de
quier otra medicina más allá de la práctica los factores que inciden en el acceso y en la
biomédica. selección y combinación de las distintas
Otro autor del ámbito biomédico, Fulder medicinas por parte de grupos culturales,
(cf. Dixon et al. 2003), propone las siguien- sociales, étnicos, religiosos y económicos.
tes cinco categorías: sistemas médicos Para cumplir con estos requisitos y proponer
étnicos, terapias manuales, terapias para la una categorización de utilidad en Argentina
mente y el cuerpo, terapias de curas-natura- y América Latina, fue necesario aumentar el
les y sistemas médicos no alopáticos. Como número de categorías que engloban distintos
puede apreciarse muchas medicinas concre- tipos de medicinas. Así, hablamos, como
tas podrían entrar en dos o más -incluso to- Kleinman o Good, de biomedicina, de
das- las categorías taxonómicas propuestas, medicinas tradicionales y de autotratamiento
lo que atenta contra la idea de sistema de cla- y agregamos las categorías de medicinas
sificación. A guisa de ejemplo, pensemos en religiosas y medicinas alternativas. Con la
los shamanismos que sin duda son sistemas expresión biomedicina referimos a la
étnicos, tratan la mente y el cuerpo, suelen medicina alopática y a las psicoterapias,
valerse de diferentes elementos naturales - oficialmente reconocidas y ofertadas en
vegetales, animales o minerales- y son, por hospitales y otras unidades de salud, de
supuesto, sistemas no alopáticos. Tal clasifi- complejidad diversa, tanto públicas como
cación es por ende carente de utilidad, pues privadas. Las medicinas tradicionales son el
en modo alguno permitiría clasificar las me- curanderismo y, en las sociedades indígenas,
dicinas utilizadas en nuestro país ni dar cuen- los shamanismos. El autotratamiento incluye
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criolla suele también consultar a shamanes rías etiológicas sobre la enfermedad como
indígenas, en virtud de lo que podríamos diversos desequilibrios son fácilmente
denominar factores coyunturales- tales como interpretables en el marco de los conceptos
cercanía, conocimiento, fácil acceso y dis- y prácticas tradicionales (Idoyaga Molina,
ponibilidad-, incluso algunos de ellos han al- 1999a). En el dominio de las alternativas, una
canzado cierta fama tanto entre aborígenes situación levemente diferente se registra en
como criollos. Se trata de cierto reconoci- el área metropolitana donde existen ofertas
miento local y no del prestigio de un gratis o muy baratas de yoga, cuya práctica
Anselmo, sanador Wichí de Embarcación se ha extendido entre individuos de todos los
(Salta), cuya fama ha trascendido su etnia y sectores sociales y niveles de instrucción.
su región; Anselmo atiende a población del De las opciones biomédicas, las áreas de
NOA de todos los niveles sociales, econó- traumatología y cirugía son las más requeri-
micos y de instrucción. Pentecostales y evan- das y respetadas, mientras que el mayor re-
gélicos sólo utilizan las terapias que ofrecen chazo se registra en las ofertas
sus Iglesias, mientras que los católicos si bien psicoterapéuticas (Idoyaga Molina, 1999a,
prefieren las ofertas de su credo concurren 2000, 2002a), tal como sucede en otros lu-
también a las primeras. La otra oferta reli- gares (Good, 1987; Bacigalupo, 1996).
giosa, la umbanda, es popular entre sectores Si consideramos como grupo a los indivi-
de bajos recursos y escaso nivel de instruc- duos de altos ingresos y buen nivel de ins-
ción en el conurbano bonaerense, el litoral y trucción, es notorio que son los que traslapan
el nordeste, por el contrario en las otras re- todos los tipos de medicinas enunciados, los
giones -como el NOA o Cuyo- es una op- que concurren a mayor cantidad de especia-
ción difundida entre individuos pertenecien- lidades y de especialistas. Hecho que no debe
tes a sectores altos y medios. En el área Me- sorprendernos ya que se trata de un fenóme-
tropolitana, las personas instruidas y de alto no repetido (Downer et al., 1994; Douglas,
nivel socioeconómico suelen consultar 1998; Eisenberg, Kessler et. al., 1993;
especialitas del umbanda pero no con fines Eisenberg, Davis, Ettner et al., 1998; Franco
estrictamente terapéuticos. Finalmente, las y Pechi, 2003; Idoyaga Molina, 2002; Lerner
terapias alternativas no integran las medici- y Kennedy, 1992). En el área metropolitana
nas traslapadas ya que son por lo general son es común combinar la biomedicina con el
de alto costo y sólo se ofrecen en las ciuda- autotratamiento, las terapéuticas religiosas,
des capitales o de cierta importancia, la po- las alternativas y menos frecuentemente con
blación rural o migrante a las ciudades co- los curanderos tradicionales. Hablando siem-
noce este tipo de oferta a través de la propa- pre de personas del mismo nivel
ganda, programas de radio o de televisión y, socioeconómico y de instrucción, la situa-
si bien en muchos casos manifiestan interés ción es muy diferente en las otras áreas, don-
o deseos de concurrir, no cuentan con los de las visitas a los curanderos son tan o más
medios económicos para acceder a estos tra- frecuentes que a las otras medicinas. Enten-
tamientos. Entendemos que el interés que demos que ello se debe a la cotidianeidad
despiertan se debe a que nociones como las que tienen las prácticas y las experiencias de
de energía, armonía o espiritualidad y las teo- curanderismo en el interior del país entre los
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usuarios que sólo combinan distintas alter- (1998). En términos de estilos de pensar,
nativas de acuerdo con sus preferencias y entre sectores instruidos y de nivel socio-
estados de salud particulares, sin consultar o económico medio o alto, creemos que se
interesarse en las perspectivas de los pueden distinguir cinco estilos culturales: a)
biomédicos. un grupo que prefiere la biomedicina y es
El autotramiento en personas pertenecien- renuente a utilizar otro tipo de terapia, b) un
tes a sectores de ingresos medios y altos y grupo que privilegia la combinación entre la
alto nivel de instrucción incluye el consumo biomedicina y las medicinas alternativas, c)
de fármacos de laboratorio siguiendo los con- un grupo que privilegia la combinación entre
sejos de familiares y amigos, remedios de la biomedicina y las terapias religiosas, d)
herboristerías -preparados para infusiones, un grupo que combina la biomedicina con
pomadas, ungüentos-, ejercicios de relaja- las religiosas, las alternativas y las
ción, respiración, posiciones y otras técni- tradicionales (curanderismo) y e) un sector
cas de prevención y tratamiento de enferme- que evita la biomedicina en todo lo posible.
dades que los individuos pueden ejecutar en Todos los grupos sugeridos recurren, por
forma aislada, después de haberlas aprendi- supuesto, al autotratamiento.
do en cursos de control mental, yoga y otras Siguiendo con nuestro bosquejo, una uni-
prácticas alternativas. El autotratamiento dad diferente en virtud de la pertenencia
puede ser también religioso, en este caso in- étnica está conformada por los grupos indí-
cluye el rezo, novenas, las promesas a san- genas del Gran Chaco, Misiones y el Sur. A
tos y vírgenes y, en menor medida, las pere- pesar de sus diferencias culturales estas so-
grinaciones. Finalmente, también verifica- ciedades se distinguen por la vigencia del
mos la utilización de fórmulas para curar “de shamanismo y por haber desarrollado prác-
palabras”, incluso la existencia de legos co- ticas terapéutico-rituales en los contextos de
nocedores de dichas fórmulas que actúan a las iglesias de raigambre pentecostal
solicitud de parientes y amigos (Brandi, lideradas por los nativos. Las estrategias de
2002). En síntesis, entre los individuos de complementariedad terapéutica entre los in-
sectores altos se puede hablar de un dígenas combinan el shamanismo, las curas
autotratamiento de raigambre tradicional, un rituales de origen pentecostal, la biomedicina
autotratamiento alternativo, un autotrata- y el autotratamiento. El autotratamiento in-
miento religioso y un autotratamiento con cluye la preparación de remedios en su ma-
fármacos alopáticos. yoría de origen vegetal. En la zona del Cha-
En el área Metropolitana, entre individuos co, dichas prácticas dejan ver la influencia
de sectores socioeconómicos medios y altos de los saberes de los criollos del lugar
se han comprobado preferencias y (Idoyaga Molina, 1997a).
combinaciones excluyentes entre la Considerando las características de las
biomedicina y las terapias alterativas o entre dolencias y no ya de los dolientes, podemos
la biomedicina y las curas religiosas (Saizar, afirmar que la combinación de la biomedicina
2003 a y b). Diferencias que explicamos a con el yoga es recurrente entre individuos
través del concepto de estilos de pensar o con malestares de columna, artritis, diabetes
estilos culturales propuesto por Douglas y trastornos de ansiedad. El reiki suele com-
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binarse en el caso de dolientes con proble- cias étnicas, diferencias culturales o socio-
mas cardíacos, parkinson y depresión. En los económicas.
itinerarios terapéuticos de sufrientes de en- Si bien excede el objeto de estas páginas,
fermedades que pueden ser letales como el comprobada la combinación de medicinas,
cáncer se advierten ciertas características la vigencia de medicinas tradicionales y la
particulares, tales como: a) que existen tera- preferencia por terapias alternativas en una
pias específicas para este mal como la gran variedad de contextos socioculturales
crotoxina, hansi y cresenti, aun formas de nos lleva a decir dos palabras acerca de las
autotratamiento particulares como el consu- explicaciones que se han tentando para dar
mo de gorgojos (coleópteros: Coleotero cuenta del fenómeno.
Palembus Dermestoides) y b) que algunas En lo que hace a la vigencia de las medi-
de las terapias tienen base científicas o seudo cinas tradicionales y la expansión de las al-
científicas como la crotoxina, el método hansi ternativas se han argumentado diferentes as-
y el cresenti, que son sugeridas y practica- pectos que hacen a la concepción de la per-
das por biomédicos. Lo expuesto no quita sona, la corporalidad, las teorías etiológicas
que muchos pacientes oncológicos opten de la enfermedad y la eficacia terapéutica.
también por el yoga, el reiki o los masajes Así, se ha señalado que las dolencias de otras
bioenergéticos, entre otras. sociedades no caben en el modelo biomédico
Respecto del tipo de dolencia padecido de enfermedad (Gatere, 1980; Singer, 1977);
estamos también en condiciones de afirmar que la experiencia de la enfermedad (illness)
que la mayor combinación terapéutica se da es algo diferente a la concepción biológica
en dolientes de lo que Laplantine (1999) ha de la misma (desease) (Leslie, 1980); que la
denominado las nuevas enfermedades, aque- complejidad de las nociones tradicionales de
llas que no son explicables en términos de enfermedad involucra la activación de fuer-
los modelos de enfermedad de la biomedicina zas sobrenaturales (Janzen, 1978), fenóme-
y que son las que padecen la mayoría de los nos de brujería, hechicería y acciones de los
pacientes no sólo en Francia -donde entre el seres míticos (Mbiti, 1970), nociones que
65% y el 85% de los consultantes padecen además implican a entidades diferentes del
de estos males (Op. cit.) sino también en cuerpo biológico como almas, cuerpo social,
nuestro país. La gravedad del mal no es un etc. (Swantz, 1979) y que, por ende, requie-
factor que incida en la cantidad de medici- ren de terapias muy diferentes a la biomédica
nas frecuentadas, hipótesis que presumíamos (Mbiti, 1970); que las medicinas tradiciona-
y no corroboramos. les son accesibles y aceptadas en las socie-
Más allá de las diferencias entre los gru- dades nativas (Nchinda, 1976); que la elec-
pos mencionados, el desarrollo de estrategias ción terapéutica se debe a factores estructu-
de complementariedad terapéutica es un he- rales -representaciones sociales sobre la en-
cho común que no tiene que ver con diferen- fermedad y la terapia- y factores coyuntura-
cias de género, diferencias de instrucción, les -disponibilidad, consejos de familiares,
diferencias de grupos de edad. Las diferen- etc.- (Fassin, 1992); que la cultura médica
cias entre los distintos itinerarios terapéuti- hegemónica presta poca atención a la salud
cos tiene que ver mayormente con diferen- de los pobres (Elling, 1981); que la identi-
REFLEXIONES SOBRE LA CLASIFICACIÓN DE MEDICINAS. ANÁLISIS (...) 133
dad étnica es un aspecto relevante en el mo- 1998; Csordas y Kleinman, 1996; Good,
mento de optar por una terapia (Kunitz, 1994a; Good, 1987; Idoyaga Molina, 1999a
1981); que las terapias alternativas y tradi- y 2002a; Kallinsky y Arrúe, 1996;
cionales despiertan un genuino interés como Laplantine, 1999; WHO, 2002). Otros auto-
solución a enfermedades repentinas, inexpli- res (Good, 1994a y Kleinman, 1988 y 1991;
cables o persistentes (Alburquerque, 1979; Kleinman et al, 1994) han señalado la im-
Varner y Candless, 1979), que muchos pa- portancia de las experiencias de enfermedad
cientes prefieren opciones más delicadas y y sanación, en cuanto desencadenantes de
menos intrusivas que la terapia biomédica o búsquedas de sentido y de marcos explicati-
que la selección depende de estilos de pen- vos.
sar (Douglas, 1998), que la aceptación de una La eficacia de las otras medicinas o técni-
gran variedad de otras medicinas denota un cas terapéuticas ha sido constatada empíri-
carácter chic (Atkinson, 1979); que la cura camente (WHO, 2002), considerada como
espiritual que se ofrece en las iglesias cris- dato, en cuanto afirmación de los nativos o
tianas, incluso las iglesias católicas es de re- actores sociales, o interpretada de muchas
levancia (Vecsey, 1978), que hay eficacia en formas. Entre esta amplia gama de explica-
las otras medicinas. ciones figuran: la ya clásica eficacia simbó-
Para dar cuenta del crecimiento y el inte- lica (Levi Strauss, 1968), el efecto placebo y
rés por los tratamientos alternativos en con- la sugestión (Calestro, 1972), la catarsis
textos urbanos e instruidos, incluso de paí- (Scheff, 1979), el efecto terapéutico de las
ses desarrollados, se ha mencionado ade- redes sociales que se ponen en movimiento
más que este fenómeno se debe a un mayor en la atención de la enfermedad (Turner,
acceso a información sobre temas de salud; 1968; Crapanzano, 1973), el argumento
a la eficacia comprobada de otras medicinas5, transaccional que pone el acento en el indi-
incluso de técnicas de relajación y de curas viduo como totalidad (body y self) en el pro-
rituales; al carácter holístico de las terapias ceso de cura (Scheper-Hughes y Lock, 1987;
tradicionales y alternativas; a las diferencias Kleinman, 1988; Csordas, 1990 y 94) y la
entre el paradigma biomédico y el psicosocial explicación a través del concepto de persua-
de atención de la salud (Good, 1987; sión, usado especialmente para dar cuenta de
Kleinman, 1978; Swift y Asuni, 1975); a los curas rituales que ponen el acento en las
aspectos adversos de la biomedicina, tales performances como elemento fundamental
como el efecto secundario de muchas dro- de la eficacia (Bourguignon, 1976; Kapferer;
gas y el carácter corporalmente intrusivo y 1979; Tambiah, 1981; Csordas, 1983;
físicamente violento de muchas de las técni- Schieffelin, 1985). Una postura similar a la
cas diagnósticas y terapéuticas; al anterior se advierte en las teorías que hacen
cuestionamiento de algunas aproximaciones hincapié en la experiencia corporal, la movi-
y asunciones de la medicina alopática; a los lización de las emociones y el compromiso
cambios en los valores que redundaron en y la transformación del individuo en la ac-
menor tolerancia al paternalismo biomédico; ción ritual (Csordas, 1990 y 94; Desjarlais,
a la incapacidad de la alopatía para tratar las 1992; Devisch, 1993; Laderman, 1991;
llamadas nuevas enfermedades (Douglas, Laderman y Roseman, 1995; Roseman, 1991;
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